Viernes, 1 de agosto de 2014

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MONTEVIDEO, URUGUAY AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hermanos:

Que la paz se establezca en todos aquellos que no la tienen y principalmente se cumpla el proyecto de Mi Paz en los que Yo he llamado a servirme a través de los tiempos.

Que vuestros corazones sean la luz del mundo; para eso vuestros sentimientos deben ser puros y tan cristalinos como el agua de un río. Así Compañeros Míos, Me ayudarán a remediar las ofensas gravísimas que el mundo entero está ocasionando al Dios Creador.

Día y noche, a través de vuestros hermanos de camino, Yo los llamo para vivir Mi Unidad Crística, unidad que los liberará de vuestras propias ideas y los curará de vuestros propios males.

A pesar de la guerra espiritual y física que vive el mundo enfermo de hoy, Yo los reúno a ustedes, Mis Queridos, para que juntos, a través de Mi Infinita Gracia Celestial, den el testimonio de que es posible vivir en Dios y vivir en paz entre las tinieblas.

Hoy el Cielo y todo el universo se digna a venir a visitarlos secretamente, y el Cielo ingresa en vuestros corazones impuros para retirar la separatividad y la desunión. Después de tantos mensajes y palabras derramadas en el mundo en tantos siglos de trabajo por parte de los Divinos Mensajeros, ustedes Mis Amigos se han preguntado:

¿Por qué hoy estoy aquí Señor?

¿Qué hago frente a Ti, aún sin merecerlo?

Yo les respondo:

Te amo, Te amo tanto que aún no lo percibes, Mis Manos oran por tu misión personal y grupal todo el tiempo. Mi Gracia restaura las secuelas de tus heridas y Me sirvo de todo lo bueno que tienes; deseo que seas Mi Soldado de la Misericordia para que junto a Mí, aliviemos el mal de este mundo. Y tú nuevamente me preguntarás:

¿Señor, entre tantas criaturas, por qué te dignas venir a buscarme?

Y Yo te respondo:

Porque la virtud que tú guardas es totalmente para Mí y no dejaré que la pierdas por nada, hasta el punto de que Yo te demostraré cómo amar a tus hermanos, mejor de lo que tú crees.

Por eso te digo, deseo que Mi Voz resuene en tu corazón y que ella sea el fruto redentor para los hambrientos de espíritu. Lo que fue prometido se cumplirá, pero antes nadie quedará sin ser avisado. En verdad les digo, que este es Mi último tiempo de Misericordia y de Redención.

Abran los brazos para acogerme y sentir el calor supremo de Mi Corazón. De todos los uruguayos espero el gran paso hacia el Propósito y ya no dejaré que ningún servidor Mío tire de la soga, pues llegó la hora de que todos se unan en el nombre poderoso del Amor de Dios, así se podrán evitar muchos pesares para este país y muchos estarán a tiempo de reencontrarme.

Yo los necesito a todos hasta en las cosas mas simples de la vida. Yo tengo Mis Ojos sobre todos los siervos de Mi Padre. Agradezco el espíritu del esfuerzo colocado para recibirme en este humilde lugar. Recuerden que cuando Yo estuve entre ustedes, muchas veces Me senté a la mesa de los pobres y de los sufridos, para dejar el consuelo de Mi Padre.

Bajo el Amor de Dios sean bienaventurados.

¡Gracias por buscar incansablemente Mi Sagrado Corazón!

Cristo Jesús Glorificado