Lunes, 4 de agosto de 2014

Mensajes semanales
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO PARA LA 13.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Póstrense ante Mi Corazón Misericordioso, así Yo podré ayudarlos de diferentes formas.

Hoy vengo desde el Cielo anunciando Mi pronto Retorno al mundo.

Necesito que Mis Rebaños se congreguen en el amor, que puedan vivir Mi Mensaje, que puedan seguir las instrucciones del Pastor para este tiempo definitivo.

Hoy vengo a preparar esta cena con ustedes y a comulgar con vuestras almas y espíritus, pues eso es lo único que es valorado por el Poderoso Dios.

Vean reflejados en este momento Mis Rayos de Misericordia sobre ustedes, pues no hay mayor Luz que haya llegado a vuestro auxilio en estos tiempos. Y deberán dar cuenta de esto a través de un testimonio verdadero ante vuestros semejantes.

Quien responda a Mi Palabra tendrá vida eterna. Aunque parezca que se esté sumergiendo en la oscuridad de este mundo, Mi Luz nunca lo dejará caer. Mis Ojos harán resplandecer vuestros caminos e indicarán el nuevo horizonte que cada uno de ustedes deberá recorrer en Mi Nombre.

Todos son llevados al centro de Mi Corazón para que en adoración honremos al Dios del Amor.

Vengo nuevamente a repetir Mi Mensaje porque el mundo sigue equivocándose; las puertas de los Cielos se están abriendo en este lugar como último llamado a la Redención. Y cuando ya no Me vean pasar por aquí, Me esperarán en silencio y en oración.

A cada uno de ustedes vendré a buscarlos en el momento cierto y justo, pero no será como ustedes lo imaginan. Vuestras mentes no podrán reflejar ninguna verdad porque será a través de la fuerza del corazón, que es imperiosa e infinita ante el mal.

Únanse y no pierdan de vista la unidad, así estarán aliviándome y no Me estarán quitando el tiempo con tantas observaciones que debo hacer sobre ustedes; así Mis Ojos y Mi Corazón podrán estar tranquilos sabiendo que Mis Ovejas caminan hacia Mi Establo, el establo del corazón. De esa forma Yo podré ayudar a los que más necesitan y, como ustedes, otros más podrán despertar a esta convocatoria que Mi Nombre, en honra al Padre, está haciendo para todos.

Sepan que todos son iguales ante Mis Caminos. Muchos se han cruzado Conmigo en otros tiempos, aunque otros recién Me conocen y sienten confianza y plenitud en Mi Amor Misericordioso.

Hoy sentado a vuestra mesa comparto Mis Palabras de amor y de verdad, como lo hice con Mis Apóstoles, en la serenidad, antes de la Pasión.

Mucho ya he dicho a lo largo de los tiempos sobre cómo Yo los quiero ver a cada uno de ustedes. Ya no piensen que podrán ser iguales a los demás o los podrán imitar.

Yo los invito a vivir Mi Camino con plenitud y sacrificio, pues los tesoros que Yo guardo para ustedes no se encuentran en este mundo ni en ninguna otra persona. Lo que ha venido del polvo al polvo volverá y desaparecerá, pero lo que ha venido del Espíritu al Espíritu retornará y vivirá eternamente en el Corazón de Mi Padre.

Estos encuentros Conmigo son impulsos que Yo les dejo, joyas preciosas para tiempos difíciles y duros. Que nunca se acabe vuestra sed; que vuestra vanidad no les quite la sed de buscarme. No se engañen y abran los ojos a Mi Luz. Yo los bendigo todo el tiempo mientras Me invoquen, pues no hay nadie mejor que Yo para vuestras vidas, pero los dejo libres cuando no quieran buscarme.

El Amor entre los hermanos debe ser fomentado a través de la verdad, así podrán vivir Mis Palabras de forma simple y serán ejemplo para muchos.

Dejen que Mis Pasos puedan marcarles nuevas señales para recorrer, las cuales verán en el próximo tiempo, antes de Mi Retorno, cuando Yo ya no esté más aquí entre ustedes compartiendo Mi Eucaristía Redentora. Pero, que Mi Palabra no sea menos fuerte que la vuestra, porque de ser así estarán yendo por otros caminos y la mente inferior los convencerá de muchas cosas antes de tiempo.

Busquen el camino del corazón todo el tiempo y no se perderán. Confíen en lo que Yo les traigo a través de Mi Presencia. No teman confesar vuestras miserias, Mis Oídos son infinitos y extensos, y escuchan todas las vibraciones del Universo, hasta el respirar de un niño.

Mientras el mundo no siga el camino correcto en este tiempo, Yo vengo para dejarles lo último que les puedo entregar, aquello que no se perderá entre las cosas superficiales. Es Mi Espíritu, el que prevalecerá en ustedes, en las tribulaciones y en las caídas.

Por eso los invito a renovarse después de un año de Gracias, Gracias tan peculiares para cada uno de ustedes, Gracias que son distintas a los ojos de los hombres, Gracias infinitas que transforman y redimen los corazones.

Yo les dejo Mi Corazón como un emblema universal y espiritual, como una llama que nunca se apagará mientras la busquen de forma verdadera y sincera.

Si Dios les ha permitido vivir tantas cosas en este tiempo, todo tiene un porqué, un propósito y una meta que ustedes desconocen.

Muchos han escogido la ley del sufrimiento, en vez de la Ley del Amor para aprender en la Luz de la instrucción. Pero Yo no puedo revertir vuestras decisiones, queridos Míos, Yo solo puedo ser la Guía y la Estrella que les indica el camino hacia la misión que Dios espera que vivan en este tiempo, de manera simple y humilde.

Me lamento por aquellos que hoy ya no están aquí y que no confiaron en Mi Voz. Pues como Yo lo advertí en Ruanda, muchos no Me escucharon. Espero que no vuelva a suceder de la misma forma.

Concéntrense en Mi Corazón y que nada más los perturbe. Busquen esa sintonía perfecta Conmigo, porque el mal delante de Mi Presencia nunca prevalecerá. Podrá reírse de Mí como lo hizo en la Cruz, pero él será vencido y será extirpado a través de Mi Voluntad.

El Universo los bendice todo el tiempo. No busquen otra cosa que Mi Corazón, él siempre los acogerá y les dará la fuerza para seguir entre las tinieblas que hoy están aquí. Los invito a vivir el camino de la serenidad, aquel que Yo aprendí en la Pasión y en la Cruz. Eso no es conocido por el enemigo. Esa es la llave que lo hace perder y desistir, porque el Amor siempre es más fuerte.

El Amor supremo acoge y transfigura, redime y libera a las células que están muertas por la falta de la Luz, de la Luz de Dios.

Agradezco vuestros esfuerzos por acompañarme durante todo este año y espero que, después de haber estado junto a Mí, nuevas puertas a la redención se abran para los que no pueden encontrar el camino de salida de sí mismos.

Lleven en vuestros corazones la señal de Mi Bendición pastoral.

Que comulguen también Conmigo todos los que Me han faltado, pues es una oportunidad para encontrar la última salida.

Bendigo y absuelvo a todos aquellos que hoy Me abrieron su corazón en confianza y en amor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Que vuestros corazones puedan ser los nuevos cálices que reciban Mi Sangre preciosa, el código de la transfiguración y de la renovación, para que vivan a partir de hoy la cura y el perdón.

Vayan en Paz y sean Luz entre las tinieblas.

Les agradezco.

Cristo Jesús Glorificado