Domingo, 9 de junio de 2013

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos Míos:

En verdad les digo, el alma que se aferre con devoción y amor a la Hora de Mi Misericordia podrá ser reconocida como un alma bienaventurada, capaz de llevar en sus manos el estandarte de Mi Paz. Así Yo le daré, en la hora culminante, el poder de la palabra y del espíritu para que los corazones puedan reconocer Mi Presencia entre sus labios y su pequeño espíritu.

También estoy aquí, en este día, para confirmar a las almas que desde el principio hicieron un voto de consagración a Mi Sacratísimo Corazón de Amor. Además les digo que ningún alma perderá el lazo de amor que la une con Mi Corazón mientras corresponda a la grandeza de Mi Eterno Llamado.

En estos tiempos de purificación para sus corazones, Mis Rayos descienden desde el corazón de este Universo para develar los misterios de Mi Cristificación como hombre y como consciencia. Esto ocurre con la intención de que todos Mis discípulos, como almas del mundo, puedan pronto imitar Mis Pasos en las diferentes fases de la vida.

Queridos, día a día les traigo Mi Reino, para que en la vida terrena se afirme el compromiso de sus almas con Mi Eterno Espíritu. Así, el ejemplo de amor y de devoción por Mi Sagrado Corazón abrirá la puerta para todas las consciencias que padecen en el sufrimiento y en la eternidad del propio infierno.

Cuando sus seres, a pesar de todo, se disponen para recibirme con verdad y fe a las tres de la tarde, la Fuente Inagotable de Mi Misericordia circula por el mundo como el vuelo del Espíritu Santo, para convertir a los corazones y para liberar de las amarras a cuantos viven presos de la ilusión del mundo.

Día a día, a través de Mi Misericordia, los invito a la colaboración con Mi Plan de Rescate y de Conversión del mundo.

Bajo la Luz Infinita del Padre y del Espíritu Santo, sean bienaventurados.

Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.

Cristo Jesús, el que regresa en victoria a sus vidas.