Siente la Presencia de Dios en tu corazón y no salgas de allí.
Fortalécete con el fluido poderoso que proporciona la oración, con el escudo potente que la oración crea.
Mantente dentro de Dios y vive cada momento, a fin de que crezca tu espíritu.
Condúcete a través de las Leyes y de los Rayos sublimes que provienen del Universo, así aprenderás, con esa ayuda, a superar los últimos tiempos.
Anímate a trascender los obstáculos con amor y las pruebas con perdón para que en esta humanidad despierten los Nuevos Cristos.
Así, tú podrás ser un ejemplo para los demás y muchos más aprenderán a trascenderse y a donarse espontáneamente al Plan de Dios.
Vence cualquier contrariedad a través del amor y de la inteligencia.
No dejes que nada opuesto te lleve, así como la corriente del río.
Tómate del Manto del Pastor y Él te librará.
Quédate en Su Paz, porque en Cristo todo es posible.
Sigue adelante con la certeza de pertenecer a Dios y de estar formando parte de Su Reino.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz