Querido hijo, querida hija:
Quiero compartir con ustedes Mi profundo Amor Materno; pues, el Señor necesita de cada uno la unión absoluta con Su Espíritu.
Queridos hijos, que, después de esta Navidad, puedan vivir mucho más en Mi Paz, para compartir así Conmigo el Reino de los Cielos sobre la faz de la Tierra.
Hoy, necesito de ustedes una constante oración del corazón, que pueda nutrir cada espacio de sus seres, para alcanzar así la Gracia de la conversión.
Hoy, vengo desde el Séptimo Cielo, donde la expansión de Dios como Consciencia Suprema se manifiesta en todo lo que Él ha creado.
He venido desde allá para decirles que Dios los ama, que Él conoce sus fortalezas y debilidades, sus dolores y alegrías; pero lo más importante, queridos hijos, es que estén en Mi Corazón, como estuvo Jesús en Mis Brazos.
Si supieran cuánto los amo, vivirían en una inmensa alegría que podría ser irradiada a los que más la necesitan.
En el Séptimo Cielo existe la Paz; de donde nace el Amor y la Unidad, la manifestación más grande del Bien de Dios que es desconocida por muchos, porque muchos de Mis hijos están llenos de otras cosas, cosas que sofocan sus corazones y que nacen de las acciones de este mundo.
Por eso, hijos Míos, una vez más les traigo el Cielo a sus vidas, para que recuerden que, desde él, podrán fortalecer su fe, a través de la unión con Mi Inmaculado Corazón y el Sagrado Corazón de Mi Hijo.
Quiero que puedan reconocer el perdón que, desde los Cielos, a través de Cristo, vendrá a salvarlos y redimirlos.
Hoy, quiero que construyan en ustedes un templo vivo, una esencia hermosa llena del Amor de Dios para que el Señor se sirva de los instrumentos, a través de los que Él necesita obrar en este tiempo.
Dejen en Mí sus dudas, resentimientos y dolores; porque, como Madre de las Gracias, conozco a sus corazones y sé lo que cada uno de Mis hijos necesita.
Queridos hijos, muchas almas del mundo aún no están descansando en Mis Brazos, en Mis Brazos de Maternidad, porque todavía muchos se olvidan de la importancia de la oración y de la unión con Dios.
Pero, Mi Hijo no vendrá al mundo como un Juez, sino como el Salvador que reunirá a Sus rebaños para el gran momento. Ese gran momento se llama redención, paz y conversión, un Espíritu Universal que Mi Hijo traerá al mundo para darles así la salvación a todos.
Crean en las Buenas Nuevas que hoy Yo les traigo; porque si creen en Mis Palabras, muchos más discípulos de Cristo despertarán, aquellos que aún no han despertado a la Luz de Mi Hijo y que necesitan de sus oraciones para alcanzar esa Luz de redención y paz.
Comparto con ustedes la venida del Séptimo Cielo, que llega trayéndole la Misericordia de Dios al mundo y en especial a sus corazones. Muchos confirmarán, en los aprendizajes, la confianza en Mi llamado.
Cada pedido, que emite Mi Voz de Amor, tiene un motivo espiritual que ustedes desconocen. Cada nuevo lugar en donde Yo aparezco, sea un hogar, una ciudad o un país, tiene motivos especiales y maternales de convertir el dolor humano en Amor Divino, en Paz absoluta.
A través de Mi llegada, en las Apariciones de Mi Corazón Inmaculado, los estoy llamando a ser difusores de Mi Mensaje Materno, con sinceridad y verdad, al igual que lo han hecho Mis hijos en Medjugorje.
Aún vendré por un tiempo más; pero esta Gracia de recibirme a partir de su amor perdurará como una promesa Mía, como una intención principal para la victoria de Mi Corazón en la Tierra.
Sacien vuestra sed de amor Conmigo, porque así los llevaré hacia Mi Hijo, el Redentor. Estoy con ustedes siempre desde Mi Materno y Celestial Corazón de Paz.
Queridos hijos, les agradezco por haberme acompañado durante todo este año de Gracias.
Los ama y los acompaña,
María, Reina de la Paz
Guarden en sus seres los frutos que Mi Hijo les entregó en esta Navidad.
Queridos hijos de Florianópolis:
Mi Corazón se alegra, pues encuentra a Mis pequeños hijos orando como oran los ángeles en el Reino del Señor. Les agradezco por estar respondiendo a Mi llamado por la paz y hoy les traigo Mi Paz.
Mis hijos, el Corazón de Dios, en este día, creó alas para descender a la Tierra y derramar Su Sabiduría sobre cada una de Sus criaturas. El Señor los contempla en soledad; ya que, en este día, envió a la Madre del Universo y a Su Hijo Redentor para rescatar a las almas.
Queridos hijos, cuando Mi Corazón les habla del rescate de las almas, se trata de la profunda unión y confianza que las almas necesitan alcanzar para con Mi Corazón. Un alma rescatada es aquella que afirma su fe en Dios y en Cristo; es aquella que se torna oveja fiel del rebaño del Redentor y camina lado a lado con el Gran Pastor, aun habiendo estado perdida durante tanto tiempo.
Mis queridos, el Señor no contempla el pasado, solo el presente. Por eso, Me envía tantas veces a la Tierra a derramar sobre ustedes Mi Verbo Inmaculado. Cada día que Mis Pies se posan sobre este suelo, es porque el Señor les da una nueva posibilidad de redención a Sus hijos. Y así será siempre, Mis queridos, como lo fue hace tanto tiempo.
El Señor enviará a Sus Mensajeros más próximos para acompañar, de las manos, a sus pequeños hijos en el camino de retorno. Es una oferta que hace el Corazón Misericordioso de Dios, enviando a Su Hijo y a la Madre Universal y, a través de Ellos, envía a Su propio Espíritu.
Queridos hijos, abran sus corazones y acepten esta misericordiosa oferta que les hace Aquel que los creó, oferta de retornar a la Fuente, que es el Corazón de Dios; de retornar a Su Reino, en donde vive la verdadera pureza y la eterna paz.
Reciban, en sus brazos, el Amor que este Santo Espíritu les trae y sigan en oración para que, mucho mas allá de este día, este Espíritu pueda actuar en sus vidas y pueda guiar sus pasos. Es tan simple, Mis queridos; solo basta que le digan sí y llamen a este Espíritu. El Señor aguarda el pedido sincero de sus corazones para que, a través de la Misericordia, este Espíritu pueda guiarlos.
Los amo a todos ustedes y les agradezco por responder a Mi llamado.
Y espero que sus corazones no se olviden de estar Conmigo a través de la oración, día a día.
Les dejo Mi Paz.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Madre María Shimani de Monserrat:
La Madre quiere que traigan la imagen de la Virgen de Lourdes aquí, porque Ella la va a consagrar. Hacemos silencio, nos concentramos en el Corazón de nuestra Madre.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, consagro esta imagen, en nombre del Amor de Mi Hijo, la Faz de la Inmaculada Concepción para que represente en sus vidas todo para sus corazones y para los nuevos caminos que están recorriendo Conmigo.
Que la Luz de Mi Reino de Amor y de Paz esté presente en sus corazones para siempre, y que este símbolo de la Inmaculada Concepción les recuerde todos los días la unión Conmigo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Hoy, Nuestra Madre transmitió el Mensaje escrito porque esa fue la Voluntad de Dios. Así que vamos a escuchar primero el Mensaje transmitido a Hermana Lucía y después a Fray Elías.
Luego, se realiza la lectura del Mensaje de la Virgen María transmitido durante la Aparición del 4 de diciembre de 2012, recibido por Hermana Lucía.
Y, a continuación, se realiza la lectura del Mensaje de la Virgen María transmitido durante la Aparición del 4 de diciembre de 2012, recibido por Fray Elías.
No teman, queridos hijos, porque las puertas del universo están abiertas.
Hoy, Dios Me envía a decirles que el ciclo tan esperado en esta humanidad se está aproximando. Eso significa, queridos hijos, que Yo estaré más cerca de ustedes durante todas estas horas.
Después de 2012 años, Mi Consciencia actuará fuertemente en este mundo y eso se prolongará hasta el próximo año 2013, en el que una tarea en Medjugorje estará siendo concluida a partir del desenvolvimiento de los secretos. Todo estará siendo revelado al mundo en poco tiempo. Las verdaderas revelaciones que escribieron los profetas del ayer.
Y hoy, cumplo una profecía, entre tantas, la venida de la Reina de la Paz, de la Reina del Universo, que anuncia la llegada de Mi Hijo a través del nacimiento solar; eso significa, queridos hijos, que los signos estarán siendo mostrados.
Es importante lo que les estoy revelando; por eso, ahora les pediré un permiso. Los corazones que están muy cerca de Mí, así Me comprenderán mejor.
Queridos hijos, quiero decirles que, a partir de esta fecha, comienza el ciclo que fue escrito por Dios. Los Libros se abren para escribir nuevamente en la humanidad, en la Nueva Humanidad tan esperada por Nuestro Señor.
Por eso, no teman por los eventos que acontecerán. Fueron llamados en este tiempo porque ya han sido preparados. Sus corazones fueron preparados a través de Mi venida a lo largo de todo este último tiempo. Esa es la mejor señal que hoy les muestro: que, a través de Mi Presencia, ejerciten la oración del corazón.
Será importante ofertar a Dios, durante todos estos días, los pequeños sacrificios que pueden hacer sus corazones, para que este nuevo tiempo sea de pacificación y muchos corazones, que necesitan ser refugiados dentro de Mí, puedan aproximarse por la colaboración de los Ángeles Custodios. Será importante su unión diaria con el Ángel Guardián, Él les indicará los pasos que deben dar durante este último ciclo.
Como la Misericordia de Dios es tan infinita, queridos hijos, Mi Corazón Maternal llegará a Aurora para poder apoyarlos. Y después de tantos eventos, que irán sucediendo poco a poco, volveré aquí, a Argentina el próximo año, a partir del mes de marzo, para que ustedes, ahora como adultos, puedan estar unidos a Mí y Me ayuden en esta tarea planetaria que comenzará a partir de este fin de año.
Por eso, queridos hijos, dirijan sus ojos hacia el cielo para que puedan ver resplandecer los portales de la Paz y no se dejen engañar por lo que pueda suceder en este mundo. Será el momento, queridos hijos, de activar los poderes de la oración y de que se guarden dentro de Mi Corazón Inmaculado, para que así no teman por nada.
Hoy, no vengo a revelarle miserias a este mundo, sino a traerles la Gracia de Dios, la Misericordia del Altísimo, para que aquellos hijos que en verdad Me quieren escuchar, puedan caminar Conmigo, a Mi lado.
Es momento, queridos hijos, de que se tomen de Mis Manos, para que Mi Corona de Estrellas pueda rodear a cada uno de ustedes, como a cada uno de Mis hijos que necesita de la inmensidad de la Luz. Por eso, ustedes podrán ser partícipes de este encuentro Conmigo en Aurora.
Y hoy también quiero revelarles, queridos hijos, que en el interior de Mi Corazón Inmaculado también se guardan las demás Comunidades del Padre. Con esto quiero decirles que Yo también estaré en cada una de ellas y podré estar más cerca de cada uno de Mis hijos cuando practiquen el ejercicio de la oración; porque así, queridos hijos, Me estarán llamando durante este tiempo definitivo.
Quiero dejar a todos Mis hijos debajo de Mi Manto. Por eso, abran sus corazones en esta hora definitiva, dejen atrás las indiferencias, las culpas y las amarguras; porque si siguen en ese estado, le estarán dando alimento al enemigo. Por eso, venzan sus atavismos a través de la oración, así podrán trascenderse y, muy próximos a Mi Reino, Mis Ojos de Misericordia los podrán guiar.
Estoy llamando, en este tiempo definitivo de 2012, a todos Mis soldados de la oración, a ustedes y a los demás soldados que están en el mundo, a todos los grupos marianos consagrados a Mi Corazón, a todos aquellos que le atribuyen la fe a la Madre Universal. Porque como Madre del Mundo, queridos hijos, estoy llamando a los 144 000 rebaños de Cristo, para que reciban al Resplandeciente Redentor, porque Él está muy próximo a sus vidas, a esta realidad material.
Pero primero, Él deberá ingresar en sus corazones como algo vivo. Para que eso suceda, hijos Míos, tienen a la Llama del Espíritu Santo como guía y protección.
En estas horas que sucederán, queridos hijos, oren, oren mucho sin cesar, oren para estar muy unidos a Mi Corazón Inmaculado. Oren para que San José, el Corazón Castísimo, pueda intervenir por todos. Oren para que las legiones de los Ángeles del Padre puedan ayudar al planeta y los portales del universo se puedan proyectar hacia este mundo para que todas las huestes de los Padres Creadores puedan llegar. Ese es Mi motivo especial de la oración planetaria para el 21 de diciembre.
Queridos hijos, hoy les debo hablar con madurez y consciencia. No solo son Mis pequeños hijos, Mis bondadosos corazones de amor; ahora, ya adultos, deben saber la verdad y asumir la parte que a cada hijo le cabe en este tiempo.
Estoy orando constantemente por ustedes y por todos Mis hijos; cuidando a las esencias que pueden ser engañadas, el enemigo no descansará hasta desviar a alguno de Mis hijos. Sepan, queridos hijos, que en este tiempo está todo permitido; pero con su oración, unida a Mi Inmaculado Corazón, podrán estar unidos al Corazón Divino de Mi Hijo.
Únanse como un solo grupo de oración. Que este fin de año, que esta Navidad que se aproxima, no solo sea motivo de recibir al Redentor, sino también de unirse entre ustedes como un solo grupo orante en cada nación.
Queridos hijos, corran, corran hacia sus hogares y pónganse a orar, unan a sus familias con el espíritu de la oración. Ya no es tan importante que cada alma no sepa orar, sino que se coloque a ejercitar el verbo de la oración.
Prometo ayudar a todos aquellos que se inician en el camino de la oración. Y ustedes, Mis queridos hijos, también pueden ayudar a aquellos que quieren aprender a vivir de la oración.
No piensen, queridos hijos, que hoy vengo a traerles miedo, sino a prepararlos para encontrar la verdad en el corazón, para que sus consciencias se unan de verdad al Corazón de Dios.
El tiempo de la normalidad ya terminó. Es hora de colocarse en oración, de clamar y de pedir la Presencia del Espíritu Santo. Mi Corazón Inmaculado les agradecerá que cada uno de ustedes pueda participar de esta oración planetaria.
Mi cesta de oro recogerá las flores de su oración. Necesito, queridos hijos, ofertar una gran cantidad de oraciones a Dios y sus oraciones se volverán más poderosas cuando estén unidos en grupos de oración y salgan de esta normalidad que el mundo vive.
Sepan, queridos hijos, que muchos hijos Míos no sabrán lo que sucederá; por eso, Yo les pido oración por todos ellos.
Sus oraciones se multiplicarán cuando oren conscientemente junto a los Ángeles de su Guarda, porque ellos elevarán la oración hacia Mi Reino Celestial y Mis Rayos Misericordiosos podrán actuar en diferentes partes del mundo. Por eso, no se sorprendan, queridos hijos, si Me ven en muchos lugares al mismo tiempo; si ven a los Santos del Padre actuando en esta humanidad, multiplicados a lo largo y ancho de este mundo para auxiliar a la humanidad.
Mi Corazón intercederá por todos ustedes.
Es importante, queridos hijos, que la Red-Luz se active como una Red del Plan Divino de Dios, y eso sucederá a través de su intervención en todos los ejercicios de oración que puedan unir a todas las consciencias de las naciones como una sola.
Mi Corazón estará en vigilia por todos los hijos que están a Mi cargo y por todos aquellos que se han distanciado de Dios. Haré incansablemente lo mejor hasta el fin.
Oración: “Ave María” (6 veces).
Inspiramos.
Queridos hijos, quiero decirles algo en este momento, en especial a toda esta nación amada de Argentina, que nunca se olviden de que Mi Corazón los ama profundamente y de que, si alguna vez sus corazones están perturbados o si sus pensamientos se separan del Amor de Dios, no teman por nada, entren en Mi Corazón Maternal, vacíen sus cargas a Mis Pies, porque Mi Corazón de Luz los consolará.
Recuerden que Soy la Señora de las Gracias, la Reina de la Paz, que viene con la promesa de mucha más paz para este mundo. Y eso se cumplirá a través del amor de todos Mis hijos, de la fe y de la esperanza.
Siempre sepan también, queridos hijos, que Me encontrarán en el Corazón Sacratísimo de Mi Hijo, en Salta; donde también Mi Voz difunde un Mensaje por la Paz. Y estarán las puertas abiertas de Mi Centro Mariano consagrado a Mi Corazón que está en Uruguay, como también el que está en Brasil y el que está en Córdoba. Por eso, alcen sus manos hacia Mi Corazón para que Mi Luz se pueda derramar sobre sus manos y puedan sentir, por sobre todas las cosas, Mi Amor Maternal.
Antes de Mi subida a los Cielos, quiero consagrarlos con el agua que hoy consagraré, como bautizó Juan a Mi Hijo Jesús. Ese ejercicio tan amoroso quiero hacerlo con ustedes.
Bendeciré las rosas que simbolizan Mi Amor por todos ustedes, que mojarán con el agua sus cabezas, para que estén protegidos y renovados en Mi Amor.
Que el agua, que simboliza la Vida para la vida de las almas, que es la esencia del Espíritu de Dios Manifestado, pueda invadir profundamente a sus corazones. El agua que cura la vida, el agua que sana las heridas, el agua que renueva sus consciencias y los libera de todo pecado y de toda mancha, sea bendecida por el poder de Mi Amor Inmaculado y bajo la unión perfecta de la Santísima Trinidad, para que sus corazones resplandezcan en Mi Paz y caminen en este tiempo bajo el espíritu de la fe y del amor.
Mi Amor Inmaculado bendice este símbolo creado por Dios, este elemento de la naturaleza del universo que les da la vida eterna, porque los renueva y los cura profundamente. Que esta agua sacie la sed de sus corazones y los nutra con el amor de Mi Hijo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Les agradezco, queridos hijos, por contestar a Mi llamado.
Mediten Mis Palabras.
Canción “Ave luminosa”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Bueno, hoy ha sido un día intenso y especial para todos. Nuestra Madre hizo revelaciones importantes para este fin de ciclo, revelaciones a las que les tenemos que prestar mucha atención.
Nunca como antes, la Madre afirmó y confirmó este nuevo ciclo que se acerca para nuestro planeta. Ella nos habla claramente que, unidos a Su Corazón Inmaculado, vamos a estar cien por ciento protegidos; y que no es para tener ningún temor, todo lo contrario, solo tenemos que hacer lo que Ella nos propone y estaremos bajo su Manto de Protección.
Este fin de año, hemos programado, a través de las Comunidades-Luz y de la Red-Luz, una vigilia perpetua de oración. Estamos sorprendidos por la respuesta de todos los grupos de oración del mundo, de cómo las personas se organizan de una forma increíble para pasar diez días orando perpetuamente; de cómo las diferentes regiones y las diferentes naciones se reparten las horas del día para poder orar perpetuamente.
Eso habla de que nuestra Madre ha encontrado un espacio en el corazón de mucha gente y la Red-Luz está comenzando a encenderse en toda América del Sur, América Central y toda Europa.
Así que la respuesta de nuestros corazones está siendo amorosa hacia el pedido de nuestra Madre. Es lo que nosotros le podemos ofrecer después de tantas Gracias, solo reunirnos a orar. Todos vamos a ir aprendiendo, a través de esos grupos orantes, el verdadero valor y el poder de esa oración.
A todos los que se quieran acercar en estos días de fin de año a Aurora, están invitados a participar igual que en la Comunidad-Luz Figueira. Y si lo tenemos que pasar en nuestras casas con nuestras familias, como la Madre también nos invitó a hacer, invitemos a nuestras familias a orar y vamos a descubrir una forma diferente de vivir.
A todos, les agradecemos mucho que nos hayan acompañado. Y, como dijo Nuestra Señora, nos vemos en marzo.
Y ahora, nos vamos a despedir cantando.
Canción: “Danos Tu Amor”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Ahora, mientras cantamos “Inmaculado Corazón de María”, nuestra Madre les pidió a todos los presentes, sobre todo los que están en las filas de atrás, que vinieran silenciosamente y se sentaran en el piso, alrededor de aquí, porque Ella los quiere ayudar. Los que están más atrás comiencen a venir silenciosamente.
Canción: “Inmaculado Corazón de María”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, los reúno aquí, queridos.
Madre María Shimani de Montserrat:
La Madre pidió que los que pudieran se colocaran de rodillas, porque Ella haría un trabajo con cada uno.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, quisiera poder escribir en sus corazones todo el Amor que Yo siento por ustedes, para que pudieran comprender la inmensidad del Amor de Dios.
Por este motivo, Yo los invito a permanecer en Mi Corazón y a que recuerden Mis Mensajes pasados como una preciosa instrucción.
Hoy, los bendigo, los perdono y los amo.
¡Les agradezco por contestar a este llamado!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Los aguardo en La Plata porque esa ciudad también lo necesita, necesita de la Luz y de Mi Amor, y ustedes pueden ser los mediadores para ese ejercicio, para que ese plan se cumpla en este momento.
¡Gracias, Mis pequeños!
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a cantar: “Bendita Tú eres”.
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Aquellos que quieran, pueden volver a sus asientos.
Ahora vamos a compartir un relato sobre lo que sucedió.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de nuestra Madre, vamos a compartir un breve relato sobre lo que sucedió antes de la Aparición.
Momentos antes de la Aparición, sucedió algo importante en los cielos de Buenos Aires. Comenzó a descender desde el universo una Corona de doce estrellas que tenía la extensión de la ciudad de Buenos Aires.
Sobre esas doce estrellas posaban doce ángeles, y toda la Luz de esas estrellas y de esos ángeles se iba imprimiendo en la consciencia de Buenos Aires.
A medida que iban descendiendo, portales se iban abriendo hacia el universo y destellos de Luz, rayos de Luz, comenzaban a descender sobre diferentes puntos de Buenos Aires.
Esos ángeles hacían una tarea de activar algunas almas, de aproximarlas nuevamente hacia el Corazón de nuestra Madre.
En el momento de la Aparición se nos indicó, a la Hermana Lucía y a mí, que nos arrodilláramos para esperar a Nuestra Señora.
Veíamos que Nuestra Señora no llegaba, pero sentíamos que se aproximaba muy cerca. Entonces, le dije a la Hermana Lucía: “Vamos a esperar a Nuestra Señora, porque creo que está haciendo una tarea importante”.
Cuando dije eso, Ella apareció sobre el cielo de Buenos Aires, estaba recogiendo a diferentes grupos de almas que necesitaban Luz, tarea que le llevo un tiempo. Entonces, Ella nos pidió que oráramos el Ave María en latín durante un tiempo.
Cuando Ella apareció dentro de esta sala, se manifestó como la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad; hacía mucho tiempo que Ella no aparecía de esa manera. En ese momento, sentimos que había un símbolo detrás de esa Presencia de la Virgen, que Ella después nos explicó.
Cuando Ella llegó a esta sala, nos pidió que rezáramos la “Oración por todos los niños del mundo” y que hiciéramos una oferta junto con Ella, principalmente por este proceso de fin de año que va a suceder aquí, en Buenos Aires.
Ella nos pidió hacer esa oración para poder desvanecer los miedos o las preocupaciones sobre este fin de año para que, a través de Su Presencia, en este día, se pueda instalar la paz en esta ciudad. También nos pidió que inclináramos nuestras cabezas lo más cerca posible del suelo y, en ese momento, comenzamos a escuchar a nuestra Madre rezando la “Oración por todos los niños del mundo”, al mismo tiempo que nosotros la repetíamos, lo que duró cierto tiempo.
En un momento, Ella nos mostró que estaba acompañada de diferentes coros de ángeles y de los Ángeles de la Guarda de cada uno de nosotros que se postraron en el suelo para rezar esa oración.
Cuando Ella comenzó a transmitir el Mensaje, que se cortó; entonces nos dijo: “Tiene que ser en este momento, tienen que estar muy atentos”. Luego dijo: “Ahora, escriban el Mensaje”, porque hubo una demora en la transmisión del Mensaje que estaba dando. Ella consideró que era mejor que Hermana Lucía y Fray Elías escribieran el Mensaje.
Allí, pidió que cada uno de los hermanos se aproximara muy cerca de Ella, porque quería hacer una tarea con nosotros.
(A continuación, se leen los Mensajes para la Aparición, recibidos por Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús y por Hermana Lucía de Jesús).
Madre María Shimani de Montserrat:
Solo les queremos decir que esperamos a todos los que puedan ir mañana a La Plata, ya que nuestra Madre necesita hacer una tarea también allí, y recuerden siempre que Ella ya está en los corazones de cada uno.
Algo que les quería decir y que sentí durante la oración, es que escuché a los soldados de María orar aquí. Hoy, sentí que todo el trabajo, que hemos hecho durante todo este tiempo, ha dado muchos frutos. Sentí a los corazones orando. Sentí que éramos uno y que, más allá de las diferencias o de las indiferencias, hemos aprendido lo que nuestra Madre nos vino a enseñar.
Quiero que nunca se olviden de lo que sintieron hoy, cuando oraron como si fueran uno solo; porque así siempre seremos invencibles, seremos uno en el Corazón de nuestra Madre. Si siguen orando así, nunca más van a tener miedo, porque nada se va a poder acercar. Confíen en lo que han aprendido.
¡Gracias!
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más