Domingo, 29 de junio de 2014

Mensajes mensuales
MENSAJE EXTRAORDINARIO RECIBIDO EN LA CIUDAD DE ATIBAIA, SAN PABLO, BRASIL, TRANSMITIDO POR MARÍA, REINA DE LA PAZ AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Antes del momento de la Aparición, María manifestó algo importante sobre esta región.

Cuando la Virgen descendía del Cielo, también descendían doce palomas de fuego, las cuales se colocaron sobre la casa formando un círculo. Cada una de las doce palomas irradiaba un rayo de luz diferente, que se manifestaban como rayos de diferentes colores y tonos. Esos rayos de colores venían del universo y descendían directamente sobre las doce palomas.

En ese momento percibimos que era algo espiritual que estaba sucediendo en nuestras consciencias.

También la Virgen María, a través de ese acontecimiento, congregaba en los planos internos a los hermanos de los diferentes grupos de oración que hoy no pudieron estar aquí presentes.

Cuando Nuestra Señora apareció sobre nosotros, primero aparecieron Sus brazos de luz abriéndose hacia nosotros, después aparecieron Sus manos y, en cuanto Ella las abría, salía una luz celeste de Sus palmas. Después terminó de aparecer Su silueta de luz y, al final, la Virgen María apareció bien nítida, bien clara. Lo que más nos llamó la atención fue el brillo de Sus ojos celeste turquesa, muy luminosos.

Ella nos miraba con atención, en silencio, con mucho amor de Madre. Después la Madre Divina comenzó a derramar Su luz sobre esta casa y se mostraba alegre, feliz y al mismo tiempo estaba serena; estaba a gusto por hoy estar aquí con nosotros.

Cada vez que Ella nos transmitía ese sentimiento, Su vestimenta se iluminaba de luz clara y transparente. Hoy Ella apareció vestida con un velo blanco, se veía una parte de Su cabello peinado con raya al medio. Tenía un manto celeste, una túnica rosa y un cinturón dorado. Todo el tiempo tuvo Sus brazos extendidos hacia nosotros. Su rostro era rosa claro y Sus ojos turquesa eran muy brillantes.

 

Queridos hijos Míos:

Vengo del Cielo a vuestro encuentro, con el propósito de que amen mucho más de lo que han amado hasta ahora. Yo les vengo a enseñar todos los días a caminar en la fe del corazón, para que a través de la presencia de Mi Hijo, sean Mis apóstoles de la verdad, de la caridad y de la paz.

Como Vuestra Madre Santísima, a cada uno de ustedes le he entregado una misión espiritual, la cual es vista por Vuestro Padre como una misión interior y más íntima, unida a Mi Inmaculado Corazón.

El Señor desea de este grupo una devoción más amplia, pues ahora este será vuestro don como grupo de almas; el camino de vuestra devoción a Mi Corazón Inmaculado será el que permitirá realizar las obras que Yo tengo previstas a través de vuestros corazones.

Mi abrazo de Madre y Mi maternal consolación los acompaña día y noche. Les pido que ya no lloren más, que vuestras lágrimas sean de alegría, de compasión y de amor por todos los que tienen sed del verdadero amor de Dios.

El Padre espera de vuestro grupo una devoción ardiente, capaz de remediar los dolores que muchas almas sienten por la falta de amor y de oración.

Yo les enseño, Mis queridos, a caminar en la verdad y en la unión predilecta con Mi Amado Hijo. Él me envió como Mensajera para vuestras vidas, para recordarles el compromiso que asumieron desde el principio con el Padre Eterno.

Por eso hoy vengo a pedirles como misión que ustedes, Mis queridos, y con la ayuda de todos los grupos de oración de San Pablo, levanten una ermita en lo alto de la Colina de las Apariciones, si fuera posible para el mes de septiembre. Esta ermita será dedicada en honor y gracias al Cristo Glorificado; ella propagará especialmente la fe por el esperado retorno de Cristo.

Si cumplieran con este pedido, Yo prometo bendecirla el día 25 de septiembre de 2014 y, en honra al Sagrado Corazón de Jesús, abriré sobre ella una Fuente de Gracias y de conversión.

Toda alma que se aproxime en peregrinación hasta la ermita del Cristo Glorificado en lo alto de la Colina, será bendecida en los últimos días de su vida por la intercesión de Mi Inmaculado Corazón y, en el día del Gran Juicio, Yo responderé por ella ante las preguntas de Mi Hijo. Después de muchos años, esta Obra Mariana que Yo llevo adelante en Minas Gerais, Brasil, triunfará y los no creyentes creerán en Mi presencia.

Quien rece con devoción dentro de la Sagrada Ermita de Jesús Glorificado, será escuchado al igual que es escuchado el canto de los Santos Ángeles.

Agradeceré por esta colaboración; siempre todo será por la salvación de la Tierra y de los reinos de la naturaleza.

¡Les agradezco desde ahora por responder a Mi llamado!

Gracias por acogerme en vuestros corazones.

Vuestra Madre María, Reina de la Paz