Viernes, 24 de mayo de 2013

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Aquel que se anime a abrir las alas de su corazón podrá llegar rápidamente a Mi Reino de Paz y Redención; el alma que cada día se entrega a Mí por medio de la oración misericordiosa recibirá los dones preciosos de Mi Sagrado Corazón.

En este tiempo los rebaños serán uno solo, porque en ellos siempre intentaré repartir de forma prodigiosa Mis Gracias de amor y misericordia. A aquel corazón que a las tres de la tarde Me abre su puerta, Mi Espíritu, que proviene del Universo como presencia inmaterial y divina, lo socorrerá. Así borrará de la memoria de su alma todos los sufrimientos ocasionados a Mi Corazón Misericordioso.

Mi Gracia, que proviene del Cielo y del Reino de Dios, desciende todos los días a las tres de la tarde para multiplicarse en amor, verdad y fraternidad. Mi Corazón busca almas sedientas y almas que aún no conozcan la grandeza de Mi Amor Universal.

En estos tiempos, Yo reúno a las ovejas para que se alimenten de nuevas Leyes, bien cerca de Mí, a Mi lado, sin perder de vista el camino de redención que cada una deberá recorrer en este mundo.

Por eso, Mi Espíritu Sacerdotal viene una vez más desde el Universo para librar del pecado a todos aquellos que se dispongan a reconocer que el Hijo de Dios está próximo y llegará a cada una de sus vidas para volverlas a unir en la paz y en el amor.

Algo que le falta a este mundo hoy, mundo que Dios contempla perpetuamente, es vivir en el Amor de Mi Corazón, algo importante que la humanidad olvida. Si viven en ese Amor, podrá concretarse la alianza que debe existir entre Mis discípulos, la misma que Yo fundé entre los apóstoles.

Queridos Míos, hoy los reúno y vengo a su Encuentro de Oración para abrir las puertas de sus corazones, porque esa será la forma en este fin de tiempo. Abran las puertas del corazón, así sus espíritus se redimirán y encontrarán el camino seguro hacia la victoria de Mi Luz.

Únanse sin cansancio a la imprescindible hora de Mi Misericordia, porque una vez más, a través de la Coronilla a la Divina Misericordia, Yo podré también liberar del Infierno a cuantos viven allí perpetuamente por no haber conocido el amor y por no haber aceptado Mi Redención.

Yo les pertenezco de Corazón, Alma y Divinidad y les entrego, para el inicio de esas jornadas de oración, Mi Paz y Mi Misericordia con la esperanza de que brote pronto en ustedes el fruto que les he dejado, fruto que florecerá en la primavera de Mi próxima venida al mundo.

Que la paz sea el escudo para ustedes y que la fe los transforme pronto.

¡Adelante Mis compañeros!

Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por compartir Mis Enseñanzas desde el corazón.

Cristo Jesús, el Redentor

Y cuando sientan falta de consuelo o sientan perturbación, confusión, desasosiego, repitan con suma confianza y amor hacia Mí:

Jesús, guárdame en Tu Corazón

Señor Jesús,
Hijo Único y Predilecto,
Cristo Redentor,
guárdame en Tu Corazón
por toda la Eternidad
y libera de mi corazón todo mal,
en Gloria al Padre Universal.

Amén.