Sábado, 22 de agosto de 2020

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Como ustedes ya saben, Mi tiempo algún día no tan lejano, terminará con ustedes. 

Les pido que sigan rezando incansablemente el Santo Rosario, porque mientras no rezan, hay algunas almas que se lanzan a vivir decisiones precipitadas y no miden las consecuencias ni los resultados.

Es la propia agonía de esas almas lo que las lleva a alejarse del camino de Mi Hijo.

Recen para que ninguna otra alma se vea tentada a llevar adelante una decisión que le pesará el resto de su vida.

Hijos, ustedes ya sabían que el tiempo de la definición es ahora. Están con Mi Hijo o no están con Él. El Señor del Universo y del Amor necesita almas verdaderas y dispuestas a seguirlo. Hoy no es suficiente una emoción para pensar que solo con eso llevarán adelante el Plan de Salvación de Mi Hijo.

Vivan el acto de la consagración diaria. Si eso fuera prioridad para sus corazones, las almas precipitadas nunca hubieran decidido alejarse de Cristo.

La razón de tantas pruebas y desiertos es porque las almas no viven diariamente su consagración, no la colocan en su corazón y menos en su consciencia. Cuando llega la prueba están exhaustas y no tienen fuerzas para salir de ese momento.

Las almas no sienten verdadera sed de Jesús. Así, puertas inciertas se abren y las almas ingresan en sus propias miserias en vez de trascenderlas.

El camino hacia Mi Hijo es para los valientes, para los que no temen ser nada.

Mi amado Hijo está en silencio. Su Voz, en este momento, no podrá emitir ningún mensaje. Él tiene que observar cómo las almas responden a todo lo que les fue dado. Es un momento de justicia, pero también de neutralidad.

Recen para que nadie más caiga en tentación. Llegó el tiempo final. Este es el ciclo de la confirmación o de la indiferencia, es el tiempo de comprobar su amor a Dios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz