APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA VIGILIA DE ORACIÓN DE NOCHEBUENA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mi silencio debe ser escuchado porque es el silencio de Mi Hijo, el silencio de Dios, porque estos son nuestros últimos Mensajes, son nuestros últimos impulsos a la humanidad.

Por eso, son los momentos más importantes, en los que el silencio interior debe predominar más allá de la palabra; porque la Sagrada Palabra ya creó el universo, ya manifestó la vida y toda la existencia.

Ahora, hijos Míos, deben dar espacio al silencio para aprender a escuchar; porque así, ayudarán a que, en este momento de la humanidad, esta raza de superficie ya no se justifique, sino que aprenda a abrir los oídos internos para aprender a escuchar todo lo que Dios les dijo a través de estos últimos tiempos, a través del Corazón Inmaculado de su Madre Celeste, a través del Corazón de Mi Amadísimo Hijo Jesús y a través del Corazón Casto de San José.

Este es el tiempo de aprender a escuchar la Palabra de Dios. Es el tiempo de aprender a asumir esa Palabra como parte de sí mismo; para que así, poco a poco, se pueda manifestar la Voluntad de Dios en este ciclo de grandes definiciones para todos.

Pero no pierdan de vista lo que les estoy diciendo en este momento. Que sus corazones y sus mundos internos guarden con mucho celo estas Sagradas Palabras de la Madre de Dios, para que aprendan a tomar decisiones correctas, para que aprendan que, en esta vida material, el diálogo es la base de todo entendimiento.

Por eso, les pido, una vez más, que abran sus corazones, que permitan que sus mundos internos reciban este impulso de la Madre de Dios. Porque será de esa forma, hijos Míos, que la esencia crística se aproximará a ustedes para que aprendan a vivir, así como vivió Jesús; para que aprendan a sentir, así como sintió Jesús; para que aprendan a donarse, así como Cristo se entregó por ustedes.

En esta noche, no quiero extenderme demasiado, porque la mirada de la Madre Celeste está en asuntos urgentes de la humanidad. Tenemos muchas guerras aconteciendo en el mundo, aún la sangre inocente sigue siendo derramada y no se toma consciencia de esto, hijos Míos.

Por eso, lo único que Yo les pido es que hagan silencio y que escuchen nuestras últimas Palabras por aquellos que no escuchan la Palabra de Dios, por Mis hijos que por diferentes razones cierran su corazón y no le encuentran sentido a la vida que Dios les regaló.

Por último, vengo a agradecerles a los corazones valientes y orantes que, durante estos últimos nueve días, con mucha fe y convicción, se reunieron a través de la “Oración por la Paz en las Naciones” para cumplir y responder a Mi pedido especial por las familias.

Sepan y crean absolutamente que, todos los que durante los nueve días colocaron sus intenciones, sus oraciones y sobre todo sus corazones a Nuestros Pies, recibirán la Gracia que tanto han pedido.

Que en este tiempo pueda prevalecer la paz, el entendimiento y la escucha para que no sea demasiado tarde, sino para que más corazones y más almas reciban la Gracia del Retorno de Cristo, Nuestro Señor.

A través de los ángeles, que en este momento Me acompañan y que son testigos del renacimiento de Cristo en cada corazón, Yo les agradezco por responder a Mi llamado y los bendigo en nombre de la Paz Universal.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA VIGILIA DE ORACIÓN

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Con la ternura de una Madre, que reina en los Cielos, vengo a su encuentro para que sepan y recuerden que la Luz Infinita de Cristo siempre triunfará en ustedes cuando confíen en ella, más allá de los errores, más allá de las pruebas, más allá de toda incertidumbre.

La Luz de Cristo es inextinguible y eterna, y es esta Luz que ustedes deben buscar incesantemente en estos tiempos en los que la humanidad, sumergida en la oscuridad, se olvida de que en su esencia profunda y eterna está Dios.

Como una tierna Madre, que viene a encender la Luz interna de todos Sus hijos para que el Amor de Cristo triunfe en las criaturas, así Yo vengo a encender, en diferentes regiones del planeta, la Luz de Cristo, especialmente en las almas que han vivido la tragedia de la guerra y de la persecución.

Nuestros Sagrados y Benditos Corazones, que están en el Cielo y que están presentes en la Tierra a través de la vida de todos los seres de buena voluntad, no se cansarán de repetirles, hijos Míos, que Nuestras Consciencias Divinas vienen a cumplir el Sagrado Plan de Rescate, aquel que fue visto por Juan, el apóstol, en sus últimos días, en las revelaciones del Apocalipsis y del Armagedón.

Pero hoy, quisiera, hijos Míos, que después de todo lo que aprendieron y escucharon de Mí, después de haber convertido sus vidas en una bendición, si así ustedes lo creen, quisiera que colocaran su mirada interior en los Cielos por todos aquellos que están perdidos en las tinieblas, que no saben lo que es el verdadero Amor, el Amor de una Madre que los ama profundamente y los consuela.

Este es el Mensaje que hoy quiero dejar aquí, en Figueira, para todos. Porque no sé en este momento, hijos Míos, cuándo podré retornar aquí, a Mi sagrada y bendita Figueira, Árbol Sagrado de los frutos de la redención; porque nos espera, hijos Míos, a Nuestros Sagrados Corazones y también a sus vidas, tiempos muy decisivos y definitivos, en los que todo lo que aprendieron a través de estos últimos dieciséis años deberán colocarlo finalmente en práctica; pues Nuestras Palabras, Nuestros Mensajes, Nuestras Gracias y bendiciones, Nuestra lluvia de Amor, deberán florecer en ustedes como virtudes y dones, como gestos cada vez más amplios de caridad y de amor, de aceptación sin condiciones del error del semejante o aun de los problemas que creen que él tiene.

Hoy, Mi Inmaculado Corazón les deja aquí la puerta abierta hacia la cristificación. No le teman a algo que no les hará mal, no le teman a algo que le hará bien al espíritu, al alma y a la esencia. Atraviesen la puerta hacia lo desconocido y no se conocerán.

Y aunque en estos tiempos descubran en sí mismos muchas más miserias, ya no se amedrenten, porque el mundo ya está muy amedrentado y castigado por las guerras. Coloquen sus miserias lejos de sus vidas, entréguenselas a Mi Hijo, que tanto las espera para transformarlas en Misericordia.

Y cuando piensen que su purificación es mayor o aun insoportable, recuerden a los que sufren verdaderamente en el mundo, de hambre y por las guerras y las enfermedades, recuerden cuántos hijos Míos están muy perdidos en el mundo, pero también recuerden cuántas Gracias recibieron, aunque la mayoría no fuera merecedora de ellas.

Les traigo la prueba de Nuestro inconmensurable Amor, de un Amor que no condiciona ni castiga; de un Amor que acepta, que entiende y que renueva, de un Amor que es capaz de darle una oportunidad a quien no la merece, porque todos, hijos Míos, aún están en el tiempo de la redención.

Abran sus corazones a las familias, que son la célula principal de este amado Proyecto de Dios en la Tierra. No las cuestionen, sino acéptenlas, porque es el amor y la cercanía que transforma todo. La condena y el juicio de las familias es un acto insensato de perdición y de desamor.

Muden la frecuencia de sus consciencias, contemplen a las familias y a la realidad planetaria, así como Nosotros las contemplamos. Imiten Nuestra mirada de Amor y de cercanía hacia las familias y hacia todos los que sufren; porque en verdad les digo, hijos Míos, que ninguno de ustedes sabe quién es en su esencia profunda y en su espíritu.

Pero desde los primeros pasos de la Cruz, desde las primeras Estaciones de la Vía Sacra, en cuanto Mi Hijo cargaba la Cruz de todo este mundo, Dios Me dio la Gracia de poder conocer en profundidad lo mismo que Él veía en cada uno de Sus Hijos, aunque muchos en ese tiempo ya estuvieran rebelados y repudiando a Mi propio Hijo, que dio la vida por ustedes y siempre la dará.

Esta es la esencia de quien quiere ser un apóstol, vivir estos principios y estos códigos tan simples, porque en verdad esto es lo que el mundo necesita.

Ya basta de guerras y de juicios, basta de divisiones y de separaciones; que sus vidas sean parte de la Fuente del Amor de Cristo, que cada hermano y hermana que se acerque a ustedes sienta el Amor de Mi Hijo; porque, si así lo fuera, se cumplirá.

Yo les traigo por última vez estas bases espirituales porque, en los tiempos que llegarán, no las pueden olvidar.

Mi Hijo vendrá al mundo para que rindan cuenta de todo lo que les entregó. Pero no se olviden de que Él vendrá como un Ser de Misericordia y no como un juez, Él vendrá a buscar los talentos que les otorgó. Y vivir Sus talentos es colocarlos en práctica en el día a día, en una vida profunda de oración y de súplica, en una vida de eterno e incansable servicio como de momentos de adoración.

Como una tierna Madre, vengo a enseñarles sobre el bien, porque el bien es lo que quiero para ustedes y para sus hermanos. Si las almas se sumergieran en la esencia del bien, la vida de las personas ya sería otra. Por eso, en esta superficie y en esta escuela, tendrán que aprender a amar todos los días, una y otra vez, porque el Padre Eterno es tan perfecto y bondadoso que nunca les permitirá que se salteen las reglas de la evolución. Porque Nuestros propios Sagrados Corazones también atravesaron esas reglas y las vivieron, aunque, en el mayor silencio y anonimato, Nuestras Consciencias ya fueran Divinas.

Nuestro Espíritu y Nuestra Consciencia, el Espíritu y la Consciencia de cada Sagrado Corazón, de Cristo, de María y de San José, reflejaban en la vida material la simplicidad del espíritu y la confianza plena en el Proyecto de Dios, a pesar del aparente fracaso que muchos creían que Mi Hijo estaba viviendo en el Calvario.

Por eso, Su triunfo se dio a través del silencio, Su triunfo se dio a través de la aceptación de todo lo que vivió. Aunque Su Sagrado Corazón no lo mereciera, el Dios Vivo, a través de Su Hijo Encarnado, aceptó y asumió todos los errores y pecados del mundo; así como Nosotros, los Mensajeros Divinos, lo seguimos haciendo.

Porque les confieso, hijos Míos, que no hay otra salida; tarde o temprano sus vidas deberán rendirse al Creador, más allá de las experiencias, de las idas y vueltas. Por eso, no se demoren porque ya no hay tiempo; acepten, a través de la vida más simple y profunda, vivir el voto honesto de la consagración, para que el mundo también sea consagrado.

Y, una vez más, les traigo el Reino de la Paz, para que la Paz no solo se establezca en ustedes, en sus familias y naciones, sino para que aspiren ardientemente a esta Paz, a través de la Luz Crística que hoy los bendice y congrega.

Yo nunca los condenaré. Mi Mano siempre se aproximará a ustedes, así como Mi Corazón Inmaculado se aproxima a ustedes, tornando la vida espiritual de cada ser en una caricia de Dios.

Si no pueden estar arrodillados, mientras estoy presente, no se preocupen; porque es el alma que debe estar postrada ante Dios, así como Su Sierva y Esclava está postrada en este momento ante el Trono.

Mis amados, ¿será que algún día, podrán ver a sus almas postradas junto a Mí ante el Trono de Dios, así como todos los coros del Cielo se postran ante el Padre?, para cantar perpetuamente Sus Nombres Sagrados y Benditos, para sentir en lo más profundo la felicidad de pertenecer a Su Reino Celestial, Reino Infinito y Universal al que todas las almas deberían ansiar y buscar incesantemente.

En este último día, de esta primera parte de la peregrinación, en Brasil, vengo a despedirme de Mis hijos de Figueira.

Por eso, les vuelvo a decir, hijos Míos, no le teman a lo desconocido, vuelen alto como las aves, alcancen la Fuente ardiente de Dios, que emana impulsos constantes de Luz y de Misericordia. Ya no se sientan amarrados a este mundo, crean en el Poder liberador de Cristo, Mi Amado Hijo.

Hoy, vengo a otorgarles, a todos ustedes y a los que escuchan en este momento, un paso más en la confianza de la consagración.

Tengan fe, Mi Hijo cumplirá Su promesa. Su hora ya se acerca. El tiempo del reencuentro, de tener al Maestro frente a ustedes, se aproxima; tienen que estar prontos para eso, porque será en la hora que menos piensen.

Es el tiempo de Su reaparecimiento, tiempo que se cumple a través de los Libros de los Maestros de Oriente, así como les fue anunciado a muchos instrumentos de Dios, que llegaría el tiempo del reaparecimiento de Cristo.

Hoy, quiero que Me puedan sentir como la Madre tierna de la Paz, que confíen sus almas a Mi Corazón, que confíen sus vidas en Mis Brazos, que se sientan seguros en cada caminar y en cada paso, que se puedan desprender del pasado, porque el pasado ya pasó, hijos, que puedan caminar confiados en el eterno presente y que puedan mirar al futuro con esperanza renovadora en el cumplimiento del tiempo de cura y de redención, del Advenimiento de Cristo, Mi Hijo.

A través de Mi Corazón, que aún dejaré abierto por un momento al Trono de Dios, Su Conciencia Cósmica e Infinita, Inmaterial y Eterna, los contempla y contempla al universo.

¿Cuántos, en este momento, se ven beneficiados de esto?


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a cantar la canción que ha pedido nuestra Madre para despedirla, en amor, gratitud y reverencia. Ella escuchará atentamente esta canción como una oferta de Sus queridos hijos: "Mirarte a ti".


Les agradezco por responder a Mi llamado.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Canten, dice nuestra Madre, desde lo profundo del alma y del corazón, como si le cantáramos a María por primera vez y tuviéramos la Gracia de expresarle todo lo que sentimos por Ella, así como Ella en Su inconmensurable Amor expresa todo lo que siente por Sus hijos.

Los que quieran consagrarse como Hijos de María pueden venir. Aunque aún no tengan el Manto de María, pueden venir, porque Ella les colocará su Manto Espiritual para consagrarlos como Sus hijos.

Cantemos.

Cantemos para María de verdad, entregando nuestra vida a Ella.

Que todos se acerquen al palco.

Nos consagramos a los pies de Su Altar.

 

La Señora de Luján tocará con Sus Pies a la Argentina y peregrinará en fe con Sus hijos para renovar el Propósito de esa amada nación.

Que así sea.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Para terminar, vamos a orar, ante nuestra Madre Divina, el “Ave María”, en portugués, en español y en inglés, para que ofrezcamos este momento por la consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María.

Oremos.

Y vamos a agradecerle, todos juntos y como una sola voz, a nuestra Madre:

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL NÚCLEO-LUZ SAGRADO CIELO, BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 13

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Gracias, hijos Míos, por haber respondido una vez más a Mi llamado.

Yo Soy su Madre, la Madre del Sagrado Cielo de Dios, y hoy les traigo las Bóvedas Celestes, los diferentes Cielos de Dios, para que las almas se puedan unir al Padre a través de la sagrada presencia de los ángeles y de los santos.

Hoy, un rayo del Cielo toca a la Tierra herida para que las vertientes del mal se disuelvan, para que los corazones puedan renacer en la esperanza y en el amor que perdieron, para que los que están desprotegidos puedan estar bajo Mi Manto.

Hoy, queridos hijos, no solo vengo por ustedes, sino también por toda la humanidad. Vengo como la Perpetua Madre de la oración que clama por Sus hijos día y noche ante Dios, principalmente por aquellos que se pierden en estos tiempos.

Con la Luz de los Cielos de Dios, como la Madre del Sagrado Cielo del Padre, vengo a derramar la Luz de Mis Gracias, la Luz de Mis Bienaventuranzas, la Luz de Mi Eterno e Inmaculado Amor, para que los corazones sientan el alivio del Cielo, para que las almas que claman escuchen la respuesta de Dios en su interior.

Hijos Míos, que, en este tiempo final, cada uno de ustedes, como alma buena de Dios, pueda seguir unido a Mí en oración perpetua; así como muchos de ustedes, en este lugar bendecido por el Sagrado Cielo del Padre, dedican su día a día a la adoración del Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo para que el equilibrio en la humanidad se pueda mantener, para que el eje de la Tierra se mantenga en su armonía y en su paz, a pesar de las atrocidades de estos tiempos.

Queridos hijos, Yo los invito a elevarse en espíritu a los Sagrados Cielos de Dios; porque recuerden que aquí, en el Reino de los Cielos, que hoy le traigo a cada uno de ustedes, existe una morada que los espera, en donde guardarán eternamente su experiencia de la Tierra, principalmente las experiencias de amor, caridad y misericordia.

Por eso, sigan obrando en el nombre de Mi Hijo. Sigan siendo pacificadores en la Tierra, para que la paz que reina en el universo descienda al planeta y especialmente a los lugares en donde se vive la guerra y el conflicto; porque mientras las naciones y los pueblos estén enfrentados, las puertas del mal permanecerán abiertas y todo sucederá.

Por eso, con un cariño maternal y especial, les agradezco a los valientes corazones que son decididos y disciplinados en la vida interior, en la vida del espíritu, a través del Santísimo Sacramento del Altar que siempre los renovará y los pacificará, que siempre los colocará en el lugar y en el camino correcto.

¡Cuánto desea Mi Corazón que muchas más almas encuentren ese camino seguro en estos tiempos!

¡Cuánto sufre Mi Corazón al ver a las almas perdidas y distraídas!

¿Hasta cuándo la humanidad soportará esta condición inferior?

Dios creó a cada uno de ustedes para que fueran felices y, a través de Mi Amadísimo Hijo, tuvieran vida en abundancia. Por eso, estoy decidida, en cada momento y en cada nuevo paso; e incansable voy detrás de cada uno de Mis hijos, aunque muchos sientan, en este tiempo, que nada acontece y que no hay una solución.

La Eterna Madre silenciosa y orante vigila, a través de Sus Ojos de Amor, a cada uno de los Hijos de Dios, especialmente a aquellos que se han condenado al fuego del infierno, aun estando en vida en esta superficie. Porque en esencia, hijos Míos, todos son Hijos de Dios, todos vienen aquí a redimirse y a reconciliarse con los niveles superiores.

Dios les Ha dado esta escuela para que puedan aprender y crecer interiormente; y Yo, como buena Madre, que los ama y que los guía, les ofrezco Mi Corazón para que puedan tener un lugar en donde sentirse refugiados y amparados de las tribulaciones de estos tiempos.

Pero también les ofrezco Mi servicial Mano para que se tomen fuerte y puedan seguir los pasos que Yo les indico espiritualmente; porque Mi deseo ardiente, queridos hijos, es que el mundo deje de vivir el sufrimiento y viva la paz.

Pero es necesario, hijos Míos, que aun en estos tiempos críticos tengan muy presentes sus elecciones y decisiones, porque la paz vibra en todo el universo y en toda la Creación, y puede estar presente en el corazón de cada hijo Mío.

Por eso, ¿comprenden que es importante una decisión correcta?

Así, nunca les faltará la paz si no descuidan la vida interior, la vida del espíritu. Porque por más que vivan el caos de estos tiempos como humanidad y como planeta, sentirán la fortaleza del Espíritu Santo, el fuego inextinguible del Amor de Mi Hijo que, como una sagrada antorcha de Luz, iluminará los tiempos de oscuridad y de tribulación; para que, a través de sus almas como buenos instrumentos de Dios, otras almas reencuentren el camino hacia la Casa del Padre. Porque ustedes saben, hijos Míos, que día a día muchas almas pierden el camino hacia la Casa de Dios.

Aquí, Yo no les vengo a hablar de algo religioso, vengo a hablarles de algo profundamente espiritual e interno. El mundo y la humanidad necesitan reconocer que están aquí por un Propósito Mayor y por una causa infinita que muchos todavía desconocen.

A pesar de este tiempo de dolor y de angustia en el mundo, Yo vengo a abrirles una vez más la puerta de Mi Corazón Inmaculado para que sientan la presencia de Mi Amor Consolador, pero también vengo a abrirles la puerta de la consciencia y del discernimiento, porque la humanidad ya no puede seguir precipitándose.

Por eso, hijos Míos, primero protéjanse de ustedes mismos para después protegerse del mundo. Unan a sus familias a través de la oración, porque lo necesitarán en este tiempo final. En el Reino de los Cielos está todo lo que ustedes necesitan, aun en este ciclo de intensa purificación.

Yo les enseño a no perder la confianza en Dios.

Yo los invito a confiar en el Amor de Mi Hijo, el Cristo.

Yo los llamo a entregar sus miserias a Mi Corazón Inmaculado.

Porque todo, hijos Míos, tiene una solución para Dios; aun en los aprendizajes dolorosos, todo tiene una causa espiritual y un porqué. Por eso, no cuestionen sus pruebas, sus purificaciones ni sus desiertos.

Anímense abiertamente a atravesar estos tiempos de tribulación con valentía; porque les aseguro, hijos Míos, que sus propias experiencias de vida los ayudarán no solo a fortalecerse, a comprender la vida del espíritu, sino también a ayudar a sus seres queridos y semejantes, porque la puerta de la redención está abierta para todos.

El Padre Celestial, después de muchos años, de muchos esfuerzos, de muchas entregas verdaderas e incondicionales, Ha derramado aquí Su Gracia, una Fuente de rescate y de reparación para las almas sedientas, depositando aquí espiritualmente uno de Sus Sagrados Cielos para que las almas reencuentren el camino hacia el Padre, el sentido de la vida y la razón de vivir en estos tiempos, porque nada es una casualidad, hijos Míos, todo tiene una razón espiritual, y Yo estoy aquí para que lo sepan.

Para comprender la magnitud de esta Gracia, que uno de los Sagrados Cielos de Dios toque con Su Luz silenciosa e imperceptible a este Núcleo-Luz, a este punto de Luz, y a toda esta ciudad y a este país, vengo a pedirles que construyan aquí la Fuente de Cristo, el Supremo Curador, para que las almas se puedan lavar, purificar y beber de la Fuente de las Gracias del Corazón de Cristo.

Esta pequeña Fuente será un manantial de bendición para las almas, como también en el momento de los Sacramentos.

Mi Hijo depositará, a través de Su Fuente, la bendición y la Gracia que las almas necesitan.

El próximo año, Mi Hijo vendrá aquí a bendecir esa Fuente. Tendrán un año para su manifestación.

Porque como ustedes saben, Mis queridos hijos, la sed de las almas es muy grande, pero más grande es la sed que siente Mi Hijo por las almas cuando no consiguen percibir que Su Corazón está repleto de Misericordia y de Amor por ellas, que Su Corazón desborda de tantas Gracias por no poder depositarlas en los corazones sedientos.

Por eso, vengo a pedirles esta simple y humilde Fuente de Cristo, el Supremo Curador, para que las almas encuentren las Leyes de Cura que tanto necesitan.

Confíen, confíen absolutamente en el Amor Mayor que siempre bendecirá a cada uno en cada nuevo paso, en cada nuevo desafío, en cada nueva experiencia de vida.

Esta Sagrada Fuente de Cristo, que por Amor hoy les pido, será dedicada especialmente a los no nacidos; para que la Fuente de las Gracias de Cristo, el Supremo Curador, enmiende los errores del aborto y de la interrupción de la vida de los más pequeños e inocentes, porque alguien, hijos Míos, en los Cielos, debe asumir a esas almas en pena.

Como un gesto de renovación y de Amor Maternal, volveré a consagrar a nuevos Hijos de María.

Se pueden acercar.

Hoy, ustedes serán las flores que ofreceré a Dios, sus almas a los Pies del Altísimo; tan diferentes entre sí, pero unidas en el mismo amor y bajo la misma causa espiritual, el Amor incansable de su Madre Celestial.

Pueden venir aquí Cristiano y Riad de Siria.

Vean, en niños tan pequeños, la fortaleza de grandes espíritus que cruzaron y atravesaron los umbrales de la guerra para encontrar aquí, en Brasil, un espacio y un lugar de amor y de esperanza.

Por eso, bendigo este momento, consagro a estos Mis hijos más pequeños y a todos ustedes que están aquí presentes, ante Mí, para hacer un voto eterno de unión Conmigo, de ser hijos de oración y de Misericordia, almas que se abrirán a servir a Dios, por un solo fin, el de aliviar el sufrimiento del mundo y de las almas que claman por ayuda en todo este planeta.

Su tarea espiritual será orar por los que sufren y por los que están desamparados.

Hijos amados, bajo la autoridad que Mi Hijo Me concedió como Esclava y Sierva del Señor, como Madre de los ángeles y Madre de todas las almas de la Tierra; por los méritos alcanzados durante la Dolorosa Pasión de Jesús y las Siete Agonías de la Madre Celeste; por todas las Gracias que el Padre Me concedió y que hoy deposito sobre todos Mis hijos, los que se consagran y los que están aquí, Yo los bendigo y los consagro como Mis hijos, Hijos de María, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hijos, les agradezco una vez más por su respuesta.

Sigan adelante, afirmados en la fe, confiados en la esperanza, sostenidos por Mi Amor.

Les agradezco.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a cantar todos juntos “Tierra de María” para celebrar este momento de consagración.

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

En este encuentro, Te honramos, Señor.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO DE MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT

En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

La familia es un bien precioso para Dios, es un tesoro irrefutable e inextinguible que forma parte de Su Proyecto Creador desde el principio.

Después que Mi Hijo descendió de los Cielos y encarnó en este mundo, Él llamó a los apóstoles para que lo siguieran y lo imitaran, para que siguieran Sus pasos de Voluntad y de Amor. Ese pedido estaba impregnado de la Voluntad Mayor de Dios.

Pero, tanto para Sus apóstoles como para Sus seguidores, dejar la familia para vivir el Plan era algo muy doloroso. La llave que Mi Hijo les entregaba era la plena confianza en Su Corazón y en Su Presencia. Lo que Él les podía legar a Sus compañeros era que, a través de la confianza de cada uno de los Suyos en Él, se estableciera una comunión y unidad perpetua entre los apóstoles y las familias que ellos dejarían.

Hoy, vengo con este Mensaje muy peculiar y al mismo tiempo profundo, porque su Madre Celeste ha traído una familia que estuvo aquí encarnada en la Tierra y que hoy no lo está; que está presente en los planos internos, acompañando silenciosamente la expresión y la emanación de los Centros de Luz.

Estas almas, que hoy tengo a Mi lado, son los padres de la Madre María Shimani; y, a través de estas presencias que hoy Me acompañan aquí, de forma especial, vengo a testimoniar como la Esclava del Señor que todo esfuerzo verdadero en la vida de esta materia, sobre todo el esfuerzo de dar la vida por Dios y por su Plan, tiene un mérito especial para el Padre Eterno que Él les otorga a todos los seguidores de Cristo que le entregan su mayor y mejor bien de la vida: sus familias.

Por eso, vengo aquí a testimoniar, en nombre de Mi Hijo, que cuando el alma sirve a Cristo verdaderamente, y deja a su familia para servir a un Plan Mayor y desconocido, esa alma y las almas que forman su familia nunca estarán desamparadas, a pesar de la distancia o aun a pesar de la separación espiritual; porque Mi Hijo sabe lo que significa para un alma encarnada apartarse de su familia para responder a un llamado que ni siquiera sabe si resultará.

Pero es ese don de la confianza en Cristo que anima a las almas que sirven a Dios a seguir los caminos de la transformación con valentía y coraje, porque todo esto posteriormente dará frutos de conversión y de redención, en los que la familia está contemplada.

Es así que todas las almas que entregan sus familias, en el nombre de Mi Hijo, abren la puerta para la conversión de sus seres queridos, aunque en esta vida no quieran escuchar el llamado; porque el verdadero llamado comienza, hijos Míos, en su mundo interior. Es allí donde Mi Hijo siembra Sus dones, es allí donde Mi Hijo deposita Sus tesoros, por lo que debemos orar incansablemente; porque cada ser de este planeta tiene su hora para poder escuchar el llamado y despertar, aunque haya negado a Dios toda su vida.

Por eso hoy, les traigo como testimonio a los padres de la Madre, como un ejemplo de conversión y también como un ejemplo de despertar espiritual después de esta vida; porque ustedes saben, hijos amados, que la vida no termina aquí y que del otro lado está la verdadera vida espiritual, en la que todos se encontrarán algún día, no solo como una familia que estuvo encarnada en este planeta para aprender del amor y del perdón, sino también como una familia que puede evolucionar espiritualmente y reunirse con los bienaventurados y santos en la Iglesia Celestial.

Esta debe ser la finalidad de la entrega de cada uno de ustedes, no solo su propia transformación y conversión, sino también que cada paso que den en el camino espiritual beneficia ampliamente a sus seres queridos, aun a aquellos que tienen la puerta cerrada a la Misericordia.

Un acto sincero y verdadero de entrega por Mi Hijo le abre la puerta a la oportunidad de toda la familia.

Como Madre de todas las familias del mundo, vengo a agradecerles a las almas que han sido perseverantes en orar por las familias del mundo entero.

Vengo a renovar esta oración que ofrecen semanalmente y a decirles a todos Mis hijos, niños, jóvenes, adultos y ancianos, que deberían tener muy presente esa oración; porque ustedes saben, Mis amados hijos, que la familia que es el Proyecto principal de Dios para este planeta está siendo muy atacada, dividida y separada de lo que es verdadero y esencial.

Porque, si no sabían, Mis amados hijos, cada familia debe expresar en esta Tierra un Atributo de Dios; experiencia que está siendo boicoteada por Mi enemigo, por la falta de oración en las familias y por no saber comprender profundamente la razón por la que están reunidos y unidos en esta encarnación.

Así, Yo los invito a renovar esta oración por las familias a través del arquetipo y del principio de la Sagrada Familia de Nazaret; para que las familias se consagren a la Sagrada Familia de Nazaret y, en estos tiempos de tribulación y de persecución por medio de las modernidades, las almas no pierdan de vista su Propósito interior, porque cada alma de la familia tiene un Propósito para Dios.

Hoy, Me tomo este tiempo para darles este Mensaje; porque Mis Ojos lloran, de noche y de día, al ver a las familias tan separadas y divididas por perder su sagrada comunión con Dios.

Por eso, el Padre Eterno todo lo ha pensado desde su origen, desde antes del surgimiento de las primeras familias en este planeta, a través de Adán y Eva. El Padre pensó que la forma de renovar Su Proyecto era a través de las familias que se animen a vivir la experiencia de su propia consagración a través de las Islas de Salvación.

Por eso, vengo a ampliar el Mensaje que Mi Hijo les entregó en estos últimos tiempos y en esta última Maratón, porque para recibir a las familias deben tener la mente muy abierta y, sobre todo, el corazón. Las familias no cambiarán de la noche a la mañana, es el amor de ustedes que les hará cambiar a las familias de actitud.

El Sagrado Proyecto de la familia de Israel precisa ser renovado y su Santísima Madre es responsable, ante el Creador, de que ese Proyecto se cumpla. Cuando una familia no es sostenida dentro de una Isla de Salvación, eso tiene una repercusión que desconocen.

Yo los llamo a colocar al diálogo en primer lugar, para comprender el lenguaje de cada familia, para apoyar sus pasos y decisiones; pero sin amor, esto no es posible.

Así, espiritualmente, las diferentes familias que encontrarán su lugar dentro de las Islas de Salvación y que deben tener su lugar dentro de las Islas de Salvación para expresar su proyecto familiar de amor, ayudarán a las demás familias del mundo, porque muchas familias se están perdiendo velozmente.

¿Cuántas familias se han perdido mientras Yo estoy aquí, hablándoles? 

Las influencias de estos tiempos dejan a las familias en caminos sin salida, hipnotizadas e interferidas por las cosas del mundo; y así, se alejan del amor y de la verdad, del verdadero Propósito de cada familia en este planeta.

Por eso, Mi Hijo también retornará. Vendrá a buscar a las familias del mundo para que el sagrado pueblo de Israel se pueda renovar y, finalmente, pueda vivir en la Tierra Prometida, en aquel espacio que Mi Hijo les Ha prometido desde el principio a todos.

En cada día que pasa, en este tiempo final, su Obra y sobre todo sus corazones encontrarán en sus caminos el llamado y el pedido de ayuda de muchas familias, de familias numerosas y de familias separadas, de madres solteras o de madres casadas.

Todas las familias de la Tierra gritan pidiendo ayuda, y los Sagrados Corazones, conociendo la importancia del Proyecto principal de Dios que es la familia, siempre intercederán e intervendrán para que la mayoría de las familias del mundo, que están siendo modificadas genéticamente, despierten a tiempo, se vuelvan a Dios. Pidan de corazón, en la oración interior, para que reciban la ayuda y la Gracia que necesitan, para que las puertas que Mi enemigo abre hacia lo incierto se cierren, y las familias puedan estar protegidas, bajo el amparo de la Sagrada Familia de Nazaret.  

Por eso, los invito a mirar con mayor profundidad lo que sucede a su alrededor, especialmente en las familias que están cerca de ustedes o en las familias que los llaman pidiéndoles ayuda. Vayan, así como siempre fue Mi Hijo Jesús, al encuentro de las familias, sin conceptos, sin ideas propias, sin prejuicios, sin nada que pueda condicionar el dolor y el sufrimiento de las familias.

Lo que más sufre Mi Corazón es la modificación genética que hoy viven las familias y las formas más horrorosas con las que crean al ser humano. Eso es ir en contra de la Ley de la Vida, de la Ley del Amor y del sagrado arquetipo de la familia.

¿Ahora comprenden la necesidad de prestar atención a la Oración por las Familias?

En un mundo con más de ocho mil millones de personas, no puede ser que solamente oren cuarenta personas por las familias.

¿Será que están comprendiendo lo que Yo les digo por amor?

¿Qué está sucediendo, hijos Míos? ¿Se lo preguntaron?

Me tomo este tiempo porque Mi Hijo Me lo pidió, porque Él Me lo permitió.

Nuestros Corazones revelan las cosas más profundas para los corazones que están verdaderamente abiertos. ¡A no justificarse más!

Hoy, las oraciones que llevo en Mi Corazón ayudarán a muchas familias de África y de Asia, golpeadas por los conflictos en las naciones y en los pueblos, por la impunidad que acorrala a las familias en un lugar sin salida.

Quiero que en la Oración por las Familias incluyan una intención especial para Mí, que oren por las familias inmigrantes, olvidadas en las calles de este mundo, no escuchadas por la indiferencia, por la falta de la fraternidad y del amor; también por las familias que mueren en los océanos del mundo.

Quisiera preguntarle a la humanidad:

¿Alguna vez se preguntaron qué es lo que siente la Madre de Dios, la Madre de la humanidad, cuando las familias desaparecen en los mares del mundo, cuando los niños no son ayudados en su naufragio?

¿Cómo el mundo puede dormir con su consciencia tranquila, cuando los cuerpos flotan en los océanos?

¿Qué le está pasando a la humanidad de hoy, que es capaz de abortar y de ultrajar la Ley de la Vida, sin ningún sentimiento?

¿Ahora comprenden por qué el mundo está como está?

Mis Palabras no darían para describir todo lo que verdaderamente sucede en este mundo. Por eso, Mi Hijo los Ha llamado a una definición inmediata. El tiempo es ahora, no habrá otro.

Yo les agradezco por estar abiertos a escuchar la verdad y por hacer algo, verdaderamente, para que esto cambie. Esto comenzará en ustedes mismos y no en los demás, observando todos los días lo que tienen que mejorar.

En este lugar ni en ningún otro lugar de esta Obra, concebida por Nuestros Sagrados Corazones, ya no puede haber espacio para reclamar. Si así lo hicieran, no estarán comprendiendo la Misericordia. El primer esfuerzo es el de ustedes, para que después el esfuerzo se viva en el mundo entero.

No se olviden de seguir rezando por los no nacidos. Necesito que se hagan corresponsables de esas almas, por el perdón de los pecadores, de los que promueven ese ultraje al Corazón de Dios.

Para que este llamado resuene en lo más profundo de la consciencia, en los cuatro puntos de este mundo, vengo a pedirles una canción para que mediten mientras escuchan esa melodía y que revivan este Mensaje cuantas veces sea necesario, cuantas más veces, mejor será su respuesta.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a escuchar, en Presencia de la Virgen María: "Encuentro con María en el corazón".


Los bendigo y los animo a seguir adelante por Cristo, renovando cada paso de sus vidas, en gratitud y amor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Canción: "Encuentro con María en el corazón".

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DEL 9.º ENCUENTRO ANUAL DE LOS HIJOS DE MARÍA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

A través de este encuentro de hoy, han retirado muchas espinas de Mi Corazón Inmaculado. Este Corazón ya no sangra de dolor o de sufrimiento por Sus hijos, aunque el mundo esté en oscuridad.

Hoy, este Corazón Inmaculado de la Santísima Madre de Dios se ilumina y se reenciende a través de las oraciones de Sus hijos, de todos los Hijos de María.

Pero este acontecimiento que hoy le sucede a Mi Corazón, misteriosamente no es solo por este momento que, en honestidad, han vivido Conmigo y a través de Mí con Dios, sino también por todos los momentos que han compartido Conmigo, en la oración del corazón, que han preparado este acontecimiento en lo más íntimo y profundo de Mi Corazón Maternal.   

Sé que no comprenderán lo que esto significa. Por eso, hoy vengo a exponer Mi Corazón iluminado, como una demostración para Dios de la respuesta de Sus Criaturas en este mundo, de aquellos que promueven la paz y el bien en la humanidad, y que se unen a todos los hermanos de este planeta, más allá de la religión o de las creencias.

Porque el centro y la energía que une a toda la humanidad es el Amor de Dios, es algo que el mundo está perdiendo y es un compromiso de ustedes poder recuperarlo todos los días; primero a través de sus actos sinceros de amor con los que tienen a su lado o aun dentro de sus familias, porque ustedes saben en qué situación se encuentra la familia de la humanidad, sometida por las ideologías, hipnotizada por las tecnologías y puesta a prueba en cada momento de la vida.

Por eso, deben buscar por medio de la oración sincera y honesta, todos los días hasta que retorne Mi Amado Hijo, que sus familias sean esa célula espiritual que Dios necesita para este tiempo final.

Protejan de ustedes mismos los valores de la familia de esta humanidad, valores que en estos tiempos están siendo erradicados y extirpados por una supuesta libertad que viene de muchas personas de este mundo, engañadas por Mi enemigo, desviadas de su camino espiritual y de su Propósito.

Estas son las espinas que han retirado de Mi Corazón Maternal, a través de la oración de todos los Hijos de María. Así, Yo puedo contar con ustedes en cada tarea y pedido que el Padre Me hace para proteger Su Proyecto de la humanidad.

Y aunque todo en este mundo camina precipitadamente, solo les pido que se detengan y piensen. En este tiempo no decidan impulsivamente, no permitan que su mente los engañe y los confunda. Antes de todo, ingresen en el sagrado universo de la oración, como lo hacen en este momento y lo han hecho en otros momentos; porque así, no solo sus consciencias estarán unidas a lo Alto, a la Fuente que aún hoy muchos no buscan, sino también estarán protegidos y amparados por la sagrada energía espiritual de la oración.

Hoy, quisiera agradecer a la Orden Gracia Misericordia, a todos los colaboradores de los Centros Marianos que hacen el esfuerzo sincero y honesto de erguir los valores de la espiritualidad divina en la superficie de esta humanidad, a través de la vida oculta de los Centros Marianos, sagrados epicentros de Luz de la Jerarquía Espiritual, que espejan dones, atributos y Gracias en aquellos que los buscan.   

Los pilares de esos Centros Marianos son Mis hijos. Un Centro de Gracia y de Misericordia no se puede sostener a sí mismo, sin la presencia constante de todos los Hijos de María.

Por eso, quiero decirles maternalmente que he tenido la dicha, en estos últimos años, de no solo ver concretarse a los Centros Marianos como Islas de Salvación, sino también de poder contemplar, con amor y alegría, cada momento de liturgia compartida en los Centros Marianos, cada ofrecimiento que fue hecho por cada uno de ustedes, más allá de sus purificaciones o de sus desiertos.

Aunque no lo parezca, todos los Centros Marianos y Santuarios del mundo fueron abiertos por Mí misma, para que las almas pudieran beber de la Fuente de la Cura y de la Reconciliación.

Por eso, les pido a los valientes guerreros y celadores de los Centros Marianos que nunca bajen los brazos. Cada día que pasa será más necesario y urgente, para las almas, la vida oculta de los Centros Marianos.

Deben permitir que la Fuente espiritual, que está abierta en cada Centro Mariano, nunca se cierre; porque, poco a poco, día tras día, semana tras semana, ustedes mismos han visto la gravedad de la sed de las almas que están lejos de Dios y que están en conflicto con el Amor Mayor. Por eso, su acogimiento, recibimiento, atención y, sobre todo, cariño con los peregrinos es algo que no se puede comprender en este tiempo.

Por eso, les pido ahora, que estén atentos a las señales que Yo enviaré a través de los corazones peregrinos, porque ellos también son Mis hijos, son Hijos de Dios que merecen la misma redención que ustedes están recibiendo, que necesitan estar delante de la Fuente de la Gracia, así como ustedes lo han estado muchas veces.

Vean lo que hacen las modernidades con Mis hijos. ¿Será que ustedes consiguen estar más unidos a Mí, a pesar de todo, así como la Jerarquía está unida y concentrada en Dios, delante de los infiernos más difíciles de este mundo?

No deben perder las oportunidades, Mis hijos, porque Mi tiempo con ustedes se está acabando y Mi Palabra no es en vano, porque Yo vengo como la Gran Mensajera de Dios, como el Gran Espejo del Amor del Padre, que viene a incluir y a acoger a todas las criaturas, más allá de sus deudas espirituales, porque es el Amor y la Gracia que convierten lo imposible en posible, que transfiguran la oscuridad en luz, que redimen la perdición en libertad.

Hoy, Me quiero recoger de aquí con este sentimiento vivido y compartido con todos los Hijos de María y, especialmente, con los celadores y guardianes de los Centros Marianos, porque en este momento tengo la dicha de contemplar nuevamente lo que cada Centro Mariano pudo expresar hasta el presente.

Yo más que necesitar de sus manos y sus brazos para servir a los Centros Marianos, necesito de su corazón, de un corazón amoroso y pacífico que algún día, tan solo con la presencia de Mis hijos guardianes de los Centros Marianos, puedan sacramentar y bendecir los espacios, así como su Madre Celeste sacramenta y bendice cada encuentro.

Para comprender en profundidad Mi Mensaje de Amor, volveré a consagrar, en este día especial, a nuevos Hijos de María, a los que invito a que se aproximen a este Altar para recibir Mi bendición.

Y mientras comienza a resonar la melodía de los Hijos de María, su Madre Celeste se prepara para que, a través de esta simple pero profunda consagración, Yo pueda volver a bendecir a todos Mis Hijos ya consagrados.

Los invito a colocar sus manos en señal de recepción, para que reciban de Mi Corazón las flores de Luz del Cielo que guardan los atributos más bellos de la Creación.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Pueden acercarse.

 

Hoy, quiero bendecir a estos hijos Míos, que llegan para vivir su consagración en esta fecha especial para Mi Corazón Inmaculado; en la que, todos los días 13 de marzo de cada año, Yo puedo presentar ante Dios los ofrecimientos, méritos, oraciones y súplicas de todos los Hijos de María.

Hoy, reúno aquí, a través de esta consagración, a diferentes naciones de Europa llamadas a vivir el tiempo de la redención por medio de los corazones que oran.

Yo los consagro y los bendigo, entregándoles Mi bendición y un beso de amor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Cantemos todos el Himno de la Consagración. Nos colocamos de pie.

 

Canción: Himno de los Hijos de María.


Vamos a cerrar este encuentro con la Madre de Dios, encuentro con ese Amor de Madre que no se cansa, que siempre se dona y que nos demuestra la inmensidad de Su Amor incansable, y que pacientemente nos renueva a todos en algo que es tan simple: Su Amor, profundo, maduro y maternal.

¡Gracias, Madre Divina, por cuanto nos das!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN NAZARÉ, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijo Mío e hija Mía, Mis queridas almas de la Tierra:

La Madre de Dios se aproxima a ustedes para consolarlos y para fortalecerlos con el fin de que, en este tiempo, los apóstoles de Cristo, que se están purificando y transformando, sigan teniendo el ímpetu de decirle sí a Mi Hijo Jesús, el Cristo.

En este día, estoy sobre los océanos de este amado y agonizante planeta, para decirle a la humanidad:

¡Basta! Ya no lastimen a la naturaleza.

¡Basta! Ya no instrumentalicen a los seres humanos como si fueran armas en las manos de los que hacen las guerras.

¡Basta! Ya no promuevan el aborto y la pérdida de cientos de pequeñas e inocentes vidas.

¡Basta! Ya no descarten a sus hermanos de la humanidad.

¡Basta! Ya no desforesten más, ya no contaminen la Tierra, ya no intoxiquen sus propios alimentos.

¡Basta! Ya no dividan a las familias, ya no disuelvan el amor de sus corazones, ya no practiquen el mal.

¡Basta! Ya no gratifiquen sus gustos, ya no trafiquen a los seres humanos, ya no vendan a los animales, ya no los sacrifiquen.

¡Basta! Ya no generen más caos, ya no sean indiferentes, ya no se aparten más del Amor de Dios.

Les digo ¡basta!, para que Me puedan escuchar, porque aún hay corazones muy cerrados, pero también hay corazones lastimados.

Hijos, rezo por el planeta y rezo por ustedes; parece que ya no es suficiente hablar, pero como una buena Madre no Me cansaré, y con todos Mis ángeles trabajaré para cerrar las puertas al mal.

Mis amados, veo, en este momento, las difíciles pruebas que enfrenta el mundo y especialmente algunos pueblos de África y de Medio Oriente, que están estigmatizados por sus propios hermanos de la humanidad; algo que no les permite salir adelante y reconstruir sus vidas. Pero también veo la violencia y la agresión que hoy se vive en toda la sociedad, actitudes que hicieron perder los valores no solo de la fe, sino también del respeto mutuo.

Todos los días, les pido a los ángeles del Señor que llenen con su Luz los espacios más oscuros de este mundo, para que las almas dispongan de una ayuda interior para poder rehacer sus vidas interna y externa.

En este tiempo, la familia es el foco de la división y del odio, porque al disolverse el amor en muchas familias, Mi adversario las manipula y las hiere de par en par. 

Por eso, Mis amados, debemos aliarnos cada día más a la oración del corazón y orar por aquellos que no tienen la Gracia de percibir la realidad, por haber vendido sus almas al infierno. 

También, rezo por todo esto. Pero también rezo para que la humanidad no continúe condenándose así misma hasta el punto de que la violencia y la muerte parezcan normales.

A través de todos Mis Espejos, todos los días en el Cielo y en la Tierra, transmuto los grandes impactos contrarios a la Ley, los que abrazan abruptamente a cientos de almas en el mundo, no dejándolas escapar del terror espiritual y de la persecución mental.

Pero unidos a Mí, hijos amados, venceremos esta batalla espiritual y física, no con armas, no con agresiones, no con reclamos ni tampoco con conflictos ni alzando la voz. Resolveremos esta situación planetaria con neutralidad, pacificación, amor y fe. Esto, tarde o temprano, desactivará las grandes artimañas de Mi enemigo, porque él no tendrá espacio ni lugar para sembrar la división.

Hijos, sean optimistas, no sean pesimistas, atraigan hacia sus corazones el Amor de Dios, porque Su Reino se aproxima para que las consciencias sean liberadas de la opresión y de la prisión espiritual.

No pierdan la fe, no se mezclen con las críticas, con los comentarios, con el desgaste innecesario del verbo. Sean inteligentes y promuevan la cultura de la inclusión, y no la cultura del descarte.

Es muy necesario que, en este momento, se reconozcan como hermanos, que ya no cierren sus corazones por nada, y que, a pesar de todo, confíen en el Amor de Mi Hijo, porque Su Amor siempre los liberará.

Si la humanidad entera coloca la atención en todo esto que les digo, ya no será necesario sentir el peso de la cruz; pero, sobre todo, no sentir más el peso de los asedios.

Aférrense a Mi Manto, colóquense cerca de Mí, porque Mi Corazón Inmaculado los protegerá. 

Abandónense en el Señor, porque en Él está la salida, la superación de cualquier situación y la respuesta ante cualquier prueba.

Hijos, los vuelvo a bendecir, les vuelvo a confiar Mi Amor de Madre. 

Yo estoy aquí, no se olviden de Mí.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz   

APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Llego a un mundo en caos y en sufrimiento, un mundo comprometido con las fuerzas del mal, sumergido en la desesperación, sin encontrar el camino de salida.

Llego a un mundo en desesperanza, con falta de fe y de fortaleza.

Contemplo a Mis hijos en sufrimiento y en un profundo dolor. Traigo del Cielo todo lo que necesitan para poder alcanzar la redención y vivir en Paz.

Por eso, deben rendirse al Plan de Dios, colocarse a Sus Pies para vivir algún día en Su Tierra Prometida, para vivir en el Nuevo Mundo, la Nueva Humanidad.

Estoy en oración por todas las situaciones que enfrentan y viven, por la enfermedad mundial que atraviesan, efecto de una gran desarmonía con el universo y la Ley, generado por la vida ilusoria y por la indiferencia.

Deben aprender a salir del sufrimiento. Deben aprender a encontrar el camino hacia la Luz. Deben retornar al Corazón del Padre Eterno que es la Fuente misma de toda la vida, de la regeneración y de la cura.

Pero tienen que rendirse y también tienen que ofrecerse para lo que Dios quiere realizar en cada una de sus vidas, para lo que Dios quiere construir en cada uno de sus corazones.

Él espera pacientemente que algún día le digan sí y que crucen el portal hacia Su Reino para que conozcan y sepan sobre la realidad que nunca vieron y que nunca conocieron.

Este es el tiempo más difícil de todos, de todos los tiempos que ya pasaron por este planeta y por esta humanidad. Pero este tiempo es así porque la humanidad lo genera. 

Las profecías se cumplen porque la humanidad las atrae, las concreta por medio de sus acciones, por medio de sus pensamientos y sentimientos.

Las profecías podrían no realizarse ni concretarse, pero ellas están allí no como un castigo, sino como una advertencia, como una oportunidad de corregir a tiempo los caminos confusos de Mis hijos, de todos los seres de la Tierra.

La profecía no tiene religión, ella es parte del Sagrado Verbo, de la Divina Palabra, de la instrucción espiritual, del Mensaje de los Cielos. Por eso, deben saber que la profecía podría no cumplirse si sus actitudes y acciones fueran otras.

Si estuvieran en sintonía y en unión con el universo, trascenderían sus condiciones materiales y humanas, serían conducidos hacia la Verdad y podrían comprender mucho más de lo que saben o de lo que creen comprender en este tiempo.

Si cada uno de Mis hijos, en la superficie de este planeta, hiciera lo mismo, no serían necesarias las profecías.

Pero las profecías son anuncios que no solo advierten a la humanidad, sino que la llaman a estar más atenta y vigilante para no perder el camino y la oportunidad universal que le está siendo dada.

La humanidad atravesó un año de grandes dificultades, incógnitas y problemas, y aún lo sigue viviendo con total consciencia.

Pero sus mundos internos pueden estar en otra sintonía y al mismo tiempo en otra dimensión, pueden estar unidos a la realidad y a la Verdad Suprema, y así tendrán herramientas internas para atravesar estos tiempos difíciles.

La humanidad se ha desconectado de la Fuente. Por eso vive el sufrimiento, por eso vive la adversidad.

Son tiempos en los que esa conexión divina y verdadera, por medio de la oración, es fundamental.

No pueden cerrar la Fuente que les da el Agua de Vida para quitarles la sed en este gran desierto planetario. Deben colocarse aún más, deben disponerse para que esta Fuente penetre en lo más profundo de la consciencia y la renueve.

Pero sé que hasta en lo espiritual, Mis hijos en general, son confundidos, son desorientados, son retirados del Camino que les ofrece Mi Hijo, el Cristo, para su redención.

Las señales que da la Jerarquía son visibles, inalterables e inconfundibles.

Lo que hoy un ser humano puede ofrecer en la superficie de la Tierra es su propia condición, su propia situación interna, su purificación.

Por eso, deben tener en cuenta que no todo es de la Luz. La Luz es una Fuente directa, penetra en lo más profundo del ser y lo lleva al cambio, nunca a la comodidad ni a lo estático, nunca a lo inerte ni tampoco a lo que es indiferente.

La Luz Divina, que es única, los puede curar en todos los sentidos y en todos los planos.

Es a esa Fuente Divina a la que la humanidad deberá rendirse en este tiempo porque, de lo contrario, no llegará la cura.

La humanidad debe enmendar sus errores, debe reconstruir lo que ha destruido con sus acciones, no solo en la propia humanidad, sino también en los Reinos de la Naturaleza, en toda la Creación.

Rezo todo el tiempo para que puedan alcanzarlo, hijos Míos, porque sé que lo pueden hacer. Y eso es lo más fuerte para la Jerarquía porque lo pueden hacer, y hay muchos hijos Míos que no lo hacen, que no lo determinan, que no dan el último y gran paso.

Mi Hijo espera que esa construcción interna esté establecida en la mayoría de los seres humanos sin importar la religión, pero que sea una construcción interna verdadera que los lleve a reflejar en sus vidas la Fuente Suprema. 

Así, Mi Hijo tendrá Sus pilares sobre la superficie de la Tierra para poder llevar adelante Su gran operación, a fin de desagotar al planeta y a la humanidad de sus condiciones adversas y retrógradas, a fin de establecer el Reino de Dios en un Proyecto Universal muy complejo y ostentado.

Pero recuerden que ustedes son parte de un universo, de una vida universal, que no se ve con los ojos físicos, sino que se siente con el alma, con el corazón, que puede vibrar en el mundo interior de cada ser.

De esa vida universal siempre ha venido el auxilio para todas las razas que pasaron por este planeta, como para otras humanidades en este universo.

Esas corrientes del universo que pueden auxiliar a la humanidad, y que siempre vienen en auxilio de toda la vida, son corrientes inmutables. Es en ellas en donde, hijos Míos, deben colocar su aspiración para que sus consciencias sean cada vez más elevadas, para que aprendan a no ser sometidos por el caos y por la oscuridad, para que hagan triunfar el Plan de Cristo a través de sus vidas, de su redención.

Mientras tanto el universo espiritual se moviliza, colabora y auxilia en situaciones desconocidas de la humanidad, con el propósito de aliviar al mundo y a la consciencia terrestre, con el propósito de que se abran las puertas hacia el cosmos para que muchos más puedan despertar y ver la realidad, tal cual la conocieron en otros tiempos, con el propósito de que los velos de la consciencia sean retirados para que puedan recordar y así saber que están aquí por una Voluntad Mayor.

En este día, en el que se recuerda y se prepara el Nacimiento de Cristo, que las familias del mundo sean el centro de la oración, para que la célula del Proyecto de Dios, la célula más importante, esté protegida y cuidada del caos del mundo.

Hoy las familias del mundo viven sus grandes destierros, exilios y crisis de todas las formas. Pues si Mi adversario las destruye, el Proyecto de Dios en la familia desaparecerá. 

Pero Yo estoy aquí y soy su Madre, la Madre de las familias, la Madre de la humanidad, la Gobernanta de las esencias del mundo.

Hijos, hagan su parte y el auxilio llegará. No será necesario atravesar más el sufrimiento, sino encontrar la calma de haber entrado en comunión con la Paz.

Oremos para que la ayuda angélica socorra, en este momento, al mundo y lleve a la humanidad a la cura y a la paz para que Cristo, en este año, pueda nacer en los corazones humildes y simples, en los que confían en Su Retorno.

Jerarquía Divina de ángeles y arcángeles 
Te abrimos la puerta, que ingrese la Luz. 
En nombre de la humanidad, invocamos ahora
Tu cósmica intervención.
Amén.
(se repite tres veces)

 

Que los nudos de la consciencia sean desatados.

Que las amarras sean retiradas de los pies de los caminantes.

Que los peregrinos se conviertan en palomas de luz para llegar hasta la Fuente y fundirse en ella a fin de concretar el Plan.

Que así sea.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hace ciento tres años atrás llegué al mundo por una razón mayor, y hoy retorno nuevamente al mundo, hijos Míos, para que tengan consciencia de este importante momento planetario.

La Luz de Mi Inmaculado Corazón se refleja en la Tierra para poder abrazar a la mayor cantidad de almas posibles, pero en este tiempo no es suficiente.

Mi Hijo los ha formado para este momento, los ha hecho apóstoles Suyos para que lo pudieran servir y seguir.

Como Madre, vengo en este tiempo para que la mayor cantidad de hijos Míos no pierdan el sentido y el propósito de estar aquí, la razón por la cual Dios los trajo hacia Mi encuentro, sabiendo que, hijos Míos, aún hay millones de almas en el mundo que nunca estuvieron frente a la Madre de Dios.

Ustedes, que han estado tan cerca de Mí a través de estos últimos doce años, tienen mayor responsabilidad ante Dios por las causas y las aspiraciones de su Madre Divina, porque el Plan de su Madre Celeste no es personal, sino que es un Plan para toda la humanidad y el planeta.

Ustedes deben ser los embajadores de Mi Corazón Inmaculado en el mundo, deben ser los facilitadores para las almas que necesitan de mucha ayuda espiritual e interior.

Ese es el motivo que hoy Me trae aquí ante ustedes, por todos Mis hijos que Me escuchan en este momento a lo largo y a lo ancho del mundo, los que aún proclaman su fe y devoción a Mi materno Corazón. Pero quiero decirles también, a cada uno de ellos, que este es el tiempo definitivo y crucial, muy, pero muy diferente del que sucedió en Fátima hace ciento tres años atrás.

En aquel tiempo la humanidad tenía un estado de consciencia diferente, más primitivo e inmaduro. Pero en este tiempo, aún con el avance que ha alcanzado la humanidad, eso sigue siendo en otros planos de consciencia con la destrucción de los Reinos de la Naturaleza y de la propia vida del ser humano; a través de las dolorosas crisis humanitarias y del exilio de millones de hijos Míos en el mundo, buscando una oportunidad y una esperanza.

Ahora su casa, el planeta, está en una gran transición y quiero que lo sepan, hijos Míos, porque aún muchos hijos Míos no quieren abrir los ojos hacia esa realidad, para no sentirse impresionados o convocados al servicio planetario.

Muchos de los que hoy no están aquí perdieron una gran oportunidad espiritual, pero eso no impedirá que las puertas del Cielo se sigan abriendo hacia la Tierra, siempre que cada uno de Mis hijos corresponda a Mi llamado. Esa será la gran premisa para que su Madre Celeste pueda seguir retornando, o no, al mundo, mientras que el Padre Celestial lo necesite.

Pero hoy Mis manos están llenas de oraciones, y se las puedo mostrar como pequeñas esferas de Luz que han encendido los corazones del mundo, al rezar obedientemente el Santo Rosario y entregarlo en honor a la Madre Celeste. Cada una de estas cuentas que hoy llevo en Mis manos, cada pequeña esfera de Luz que se encendió en las humildes palmas de las manos de la Madre de Dios, serán Gracias extraordinarias que retornarán al mundo para aquellos hijos que sufren y que son cientos y cientos de almas que aún esperan silenciosamente por una Gracia de Dios.

Es así que les recuerdo, hijos Míos, la importancia de la oración Conmigo todos los días. Esto es prioridad para sus corazones y almas. Nada puede cambiar ese ejercicio espiritual, nada puede sustituirlo ni siquiera cancelarlo. Si oran, estarán unidos a Mí, y Mi Corazón Inmaculado, en este mes de mayo, estará en ustedes, así como lo estuvo en el corazón de los pequeños pastores de Fátima.

Así como Mi Corazón aún está presente en el Santuario de Fátima y en todo Portugal, el Amor de la Madre de Dios, la devoción de la Madre Celeste, la pureza de la Sierva de Dios, tiene que estar en más corazones del mundo. Porque, a pesar de lo que suceda en la superficie de la Tierra, nada les sucederá y podrán seguir los pasos de la Madre de Dios por los senderos de la reconciliación y de la paz, para que puedan estar en comunión con Cristo, Mi amado Hijo, y así sean sacramentados por Su Espíritu a través de la Santa Eucaristía.

Pero ahora, hijos Míos, es urgente e importante que profundicen en la Comunión Espiritual con Mi Hijo. Este es el tiempo de que cada uno de ustedes pueda reconocer la veracidad de su unión sincera con Mi amado Hijo, porque esto es lo único que los salvará y los protegerá en estos tiempos. Por eso, adórenlo, reveréncienlo y oren a Cristo, para que la Fuente de Su Misericordia pueda seguir descendiendo al mundo y sobre aquellos lugares que son más necesitados.

Hoy, su Madre Celeste, la Señora del Santísimo Rosario, ha recorrido el planeta entero para recoger las súplicas de cada uno de Sus hijos, y ustedes que están aquí, ¿Me han suplicado, Me han llamado como su Abogada y Mediadora ante sus posibles injusticias?

Este es el tiempo de la conversión, pero también es el tiempo de la conscientización. Todos los tesoros que reciben del Cielo los deberán testimoniar ante la llegada de Mi Hijo, y eso será un acto y una realidad para cada uno de ustedes, como también para los que no están y, de forma confusa, perdieron las huellas de Mi Hijo.

Pero, Yo no vengo al mundo con Justicia, sino con Amor, con un Amor maduro que los hace crecer y responsabilizarse por este Plan de Amor que Dios les entregó conscientemente para que lo cumplan y lo vivan.

Toda esta Gracia que reciben no es nada personal, es una gran necesidad planetaria, humana e interna de cada una de sus almas y espíritus.

Después de ciento tres años de haber estado en Fátima, vengo a pedirles que sean consecuentes con Mi Hijo y que maduren porque aún hay mucho por hacer, aún hay mucho por realizar, aún hay peregrinaciones por llevar adelante en aquellos lugares del mundo en donde el sufrimiento es real y doloroso, en donde hermanos suyos sufren permanentemente el caos y la adversidad.

El Corazón de Mi Hijo, el Casto Corazón de San José y Mi materno e Inmaculado Corazón necesitan llegar a esos lugares en estos tiempos definitivos.

Pero esa que es Mi aspiración, deben primero construirla dentro de ustedes, para después construirla fuera de ustedes. Eso les hará vivir la realidad y no la ilusión de lo que significa Mi llamado. Porque Mi llamado no es una ilusión, es una necesidad y una convocatoria para cada uno de sus corazones, para que tengan la oportunidad de dar lo mejor a Dios, después de todo lo que Él les ha dado.

Así como vengo con este mensaje para ustedes, también vengo con un mensaje de Amor para el mundo, porque el sufrimiento tiene que terminar, la ignorancia tiene que terminar, la ingratitud tiene que terminar y eso dependerá de cada uno de ustedes, hijos Míos.

Los invito a ingresar nuevamente a la escuela del amor, a la escuela de la gratitud y especialmente a la escuela de la obediencia, para que sus corazones sigan siendo guiados ante una realidad planetaria que se complica, día a día, por el gran distanciamiento que tiene la humanidad de Dios.

Ustedes, ¿se distanciarán de Dios? La prueba de la fe llegará para cada uno de sus corazones y en esa hora estaré rezando por ustedes, así como estoy rezando por el mundo, por la Gracia extraordinaria que conceda el fin de esta pandemia en toda la humanidad, a fin de que los corazones, las almas y las personas recapaciten sobre sus vidas; porque sin solidaridad, sin fraternidad y sin gratitud, la humanidad no volverá a la normalidad.

El tiempo ya terminó y su consciencia debe crecer interiormente, así estarán como almas, siendo acompañados por nosotros desde el Cielo, para llevar adelante esta tarea que aún no terminó.

Hoy coloco sus corazones ante los jardines internos de Lys para que puedan recordar su pureza original. Es la pureza que los protegerá y los amparará en este tiempo de ustedes mismos, para que puedan seguir caminando en Cristo y por Cristo, reconociendo las fortalezas que Él les ha entregado y las virtudes que Él ha depositado en sus almas para que lo puedan seguir y servir.

Él tiene Sus Brazos abiertos y Sus Manos extendidas hacia el mundo. De la misma forma, hijos Míos, Yo extiendo Mis brazos hacia ustedes para que vean en Mis manos la Luz de la Gracia que los toca, con el propósito de vivir el discernimiento y la sabiduría para que no tomen decisiones precipitadas, porque esta es la última oportunidad.

La copa ya está rebasando y las promesas que fueron realizadas por su Señora en Akita, Ruanda (Kibeho), Garabandal, Fátima y México (Guadalupe), así como en Medjugorje, se cumplirán.

Hoy tengo en Mi Corazón a los que Me viven, a los que Me aman, a los que Me esperan, a los que oran Conmigo, a los que claman y a los que nunca se cansan de servir. En ellos están las promesas de Cristo para poderse cumplir y realizarse. Yo espero que eso así sea, en cada uno de ustedes.

Agradezco, queridos hijos, el amor sincero que fue colocado como respuesta a Mis pedidos de consagración de las familias a Mi Inmaculado Corazón. Esas familias, esas almas y esos corazones hoy reciben la consagración especial de la Madre de Dios, para que Dios los tenga en Su Misericordia y en Su Gracia, y los ayude a vivir el fin de estos tiempos, que es un tiempo desconocido para todos.

En agradecimiento a cada uno de ellos, Yo los bendigo y Me despido.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que la Paz de Fátima, el santuario interior, permanezca en los corazones. Amén.

Les agradezco.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Como un gran rayo de Luz vengo a traer al mundo la Luz liberadora que tanto necesita para que no se pierda la paz y la armonía en la consciencia de la humanidad.

Finalmente estoy aquí entre ustedes, queridos hijos, cumpliendo una vez más Mi promesa, en nombre del Todopoderoso, que permite esta Gracia de encontrarlos en Mi Corazón para que sientan Mi Amor y la felicidad de vivir en Dios.

Hoy vengo aquí a traerles una buena nueva, un motivo muy especial para sus vidas y corazones que es el camino de la redención que sus conciencias hoy están viviendo por primera vez, junto a la Gloria de Mi Hijo que también permite esta Gracia especial.

Esto significa, para el Padre Celestial, que las puertas de la Luz en Centroamérica no se cerrarán y que el Reino Celestial seguirá descendiendo, junto a todos Sus Ángeles, para ayudar a la humanidad, especialmente a los que aún no se han redimido.

Como les dije hoy, queridos hijos, vengo como Madre de la Naturaleza para que recuerden la importancia de observar a los Reinos menores como sus hermanos, como parte de la gran Creación de Dios para que todos ustedes, sobre este planeta, puedan evolucionar.

Hoy también vengo a entregarles Mi inmaculado Corazón como símbolo de paz para todo el planeta, como cura profunda para las almas, como Misericordia para todos los corazones.

Quisiera que, en esta noche, queridos hijos, cada uno de ustedes se confirmara interiormente en Mi camino de Luz para que, además de sus seres queridos y familiares, las almas puedan ser tocadas por la Luz del Cielo que hoy les traigo a todos, que es una Luz redentora y liberadora que les traerá la paz y la confianza en el Creador.

Pero hoy no estoy sola aquí, entre ustedes, sino también con todos los ángeles que Me acompañan y con sus Ángeles de la Guarda, que vienen aquí en este momento para recordarles que ellos existen con el motivo de guiar sus vidas, como un servicio inmaterial que ellos prestan para toda la humanidad. Únanse a ellos de corazón y de alma. Oren junto con ellos todos los días, para que puedan ser liberados del cautiverio espiritual y así las naciones se constituyan en naciones renovadas por el Espíritu Santo de Dios, que viene en este tiempo para derramar Sus Siete Dones en las consciencias simples y humildes que se abran a este gran Misterio.

Hoy siento una alegría especial en Mi Corazón y en Mi Alma, al poder consagrar nuevos Hijos de María, semillas de luz para la nueva humanidad que son curadas y amparadas por Mí, que son bañadas por Mi Divinidad y que reciben del Padre Celestial el Amor Infinito de Su Corazón y Su perdón. Por eso, hijos Míos, con la confianza que debe encarnar en sus vidas, en esta noche anímense a dar ese paso hacia Dios. No deberán temer por nada. Yo solo quiero verlos dentro de una vida de oración, si es posible de oración en familia.

Ustedes saben, queridos hijos, que no solo los niños sufren la separación de las familias de la humanidad, sino también los adultos. Quiero constituir, en este lugar y en todo Centroamérica, una red de oración familiar para que Mi Corazón también pueda cuidar, a través de sus oraciones y de todas sus súplicas, a los seres que más necesitan en este tiempo de paz. Es a través de esa red de familias, de esas familias orantes y unidas a Dios, que Yo podré traer paz para las naciones de Centroamérica. Y así como les dije hoy, las heridas del pasado se cicatrizarán y se establecerá el perdón cuando sus corazones y almas digan sí al Perdón de Dios, al establecimiento del amor entre todas las criaturas y entre todas las naciones de Centroamérica. 

Así vengo a borrar de sus memorias, en este día, lo que han vivido desde el principio de la colonización hasta hoy, porque perdonando al hombre blanco y haciendo brotar de sus corazones la pureza original, la pureza de los pueblos originarios, podrá volver a surgir en estas naciones el espíritu de la fraternidad y del amor, de la hermandad y de la unión entre los seres humanos y los Reinos de la Naturaleza.

Como su Madre de Guadalupe, vengo a unir lo que está separado en lo íntimo de sus seres, motivando a sus corazones para poder alcanzar el propósito. Es muy simple, hijos Míos, el propósito de servir a Dios, a sus semejantes y a los Reinos de la Naturaleza, protegiendo todo lo que Dios creó para que ustedes pudieran estar en paz, unidos a su Amor eterno.

Así, Yo quiero, queridos hijos, que en este día esta consagración despierte a muchas más almas a este compromiso con la Creación, a este compromiso con sus pueblos y naciones para alcanzar primeramente la paz y después el amor y la unidad entre los seres. Así podré irme feliz de Centroamérica, viendo que Mi Propósito se cumplió en sus corazones.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En esta noche, Yo vengo a estampar en sus espíritus, en sus almas, Mi Divina Faz, así como un día la estampé en las vestiduras de Juan Diego.

Vengo así a unir los pueblos, a unir las culturas y las religiones en el Amor de Mi Hijo, que es el verdadero camino para encontrar a Dios. 

Vengo, hijos Míos, para que vivan un reencuentro Conmigo, para que sepan que Yo los acompaño y que los traje hasta aquí de la mano, confirmando ante Dios el compromiso de sus espíritus con la manifestación de Su Plan de paz y de redención para la Tierra.

Los llamé a Mi encuentro, hijos Míos, no solo para que escuchen Mi voz, no solo para que sientan Mi Paz, sino para que proclamen esta Paz, para que anuncien Mi Presencia entre los hombres a través de un testimonio vivo, a través de un ejemplo pacificador.

Vengo hasta aquí para que anuncien el Retorno de Mi Hijo, para que le preparen una morada segura dentro de sus corazones y para que limpien y laven sus espíritus a través del fuego de la oración y del agua viva del Espíritu Santo; para que, de esa forma, hijos Míos, Yo pueda hacerlos renacer, pueda traer a este mundo una nueva vida a través de la renovación de sus vidas.

Hoy, vengo hasta aquí como la Madre de la Naturaleza, como la Señora de Guadalupe, confirmando a América Central este compromiso con los Reinos de la Naturaleza. 

Desde el principio, hijos Míos, las Américas han tenido la misión de unirse a Dios a través de todo lo que fue creado y de encontrar la Presencia Divina en cada Reino, de comprender la misión de cada especie creada por Él.

El corazón humano, sobre todo en las Américas, debe comprender que es parte de una Ley de vida, debe formar parte de ese equilibrio, que no solo es planetario, sino que también es universal. Y, a través de esa unidad que viven con la Naturaleza, puedan atraer al mundo la unidad con el Corazón de Dios; y de esa forma, hijos, abrir a todo el universo esta puerta que une a las criaturas con su Creador. 

Hoy, les vengo a hablar de una forma simple, pero profunda, porque espero despertar a sus espíritus para la misión que vinieron a cumplir en la Tierra.

Vengo a borrar de sus vidas todos los errores que cometieron hasta hoy; para que, renovados por el Amor de Mi Inmaculado Corazón, puedan establecer la paz, el amor y el perdón entre los hombres.

Hijos, como en otros tiempos, vengo a pedirles el establecimiento de la paz para que se terminen las guerras y, así como les pedí a los pastores de Fátima, que oraran por la paz; hoy, les pido a cada uno de ustedes que, con la fe de sus corazones, clamen por la paz y atraigan esa paz al mundo; porque es posible, hijos, detener las guerras y los conflictos que se precipitan en la Tierra y traer una tregua a los lugares del mundo que ya no conocen la paz, que son permeados por el odio y por el rencor, por la ira y por la necesidad de venganza. 

Perdonen Conmigo, hijos, el pasado de este mundo. Perdonen a aquellos que por ignorancia, por no conocer a Dios, sometieron a sus hermanos y a los Reinos de la Naturaleza, causando en la consciencia del planeta una herida que hasta hoy necesita ser cicatrizada.

Únanse a Mí en oración por la paz. Únanse a Mí con actos de perdón. Y, así como Yo perdoné a los que flagelaron a Mi Hijo, a los que lo coronaron con espinas, a los que colocaron sobre Su espalda una cruz y lo crucificaron; perdonen, hijos, a aquellos que flagelaron al mundo, que flagelaron a las almas, que las crucificaron con el martirio y el sufrimiento, sufrimiento que hasta hoy muchos viven como almas en planos oscuros del planeta. 

Liberen Conmigo esas dimensiones de la Tierra, para que este planeta pueda relucir en el universo con la Luz del Amor que habita solo en él. 

Que este atributo divino pueda ser un manantial vivo para todo el Cosmos y que todas las criaturas creadas por Dios puedan usufructuar de ese Principio Divino. Y así, hijos Míos, la paz se establezca en toda la Creación.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Por Mi venida a Centroamérica, queridos hijos, es que Yo puedo aproximarles Mi Gracia. Es esa Gracia que formará a los nuevos ejércitos de Luz para que puedan corresponder a Mi llamado.

Hoy aquí, en Costa Rica, consagraré a nuevos Hijos de María que serán parte de ese ejército de Luz que se comprometería Conmigo a orar por la paz, con el objetivo principal de hacer triunfar Mi Corazón en las almas y en todas las naciones.

Con ese Amor del universo que hoy les traigo, que es muy desconocido para muchos, quiero que se aproximen aquí los Hijos de María. Recuerden que todos ustedes, en esencia, son hijos de Mi Divinidad, de Mi Maternidad y de Mi Amor.

Hoy vengo especialmente a consagrarlos, porque han confirmado a Mi Corazón Inmaculado la realización de esta gran misión de traer la paz al planeta y a la humanidad.

Coloquen su mano izquierda sobre el pecho. 

Repitamos:

 

Mi Dios, 
yo creo en Ti, yo Te adoro, yo Te espero y yo Te amo;
y Te pido perdón por los que no creen en Ti,
no Te adoran, no Te esperan y no Te aman. 
Amén.

 

Sientan la paz de los ángeles del universo. Conforten sus vidas a través de Mi Espíritu Santo y así realicen en este tiempo los preparativos para la gloriosa venida de Cristo y la redención de la humanidad ante los Tronos de Dios.

Con esta Gracia que brota de Mi Corazón como un manantial, Yo los consagro, hijos Míos, como chispas de Luz de Mi Espíritu, como almas en redención, en profunda rehabilitación, como ejemplos de oración viva para el mundo, especialmente para aquellos que no conocen la oración del corazón. 

Es así que hoy aquí, en Centroamérica, establezco la pureza original de sus almas como el principio fundamental de Dios en sus vidas y en sus consciencias, con la finalidad y el propósito de que siempre recuerden la pureza de sus corazones, porque será la pureza del corazón la que los llevará eternamente a la paz y al amor.

Queridos hijos, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Y ahora canten el himno de su consagración, como representantes de los ejércitos de Luz de su Santísima Madre. 

Agradezco a Costa Rica por haber respondido a Mi llamado, en esta primera parte de la Sagrada Misión.

¡Les agradezco!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA Y DE SAN JOSÉ, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Escucho la voz de los que claman por una oportunidad y, a través de Mi Vientre Purísimo que gesta las nuevas cosas en todos los corazones de la Tierra; hoy, les traigo el Espíritu de la Natividad del Señor para que sientan la Paz, el Bien y la Misericordia que se expanden por los cuatro puntos del planeta.

Hoy, las oraciones fueron recogidas por Mis ángeles y son derramadas como Gracias en los corazones más necesitados de la Presencia infinita de Mi Hijo.

Pero hoy, no estoy sola aquí, queridos hijos, estoy con la Presencia de San José y de todos los ángeles que Nos guían hacia el Propósito infinito de Dios, con todos los Ángeles de la Guarda que rezan por sus almas y por sus familias. 

Un saludo es enviado, un saludo de Paz, es emitido desde el Corazón del Universo, el Corazón de Adonai.

Hoy, Mi Hijo está entre ustedes, abran sus corazones para poder recibirlo con humildad y en paz. No dejen, queridos hijos, de buscar a Aquel que les dio la vida, Aquel que murió por ustedes y que aún derrama Su Misericordia sobre el mundo, a pesar de las guerras y las confrontaciones, a pesar de las familias exiliadas o de las familias que han vivido la inundación en Uruguay.

El Espíritu de Dios está atento a la necesidad de todos Sus hijos en el mundo.

Hoy, ofrezcan, queridos hijos, este tiempo de transición para que pueda reinar la paz, principalmente en aquellos que no la buscan. Hoy, Mis ojos miran con dulzura sus corazones. Hoy, Mis manos tocan sus cabezas, así como Yo toqué la pequeña Cabeza de Jesús, para sentir la Presencia, entre todos, del único Dios.

Hoy, Mi Corazón les habla a todos los Cristos internos, que emergen de lo profundo de sus corazones para traer la Paz y la Luz al planeta. Es esa Luz, queridos hijos, es ese Cristo al que siempre deben buscar, a pesar del tiempo de tribulación.

Hoy, están, queridos hijos, ante el sagrado Pesebre espiritual que les recuerda el Nacimiento del Mesías, la encarnación de la Misericordia de Dios en el mundo y la oportunidad sagrada para todas las almas.

Mientras, Yo les entrego Mis Palabras de Amor y de Paz, coloquen en sus corazones a todos Mis hijos, a todos aquellos que se distancian de Dios en esta noche; pues Mis pies hoy pisan la cabeza de la mala serpiente, porque triunfa la Gracia de Dios a través de la Luz de Mi Vientre purísimo, que los renueva, que los congrega en el Amor y en la Verdad.

Hoy, todos ustedes tómense de las manos, así como Yo Me tomo de las manos de Mi Esposo, San José, ante el Reino Celestial y todo el universo congregado en este suelo sagrado. 

Aurora vuelve a amanecer en los corazones no redimidos. Las deudas son perdonadas, las cuentas son equilibradas y la balanza está en su justa ley por la donación amorosa de Nuestros Sagrados Corazones.

Honren al Dios de las Alturas. Traigan la Paz a la Tierra para todos los espíritus sufrientes, para las almas que claman por la Misericordia de Dios, para aquellos que sufren en la oscuridad, para todos los que se encuentran en su profunda soledad espiritual, para los niños y enfermos de los hospitales, para aquellos que se exiliaron de sus casas para buscar un nuevo camino de esperanza.

Congreguen, a través de esta unión, al Espíritu de la Paz de Cristo, a la sanación de los corazones, a la Paz para todos los seres de la Tierra.

Y ahora, queridos hijos, coloquen en Mi Vientre purísimo sus sublimes intenciones, para que Yo las pueda gestar y sus seres vuelvan a nacer a través de la redención del Señor.

¡Estrella de Belén, circunda al universo! 

¡Estrella de la Hermandad y de la santa fraternidad brilla en los corazones que se abren para encontrar la paz!

Oremos a Dios.  Oremos a Su Misericordia para que Sus Rayos se derramen en los que más sufren en estos tiempos de caos.
 

Oración:  Padre Nuestro.
 

Y así, queridos hijos, siempre los quiero ver unidos, en la alegría, en la tristeza, en la hermandad, en la tribulación, en el caos y en el triunfo de Mi Inmaculado Corazón.

Ahora, escuchen, con la suavidad de Nuestras Palabras, al Casto Corazón de San José. Aquel hombre que se ofertó, por todos ustedes, para que el Proyecto de Dios se cumpliera en todo el mundo.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:

Solo les digo en esta noche que sean humildes de corazón, porque es en la humildad que sus aspiraciones más verdaderas se tornarán reales.

Busquen el camino de la simplicidad, porque fue en la simplicidad de esta noche, en la pura alegría de sus corazones, que los cielos volvieron a abrirse para la Tierra, en espacios olvidados del mundo, donde la Luz de Dios ya no podía brillar.

Descubran, queridos, que en esta noche la simplicidad reina en sus corazones.

Descubran el misterio de vivir con pura alegría, de ser como niños que se expresan tal cual son y lo ofrecen al Creador, para que la pureza vuelva a reinar en el corazón de los hombres.

Muchos desconocen la Presencia de Dios en el mundo y, poco a poco, la humanidad debe volver a reconocer que Dios es el Padre Supremo de todas las criaturas de esta Tierra para que, unidos a Él, Su Reino se establezca en este mundo y la unidad vuelva a ser una realidad entre todos los Reinos de la Naturaleza, incluyendo hoy el Reino de los Ángeles y de los Arcángeles, aquellos que los aguardan día y noche para que aprendan con ellos a crear Luz, a alabar a Dios, para construir en esta Tierra Su Reino de Infinita Paz.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, si sus brazos están cansados, eso es lo que deben sentir. Incansablemente, busquen la unidad entre todos los seres de la Tierra, porque hoy les revelo el misterio del Nacimiento de Jesús. 

La unidad de Mi Corazón con el Corazón de San José, y con todos los que se congregaron para esa tarea, hizo posible la salvación de la humanidad.

En acto de humildad y de reparación, oraremos nuevamente a Dios. Pero quiero, queridos hijos, ver en sus rostros la alegría de estar comulgando con el Niño Rey para que desaparezca la tristeza, el odio, la incomprensión, la desunión entre los corazones; y que, en nombre de Mi Corazón Inmaculado, prometan ante Mi Dios Santísimo esforzarse todos los días por esta Sagrada Unidad que está desapareciendo de la Tierra.

Recemos:

Somos una sagrada familia.
Somos semillas futuras de la Nueva Humanidad.
Somos dignos hijos de Dios.
Amén.
Amén.
Amén.

Y ahora, lleven sus manos hacia el corazón, porque Cristo nació nuevamente en los corazones que hoy le clamaron y lo buscaron en cualquier punto de esta Tierra.

Les agradezco y les agradecemos por haber respondido a Nuestro llamado.

Que suenen los cuencos y las campanas. El Rey ha nacido en el tabernáculo de los corazones de todos los seres. 

Proclamen a Dios esta grandeza. Alaben Su Nombre por los siglos que vendrán. Que así sea.

Mientras Nos elevamos, llevando las plegarias de todos los seres, cantemos. Hoy, se establece una noche de Paz. 

¡Les agradezco!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Reverenciemos al Rey que está naciendo en el mundo que sufre, y eleven al Cielo sus súplicas, Dios los está escuchando. En cada parte del mundo, los ángeles están atentos para elevar al Cielo las plegarias de los hijos de Dios.

Escuchen con atención lo que les digo.

Yo soy Bienaventurada entre todas las mujeres y ustedes son misericordiosos ante los Ojos de Dios. Agradezcan, en este tiempo final, el encuentro Conmigo; pues Mi llamado está pasando por toda América, con la misión de que los corazones se consagren a Dios.

Liberen sus culpas y deudas, alcancen la cura y la redención, y vivan el Propósito de Dios.

Bienaventurados los que están Conmigo en esta noche, recordando este misterio del Nacimiento de Jesús. Hoy, traigo en Mis brazos al Niño Rey, que trae bendiciones para el mundo y para todas las familias de la Tierra, reconsagrándolas a los Sagrados Corazones, viviendo el misterio infinito del Amor en este ciclo que llegará. 

Yo los preparo, de corazón y de alma, para el advenimiento de Cristo, el Redentor. Preparen sus moradas, hijos Míos, la Sierva fiel viene a su encuentro para ayudarlos, esperando una respuesta inmediata de la humanidad.

Hoy, las penumbras circundan la Tierra, pero Yo Soy el Sol radiante que todo transmuta. En este momento, las almas están siendo liberadas y los corazones, que creen en el Rey Universal, serán glorificados por Dios en los tiempos que vendrán.

Alégrense aquellos que escuchan Mi llamado y por todos los que celebran junto Conmigo el misterio infinito de la Sagrada Familia, porque los Códigos del Cielo están siendo derramados sobre la humanidad que está abierta para escuchar Mi Mensaje.

Por eso, hoy Me arrodillo, delante de ustedes, para reverenciar el Nacimiento de Cristo, Mi Hijo, en sus seres. Preparen sus corazones para este momento. Los coros celestiales están alabando al universo y todas las Jerarquías divinas de la Luz se congregan en el Amor al Propósito Mayor.

Abran las puertas de sus esencias para que el Rey pueda habitar en ustedes. Destituyan de sus vidas el pasado. Renuévense a través de la esperanza de Mi Corazón materno.

Yo vengo a preparar a los nuevos apóstoles de Cristo, aquellos que caminarán silenciosamente para servir a Dios. Por eso, Cristo debe renacer en ustedes en esta noche. Abran sus ojos al horizonte que se aproxima. La Misericordia de Dios está siendo derramada sobre el mundo. Dichosos todos aquellos que creen en Mi Palabra, porque encarnarán el Espíritu de Dios para el nuevo tiempo. No reconocerán sus vidas, porque serán transformadas por los Dones de Dios, los mismos Dones que Yo encarné en el Nacimiento de Cristo.

Por eso, hoy les traigo, Mis hijos amados, la Buena Nueva de la llegada del Mesías, el Profeta entre los profetas, el Maestro entre los maestros, el gran Salvador universal para el planeta.

Eleven en sus oraciones a los Reinos Menores, en ellos debe nacer el espíritu crístico salvador. Bienaventurados aquellos que cuidan de la Creación del Padre, porque en el futuro serán llamados dignos hijos de Dios.

Abran sus corazones, Mis amados hijos, porque a través de Mi Corazón Inmaculado, en esta sagrada Nochebuena, Yo les traigo el Espíritu crístico de Mi Hijo para que pueda encarnar en ustedes y, a partir del nuevo año que comenzará, sus vidas estén renovadas por el Propósito de Dios.

Que escuchen los cuatro puntos del planeta; la Mensajera de Dios, la Purísima Virgen entre las vírgenes, está anunciando Su última Palabra al mundo.

Hoy, Mi Espíritu se regocija por todos aquellos que celebran Conmigo la humildad y la venida de Cristo. Alégrense los corazones que han sufrido, sus nudos internos están siendo desatados, sus faltas están siendo perdonadas, porque Cristo viene a auxiliarlos y a redimirlos. Levántense aquellos que han caído en este mundo. Conságrense los corazones que aún no se han consagrado. El advenimiento del Redentor se aproxima y ustedes deben estar preparados para recibirlo. Dichosos aquellos que consagran sus familias a la Sagrada Familia de Nazaret. Aquellos, que se abran de corazón y de espíritu, podrán recibir los mismos principios de la Familia Sagrada y serán la nueva generación redimida, la Nueva Humanidad que dará principio a lo nuevo.

Por eso, hijos Míos, reciban Mis Palabras con gozo y plenitud. Que canten todos los seres de la Tierra. Que los coros celestiales pronuncien la Gracia de Dios. Yo he venido en su auxilio, en nombre de esta humanidad.

Yo los bendigo.
 

Canción: “Ave María”.
 

Cuando cantan con amor, Mi Alma se llena de gozo por los valientes, porque veo en este mundo a los nuevos rebaños que se redimen y que buscan la Luz de Cristo entre las sombras. Esos son Mis queridos hijos, los que encomiendo a Dios todos los días.

Sus almas muchas veces han estado en Mis brazos, de la misma forma como Jesús lo estuvo al comienzo. Yo les abro Mi Corazón maternal para que reciban Mi Gracia Suprema. En esta Nochebuena, Yo consagro a todas las familias y los invito a animarse, a seguir Mis pasos de Luz y de Paz, a través de la Sagrada Peregrinación que Yo realizo por el mundo junto a ustedes.

Invito a todos los buenos corazones a que Me ayuden a cumplir Mis pedidos; pues el mundo necesita, en todas partes, la Misericordia de Dios. Aún aguardaré, queridos hijos, llegar a África y a otras partes del mundo que también Me necesitan. 

Mi Gran Consciencia Universal observa desde el universo a la humanidad. Yo quiero llegar, hijos Míos, a todo el mundo a través de sus esencias y corazones, porque así ustedes serán el fiel testimonio de la conversión, de la redención del fin del tiempo; y así, ayudarán a que otros corazones se animen a seguirme, en este llamado final que hoy pronuncio.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Les advierto, antes de que Mi Hijo llegue al mundo, que por última vez las puertas de la liberación se abrirán en este planeta, para que  todas las almas que habitan en él puedan recibir una oportunidad grandiosa de liberarse definitivamente de todas las raíces del mal que las aprisionan a este mundo y no les permiten evolucionar y retornar a los Brazos de Dios.

Hijos Míos, para cerrar este encuentro de Mi Corazón con sus corazones, quiero decirles que reflexionen profundamente sobre esta noche y sobre la noche que vendrá, porque en estos tiempos finales generaron méritos para que, en estos dos días, sus almas recibieran una Gracia incomprensible para la mente de la humanidad.

A través de los ojos del corazón, vean la Presencia de Dios a través de Su Sierva y de Sus Ángeles.

El Señor le envía al mundo esta molécula crística que, por última vez, ingresará en las esencias de los seres humanos, en aquellos que deben despertar en este tiempo y que puedan cumplir su misión cuando llegue el momento de ver a Mi Hijo retornando sobre las nubes, porque Él aguardará de todos ustedes los frutos de las semillas depositadas a lo largo de los años.

Escuchen con atención Mi Voz y, sobre todo, abran sus corazones en esta noche única para la humanidad.

Yo les pido, Hijos Míos, que no vivan este momento como un momento común de sus vidas, sino que canten y glorifiquen al Señor y permitan que Él ingrese definitivamente en sus esencias y que, a partir del sí verdadero de sus corazones, aquellos de Mis hijos de la humanidad que todavía duermen en este mundo puedan ser despertados por Mis Ángeles y por todos los Bienaventurados que circulan en el planeta en esta noche. 

¡Que se abran las puertas de la liberación al mundo! ¡Que las raíces del mal sean elevadas a los Cielos para que la humanidad viva la redención y la paz en los tiempos que vendrán!

Fortalézcanse ante Mi Presencia, fortalezcan la fe en sus corazones para superar las pruebas que llegarán al mundo y para ayudar a aquellos que no pudieron despertar.

Yo los aguardo, hijos Míos, en profunda oración. 

Hoy, conduzco a sus almas a Mi Reino y, a través de Mis vehículos de Luz, elevo cada uno de sus seres para que, por un instante, reciban los códigos del Origen Esencial.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mi Espíritu Maternal se eleva sobre el mundo; y Dios Me ha permitido, a través de la Gracia, que Mi Corazón estuviera presente en sus hogares y familias, comulgando de este Nacimiento de Cristo, el Redentor.

Por eso, con alegría maternal, sonrían como sonríe Mi rostro de Luz. Que su rostro refleje alegría y amor, porque así la tristeza se disipará y la esperanza los resucitará en espíritu.

Invito a todos los presentes, queridos hijos, a que se aproximen a este sagrado Pesebre de Luz, para que sea bendecido en nombre de la humanidad. Cantemos con alegría y glorifiquemos al Redentor. El Niño Rey está naciendo una vez más en el mundo. Dichosos aquellos que abren sus corazones, porque Cristo entrará dos veces y les hará sentir el Amor de Dios.

 

Canción: "Noche de Paz".

 

Con la bendición con la que Jesús nació, Yo bendigo a estos niños en nombre de todos los niños de la humanidad, y también bendigo la Nueva Tierra que es el advenimiento del nuevo Niño Rey, aquel que nacerá en el espíritu de los simples y prevalecerá, a través de los tiempos, en la sonrisa de los más jóvenes y humildes.

Yo los bendigo, queridos hijos, con la misma pureza que Dios Me concedió, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por responder a Mi llamado. Sigan cantando mientras Mi Espíritu se eleva. Que suenen todas las campanas, Cristo está naciendo en la humanidad.

 

Canción: "Noche de Paz".

 

Madre María Shimani de Montserrat:

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN BETIM, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mi Corazón Inmaculado viene a este mundo con el propósito de conquistar sus vidas. Yo los reúno, un día más, para glorificar el Corazón de Dios. Las puertas del cielo se abren, en esta ciudad, para derramar Su Misericordia, y todos están congregados a través de Mi Inmaculado Corazón.

Día y noche, visito sus hogares y todos los rincones de esta ciudad, que tanto necesitan de Mi Luz Maternal, para escuchar sus súplicas.

Por eso, queridos hijos, Yo les pido que sus hogares sean templos de oración y de paz; de esa forma se prepararán, queridos hijos, para la Venida Gloriosa de Cristo.

Que entre sus corazones exista armonía y equilibrio, que ya no haya desunión ni separación.

Que sus familias sean sagradas familias, así Me ayudarán, queridos hijos, a que la Ley de Dios sea leve en este mundo y en todos los puntos de la Tierra.

Yo los invito a crear grupos de oración, cuya misión sea alcanzar Mi Verbo Divino, así estarán unidos al gran Pensamiento de Dios y construirán bases nuevas en sus vidas.

Yo los quiero unir a Mí a través del Santo Rosario, a través de la Comunión y de la Confesión con Mi Hijo.

El enemigo ha logrado distraerlos de los Sagrados Sacramentos que los unen a los Cielos y al Universo. Recuerden vivir los simples Mandamientos de Moisés. Abrirán las puertas de la salvación para sus vidas cuando, en el día a día, a través de sus familias ustedes cumplan con las Leyes de Dios.

Todo se reconstruirá, todo volverá a estar en paz, y en sus corazones no faltará el amor. Yo vengo como la Reina de la Paz, buscando la paz en sus vidas.

Que sus vidas siembren la paz por donde vayan.

Que sus labios proclamen la grandeza de Dios, así sus vidas estarán transformadas por la fuerza de Mi Espíritu mariano, por la grandeza y la Misericordia de Jesús y principalmente por la Compasión de Dios. 

Que sus caminos se enderecen, sigan adelante, sigan a través de Mí, no pierdan de vista Mi llamado.

Mis ojos contemplan sus corazones, Mi Manto los protege y los guarda cuando de verdad siguen Mis pasos, pasos que siguen hacia Jesús y que los llevarán a una meta mayor.

Queridos hijos, es hora de formar soldados de la oración, es momento de que existan ejércitos orantes en este mundo.

La luz es más poderosa que el mal. El amor vence siempre, les trae esperanza y paz; por eso, anímense a dar este gran salto en la evolución. 

Que sus vidas sean perpetua oración.

Que sus espíritus estén en perpetua comunión, y que no pierdan de vista el camino que Yo les indico.

Queridos hijos, Mi Corazón debe seguir asistiendo a la humanidad, Él debe seguir entregando antorchas de Luz a todos los corazones de la Tierra para que, en este tiempo de transición y de caos, la esencia de la paz no se pierda en el mundo.

Cuanto más oren Conmigo, todos los días, más aprenderán a crecer a través del amor y sentirán lo verdadero en sus corazones; no existirá ningún mal ni ninguna perturbación, porque sus esencias, que provienen de la Fuente de Dios, de la Creación Mayor, estarán firmes y valientes para seguir adelante caminando en Cristo y por Cristo, despertando los nuevos apóstoles en todos.

Yo les traigo un llamado simple, pero urgente.

Mi Voz sigue reverberando en este universo local, todos los Ángeles y Arcángeles escuchan este llamado, toda la Creación trabaja por la salvación de este mundo.

Queridos hijos Míos, ¿han percibido que vengo a evitar muchas cosas?

Observen en sus vidas: ¿cuánto tiempo le dedican a Dios?, ¿cuánto buscan dentro de ustedes el rico universo interior, que vive siempre en ustedes y que debe estar al servicio de Dios, por medio de la caridad y de la donación, por el bien de este mundo y de las almas?

Yo Soy la gran Estrella Guía de este universo, Soy el segundo Sol de este universo que viene a iluminar su vida espiritual, a reconstruir sus corazones y esencias. Yo vengo principalmente a entregarles la reconciliación con Dios.

De esa forma, Mis pequeños, sus vidas se curarán y no será necesario sufrir más; para eso, deben orar con el corazón, estar unidos a Mi Esencia Maternal.

¡Cuánto deseo tenerlos en Mis brazos todo el tiempo! Mi Hijo Me ha permitido esa Gracia especial de abrazarlos y acogerlos, de transmitirles el calor de Mi Corazón Inmaculado para que sientan confianza y fe.

Queridos hijos, los llamo en este tiempo porque es un ciclo definitivo para todos; ya no pueden seguir haciendo lo que siempre hacen, algo debe cambiar en sus vidas espirituales.

Mi Hijo Me ha concedido llegar hasta Betim para poder proclamar el despertar de todos.

El tiempo indica un cambio profundo. Por eso, queridos hijos, busquen el silencio a través de la oración, sepárense de los ruidos de este mundo, busquen en la naturaleza la Creación del Padre, así estarán unidos al universo y podrán conocer la Voluntad de Dios; porque Yo les aseguro, queridos hijos, que en este tiempo final cada uno tiene su misión.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, les agradezco profundamente por vencer la inercia del mundo, por vencer el miedo de encontrarse con lo Divino y venir a Mi encuentro.

Queridos hijos, sé cuán difícil encuentran que el Reino de Dios se manifieste en sus vidas porque viven en un tiempo de caos, en el que las modernidades tomaron cuenta de las mentes y los corazones de los hombres. Pero hoy les pido, hijos Míos, que encuentren en Mi Presencia una fuente de esperanza, porque es esto lo que les traigo en este tiempo. A través de Mi Presencia en el mundo, traigo una oportunidad única para que todas las almas que viven en la Tierra puedan cumplir con la misión que les corresponde y puedan retornar al Origen Celestial con esta divina misión cumplida.

Por eso, hijos Míos, aunque consideren difícil tornar vivas Mis Palabras, en el simple día a día de sus conciencias, les pido a los que me escuchan con el corazón que disuelvan las imposibilidades, porque, delante de este portal que se abre al Reino de Dios, nada es imposible. 

Solo necesito que sus vidas tengan el ímpetu de vivir en oración, que tengan el coraje, cada día, de enfrentar las fuerzas mundanas que viven en cada una de sus esencias y que no permiten, Mis queridos, que la Luz del Reino Mayor se pueda manifestar en sus seres. A aquellos que Me dijeran sí, un Rayo del Corazón Celestial diseñará sus vidas y los liberará de todo el mal para que puedan en este tiempo, hijos Míos, vivir las Palabras que les traigo al mundo.

Hoy, les pido que reciban el manantial de esperanza y de la divina piedad que traigo al mundo. Les anuncio que este es aún un tiempo de Misericordia y que aun cuando llegue el tiempo definitivo de la Justicia, a aquellos que clamen con el corazón, les será posible revertir el mal de sus vidas y, a través de la Misericordia de Mi Hijo, atraer la Luz Divina a este mundo.

Mis queridos, hoy los invito a lo que les parece imposible, para que puedan, en este tiempo, ver el mundo desde otro punto de vista. 

Ya no se queden, hijos Míos, en las pequeñas cosas de sus vidas, porque, si hoy están aquí, es porque el Señor los convocó a cada una de sus almas a que manifiesten un Propósito Mayor. Deben descubrir, en este tiempo, que la Verdad de Dios desciende al mundo para transformarlo por completo, preparando así la Segunda Venida de Mi Hijo y su Retorno Glorioso para redimir definitivamente a todas las almas de esta Tierra, las que están en vida y las que ya no viven, pero que siguen en la ilusión que este mundo un día les ofreció.

Mis amados, si aceptan responder a Mi llamado, los invito a formar parte de este, Mi ejército de paz, para que la paz pueda llegar a todos los espacios de este mundo, porque en este tiempo el Verbo que les traigo cruza todas las fronteras, disuelve los obstáculos y llega hasta las almas más olvidadas para que reciban una oportunidad de redención.

Mis amados, aspiro en esta noche a que la Luz del Reino Celestial toque cada una de sus esencias y transforme para siempre sus vidas.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Por eso, el camino de la persistencia les permitirá alcanzar ese propósito Mío.

Yo les hablo con Amor y en nombre del Amor. Yo les traigo la Gracia de la serenidad y de la esperanza.

Hoy, llevo al Cielo sus súplicas e intenciones, sigan rezando para que ellas se puedan cumplir. Todo tiene su tiempo en el universo de la Voluntad.

En esta noche de Gracias, en la que veo sus corazones encendidos, colmados con el Espíritu de Dios Padre, Yo consagro estas flores y estas imágenes especialmente para ustedes, Mis pequeños hijos; para que a través de este símbolo, a través de las flores, recuerden que sus corazones son una belleza perfecta para Dios, y más aún lo es cada una de sus vidas.

Gracias, Mis pequeños, por responder a Mi llamado.

El Universo los bendice y Mi Corazón les agradece, vayan en paz, en total confianza y fe, recuerden a Cristo en sus vidas.

En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Esta noche, Nuestra Señora se acercó a nosotros, se mostró como la Reina de la Paz, y nos mencionó la importancia que tiene para el Plan de Dios sobre la Tierra, que sus hijos la escuchen con el corazón y no con la mente.

También Ella nos mencionó la importancia de Sus próximos pasos en la peregrinación. Ella nos recordó que los Estados Unidos, su próximo lugar de peregrinación, es la nación número uno para que Ella pueda llevar la conversión. Y que Ella espera que todos sus hijos del mundo, sin distinción de nacionalidad, comprendan la importancia de que Ella pueda conversar con Sus hijos de los Estados Unidos.

Ella nos dijo que las almas que viven en esa nación necesitan mucho de Su Amor, necesitan mucho de conversión y necesitan conocerla más profundamente porque Ella irá a esa nación como la Madre del Mundo y espera realizar una gran tarea con todos los habitantes de los Estados Unidos.

Ella mencionó especialmente a la nación originaria, la de los indígenas de ese país.

Ustedes saben que, a lo largo de todos estos años de peregrinación, Nuestra Señora como la Madre de Guadalupe, María de Guadalupe, ha hecho una gran tarea con los pueblos originarios, pueblos que han sufrido mucho en estos últimos siglos. Ella les lleva alivio a esas almas que hoy todavía están en la superficie de la Tierra y a aquellos que aún no han podido trascenderse hacia la luz y que están en otros planos de consciencia.

Por eso, Ella nos pide que estemos bien atentos a esa peregrinación porque será un gran triunfo de la Luz y de Su Inmaculado Corazón, y convoca a todos sus hijos del mundo para que puedan ayudarla a llegar a los Estados Unidos.

Todas las informaciones sobre esa gran peregrinación están en la página web.

Y después de los Estados Unidos, Ella, como les dijimos hoy, quiere ir a África a finalizar una tarea.

Así es que todos estamos muy empeñados en poder llevar la Luz de Dios a todos esos lugares; de la misma forma como hoy recibimos el Amor y la Cura espiritual de Nuestra Señora.

Nuestra Señora bendijo las flores que hay aquí, en el altar, para que ustedes las puedan llevar a sus casas, como si llevaran un pedacito del Corazón de Nuestra Señora.

Por eso, les vamos a pedir a los Hijos de María, que están vestidos con camiseta celeste, que mientras cantamos, ellos suban hasta aquí y luego desciendan para repartir las flores a todos ustedes.

Y, a todos ustedes, les agradecemos de todo corazón por haber estado con nosotros esta noche; y si quieren que María retorne a este lugar pídanselo con el corazón y dentro de un tiempo Ella volverá a estar aquí.
 

Canción: “María de Nazaret”.
 

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE SÃO JOSÉ DO RIO PRETO, SAN PABLO, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Yo Soy la Señora del Cielo y ustedes son las rosas que brotan de Mi Corazón. Mi promesa ante la humanidad es la salvación; por eso, recorro amorosamente todas las ciudades del mundo.

Con alegría y bienaventuranza, Europa se prepara para recibirme, porque el fuego sagrado de Fátima resurgirá y junto a Medjugorje se expandirá por todo el continente.

De la misma forma, Yo lo he hecho en Campinas, San Carlos y São José do Rio Preto, creando la triangulación de la Divina Trinidad para que todas las almas sean rodeadas por la Luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

En esta noche de gloria y de reparación para muchas almas, Mi Corazón Inmaculado se ilumina ante sus rostros, derramando las Gracias y los códigos de salvación, la cura espiritual que muchos necesitan en esta era.

Mi Corazón Inmaculado ha escuchado con amor sus oraciones; por eso, Mi promesa de peregrinar por las ciudades de Brasil continuará abriendo corazones y nuevas puertas para muchas almas.

Vengo del Cielo a traer la Luz Misericordiosa de Mi Hijo. 

Mis manos derraman Mis Gracias sobre sus seres, para que las puedan guardar en el corazón y en el espíritu.

Hoy, vengo a anunciarme como su Mediadora y Salvadora. Soy enviada por Jesús, Soy la Madre del Redentor y Rey.

Mis estrellas se han propuesto irradiar sus caminos. Mis pies peregrinarán a su lado, para que en los nuevos caminos se puedan redimir y todos encuentren el Amor de Mi Inmaculado Corazón.

Queridos hijos, no teman por sus ofensas, pero elévenlas hacia el Reino del Creador. Que el poder de su oración sea más fuerte que sus errores.

Yo estaré presente en cada momento de una nueva oración, en el que cada grupo se reúna a orar Conmigo.

La Virgen Peregrina ya ha comenzado a andar por el mundo y el gran Reino de Fátima se alegra por esta respuesta. Sus ángeles alaban al Trono del Padre, porque las ofertas están siendo recibidas por Dios y en esta dura transición, que muchos viven, podrán ser auxiliados por el rayo de la Cura de Mi Hijo.

Aproxímense a Mi Corazón Inmaculado, sean verdaderas flores de luz en Mi Corazón Eterno; así permitirán, queridos y amados, que las espinas sean retiradas del Corazón de Dios. Muchos de ustedes, a través de la oración del corazón, asumieron transmutar y sufrir por este mundo.

Queridos hijos, muchos videntes y peregrinos, a lo largo de los siglos, se han ofertado a sufrir para curar a esta humanidad.

La Sagrada Sábana de Mi Hijo está abierta entre Mis brazos, para que Yo siempre los pueda envolver y curar, en este perpetuo servicio que prestarán a Dios.

Sé que muchos no comprenderán lo que hoy les digo, pero Mi Luz Celestial viene a su auxilio para que puedan despertar desde la consciencia.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En esta noche, les digo que aquellos que confían plenamente en Mi Inmaculado Corazón pueden entregar, en Mis manos, a sus familias, sus hermanos queridos, porque Yo cuidaré de cada uno de ellos.

Hoy, les quiero decir, hijos Míos, que cuando asumen una tarea con el Reino de los Cielos, Mi Corazón se encarga de sus vidas y cuida profundamente a cada una de sus almas, tratando de curar y liberar todo aquello que no está caminando en dirección a la Luz.

Por eso, hoy quiero que sepan lo importante que es confiar en Mi Inmaculado Corazón, la importancia de entregar totalmente sus vidas; porque cuando se colocan en Mis brazos, así como lo hizo el Niño Jesús, Yo los elevo en dirección al Reino de los Cielos y coloco sus almas a los Pies del Creador para que Él pueda bendecirlas.

Por eso, hoy les digo y les pido a todos aquellos que Me traen intenciones sobre sus familias, a todos aquellos que sufren porque el mal ingresa en sus hogares, que tengan confianza en Mi Corazón y que, a través de la vida de oración, Me entreguen sus corazones cada vez un poco más; porque de esta forma, hijos Míos, nada quedará sin ser contemplado.

Como hoy les dije, Yo Soy la Reina de la Liberación, Aquella que tiene el poder de tocar sus vidas y de transformar todo el mal que en vive ella. Pero es necesario que Me den permiso para hacerlo, que declaren ante el universo que tengo potestad para actuar en sus vidas; porque a partir del momento que Me digan sí, nada más podrá impedir que Yo llegue a sus hogares, que Yo ingrese en sus corazones y los conduzca definitivamente a Mi Reino.

Hoy, no les pido vidas perfectas; les pido que, a través de la simplicidad de sus corazones, puedan vivir una vida que camine hacia el bien, hacia la fraternidad, hacia la caridad del corazón, esta que les permita vivir como hermanos sobre esta Tierra.

Hijos Míos, con Mi Presencia, quiero que descubran al Dios Vivo en el interior de cada ser, porque de esta forma podrán atraer la Vida Divina hacia este mundo. A partir del momento que aprendan a amar las imperfecciones de sus hermanos y a encontrar en sus semejantes un motivo de profundo amor y de profunda alegría, estarán caminando cada vez más hacia la manifestación del Plan de Dios.

Hoy, les quiero decir que todos los Misterios Celestiales se revelan en simples actos de amor que no están en los libros, que no encontrarán en difíciles teorías, sino que los descubrirán en la práctica, en la caridad, en la fraternidad y en el servicio, en la oración diaria que los aproxima a Mi Reino.

Hijos Míos, perciban que lo que les pido es tan simple que, si actúan de forma verdadera, encontrarán un camino rápido que los conducirá a Mi Reino. Solo es necesario que tengan voluntad, que tengan corazones valientes para vencer la inercia de este mundo, inercia que les impide actuar en cosas tan simples como son la oración del corazón y los pequeños actos de caridad para el prójimo.

Hijos Míos, espero que, en esta noche, Mi Presencia haya tocado sus corazones, porque Mi Inmaculado Corazón resplandece delante de sus ojos y aquellos que verdaderamente quieren verme, si Me buscan con los ojos del corazón, Me encontrarán resplandeciente, verán Mi sonrisa que ilumina sus vidas en esta noche y borra de sus corazones todo el mal, todo el dolor y todo el sufrimiento que vivieron hasta el día de hoy.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo vendré a sus vidas cuántas veces Me lo permitan, pues grande es la necesidad de salvación del mundo y de que el Gran Proyecto Divino de Dios se cumpla a través de los nuevos grupos de oración que, siglo tras siglo, han sustentado a esta humanidad.

Hoy, los invito a que ingresen en el fuego de Mi Corazón Inmaculado, porque allí Yo los podré transformar y sentirlos muy  cerca, y ayudarlos a caminar en esta senda infinita.

Bendigo a todos los hijos que se consagran a Mi Inmaculado Corazón.

Bendigo a estas imágenes que recorrerán muchos hogares, abriendo puertas a la oración y al perdón.

Yo les agradezco, queridos hijos, por responder al llamado del Cielo.

Permanezcan en Cristo, para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Vamos a cantar “Nuestra Señora”.

¿Vamos a dejar que Nuestra Señora nos cuide? Vamos a ver.

Vamos a compartir con ustedes algunos movimientos, durante la Aparición, porque sabemos que es importante para todos poder aprender en este ciclo, en este tiempo planetario, cómo los Mensajeros Divinos se acercan a nosotros.

Es así, que les vamos a pedir a Fray Elías y a Hermana Lucía que nos cuenten algunas cosas.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Antes de la Aparición de María, los ángeles que acompañan a nuestra Madre llegaron a este lugar y comenzaron a bautizar muchas almas.

Esas almas pasaban frente al altar y los ángeles, delante del portal que abrió nuestra Madre, bautizaban con la Sangre de Cristo a muchas almas. Era un acto que servía de reparación y de reconciliación. Era un evento simbólico que estaba siendo mostrado a todos nosotros, pero también era un ejercicio de mucha reverencia que los ángeles realizaban con muchas almas.

En el momento en el que llegó Nuestra Señora, se manifestó como la Reina de la Paz y también como la Rosa Mística.

Ella nos habló hoy de las tres rosas que brotaban, en esta Aparición, desde Su Corazón. Ella aspiraba a que cada uno de nosotros, a través de la oración, pudiéramos ser parte de esas rosas, pudiéramos ser pétalos de Su Corazón Inmaculado y que dejáramos de ser espinas en el Corazón de Dios.

Hoy, María irradió Su serenidad y Su paciencia a todos nosotros.

Hoy, Ella observaba con detenimiento nuestros corazones y nuestras intenciones y, ante lo que Ella veía a través de Sus ojos, nos decía algo así:

“Queridos hijos, no se preocupen, Dios acompaña a cada uno de sus corazones. Yo estoy aquí para ser su Mediadora ante Dios.

Queridos hijos, no se preocupen por sus problemas. Yo vengo aquí, a su encuentro, para poder curarlos.

Queridos hijos, siempre todo estará bien cuando se unan a Mí en la oración”.

Y al escuchar estas palabras tan hermosas, Ella nos transmitía, a través de Su Voz, la serenidad y el Amor Maternal. Y nos mostraba cómo, a través de Su Verbo, fortalecía nuestras vidas y que Ella es ese canal que nos trae la Misericordia de Su Hijo.

Hoy, vivimos ante María un profundo acto de reconciliación, y Ella los contempló no solo a ustedes, sino también a sus familias.

 

Hermana Lucía de Jesús:

Hoy como María nos anunció por la mañana, Ella realizó una gran tarea de liberación con todos nosotros y con esta ciudad, de una forma diferente a otras veces. Para que todos puedan entender, en otras Apariciones, cuando Nuestra Señora realiza una tarea de liberación, Ella envía a Sus Ángeles y Arcángeles, que comienzan a trabajar en todos nosotros y que van a diferentes puntos de la ciudad para realizar una tarea.

Pero hoy, Nuestra Señora trabajó de una forma diferente. Como pudimos sentir y como Fray Elías relató, Ella vino con una energía de profunda paz, de serenidad; y de Su Corazón Inmaculado, que estaba expuesto, irradiaba una luz celeste, ese azul claro, que se iba expandiendo por todo este salón.

A medida que esa Luz tocaba a cada uno de nosotros, de una forma muy armoniosa, nos comenzaba a liberar de energías negativas, y de la misma forma iba aconteciendo con la ciudad, sobre todo en los lugares que están próximos a aquí, donde estamos hoy. Era como una onda de Luz azul que se llevaba todo aquello que era oscuridad.

Nuestra Señora realizaba esta tarea, con una sonrisa en el rostro, irradiando una serenidad muy profunda. Y como Fray Elías relató, Ella trabajó hoy de  forma especial con nuestras familias.

Ella nos mostraba que muchos de los que hoy están aquí presentes, y también de los que nos acompañan por internet, viven muchos problemas con sus familias que les impiden dar un paso mayor. Y hoy, la Virgen María nos hablaba, nos invitaba a dar un paso más, a  confirmarnos en la consagración a Su Corazón; porque es de esta forma, cuando tenemos coraje de entregarle nuestras vidas, que Ella puede actuar totalmente en nuestras  familias e interceder por todas nuestras necesidades.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Para terminar, quería decirles algo que recordé que María nos transmitió. 

Ella agradeció profundamente el esfuerzo que los hermanos de aquí, de São José do Rio Preto, están realizando con los grupos de oración que se están formando.

Y María, de esa forma, nos invitaba a que así fuéramos soldados de la oración. Porque el efecto de los grupos de oración evitaría muchas situaciones en el futuro, en el mundo y en la humanidad.

Entonces, Nuestra Madre nos invitaba a seguir fortaleciéndonos en esos grupos nuevos de oración que se van despertando. Ella agradeció mucho por ese esfuerzo que están realizando todos.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Entonces, hay que seguir orando para que María vuelva. Recuerden que Ella nos dijo hoy que iba a seguir peregrinando por Brasil. 

Así que todos los hermanos que comparten con nosotros vía internet, que son de otras regiones de Brasil, oren y pidan para que Nuestra Señora vaya para su ciudad, porque Ella está esperando que le puedan abrir sus corazones.

Así que a orar con fervor y con el corazón para que María pueda liberar otras ciudades y otros corazones.

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN CURITIBA, PARANÁ, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Nunca se olviden, queridos hijos, que los caminos de la paz existen.

La paz, que Yo los invito a vivir en este tiempo, es la paz del corazón, la paz humilde y simple que el Señor Me enseñó desde el principio.

Queridos hijos, no teman por lo que Yo les he dicho, ayer y hoy.

Yo quiero advertirles y hacerlos madurar para que puedan crecer en este tiempo tan definitivo.

El Señor tiene Sus Tronos abiertos para que todos los corazones puedan ingresar.

Ustedes saben, queridos hijos, que mientras Yo estoy aquí con ustedes, compartiendo un trocito del Cielo, hay muchas almas en el mundo que se pierden porque no encuentran la paz y el bien de Dios.

Por eso, es importante, queridos hijos, que primero recuerden la caridad con sus hermanos, para que esa caridad se pueda expandir en el mundo entero.

Un buen corazón caritativo ora constantemente a Dios, este puede ser un fiel ejemplo de su servicio.

Queridos hijos, mientras el mundo cambia tan rápido, Mi Hijo Me envía al mundo a preparar sus corazones, para cuando Él regrese y pueda ser visto entre las nubes con esplendor y magnificencia.

Queridos hijos, Dios Me envía para abrir sus corazones. Yo necesito de nuevos apóstoles que puedan enfrentar con coraje el fin de los tiempos.

Sepan, hijos Míos, que la Luz de Mi Inmaculado Corazón, aquella Luz que prevalece a lo largo de los tiempos, llega a este mundo para auxiliarlos. Y será esa misma Luz pura, que los socorrerá y los amparará en estos tiempos tan difíciles.

Gesten en sus familias, en el corazón de las buenas familias, la oración del corazón; aquella que pueda prevalecer en este tiempo y pueda sembrar nuevas semillas en los corazones que se sienten vacíos, porque han perdido la Paternidad de Dios.

Yo los invito, en esta noche, a que se unan a Dios, a que se unan a Su Espíritu Inmaculado. Él, en esta noche, los observa con tanto Amor y Compasión, a través del latir de Mi Corazón Inmaculado; sus vidas y sus almas, en este momento, son cristalinas ante el Padre.

Recurran a Dios todos los días, hablen con Dios, queridos hijos. Él quiere escucharlos, todos los días, no solo en la oración, sino también en la confesión del corazón.

Queridos hijos, entre ustedes hay mucho que perdonar. Si se perdonan, en estos tiempos, el mundo alcanzará un tiempo más de paz y se evitarán cosas difíciles para todos.

Por eso, con muy pocos, Mi Obra Mariana se cumplirá, como fue a lo largo de los siglos. Esto ya está previsto por Dios, queridos hijos. Pero no Me cansaré, como buena Madre y Peregrina, de venir a buscar a los corazones que Me quieran escuchar, aun aquellos que están distantes de Dios hace mucho tiempo, que han perdido la fe y el amor en Dios.

Yo quiero cultivar en Mi Jardín Celestial, las nuevas rosas de Luz, que primero germinarán en sus corazones, para que ellas puedan expandir el aroma sutil de Mi Corazón, Amor que cura, Amor puro, Amor que libera y redime.

Queridos hijos, cuando una vez Mi Hijo Me entregó a ustedes, a los pies de la Cruz; Yo acepté, como su Madre, acompañarlos hasta los momentos finales.

Por eso, Dios Me concedió, a lo largo de los tiempos y de los siglos, poder llegar a sus corazones, corregir a la humanidad en sus fallas, prevenirla, advertirla, llevarla por el Camino de la Luz Crística.

Por eso, en este tiempo, queridos hijos, la Reina del Sol, la Madre del Universo infinito y expansivo, trae todas las estrellas que allí existen para que puedan guiar, en este momento, cada uno de sus pasos.

Por eso, queridos hijos, conságrense a Mi Corazón, vivan en Mi Corazón. Sientan que es posible poder cambiar. Dios espera que sus corazones se puedan curar pronto.

Que, en estos tiempos, queridos hijos, amados Míos, no existan rivalidades entre ustedes; que pueda florecer la reconciliación de Cristo, aquella reconciliación que Él cultivó en la Última Cena por medio de la Eucaristía, de la Comunión perpetua con todas las almas encarnadas y las almas que ya no están en esta Tierra.

Esa armonía perfecta, que Cristo prometió a todos, debe comenzar primero en ustedes, a través de la confesión y de la unión con Cristo.

Queridos hijos, nuevamente hoy, Yo les abro Mis brazos para acoger sus plegarias e intenciones; también para bendecir estas sagradas imágenes que sé que, en estos tiempos difíciles, representarán una señal visible para sus corazones en este plano material para que su fe pueda crecer, y el amor y la esperanza en Dios también.

Queridos hijos, Yo Soy la Reina de la Paz, la misma que aparece en Medjugorje y que, en este tiempo de Gracia y de reparación también viene a anunciarse a América, como fue dicho en Fátima en aquellos tiempos, para poder ayudar a todos Mis hijos y, al mismo tiempo, por la gran necesidad que existe en las almas y en toda la humanidad.

Contemplen en todas sus oraciones, queridos hijos, la reparación de los Reinos y de los elementos.

Necesito, queridos hijos, que se unan en hermandad y en fraternidad a toda la Creación de Dios. Él también espera, hijos Míos, que la humanidad pueda hacer algo en este tiempo definitivo. Por eso, en esta noche, queridos hijos, Mi Corazón les propone muchas tareas a realizar, muchas misiones a cumplir, muchos propósitos a concretar.

Yo los necesito cerca de Mi Corazón Inmaculado. Sientan el palpitar de Mi Amor en sus cabezas, solo podrán sentirse en paz y en confianza cuando recojan sus seres en Mi pecho; porque, a pesar de todo, Yo quiero que ustedes estén bien. Yo los necesito, queridos hijos, y siempre se los agradeceré.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Ante todo el Plan de Dios que tienen frente a sus ojos, en esta noche los invito, a cada uno de ustedes, a que no tengan miedo ni tampoco vergüenza de anunciar el Reino de Dios, de seguir Mis Pasos de Peregrina y de demostrarle al mundo los frutos de la conversión de sus vidas.

No teman, hijos Míos, los juicios del mundo, porque a los Ojos de Dios sus vidas deben ser puras, plenas de oración, de servicio, de donación al prójimo. Cuando solo den el primer paso y vean sus corazones nutridos con la fe que les deposito, pronto desaparecerá de la consciencia todo el miedo al juzgamiento ajeno, y sus corazones solo servirán a Dios y tendrán como meta única proclamar Su existencia en la Tierra.

Hijos Míos, hoy los invito a enfrentar al mundo y a enfrentar todas las barreras que existen dentro de sus corazones, a superar todos los límites construidos por el mundo, límites que les impiden encontrarse Conmigo, que les impiden encontrarse con Mi Hijo, comulgar con Él de cuerpo y alma.

Por eso, en esta noche, los impulso a dar un paso más, un paso más en la consciencia, en la vida de cada uno de ustedes. Y, con estas Palabras, llevo un impulso de Mi Corazón no solo a los que están presentes aquí, sino a todos los que Me acompañan, porque, en Mi Omnipresencia Divina, llego a cada grupo que se une a orar, a preparar este camino por donde pisan Mis Pies.

Hijos Míos, no teman invocar a Dios, no teman vivir Mis Palabras y manifestar en sus vidas el Mensaje que les traigo. Por más que hoy les parezca difícil, les parezca distante, Mi auxilio siempre vendrá para aquellos que den el primer paso.

La consciencia humana gestó, a lo largo de los siglos, ideas que no corresponden a la Consciencia Divina y que están arraigadas en el corazón de cada uno de ustedes, pero que deben ser desmitificadas para que puedan aproximarse a la vida divina que debería ser el natural vivir de cada una de las criaturas en la Tierra. 

Por eso, aunque hoy les parezca distante, no teman dar el primer paso, porque en sus esencias está guardado el arquetipo divino, y todo el Reino Celestial aguarda solo el despertar de sus almas para venir a su encuentro e impulsar esa transformación. No tengan miedo de vivir algo que les parece diferente, de vivir una locura santa a los ojos del mundo, porque para Dios todo es natural y simple, es como Él lo pensó para el hombre que hoy se manifiesta en el mundo.

Hijos Míos, los invito a la conversión, a la conversión de la vida, del alma y del espíritu, a la redención de todos los actos, pensamientos y sentimientos que hasta hoy sintieron. Los invito, en esta noche, a una vida divina que solo les traerá paz en el corazón, que solo los aproximará a Dios y a todo Su Reino. 

Despierten, en esta noche, a la existencia de un Reino Universal, despierten a la compañía que está a su lado todo el tiempo, este Ángel de la Guarda que trae a sus vidas un pedacito del Cielo. A través de esta Presencia Divina, permitan que entre en sus vidas la energía de Mi Reino.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, los Ángeles de la Guarda los acompañan. Yo los invito, en este momento, a la oración del corazón junto con los Ángeles de la Guarda. 

El Padre Me ha concedido enseñarles una oración. Repitan, con el corazón, lo que Yo hoy les proclamaré. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre quiere que repitamos juntos.

 

Ángel de la Guarda,
escudo fiel de Dios,
retira de mi ser todos los males,
por Amor y Gloria a Dios.
Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Cuando se sientan solos, Mis pequeños, incómodos o perturbados, invoquen a través de esta oración a sus ángeles protectores, fieles servidores de Dios que son guiados en la Tierra por el Casto Corazón de San José. Confíen sus vidas a este Fiel Misionero de Dios, para que sus pasos sean guiados hacia la redención del Señor.

Queridos hijos, les agradezco, los invito y los llamo a celebrar Conmigo el fin de año en Aurora, en el Centro Primordial de Aurora.

Ahora, daré un Mensaje de Paz para una hija Mía, con el permiso del Altísimo y del Sagrado Corazón de Jesús:

Querida hija y madre Emaús, que tu corazón no se perturbe porque la Aurora Interior brilla en tu corazón y en el de tus hermanos. Mi Manto los protege y los ampara, confía plenamente en que Mi Fe se deposita en tu espíritu.

¡Les agradezco!

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén.

 

Canción: “María de Nazaret”.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Queremos repetir la invitación que Nuestra Señora les hizo a todos, porque Ella nos dijo ayer que el 31 de diciembre va a instaurar la celebración de Nuestra Señora, la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad.

Eso lo va a hacer a través de una jornada de trabajo y de una Aparición Extraordinaria que se llevarán adelante en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay; allí donde Ella se apareció por primera vez a nosotros.

Ella nos pidió que hiciéramos una jornada de trabajo, con oración y reflexión de Su Mensaje en este tiempo, y que, al final de la tarde, Ella extraordinariamente aparecería para todos. Como Ella hoy invitó a todos los presentes y a los que nos están acompañando por internet, queríamos explicar cuál es la razón de esa Aparición Extraordinaria.

Así que están todos invitados a participar con nosotros allí en Uruguay o desde el corazón, vía internet; a veces la tecnología sirve para esas cosas.

Nosotros les agradecemos a todos que nos hayan acompañado. Y si ustedes quieren que Nuestra Señora regrese a Curitiba, recen, recen mucho y pídanle que regrese.

Cada vez que los grupos de oración piden con mucho fervor y mucha oración que Ella esté cerca, generalmente Ella retorna a esos lugares donde fue bien recibida.

Así, coloquen esto en el corazón, porque cada vez que Nuestra Señora está cerca nuestro, Ella nos libera y nos ayuda muchísimo, nos libera espiritualmente, nos ayuda internamente. Todos Sus Códigos de Luz ingresan en nuestro ser y todo lo que no pertenece a Dios, Ella se lo lleva.

Entonces, no es solo escuchar las Palabras de Nuestra Señora. Si nosotros abrimos nuestro corazón, muchos cambios, muchas mudanzas pueden acontecer en nuestras vidas. Coloquemos esto en nuestro mundo interior, para tenerlo siempre presente.

¡Muchas gracias a todos!

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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