Jueves, 25 de junio de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN VILLA SERRANA, MINAS, LAVALLEJA, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como una Sagrada Consciencia de Luz desciendo al mundo, después de haber recorrido los universos en búsqueda de las almas y de las consciencias no redimidas.

Así Mi manto, el que vuela sobre el universo, guarda en su interior a todas las almas que no alcanzaron la paz ni la redención.

Yo soy la Reina del Universo, Mi soberanía no es de este mundo, sino de otros. Yo provengo del décimo segundo Cielo, en donde la Gran Consciencia de Abba manifiesta el poder de Su Amor y la Omnipotencia Humilde de Su Voluntad.

Desde ese Reino Sublime proceden todas las formas, y los sagrados espejos de la oración participan allí de un encuentro interno cada vez que se encienden en oración y en fe. Muchas fuentes brotan en el Reino de Abba, las que manifiestan los dones y las virtudes para las almas.

En el Universo Celestial la unidad es la esencia de vida, y la obediencia a los principios es la virtud de los santos. Vuestra Madre proviene de ese Reino y, todos los meses, Yo desciendo a la Tierra para recordarle que nunca debe olvidarse del Propósito Infinito que la guía; Propósito que la ha creado y que la ha llevado a perseverar a lo largo de los tiempos.

Yo soy la Fuente Perpetua de la Oración, la que irradia a todos los corazones que se abren para reconocerme como la Madre y como el Principio de Paz para todos.

Hacia esos Reinos quiero llevarlos. Deseo que vuestras consciencias y que principalmente vuestros corazones, se expandan en amor y en fe para que algún día encuentren el mismo Reino, el que vuestra Madre encontró después de Su Asunción.

Mi compromiso eterno es elevarlos espiritualmente hacia ese Reino, desde esta consciencia terrestre y perdida. Si el mayor número de almas ingresara en la escuela de los espejos de oración en una sana actitud interior y de corazón, nuevas bases divinas y profundas para la vida planetaria podrían manifestarse y transmutar una parte de la consciencia del planeta.

Vuestro reloj está marcando la hora de la determinación, la que no deberá estar impulsada por un sentimentalismo sino por la fe y la devoción de creer todos los días que un Reino Mayor los espera.

Es por esa razón mayor que hoy estoy aquí con ustedes, así como lo estoy hace 34 años en la Colina de Medjugorje, esperando pacientemente el cambio de la humanidad.

¿Quién habrá entendido Mi mensaje?

A través del Reino de Medjugorje he transformado vidas y he salvado corazones por medio de las obras de Misericordia y de Paz que muchos corazones viven. Espero que ustedes sean parte de esa obra de misericordia y que se decidan a dejar de ser un peso para la manifestación del Plan.

Hijos, espero que dejen de insistir con vuestras ideas, pues así ustedes estarán tapando vuestros ojos con los velos de la resistencia y dejarán de ver en el horizonte el Propósito de Dios, aquel Propósito que desde el principio los convocó.

Por eso, queridos Míos, vengo para pedir la colaboración de vuestras almas espejos para que ellas cumplan la tarea que vinieron a concretar Conmigo en esta nueva historia que Dios está escribiendo en Su Corazón.

Los Espejos del Cielo, las Fuentes de Misericordia esperan almas vacías; almas libres de sí mismas, que desterraron el poder y la conquista mezquina para que, junto a la Madre del Mundo, sean depositarias de los Dones de Dios, dones que transformarán la Tierra.

Esta es Mi última convocatoria, ya he rogado por ustedes. Abandonen las viejas costumbres y sean dignos de escuchar Mis palabras, así los espejos celestiales ayudarán al planeta. Les dejo Mi aspiración de verlos transformados en Cristo.

Hoy Medjugorje cumple 34 años de encender los espejos orantes de la paz. Y ustedes, Mis hijos, ¿qué decidirán ser en esta era?

¡Les agradezco por responder con constancia a Mi llamado!

Los bendice y los ama,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de Medjugorje