Martes, 23 de julio de 2019

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Argentina es parte de un continente muy antiguo del planeta y esa parte del continente, en tiempos remotos, fue testigo de importantes acontecimientos para la civilización humana.

Argentina fue una región muy cercana a la Antártida y una parte de las llamadas Islas Malvinas perteneció al congelado continente austral que fue receptáculo de una de las primeras humanidades.

Toda la región sur, área del planeta muy bella por su naturaleza, desde Tierra del Fuego hasta Puerto Madryn, fue un espacio antiguamente consagrado al desarrollo de una forma de vida avanzada y civilizada. 

En esa región austral, la Antártida era el centro primordial de una humanidad que alcanzó altos grados de aprendizaje a través de la escuela del amor y de la hermandad.

Esa civilización, desde Tierra del Fuego hasta Puerto Madryn, fue creciendo y sus habitantes fueron  remanentes de una cultura avanzada en el ámbito del contacto espiritual, y también fueron antecesores de los primeros pueblos indígenas que habitaron la Argentina hasta las primeras cumbres del desierto de Jujuy. 

Es así que Argentina es una de las regiones del planeta que presenció y testimonió la posibilidad de que una humanidad civilizada guardara en su consciencia patrones y valores de conducta que mantuvieron una comunión verdadera con la naturaleza y con el Universo.

Esos valores de vida espiritual son los que la Jerarquía Divina intentará reintegrar para que, al menos una parte de la población actual de Argentina, sea portadora de atributos que ayuden en los momentos más agudos de la transición planetaria, y que esos valores que son profundamente espirituales, y que están unidos a la Fuente Creadora, sean los que dentro de los argentinos mantengan la presencia de la fe, de la confianza y del amor en los corazones.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús