Domingo, 21 de febrero de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para los tiempos de transición, ustedes deberán desarrollar la intuición y la sabiduría, virtudes que actúan conjuntamente en las consciencias.

La intuición y la sabiduría se desarrollan a partir de la unión construida primero con la propia alma y el propio espíritu y, después, con Dios Creador.

Cuando, por Ley, la voz de la Jerarquía no pueda pronunciarse de otra forma, sino en el mundo interior, deberán tener construido ese vínculo con la vida superior para escuchar y comprender correctamente las orientaciones que vendrán de lo Alto.

Los pueblos antiguos, guiados por los Patriarcas, vivían plenamente lo que les digo. Los Patriarcas se valían de su vínculo interior con Dios y, por la intuición y por la sabiduría, lo escuchaban.

En este tiempo actual, que para muchos es el principio de la construcción de su fortaleza interna, es que ustedes deben comenzar a ser conscientes de esa necesidad.

Nosotros les pedimos tantas instancias de oración para que aprendan a mantenerse en estado orante todo el tiempo y para que, así, puedan fluir las indicaciones divinas en los momentos más urgentes, porque en tiempos venideros la confusión en la consciencia humana será muy grande y pocos serán los verdaderamente lúcidos de corazón, mente y espíritu. Por eso, intentamos formar el mayor número posible de soldados capaces de vivir la paz, por la Gracia de Dios, y de transmitir esa paz al mundo, cuando sea más necesario.

Cuando instruimos a la humanidad, no estamos pensando en la evolución de unos pocos, para dejar atrás a los que no Nos escucharon y que no darán pasos en la dirección correcta. Estamos aquí sobre la Tierra por los más ignorantes, por los más ciegos, por aquellos que negarán la existencia de Dios hasta el momento en que verdaderamente necesiten de Él, para no autodestruirse.

Estamos formando en la humanidad a los que saben escuchar, para que ayuden a otros y para que, así, el Plan de Dios pueda cumplirse. Estamos construyendo la hora del rescate espiritual de este planeta por medio de los propios miembros de la humanidad, que deben estar conscientes de eso.

Sean conscientes de que todo lo que reciben no es para ustedes, porque el hecho de ser partícipes de Nuestra Presencia en el mundo ya debería ser suficiente para estar en otro punto. Seguimos profundizando e instruyéndolos a todos para que se tornen verdaderos instrumentos de Dios, y no solamente seres orantes.

Sabiendo que no viven para sí mismos, sino para la concretización de un Plan Superior, que cada uno, desde ya, comience a vaciarse de sí y a tener su propia fortaleza consolidada en la unión con Dios y no en las propias destrezas, porque llegará el momento en que la mente se verá privada de la inteligencia y, por lo tanto, desconocerá la solución para lo que vive, y será solo la intuición y la sabiduría, frutos de la unión con Dios, lo que los guiará.

Aquel que los instruye y los acompaña siempre,

San José Castísimo