Domingo, 2 de junio de 2013

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos:

Desde las tres de la tarde Mi sed poco a poco se sacia ante la inmensidad de almas que reposan en Mis Brazos de Piedad y Redención.

A las tres de la tarde traigo los Rayos Misericordiosos de Dios para animar a las almas a que Me sigan en los pasos del apostolado y de las misiones por todos aquellos que han dado vuelta el rostro a la Luz de Dios.

La amargura y el sufrimiento del mundo son liberados durante la Hora de la Misericordia, pero aún es necesario y urgente que aquellos, que no han llegado a Mi Fuente y que se pierden en el gran desierto interior, puedan alcanzar piedad y misericordia delante de Dios Padre.

Por eso, Mi Corazón forma nuevos apóstoles para que puedan encender nuevamente Mi Llama Crística en los corazones que están vacíos, solos y abandonados, en los corazones que están sin fe y desesperan día a día.

Hoy todos los que escuchan Mi Palabra tienen la Gracia de recibir la Misericordia de Mi Corazón.

Les pido a todos Mis compañeros que durante la Hora de la Misericordia estén bien despiertos ante Mi Presencia, que esfuercen sus seres para buscarme y sentirme, porque llegará el día en el que la llama de la oración será su única guía hacia Dios.

Hoy están Conmigo, como todos los santos días, pero no pierdan de vista la inercia que puede invadir sus espíritus y hacerles creer que están todo el tiempo unidos a Mi Corazón. No lo estarán hasta que por amor y sacrificio alcen su voz pidiendo y clamando por Misericordia.

Quiero encontrar a Mis discípulos atentos a los acontecimientos del mundo, no quiero ver a Mis amigos durmiendo por segunda vez, como los vi en el amado Monte de los Olivos.

Les pido persistencia, fe y voluntad para soportar las corrientes que vendrán en auxilio de la humanidad, la que cada día se separa de la Suprema Voluntad de Dios.

Les pido que tomen consciencia ante la tarea misericordiosa que cada uno de ustedes vive Conmigo, como miembro de esta humanidad.

Les pido sacrificio a los que han hecho votos de vida a Mi Corazón Redentor.

Les pido más oración y amor.

Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por recibir en humildad Mis Palabras con el corazón.

Cristo Jesús