Martes, 21 de junio de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ,TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESUS

La era de la desestabilización de la mente

 

Hijos, esta es la era de la desestabilización de la mente, porque es en el nivel mental donde se encuentran las mayores resistencias de los seres. Es en el nivel mental donde se encuentran las energías del poder, de la propiedad, del control, de la competición; fuerzas que deberán ser extirpadas de la consciencia humana.

El hombre que se resista al Poder de Dios perderá el discernimiento, porque el corazón intentará hablar más alto y al ser suprimido por la mente, causará al alma un estado de desánimo, un sentimiento de ausencia de sentido de vida.

Las resistencias de la mente se reflejarán en todos los niveles del ser. Llevada por el flujo de las energías del nuevo tiempo, el alma ejercerá sobre la mente resistente una presión que la desestabilizará, causando lo que se conoce como locura.

Esa locura, que será como una epidemia en la humanidad actual, es la consecuencia de las resistencias mentales de los seres; es cuando la mente ya no consigue controlar la consciencia ni tampoco se rinde ni se abre al comando y a la guía del alma, del espíritu y del corazón. Esa será la locura mundial.

Hijos, no les digo esto para que juzguen a los que se desestabilizan en este tiempo, sino para que los comprendan y también se comprendan a sí mismos, en caso de que esto les sucediera.

Para no desestabilizarse es necesario fluir en las Leyes divinas, dejarse guiar, obedecer, tener fe, no creer que se sabe todo, reconocer la propia ignorancia y abrirse para aprender.

Muchas veces la resistencia de la mente será la consecuencia de una resistencia superior y, en ese caso, a los seres les costará mucho más ser conscientes de lo que les ocurre y colaborar con ellos mismos. Por eso, hijos, frente a la inconsciencia del proceso espiritual, mental o físico, permítanse ser conducidos por los que aún viven en equilibrio.

Para que no entren en ese circuito de resistencias, pidan auxilio al Padre, al propio mundo interior y al prójimo. Oren, mediten sobre los tiempos que viven, respiren correctamente para atraer el equilibrio desde los niveles espirituales hacia el plano físico y confíen en que el Creador los ayudará.

Hagan la parte que les corresponde en relación al amor, a la obediencia, a la fraternidad, a la oración, a la vigilia, y no teman. Aunque sientan que solos no podrán salir de las pruebas que viven no teman; solo pidan auxilio y busquen la paz.

La unidad de unos con otros les dará fortaleza. La vida fraterna los resguardará. Los códigos de un nuevo mundo trasmutarán, por sí solos, los viejos patrones de consciencia y, si se esfuerzan por ser otros, no necesitarán entrar en esa epidemia de locura y de resistencia de la cual les hablo.

Sean humildes para reconocer el punto en el que se encuentran y no vacilen en pedir ayuda y permitir ser ayudados. La humildad será una gran llave para el resguardo interior.

Para que comprendan estos tiempos y para que sepan lidiar con ustedes mismos y con el prójimo les digo estas cosas. Como padre les advierto.

San José Castísimo