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Como un sol, que nació del más puro Amor de Dios, se manifestó la aspiración del Creador de estar entre Sus hijos.
Fue para revelarle a la humanidad la Verdad Celestial para que, a través de la oración, los corazones encontraran un camino seguro hacia Dios.
Fue para que las maravillas del Universo no permanecieran ocultas a los ojos de los hombres y para que los espejos de sus corazones estuvieran encendidos, para que sus espíritus estuvieran despiertos, para que su pasado fuera redimido y para que el nuevo futuro fuera construido sobre las bases del amor.
Fue para revelar el Tiempo de Dios y la realidad universal, de la cual los seres humanos se distanciaron hace tanto tiempo; para que comprendieran y experimentaran la Divina Concepción que no fue vivida solo por Mí, sino por todo lo que emanó del Corazón del Padre: todos ustedes, Sus hijos.
Fue para que la ignorancia fuera disipada, para que la indiferencia fuera vencida por el poder del amor, para que el perdón triunfara sobre todos los errores humanos y universales, para que el camino de retorno fuera trazado y revelado a todos los hijos de Dios.
Fue para unir a todos los pueblos, para unir a los corazones en el espíritu del amor y de la unidad, para que las criaturas descubrieran que en esencia son iguales, hijos de un mismo Padre y de una misma Madre, emanaciones de un mismo Creador.
Fue para disipar el engaño y lo que separa a los corazones entre sí y a todos de Dios, para que pudieran comprender y vivir el poder de la unidad y fueran dignos de recibir Misericordia, Piedad y Compasión para enfrentar las pruebas del planeta.
Fue para detener la Justicia Divina y para permitir que los seres aprendieran a través del amor y de la Gracia del perdón.
Fue para que Mis hijos no se sintieran perdidos y solitarios, sino para que supieran que una Madre Celestial los ampara y los conduce a los Brazos de Dios y de Su Divino y Supremo Hijo.
Fue para que los corazones encontraran la paz, la paz de estar en Dios, la paz de saber la Verdad, la paz de cumplir con su propia parte, la paz de servir a este mundo y de hacer todo lo que es posible por el rescate del amor en la esencia humana; la paz de saber que están retornando a Dios, la paz de saber que también están preparando Su Retorno al mundo.
Fue para despertarlos y para recordarles el compromiso que hicieron con el Creador desde el principio, desde el Origen de sus vidas.
Fue para renovar su "sí" y Mi "sí" que Yo vine al mundo, hijos Míos.
Fue para estar a su lado, para abrir las puertas y para mostrarles el camino que, hace doce años, Yo estoy aquí y aquí seguiré mientras Me lo permitan.
Mientras oren de corazón y mientras tengan sed de la Verdad, mientras sigan sirviendo, entregando sus vidas, transformándose y generando méritos para la transformación del mundo, Me permitirán, hijos amados, que Yo esté aquí y los guíe.
Fue por todos estos motivos y muchos más que el Creador Me envió como Su Sierva y Mensajera para guiar a sus corazones y establecer la paz.
Estoy construyendo con sus vidas un Plan perfecto que proviene del más puro Pensamiento Divino.
Sientan Mi Presencia, renuévense ante Mi amor y permitan, hijos Míos, que muchos más reciban la Gracia de estar delante de Dios y de Sus Mensajeros.
Aún hay mucho por venir, mucho por revelarse al mundo, hay mucho por servir, mucho por rendir, mucho por amar y mucho por hacer en este mundo hasta que retornen al Corazón de Dios. Yo los acompañaré.
Hoy les agradezco y, con un Corazón pleno de Amor, los bendigo por estar a Mi lado, por ser este ejército que lucha a través de la oración para establecer la paz.
Yo los amo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hoy, hijos, vengo a este lugar, en un día tan importante para Mí, para traer las Gracias y las bendiciones que puedo verter sobre el mundo, por medio de las oraciones de Mis hijos, para que esta nación se redima y este pueblo se libere de las cadenas del error y del pecado.
Hoy vengo a secar Mis lágrimas con el Sol que se enciende en Fátima por las oraciones victoriosas de todos los orantes que se unen a Mi Inmaculado Corazón. Vengo a expandir Mi Reino de Paz entre las naciones para que los hombres ya no estén bajo el yugo de la oscuridad, sino bajo la Luz de Mi Amor.
Vengo hasta aquí, en este día, no solo para derramar lágrimas, sino sobre todo, hijos Míos, para entregarles una advertencia y una oportunidad de redención.
Arrepiéntanse de sus pecados y clamen por Misericordia. Retornen, en oración, al Corazón de Dios mientras haya tiempo. Pidan perdón al Padre por todo lo que fue vivido hasta ahora y decídanse a renovar sus caminos y sus almas.
Como su Madre Celeste, vengo a este lugar con Mi Cetro de Luz y con la potencia de Mis Espejos Celestiales, Universales y Divinos para liberar y curar todo lo que Me permitan con la sinceridad de sus oraciones.
El milagro que vengo a realizar en este día es espiritual, un milagro de redención y de reconciliación con Dios para que reconozcan en Mi presencia, la presencia divina y, ante el Padre, clamen por el despertar.
Oren Conmigo para retirar de la esencia de los mares el sufrimiento y el dolor de las almas que allí se perdieron y que lloran, constantemente, por no conocer la paz. Oren Conmigo para encender aquí una Luz Divina, para abrir el camino hacia el Cetro de la Voluntad de Dios, liberando la potestad del mal y del engaño para que así, hijos, no pierdan la oportunidad de conocer el amor y el perdón.
Vengo no solo a evidenciar sus faltas, sino a mostrar el camino para redimirlas. Escuchen a Mi Inmaculado Corazón y clamen Conmigo. Si tan solo abren sus corazones y se arrepienten sinceramente, Yo podré interceder, por ustedes y por todas las almas, ante Cristo para que vuelvan a conocer la paz.
Aspiren, en este día, a recobrar la pureza que se corrompió en sus corazones y a fortalecer la fe y la unidad con Dios.
Su Madre Celestial viene a su encuentro por Voluntad Divina y no por voluntad humana. Pedí estar aquí, en este día, para traer los potentes rayos de redención que hoy emanan de Fátima para ser vertidos sobre esta nación y así, las raíces de la oscuridad puedan ser arrancadas de sus vidas.
Por eso, hoy acompáñenme con amor y no busquen entender las cosas de Dios, sino ábranse para que Su Sabiduría les dé a conocer Su Verdad y para que el sentimiento puro de Mi Amor Celestial sea suficiente, a fin de que sus corazones sepan que Yo estoy aquí.
Hoy escucho sus oraciones y acojo sus corazones. Sé cuánto padecen y cómo sus almas aspiran a encontrar a Dios. Por eso oren, oren Conmigo y encontrarán la paz y la liberación para estar en Mi Reino.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora de las Lágrimas de Siracusa
A las puertas de un Ciclo de Definición
Hijo Mío:
Eleva tu corazón hacia tu Padre y Creador que desde el Cielo emite Su Silencio al mundo, observando los pasos internos que Sus criaturas se deciden a dar en estos tiempos.
Contempla el Universo infinito de Dios y por un instante deja que tu pensamiento retorne a su Origen, a la Fuente Creadora de donde provienen todas las cosas.
Contempla con tu corazón el Infinito que no solo se hace visible en una noche estrellada, sino también en lo profundo de tu mundo interior, en donde el Cosmos se hace pequeño y la vida se espeja, porque el propio Dios Se espeja dentro de ti.
Deja hoy que tu consciencia dé un paso más en dirección al Infinito, así como en dirección a la verdad que se guarda dentro de tu propio ser.
Este es un ciclo definitivo para la humanidad, así como para toda la vida y ninguna criatura, ni en el Cielo ni en la Tierra, estará libre de su definición espiritual y evolutiva.
Las propias Leyes y corrientes que provienen del Corazón de Dios, antecediendo a Su Justicia, corregirán los caminos e impulsarán a los seres hacia una decisión definitiva, porque ya llegó el momento de que haya una sola barca y que en ella estén todos los autoconvocados.
La definición del espíritu, de la consciencia, del corazón, es espiritual, pero también se manifiesta en la vida física de cada ser, en sus acciones, en sus decisiones, en sus pensamientos.
Cada ser, hijo Mío, se definirá según aquello que construyó en su interior.
Si construiste un camino de esfuerzo y de constante entrega, aunque sea imperfecta, las Leyes y los Rayos que provienen de Dios te auxiliarán a afirmar tus pies y tu corazón en el camino de tu entrega, para no titubear.
Pero si tu corazón sembró incertidumbres y una y otra vez preferiste rendirte a las tentaciones en lugar de vencerlas, entonces, hijo Mío, la Ley y los Rayos de Dios te colocarán definitivamente en el lugar que elegiste estar por tu libre albedrío, expresado en tus acciones, en tu pensamiento y en tu corazón.
Lo más íntimo de tu corazón saldrá a la luz y estarás transparente, no solo delante de Dios, sino también delante de los hombres, porque el ciclo de la definición precede al ciclo de la revelación y después de que las almas se definan todo les será revelado.
Sé que muchos llorarán tarde por su ignorancia y clamarán por Misericordia solo en el Tiempo de la Justicia, porque el orgullo había cegado sus ojos a la Gracia de Dios.
Pero hoy vengo a tu encuentro para enseñarte a elevar tu corazón a lo Alto y a colocar tu consciencia en el Propósito Divino, para que no te asusten ni las definiciones de tus hermanos ni los clamores de los que tarde se arrepentirán.
Mi Corazón no viene al mundo para juzgar a las almas, sino para advertirles, para entregarles todo aquello que ellas necesitan para superar los obstáculos propios de estos tiempos.
Vengo por los autoconvocados y vengo por cada uno de Mis hijos, por todos los que sabrán escucharme.
Mi Voz no se pronuncia para unos pocos.
Mi Voz hace eco en el mundo para todos, porque ella representa la Gracia de Dios que desciende al mundo para todos Sus hijos.
Por eso, hijo Mío, escucha la Voz de tu Madre Celeste en tu corazón y busca a Dios. Elige la definición que coloca tu espíritu en busca de la salvación.
Mira bien en lo profundo de tu interior y sé sincero contigo mismo.
Deja que tu pensamiento y tu corazón alcancen las esferas celestiales y comprendan que un Plan Mayor se diseña a través de tu vida y de la vida en este mundo.
Vence las superficialidades ante las cuales inclinas tu corazón y pídele al Padre, con clamor, la Gracia del despertar definitivo; porque el despertar es gradual y cada paso que da tu corazón revela un nuevo despertar que es necesario, hasta que retornes con todo lo que eres al Corazón de Dios.
No temas estos tiempos, no temas la soledad, no temas por tus compañeros de camino, no temas a la oscuridad del mundo, sino, hijo Mío, sé una luz dentro de esa oscuridad.
Mantén tu corazón en Dios, mantén en ti el amor a Su Propósito y podrás ser, en el futuro, un auxilio para los que hoy ves que se pierden en este mundo.
Son tiempos de definición, son tiempos de entrega y sé que esto ya lo escuchaste en toda tu caminata espiritual; pero ahora, hijo Mío, verás delante de ti el cumplimiento de las Profecías, que no solo hablaban sobre el fin del viejo hombre, sino también y, sobre todo, sobre la revelación de un nuevo hombre, de una nueva vida, de una Nueva Tierra.
Coloca tu corazón en este Propósito, haz de ti una semilla de lo nuevo, un principio de lo nuevo en este ciclo que termina.
Te dejo Mi bendición y Mi paz.
¡Te agradezco, hijo Mío, por escuchar Mi llamado de paz!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
El Origen de la Sagrada Fuente Femenina
Amados hijos:
Quien en estos últimos once años les ha hablado y les ha compartido el Amor de Dios, proviene de una Fuente peculiar que fue creada por el Universo Ultraterrestre antes de que existiera el Universo Material.
En esa Fuente, la Esencia Divina de quien más tarde sería María, la Madre de Jesús, fue gestada, acondicionada y amorosamente preparada para llevar adelante la gran misión en la humanidad.
Esa Fuente Ultraterrestre del Universo Espiritual se caracterizaba por su altísimo grado de pureza, de amor y por su esencia inmaculada.
El Padre, luego de la caída del Proyecto de Sus primeros hijos, Adán y Eva, pensó en crear un medio y una Consciencia lo suficientemente pura, inmaculada y humilde, que con Su Amor invencible pudiera abrazar a todo el error humano y convertirlo a través del perdón y de la sublime Maternidad.
Fue así que los Padres Creadores, los Arcángeles, recibieron el pedido de Dios y, en los elevados Universos Celestiales, cada Arcángel comenzó a aportar lo mejor de sí, a fin de que la Esencia Femenina que surgiría de la Fuente Creadora llegara a la Tierra para comenzar, como alma y divinidad, con Su especial misión.
La Sagrada Fuente de la Energía Femenina se traslució por medio del Principio de la Maternidad.
En tiempos pasados, el Padre Eterno pensó que era necesario que Sus hijos tuvieran una Madre capaz de acogerlos, de comprenderlos, de ayudarlos y de guiarlos por el camino correcto del bien y de la paz.
Así nació de dos seres humanos, de Ana y de Joaquín, la Consciencia de María, la que desde joven llevaría adelante la misión de gestar en Su Purísimo e Inmaculado Vientre al Niño Jesús, el Redentor.
Una especial coyuntura universal, cósmica y espiritual sucedió durante la gestación de María, así como durante la gestación de Jesús.
Los Arcángeles consiguieron manifestar y atraer hacia el Universo Material corrientes creadoras de energía que contenían altos voltajes de Amor-Sabiduría, así como de pureza esencial y virginal.
En aquel tiempo, la Idea de Dios fue concretada y una vez más, por la Presencia de la Madre de Dios y del Divino Hijo, el mal fue vencido, así como el ángel caído fue vencido por Miguel Arcángel una vez en el Universo.
La existencia de la Consciencia de María, una simple madre de Nazaret, fue el resultado de una experiencia divina y angélica que superó todos los tiempos.
El Padre Eterno, a través de María, nos demostró Su Amor Consolador, nos enseñó cuán grande es Su Misericordia y qué infinito es Su Perdón para con Sus hijos más perdidos.
Dios nos enseñó, a través de María, la universalidad de Su Amor y la presencia de Su Corazón Paterno en todo momento.
De esa especial Concepción Divina proviene María, la Madre de Cristo y Madre de todos.
Ella es la incondicional y eterna abogada entre los hombres y Dios.
Ella es la que espera en el silencio y la que reza por Sus hijos en la quietud de Su Inmaculado Corazón.
Es la que viene al auxilio de los que con sinceridad se arrepienten. Ella llega a todos los pobres y humildes de corazón.
María es la Madre que todo consuela, que todo repara y que todo cura.
Su Corazón sufre cuando Sus hijos se separan de la Verdad y se sumergen en la mentira.
Es la Madre que nunca dirá "no", que siempre dirá "sí" a quien la llame.
Dios nos dio una Madre que muchas veces ofendemos, lastimamos y omitimos con nuestra indiferencia e ignorancia.
Ella es la Madre paciente que espera que siempre vayamos más allá de las apariencias, que podamos sentir el corazón del hermano que busca paz y comprensión.
María nos enseña a amar de verdad para que, en Cristo, caminemos hasta la meta de estar en Dios, para siempre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mi Rosario de Luz se extiende al mundo
Hijos Míos:
Hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo y los llama a la verdadera oración del corazón, para que, más allá de celebrar Conmigo un aniversario más de Mis Apariciones en Fátima, sus corazones sepan interceder junto a Mí por este mundo lleno de dolor y de angustia.
Hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo y a cada corazón humano, llamándolos a todos para que oren y reparen el Corazón de Dios, herido por las guerras y conflictos; herido por los ultrajes cometidos a los Reinos de la Naturaleza; herido por no poder derramar sobre Sus hijos el manantial de Amor y de Gracia que proviene de Su Sagrado Corazón.
Hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo llamándolos para orar un poco más por este planeta, para que las profecías que un día Yo anuncié en Fátima no se cumplan, no se manifiesten delante de sus ojos.
El mundo aún corre el riesgo de ver cumplir Mis Palabras, porque no estuvo atento a las advertencias que Yo le hice ni a los pedidos que realicé para que un tiempo mayor de misericordia estuviese sobre la Tierra.
Hijos Míos, hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo y los llama para orar más por la vida en el planeta, porque ella se está perdiendo, se está degradando y se está corrompiendo por la distancia que hay entre los hombres y Dios.
Hoy Mi Rosario de Luz se extiende al mundo para que oren por el fin de las guerras y de los conflictos, oren por la perdición que viven los jóvenes, para que ellos encuentren el camino que los lleva al Padre y ya no se pierdan en las distracciones de estos tiempos.
Hoy, hijos Míos, como Señora del Santo Rosario, extiendo estas cuentas al mundo y los llamo para orar Conmigo por un tiempo mayor de paz.
Encuentren en la oración la puerta para develar los misterios de este tiempo.
Encuentren en la oración el bálsamo para curar las enfermedades de esta era.
Encuentren en la oración el secreto para vivir la paz y establecer la paz en el mundo.
Encuentren en la oración el camino que los une como consciencia humana.
Encuentren en la oración la comprensión que les hace trascender culturas, razas y religiones, y descubrir la Unidad que hay entre todas las criaturas, porque todas ellas son partes vivas de un Dios Único.
Hoy, hijos Míos, su Madre Celeste, extiende Su Rosario de Luz al mundo, demostrándoles que la oración y la unión con Dios es el único camino seguro en este tiempo de tribulaciones y de caos.
Oren para comprender los acontecimientos del mundo y oren para que sean ustedes una luz para los que están ciegos. La humanidad necesita de ejemplos vivos para seguir y Mis hijos deben ser esos ejemplos.
Hoy, su Madre y Señora los llama para dar un paso más en la oración consciente por la vida sobre la Tierra y así, hijos Míos, podrán adentrarse en los misterios que Yo guardo para los corazones que despiertan.
Quisiera revelarles muchos misterios; quisiera entregarles muchas Gracias; quisiera traerles conocimientos divinos, ante los cuales permanecen ignorantes desde que los velos cubrieron sus rostros al llegar a la Tierra.
Pero hoy, hijos amados, delante de la necesidad del mundo, Yo solo extiendo Mi Rosario de Luz a todos ustedes y los llamo para orar Conmigo por la paz.
Que se unan culturas, razas, naciones y religiones; que se unan los corazones en la semejanza con Dios; que se unan sus manos a Mi Rosario de Luz y así se establezca la paz, dentro y fuera de los hombres.
¡Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Santísimo Rosario de Fátima
A casi un año de Mi primera Aparición diaria en el Reino Sagrado del Centro Mariano de Aurora, los Cielos y los Universos se han unido para traer Gracias Especiales para todas las almas que, a lo largo de este último año, escucharon Mi Mensaje Salvador.
Ahora, después de casi 365 días de impulsos espirituales diarios, las almas se han podido consagrar en la fe a Mi Sagrado Corazón.
Por eso, en estos últimos tiempos, Yo los llamo a ser testimonios vivos para los que no creen y para los que buscan la gratificación permanente. Yo los llamo a ser defensores fieles de la Hora de Mi Divina Misericordia. Si eso fuera así, a pesar de las circunstancias y de los imprevistos, Yo podría decir realmente que cuento con soldados de la misericordia.
Cuando Yo les pido que sean defensores de la Divina Misericordia, significa que primero deberán defender de ustedes mismos, de manera sagrada, este espacioimportantísimo para que después las puertas de la salvación se puedan abrir para los que más necesitan.
Ayer Yo les hablé de la Gracia de Estado¹ que sus corazones y vidas están recibiendo en un tiempo caótico; hoy Yo los llamo a que mantengan la consciencia despierta ante esta hora sagrada. En verdad, Yo les digo que ustedes verán los frutos de este trabajo de oración misericordiosa recién en el próximo mundo, y será solo allí que comprenderán profundamente la síntesis de sus vidas.
Mientras el mundo colapsa por sus acciones cotidianas, Yo les pido que sumerjan sus consciencias en el poderoso Manantial de Mi Divina Misericordia; así el Espíritu de Dios actuará por medio de ustedes, y no que intenten actuar a través del Supremo Espíritu. La misericordia siempre los llevará a la reconciliación y a la humildad del corazón.
Bajo el Supremo Amor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
1. Gracia que acompaña el ejercicio de ciertas responsabilidades.
Hoy se cumplen dos años desde que el 18 de agosto de 2011 Aurora amanecía con esplendor, al recibir la Gracia del descenso de la Madre Virginal³ , de la Madre del Amor. Ella, en Su humildad y entrega materna, abrió Sus brazos para acoger a todos en Su Corazón.
Ese fue el día en el cual el Cielo se unió a la Tierra, y los ángeles celestiales llenaron de Luz todos los rincones de la Aurora Interior.
Desde ese día Dios abrió una nueva fuente de Misericordia para el mundo, la que serviría de reparación y de cura para las almas del mundo entero.
Como en Medjugorje, Mi Madre preparó el camino para que más rebaños reconocieran al único Pastor del Amor y de la Misericordia.
Por eso, el Cielo hoy se reúne para alabar a Dios eternamente, para que Su Magnífica y Amorosa Voluntad siga derramándose sobre el mundo y sobre todas las almas.
Ahora ustedes podrán ver los frutos alcanzados a través de la oración por muchas criaturas de Dios, las que retornaron al Reino del Padre y se reconciliaron con el Amor Infinito de Dios. Vean hoy, Mis queridos, los frutos de la Nueva Aurora, del Nuevo Sol que brilla en los corazones que solo dijeron sí al llamado de la Madre Santísima.
Que este día quede guardado en sus memorias, porque Dios pudo cumplir Su Propósito en los corazones más pequeños.
Alabemos al Padre por Su Insondable Misericordia y Piedad.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por responder a Dios con el corazón.
Cristo Jesús
3. Aqui Cristo se refiere a la primera Aparición pública de la Virgen María en Aurora.
Queridos hijos:
Recuerden, en este tiempo, el Portal hacia el Cielo que Mi Inmaculado Corazón una vez abrió en Fátima; un Portal de Paz y Redención para toda la humanidad; un Portal de Fe y Esperanza para todos Mis hijos.
Por eso hoy, hijos Míos, delante de tantos cambios en la humanidad,Yo les pido que retornen en consciencia y con el corazón hacia el Santuario Mariano de Fátima, Portugal, y que desde allí vean surgir nuevamente Mi Paz para todo el mundo.
Cada Centro Mariano consagrado a Mi Inmaculado Corazón es visto desde el Cielo como un pedacito de Mi Morada Maternal sobre la Tierra, como la Presencia del Altísimo entre Sus amados hijos, las criaturas.
Por este motivo, queridos hijos, eleven vuestros ojos hacia el Portal de la Paz, que representa a Mi Inmaculado Corazón y vean nacer en ustedes el Amor del Redentor.
Que cada uno de Mis hijos sea un nuevo y renovado portal hacia la paz y la fraternidad. Que cada pequeño hijo afirme en su vida la presencia Misericordiosa de Jesús.
Hoy celebren una vez más el aniversario de las Apariciones en Fátima.
Les pido, a todos Mis hijos, que eleven sus oraciones por todos los peregrinos y los no peregrinos, por todos los que viven en la fe y por los que la han perdido, por todos los que comulgan de Mi Hijo y por todos aquellos que se olvidan de Él.
Queridos hijos, que hoy cada uno de ustedes lleve a Fátima, el Santuario Mariano Interior, en cada uno de vuestros corazones. Que vuestras vidas se vuelvan a erguir delante de la Luz del Padre para que las esencias encuentren el camino del perdón y del amor.
Hijos Míos, en este día, lleven la Paz que Mi Corazón Maternal derramó una vez en Fátima y que este encuentro con vuestro santuario interior, con la Casa de Dios, les permita reconocer cuál es el verdadero estado que Mi Amor quiere que cada uno de ustedes viva en este tiempo.
Hijos Míos, con reverencia les digo: despierten ante este último llamado que Mi voz pronuncia al mundo, un llamado que les habla de la oportunidad de redención que vuestros corazones pueden vivir y un llamado celestial que les promete un encuentro verdadero con Mi Inmaculada Paz.
Como Señora del Santísimo Rosario, los bendigo todos los días y les digo a Mis pequeños: ¡Oremos por la paz en el interior de cada uno de Mis hijos!
Celebren Conmigo la presencia de Fátima: el Centro Mariano de Amor.
¡Les agradezco por contestar a Mi llamado todos los días!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Conmemorando este mes el aniversario de Mis Apariciones en el Brasil, hoy los invito a preparar vuestros corazones para Mi visita anual en la Colina de las Apariciones1, visita que será diferente a las anteriores. Ustedes, Mis queridos hijos, en este ciclo final, deberán dar el “sí” al Creador para que Sus Obras de Paz puedan proseguir a través de Su Sierva Fiel, la Reina de la Paz.
Hijos Míos, por este motivo especial, este mes los llamo a renovar vuestros grupos orantes mediante el crecimiento de vuestra fe en el corazón y a través del ejercicio semanal de oración.
Quiero que cada grupo medite al respecto de lo que puede entregar a Mi Inmaculado Corazón. Yo los invito a reflexionar sobre lo que ha sucedido en cada grupo a lo largo de este último año que Mi Corazón los ha visitado mensualmente.
Como Madre del Señor, los llamo a fortalecerse como grupo orante mediante un voto sincero de orar por la paz y de convocar a más almas para que oren con vosotros.
Queridos hijos Míos, ustedes deben renovarse a través del Espíritu Santo. Por eso, a cada nuevo encuentro de oración entre las almas, los invito a sentir y a pedir por la Presencia de este inagotable Espíritu de Amor y de Sabiduría.
Pequeños Míos, cuando les hablo de renovación en los grupos de oración, les hablo de que cada uno de los orantes se convierta en llama viva del Espíritu Santo.
Hijos Míos, que vuestros grupos auxiliadores de oración imiten el cenáculo de María de Nazaret junto a los apóstoles. De esa manera, el corazón de vuestro grupo será Mi Inmaculado Corazón.
Abran las puertas de vuestras moradas para la llegada de nuevas almas orantes.
Queridos hijos, con humildad les digo que el gran Rayo de Luz que Mi Inmaculado Corazón y el Sagrado Corazón de Cristo derramaron sobre Río de Janeiro, lo han podido ver manifestado en un gran arcoíris; esa fue la señal de la Misericordia en respuesta a todos Mis hijos que oran, que oran a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
1Localizada en el Centro Mariano de Figueira, Carmo da Cachoeira, Minas Gerais, Brasil.
Queridos hijos:
Por el gozo del reencuentro de vuestros corazones con Cristo, hoy los invito a continuar celebrando Conmigo el aniversario de Mis Apariciones en Medjugorje.
Hoy les pido que en vuestros corazones se encienda la Llama del Amor que Mi Hijo le confió a cada uno de ustedes. La Llama infinita del Amor del Creador será necesaria para los tiempos de los grandes cambios; llama del Amor Misericordioso de Mi Hijo que los guiará y los protegerá mediante la oración del corazón, Llama infinita de la Luz del Espíritu Santo que los bendecirá y colmará cada una de sus vidas como una fuente renovadora de Gracias.
Hijos Míos, en el mes de septiembre cumpliremos el Aniversario de Mis apariciones en Brasil y, en especial, de Mi Amor por ustedes y de Mi Guía. Para que la obra de Mi Paz Interna en ustedes pueda continuar, Mis pequeños hijos, hoy también los llamo a la colaboración que deberá nacer desde vuestros corazones porque, si así lo hicieren, Yo podré contemplar este gesto como una acción sincera para Conmigo.
Hijos Míos, recuerden que cada obra que Mi Corazón ha realizado a lo largo del tiempo en este mundo ha sido por el simple motivo de volver a unir a las almas con Dios Creador, de volver a unir lo que estaba separado y distante en cada una de las consciencias para que cada uno de Mis hijos pudiera conocer la esencia del Amor de Dios.
Hoy los reconcilio con el Santo Espíritu del Padre para que sus corazones, permeados por Su Eterna y Amorosa Paz puedan caminar hacia la consagración a Mi Inmaculado Corazón.
Sepan, queridos hijos, que Jesús está de brazos abiertos para donarles con pureza Su Divino Amor Redentor.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
Por el gran e inmenso Amor de Dios Padre, hoy celebremos la memoria y el aniversario de Mis Apariciones en Fátima. Que la paz sea el principio para cada una de sus vidas, y que a través de la presencia de Mi Amor Inmaculado sus corazones se enciendan nuevamente.
Queridos hijos, hoy les traigo el recuerdo de Fátima porque allí fue donde Mi Corazón Maternal triunfó en toda Europa. Con esto quiero decirles que allí Mi Corazón fundó para el mundo la escuela de la oración, un ejercicio que hace tiempo los invito a contemplar y a recorrer con el corazón.
Hijos Míos, a través de Fátima podrán encontrar el Amor Misericordioso de Mi Corazón porque hoy les recuerdo cuán importante es vivir en la oración del corazón. Por este camino que ahora ustedes están recorriendo, Mi Luz universal puede auxiliar a muchos de Mis hijos que deben alcanzar el estado de la paz.
En la respuesta orante de cada uno de ustedes, Dios Padre puede derramar Sus prodigios y Sus dones sobre aquellos hijos que no viven al Dios Único. En este ejercicio de oración ustedes irán fortaleciendo sus vidas para la consagración total a Mi Inmaculado Corazón pero también las oraciones llegarán a todos aquellos que, en emergencia, necesitan de la salvación a través de Mi intercesión.
Queridos hijos, el camino a Fátima es un camino hacia lo profundo del corazón, es donde, a través del ejercicio de oración, podrán encontrar la pureza y la devoción, instrumentos necesarios para la redención de la humanidad.
En Mi Hijo hallarán el fuego que los podrá alumbrar y amparar delante de todo. Recojan vuestros corazones hacia dentro de Mi Corazón y vivan Conmigo y en alegría este recuerdo victorioso de Mi Corazón en Fátima para el mundo entero.
¡Oremos! ¡Oremos! ¡Solo oremos!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos de Dios:
Estando ya cerca del aniversario de las Apariciones de Fátima, hoy los invito a abrir sus corazones a través de Mi llamado universal y celestial para el mundo.
Como Reina de la Paz, como Madre Universal, hoy Me dirijo especialmente a todos Mis hijos que han dejado el camino de Cristo, que han abandonado las aspiraciones y las promesas de Mi Hijo. A todos ellos los coloco dentro de Mi amoroso y misericordioso Corazón de Paz y les digo que retomen el camino hacia Cristo porque, en estos tiempos, Él les servirá como un lucero durante la noche.
Por todo esto, quiero especialmente, dirigir Mi Corazón Inmaculado hacia todos Mis hijos que niegan Mi existencia. Yo les digo que los amo, que los amaré y los socorreré aún más después de este mundo.
Permitan que en este momento sus corazones se reconcilien y se unan con el Único Padre del Universo, el que desde hace tiempo aguarda vuestro retorno.
Queridos hijos, solo soy una Mensajera del Cielo que los quiere ayudar a ver y a encontrar el camino que muchos han perdido por ignorancia o por distanciamiento de la Voluntad del Padre.
Sepan, hijos Míos, que Mi Corazón no les hará mal. Él solo quiere hacerles descubrir cómo en la vida se ama a Dios desde el corazón.
Por eso, queridos hijos, Mi Corazón guardián persiste en este mundo desde hace tiempo porque él debe ver surgir la nueva y redimida humanidad. Pero para que eso suceda, amados hijos, ustedes deben dar el salto hacia la divinidad, que es la misma y la única a la cual vuestras vidas deben dirigirse.
Necesito de todos Mis hijos para que retomen el camino del amor que han perdido y se reencuentren con el perdón, que falta en muchos de Mis hijos por no permanecer en Dios.
Por eso, queridos hijos, ustedes deben aspirar a la humildad porque es en ella que podrán comprender los grandes Misterios de Dios, misterios que muchos intentan mentalizar.
La verdadera vía en este ciclo será curar el dolorido y enfermo corazón de la humanidad. Ella debe conocer la Eterna Paz y el Verdadero Amor que brotan desde la Fuente de Mis Gracias a la que llamamos Dios Padre.
Acompaño sus espíritus a través del gozo infinito del Espíritu Santo y de las oraciones que constantemente elevo al Padre por todos ustedes.
Que Mi pequeño Corazón de Sierva y de Madre Nazarena les ayude a revelar los verdaderos pasos que sus vidas tanto buscan. Vivan a Dios sin restricciones para que la sabiduría los oriente en el camino de Mi Absoluta Paz.
Quiero que puedan conocerme sin miedos porque muchos de Mis hijos aún le temen al poder de Mi Amor. Mi Corazón Inmaculado los reúne en esta vida y, en nombre de Mi Bienaventurado Hijo, Cristo Jesús, recuerden que Él es la Verdad que los une, Él es el Camino que los congrega y Él es la Vida nueva que los hará despertar por la presencia de Su Amor Misericordioso.
Bajo el espíritu de la paz, Mi Corazón los invita a ingresar en el Reino que siempre han buscado. Llegarán a la paz a través de Cristo, quien desde hace tiempo les abre una puerta nueva.
Sepan, hijos Míos, que los amo.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
En las doce estrellas de Mi corona encontrarán la guía que Yo vengo a anunciar al mundo. Ellas son como la estrella guía de Belén para cada uno de Mis hijos. Las estrellas son como el amanecer y el lucero en el Cielo para todos aquellos que deben resucitar a la vida en Cristo.
Queridos hijos, con inmenso gozo los llevo hacia el Corazón de Mi Hijo quien debe ser amado y venerado diariamente por esta humanidad. Esta preparación les permitirá recibir al Redentor por segunda vez.
Queridos hijos, hoy los quiero invitar a que contemplen el Rostro Misericordioso de Dios Vivo a través de la presencia de Mi Hijo. Que ustedes también testimonien la Presencia del Corazón Amadísimo de Dios por medio de Mi Corazón Inmaculado.
Sepan, hijos Míos, que en Mis estrellas podrán ver el nuevo amanecer, los largos años de paz, aquella promesa escrita en el Corazón de Dios Padre para todos Mis hijos.
En el adorable y venerable Corazón de Cristo ustedes hallarán el camino seguro que los conducirá hacia el Reino de Dios.
La humanidad puede, con la oración, remediar el pasado y el sufrimiento que ella misma ha gestado desde hace tiempo. Ahora, Mis soldados marianos deben expresar la esperanza y la redención para todos los que aún no las tienen.
También, hoy les anuncio, queridos hijos, que Mi presencia mensual los días 12 y 13 de mayo, nuevamente en la resurgida y amada Portugal, se extenderá hasta el día 14 de mayo en una peregrinación de todos los presentes en las apariciones hacia el Santuario de Fátima y Aljustrel. En ese ejercicio ustedes estarán, como tantos otros hijos, aliviando Mi Inmaculado Corazón y aliviando la Justicia prometida para Europa. El Ángel del Señor los ayudará y Él considerará esa oferta humilde de parte de todos.
Gracias, hijos, por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más