Sábado, 12 de octubre de 2019

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN LAS NACIONES, RECIBIDO EN EL MONASTERIO DE LA CONFRATERNIDAD DEL SEÑOR, GUATAVITA, COLOMBIA, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, de Mi Corazón brota gratitud infinita por la devoción y por la fe que Mis hijos tienen por las diferentes faces de la Madre Divina.

Esa gratitud infinita que brota de Mi Corazón es el amor que Mis hijos orantes Me expresan cuando oran de corazón a Mi materno Corazón.

Es así, que la Madre Celeste puede bajo Su celestial soberanía estar presente en muchas naciones del mundo, revelando y dando a conocer Sus diferentes faces para que cada pueblo, cultura y civilización reconozca a la siempre Virgen María, Madre del mundo y de la humanidad.

Hoy, hijos Míos, se cumple el aniversario en el que el Padre Celestial decidió revelar a unos humildes pescadores la faz de la Señora Aparecida; faz que protege y ampara al Brasil como país, pero una faz que también llegó en aquel tiempo a las manos de los pescadores a fin de destituir para siempre la esclavitud y el sometimiento de los negros y de los africanos.

Por eso, hoy es un día importante para el Brasil y para el mundo, ya que no solo se celebra la presencia de la Señora Aparecida en el Brasil, sino que todos recuerdan que existe un camino para liberarse de la esclavitud espiritual y material, y que ese camino es ofrecido por la Virgen María para que más y más consciencias alcancen la libertad de sus propias prisiones de la vida.

Por eso, hijos Míos, Su Madre Celeste y Señora Aparecida extiende Sus manos hacia ustedes a fin de que puedan ser guiados por el camino de la libertad espiritual que la mayoría de la humanidad necesitará alcanzar para estar libre de las cadenas de la opresión y de la esclavitud mental y material.

Que el divino símbolo y la venerable imagen de la Señora Aparecida del Brasil impulse al mundo entero a seguir luchando, todos los días, para que el tráfico y la explotación humana de estos tiempos sea disipada y las almas más sufridas, por esas secuelas, tengan la Gracia de una vida digna y amparada por el Amor de Dios.

Ofrezcan este día de Vigilia de Oración por todos los que están presos de sí mismos y no consiguen liberarse del error. Pero también eleven amorosamente sus oraciones a lo Alto para que el tráfico de personas termine y esa gran red sea destituida de las mentes que la promueven, para que todos Mis hijos puedan vivir la Gracia de la redención y del perdón.

Hoy Me serviré de toda la celebración y de la devoción de Mis hijos que visitarán el Santuario de Aparecida para que esta importante causa se cumpla.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Brasil