Miércoles, 12 de febrero de 2020

Mensajes mensuales
MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN LAS NACIONES, RECIBIDO EN LA CIUDAD DE PHOENIX, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, los Santuarios y Centros Marianos del mundo están adornados y bellos por las flores de la oración de Mis hijos, por la fidelidad de los que siempre cumplen Mi llamado cada vez que Yo lo solicito porque, por más que no comprendan el misterio de Mi convocatoria, las almas se adhieren en obediencia y, por amor y fe, lo realizan.

Hoy, su Madre Celeste, la Inmaculada Concepción de Lourdes, se sirve de todas las oraciones que son sinceramente ofrecidas por Sus hijos. Y desde ahora, Me encuentro recogiendo las súplicas de los corazones por todas las almas que están severamente condenadas a la perdición y que, en algún momento de sus vidas, recibirán la llamada de Dios para que puedan despertar.

Desde la Gruta de Massabielle, en la histórica ciudad de Lourdes, su Madre Celeste emite un pedido de ayuda celestial y espiritual a todos los ángeles, a fin de que ellos intervengan en los asuntos de la humanidad que necesitan de mucha luz, Misericordia y redención.

A través de la visita a las Iglesias, a los Santuarios y a los Centros Marianos, su Inmaculada Madre está consiguiendo conceder Gracias especiales y profundamente espirituales para todos los que las pidan, así también se concede la Gracia de la conversión del corazón, por un corazón manso, humilde, pobre y servicial.

Estos valores son los que, en verdad, mantienen a la perdida humanidad dentro de la chance de la redención total. Por eso, hijos, todos los ofrecimientos, rosarios, canciones y alabanzas, no son dirigidos directamente hacia la Divina Madre, sino que todo ese ofrecimiento de los corazones llega a Dios por intermedio de la Virgencita de Lourdes.

Así, el Padre Celestial consigue sentir el alma y el corazón de Sus hijos, y enseguida Él abre la puerta de Su Divina Misericordia para que las almas se puedan salvar.

Yo les enseño, Mis queridos hijos, a interceder por las causas y por las situaciones imposibles para que, en los próximos tiempos, su comunión espiritual y su diálogo con Dios sea cada vez más verdadero y profundo, porque el tiempo de grandes definiciones llegará y las almas deberán estar seguras de las decisiones que tomen.

Queridos hijos, me despido, siento el gozo de sus ofertas en Mi Inmaculado Corazón, y que en estos próximos días ustedes, Mis hijos, puedan seguir donándose en oración para que el triunfo de la Novena a la Señora de Lourdes sea bien amplio y llegue a todos los que necesitan de ella. 

¡Les agradezco de corazón por responder y por vivir Mi llamado! 

Los bendice y los lava con el Agua Espiritual de Massabielle, 

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz