Sábado, 2 de marzo de 2019

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Que Mis últimas Palabras escriban el triunfo de Mi Amor en el libro de tu alma.

Que, en este nuevo ciclo, tu memoria recuerde el pasaje de cada instrucción entregada y que tu espíritu se enriquezca con los impulsos de luz enviados por Mi Corazón.

Que cada uno de Mis mensajes te sirva de aliento, te fortalezca y te dé esperanza para que, algún día, cuando estés ante el portal de Mi Presencia, tu consciencia se entregue definitivamente a Mí, con amor y con confianza.

Deja que Mis últimas Palabras no solo se escriban en el libro de tu alma, sino que también cada vibración emitida por Mi Voz colme hasta el recinto más profundo de tu ser para que aprendas, a través de Mis Mensajes, a estar en comunión Conmigo.

Aún atravesarás desiertos. Aún sentirás la soledad.

Aún te encontrarás con el trago amargo de la hiel, como el que Yo bebí por última vez en la Cruz.

Pero nunca te sentirás abandonado, despreciado u ofendido, porque si de verdad siempre estuviste Conmigo, cada prueba será una oportunidad de dar un nuevo paso.

Has renunciado para seguirme. Le has entregado tu familia a Dios para seguir Mis pasos y, después de haber vivido y experimentado tantos desafíos, hoy estás aquí, ante Mí.

Sé lo que significa para ti dejarlo todo. Sé lo que significa para ti entregarlo todo.

No olvides que Yo fui un hombre como tú, que vivió en carne propia el abandono y la soledad del corazón.

Pero Aquel que está por encima de todo, Aquel que está más allá de todo, siempre te colocará en Sus Brazos, porque sabe que eres frágil, pequeño e inexperto.

El Padre Celestial siempre te dará Su Amor para que lo vivas.

Mis Palabras graban en tu alma los tesoros internos, los que te prepararán para que algún día, próximo, Me puedas reconocer. Y en ese día, sin adversidades, sin sufrimientos y sin angustias puedas sentarte a Mi Mesa para compartir el Pan de la Vida y de la Renovación.

Recuerda que siempre quiero estar en ti.

Necesito un refugio para aliviarme y fortalecerme ante todo lo que veo en el mundo.

No te separes de Mí.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús