Martes, 4 de diciembre de 2012

Apariciones extraordinarias
MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO DURANTE LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos hijos de Florianópolis:

Mi Corazón se alegra, pues encuentra a Mis pequeños hijos orando como oran los ángeles en el Reino del Señor. Les agradezco por estar respondiendo a Mi llamado por la paz y hoy les traigo Mi Paz.

Mis hijos, el Corazón de Dios, en este día, creó alas para descender a la Tierra y derramar Su Sabiduría sobre cada una de Sus criaturas. El Señor los contempla en soledad; ya que, en este día, envió a la Madre del Universo y a Su Hijo Redentor para rescatar a las almas.

Queridos hijos, cuando Mi Corazón les habla del rescate de las almas, se trata de la profunda unión y confianza que las almas necesitan alcanzar para con Mi Corazón. Un alma rescatada es aquella que afirma su fe en Dios y en Cristo; es aquella que se torna oveja fiel del rebaño del Redentor y camina lado a lado con el Gran Pastor, aun habiendo estado perdida durante tanto tiempo.

Mis queridos, el Señor no contempla el pasado, solo el presente. Por eso, Me envía tantas veces a la Tierra a derramar sobre ustedes Mi Verbo Inmaculado. Cada día que Mis Pies se posan sobre este suelo, es porque el Señor les da una nueva posibilidad de redención a Sus hijos. Y así será siempre, Mis queridos, como lo fue hace tanto tiempo.

El Señor enviará a Sus Mensajeros más próximos para acompañar, de las manos, a sus pequeños hijos en el camino de retorno. Es una oferta que hace el Corazón Misericordioso de Dios, enviando a Su Hijo y a la Madre Universal y, a través de Ellos, envía a Su propio Espíritu.

Queridos hijos, abran sus corazones y acepten esta misericordiosa oferta que les hace Aquel que los creó, oferta de retornar a la Fuente, que es el Corazón de Dios; de retornar a Su Reino, en donde vive la verdadera pureza y la eterna paz.

Reciban, en sus brazos, el Amor que este Santo Espíritu les trae y sigan en oración para que, mucho mas allá de este día, este Espíritu pueda actuar en sus vidas y pueda guiar sus pasos. Es tan simple, Mis queridos; solo basta que le digan sí y llamen a este Espíritu. El Señor aguarda el pedido sincero de sus corazones para que, a través de la Misericordia, este Espíritu pueda guiarlos.

Los amo a todos ustedes y les agradezco por responder a Mi llamado.

Y espero que sus corazones no se olviden de estar Conmigo a través de la oración, día a día.

Les dejo Mi Paz.


María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad