Martes, 25 de diciembre de 2012

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA

Queridísimos y amados hijos:

Envío en este día un mensaje de Reconciliación, para que aquellos pequeños corazones que aún se sienten distantes de Mi presencia maternal puedan encontrar un camino para la unión Conmigo.

La primera llave para la Reconciliación es la Humildad. Sin ese atributo fundamental las almas no son capaces de vencer las influencias del mundo que llegaron a ellas.

La segunda llave es la Voluntad, pues la aspiración ardiente impulsada por la Voluntad, elevará vuestros brazos para que Yo pueda salvarlos.

Con la Humildad y la Voluntad, mis queridos, llegará la tercera llave que es la Oferta de sí, al reconocer que por sí solos, en este tiempo, no encontrarán fuerzas para salir del punto en que se encuentran.

La cuarta llave es la Pureza del corazón, para que por medio de un corazón Puro, puedan aceptar sin miedo el auxilio que viene de los Cielos.

La quinta llave es el Coraje, para responder al auxilio enviado y recorrer el Camino señalado por Dios. Junto con el Coraje camina la Fidelidad, que los ayudará a dar pasos firmes en el camino correcto, sin peligro de que haya desvíos.

La sexta llave es la llegada a la Puerta del Cielo; encender la llama del Amor en el corazón, que alejará todo el mal, quemará los últimos resquicios de oscuridad y permitirá que vuestros corazones llamen a Dios y a María delante de esa puerta.

Y cuando la puerta les sea abierta, hijos Míos, la séptima llave es correr hacia Mis brazos y dar el último paso, que es decidir no salir de allí nunca más.

Coloco hoy en Mis manos y en ofrenda a cada uno de Mis hijos estas llaves, para que al que le falte la Humildad, pueda recibirla; al que le falte Coraje, pueda sentirlo; al que le falte la Oferta de sí, pueda hacerla; al que le falte la Pureza, la Voluntad, el Amor o la Fidelidad, que busque delante de sí estas llaves y todas les serán entregadas.

Antes y después de ese Camino de Reconciliación, un atributo es sumamente necesario: la Persistencia, para remar contra la corriente que existe dentro de cada uno en este tiempo.

Descubran, Mis queridos, por detrás de estas palabras simples, el camino para retornar a Mi Corazón, porque Yo, que Soy Perdón y Misericordia, quiero recibir a todos Mis hijos en este tiempo. Por eso no esperen más, encuentren en Mí la fuerza para vencerse a sí mismos y para salir de los planes del enemigo y retornar a Mis planes de Paz.

A todos Mis hijos del mundo, que se alejaron de Mi Misericordia, que perdieron la confianza en Mi Corazón y que no encuentran más la Paz, Yo les entrego Mi Paz.

Les agradezco por oír Mi llamado y por permitir que la llama de la Reconciliación nazca en vuestros corazones.

Los adoro a todos ustedes.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad


Mientras se elevaba, María hizo la siguiente oración, y dijo que es un Pedido de Reconciliación:

 

Padre Celestial,
que impregnas todo lo que fue creado con Tu Espíritu de Amor,
hazme encontrar el Camino que me unirá eternamente a Ti.

Señor,
que por la oferta de toda duda, miedo y falta de confianza en Ti,
mis ojos, iluminados por Tu Espíritu de Paz,
vuelvan a encontrar el Corazón Inmaculado de la Virgen María.

Y, en esta Reconciliación, Señor,
mi vida sea renovada por Tu Amor Universal,
mis pasos sean protegidos por Tus ojos de Misericordia,
y, completado el Camino de retorno a Tu Casa Celestial,
todas las criaturas estén perpetuamente en Tu Corazón
y en el Corazón de la Bienaventurada y Santísima Virgen María.

Amén