Lunes, 24 de abril de 2017

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El Don del Temor de Dios

El Don del Temor de Dios es uno de los siete Dones del Espíritu Santo. Es una virtud interior que Dios depositó en las almas desde el momento de su concepción espiritual en el universo.

A partir de allí, el Don del Temor de Dios, así como el amor y la unidad, fueron pequeñas chispas colocadas en todos los espíritus creados para vivir y evolucionar en los universos.

El Don del Temor de Dios fue concebido en la Fuente Única y desde allí, al igual que los otros Dones, el Espíritu Santo se encargó de distribuirlo, como consciencia, entre las criaturas del universo. Esto fue posible por el servicio que prestaron los santos ángeles, desde el momento en que los seres surgieron de los Estanques de Luz.

Antes de que cada espíritu partiera para vivir su aprendizaje en alguna parte del universo, los ángeles sembraron en ellos el Don del Temor de Dios para que las criaturas, en sus diferentes escuelas, pudieran mantenerse unidas a Dios.

Este Don, hasta ahora no comprendido, despierta en alguna etapa de la caminata del ser, la posibilidad de percibir o de tomar consciencia de estar apartándose de Dios.

El Don del Temor de Dios genera en el espíritu, así como en la Creación, el recuerdo de nuestro compromiso con lo Alto y de cuánto debemos corresponder a nuestro Padre Eterno.

Así como el niño es gestado en el vientre de su madre y es alimentado a través del cordón umbilical, el Don del Temor de Dios es un Principio y, al mismo tiempo, es un estado que nos recuerda la importancia de mantenernos unidos a través de hilos de luz, a la Fuente Suprema.

El Don del Temor de Dios se manifiesta cuando la consciencia se aparta del camino de Dios y vive toda suerte de dificultades al punto de no saber cómo retornar a la senda que una vez abandonó.

El Don del Temor de Dios nos recuerda que, como seres espirituales, no podemos perder nuestra filiación con el Padre porque si lo hacemos todo se vuelve más difícil.

El Don del Temor de Dios siempre nos ayuda a buscar el equilibrio y la armonía en todas las cosas y a recordar cuál es nuestro verdadero propósito.

En estos tiempos, muchas almas viven el Don del Temor de Dios al sentirse distanciadas del Padre por todas las razones de la vida material e interna.,

El Don del Temor de Dios nos auxilia para que la consciencia humana no tome decisiones de forma impulsiva ni adopte acciones precipitadas. Este Don tiene como esencia el Primer Rayo de la Voluntad-Poder, porque su finalidad es remover todo en la consciencia para retirarla del punto en el que está.

El Don del Temor de Dios nos concientiza sobre nuestras verdaderas acciones y exigencias, nos corrige y, al mismo tiempo, nos coloca en el sendero correcto.

Cuando el Don del Temor de Dios se presenta en la vida de algún ser, es señal de que algo profundo, material y espiritual, necesitará revisarse para poder enderezarlo.

El Don del Temor de Dios eleva a la consciencia hacia la verdadera realidad, dejando en evidencia todo lo que la separó del Amor del Padre.

Este Don puede reconstruir los lazos de amor y de paz con el universo, a partir del momento en que la consciencia de superficie se reconoce pequeña, humilde y semejante al prójimo. El Don del Temor de Dios nos ayuda a retornar a lo que es verdadero y no superfluo, despierta el espíritu de la caridad y de la transparencia.

El Don del Temor de Dios alinea la consciencia con lo que es superior. Así, ella se siente amada y aceptada por algo que es cósmico y divino, a pesar de reconocerse imperfecta.

Este Don permite reactivar en nosotros la confianza en el Único, para que participemos de Su Fuente de renovación y de cura.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz