Domingo, 11 de agosto de 2013

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mensaje recibido durante el 6.° Encuentro de Oración en el Centro Mariano de Aurora

Yo escojo a los corazones que transmitirán en estos tiempos Mis mensajes renovados; esto tiene una finalidad espiritual y divina, porque en ellos Yo intento que Mi Sagrado Corazón repose.

Aspiro a que aquellos que están despertando a Mí, y regresan después de tanto tiempo, retomen Mi Camino de Santidad.

Como Hijo y Servidor Eterno de Dios, llego al mundo para retirar de Mis discípulos el peso que el pasado ocasiona e impide la concreción de Mi Proyecto en cada pequeña alma. Por eso, en este último ciclo, renuevo a Mis soldados a través del camino de la oración misericordiosa, la cual está consagrada a la Coronilla a la Divina Misericordia.

Esta Coronilla no solo les recordará día a día Mi Pasión para que la puedan imitar, sino que además reúne los poderes universales que se imprimen como Códigos de Luz en el alma que ora este poderoso Sacramento de oración.

La Oración para Mí es un gran Sacramento redentor junto con la Comunión. Estos dos principios sacerdotales les permitirán estar más cerca de Mí y, desde el ecumenismo, rescatar la importancia de vivir de Mi Cuerpo y de Mi Sangre por el amor y la salvación de los que hace mucho tiempo comulgan con las modernidades del mundo y no con Mi Espíritu Salvador.

Me encontrarán, como ya lo he dicho, en todos los Sagrarios de la Tierra. Por eso, vayan con confianza hacia los pastores y hacia los consagrados, para que ellos les administren Mi Cuerpo y Mi Sangre, símbolos de unión eterna con el Glorioso Padre de las Alturas. 

Hoy les recuerdo todas estas cosas, porque llegó el momento de que exista un orden universal en todo, y para que eso sea realidad en sus espíritus ustedes deberán practicar los sagrados sacramentos.

Yo los escucho en el silencio.

Yo los bendigo en la oración.

Yo los bautizo con el Agua de Vida en cada Confesión.

Yo Me entrego a ustedes en la Sagrada Comunión.

Por eso, estén atentos a las señales de los nuevos tiempos, porque solo Me podrá reconocer, en Mi Regreso al mundo, aquella alma que viva a través del amor del corazón.

Yo Soy el Corazón Vivo y Eterno. Soy el Corazón que quiere latir fuerte dentro de sus seres, cuando tan solo se abandonen en Mi Espíritu Paternal.

Bajo la Misericordia del Padre, les agradezco a todos por haber acompañado el gran propósito del Plan de Dios.

Paz y Bien para Mis hijos,

Cristo Jesús, el Rey Universal