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Queridos hijos Míos:
Como sé que ustedes querrán saber, Dios me dará a conocer al mundo después que se cumplan diez años de Apariciones continuas. Luego de eso, muchos darán testimonio vivo de Mi presencia entre ustedes y, principalmente, el Santo Padre me reconocerá como la Señora del Gran Misterio, diferente de lo que hace ya treinta y tres años sucede en Medjugorje.
Para ese momento muchos de ustedes ya no estarán y Mi tarea, que ahora es grupal, será asumida por cada vidente en continentes distintos, pues Mi último llamado será que ellos den a conocer al mundo Mi mensaje final. Ese mensaje final es este, el que les estoy entregando mes a mes, así muchos corazones se prepararán para el retorno esperado de Cristo y todo lo que hasta ahora parece un misterio, pasará a ser una viva revelación para la humanidad actual.
Por eso Yo, en el último tiempo vendré a pedir a la humanidad la consagración de todos los hogares al Inmaculado Corazón; así cuando Yo ya no esté entre ustedes Mi Luz, que proviene del Cielo, se derramará sobre vuestras familias y de esa forma estarán protegidos de los tres días de oscuridad.
Llegado ese momento, Yo Me mostraré por última vez a millones de personas y aquellos que no creyeron en la Mujer Vestida de Sol, por el giro luminoso de Sus doce estrellas sobre la Tierra se convertirán y recibirán como última oportunidad la absolución y el perdón de los pecados.
Esta obra como tantas otras que Yo he realizado por el bien y la paz de la humanidad, quedará grabada en la memoria de todos los que por sus esfuerzos admiraron el poder de Mi Inmaculado Corazón; así, antes del gran ciclo de tribulación, el mundo entero tendrá un tiempo más de paz.
Pero ahora llegó el tiempo de la preparación. Yo los llamo para concretar en vuestras vidas el espíritu de la oración permanente y de la caridad; esto demostrará, después de mucho tiempo, los visibles resultados en vuestros corazones.
Deseo ahora decirles que el don de vuestro grupo es el amor verdadero a Dios, amor que los ha traído para que estén entre Mis brazos de Madre.
Queridos hijos, es ese amor que algunos sintieron en sus corazones el que me ha permitido hoy estar aquí y revelarles este secreto de final de tiempo. De vuestros frutos, nacerán nuevas semillas en el futuro; abran las puertas de vuestros universos internos para que nuevas almas se puedan servir del manantial de Gracias que ha sido derramado sobre ustedes en estos últimos años.
El Padre siempre infundirá Su Fe en vuestros corazones. En cuanto el mundo entero cruza el ciclo de su última transición, Yo vengo a pedirles que sean testimonios vivos para los que no creen, y especialmente recen todos los días de corazón por los que se pierden en manos del enemigo. De esa forma, por vuestras plegarias, ¡Mi Inmaculado Corazón triunfará!
En esta noche les agradezco por acompañarme. Estos días compartidos con todos Mis hijos orantes, fueron dádivas celestiales generadas para los no rescatados, de esta forma el Plan de Dios se cumple.
Los bendigo y los guío.
Vuestra Madre María, Reina de la Paz
Hoy Nuestra Señora apareció como la Señora de la Caridad, que es una manifestación nueva que se está aproximando a nosotros, es otra faz de Su tarea, que nos está invitando a conocer.
Esa manifestación de Nuestra Señora de la Caridad existió en el mundo y Ella pidió a las hermanas de la Red de Oración, que acercaran a todos los grupos de San Pablo la historia de esa manifestación que sucedió en la Isla de Cuba, ya que los grupos realizarán una tarea con Nuestra Señora de la Caridad.
Hoy Nuestra Madre vino con un niño en brazos, pero no era el Niño Jesús. Ella vestía ropas bien simples, como en la época de Nazaret. El niño que Ella trajo en brazos era un niño africano, que representaba uno o dos años de edad. Nuestra Señora abrazaba fuerte a este niño y nos lo presentaba.
Después, Ella indicó una tarea para este grupo, la cual fue transmitida en el mensaje que nos entregó. En el momento del mensaje Ella nos decía que la humanidad no tenía consciencia de cuántas faltas aún tiene como humanidad y, principalmente, entre las naciones. Dijo que cuando Ella se manifiesta como Nuestra Señora de la Caridad, es para que tengamos una referencia consciente de cómo aliviar las faltas que tenemos con África, lo que en el caso del Brasil todavía no está resuelto.
El Padre hizo un pedido a Nuestra Señora y le encomendó a este grupo de oración que orara por las almas de África, y si el grupo hiciera eso ayudaría a resolver muchas cosas. Ella dijo que necesita especialmente que este grupo se uniera a Nuestra Señora de la Caridad y que, cuando el grupo de oración conociera la historia de esta faz de Nuestra Señora, comprendería lo que Ella les pide a través del mensaje.
Ella no solo quiere que el grupo continúe trabajando como lo ha hecho hasta ahora, sino que crezca un poco más en las tareas. Ella se propuso acompañarlos en esa oración por África. Este camino de oración que el grupo realizará, y que será por un tiempo indeterminado, deberán hacerlo por intermedio de San José; él deberá ser el regente de ese trabajo.
María nos dijo que todo deberá ser encomendado a San José. Lo que reciba San José de los grupos, también lo recibirá la Madre Divina.
Le preguntamos por cuánto tiempo sería la tarea de oración y Ella nos respondió que cada uno sabrá hacer su oferta, pueden ser días, semanas, meses o años, dependerá del compromiso que cada uno quiera asumir ante este pedido. Ella solo necesita de una ayuda, Ella conoce nuestros potenciales.
Al final Nuestra Señora dijo algo importante: que los grupos de oración del Estado de San Pablo tienen esa tarea importante de coligarse con la manifestación de Nuestra Señora de la Caridad y que no era por acaso que Nuestra Madre había pedido reabrir el trabajo de servicio en San Pablo. Ella no solo nos llama a servir, sino que llama a todos los que una vez sirvieron a través del Núcleo de Figueira en San Pablo.
Nuestra Señora dijo en esta noche que Ella quisiera que todos los grupos de San Pablo fueran en algún momento un solo grupo, por eso Ella peregrinará por todos. La tarea de Nuestra Madre es despertar el talento que los grupos de oración cultivaron mediante el trabajo espiritual. María viene para abrir esa puerta y para que podamos tener consciencia de qué es lo que debemos hacer en este tiempo.
Recuerden, Mis queridos hijos, que Yo vengo al mundo para aliviarlo y separarlo rápidamente de las consecuencias graves que trae el pecado cometido por toda la humanidad.
Abriendo Mis brazos de Madre en esta noche, los consuelo y los animo a la búsqueda permanente de la verdad que existe en vuestros corazones. Cuando la sed de un alma es saciada, otra sed despierta en aquellas almas que no viven el Amor de Dios. Así Yo los conduzco como rebaños de Mi Hijo, para que puedan cumplir con una parte de la Divina y Gran Voluntad del Padre Eterno.
Por eso hoy manifiesto y anuncio para este grupo que él vive, sin saberlo, el don de la cura de todas las cosas de la vida a través de la fe, energía primordial que siempre les permitirá caminar hacia adelante y superar las pruebas.
Queridos, lo que fortalece la fe es la renuncia a lo que más le apetece al alma y, principalmente, a la personalidad. Yo, con Mi Gloria y Amor, les vengo a enseñar cómo morir a ustedes mismos, esto ayudará a que vuestros espíritus nazcan a la misión que vinieron a cumplir.
En esta noche los reúno bajo un propósito fundamental, que es servir a vuestros semejantes por medio de la fe y del poder de la oración que Yo les he revelado en estos últimos tiempos.
Dios desea de este grupo un crecimiento en el espíritu de la humildad y de la caridad, así como almas podrán responder a Mi llamado.
Queridos hijos Míos, mientras gran parte de África padece la miseria espiritual, Yo les encomiendo orar por estos hermanos implorando a San José Castísimo por todas estas preciosas esencias que viven la aflicción en carne propia y padecen el hambre material y espiritual. Si ustedes, al menos por un tiempo determinado respondieran a este, Mi especial pedido, vuestra nación será liberada de las faltas graves que ha ocasionado a África a través de la esclavitud y de la colonización espiritual sobre estos hermanos.
Agradeceré que vuestra fe abrace Mis Divinos Misterios. Nos encontraremos en la oración del corazón y en el silencio interior.
¡Les agradezco ahora y siempre por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre Peregrina, Señora de la Caridad
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Cuando estábamos en las últimas Ave Marías, apareció dentro de la sala una paloma de luz que descendió desde el universo en dirección a la casa.
Nos llamó la atención que la paloma actuara de manera inteligente, mientras descendía, hizo algunos movimientos. Por ejemplo, en el momento en el que se aproximaba a la casa, abrió una puerta de luz sobre el lugar donde nos encontrábamos.
La paloma aleteaba con gran fuerza y determinación, se mantuvo aleteando por mucho tiempo y de sus alas emanaban rayos blancos y los expandía por todo el lugar. Parecía que la casa estaba siendo purificada y otra nueva energía estaba ingresando, como si fuera un nuevo ciclo.
Vimos y sentimos que esa paloma representaba al Espíritu Santo. Cuando la paloma apareció, vimos que alguien la había hecho surgir de algún lugar; vimos unas delicadas manos que soltaron a esa paloma en el espacio y así, supimos que había sido la Madre Divina que la había hecho aparecer.
Luego, la paloma desapareció del espacio de la casa y Nuestra Señora se aproximó. Ella hoy se manifestó especialmente dentro de un canal de luz celeste, vimos que estaba descalza, Sus pies estaban rodeados por una nube blanca y Su rostro expresaba bondad.
Después, Ella nos dijo que escribiéramos Su Mensaje para este grupo de oración y al final agregó que transmitiría un Mensaje para cada grupo de oración que visitáramos durante estos días.
Ella estará haciendo una tarea especial con cada uno de los grupos de oración, como si fueran un solo grupo. Esta tarea que realizará durante estos días, en el estado de San Pablo, tiene un propósito mayor que ahora nosotros desconocemos.
Estará actuando a través de nosotros como Mediadora y hoy nos dijo que la Gracia de Su Hijo Jesús fue lo que le permitió realizar esta tarea aquí, en el estado de San Pablo.
La Madre María nos dijo que la Gracia que le permitió, por intermedio de Su Hijo Jesús, llegar hasta aquí, proviene de lo contemplado por Cristo; contemplación que realizó de los grupos de oración durante estos últimos años y los pasos que estos grupos dieron a través de la instrucción y del servicio.
La Virgen María dijo que para Cristo todo eso tenía un valor espiritual, que representaba una riqueza espiritual para todas las almas y que los Sagrados Corazones necesitan de esa riqueza espiritual para poder obrar.
Queridos hijos Míos:
Con alegría y bondad, en este día, Yo desciendo del Cielo, dando respuesta a su precioso llamado.
He venido con la misión espiritual de que esta sagrada casa, la que hoy Yo visito y he visitado dada la necesidad de muchos corazones pobres de espíritu, se consagre con su permiso y caridad como el nuevo núcleo de servicio para los más necesitados.
Ustedes, Mis hijos, abriendo las puertas de sus corazones, permitirán que su Maestro y Guía sea el Señor Jesucristo; Quien en el pasado dio la vida por ustedes y ahora, mediante Su Misericordia, Yo vengo a su encuentro para pedirles esta misión.
Desde el principio, deben saber con quiénes tratarán. Les pido que, a través de la fe de San José, aprendan a derramar caridad y bien a los que en verdad llegarán a su encuentro.
Quiero confesarles que el don de su grupo de almas es el servicio por medio de la cura, cura que descubrirán mediante el acto de la oración y de la unión confiada a Mi Corazón Inmaculado.
Como a tantas otras almas, Yo vengo a llamarlos para que den el paso con confianza. Años de instrucción y formación sirvieron de apoyo para la madurez de sus corazones. Ahora, a la puerta de sus vidas llegarán almas sufridas, solitarias y vacías, que hace mucho tiempo no encuentran al Dios del Amor.
Sepan, Mis amados hijos, que Cristo está entre ustedes. Él desea hacerse sentir más fuertemente cuando tan solo crucen el umbral del Universo Mayor. Esta misión tendrá un tiempo previsto y grande será la necesidad que ustedes verán en los rostros que vendrán a buscar un nuevo alimento espiritual para nutrirse y saciar la sed a través del Agua de Vida.
Su permiso abrirá las puertas que Yo deseo abrir desde hace tanto tiempo. La oración siempre será su gran consoladora.
¡Les agradezco por haberme recibido!
Los amo y los bendigo desde el principio!
Vuestra Madre María, Señora y Madre de la Caridad
Siente la dulce Voz de Mi Corazón en tu interior y abraza con firmeza las redes de salvación que Yo te entrego. Deja atrás todo lo que hace sufrir a tu corazón y ve venir ahora en el bello horizonte Mi Luz Celestial. Entrégame todo lo que eres y permite que Mis manos de compasión y de amor acaricien tu rostro, laven tus manos y te preparen para recibir en la noche al Gran Señor del Universo, Jesucristo Vuestro Rey.
Vengo todos los días para darte a conocer los Divinos Misterios del Cielo. Vengo a tu encuentro con la Sagrada Esperanza de que puedas caminar amorosamente a Mi lado. Desde siempre Yo Soy Tu Madre Celestial, Yo Soy la Flor que se abre a los rayos del sol y expresa la belleza de la Creación.
Encuéntrame en el cariño de tu oración. Búscame en la manifestación de la naturaleza. Yo Soy el árbol firme que sostiene a los buenos frutos, los que en el próximo tiempo serán cosechados por el Pastor de almas.
Quiero que confíes en lo que te pido, necesito que renazcas a través del Fuego de Mi Devoción. Deseo ver sobre el mundo columnas de oración y estandartes de Paz y de Hermandad, el Padre espera por Sus hijos desde el principio.
Hoy Mi Fe se derrama como un manantial en los corazones que se abren para sentir Mis maternales palabras. Quiero, en este día, que puedas dar tu SÍ al Padre Celestial, pues el Señor espera de ti lo mejor y lo bueno.
Quédate entre Mis brazos, como una vez Jesús se quedó. Deja que se cumpla en ti aquello que Yo tengo previsto. Espero que puedas conocer la luz que proviene del Cielo y el amor latente de Mi Corazón. Entrégate a Mi Corazón y conocerás lo que aún no has conocido, reconocerás el Amor de Dios en tu corazón.
Mientras muchas almas se desesperan por la falta de consuelo y de paz, Yo vengo para despertar a los soldados que se durmieron en el sueño de este mundo.
Anímate a ser aquello que aún no eres, Yo te ayudaré. A todos los hijos consagrados a Mi Inmaculado Corazón, Yo les digo:
Que un hijo de María, es una chispa de devoción que alumbra la oscuridad.
Un hijo de María, es un apóstol de Cristo que sirve en plenitud y se abre para encontrar la caridad.
Un hijo de María, es un alma que se ha dispuesto a cumplir con los pedidos del Cielo y se ha ofrecido para ayudar a concretarlos.
Un hijo de María, es un siervo que prepara conscientemente la venida de Cristo, porque un hijo de María, es un alma colaboradora que está al servicio pleno y absoluto del Inmaculado Corazón.
Un hijo de María, representa la manifestación del rayo de la Paz para este mundo.
Un hijo de María, es como un puente que intercede para que las almas se puedan aliviar.
En Cristo todos ustedes son potenciales hijos de María, el Señor se abre para recibir vuestras ofertas. Mi Corazón agradece vuestro esfuerzo por acompañarme.
¡Agradezco a toda Santa Fe por haber respondido a Mi llamado a la conversión!
Sepan, queridos hijos, Yo los necesito como ustedes también me necesitan. ¿Nos ayudaremos?
Los protege y los bendice,
Vuestra Madre María, Santísima Reina de la Hermandad
Queridas hijas del Bien:
Agradezco la pronta y rápida preparación interior para recibirme; esta actitud amorosa para los tiempos finales tiene repercusiones mayores a los pies del Altar del Señor.
Día a día Yo he estado acompañando vuestro servicio. Desde el momento en que abrieron la puerta para un mendigo y le dieron de beber y de comer, cuando alimentaron y nutrieron el alma de una madre desconsolada, allí Yo estaba; cuando acogieron la venida de la Madre Universal a Río de Janeiro, para esos momentos también Yo estaba acompañándolas y apoyándolas con Mi Corazón.
En las dudas y en la firmeza continua Yo estoy. Mi Sabiduría y Amor Paternal viene a vuestros seres para decirles que vuestra caridad y fidelidad a Cristo ha sido segura. Cuando vuestros ojos derramaron lágrimas de alegría, de reconciliación entre los hermanos, como también lágrimas de dolor, Yo estuve siempre entre ustedes.
Las almas llevan en sus corazones dones, dones que se convierten en tareas espirituales, impulsos de las almas buenas para donarse al Dios del Amor. Vengo a vuestra simple casa porque en el mendigo, en la madre embarazada y en el loco, ustedes me abrieron la puerta.
Quiero decirles que vuestra constancia por servir, amar y entregar tocó Mi Corazón y permitió que, en un tiempo de caos, Yo viniera hoy desde el Cielo en Gloria para compartir Mi Santa Alegría.
Ahora vuestra casa recibirá el manto de la vida consagrada; quiero decirles que hermanas de la Orden Gracia Misericordia compartirán el servicio y lo ampliarán por toda la ciudad, creando una red de fraternidad crística. Mi aspiración divina es que ustedes, Mis hijas del Bien y las hermanas consagradas, lleven a través del servicio Mi Misericordioso Corazón, como lo harán también Mis otras hijas consagradas en Venezuela.
La Orden Divina de la Jerarquía Espiritual, Orden Gracia Misericordia, está proponiendo para todos ingresar en un nuevo ciclo de servicio y de trabajo por el Plan, respondiendo así a la gran necesidad de cura y de consuelo espiritual para muchas almas. Este llamado al nuevo ciclo, que será regido por Mi Sagrado Corazón, recibirá bendiciones y ayudas especiales, y en las dificultades Yo prometo estar cerca de todos ustedes.
Bajo la Misericordia de Dios, la que ha descendido sobre todo Río de Janeiro, nos veremos pronto aquí en esta casa.
Gracias hijas de Cristo del Bien por haberme acogido, el Señor las bendiga siempre.
Cristo Jesús Misericordioso
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos:
Mientras el mundo celebra una noche de Luz, la oscuridad celebra una noche de tinieblas, pero Mi Inmaculado Corazón triunfará para que pueda reverberar la Palabra de Dios sobre la Tierra.
En este encuentro de hoy, queridos hijos, los invito a la conversión verdadera. Que sus corazones se abran definitivamente a Mi llamado para que Yo, a través de Mis manos, pueda desatar los nudos en sus vidas.
Conviértanse a Mi Hijo, queridos hijos, porque así ayudarán a que se convierta la humanidad. Mientras la Luz del Reino de Dios desciende en esta noche sobre el mundo, Mi Corazón proclama la grandeza del Reino Celestial.
Ángeles y Arcángeles se congregan para una misión importante, las Huestes de Emmanuel descienden a la Tierra para poder liberar al purgatorio terrenal y a todos aquellos que se han condenado, a lo largo de los tiempos, al sufrimiento y a la perdición, a la ausencia del alma y del amor, a la falta de fe en Dios.
Por eso, la Santísima y Poderosa Madre, Quien se anuncia en esta noche a ustedes, les trae la gran Estrella de la Fraternidad, aquella que iluminó perpetuamente el universo y la Tierra durante tres días seguidos en las esferas celestiales de Belén.
Por eso, reciban este símbolo de confraternidad para que pueda sembrarse en sus corazones y definitivamente se conviertan en grandes soles sobre la Tierra. Necesito, en esta noche, de guerreros para estos tiempos definitivos. No pierdan tiempo en conflictos, en desarmonías, en discusiones; abran sus corazones a la redención.
La Llama Perpetua de Dios desea ingresar profundamente en sus vidas; por eso, Mi Corazón se aproxima a sus corazones para que puedan sentir el mismo palpitar de Mi Luz Maternal, aquella que viene a socorrerlos, auxiliarlos y ampararlos en este tiempo final.
Caminen juntos, queridos hijos, y realicen la proclamación del Amor.
Anuncien al mundo que Yo he llegado aquí, como también he llegado a Medjugorje.
En estas fechas tan especiales, queridos hijos, hay una gran confrontación entre la Luz y el mal. El juego se está jugando en el tablero: ¿quién se definirá?, ¿quién seguirá Mis pasos?, ¿quién verá la Luz del más allá para poder recibir a Dios en el corazón?
Mi Hijo espera ardientemente a los nuevos apóstoles para poder sellar en sus esencias la energía de la cristificación, aquella que los transformará profundamente de un día para otro, de la noche a la mañana; para que puedan despertar a lo nuevo y a lo verdadero, a aquel diseño tan perfecto que existe en los Reinos de Dios, que muchos desconocen porque se han desconectado de la verdadera realidad.
Por eso, en esta noche, Yo vengo a su encuentro, recibiendo en Mi Corazón Maternal sus súplicas y sus intenciones.
Queridos hijos, verdaderamente es hora de despertar. El Señor quiere reunir a todos Sus rebaños, porque el enemigo se ha encargado de separarlos a través de las diferencias y de las ideas que cada uno de Mis hijos tiene sobre la Verdad.
Por eso, Yo los invito, queridos hijos, especialmente a todas las benditas familias que hoy están coligadas Conmigo en lo profundo del corazón y del espíritu, a que realicemos una verdadera consagración, para que Dios pueda recibir en Su Reino ese gran ofertorio que todos pueden realizar en este tiempo tan definitivo.
Hoy, Mi Corazón Inmaculado resplandece. La gran Estrella de Belén reverbera en el sutil universo, enviando sus códigos de Luz a todos aquellos que los quieran recibir.
Queridos hijos, el universo y la Tierra en esta noche comulgan a través del Nacimiento de Mi Hijo y de la venida de Mi Inmaculado Corazón a sus vidas.
Mi Hijo espera que verdaderamente puedan dar los pasos. Pero cada uno de ustedes sabrá ante Dios lo que Me puede dar; con Gracia y alegría, recibo todas sus ofertas.
Hoy, les traigo un fiel ejemplo de Mi tarea mariana espiritual, aquella que Yo he hecho a lo largo de estos años, caminando al lado de Mis hijos, de los peregrinos que buscan la Luz del Padre en este tiempo de tinieblas. Pero no teman, hijos amados, la Luz prevalecerá siempre y cuando crean en ella; ella tiene un poder invencible porque es una emanación de la Fuente de Dios.
Colíguense todos los días con lo Alto a través de la oración, del servicio y de la caridad. Dios espera de ustedes los mejores resultados en este camino de peregrinos que, definitivamente, después de esta vida los llevará al Paraíso.
Ustedes tienen que trabajar, en este tiempo, hijos amados, por el próximo mundo que los espera. No hay nada más que hacer sobre esta Tierra, solo rezar y rezar con el corazón.
Abran las puertas para recibir a Mi Hijo, Él espera nacer verdaderamente en ustedes, para que puedan salir de sí mismos y ahora, en este tiempo, pueda reinar la redención, camino infinito hacia la paz.
Por eso, en esta noche, hijos amados, reúno a un grupo de Mis hijos que han respondido a Mi llamado a través del sacrificio y de la donación, pero espero que muchos más lleguen a este encuentro con Mi Inmaculado Corazón.
No estoy definiendo méritos en la Tierra, sino profundas Gracias para sus corazones; un estado especial y espiritual que Dios les está concediendo a través de este día de consagración.
Por eso, los invito a que se animen a consagrarse, cada uno sabrá cómo se podrá consagrar, vivan esta comunión perfecta con Dios porque Él siempre los esperará.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre está pidiéndonos que cantemos el cántico de consagración, aquel cántico que nació en la Comunidad de Figueira, y pide la aproximación de todos los Hijos de María para bendecirlos y consagrarlos.
Queridísimos hijos Míos, ante la Estrella grandiosa de Belén enviada por Dios al mundo para iluminar a toda la raza, al futuro de todas las generaciones, y ante el compromiso que Mi Corazón Inmaculado realizó en Dios y por Dios, vengo en esta noche a bendecirlos y a consagrarlos al Reino de Mi Paz.
Por eso, Yo les pedí desde el principio que se vistieran de color celeste para que llevaran sobre sus cuerpos la protección de Mi Manto, aquel que Me cubrió durante el Vía Crucis, que peregrinó junto con Mi Hijo, proclamando en aquellos tiempos la Palabra de Dios.
A través de este simple símbolo, derramo los Códigos que Yo he alcanzado a través de Mi vida en esta amada Tierra. Como Madre de todos, a través de este ejercicio de consagración, consagro a toda la humanidad; especialmente a aquellos que no escuchan a Dios y que viven lejos de Dios, apartados de la Luz de Mi Hijo y del Amor verdadero de Mi Corazón.
Espero haber podido construir, en estos años, sus sagradas moradas.
Mi pureza está con ustedes, Mi simplicidad los acompaña y Mi sacrificio de estar en este mundo también los acompaña en esta eterna peregrinación para despertar a los corazones heridos y curar a las almas que están agonizando en todo este mundo.
Queridos hijos, colocando Mis manos sobre ustedes, Yo los bendigo y los perdono. Les entrego Mi Divina Misericordia, aquella que Mi Hijo derramó cuando brotó Sangre y Agua de Su Costado; y que este precioso Presente espiritual, esta Fuente inagotable de redención y de paz pueda permanecer en sus corazones y en sus esencias.
Recuerden, queridos hijos, que después de tantas pruebas que han vivido, de las renuncias y de los esfuerzos, vendrán tiempos mejores para todos. Dios nunca abandona a los que confían plenamente en Su Plan de Amor. Él quiere transformar sus vidas y despertar nuevamente el compromiso que han hecho Conmigo una vez en Nazaret.
Como Madre, los reúno nuevamente y les agradezco a todos ustedes por su dedicación a Mi Plan. Porque por detrás de todo este misterio inmaterial e invisible, existe Mi caminar; los pasos de Luz que Yo doy por ustedes en el silencio de Mi Corazón, acompañándolos a su lado para que no caigan en esos abismos que el mundo creó, sino que puedan construir nuevos puentes sobre esos abismos para que muchas almas, que se han perdido por falta de la fe y de amor, puedan resucitar espiritualmente.
Abran sus corazones y sientan la Luz de Mi Corazón, la caricia de Mis manos sobre sus rostros y la bendición que Yo les entrego a través de Mi abrazo de Madre. Que Mi Inmaculado Corazón sea la Estrella Guía para sus vidas y la de sus hermanos.
Les agradezco, pequeñísimos y queridos Míos, por haber respondido siempre a Mi llamado. Recuerden: verán los frutos en el Paraíso.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre está solicitando que nuevamente suenen las campanas y cantemos “Regina de la Pace” para unirnos a Medjugorje y recibir a Cristo en nuestro corazón.
Hasta mañana, queridos hijos.
Vivan una noche de paz, eso es lo más importante para sus vidas.
Gracias, queridas familias que Me escuchan y que se unen a Mí, por haber manifestado el Pesebre, respondiendo al Llamado de Mi hijo. Este es el símbolo fiel de la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco!
Queridos hijos:
En este día especial, abro nuevamente Mis brazos para derramar sobre el mundo la Misericordia de Dios. Mi Inmaculado Corazón en este día desciende en Gloria y en Espíritu sobre Curitiba, aportándoles para vuestra rápida madurez doce pasos para alcanzar la humildad:
Primero, ver la necesidad del prójimo antes que la propia.
Segundo, reconocer que sin Dios nada se puede hacer.
Tercero, tener un corazón puro, para poder tener una mente pura y en consecuencia un sentimiento puro.
Cuarto, saber que sin Cristo los caminos quedarán inconclusos.
Quinto, considerar como vital la oración permanente y devota.
Sexto, aprender a ser humilde mediante las enseñanzas del Evangelio de Cristo.
Séptimo, ser un instrumento de bien y de caridad para todos.
Octavo, reconocerse como un apóstol y servidor de Cristo.
Noveno, renovarse todos los días a través de los buenos gestos de amor y de hermandad entre los semejantes.
Décimo, vivir todos los días la Pasión de Cristo como un acto y un sacrificio de amor.
Décimo primero, vivir plenamente la unidad con Dios.
Décimo segundo, vaciarse de sí mismo para poder ser llenado por el Espíritu Santo.
Si estos doce simples pasos son experimentados por los buenos corazones, el Señor los ayudará y les mostrará cuán importante es aceptar y vivir la humildad del corazón. Un corazón humilde escucha, no juzga ni cuestiona, se abre para recibir la instrucción del Cielo, después ora y medita en su interior con gratitud y alegría.
Hijos Míos, el mundo ha perdido la humildad, por eso Dios viene nuevamente a vuestro encuentro por intermedio de Mi Corazón Materno. Oremos para que la santa humildad, aquella que les permitirá que se reconozcan como dignos hijos de Dios, pueda gestarse como nueva semilla en vuestros corazones.
Como Madre y Guardiana de todos los corazones, hoy Yo estoy aquí para transmitirles Mi Sagrada Humildad.
Si en verdad el mundo entero orara de corazón y realizara al menos un pequeño acto de caridad y de bien, encontraría el camino de la humildad; pero el enemigo ha conseguido retirar de los buenos corazones esta Sacratísima Llama de la Humildad, por medio de las tentaciones y de los deseos por las cosas modernas y avanzadas.
Queridos hijos, en oración día y noche, Yo clamo a Mi Amadísimo Hijo para que los pocos que hoy son humildes ante los ojos de Dios no pierdan la luz en el camino. Como Madre y Defensora de las almas de Mi Padre, Yo vengo al mundo por última vez para derramar el don de la humildad, sobre aquellos corazones que en verdad se abran para dejar de vivir para sí mismos y, desde este nuevo tiempo, comenzar a vivir en la santa humildad.
El camino de la humildad es para los valientes y en verdad Yo solo lo encuentro entre las almas más simples.
Conságrense todos los días a la Sagrada Familia, para que los tres Sagrados Corazones de Jesús, María y José reflejen, como espejos celestiales, los dones de la humildad y de la nueva vida sobre la Tierra.
Recuerden, queridos hijos, la proclamación que Dios una vez envió para Mi Sagrado Corazón diciendo:
"Mi Alma glorifica al Señor,
Mi Espíritu se alegra en Dios Mi Salvador,
porque miró a Su pobre Sierva.
Por eso de ahora en adelante,
me proclamarán Bienaventurada todas las generaciones,
porque en Mí realizó maravillas Aquel que es poderoso
y cuyo nombre es santo.
Su Misericordia se extiende de generación en generación
sobre los que Le temen.
Manifestó el poder de Su brazo:
derribó a los corazones soberbios.
Derrumbó del trono a los poderosos y glorificó a los humildes.
Sació de bienes a los indigentes
y dejó con las manos vacías a los ricos.
Acogió a Israel, Su Siervo,
recordándole Su Misericordia,
conforme lo prometió a nuestros padres,
en favor de Abraham y de su posterioridad para siempre".
Guarden en vuestros corazones este lema celestial y pidan a Dios por la santa humildad.
¡Les agradezco por responder en humildad a Mi llamado!
Los ama, los bendice y los cura,
María, Reina de la Paz y de la Santa Humildad
A veces Yo permito que ustedes naden en contra de la corriente porque solo de esa forma sabrán enfrentar los vientos contrarios. Cuando no encuentren una respuesta positiva de parte de un hermano, será el momento indicado de volverse misericordiosos.
El universo de las imperfecciones y de los errores circunda la vida planetaria y, solo a través de los buenos actos de reparación y de misericordia los defectos de sus semejantes se curarán en su interior. Nunca esperen respuestas grandiosas de nadie, porque la verdadera respuesta se encuentra solo en el Amor del Señor.
Ahora están enfrentando el tiempo de las grandes corrientes contrarias; a medida que Mi Luz se aproxima al mundo, mayor es la fuerza de la tribulación que anticipará el tiempo del Juicio Universal.
Por eso, dediquen tiempo a obras de caridad, para que al menos los que duermen en las ilusiones puedan despertar y reconocer que es tiempo de vivir la fraternidad.
Quiero decirles algo: la Misericordia tendrá un tiempo más para ser derramada sobre el mundo, y luego será impartida la Justicia Divina.
Examinen día y noche sus consciencias para que siempre emerjan de ustedes pensamientos y actitudes puras.
Sigan adelante.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje en su interior.
Cristo Jesús
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
No se olviden, queridos hijos, de que Yo Soy la Señora Desatadora de Nudos y que en Mis manos está el poder de la liberación.
Como Madre del Sagrado Alivio, quiero aliviar sus corazones en esta noche; pero también, quiero liberar los nudos que los amarran desde hace mucho tiempo. Por eso, invoquen Mi Presencia y, así, Yo concederé esta Gracia.
Vengo, desde el Cielo, a traerles la Paz pero también la liberación. Es tiempo de que Mis hijos crezcan en el camino de la conversión.
Ustedes saben, queridos hijos, que Mi perpetuo pedido es la oración. Junto con el Niño Jesús, desataremos los nudos de sus vidas; porque, hoy, Él está en Mis brazos para traerles también Su Misericordia.
Él quiere también que sigan el camino de la paz y de la conversión, a través del ejemplo del buen discípulo que sigue las enseñanzas del Maestro del Universo.
Muchos nudos se encuentran en esta humanidad actual, necesito de sus oraciones para que Yo pueda desatarlos. El permiso comienza primero en ustedes; por eso, abran sus corazones para que esto pueda suceder.
Una buena Madre libera a Sus hijos del pecado y de la perdición. Yo quiero llevarlos siempre hacia el encuentro con Mi Hijo; porque ustedes saben, queridos hijos, que la humanidad se olvida de Él.
Entréguenme sus nudos en esta noche, porque Yo les concederé el poder de la liberación a través de la Gracia Suprema de Mi Corazón. Quiero que caminen hacia ese encuentro Conmigo, todos los días, mediante la redención, la conversión y la oración.
También quiero liberar los nudos que existen en sus familias. Ustedes saben, queridos hijos, que la Madre de Nazaret tiene ese permiso; porque mientras estuve aquí, en la Tierra, pude aprender mucho entre ustedes.
Los ángeles Me guiaron para poder conceder la cura de muchos corazones; la resurrección de los muertos, de todos aquellos que estaban caídos en el pecado infernal.
Desde el principio, Dios Me concedió la Gracia de poder liberarlos.
Pero sepan, queridos hijos, que Mi Amado Hijo está sobre todas las cosas de este mundo y Él Me envía a prepararlos para Su Regreso, para que ustedes lo esperen con alegría y con devoción.
Mientras el mundo se redime y otros se condenan; Yo les pido, queridos hijos, que usen los medios que existen en los Sacramentos, porque así sus espíritus se fortalecerán para la hora final.
De esta forma, podré caminar a su lado, silenciosamente, y así consagraré sus corazones, poco a poco, hasta llevarlos al encuentro definitivo con Dios.
Hoy, Mis Palabras se vuelven sagradas ante sus corazones, porque quiero que se siembren y crezcan en sus corazones para que puedan nacer nuevamente a la paz; la paz que necesita el mundo, principalmente las familias que se separan por la acción del enemigo.
Por eso, siempre tengan en su memoria, queridos hijos, a la Señora Desatadora de Nudos porque, siempre así, Yo los auxiliaré cuando su sentimiento sea sincero y amable Conmigo y, de esta forma, abran una puerta al cambio, al cambio de sus vidas.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Que ningún conflicto de sus corazones, hijos Míos, sea mayor que el amor que sienten por Mí y que la aspiración de sus corazones de encontrarme en Mi Reino Celestial.
Hoy, les digo que vengo también a enseñarles a dejar de lado las pequeñas cosas de la vida que cierran sus corazones y que les impiden encontrarse con Dios.
Porque, Mis queridos hijos, si se permiten encontrarse Conmigo, dejando de lado, aunque sea por un pequeño instante, los problemas que afligen sus corazones, Yo les podré mostrar, a través de Mis Ojos Maternales, todas las necesidades del mundo y cuán pequeñas son las necesidades de sus vidas, ante todo lo que el mundo vive en este tiempo.
Hoy, den gracias a Dios por estar ante la Madre del Mundo que trae, del Reino de los Cielos, la posibilidad de la liberación de sus corazones.
Aseguren firmemente esta oportunidad, hijos Míos, para que Mi Rayo de Liberación pueda profundizar en sus esencias y seguir trabajando en el interior de sus seres, más allá de este día. Y, para que eso suceda, es necesario que caminen en oración, que traigan a sus mentes pensamientos de bondad, de caridad y de fe; porque de esta forma, equilibrarán el mal que existe en el mundo y todos los pensamientos que son emitidos al Universo, que solo causan dolor al Corazón de Dios.
Mis queridos, hoy les digo que cultiven la alegría en su interior, a través de la caridad, del auxilio amoroso al prójimo; porque, si sirven a sus hermanos que más necesitan, encontrarán a Cristo en el interior de cada criatura, pues el Señor se hace visible a los ojos que lo buscan en los corazones necesitados.
La Luz de Nuestro Señor se muestra a aquellos que la buscan y que buscan encender esa Luz en las esencias que hoy se apagan.
Las obras de caridad, hijos Míos, llevarán a sus almas por un camino de transformación, un camino de transformación también para el mundo, porque jamás se olviden de que cada una de sus almas representa a toda la humanidad ante Dios.
Por eso, Mis amados, jamás teman convertir sus corazones en corazones puros, simples y humildes. Porque mientras los corazones del mundo buscan crecer en vanidad, en orgullo y en su vida material; sus pequeños corazones deben mostrarse a Dios como corazones que valoran el Reino de Dios y que reconocen que toda la riqueza del mundo no es nada ante Dios.
La mayor riqueza que pueden guardar en sus corazones y que jamás ninguna criatura de esta Tierra les podrá quitar es el Amor que Cristo depositó en cada una de sus esencias, aun en los corazones que lo desconocen como Señor y Rey de este Universo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Ante la Presencia del Niño Jesús, y como Madre y Señora Desatadora de Nudos, hoy, quiero liberar el nudo de la enfermedad del cuerpo y del alma.
Por eso, en este momento, queridos hijos, con fe, en sus corazones, en la creencia de la Presencia de Dios a través de Mi Inmaculado Corazón, entréguenme en Mis m
Manos la enfermedad del cuerpo o del alma y, a cambio y amorosamente, les entregaré la Cura de Mi Corazón.
Por eso, queridos hijos, les hablo directamente a los que hoy están presentes y también a aquellos que acompañan Mi visita en esta noche.
Ustedes verán, queridos hijos, cómo en Mis Manos se depositan grandes nudos de la humanidad, y la liberación de cada uno de ellos será por su fe en Mi Corazón Misericordioso; porque la puerta de Mi Corazón, de Mi Corazón Humilde, los llevará a Jesús, el Rey de reyes.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Señora está comunicando que hará una oración para la cura del cuerpo y del alma.
Mientras oramos, Ella pidió que los presentes, con total armonía y tranquilidad, se aproximen hasta aquí.
Oración: Ave María (varias veces en croata).
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Como el Padre del Universo les enseña, queridos hijos, toda alma que quiera recibir, directamente de Su Corazón, una Gracia Sublime, debe colocar las palmas de sus manos hacia arriba, en señal de recepción de la Luz de la Fuente Mayor que brota a través de Mi Corazón.
Cierren sus ojos y sientan Mi Presencia. Dios está con ustedes en este momento y les envía esta cura espiritual, a través de Mi Intercesión como su Madre.
En este momento, Dios reúne a todas las faces que Yo he hecho conocer, a lo largo de los siglos, en el mundo entero.
Mi Gran Consciencia Virginal está aquí.
Vean, en las palmas de sus manos, una luz celeste que representa a la Fuente de Mi Gracia, Mi Gracia reparadora para Mis queridos hijos.
Entréguense en confianza en Mis brazos y escuchen Mi siguiente oración:
Santísimo Padre del Universo,
que concedes las Gracias y los Poderes
a Tus Mensajeros Celestiales,
intercede por esta parte de la humanidad
que busca la esperanza, el consuelo y la cura.
Que, a través de Mi Inmaculado Corazón,
que representa al poder de Tu Amor sobre la Tierra,
concédeme la Gracia de derramar
el Amor sobre Mis hijos;
y que, por la ayuda espiritual
de Tu Amado Padre Arcángel Rafael,
que Mi Corazón derrame las Gracias curadoras,
repare el mal en los corazones,
los libere del pecado,
para que alcancen la promesa
que Mi Hijo les concedió
de estar ahora en Tu Paraíso.
Amén.
Lleven las manos hacia el corazón.
Bendigo estas sagradas imágenes, en gratitud y amor.
Que el Poder Curador del Padre, que la Redención del Hijo y el Amor del Espíritu Santo, permanezcan en ustedes y les den la fuerza para caminar decididos hacia los Sagrados Corazones.
Les agradezco.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a entonar: “Ave, Ave, Ave María”.
Quien se dona a su hermano por entero está construyendo dentro de sí el puente de la gran fraternidad, y libre de reconocimientos y méritos el discípulo podrá llegar, a través de la sabiduría, a la comprensión de todas las cosas.
En estos tiempos, la caridad verdadera es tan importante y necesaria que el alma rápidamente, por este gesto fraterno, curará las heridas de su corazón.
Yo amo con predilección a los que se donan sin cuestionar ni imponer tiempo, incluso cuando ellos son rechazados por sus semejantes. El amor que estas consciencias irradian es tan similar al Mío, que puede transformar algo pesado en leve o la tristeza en profunda alegría de vivir.
Por eso hoy los invito a ejercitar la caridad; que ella fluya sin cuestionamientos como fluye el agua de un río. Que entre todos ustedes brote el espíritu de la caridad para que el mundo, tan necesitado de ayuda, pueda remediar todos sus males. La caridad lleva al camino de la misericordia y del saber humilde y simple.
Anímense a ser caritativos todo el tiempo, porque Yo les aseguro que vivirán el gran milagro de amor y redención en sus vidas. Aquellos que ya lo hacen por naturaleza, despierten en sus hermanos el máximo interés por el servicio para que así la paz esté presente en los corazones.
Una de las razones de la falta de paz en el mundo es la ausencia del verdadero espíritu de caridad. Si la humanidad por un instante se detuviera para servir al otro, todo cambiaría y las consciencias serían liberadas de mucho sufrimiento. Por eso Yo Me sirvo de la verdadera caridad de muy pocos; así, lentamente cumplo con la Voluntad de Mi Señor.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir la caridad de corazón.
Cristo Jesús, el Pastor de la Caridad
Queridos hijos:
Nuevamente desciendo del Cielo, después de la sagrada venida de Mi Hijo, para anunciarles Mi Amor materno por todos los presentes y para pedirles que, en el próximo año 2014, Mi Corazón Inmaculado peregrine con su ayuda hacia las regiones andinas y centroamericanas. Por eso, si ustedes ayudan con amor a cumplir Mis pedidos, la Madre del Mundo aspira a descender en gloria durante el mes de enero de 2014 en Quito, Ecuador, y en Lima, Perú, para llevar la paz.
En este camino de Peregrina junto a Mis hijos del mundo entero, Mi corazón de Madre curadora querrá descender en Espíritu Divino durante el mes de febrero de 2014, en Bogotá, Colombia, y en Caracas, Venezuela, para traer la paz interior y el amor por la paz que Mis hijos allí necesitan aprender a cultivar en el corazón.
De esta forma, durante el mes de marzo de 2014, Mi Corazón Inmaculado aspira, con su ayuda, a poder llevar el Amor de Mi Hijo y el de Dios a Managua, Nicaragua y a Santo Domingo, República Dominicana, en Centroamérica, con el fin de unir todos estos corazones al llamado universal de paz y de Misericordia.
Al igual que en Medjugorje, por primera vez en la historia de esta amada y necesitada humanidad, Mi Faz de la Reina de la Santísima Paz del Corazón peregrina entre los espacios y las naciones con el Propósito divino del Padre de poder cumplir con el Plan de rescate.
Ustedes, mis queridos hijos, son los primeros autoconvocados para cumplir con Mi Misión mariana en esta parte del mundo, de poder consagrar al menos América a Mi Inmaculado Corazón.
Acepten desde ahora el ofrecimiento que les comunico con una fraterna colaboración en la oración y en la caridad, para que estos hijos de los Andes y de Centroamérica también reciban Mi Gracia y Mi Misericordia.
Como su Sagrada Madre Peregrina les digo que Mis pies benditos caminan sobre este mundo a través del caminar orante de los peregrinos. De esta forma, ustedes permitirán que el mundo se alivie del dolor perpetuo en el cual vive.
Queridos hijos, esta es Mi anticipada invitación y llamado a todos los que con amor escuchan Mis Palabras celestiales: que en esta próxima semana cultiven un gesto de caridad por amor al cumplimiento del Plan de Dios sobre la Tierra.
Para eso les pido que oren Conmigo, para que esta peregrinación se realice según los designios de Mi Inmaculado Corazón.
¡Les agradezco ahora y siempre por cumplir con Mi llamado de paz en todos los rincones de esta humanidad!
Los bendice y los ama,
Vuestra Sagrada Madre María, la Reina de la Paz
Cuando un alma siente verdadera sed de Mí, reconoce que ha llegado la hora de cambiar y nunca temerá transformar aquello que no le sirve más.
Esa alma se atreve a buscar la liberación de sí escuchando con atención la voz de sus semejantes porque entre tantas palabras y dichos podrá estar presente la voz instructora del corazón.
Si el alma se decide plenamente a recorrer el camino de la santidad, el Cielo le proveerá de todas las pruebas posibles para que se confirme.
Si el alma busca la consagración al servicio, llegará a su vida tanta caridad para realizar y tanto amor para donar, que no tendrá tiempo para sí.
Si el alma no busca ningún camino y decide caminar en el mundo por sí sola y sin instrucción, rápido perderá el sentido de su vida y apartará el espíritu sagrado de la morada del corazón.
A las almas que nacen de la Fuente y vienen a este mundo para vivir el perdón y la redención, no les puede faltar la instrucción, porque se perderían entre las cosas materiales sin tener orientación ni discernimiento. Pero el alma que se sostiene mediante la oración misericordiosa siempre recibirá la Gracia de entender, de aceptar y de comprender todas las cosas.
Dios prevé el camino para cada uno de Sus hijos; por eso, Él siempre mostrará a los Suyos lo que deberán aprender y en lo que prontamente deberán crecer.
En esta escuela de la Tierra existen maestros y discípulos, y todos tienen lecciones pendientes que aprender, pues el despertar al Amor Absoluto y Único tiene un solo camino. Por eso hoy les digo que, más que nunca, estén atentos a las señales de autocorrección en sus vidas. Para todas las almas será una oportunidad de madurar en consciencia y de trascender las barreras que el egoísmo de este mundo impone.
A través de la Coronilla a la Divina Misericordia todo se resolverá cuando el alma tan solo dé un sí verdadero y humilde. Los tiempos en este ciclo hablarán al mundo por medio de señales internas y externas, estén atentos.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje con el corazón.
Cristo Jesús
En la hora de mayores pruebas es cuando Mi Presencia en sus corazones confirmará la adhesión a Mis Leyes Mayores de Misericordia.
En el sacrificio se encuentra la liberación del propio ser y esto permite que otros principios universales y celestiales guíen el espíritu de cada ser. En el camino del sacrificio se construye la verdadera consciencia de la caridad, y de ella nace la verdad, la que siempre será impregnada por la Luz Mayor.
En esos momentos de mayor esfuerzo y sacrificio es cuando el Señor les envía Su Gracia para curar sus corazones. Aquellos que se decidan a caminar por esta senda y por amor a la humanidad tendrán la fuerza suficiente para realizar las obras que el Gran Espíritu de Dios les encomendará.
Por el sacrificio, la situación planetaria podrá equilibrarse y más almas encontrarán el alivio que tanto buscan. En el sacrificio, se halla la verdadera paz y conversión.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Cuando Mi mirada se posa sobre la Tierra, ella viene repleta del Espíritu de Dios, para que la Fuente Divina de la Creación irradie Sus Dones y Su Luz hacia la Tierra.
El Espíritu Santo es la Conciencia viva de Dios que reina entre las criaturas, una parte Suya que existe para iluminar la materia y divinizarla.
El Espíritu de Dios desciende sobre los hombres en forma de aspiración, instrucción, Luz vivificadora que todo restaura. Se puede percibir la presencia de este Espíritu Santo en la iluminación del conocimiento, cuando se tiene claridad y comprensión de la Verdad; en la iluminación del espíritu, a través del espíritu de amor y humildad; en la iluminación de la materia, a través del renacimiento constante en Dios Padre.
El Espíritu Santo, hijos Míos, es la Fuente de eterna creación que permea los universos. El poder creador de los hombres proviene del Espíritu Santo, y para saber lidiar con ese don de crear, que los hace semejantes a Dios, es necesario invocar permanentemente a Su Espíritu.
En la vida de María, de Jesús y de José, perpetuamente reinaba el Poder del Espíritu Santo porque, aunque en verdad no lo conociéramos, lo invocábamos permanentemente hasta que, en el silencio y en la soledad, este Santo Espíritu se mostró a cada uno de Nosotros en secreto. Nuestros ojos se iluminaron por la presencia del Espíritu Santo y Nuestra mirada se tornó misericordiosa para siempre. Nuestras manos fueron bendecidas por el Espíritu Santo, y así como Jesús curaba, María consolaba y José traía gracias de caridad a todos los que tenían contacto con la materia de Su carpintería.
Cada ser que recibía de José, siempre de gracia, algún bien hecho por Él, recibía del Espíritu Santo una Gracia especial. En las mesas, que Él hacía, se manifestaban los alimentos que las familias necesitaban; las herramientas para cultivar hacían nacer del suelo plantas saludables y abundantes para que todos se pudieran alimentar, y así cada instrumento que Él creaba en Su carpintería llevaba Gracias misteriosas a los que los recibían.
Los niños que eran instruidos por José, eran instruidos sobre todo en el amor y en el poder de creación a través de este Amor. José, pleno del Espíritu Santo, enseñaba a los niños a obrar con caridad y a crear como los ángeles, a vivir en silencio, en castidad y en oración y, muchos de los que Él educó en Su carpintería, se tornaron discípulos amados de Jesús.
El Espíritu Santo obraba de diferentes formas en aquella simple familia, siempre en secreto, siempre en silencio. El silencio es la primera llave para los que buscan al Espíritu de Dios; la soledad con Dios es otro paso que debe ser dado por el alma de aquel que aspira a unirse a Su Santo Espírito, porque los misterios más preciosos de esta vida sobre la Tierra son revelados en el silencio del propio corazón.
El Espíritu Santo se da a conocer a aquellos que aguardan Su presencia con simplicidad, que mantienen el alma unida a Dios y que, en la Tierra, obran con caridad, humildad y silencio.
Para alcanzar la Gracia de la eterna presencia de este Espíritu se debe aspirar eternamente a estar con Él y a vivir en Dios; y cuando la mente aspira, las emociones aspiran y el alma también aspira. De esa forma, ejercítense en la caridad y en el silencio, ejercítense en la oración y en la paz, en la comprensión y admiración del prójimo; así alcanzarán un espíritu humilde, y el Espíritu de Dios, al fin, podrá aproximarse a sus corazones.
Yo los bendigo siempre.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Cuando las almas se unen a Mi Propósito de redención, conversión y amor, las llagas, abiertas por la humanidad en Mi Espíritu, se cierran por el ímpetu de la devoción y del amor que las almas tienen por Mi Corazón Misericordioso.
En estos tiempos vivir en la humildad y en la simplicidad de la vida sin buscar ningún resultado para sí, despierta rápidamente la unión de sus corazones con Mis Leyes Crísticas de consagración y redención. Así, Mi Corazón deposita sobre los discípulos el conocimiento de lo puro y de lo divino para que siempre aspiren a vivir esa meta y ese propósito.
Como los tiempos están cambiando con rapidez, Mi Paz impregna a todos los que se disponen en sinceridad a recibirla. Por este motivo, Mi Corazón nutre las esencias en la fraternidad y el amor, porque todas ellas deberán nacer al Espíritu de Dios como nuevas moradas.
Cuando llego al mundo cada día y les transmito Mis Palabras Sacerdotales, todos los que abren los oídos para escucharme reciben de Mí el manantial invisible de Mi Misericordia. Ese manantial llega directo a sus corazones y vidas con el propósito de transformarlos en siervos de Dios.
Yo hoy hablo a lo profundo de sus corazones, buscando su verdadera conexión y unión Conmigo, para que se llene aquel espacio vacío en la consciencia, el cual aún necesita de mucho amor y cura. Mis Rayos llegan al mundo para irradiar a todas las almas; así Mi Consciencia forma a los nuevos discípulos y ellos, en el amor, encuentran el verdadero camino que Yo les indico recorrer.
Sin pesares ni dolores espirituales envío por el mundo a los soldados que deberán anunciar nuevamente Mis Palabras Salvadoras, soldados que también deberán consagrarse a Mi Sagrado Corazón para que de sus memorias se borre el pasado e ingrese la Luz del Espíritu de Dios.
Entonces, será primordial que todos sean más caritativos, porque a través de la Fuente de Mi Misericordia los males que el mundo vive podrán ser remediados. Muchos se aproximarán hasta ustedes porque reconocerán Mi Presencia Salvadora y Luminosa. Para eso dispónganse para que Mi Corazón pueda redimir a los que hace tiempo esperan conocerme.
Bajo la Gracia Divina del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar Mis Palabras con atención y por guardarlas en el corazón.
Cristo Jesús
Cuanto más se donen a Mi Corazón, más caerán los velos de sus rostros, los velos del pasado, y así sus corazones poco a poco irán alcanzando la redención interior.
Realicen en su vida actos misericordiosos, sean caritativos y renuévense por Mi intermedio todos los días.
Como buen Pastor de almas, acompaño el caminar de Mis peregrinos.
¡Adelante! Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el Vigía
Yo les doy un corazón paciente para que tengan un alma humilde.
Yo les doy una vida abnegada para que después tengan todas las riquezas en el Cielo.
No busquen otro amor tan puro, verdadero y simple como el Amor que Yo tengo por todos ustedes.
Los seres de la Tierra aún son humanos y todos pueden errar sin percibirlo. Por eso les pido que sus ojos encuentren el Amor Verdadero de Dios en Mi Sacratísimo Corazón de Amor; porque allí no derramarán sus lágrimas, sino que se engrandecerán de júbilo sus corazones por solo estar Conmigo.
Mi Corazón Misericordioso, todos los días a las tres de la tarde, tiene un infinito espacio esperando a cada esencia de esta Tierra.
A partir de Mi Muerte en la Cruz por amor a ustedes, y después de Mi Resurrección, Yo guardé para cada ser un especial espacio sagrado dentro de Mi Insondable Corazón de Amor, para que pudieran a través de Mí volver a amar la Voluntad de Dios y confiar en ella.
Solo les pido, a los que se han consagrado fielmente a Mi Consciencia Sacratísima, que sus ojos solo se dirijan en amor hacia Mi Corazón de Paz; así su sentimiento, carente de amor, solo será colmado por Mi Presencia Redentora.
Busquen el amor en cada acto de caridad y de bien, porque a partir de ahora Mis discípulos deberán ser los nuevos recipientes para que Yo pueda derramar Mi Amor por esta ciega humanidad.
Cultiven un amor grandioso por Mi Padre, para que el enemigo no los tiente con falsos amores humanos.
Mediante la oración misericordiosa, sacien su falta de amor interior y siéntanse completamente amados por Mi Gran Corazón de Esposo y Pastor.
Dejen que la esencia del Amor de Dios pueda sembrarse en ustedes a través de la simple, pero verdadera oración que día a día Me donen.
Por sobre todas las cosas, preparen sus corazones para los tiempos que vendrán; quien quiera saciar su sed de amor, que solo venga a Mí.
Yo Soy confianza. Yo Soy plenitud. Yo Soy paz. Yo les doy la fe que necesitan para todos los días de sus vidas.
Vivan en Mi Amor y no lo rechacen, como lo rechaza el mundo por vivir en la falsa modernidad del amor.
Siempre busquen refugio en Mí.
Bajo el Amor Puro del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Vengan a Mí los que hoy se sienten perdidos y se lamentan por no haberse mantenido a Mi lado. Yo, que soy su Madre del Cielo, los perdono y les ofrezco Mis brazos para que en ellos encuentren paz y valor para enfrentar las pruebas.
Vengan a Mí los que están confundidos y no comprenden por qué caminan en el sufrimiento; Yo los llevaré al Corazón del Redentor, aunque crean que caminan a ciegas.
Vengan a Mí los que están afligidos y tienen miedo de los cambios que este tiempo propone; estarán en brazos seguros, los brazos y la guía de la Madre Celestial, que hoy los convoca a una tarea más consciente y más amplia.
Vengan a Mí aquellos que sienten que deben servir a sus hermanos como manantiales de caridad, que Yo les mostraré los lugares hacia donde necesito que vayan.
Vengan a Mí los que aman orar, para que Yo les transmita a sus corazones el poder del verbo creador y así puedan ser Mis instrumentos en la Tierra.
Vengan a Mí los que no pueden orar porque vivieron otras experiencias y se olvidaron de lo que aprendieron Conmigo cuando eran niños.
Vengan a Mí los que no confían en nada, que Yo les quiero mostrar un camino seguro en donde encontrarán la Paz y el Amor del Redentor.
Vengan a Mí los que se engañaron y dañaron la vida de otros, porque en el Perdón del Padre, Yo los levantaré en Mis brazos y les mostraré cómo reparar el corazón de sus hermanos.
Vengan a Mí los que necesitan curar sus almas, porque Mi Manto los cubrirá y sanará todas sus heridas.
Vengan a Mí todos Mis hijos, los que Me sienten y los que aún no Me conocen. Mi Amor de Madre los espera a todos, para que podamos construir la esperanza que será la puerta por donde Mi Hijo, el Redentor, entrará definitivamente en sus vidas y los liberará para siempre de las cadenas que los mantienen atados a los abismos del dolor y del miedo.
Vengan a Mí, hijos de Dios, que el Cielo tiene un lugar preparado para cada uno de ustedes, y Mi Hijo, el Salvador, ya está llegando.
Vengan a Mí, queridos Míos, no se demoren; lleguen hasta Mi corazón antes de que las puertas de sus corazones se cierren definitivamente.
Vengan a Mí, que Yo los espero como los he esperado siempre, con Mi amor de Madre, cálido y lleno de consuelo.
Vengan a Mí, pequeños hijos. Vengan a Mí, que los estoy esperando.
Los amo y los bendigo.
Agradecida por estar hoy Conmigo.
María, Madre de Dios y Madre de toda la humanidad
Hijos, hoy los guardo a todos en Mi Corazón, y eso significa una victoria de Mi Corazón Inmaculado en sus corazones. Mis brazos se abren para reunir en Mi corazón a los servidores orantes de Mi Hijo Jesús, pues está llegando el momento de compartir la vida de oración y de fraternidad entre todas las almas del mundo.
Queridos hijos, con alegría, los invito de nuevo a la oración del corazón. La oración debe ser su constante trabajo de amor; una oración que resuene en sus corazones, que construya el bien y la paz entre los grupos, las familias y las naciones; una oración que ayude a las almas que día a día desesperan por no encontrar el camino correcto hacia la luz y la paz.
Hijos, como Reina de la Paz, los llamo a estar permanentemente en el Reino de Mi Paz. Este Reino, de victoria y de gloria en los Cielos, está próximo a sus vidas y hogares. Este Reino que Mi corazón ansía tanto que ustedes puedan gestar mediante los ejemplos de bondad y de caridad, de amor y de hermandad.
Hijos, ustedes saben que Mi Corazón de Madre vigila a todos los hijos del mundo y que el mundo está en crisis espiritual por la falta de amor en el corazón de los hombres por los Reinos creados por Mi Padre. Ellos piden auxilio y socorro a la humanidad; las almas, día a día, sufren y se desaniman. Ese es el mal del enemigo que consigue retirar la atención de Mis hijos de la oración.
Por eso, queridos hijos, todavía aparezco aquí, como en Medjugorje y en Salta, para sostener con Mi espíritu materno el caos interno de la humanidad.
Como Madre que consuela a los afligidos y desamparados, Yo les pido que, semana a semana, como lo han hecho ustedes los días martes, Mis pequeños, abracen con amor la vida de oración y en grupos, oren por la concreción de los Planes de Dios en la Tierra, oren por la paz y por la conversión de todos los que necesitan el Amor de Dios.
Constantemente recojo las oraciones de Mis hijos en el mundo entero, día a día. Cuando oran Conmigo Mi espíritu de amor está entre ustedes, dentro de sus hogares, sintiendo el corazón y la necesidad de cada hijo.
¡Ábranme las puertas!, porque quiero reinar en sus corazones, en sus familias, matrimonios y amistades. Yo soy el Sol que desciende desde el universo para curarlos y llevarlos, finalmente, hasta los Brazos de Mi Hijo.
Comparto, en este tiempo de emergencia, la necesidad de todos Mis hijos; pero deberán seguir orando para que el mundo alcance un tiempo más de paz, se eviten las guerras y las persecuciones.
Hijos, el libro profético del ayer ya está abierto y todo puede cambiar a través de su amoroso interés por la vida de la oración del corazón.
Yo los conduzco, los apoyo, los animo a la transformación de sus vidas. Quiero que alcancen, mientras estén en la Tierra, el Reino verdadero del Paraíso. Para que eso suceda, deberán dar el sí a Mi Inmaculado Corazón y al Sacratísimo Corazón de Jesús.
Dios contempla las buenas obras de los que con amor donan sus vidas por la salvación del mundo, por medio de la oración y de la caridad.
Estoy con ustedes y agradezco a todos los grupos por confiar, una vez más, en Mi llamado urgente por la salvación total del mundo.
Los ama, misericordiosamente,
María, Reina de la Paz
Sus oraciones son las flores en Mi jardín de redención. Sus gestos de amor son la sabiduría que permite el entendimiento de las cosas. Su caridad y servicio son la puerta del Cielo, la que se abre para dar salvación a todos.
Hoy descansen en Mis Brazos y confíen que toda purificación los elevará prontamente al igual que el vuelo de las aves; lo que se elevará será el espíritu, el que recibirá los Dones del Espíritu Santo para consagrarse a la Voluntad de Mi Padre.
Reparto entre ustedes Mis Dones y Mis Gracias para que ellos, con reverencia, puedan ser presentados ante el Trono de Mi Padre. No olviden cargar con la cruz que el aprendizaje de la vida les dio, porque cargar con la propia cruz y seguirme significará el rescate de otras consciencias, de las consciencias que se pierden por la falta de fe y de amor.
Hasta hace poco tiempo estuve entre ustedes para revelarles los Misterios de Mi Señor; ahora han conocido una parte de Mi Reino. Retornando sobre las nubes, enciendo con Mi Luz a los corazones que necesitan del fuego de la redención. Algunos discípulos están preparados, aún falta que den el sí los que se han distanciado.
Guarden el regalo y la Gracia de Mis Palabras porque llegará un día en el que ellas no resonarán más y solo se escucharán con el oído interno del corazón. Han recibido tanto que ahora cada alma deberá dar su testimonio de vida en estos tiempos definitivos. Mirando hacia la Ley Mayor de Mi Padre, confíen en ella y dispónganse para perder un poco más de sí y entrar en el Reino esperado del Paraíso.
Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Paz Infinita para todos,
Cristo Jesús, vuestro Amado Instructor
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más