Sábado, 10 de septiembre de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Donde Me llaman, allí Yo estoy presente, porque soy la Madre de la Divina Omnipresencia.

Soy la Maestra de la oración que conduce a las consciencias al recuerdo permanente de su propósito ante Dios.

Es así que el Universo se manifiesta a través de la presencia de la Madre Celeste, para que las almas reconozcan en esta hora su importante tarea.

Su Madre Celeste los reúne en este encuentro para que todos reciban los impulsos que se manifestarán desde el momento en que los servidores den sus pasos hacia Dios.

Desde el Universo Celestial los ángeles de la Luz reúnen todos los impulsos espirituales para que estos desciendan sobre las consciencias y para que puedan vivirlos en el plano material.

En este último ciclo, su Madre Celeste encuentra una apertura especial que repercute en las consciencias y también en el Universo, así se establece una comunión espiritual que poco a poco ellas irán percibiendo interiormente, cuando se mantengan en un acto de oración.

El Espíritu Santo también emana Sus Dones para que estos se manifiesten en los corazones simples y humildes, los que podrán atraer hacia el planeta la unidad y el amor tan necesarios en estos tiempos agudos.

Es así que el Espíritu Santo, por medio de los impulsos, podrá estar presente en las consciencias que se abran para reconocer en sí a Dios, hecho fundamental para que la humanidad sea conducida hacia su última etapa de redención y de purificación.

Su Madre Celeste acompaña estos momentos porque el Plan está en una fase de recuperación y está siendo guiado por un nuevo camino que la consciencia humana aún no conoce.

Es así que la Divinidad, el Padre Eterno, está atento a la apertura de los corazones humildes. En este momento, un profundo despertar en la mayoría de las consciencias podría regenerar la consciencia creadora que la humanidad ha destruido.

La Gracia está trayendo una expiación desconocida.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los impulsa a la Consciencia Mayor,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz