Querido hijo, querida hija:
Quiero compartir con ustedes Mi profundo Amor Materno; pues, el Señor necesita de cada uno la unión absoluta con Su Espíritu.
Queridos hijos, que, después de esta Navidad, puedan vivir mucho más en Mi Paz, para compartir así Conmigo el Reino de los Cielos sobre la faz de la Tierra.
Hoy, necesito de ustedes una constante oración del corazón, que pueda nutrir cada espacio de sus seres, para alcanzar así la Gracia de la conversión.
Hoy, vengo desde el Séptimo Cielo, donde la expansión de Dios como Consciencia Suprema se manifiesta en todo lo que Él ha creado.
He venido desde allá para decirles que Dios los ama, que Él conoce sus fortalezas y debilidades, sus dolores y alegrías; pero lo más importante, queridos hijos, es que estén en Mi Corazón, como estuvo Jesús en Mis Brazos.
Si supieran cuánto los amo, vivirían en una inmensa alegría que podría ser irradiada a los que más la necesitan.
En el Séptimo Cielo existe la Paz; de donde nace el Amor y la Unidad, la manifestación más grande del Bien de Dios que es desconocida por muchos, porque muchos de Mis hijos están llenos de otras cosas, cosas que sofocan sus corazones y que nacen de las acciones de este mundo.
Por eso, hijos Míos, una vez más les traigo el Cielo a sus vidas, para que recuerden que, desde él, podrán fortalecer su fe, a través de la unión con Mi Inmaculado Corazón y el Sagrado Corazón de Mi Hijo.
Quiero que puedan reconocer el perdón que, desde los Cielos, a través de Cristo, vendrá a salvarlos y redimirlos.
Hoy, quiero que construyan en ustedes un templo vivo, una esencia hermosa llena del Amor de Dios para que el Señor se sirva de los instrumentos, a través de los que Él necesita obrar en este tiempo.
Dejen en Mí sus dudas, resentimientos y dolores; porque, como Madre de las Gracias, conozco a sus corazones y sé lo que cada uno de Mis hijos necesita.
Queridos hijos, muchas almas del mundo aún no están descansando en Mis Brazos, en Mis Brazos de Maternidad, porque todavía muchos se olvidan de la importancia de la oración y de la unión con Dios.
Pero, Mi Hijo no vendrá al mundo como un Juez, sino como el Salvador que reunirá a Sus rebaños para el gran momento. Ese gran momento se llama redención, paz y conversión, un Espíritu Universal que Mi Hijo traerá al mundo para darles así la salvación a todos.
Crean en las Buenas Nuevas que hoy Yo les traigo; porque si creen en Mis Palabras, muchos más discípulos de Cristo despertarán, aquellos que aún no han despertado a la Luz de Mi Hijo y que necesitan de sus oraciones para alcanzar esa Luz de redención y paz.
Comparto con ustedes la venida del Séptimo Cielo, que llega trayéndole la Misericordia de Dios al mundo y en especial a sus corazones. Muchos confirmarán, en los aprendizajes, la confianza en Mi llamado.
Cada pedido, que emite Mi Voz de Amor, tiene un motivo espiritual que ustedes desconocen. Cada nuevo lugar en donde Yo aparezco, sea un hogar, una ciudad o un país, tiene motivos especiales y maternales de convertir el dolor humano en Amor Divino, en Paz absoluta.
A través de Mi llegada, en las Apariciones de Mi Corazón Inmaculado, los estoy llamando a ser difusores de Mi Mensaje Materno, con sinceridad y verdad, al igual que lo han hecho Mis hijos en Medjugorje.
Aún vendré por un tiempo más; pero esta Gracia de recibirme a partir de su amor perdurará como una promesa Mía, como una intención principal para la victoria de Mi Corazón en la Tierra.
Sacien vuestra sed de amor Conmigo, porque así los llevaré hacia Mi Hijo, el Redentor. Estoy con ustedes siempre desde Mi Materno y Celestial Corazón de Paz.
Queridos hijos, les agradezco por haberme acompañado durante todo este año de Gracias.
Los ama y los acompaña,
María, Reina de la Paz
Guarden en sus seres los frutos que Mi Hijo les entregó en esta Navidad.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más