Martes, 13 de agosto de 2013

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Madre María Shimani de Montserrat:

La Madre pidió que cosecharan las naranjas de Sus árboles para que, cuando Ella lo indique, traigan las canastas del modo más silencioso posible.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Estoy aquí presente, queridos hijos, no lo olviden.

Ayer, vine plena de Gracia; hoy, vengo plena del Espíritu Santo. Como Madre Universal, los invito a continuar con este proyecto mariano, porque es el Espíritu de Dios que actuará a través de sus corazones para que Mis intenciones se puedan cumplir en el mundo.

Queridos hijos, hoy vengo bañada con el Manto Dorado del Espíritu Santo, que representa la Sabiduría de Dios, Sabiduría que la humanidad ha perdido con el tiempo por la falta de la oración del corazón. Al alma que ora constantemente a Mi Corazón Inmaculado, no le faltará la sabiduría y podrá discernir en los acontecimientos.

Por eso, queridos hijos, la humanidad se encuentra ahora en este punto, por la falta de oración. En la falta de oración hay carencia de sabiduría y las almas no pueden comprender la Voluntad de Dios. Por eso, la oración es el hilo que los unirá con lo Alto y las Gracias descenderán del Cielo para los que más las necesitan.

Ayer, queridos hijos, volví a reconsagrar a las familias a Mi Inmaculado Corazón. Como Yo les dije, queridos hijos, este puede ser un ejercicio semanal, aunque debería ser diario, para que la Fortaleza de Dios esté en cada uno de sus miembros, para que el Espíritu Santo pueda iluminar los corazones en el momento de tomar las decisiones de vida. Este es otro punto, ya que así se encuentra la humanidad por la falta de sabiduría, hasta el punto en que transgrede a los Reinos, perdiendo la esencia del Amor por lo que Dios creó para todos.

Pero como su Madre Universal, bajo la Presencia del Santo Espíritu de Dios, vengo a despertar nuevamente a los corazones, para que ellos encuentren el refugio que necesitan en esta hora definitiva, refugio que se encuentra en Mi Corazón, refugio que siempre los resguardará y les dará la Luz que necesitan para dar los pasos en la consagración a Dios.

Las almas son las que se deben consagrar día a día a través del esfuerzo, teniendo una constancia en la oración, una perseverancia en el Propósito y amor al llamado. Si cumplen estos requisitos, queridos hijos, estarán dentro del Plan de Dios. Dios necesita de su ayuda para también poder cumplir Su Voluntad. Él no solo cumple Su Voluntad en los Mensajeros Divinos; Él también quiere cumplir Su Voluntad, en estos tiempos, en todas las criaturas que Él ha creado.  

Por eso, es el momento de la gran colaboración de todos, del servicio orante y fraterno, para que se pueda construir la Nueva Humanidad que brillará como la nueva estrella redimida ante la Aurora, ante el Universo de Dios.

Y así, todos estarán dentro del Corazón de Mi Hijo, antes de que Él regrese al mundo. Así, sus corazones estarán preparados por la ciencia de la Sabiduría, por la ciencia del Espíritu Santo, que en estos momentos tan críticos les dará Luz a sus decisiones y evitará que cada uno de ustedes se confunda. Así, caminarán hacia Dios en lo que Él quiere cumplir en ustedes.

Queridos hijos, lo que Él quiere cumplir es algo precioso para su universo y su silencio interior, Él quiere hablarles a ustedes en sus corazones, en aquella morada que Él construyó desde el inicio de sus orígenes como única raza del Padre. Por eso, Él estuvo presente a lo largo de los tiempos en los patriarcas, en los profetas, en el pueblo de Israel, intentando que todos construyeran la Nueva Humanidad.

Pero a pesar de los engaños del enemigo, hijos Míos, Mi Corazón está firme para cumplir con ese Propósito. Por eso, estoy preparando a los hijos de Mi Hijo, a los nuevos apóstoles, que deberán responder a este llamado del final de los tiempos. Si cada uno cumple con su parte, la misión se cumplirá y el Propósito se diseñará en toda la raza.
Queridos hijos, el Universo les habla de tiempo en tiempo, sin demora, sin cansancio. El Universo quiere mostrarles la Verdad, pero primero deberán estar en oración, para poder vislumbrar las señales que marcan el nuevo tiempo para la humanidad.

Sepan, queridos hijos, que su oración ayudará a que otros puedan despertar a tiempo; ya que muchos duermen en su propio sueño, están fatigados de caminar en esta vida, cansados de querer alcanzar algo que nunca alcanzan.

Por eso, Yo llego en su auxilio con Misericordia, Amor y Piedad. Acepten Mis Brazos maternales y dejen que se derrumbe dentro de ustedes lo que no forma parte de la Luz.

Queridos hijos, en este día 13 de agosto, Mi intención maternal es transformar sus células para que la nueva Luz pueda nacer y los nuevos códigos crísticos puedan sembrarse en sus corazones.

Recuerden, queridos hijos, que el Señor de los Cielos es el Cristo Universal y vendrá a buscar el talento que dejó en ustedes. Por eso, deberán estar preparados para ese momento.

Queridos hijos, lo que les digo no es una teoría, es algo más que una hipótesis; se llama Ciencia Divina, hijos Míos, es la lengua con la que Yo les hablo a ustedes como Madre Universal. Por eso, permitan que Mis estrellas se puedan encender en sus corazones, para que todos estén unidos a Dios y puedan ayudar a esta humanidad.

Lo que quiero que comprendan, queridos hijos, es que en estos tiempos todos deberán alcanzar un Propósito; deberán alcanzar el Propósito del Padre de ser Uno definitivamente, por amor a Dios, por amor a Su Gran Piedad, por amor a Su Misericordia. Así, los Cielos derramarán sus Gracias y nadie deberá sufrir más para poder aprender.

Queridos hijos, los invito a dejarse guiar. Lean el Evangelio, renuévense en el Evangelio todos los días y lean el Nuevo Evangelio que les está dictando Mi Hijo, que son Sus Palabras diarias.

Es necesario, queridos hijos, que sus corazones despierten a la Verdad, a la Verdad que el Supremo les está enviando a través de los Sagrados Corazones. Los que se animen a caminar Conmigo en este Mi Proyecto espiritual, Yo les agradeceré, pues sentirán prontamente la conversión de sus aspectos internos, aquellos que se endurecen momento a momento, que endurecen el corazón y no lo dejan expandirse.

Por eso, Yo Soy su Madre, vengo a quebrar el corazón duro, para que se abra a Mi Manantial de Paz y sea colmado del Amor de Mi Corazón, Amor que cura, Amor que redime, Amor que sana las heridas, Amor que lavará sus manchas y que los librará de sus pecados. Porque Yo Soy para ustedes, hijos Míos, la Madre de la Misericordia.


Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Veo a muchos corazones que se liberan ante Mi Presencia, corazones que están abiertos a Mi Maternidad y que, a lo largo de los últimos días, permitieron que la esencia de Mi Corazón limpiara toda mancha, todo dolor y todo sufrimiento.

Contemplo, en el corazón de Mis hijos, propuestas evolutivas, metas de vida, desafíos que cada una de sus consciencias se dispone a vivir a partir de los impulsos que recibieron. Hoy, les digo, hijos Míos, que caminen con fe hacia estas metas, porque son metas inspiradas por el Espíritu de Dios.

Estos son tiempos de definiciones, y aquellos que tienen miedo de dar un paso que se arriesguen con fe en Dios, con fe en Mi Inmaculado Corazón; pues, si dan un paso en lo desconocido, Mi Corazón los asegurará y les dará una respuesta, mostrándoles a cada nuevo paso un poco de ese camino.

La fe en sus corazones es lo que le traerá luz a los acontecimientos de la vida. Es necesario confiar en Dios, es necesario ser fiel a Su Voluntad. Cuando el Señor les pide, hijos Míos, que recuerden la Pasión de Mi Hijo es para que puedan sembrar en sus corazones ese amor a Cristo y esa fe que hará que lo sigan bajo cualquier circunstancia.

En este día, quiero sembrar una fidelidad absoluta a Dios, para que los nuevos apóstoles de Cristo puedan cumplir con lo que los apóstoles del pasado no pudieron: ser fieles a Dios en los momentos de tribulación, de miedo, de temor.

Hijos Míos, hoy les digo que el miedo puede impregnar sus células, pero la fe puede liberar el miedo. Y, si cada día son un poco más fieles a Dios, esa fidelidad puede impregnar a sus seres, zelar por sus almas, por sus corazones y formar a cada una de sus consciencias como apóstoles de Cristo, aquellos que abrirán la puerta para Su Retorno, que darán testimonio al mundo de Su Mensaje y que llevarán Su Palabra y Su energía de reconversión al mundo para despertar a las almas.

En este día, hijos Míos, quiero traerles un ejemplo de fidelidad a sus corazones y, a través de este ejemplo de dos hijos Míos, quiero que él se irradie a sus corazones, como consciencias que alcanzaron méritos para ingresar al Paraíso, cuando tan solo fueron fieles a Dios y siguieron la voz del corazón, voz inspirada por el Señor.

Esto es lo que quiero que cada uno de sus corazones haga en este tiempo: que responda sin demora a la Voluntad de Dios, que no dude de que la Voz del Señor resuena en el interior de cada uno, porque esa Voluntad ya vive en su interior y aguarda una respuesta de sus corazones.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, hoy les traigo la Cruz de Cristo como un símbolo para sus vidas, un símbolo de protección y de amparo, de redención y de liberación.

Recuerden, queridos hijos, que esta Cruz no está vencida, sino es una Cruz renovadora que, a través de los tiempos, atrae a los corazones hacia la Luz para liberarlos del mal.

Pero como hoy hizo Mi Hijo desde el Cielo, ante Mi Presencia maternal, quiero agradecerles a todos Mis hijos que acompañan a los grupos de oración en las diferentes regiones del mundo.

Por este motivo especial, queridos hijos, quiero que después de estos seis años de encuentros Conmigo, nazca dentro de ustedes el espíritu del apostolado, que salgan de este Centro Mariano siendo nuevos apóstoles de la oración y del amor.

Bajo la Gloria de Dios, bendeciré los frutos que han nacido. 


Madre María Shimani de Montserrat:

La Madre pide que Sancio y Elisa suban al palco.


Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En este momento, hijos Míos, mientras le cantan a Mi Corazón, a través de estos dos hijos bendeciré a cada uno de los que están presentes, traeré Mi Rayo de Cura, de Reconciliación con Dios y de Fe, para que cada una de sus consciencias, pueda persistir en la fidelidad a Mi Corazón.


Canción: “Inmaculado Corazón de María”.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Después de estos seis años compartidos con Mis hijos, quiero que hoy, para terminar, se renueven en Mi Espíritu Inmaculado y que se abran en el amor a lo nuevo.

Por eso hoy, queridos hijos, les derramo a estos nuevos apóstoles Mis códigos de Paz y de Misericordia, Mi Cura espiritual y salvadora, para que puedan despertar al llamado interior de Dios.

Derramaré Mi Manantial sobre los frutos, en este momento, para bendecirlos.

Hagan silencio.

Que esta Paz que hoy les entrego, les permita dar los pasos en estos tiempos. Aspiren a vivir en el Paraíso, ese es el mayor tesoro para sus vidas: Amor de Dios perpetuo, presente y omnisciente en los universos. Allá nos encontraremos.

Que el Espíritu del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo bendiga estos frutos y los alimente de lo superior, para siempre.

Hija Mía, Piedad, cántame “Creador Supremo”, para que las almas que están caídas en el mundo se puedan levantar en Mi Asunción.