Viernes, 5 de febrero de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DE LOS REFUGIADOS, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Mientras las misiones se desarrollan ampliamente en la vida espiritual de las consciencias, su Madre Celeste junto con San José Castísimo oran para que los frutos y los resultados de cada misión humanitaria permitan motivar a otras consciencias a que vivan el espíritu del servicio humanitario. Es de esa forma, hijos Míos, que su Madre Santísima y San José Obrero van formando a las almas que se consagraron al Inmaculado Corazón como soldados al servicio de Cristo.

Ahora, queridos hijos, a través de estas misiones debe surgir en cada uno de ustedes no solo la fuerza para que se unan los grupos de oración, sino que también debe despertar en Mis hijos el alma misionera.

El alma misionera es un estado que puede sentir la consciencia que vive el Plan de Dios y que se ofrece por entero al universo para ayudar, para servir sin condiciones donde sea necesario.

El alma misionera, hijos Míos, podría transformar la Tierra, porque es el principio vivo del servicio donado en cualquier lugar.

Puede existir, queridos hijos, un alma misionera común, en donde todas las consciencias se unen, en ese nivel interno del espíritu, para confirmarse y entregarse a cumplir la Voluntad de Dios.

Entre los grupos orantes y entre los diferentes misioneros se está gestando un estado positivo de alma misionera; estado en el que muchas más consciencias lejanas a esta Obra serán atraídas por este espíritu de congregarse a servir a través de la oración y de la donación abnegada.

Es por eso, que el alma misionera está siendo formada espontáneamente por todos los corazones que, de forma independiente en donde se encuentren, están unidos en misión a través del llamado de los Mensajeros Celestiales.

Queridos hijos, el alma misionera es amparada por los Ángeles de la Guarda, que cuidan todo lo que se expresa como servicio y oración.

Este impulso del alma misionera, formada por los servidores, está llegando espiritualmente a la consciencia de las naciones, en este caso a Argentina y a Turquía.

Por eso, queridos hijos, los invito a proteger y avanzar en este espíritu de unidad fraterna que está siendo creado por el impulso orante de todos los grupos de oración, en apoyo a las misiones humanitarias.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los unifica en el Corazón del Padre,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados