MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL MONTE GARGANO, FOGGIA, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Si la naturaleza fuera más amada y respetada, tal vez el mundo no se purificaría ni tampoco la humanidad. Eso evitaría que la Creación fuera alterada todo el tiempo por la mano del hombre.

Si la naturaleza fuera más amada y cuidada por la humanidad, reinaría la paz y habría más tiempos de gozo, de alegría y de júbilo.

Si la naturaleza fuera más amada y no destruida, no habría causa ni motivo de que hayan ideas de guerras ni de llevarlas adelante, porque no sería necesario sufrir ni padecer.

Si la naturaleza y los Reinos menores fueran amados y contemplados, tal vez no sería necesario vivir la transición de la Tierra y no tendría sentido comenzar una nueva humanidad.

Si en verdad esta humanidad actual no sacrificara tanto a los Reinos, si la naturaleza fuera más amada y los Reinos más protegidos, no sería necesario vivir una definición porque todo estaría en armonía y en unidad con la vida creada.

Si la naturaleza y los Reinos fueran verdaderamente amados, no habría necesidad de sufrir, de aprender ni de morir porque todo estaría en equilibrio con el universo.

Si la naturaleza y los Reinos fueran considerados parte de la Consciencia Divina, el mal no estaría en el mundo y tampoco actuaría en la mente humana porque cualquier criatura podría estar unida a la Fuente del Creador.

Pero la humanidad ya escogió lo contrario y ha decidido continuar por el camino del dolor y no por el camino del amor. Por eso, el cambio en la humanidad será tan semejante y grande a la deuda impagable que la raza ha generado con los Reinos de la Naturaleza. Es así que ese movimiento universal destrabará la cadena de evolución espiritual de los últimos tiempos.

¡Les agradezco por contemplar con amor a los Reinos de la Creación!

Los bendice siempre,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Establece el Reino de Dios en tu interior, ese espacio de paz donde las Leyes Universales encuentran su manifestación.

Establece en ti la unión con el Padre y permítete asemejarte a Él, dándole la potestad de transformarte según Su Voluntad.

El Reino de Dios no es como los reinos de este mundo, donde algunos disfrutan de las riquezas y la mayoría sufre y trabaja para servir a los primeros.

En el Reino de Dios todo está impregnado por la Consciencia Divina. El Creador está en todos Sus siervos. Él mismo es la esencia de la humildad, viviendo en el más pequeño como en ningún otro.

En el Reino de Dios solo triunfan la paz, el bien, el amor y la unidad, principios que se convierten en leyes manifestadas en la vida de todas las criaturas que comparten ese estado de consciencia, que es el Reino del Creador.

Vive estos principios en ti y vuélvete digno de ser portador del Reino de Dios, que emerge primero en el interior de los seres, a partir de la unión con el Padre, y después se establece fuera, en la vida material de este mundo.

Todo principio, ley o manifestación de la Consciencia Divina, antes de plasmarse externamente en la vida planetaria, primero encuentra su morada en el corazón de cada ser. El corazón es el puente con Dios, es la puerta hacia el Cielo, es el gran manifestador de la Voluntad Divina. Todo aquel que tiene una misión, primero la conoce en el corazón, la siente, la comprende y la acepta, para después vivirla.

Cristo, primero vendrá a los corazones en Espíritu y Divinidad; después, se manifestará en Cuerpo y Alma, cuando Su morada ya esté establecida en los corazones de aquellos que, habiendo reconocido Su Presencia en los propios corazones, lo reconocerán cuando retorne y cumplirán con Él el final de esta Obra Redentora. Por eso, lleva el Reino de Dios hacia dentro de ti; hazlo siendo consecuente con él, viviendo la paz, el amor, la unidad y la humildad como premisas.

Deja, hijo, que las Leyes Superiores actúen en tu corazón y que, desde ti, lleguen al mundo entero. Déjate ser moldeado, transformado, corregido. Prepárate y consolida en ti el Reino de Dios, morada segura para el Redentor.

San José Castísimo, aquel que prepara el retorno de Cristo en el interior de los seres.

MENSAJE SEMANAL DE MARÍA, MADRE DEL SACRATÍSIMO CUERPO EUCARÍSTICO DE CRISTO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Mis amados hijos:

Hoy vengo a enseñarles a comulgar del Cuerpo Sacratísimo de Cristo, como un acto único y renovador en cada una de sus vidas. Los invito, así, a descubrir los misterios guardados en la Eucaristía, fuente de redención y transfiguración para todas las almas. 

En el momento en que sus seres se disponen a comulgar del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, todo el universo, en su omnipresencia, observa a la Tierra, y los ángeles que viven en el Reino de los Cielos, así como los ángeles que viven sobre la Tierra, se reúnen en alabanza al Rey del Universo. 

Sus almas glorifican a Dios y sus espíritus se permiten estar más próximos a la materia cuando sus cuerpos están ante el sacratísimo acto de comulgar. 

En profunda reverencia, en el altar que guarda el Cuerpo de Cristo, los ángeles se postran delante de Su Gracia y abren los Cielos para que la mirada misericordiosa de Mi Hijo Glorificado llegue al mundo. 

Cada vez que comulgan de Cristo, una puerta se abre al recinto sagrado donde Su Consciencia contempla el infinito y, con eterno amor por la humanidad, Cristo envía a la Tierra una molécula crística de Su Consciencia para que se multiplique y permee todas las almas que se abren a Su milagro de eterno amor. 

Mis queridos, hoy les revelo un misterio que es simple, pero que es incomprensible para muchos. Quiero que, a través de Mis Palabras, sean conscientes en cada momento de Comunión con Cristo, por más simple que él sea; porque, de esta forma, en reverencia, estarán comulgando también de todo el movimiento universal y el Creador podrá, a través del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, transformar a cada una de Sus criaturas. 

Aquel de ustedes que, comunión tras comunión, cultive en el interior un corazón puro y verdadero, simple y humilde, permitirá que esta molécula crística se expanda por todos los espacios de la consciencia e ilumine los abismos internos que cada uno guarda en el silencio del propio mundo interior. 

Las miserias más arraigadas del corazón humano y todos aquellos hábitos que no son capaces de transformar por sí solos, ustedes deben ofrecerlos delante del Cuerpo y de la Sangre de Cristo; porque Su Cuerpo está aquí para tomar el lugar del viejo cuerpo y Su Sangre lavará las manchas del corazón, de las células y del espíritu, y permitirá que un nuevo código de Luz permee sus cuerpos y habite en ellos. 

Por la transformación de toda la humanidad y por la consagración del mundo al Sacratísimo Corazón de Cristo, comulguen diariamente con pureza de intención, con amor; renovándose así, delante de Cristo y de Dios, que los observan cada día. 

Yo los amo y los conduzco al Corazón de Mi Hijo Jesús.

¡Les agradezco por estar hoy Conmigo!

María, Madre del Sacratísimo Corazón Eucarístico de Cristo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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