Sábado, 6 de julio de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA MADRE MARÍA, REINA Y GUARDIANA DE LA SANTA EUCARISTÍA, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE DURAZNO, DURAZNO, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos hijos: 

Con amor, gozo y bendiciones retorno a su encuentro desde el Cielo para hacerles recordar y para darles a conocer el valor infinito y precioso de Jesús en la Eucaristía. 

Por este motivo, hoy Mi Corazón Inmaculado lleva estampado el Sagrado Cuerpo y la Preciosa Sangre de Mi Hijo Jesús, para que todos Mis niños de la Tierra recuerden la importancia de vivir por medio de la eterna Presencia de Mi Hijo. 

Quiero darles a conocer lo importante que es que ustedes mediten y contemplen la Presencia de Jesús en la Eucaristía, desde el momento en que Su Cuerpo y Su Sangre son consagrados por los pastores que Él mismo escogió y llamó para que profesaran el Amor de Jesús.

Hoy también he venido para que sus consciencias recuerden la Presencia de Mi Hijo, desde el momento en el que sus almas comulgan de la Luz misericordiosa de Cristo. 

Queridos hijos, ¿por qué les digo todas estas cosas? Porque, como su Madre, espero que en su visión interior alcancen universos mayores, para poder comprender que Cristo vive y reina en sus esencias todo el tiempo que lo permitan y desde el momento de cada nueva Comunión con Su Divino y Santo Espíritu. 

En cada nuevo ejercicio de Eucaristía y de Comunión con el Cuerpo y la Sangre de Jesús, Él intenta ingresar y permanecer obrando a través de sus pequeños corazones.

Este misterio de la Eucaristía espera ser revelado a todos los seres de la Tierra, porque así todas las almas se prepararán con más consciencia para formar parte del Cuerpo Místico de Cristo, antes de Su regreso a la Tierra. 

Vivir en el Cuerpo Místico de Cristo es ser donación.

Vivir en el Cuerpo Místico de Cristo es servicio y amor a la Voluntad de Dios.

Por eso, es tiempo de que ustedes vayan más allá del acto de la comunión, porque los universos celestiales estarán abiertos ante los ojos de todos los que lo quieran ver. 

Por ejemplo, todos los consagrados monásticamente al Corazón Sagrado de Mi Hijo deberán dedicarle por lo menos cinco minutos posteriores a haber comulgado con el Cuerpo Santo de Mi Hijo. Así, con más consciencia, reverencia y amor harán de la vida consagrada el reflejo vivo de la Presencia de Cristo; y cada vez que cada alma contemple internamente el Cuerpo de Mi Hijo que ha recibido, la parte preciosa que Dios les entregó, podrán trascender como si nada todas las dificultades de la vida y del mundo. 

Por eso, hoy vengo a su encuentro como Reina y Guardiana de la Santa Eucaristía, para transmitirles los valores espirituales y los méritos que todos pueden alcanzar en este tiempo, cuando tan solo comulguen con otra actitud e importancia. 

Aguardo que Mis Palabras maternales hayan traído luz para cada una de sus consciencias, porque así serán uno con Mi Hijo y Mi Hijo será uno con ustedes y se podrá cumplir la Voluntad de Dios en las criaturas, cerrándose definitivamente los infiernos en el mundo y despertando la conversión en todas las almas.

¡Buen ejercicio de Comunión y de renovación con el Cuerpo Glorificado de Mi Hijo!

¡Les agradezco por atender a Mi llamado del fin del tiempo!

María, Reina y Guardiana de la Santa Eucaristía

 

Fray Elías:

Al final del Mensaje, la Virgen María nos transmitió la siguiente oración de unión con Cristo, para ser recitada en todos los momentos posteriores de haber comulgado con el Cuerpo y la Sangre de Cristo:

 

Oración de Unión Eucarística con el Maestro Jesús

Sol de Dios 
que alumbras la oscuridad de nuestras vidas.

Espíritu de Dios, 
que liberas las faltas de nuestros seres.

¡Ven Sagrado Cuerpo y Preciosa Sangre de Jesús!,
para que unidos a Ti
alcancemos la eternidad y el paraíso.

Amén.