Calma tu corazón y descansa en la unidad con Dios.
Descansar, hijo, en el sentido de no alimentar batallas con tu propia mente, que solo abren camino para las dudas y las debilidades, para los asedios y los desvíos.
Que tu corazón descanse en Dios, sabiendo que en este tiempo de caos, más que nunca, cada instante de tu vida es guiado y acompañado por el Creador.
Confía en Su Amor insondable y misericordioso.
Confía en Su Perdón y en Su Cura.
Cada día en el que la humanidad, como raza, ingresa en dimensiones y realidades de mayor caos, tu corazón debe estar más en Dios; tu confianza, tu fe, tu vida en Sus Manos; tu alma a Su servicio, y así no te perderás el camino, aun en la confusión del mundo.
Eres llamado a dejarte guiar, humildemente.
Eres llamado a obedecer por amor.
Eres llamado a servir con todas tus fuerzas y con todo tu corazón.
Eres llamado a curarte en cuerpo, alma y espíritu.
Eres llamado a soltar al viejo hombre e ingresar en la vida eterna.
Eres llamado a descansar en Cristo y ya no intentar controlar la vida y los acontecimientos, porque tu única certeza en este tiempo debe ser el Amor de Dios por ti.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo