Martes, 15 de julio de 2025

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Así como un día escribí sobre la arena y decreté el Perdón para las almas, hoy vuelvo a escribir con Luz y Sangre, Trascendencia y Misericordia, para decirle al mundo que aún hay tiempo de alcanzar la Gracia de la Redención.

Vengan a Mí los que pecaron, los que no creyeron, los que odiaron a sus hermanos, los que se odiaron a sí mismos, los que sembraron el temor, la duda y el rencor.

Vengan a Mí, con el corazón arrepentido, los que se alejaron de Mi Camino y no conocieron Mi Paz.

Vengan a Mí los que, por vergüenza, miedo o ira, no consiguen mirarme a los Ojos.

Vengan a Mí en oración, porque Yo sigo esperándolos. Mi Voz aún se hace escuchar, porque tengo sed. Tengo cada día más sed de almas.

A medida que el mundo se separa del amor, más se abre la herida en Mi Costado y en Mi Corazón, porque esta es la puerta de la Misericordia, puerta que fue rasgada y abierta, con el permiso de Dios, por un alma que, tomada por su pecado, recibió a cambio el caudal de Mi Amor Misericordioso. Esto es lo que Yo les ofrezco.

Aún es tiempo de Misericordia, aunque la fuente de la Justicia ya esté abierta para las almas y para el mundo. Cada uno beberá según lo que busque para sí, según la inclinación profunda de su corazón.

Estoy sentado frente al pozo del Agua de Vida, de la Fuente de la Misericordia, solo aguardando que vengan a Mi encuentro y Me den de beber. Aún tengo sed.

Su Maestro y Señor,

Cristo Jesús