- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Ven, Espíritu Santo de Dios,
y sopla sobre Tus Criaturas
que claman por paz y por justicia.
Ven, Espíritu Santo de Dios,
y consuela a los que vivieron el cautiverio
moral, humano y espiritual.
Ven, Santo Espíritu de Dios,
e inunda con Tus Gracias y poderes celestiales
a los que piden clemencia y compasión.
Ven, Santo Espíritu de Dios,
e ilumina con Tus dones
a los que buscan la verdad dentro de sí.
Sostiene, Santo Espíritu,
a los que cayeron por imprudencia,
ignorancia o desobediencia.
Ven, Santo Espíritu de Dios,
y restaura todo lo que fue dañado,
libera de la muerte a los que fueron condenados en vida,
redime a los que provocan guerras, dolores e injusticias.
Oh, Santo Espíritu de Dios,
que Me colmaste y Me abrazaste en Pentecostés,
desciende ahora sobre esta herida realidad humana.
Santo Espíritu de Dios,
oye la voz de Tu Fiel Esclava
y Mediadora de las almas,
abraza con Tu fuego a los que se sumergen
en su propia oscuridad,
destierra de toda prisión
a los que gritan por ayuda.
Santo Espíritu de Dios,
ábreles el camino
a los que quedaron atrás y fueron juzgados,
para que reencuentren la senda sagrada
de Tu Eterno Corazón.
Escucha la santa súplica
de la Madre Celeste,
Santo Espíritu de Dios,
ya no permitas que ningún alma,
sobre la faz de la Tierra,
por alguna causa o situación,
pierda la Gracia de vivir bajo el Amor de Dios.
Santo Espíritu de Justicia,
sostiene a Mis hijos.
Santo Espíritu de Verdad,
muestra con Tu Ciencia el camino correcto.
Santo Espíritu de Amor,
repara a los corazones heridos.
En unidad y reverencia a Ti,
Santo Espíritu de Dios,
responde a Mis súplicas,
en gloria al Creador de la Vida,
del Amor y de la Unidad.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
He aquí la Madre de la Santa Cruz, la Madre que contempla las cruces pesadas de todos Sus hijos.
He aquí la Madre de la Santa Cruz, la Madre que camina silenciosa e imperceptible al lado de cada corazón que suplica.
He aquí la Madre de la Santa Cruz, la Madre que sostiene en Su regazo y entre Sus Brazos a cuantos derraman lágrimas de dolor y de esfuerzo.
He aquí la Madre de la Santa Cruz, la Madre que acompaña y guía a los corazones buscadores de la verdad y de la justicia.
He aquí la Madre de la Santa Cruz, la Madre que en esta semana se prepara, al igual que Su Amado Hijo, para contemplar la Dolorosa y Victoriosa Pasión de Jesús.
He aquí la Madre de la Santa Cruz, la Madre que anima a todos Sus queridos hijos a servirse de los méritos de Cristo y a comulgar de los principios y de los valores de la vida evolutiva y crística.
He aquí la Madre de la Santa Cruz, la Madre que espera pacientemente el despertar de los Nuevos Cristos, que no temerán ni retrocederán, sino que con valentía caminarán adelante, preparando a la Tierra para el Retorno del Señor, el Maestro del Amor, Cristo Jesús.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de la Santa Cruz
En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mis amados hijos:
Hoy, guardo bajo Mi Manto las causas más urgentes del planeta, que han herido gravemente al Corazón de Dios en este 2023; en un momento en el que la humanidad está confundida y perdida, en el que la intolerancia y la violencia prevalecen más que el amor, la verdad y la justicia.
He aquí, bajo Mi Manto, cada una de las situaciones que atiende, pero que también apremia a la Jerarquía.
He aquí, el clamor de todos los pueblos y de todas las naciones, de las familias y de los que claman por ayuda.
He aquí, hijos, la gran necesidad de la humanidad y de todo el planeta.
Hoy, vengo aquí a mostrarles esto para que lo contemplen Conmigo en oración y, más aún, en súplica, porque el mundo necesita de una solución inmediata. Y sepan que no solo Mi Corazón, sino también el corazón de todas las Jerarquías, están atentos a cada momento y a cada situación.
Yo vengo a guardar cada una de las causas urgentes bajo Mi Manto, porque el mundo y la humanidad no encuentran la salida, ya no pueden ver el camino de la paz y de la concordia.
Por eso, hijos, todos los que han orado durante este año que ya está finalizando, han sostenido junto con la Madre de Dios, a pesar de la gravedad de las situaciones, cada una de estas causas de las almas que claman y que piden por ayuda.
Por eso, Dios Padre, una vez más envía a Sus santos ángeles a la Tierra; para que, a través de Sus legiones y de todos Sus comandos, auxilien a la humanidad, que está perdiendo los valores de la lealtad, de la unidad y del entendimiento, que son bases primordiales de la fraternidad humana y del bien común.
Yo quiero que sepan, hijos Míos, que los verdaderos orantes comprometidos, en el día a día y a través de los tiempos, han ayudado muchísimo a la Madre de Dios en todo lo que su Madre Celeste atiende en este momento crucial de la humanidad.
Hijos Míos, Yo estoy aquí, a las puertas del último día del año 2023, para que comience un nuevo año de mayor amor, de mayor justicia y esperanza; porque las almas, los pueblos y las naciones ya no pueden seguir saliéndose de la Ley y, así, apartarse de la Verdad y de la Sabiduría que Dios les puede dar.
Por eso, este es el tiempo y esta es la hora de sostener el puente que se está rompiendo para que se restablezca, en cada momento y en cada necesidad, esa unión entre el Cielo y la Tierra.
No dejen morir el amor en ustedes ni en sus hermanos.
Vuelvo a decirles en el nombre de Mi Hijo Jesús, el Rey del Universo, que se amen los unos a los otros como Él los amó y los ama. No hay otra salida, hijos Míos, porque muchos, muchos hijos Míos en el mundo ya perdieron la esencia del Amor.
Y esa esencia del Amor, que es la esencia de la vida y de toda la creación, necesita resurgir en los corazones que se han apartado de Dios, en los corazones que ya se cerraron y que no se abren a escuchar la Buena Nueva del Retorno de Cristo, porque han perdido la fe, porque han perdido el amor, porque han perdido la esperanza.
Mañana, 31 de diciembre, último día del 2023, les pido a las almas, en los mundos internos, que no se olviden de los Universos Superiores que estarán atentos, una vez más, a la voz de las súplicas.
Se necesita de mucha Misericordia. Las almas necesitan de la Gracia y necesitan recuperar el amor para poder renacer en Cristo, que ya está llegando.
Hijos, mañana estaré una vez más con ustedes como la Aurora que anuncia lo nuevo, como el amanecer que trae la vida y la renovación, como el Soplo del Espíritu de Dios que anuncia el Advenimiento de Cristo.
En el día de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, los Altares de Dios estarán abiertos, porque los ángeles abrirán sus puertas para acoger las ofertas de los corazones y, sobre todo, del Santo Sacramento de la Eucaristía que será ofrecido por un fin mayor, por un bien mayor, por un propósito mayor.
Que el 2024, año que prenuncia el Retorno de Cristo, sea un año de mayor misericordia y paz, de mayor fraternidad y justicia en el mundo, especialmente para los más inocentes y para las familias.
He aquí la Madre y Señora de las causas imposibles, Abogada vuestra, Mediadora entre las almas y Dios, Consuelo de los afligidos, Esperanza de los pobres, Refugio de las familias, el Espejo de la Justicia de Dios.
Les deseo el bien a todos. Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre que no se detiene y que no descansa, la Reina de la Paz.
Les agradezco a todos los que responden al Llamado de Dios en estos tiempos críticos.
Mi bendición sobre los justos y los injustos. Mi bendición sobre los servidores, pero también sobre los pecadores. Mi Hijo quiere la salvación del mundo entero.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A Mis amados hijos de Argentina
Queridos hijos:
En estos últimos tiempos, Mi Materno e Inmaculado Corazón acompañó paso a paso la situación social y espiritual de Mi amada Argentina.
Hoy, quiero decirles que, en cada momento, he sufrido con ustedes el retroceso que el país vivió en los últimos años y, sobre todo, he contemplado las necesidades que han vivido los más vulnerables, así como las familias enteras que se vieron forzadas a abandonar Mi querida Argentina por efecto de la inseguridad y de la falta de futuro.
Pero muchos de ustedes permanecieron en el país y como los apóstoles, en el Mar de Galilea, enfrentaron la dura tempestad del país y de todo su pueblo.
Argentina es el semillero del mundo y eso nunca podrá cambiar. Por eso, en este día de decisiones para cada uno de Mis hijos argentinos, quiero decirles que, a pesar de las situaciones de guerras y de emergencias que atiende la Divinidad, Mi Corazón de Madre estará con cada uno de ustedes, porque en estos últimos sufridos cuatro años para Mis hijos e hijas de Argentina, su Madre Celeste acompañó de cerca la experiencia y la angustia de cada hijo e hija Mía.
Por eso, una vez más, Mis amados, Yo los llamo en este día no solo a invocar el Discernimiento del Espíritu Santo, sino también los llamo a orar Conmigo.
Por eso, este domingo de forma extraordinaria, invito a todos los orantes y en especial a Mis hijos de Argentina, de la Red-Luz de ese país, para que se unan en oración, orando un Misterio del Santo Rosario junto con los videntes de esta Obra.
De esta forma, Mi apelo a Dios será para que la Argentina y todo su pueblo pueda vivir un mayor tiempo de Paz, de Justicia y de Gracia, a fin de que el ángel de Argentina tenga la fortaleza necesaria y el apoyo de todos Mis hijos de Argentina para que el país se vuelva a erguir espiritual y materialmente, para que la concordia, el bien común y la fraternidad sean las bases que le permitan al país recuperar la esperanza y la paz que perdió.
Hoy, más que nunca, queridos hijos, estaré unida en oración y en súplica con todos Mis hijos argentinos, porque no se olviden de que Yo los amo y que los llevaré a Jesús para que vivan bajo Su Divina Voluntad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de Luján
Mis queridos hijos:
Después de un año insensato de guerra en Ucrania, después de que Nuestros Ojos han visto el devastador resultado en Turquía y en Siria, después de que la situación migratoria mudó inesperadamente a causa de los conflictos y del cambio climático, después de ver como Mis hijos en Brasil eran arrastrados por las lluvias y por la tierra sin dejar nada en pie; Yo vengo, una vez más, a pedirles que no se cansen de orar por las causas urgentes, ya que lo peor aún no llegó.
Pero si las almas sinceramente respondieran a Mi llamado y en esta Cuaresma preparatoria hicieran penitencia, oración y al menos todos los días, ante el Santísimo Sacramento del Altar, meditaran en la Dolorosa Pasión de Mi Hijo y se confesaran sin temor a ningún castigo, su Madre Celeste les asegura que, durante los cuarenta días que preceden a la Pascua, muchas situaciones podrían ser evitadas y aliviadas.
Por eso, Yo vengo a pedirle al mundo la reconsagración al Sagrado Corazón de Jesús durante todos los días de la Cuaresma y que, a través de un sincero acto de arrepentimiento, ustedes permitan que la consciencia del planeta sea, una vez más, liberada de tantos acontecimientos y episodios inesperados.
Así, la balanza de la Justicia no estará inclinada hacia la Justicia, sino en equilibrio con la Divina e Insondable Misericordia; porque por los méritos alcanzados por el Sagrado Corazón de Jesús, las almas, en este ciclo de grandes tribulaciones, encontrarán la fortaleza interior que necesitan para poder purificarse de todo y, así, purificar al planeta de todos los errores cometidos.
Mientras tanto, Yo, su Madre Celeste, junto con el Ángel de la Poderosa Alianza de la Sangre de Cristo estaremos atentos a la voz de todas las súplicas, a fin de que, milagrosamente, el Padre Eterno le conceda al mundo el fin de la guerra y un extraordinario período de paz para que la humanidad, antes del día final, esté arrepentida y reconciliada con la Ley Mayor del Amor.
Por último, les pido que Me acompañen en esta Cuaresma, en oración, preparando a los corazones para la síntesis final que se dará en la Pascua.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mis pies vuelven a tocar la bendita tierra de Fátima para disipar la oscuridad que reina en la lejana Europa.
Vengo, una vez más, a estar con ustedes, para que escuchen la voz de la Dolorosa Madre que clama por la paz y por el fin de la guerra.
Traigo, en Mi Corazón, la sagrada llama del Propósito Divino, para que las almas que duermen puedan despertar a la realidad de hacer algo por el que sufre y por el que está desprotegido.
Soy la Luz de la Aurora. Soy Quien puede amanecer en el corazón que se abre para reconocerme como su Madre Celestial.
Queridos hijos, ahora ya comenzará la etapa del gran servicio y del mayor esfuerzo en Europa, África y Medio Oriente, a fin de que la balanza de la desigualdad sea equilibrada y los más pobres entre los pobres reciban la Gracia de la dignidad que merecen.
Por eso, la Divinidad ingresará en los espacios más necesitados; pero también la Divinidad, a través del Espíritu Santo, dialogará con aquellos corazones que deberán despertar a la verdad y a la bondad.
Yo, como Madre de los refugiados y de los abandonados, estaré rezando al lado de cada corazón misionero que se ofrecerá en nombre de Mi Hijo para atraer hacia el mundo la justicia y la dignidad humana.
Por eso, pido la conscientización de todos los que estarán acompañando a distancia las obras de caridad y de diálogo pacífico que sucederán en el hemisferio norte, porque llegó la hora de que cada ser orante se sienta responsable de que el Plan del Retorno de Cristo se cumpla, sí o sí, en esta humanidad.
Recemos, todos los días, colocando estas intenciones en el corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este tiempo de transición planetaria, algunas consciencias servidoras de Mi Hijo se ofrecen para soportar, junto con los más vulnerables y desprotegidos, la cruz que muchas almas reciben, un peso que les es impuesto para que no consigan caminar libres. Ese peso tiene que ser transmutado por algunos, a fin de que los más vulnerables y desprotegidos tengan la Gracia de liberarse de la opresión.
Por eso, este es un tiempo de Armagedón desconocido, es un tiempo en el que todo está permitido para que las almas definan cuál es el camino que escogerán en los próximos tiempos.
El alivio de las cruces de los semejantes abre una silenciosa puerta espiritual, a través de la cual la Divinidad puede trabajar para rescatar y salvar a los más oprimidos.
En este ciclo, ante la gran deuda de este mundo, la Divinidad necesita corazones sacrificados y abnegados que sean capaces de aceptar algo que no les corresponde en su camino espiritual.
Esa oferta es aceptada atentamente por los Cielos, ya que les abre los espacios más oscuros a los ángeles de Dios para que la Luz Eterna pueda ingresar y para que, esa misma Luz, transmute y transforme las situaciones y las condiciones más adversas en las que las almas más oprimidas se encuentran.
Por eso, queridos hijos, ofrecerse para apoyar y sostener esta tarea silenciosa significa más que decir sí para que todo sea resuelto; representa el momento culminante en el que la Misericordia podrá obrar en lugar de la Justicia, y así rescatar a los corazones que están prisioneros.
Solo basta estar atento al llamado del Universo Mayor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
El guardián y celador del Plan Divino
1. Es aquel que obedece con prontitud, antes de pensar en obedecer.
2. Es quien se adhiere a la Voluntad Divina y desde su plano trabaja para vivirla y manifestarla.
3. Es quien protege, de sí mismo, el Sagrado Misterio.
4. Es quien ama lo desconocido espontáneamente, aunque no lo conozca.
5. Es quien profesa y vive la humildad a través de la donación permanente.
6. Es quien trabaja todos los días para poder vivir la transparencia dentro de su grado de consagración para, algún día, vivir la Verdad.
7. Es quien aspira, ardientemente, a los mejores resultados espirituales en el semejante.
8. Es quien aprende a amar a través de los errores, para algún día poder amar sin condiciones.
9. Es quien no saltea las reglas y los códigos internos que se colocó a sí mismo.
10. Es quien asume vivir el dolor de la humanidad, pero trabaja todos los días para trascender la condición humana.
11. Es quien no teme equivocarse, pero teme no poder reparar el error, mas confía en la infinita Misericordia.
12. Es quien aspira a perder el control de sus decisiones, para algún día vivir las decisiones divinas.
13. Es quien reverencia la Instrucción y la hace parte de sí, aunque crea que no la necesita.
14. Es quien reconoce el Poder y la Gloria en un solo Dios, presente en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
15. Es quien no se olvida del otro.
16. Es quien aprende a ser compasivo consigo mismo, para aprender a ser compasivo con los demás.
17. Es quien ya no se justifica, sino que se coloca siempre disponible.
18. Es quien entiende, más allá de sí mismo, el Plan de Dios.
19. Es quien vive la Justicia, pero primero vive el Amor.
20. Es quien se solidariza con todos.
21. Es quien, más allá de todo, cumple su deber sin reclamos.
22. Es quien no retrocede, sino que siempre avanza.
23. Es quien promueve y gesta la hermandad.
24. Es quien erradica, dentro de sí, la indiferencia y la falta de colaboración.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Cuando no tengas quietud interior, busca retornar a la paz del corazón, para que cada aprendizaje que vivas sirva al crecimiento de la bondad de tu ser.
Sé que el ser humano no consigue comprender la razón de algunas experiencias dolorosas. Pero debe saber que existen causas y condiciones que generan como resultado esa experiencia.
En este momento, debes percibir con claridad las causas y las consecuencias para que, todo lo que lleves adelante, sea beneficioso para tu ser, dentro de los valores del bien común, de la justicia y, sobre todo, del amor.
Reconocer las raíces de las causas y de las consecuencias que tú mismo puedes generar para tu vida material y espiritual, te ayudará a salir de la ignorancia y de la incapacidad permanente de comprender o de aceptar las experiencias.
El camino real de la transformación significa ver más allá de uno mismo, comprender al semejante, buscar la belleza de las diferencias que puedan existir entre los seres humanos.
Al final de todo, es necesario no dejar de buscar la verdad, y la verdad se encuentra en el autoconocimiento y en ver, en cada momento, todo lo bueno que se puede aprender. Así, te irás liberando del sufrimiento.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Han venido hacia Mí, descalzos, hacia el Templo de Mi Corazón.
He aquí Mi Templo que los recibe, como también recibe al mundo y a sus necesidades.
Yo Soy el Señor de los refugiados y de los inocentes, de los que no tienen tierra, de los que no tienen hogar, de los que perdieron todo y siguen el camino de este mundo buscando una oportunidad y una esperanza.
Yo retornaré para volver a multiplicar el pan y los peces, para darles el maná de la vida eterna a los que tienen hambre, a los que perdieron la esperanza, a los que son exiliados.
Quiero que sepan que, a través de esta Obra, siempre se renovará el corazón misionero, el eterno voluntariado de servir a los demás de forma incondicional y amorosa.
Esta será una fuente que estará abierta para impulsar a otras consciencias al servicio humanitario, a tender los brazos y las manos para ayudar a los necesitados, a los millones de necesitados en el mundo, que siguen siendo castigados por un sistema de adversidad y de control.
El Templo de Mi Corazón, que es la Eucaristía misma, contempla todas estas necesidades en el fin de los tiempos: las crisis que vive el mundo, la perturbación de los hombres y mujeres de la Tierra, la desesperación de los corazones inocentes que solo esperan comer y beber agua para sobrevivir.
Para ustedes aquí y para sus hermanos que escuchan este Mensaje y lo tienen todo, es momento de agradecer, pero también de compartir. Es momento de reverenciar y de glorificar la Gracia que recibieron a través de los tiempos, y es su espíritu de voluntariado y de abnegación que enmendará y curará las heridas de los corazones refugiados.
No solo el alimento y el agua salvarán a las vidas, no solo la protección y el refugio ampararán a los inocentes y a los niños, sino también el Amor de Mi Corazón, que ustedes pueden espejar en el mundo, redimirá a la humanidad.
Al ver el sufrimiento del mundo y los campos de refugiados, el dolor de Mi Corazón es indescriptible y eso va más allá de la vida en la materia o de las organizaciones que lo llevan adelante.
El mundo aún no ha conocido el verdadero Gobierno Celestial, aquel que fue pensado en el principio para que todos ustedes fueran felices en la Tierra Prometida. Pero la humanidad se desvió y, como ha sido a través de las generaciones, los más inocentes sufren la marginación y la esclavitud de estos tiempos.
¿Quién detendrá esa agonía perpetua?
¿Quién aliviará a los corazones sufridores?
¿Quién saldrá de sí mismo para ver la necesidad, la gran necesidad que vive el mundo?
En este día, vengo extraordinariamente, porque ustedes no pueden estar sin guía y sin instrucción.
Todo lo que recibieron a través de los tiempos no debe ser considerado solo como la ampliación de su consciencia, sino también como su respuesta, su generosidad y servicio.
Las almas que no Me entienden y que no Me escuchan de verdad, tienen que salir al mundo para ver la realidad y enfrentarse a esa realidad hasta que les duela.
Yo los escogí por un motivo que ustedes desconocen hasta los días de hoy, por un motivo que está escrito en los Libros Sagrados de Dios, que forma parte de la recuperación y de la integridad espiritual del antiguo Pueblo de Israel que, expandido por el mundo, se perdió, aunque Yo haya muerto por ustedes en la Cruz.
Es momento de que coloquen frente a sus ojos la situación planetaria, la necesidad. Cuando sirvan y acojan a los que sufren, sus situaciones internas o sus problemas se disolverán.
Porque la verdadera familia universal deberá constituirse por el surgimiento de un pequeño grupo que lleve adelante esa Aspiración de Dios, para que así pueda llegar la Nueva Humanidad.
El Plan de Dios se escribe a través de sus acciones y de su adhesión al Altísimo; no hay otro camino que permita realizar el Plan, sino la prontitud de sus corazones y vidas para lo que sea necesario.
Si Yo no hubiera venido al mundo, ¿en qué punto estarían sus consciencias y su civilización?
No lo podrían imaginar, compañeros, porque sería algo más grave que lo que hoy viven como humanidad.
Poder reconocer la Gracia que los colma y los bendice, despojarse y venir descalzos hacia Mí, al Templo de Mi Corazón, es una señal de que están entendiendo Mi Mensaje y de que aceptan vivir la humildad, tan urgente y necesaria en este tiempo.
No puede no haber humildad en la humanidad, porque sería la victoria del caos sobre los hombres.
A pocas almas del mundo Yo les vengo a pedir lo que parecería imposible, lo que espiritualmente hará triunfar Mi Plan en los planos internos y los llevará a vivir el camino crístico.
No necesito de grandes movimientos para llevar Mi Obra adelante, solo necesito que acepten vivir Mi Voluntad, por más que no la comprendan, porque en Mi Voluntad está su protección y resguardo.
Sé que no es fácil seguir los comandos del Señor y las directrices del Altísimo. No hay ser en la superficie de la Tierra que no haya pasado por esta experiencia, pero es después de realizar Mi Voluntad que comprenderán el Plan y el sentido de haber recibido el Llamado que llega para convertir a los corazones.
Como el Señor de los refugiados y de los inocentes, vengo a pedirle al mundo que abra sus ojos a esa necesidad. No es suficiente la ayuda de unos pocos ni tampoco el aprovechamiento de las minorías ricas, de los que se aprovechan de la crisis mundial.
Si abren sus ojos a la necesidad, aunque no sean cristianos ni espirituales, cumplirán con el atributo de la caridad, y muchas situaciones graves que hoy sigue generando el mundo serán perdonadas por Mi Misericordia y no corregidas por Mi Justicia.
Pero deben creer primero en lo que les estoy diciendo y en lo que les estoy planteando, porque las oportunidades son únicas y no se repetirán.
Si abren sus ojos a la necesidad de las crisis humanitarias, al menos los que están dentro de esta Obra y siguen Mi Llamado, saldrán de sus casas y de sus familias para servirme y ayudar a los que sufren.
Y aquellos que no puedan servirme en algún lugar, por discapacidad u otro motivo, que oren Conmigo y adoren al Santísimo del Altar, para que la Gracia de Mi infinita Misericordia permee a la Tierra y a las almas que sufren, para que los traumas de esas almas y corazones se puedan curar, en la oportunidad de una nueva esperanza.
Hasta que las naciones no se arrepientan de sus hechos, no llegará la paz; y solo los que cumplen con Mi ardiente aspiración serán portadores de la paz; y podrán llevar la Paz y el Amor de Mi Corazón a los grandes refugios del mundo, en donde ya no existe luz ni esperanza, solo agonía e infierno.
Así como Yo les dije a los doce apóstoles, hoy les digo a ustedes: “Vayan de dos en dos, o vayan en grupo y sirvan, para que algún día vivan su redención por medio del servicio a los que sufren y se desesperan”.
El triunfo del Amor de Dios se dará con su entrega y servicio, con su sí total e incondicional. Así estarán ante las puertas de Mi Misericordia, y el océano infinito de Mi Compasión los colmará, para que en el servicio y en el silencio, lleguen a los que sufren.
Este tiempo crítico es el comienzo de algo más difícil, pero por las oraciones y entregas de los corazones sinceros a Mí, muchas situaciones y acontecimientos serán desviados por el poder de la Misericordia.
Y así, Mi dolorosa Sangre dejará de ser derramada sobre el mundo para que Mis Rayos de Misericordia iluminen a las almas y les concedan la paz.
Ya no sean tentados ni engañados por ustedes mismos ni por Mi adversario. Tienen las herramientas para poder superarlo.
Les di los Sacramentos para poder vivirlos, para que sean santificados en Mi Nombre y estén bajo la protección del Espíritu Santo, que es este Espíritu Divino que hoy les habla, así como le habla al mundo para que pueda despertar.
Yo los santifico con Mi Luz y los invito a la renovación del corazón misionero en los tiempos más difíciles del mundo y de la humanidad.
Tengan confianza en Mis Palabras y los puentes de la esperanza se construirán para que los más inocentes y los refugiados puedan cruzarlos hacia la Nueva Tierra.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Inesperadamente, hoy Me presento a la humanidad para llamarla al arrepentimiento.
Antes la copa estaba casi llena, ahora la copa está desbordando. Tengan consciencia de lo que están haciendo, detengan las agresiones de hermanos contra hermanos.
Las naciones y algunos de sus dirigentes ya son más que títeres en las manos de Mi enemigo. Una red oculta y maligna somete a los inocentes: niños son abandonados, seres humanos son despreciados y repudiados en las fronteras porque intentan escapar del hambre y de la persecución.
Ya no jueguen con las armas nucleares. Ustedes, seres humanos de la Tierra, no tienen consciencia de lo que un acto fallido generaría en todo el planeta.
A mediados de los años 40 fueron avisados sobre las consecuencias del uso de la energía nuclear y no escucharon a nuestros mensajeros. Ahora corren y compiten, amenazan al mundo y hacen pruebas escondidas en lugares de la Tierra que ya están altamente contaminados por tanta radiación.
¿Cuándo percibirán que el poder no les pertenece?
Deténganse y escuchen la Voz que viene del Corazón del Universo.
Ya no tienen nada más que experimentar y que procrear. Reconozcan, en este momento, que fallaron con sus experiencias en laboratorios y con seres humanos; y que la actual pandemia es el resultado de una mala praxis.
¿Qué más desean tener?
Ya hubo humanidades anteriores que transgredieron a la Creación y que se lastimaron a sí mismas.
Ustedes son la quinta y última raza. El peligro ya dejó de estar en sus caminos, ahora él está en sus manos y no lo pueden controlar.
Abandonen la carrera armamentista, social y conquistadora que todavía promueven en muchas naciones. Ya no agredan a los mares y a los océanos. El planeta camina rumbo a una salinidad inesperada.
La Tierra ya no puede más y ella reflejará su agonía. No pueden imaginar este mundo sin agua dulce o en largos días oscuros por las expansiones de las cenizas de todos los volcanes.
¿Qué harán si eso sucede?
Mientras los Reinos de la Naturaleza siguen siendo el foco de una explotación desmedida, seguirá corriendo sangre en el mundo, y continuará siendo noticia.
Perdieron la intuición de sus almas, ya no tienen sensibilidad para escuchar a Dios dentro de sí mismos.
Sus vidas se oscurecieron por la ambición y por la injusticia, mientras que miles de personas en el mundo son golpeadas por la marginación, el exilio y la explotación.
Las mismas manos de siempre se enriquecen a través del sufrimiento global, pero eso terminará. Será una de las primeras correcciones que impondré a la humanidad.
Hoy le hablo al mundo entero, no le hablo a una sola religión. Les hablo a todos los creyentes y no creyentes, a los que desperdiciaron sus vidas por los placeres y por los deseos del mundo, les hablo a los que sienten satisfacción por hacer el mal.
No hay ángel ni Jerarquía que detenga la copa rebasada. Están ante los pies del gran abismo.
Mi Corazón no solo sostiene al mundo sufriente y agonizante; Mi Alma soporta las injusticias y los desprecios de los que me abandonaron y no creyeron en Mí. Ellos no escucharon Mi mensaje. Ellos juzgaron Mi trabajo y Mi dedicación, y Mi enemigo los engañó.
Por eso, estén atentos. Todo lo que les di en estos años fue para prepararlos para este tiempo, y la mayoría dejó pasar Mis Palabras y las perdieron.
Ahora, que resta poco tiempo, recapaciten, enmienden sus errores y pidan por Misericordia, porque nadie conoce la Justicia y, aun así, las almas la desafían por ignorancia y por indiferencia.
En verdad les digo que ya no tengo cómo justificar ante Mi Padre todo lo que hacen. Llegó el momento de que todo se defina entre ustedes y Dios.
Pero si en sus vidas se viviera el amor, la tolerancia, el respeto y el cuidado, no sufrirán más; porque todo lo que llegará será resultado de la soberbia, de la explotación y de la maldad de los que las siguen viviendo.
Solo les puedo decir que se arrepientan, para que en estos tiempos agudos no les falte la paz.
Aférrense a Mis Palabras. Sean el Nuevo Testamento para que el mundo entero deje de sufrir sus propias consecuencias.
Al cumplirse 12 años, junto a la Madre de Dios y por un periodo indeterminado, les entregaremos Nuestras últimas Palabras, para que las escuchen con atención y sus consciencias comprendan el mensaje.
Por eso, respondiendo a la Voluntad y a la Justicia del Universo y por todo lo recibido en cada nuevo encuentro, escucharán después de las oraciones nuestros Mensajes, los que serán entregados con anterioridad, ya que por un tiempo indeterminado resguardaré al vidente para que Me ayude a sostener este momento, en oración y en silencio, para que Mis Gracias lleguen a otros lugares del mundo.
Es tiempo de que vivan Mis Mensajes, sobre todo los últimos.
Mi Corazón ha soportado ofensas de compañeros muy cercanos, algo que abrió la Llaga de Mi Costado. Las ofensas de los que se van lastiman Mi Corazón, porque Yo les doy la vida y, en vez de vivir en Mí, se dejan morir a sí mismos.
Que el discernimiento y la paz los guíen en estos tiempos difíciles.
Que está Maratón sea la síntesis y la confirmación de sus vidas ante el Sagrado Corazón del Señor.
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Como ustedes ya saben, Mi tiempo algún día no tan lejano, terminará con ustedes.
Les pido que sigan rezando incansablemente el Santo Rosario, porque mientras no rezan, hay algunas almas que se lanzan a vivir decisiones precipitadas y no miden las consecuencias ni los resultados.
Es la propia agonía de esas almas lo que las lleva a alejarse del camino de Mi Hijo.
Recen para que ninguna otra alma se vea tentada a llevar adelante una decisión que le pesará el resto de su vida.
Hijos, ustedes ya sabían que el tiempo de la definición es ahora. Están con Mi Hijo o no están con Él. El Señor del Universo y del Amor necesita almas verdaderas y dispuestas a seguirlo. Hoy no es suficiente una emoción para pensar que solo con eso llevarán adelante el Plan de Salvación de Mi Hijo.
Vivan el acto de la consagración diaria. Si eso fuera prioridad para sus corazones, las almas precipitadas nunca hubieran decidido alejarse de Cristo.
La razón de tantas pruebas y desiertos es porque las almas no viven diariamente su consagración, no la colocan en su corazón y menos en su consciencia. Cuando llega la prueba están exhaustas y no tienen fuerzas para salir de ese momento.
Las almas no sienten verdadera sed de Jesús. Así, puertas inciertas se abren y las almas ingresan en sus propias miserias en vez de trascenderlas.
El camino hacia Mi Hijo es para los valientes, para los que no temen ser nada.
Mi amado Hijo está en silencio. Su Voz, en este momento, no podrá emitir ningún mensaje. Él tiene que observar cómo las almas responden a todo lo que les fue dado. Es un momento de justicia, pero también de neutralidad.
Recen para que nadie más caiga en tentación. Llegó el tiempo final. Este es el ciclo de la confirmación o de la indiferencia, es el tiempo de comprobar su amor a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Sexto poema
Venerable Emperatriz del Universo,
inmaculada y pura desde el origen,
Fuente de Amor maternal inagotable,
derrama sobre nosotros todas Tus Gracias.
Apártanos en esta hora de cualquier peligro
para que, amparados por Tu Manto de Luz,
sepamos corresponder a los divinos pedidos de Cristo.
Venerable Emperatriz del Universo,
que nuestras naciones y pueblos sean guiados
por el camino del bien, de la caridad y de la justicia.
Que sea erradicada la cultura del descarte social y humano.
Que todos podamos recordar que somos hermanos en Cristo,
para que esta humanidad sea reparada, curada y perdonada
de todos los errores cometidos.
Santísima Madre, llévanos a Jesús,
entrega a Su Corazón nuestras vidas, pueblos y naciones,
para que el único gobierno y autoridad vengan de Cristo,
a fin de que preparemos, en este tiempo,
Su Retorno a la humanidad.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
A los pioneros del Gran Cañón del Colorado
Solo el amor te hará comprender la inmensidad de lo que significa lo que Dios te ha entregado con toda la fuerza de Su Amor y Poder.
El amor te llevará a aceptar lo que es inaceptable y todo lo que te puedan decir y te parezca fuera del Propósito.
Cada momento que Dios te envía es para forjar dentro de tu ser la madurez de ese amor que, en los momentos culminantes, no podrá retroceder ni tampoco ser pobre.
El amor te hará comprender lo desconocido, el Universo y toda su infinita Creación. Pero el verdadero amor, que nace del corazón y que algún día podrá ser perfecto como Mi Amor, te hará aceptar y reconocer todo lo que te digan.
De lo contrario, si el amor, que es una poderosa corriente creadora del Universo y que fluye en todo lo que vive, no te hiciera ver la verdad, entonces, ¿de qué te serviría el amor?
El amor te coloca siempre en el lugar en donde debes estar, para que, en ese sentido, aprendas a superar tus propios desencuentros.
El amor permite traer cura interior, pero también el amor tiene su faz de justicia, no de algo que imponga ni juzgue, sino de un amor justo, bienaventurado y no pasajero.
Ese amor, que no es pasajero ni volátil, te llevará a perseverar en el tiempo y serás humilde, conociendo los misterios del Universo en el día a día, siendo capaz de abrazar por amor cualquier situación o condición, así como Yo te lo enseñé.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor Cristo Jesús
De tiempo en tiempo, las Palabras y los impulsos de Dios se renuevan, aunque en Su íntimo estén los mismos principios que buscan conducir la humanidad a la expresión de la Voluntad y del Pensamiento Divino.
Desde la era de los Patriarcas, y mucho antes de ellos, Dios ya le hablaba a los hombres, corregía sus caminos y guiaba sus pasos para que, según la comprensión humana de cada período, los seres pudieran vivir los atributos de la entrega, de la renuncia, de la caridad, del amor y todos los Dones que, en el origen de la existencia humana, el Espíritu Santo manifestó en la esencia de cada ser.
Cuando los hombres necesitaron justicia, Dios les habló con justicia.
Cuando necesitaron de sabiduría, Dios les habló con la sabiduría y la ciencia del Espíritu.
Cuando necesitaron paz, Dios les habló con paz y transmitió la paz de Su Reino.
Cuando los hombres estaban completamente perdidos y a un paso de desaparecer como raza y Proyecto Divino, Dios les envió a Su Hijo para romper los velos de la ilusión y abrir los ojos de los seres a lo que es su verdadero Propósito.
Hoy, hijos, la humanidad necesita vivir una síntesis de todo lo que aprendió a través de los errores y aciertos de su evolución.
Por eso, Dios viene a su encuentro y les habla con piedad y con justicia, con silencio y con ciencia, con amor y con Misericordia; llevando sus espíritus al despertar, a la rectitud, a la madurez y a la entrega, porque dentro de ustedes están todos los impulsos que, como humanidad, recibieron a lo largo de los tiempos.
Hoy, cada palabra divina viene para hacerlos recordar y colocarlos en un punto nunca antes alcanzado por la humanidad, porque es tiempo de redimir lo viejo y de vivir lo nuevo.
Por eso, escuchen cada Palabra de Dios y reciban cada impulso Suyo. La historia de la humanidad se reescribe todos los días a través de sus vidas.
A pesar de todas las dificultades, sepan decir sí y, de esa forma, todo se cumplirá.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Hijo:
En estos tiempos de asedios y conflictos internos, silénciate y coloca tu consciencia en Dios.
Permanece delante de Su Corazón y clama por Su Misericordia, contemplando Su Cruz, Su sacrificio y Su triunfo por ti.
Contempla todo lo que Cristo vivió hasta llegar a la Cruz: los momentos de reconocimiento, de gloria y de alegría, pero también los asedios, las batallas, las humillaciones.
Siente el Corazón cansado de tu Señor, sin embargo, pleno de fe, pleno de la certeza de que la Voluntad de Su Padre se cumple y se manifiesta a través de la persistencia, de la valentía y de la firmeza.
Contempla el Corazón de tu Señor y pídele un corazón igual al Suyo, dispuesto a sufrir, pero también dispuesto a amar; firme en la compasión, pero también en la justicia; trascendente en la Gracia y desbordante en Misericordia. Un corazón sabio ante los asedios, fortalecido en la fe delante de los vacíos, un corazón puro delante de los misterios y simple delante de lo desconocido.
Pídele a tu Señor un corazón sacerdotal como el Suyo, para reconocer, en el prójimo, la posibilidad de que la Misericordia se exprese.
Ve, en tus hermanos, almas enviadas por Dios para cumplir una misión y sé tú, hijo, un puente hacia el corazón del Padre, una puerta hacia Su infinita Misericordia.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Soy la Señora de los Treinta y Tres. Soy la que impulsó la liberación del pueblo uruguayo.
Regreso a esta patria, en este día, porque he visto brillar el Sol Confederado en los corazones que, en este tiempo, se abren para asumir responsablemente las diferentes etapas del Plan.
Soy la Señora de los Treinta y Tres, la Madre del Amor Confederado y guío al pueblo uruguayo para que, en este tiempo, alcance la libertad espiritual de las cadenas que le impusieron a esta querida patria a través de las ideas, de los pensamientos y de las acciones que la condenaron.
Pero con la fuerza del amor de los corazones uruguayos confederados, junto a la Señora de los Treinta y Tres, erguiremos esta sagrada tierra que fue testigo del exterminio indígena, de sus raíces y de sus valores espirituales.
Por eso, en este día, retorna la Señora de los Treinta y Tres, la Virgen Inmaculada del Uruguay, para que más uruguayos despierten y se posicionen en las filas del cumplimiento de las próximas etapas del Plan.
Así, el Uruguay alcanzará un estado de consciencia más elevado, y todo su pueblo percibirá que sus dirigentes desviaron el camino de todo un país.
Y, poco a poco, las voces pedirán justicia para que los más pequeños no sean retirados de los vientres de sus madres, para que los más jóvenes y los ancianos no sean un modelo alucinógeno del fin de los tiempos; para que regrese la paz y la seguridad a todo este querido pueblo.
Que Uruguay se vuelva a erguir y que los opositores de Cristo, así como su Iglesia arcaica, coloquen la cabeza en el suelo y pidan perdón para que la Gracia de la Señora de los Treinta y Tres les conceda la paz, el amor y la libertad espiritual que todo el Uruguay necesita.
Hoy regresa la Señora de los Treinta y Tres para despertar a los que están dormidos, para que despierten los últimos Cristos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Su Madre María, Rosa de la Paz
Vengo en este día, desde el corazón del Universo, para auxiliar y rescatar a Mis hijos de la humanidad y de los Reinos de la Naturaleza. Estamos en un mundo en ruinas y en llamas, con una humanidad consumida por la ilusión y la indiferencia.
Vengo en este día para atender a diversas situaciones del planeta porque, dentro del Armagedón, la raza humana no está respondiendo a los tiempos de emergencia.
Por esa razón, vengo para clamar por consciencia y prontitud porque su casa, que es este planeta, necesita de la ayuda y del amor de todos los seres humanos a fin de que la explotación, el tráfico, el consumo excesivo y la destrucción masiva de los Reinos Menores sea revertido, más allá de los intereses que la minoría tiene y que provoca la pobreza global.
Este es el tiempo, en el que ciertos poderes que cree tener el ser humano se desmoronarán al igual que una montaña que se viene abajo. Nada quedará en el lugar en el que se cree que debe estar. La Jerarquía intervendrá para que la injusticia termine y sean destituidos los que viven del trabajo esclavo de toda la humanidad.
La humanidad no se imagina la llegada de ese momento. Por eso, debemos orar, orar y orar, para que la Justicia sea suave con todo lo que ella interceptará. Sean conscientes de esto, y acompañen a la Jerarquía.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Su Madre María, Rosa de la Paz
De las almas simples, pobres y buenas es de donde brota la esperanza eterna para Mi flagelado y ofendido corazón.
De las almas simples, construyo las bases de Mi Iglesia Espiritual.
De las almas pobres, elevo las más puras intenciones por los que están perdidos.
De las almas buenas, manifiesto la fuerza de Mi Fe y la absoluta confianza de concretar más allá de todo, la sagrada Voluntad de Mi Padre.
Este es el tiempo en el que las almas podrán realizar el mayor ofrecimiento interno, para poder justificar los gravísimos errores de todo el género humano.
Las almas que me siguen tendrán la Gracia de interceder por razones y situaciones difíciles, y junto al Rey de la Paz podrán ayudar a otras almas que no tendrían la Gracia de la redención.
Este es el tiempo de la acción interna de las almas, para que todas ellas unidas y reunidas puedan espejar en Nuestro Señor lo mejor y lo más puro que guardan dentro de sí, porque todo eso no solo seguirá aliviando el Corazón flagelado del Redentor, sino también traerá más Misericordia, antes de que la Divina Justicia llegue al mundo de hoy.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Desde la cúspide más elevada del Universo, en el plano del espíritu, hoy su Madre Celeste se encuentra imponiendo Sus manos en dirección al planeta para que la Luz de la Gracia lo colme completamente y todo lo que en él fue creado reciba esa Gracia extraordinaria de Dios, para que las consciencias participen de la redención espiritual de estos tiempos.
De la misma forma, las naciones de Sudamérica hoy son colmadas por la Luz del Amor que brota como una llama del Corazón de la Madre Divina, para que los que gobiernan las naciones no solo sean merecedores de la Misericordia Divina, sino también sean iluminados por la sabiduría y el discernimiento para que puedan tomar decisiones coherentes y benéficas para los pueblos, y que la sana justicia armonice y pacifique a los corazones que viven en los conflictos.
Es así que el planeta hoy es colmado, desde el plano del espíritu, por una Luz especial que proviene de la Fuente más pura de Dios, para que todo tenga la Gracia de ser redimido y rescatado; y la expansión de esa Luz especial se dará a través de las oraciones de todos los hijos que unan su verbo, mente y corazón con la Consciencia Divina de la Madre Celeste porque, así, los ejércitos de la Paz traerán para la Tierra toda la ayuda que en este ciclo es urgente y necesaria.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más