Martes, 1 de julio de 2014

Mensajes mensuales
MENSAJE EXTRAORDINARIO RECIBIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, REINA DE LA PAZ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos Míos:

Como sé que ustedes querrán saber, Dios me dará a conocer al mundo después que se cumplan diez años de Apariciones continuas. Luego de eso, muchos darán testimonio vivo de Mi presencia entre ustedes y, principalmente, el Santo Padre me reconocerá como la Señora del Gran Misterio, diferente de lo que hace ya treinta y tres años sucede en Medjugorje.

Para ese momento muchos de ustedes ya no estarán y Mi tarea, que ahora es grupal, será asumida por cada vidente en continentes distintos, pues Mi último llamado será que ellos den a conocer al mundo Mi mensaje final. Ese mensaje final es este, el que les estoy entregando mes a mes, así muchos corazones se prepararán para el retorno esperado de Cristo y todo lo que hasta ahora parece un misterio, pasará a ser una viva revelación para la humanidad actual.

Por eso Yo, en el último tiempo vendré a pedir a la humanidad la consagración de todos los hogares al Inmaculado Corazón; así cuando Yo ya no esté entre ustedes Mi Luz, que proviene del Cielo, se derramará sobre vuestras familias y de esa forma estarán protegidos de los tres días de oscuridad.

Llegado ese momento, Yo Me mostraré por última vez a millones de personas y aquellos que no creyeron en la Mujer Vestida de Sol, por el giro luminoso de Sus doce estrellas sobre la Tierra se convertirán y recibirán como última oportunidad la absolución y el perdón de los pecados.

Esta obra como tantas otras que Yo he realizado por el bien y la paz de la humanidad, quedará grabada en la memoria de todos los que por sus esfuerzos admiraron el poder de Mi Inmaculado Corazón; así, antes del gran ciclo de tribulación, el mundo entero tendrá un tiempo más de paz.

Pero ahora llegó el tiempo de la preparación. Yo los llamo para concretar en vuestras vidas el espíritu de la oración permanente y de la caridad; esto demostrará, después de mucho tiempo, los visibles resultados en vuestros corazones.

Deseo ahora decirles que el don de vuestro grupo es el amor verdadero a Dios, amor que los ha traído para que estén entre Mis brazos de Madre.

Queridos hijos, es ese amor que algunos sintieron en sus corazones el que me ha permitido hoy estar aquí y revelarles este secreto de final de tiempo. De vuestros frutos, nacerán nuevas semillas en el futuro; abran las puertas de vuestros universos internos para que nuevas almas se puedan servir del manantial de Gracias que ha sido derramado sobre ustedes en estos últimos años.

El Padre siempre infundirá Su Fe en vuestros corazones. En cuanto el mundo entero cruza el ciclo de su última transición, Yo vengo a pedirles que sean testimonios vivos para los que no creen, y especialmente recen todos los días de corazón por los que se pierden en manos del enemigo. De esa forma, por vuestras plegarias, ¡Mi Inmaculado Corazón triunfará!

En esta noche les agradezco por acompañarme. Estos días compartidos con todos Mis hijos orantes, fueron dádivas celestiales generadas para los no rescatados, de esta forma el Plan de Dios se cumple.

Los bendigo y los guío.

Vuestra Madre María, Reina de la Paz