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Queridos hijos:
La soledad y la falta del Verdadero Amor a Dios en algunos corazones pueden despertar el miedo. Por eso, queridos hijos, ustedes, como instrumentos de la oración, deben amar a Dios Padre por sobre toda situación, sentimiento y pensamiento, para que así sus consciencias sean guiadas hacia el camino de la perfecta Luz de Dios.
Amados hijos, muchas almas necesitan de paz en la vida y en el corazón. Estas almas, que son Mis hijos, viven confusos, con poca sabiduría para dar sus pasos. Por eso, hijos Míos, los llamo con urgencia a la oración del corazón. Así Mi Hijo los podrá inundar con Su Misericordia y Sus Gracias en este final de los tiempos.
Queridos hijos, el mundo continúa ciego delante del Amor de Dios. Por eso Yo les pido que despierten en sus hermanos la compasión y el perdón tan necesarios para que la humanidad se redima. Todas las almas en estos tiempos están en su ciclo de definición y de juicio. Oren, queridos hijos, con mucho amor para que Dios los escuche y derrame Su Misericordia sobre el mundo.
La humanidad aún vive en la ilusión de que todo continuará igual. Yo les digo, hijos Míos: ¡despierten! Despierten porque Mi Hijo está retornando al mundo y el mundo debe pedir mucho perdón a Dios.
Vivan a diario el amor por el prójimo. Así, la Luz que tantas almas aguardan podrá ser la llama que Mi Hijo entregará a cada uno de sus corazones.
¡Recen! ¡Recen! No se cansen de rezar porque es necesario en esta hora de Juicio.
Gracias por responder a Mi llamado.
Luz para el camino de las almas.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Abracen Mi Corazón para que puedan estar protegidos y puedan estar siempre debajo de Mi Manto.
Amados hijos, hoy los invito a vivir con honor la conversión de cada corazón, así podrán ver a Mi Hijo en sus vidas y encontrarán reposo en Su Sagrado Corazón. Mi alegría se encuentra en la respuesta diaria de sus corazones. Por eso, hijos Míos, Yo los llamo a la reparación total de lo que no está bien para Nuestro Señor, el Dios del Universo. Para que sus corazones vivan la reparación, deberán orar con constancia y aguardar en confianza la respuesta de Mi Reino de Amor y de Paz.
Queridos hijos, Mi Corazón está dolorido por las injusticias que acontecen en el mundo y que ofenden mucho a Dios. Por eso, ustedes ya saben que solo la oración ayudará a las almas que más necesitan de la Misericordia de Mi Hijo. También, hoy los invito a concentrar sus corazones en el misterio sagrado de la Pascua que llega. Así, queridos hijos, vivirán la Pascua en la renovación con Mi Hijo y en la comunión con Su Corazón.
La paz sea para todos en estos tiempos. Que ninguno de Mis hijos pierda la fortaleza y la esperanza de su corazón.
Queridos Míos, solo les pido que donen la fe del corazón para que otros tantos hijos Míos puedan aprender de ustedes a través del ejemplo del amor, el perdón y la reconciliación.
En este día en especial, preparo Mi venida como Corredentora de las almas y como Sierva Fiel de Mi Hijo, el Redentor. La venida de Mi presencia para fin de mes les debería traer regocijo y alegría porque Dios Me está enviando a ustedes, a sus vidas y a sus corazones.
Gracias por responder a Mi llamado.
Oremos por los que están ciegos y por los que aún no ven la Luz de Mi Corazón.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Despierten la Luz de Dios en sus corazones y nunca pierdan la alegría de estar en Mi Hijo Resucitado.
Queridos hijos:
Cuando viven en el océano de la oración, ustedes, como humanidad, permiten generar una alianza perfecta con Dios Padre. Por eso, queridos hijos, el mundo diariamente necesita de fieles instrumentos de la oración que se unan a Mi Hijo a través de Mi Inmaculado Corazón. Por este sendero de oración que los llevará a la paz, hoy Yo los invito a recordar cuán importante es vivir del fruto constante de la oración.
El alma que es permeada por el espíritu de la oración estará reconciliándose con Dios Padre, y el Espíritu Santo le dará, por Gracia, cada uno de Sus Siete Dones.
Queridos hijos, por este motivo, no solo los invito a vivir de la oración, sino que les recuerdo a todos Mis hijos que también deberán ser salvados de sus vidas humanas. Ya es hora de que las almas manifiesten el don que Dios les concedió desde el momento de la Creación.
Hijos Míos, mientras del Espíritu Santo emanan Sus primeras señales para el mundo, a través de la presencia de Mi Inmaculado Corazón, Dios está irradiando Sus Dones de Paz por medio de Mi Corazón y del Espíritu Santo.
Amados hijos, el Espíritu Santo y Mi Inmaculado Corazón son la fuerza para despertar la Misericordia en las almas, preparándolas para cuando Mi Hijo retorne.
Queridos hijos, el camino que cada alma está decidiendo recorrer en la vida la llevará a estar más cerca o más lejos de Dios. Por eso, hijos queridos, Yo vengo día a día para recordarles que solamente existe un camino hacia el Padre, que es a través de Mi Hijo, quien Se anunciará al mundo por segunda vez. Busquen a Mi Hijo en sus corazones para que puedan verlo venir desde los Cielos.
Gracias por responder a Mi llamado.
Amor para todos desde Mi Inmaculado Corazón.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mientras Fray Elías estaba recogido en su celda, la Madre Divina le anunció que aparecería para transmitir un mensaje y que él, Madre Shimani y todos los hermanos que acompañan de cerca las Apariciones debían reunirse para esperarla.
Rápidamente todos se reunieron en la sala de oración, y como Ella lo había pedido se oró el Santo Rosario. Al llegar a la cuenta 62, la Madre Divina apareció.
Fray Elías se puso de pie y después de unos minutos comenzó a trasmitir Su mensaje.
Fray Elías: La Madre Divina dice:
Por la bendición Misericordiosa de Mi Hijo: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos, ¿por qué están tristes si ustedes reinan en Mi Inmaculado Corazón?
Hoy vengo a pedirles y a decirles que me apareceré en el corazón del jardín del Núcleo Sohin(1) el día 21 de Marzo. Será una Aparición extraordinaria que preparará el camino del nuevo cambio.
Queridos hijos: beban con alegría de la Fuente de Mi Hijo para que los prodigios que provienen de Su Corazón, puedan dar a conocer el bien y la luz para aquellos que sufren y sufrirán por las mudanzas.
Queridos hijos: Dios me ha encomendado estar aquí para poder acompañarlos al igual que lo hago en Medjugorje hace 30 años, pero en especial, hijos Míos, este acompañamiento es desde el Corazón, para que sus espíritus puedan hacer brotar sus almas y el talento que Mi Hijo les confió se pueda manifestar.
Queridos hijos: no tiene porqué temer, todo ya está preparado desde antes de tiempo. Yo no vendría aquí para perder el tiempo, solo vengo a anunciarles Mi Paz para que se puedan regocijar en ella.
Queridos hijos: difundan este mensaje para el día de mañana y anuncien que Mi Corazón está llegando por una vez más y para este tiempo de caos en auxilio de todos.
Núcleo Sohin será la nueva Comunidad de Corazón Sagrado, donde la devoción y la pureza deberá sembrarse en los corazones, como una Comunidad consagrada a Mi Inmaculado Corazón, que se fundirá con la Comunidad de aquí, en Figueira.
Queridos hijos, aquí nadie estará separado, Yo solo les pido que se unan para este tiempo final que queda. Todo está siendo acompañado desde el corazón, desde los Cielos y desde la Tierra, por eso Yo les pido, queridos hijos, que para el día 21 me esperen a la hora 17.40, orando el Rosario por la Paz y por la preparación de los corazones en todo lo que escucharán y sabrán en poco tiempo.
También Yo les pido queridos hijos, que Mis Hijas de la oración(2), preparen para este encuentro(3), una síntesis especial sobre los últimos cuatro meses de apariciones para que puedan difundir el mensaje, Mi mensaje de paz y de conversión.
Pero sepan, queridos hijos, que este es Mi ciclo y Yo los invito a que me acompañen con el corazón y con la vida, para que todo se pueda revertir de verdad y con amor.
Hoy les entrego Mis Rosas, para que las puedan llevar en sus corazones y sean ellas el aroma que los aliente a seguir en este camino hacia Cristo en Su retorno y en Su venida.
Queridos hijos: aguarden Mi llegada para el día 21 con inmensa alegría, porque Yo allí estaré cerca de ese campanario que anunciará Mi llegada por 7 veces. También coloquen a los niños cerca de Mí, porque Mi Corazón los irradiará.
Yo estoy invitando a todos para que en estos días se vuelvan como niños, antes del encuentro de almas, el encuentro de corazones, el encuentro de la preparación para el fin del tiempo(4).
Esto ya estaba previsto, queridos hijos, solo que muchos no han visto la señal que fue escrita y dicha a lo largo del tiempo. Por eso el Señor me ha enviado entre ustedes, para acompañarlos en este último ciclo que llega para el mundo en la purificación y en el perdón.
Queridos hijos: con alegría abro Mis brazos para acogerlos dentro de Mi Corazón. Recuerden tener confianza en todo lo que está aconteciendo y siempre sepan, queridos hijos, que Yo estoy aquí en el Cielo aguardándolos en oración para difundir Mi Paz y Mi Amor que convertirá los corazones.
Gracias por una vez más responder a Mi llamado.
Todo lo que fue dicho es para que sea escuchado con el corazón; por eso Yo estoy más cerca de ustedes, para que me sientan y acompañen el camino que Mi Corazón esta construyendo a través de ustedes y de sus hermanos.
Por la fuerza del Espíritu Santo: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Se termina agradeciendo con el cántico “Ave María”.
1 Núcleo Sohin: Nombre de una de las áreas de la Comunidad-Luz Figueira.
2 La Madre Divina se refiere a las cuatro hermanas que llevan adelante la Red Fraternidad de Oración.
3 48° Encuentro General, realizado los días 22 a 25 de marzo en la Comunidad Figueira.
4 Aquí la Madre Divina también se refiere al 48° Encuentro General.
A diario, muchas almas viven sin la oración, y sus pequeños corazones se distancian de Dios. En esta Gracia de Conversión que algunos de Mis Hijos están recibiendo hoy, Yo les pido que oren por todas las almas que se apagan por la falta de Dios.
Queridos hijos, el camino que hoy recorre el mundo separa a las almas de Mi Padre. Hijos Míos, sostengan en sus manos las cuentas de la oración para que, con cada una de sus plegarias, ayuden a elevar a Mis hijos que no viven a Cristo Vivo. Así, Mi Inmaculado Corazón se anuncia en sus vidas, queridos hijos. Así, ustedes junto a Mí, unidos en el misterio divino de la oración, estarán socorriendo al mundo que necesita cada día más de Dios.
El Reino de Mi Inmaculado Corazón está abierto para que todos Mis hijos puedan entrar. No pierdan la fe de sus corazones y serán conducidos hacia el Corazón de Mi Hijo. Es hora de caminar hacia el Reino del Padre Celestial para preparar los corazones hacia el nuevo tiempo.
Gracias por responder a Mi llamado.
Paz para sus vidas.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
En la devoción a Mi Inmaculado Corazón la paz será alcanzada, y el mundo vivirá un tiempo más de Gracia. Vean emerger de sus corazones la presencia de Mi Amor Maternal y sus vidas estarán más cerca de Dios Padre.
Queridos hijos, Mi Corazón clama por la redención del mundo y de tantos hijos que sus pequeñas manos no podrían contar. Amados Míos, el universo al cual sus corazones pertenecen está lleno de Luz y de Gracia pero la humanidad poco ha aprendido a vivir de Dios. Por eso, alcen sus ojos siempre hacia el Reino del Santísimo Padre para que en el camino que ustedes están recorriendo puedan ver a su lado a Mi Hijo. Él es quien retorna por Amor, Redención y Paz. Encuentren en sus vidas a Dios a través de la oración.
Queridos hijos, acepten entrar en el camino de Mi Paz para que Mi Corazón los guíe y los proteja. Mientras el mundo aún cree vivir bien, así como fue formado a través de las generaciones, Yo les digo que todas las almas deben rendirse delante del trono del Creador para que Él los vea con ojos de Misericordia.
Amados hijos, cumplan con la promesa que sus corazones han hecho a Mi Hijo; antes de todo, vivan perpetuamente en Él para después, bebiendo del Manantial de Su Corazón, fundirse con Su Santo Espíritu de Amor.
Yo hoy los invito a que sus consciencias retornen a la unión con Mi Hijo que cada una de sus vidas ha tenido en el principio. Para eso, queridos hijos, alcancen la redención de sus vidas a través de la oración, la comunión con Cristo y la reconciliación con el Altísimo.
En cada nueva conversión estarán ayudando a aliviar al mundo para que el Amor Eterno de los Cielos reine sobre la Tierra dolorida.
Gracias por responder a Mi llamado.
Misericordia Divina para los que aún no la han alcanzado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Una señal de conversión es la vivencia del amor. Una señal de fe es estar diariamente en el Corazón de Mi Hijo. Una señal de esperanza es orar Conmigo por la paz. Una señal de bienaventuranza es que sus vidas sean como Fuentes de Misericordia del Padre Eterno.
Queridos hijos:
Con alegría los aguardo para que oremos por la paz. Orando Conmigo permitirán que el Rayo de la Gracia sea vida y salvación para las almas que están dispersas por el mundo.
Amados hijos, en esta hora de cambios y mudanzas, les pido que viertan la fe de sus corazones sobre el gran Amor que Mi Hijo tiene por todos. El cambio en sus corazones, queridos hijos, permitirá los cambios en la consciencia de la humanidad.
Hijos Míos, estoy, de esta manera y por las almas, acompañando a cada uno de Mis hijos en los pasos de fe y de consagración que todos deben vivir.
Queridos hijos, hoy los invito a refugiarse en el Corazón de Mi Hijo, porque en Él hallarán la respuesta y el camino de salida que muchas almas buscan en esta hora de cambios. El cambio verdadero debe primeramente darse en sus corazones, para que después acontezca en la consciencia de todos Mis hijos.
Pequeños niños, sepan que es necesario que sus corazones construyan el nuevo mundo a través del amor y de la paz que muchos hijos no tienen ni viven. Por eso, Yo los llamo a difundir el Amor del Padre Celestial sobre cada lugar de la Tierra. Así la Gracia que muchos corazones aguardan podrá ser una verdad para la vida de todas las almas.
Queridos hijos, cooperen con la presencia de la fraternidad que Mi Hijo irradia para cada alma. Sepan, hijos Míos, que en lo profundo de sus corazones son uno con Dios.
Gracias una vez más por responder a Mi llamado.
Luz Celestial en sus corazones,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Alegría en sus corazones por encontrar Mi Paz. La Paz del Señor sea en ustedes, queridos hijos.
Hoy vengo a anunciarles a todos ustedes Mi llamado y con gratitud doy gracias por la respuesta de todos sus corazones, pero lo más importante, de todas sus almas.
Hoy vengo a orar con todos ustedes. Es importante que vivan en Mi Paz, así también el mundo vivirá en Mi Paz y prepararemos juntos la venida de Mi Hijo.
Queridos hijos, no pierdan el tiempo, vivan en el Espíritu Santo, esa es la llama que nos unirá con el único Dios, con el Rey Universal, con los Ángeles y los Arcángeles.
Yo vengo aquí para anunciarles el Reino de Mi Paz. Basta ya tanto sufrimiento para el mundo, es hora de que renazca en Mi Corazón para que lo puedan sentir. Y para que Mi Voz, Mis Ojos, Mis Manos, Mis Pies y Mi Manto los puedan guiar, proteger y amar hasta llegar a Dios.
Muchas ofensas cometen las almas diariamente, por eso Yo los necesito en oración. Ahora estamos en la Gracia de la Reparación, así sus corazones se convertirán en el día a día, junto Conmigo, que soy una buena madre.
Vengo a traerles un mensaje de reconciliación. Es hora de amar y de perdonar. Este es el gran paso para sus almas y así se encaminarán hacia Mi Corazón y se reconciliarán entre ustedes, sus familias y el pueblo.
Ahora, solo les pido oración, para que todos puedan vivir en la Paz, aquella que Yo les anuncio dentro de esta transición y dentro de la gran purificación de los corazones. Deben construir los puentes hacia los Cielos, a través de sus corazones y de todas las plegarias que Mi Corazón escucha.
Así, queridos hijos, Mi Manto los protegerá y Mi Plan estará cumplido. Por eso, Yo estoy aquí, así como en Medjugore, para hacerles conocer Mi Presencia, Mi Presencia maternal, Mi Faz universal, ya que es hora de que todos Mis hijos puedan conocerla.
Yo Soy la misma que estuvo con ustedes en la Tierra. Ahora quiero darles a conocer los Misterios de Dios, lo que los hombres llaman Atributos y que ya es momento de vivir, no solo en el corazón sino también en la vida, en el compartir entre ustedes, en el amor entre sus corazones. Así,Yo podré estar entre ustedes y los guiaré hacia el Pastor como pequeñas ovejas, cada cual en su punto de aprendizaje. Porque lo más importante, queridos hijos, es que para este tiempo vivan en la Unidad de Mi Padre.
Hoy, Mi Corazón está un poco menos afligido, porque ustedes Me han traido alegría.
Yo les digo, queridos hijos, que quien se transforma por la oración con sinceridad, es un alma que vive para Dios, como Yo lo vivo desde el inicio, cuando vine a esta Tierra para amar y entregar Mi Inmaculado Corazón.
Por eso, también sus corazones pueden ser permeados por la Divinidad. Reconozcan, queridos hijos, que si no están en Dios el mundo no podrá cambiar, el sufrimiento no se detendrá y las Gracias quedarán en los Cielos. Pero Mi Gracia y Mi Amor es mayor, queridos hijos, Yo vengo a este encuentro, como lo hago desde hace tiempo, para que sus corazones cambien y consagren su vida a Dios.
Lleven a sus familias Mi Misericordia, porque Yo les llevaré hacia Mi Hijo. Deben recordar que Su retorno está cerca, preparen sus corazones. Por eso, Yo estoy aquí, preparando sus corazones para lo que vendrá. Por eso la oración es tan importante, queridos hijos, porque ella los llevará hacia un solo camino: el camino de Mi Padre, el camino del Nuevo Reino, la promesa que ha hecho Mi Hijo con Su Buena Nueva.
No pierdan ni un momento para confesarse con Mi Hijo a través del silencio y de la oración. Esto les permitirá, queridos hijos, revertir aquello que aún no quieren cambiar. Muchas cuentas se han grabado en el Corazón de Dios; cuentas y faltas de la humanidad. Por eso Yo me anuncio a ustedes, para que a través de Mi Gracia y de Mi Amor, todo se pueda convertir antes de tiempo. Porque aún hay tiempo, queridos hijos, para consagrar el corazón a Dios.
Así ayudarán a sus familias y a sus seres queridos, porque todos serán impregnados por el Espíritu Santo.
Hoy, Yo les estoy anunciando aquí la hora de la purificación que cada alma debe vivir, para vivir la redención en Dios, y lo seguiré anunciando para el mundo hasta que todo acontezca.
Es posible no sufrir, pero es necesario donarse. Y en este camino, Yo los podré encontrar en la consagración del corazón, en la entrega y en la fe. Activen la llama que está encendida, busquen el Templo de Dios en sus corazones, porque allí Yo Me encuentro, queridos hijos, contemplando cada corazón, viviendo y mirando a la humanidad con Mis Ojos de Misericordia.
Yo todo podré hacer para que Mi Luz pueda descender sobre el mundo, pero sépanlo bien, queridos hijos, que Yo los necesito para que la Gracia descienda.
Al final de este mes recibirán una Gracia especial. Por eso preparen sus corazones, para que la puedan encontrar y sentir, porque Yo la irradiaré desde Mi Corazón, para todos Mis hijos que estén abiertos sinceramente para encontrarme en lo profundo de sus corazones, donde habita Dios, donde está Mi Hijo.
La necesidad de las almas para este tiempo es el Amor, el Amor de Cristo, aquel que deben retomar como un ejercicio diario, no solo a través de la oración, porque ya es hora de manifestar la fraternidad para que Él pueda estar allí, entre sus almas y en la vida.
En este momento, Mi Corazón emanará más Paz para aliviar sus vidas, sus sentimientos y aquello que todos los hombres llaman "dolor". Ábranse para eso, en este mismo momento, queridos hijos, porque el Espíritu de Dios, a través de Mi Presencia, los permeará, y nutrirá sus corazones para que la llama esté más encendida en esta hora de tribulación, que muchos de Mis hijos viven. Y la mayor aflicción de Mi Corazón es que todos estos hijos no se dan cuenta de que se pierden.
Por eso, aquí y en confianza, Yo vengo a ustedes y aguardo la colaboración de sus corazones, para que en este fin de tiempo será un camino infinito en la oración, en el amor, en la paz y en la esperanza ante todo lo que acontezca.
Queridos hijos no deben temer, porque Mi Corazón los colmará y antes de que lo perciban, estarán dentro de Mi Corazón, bebiendo de Mi Llama de Paz para que la puedan entregar sin restricciones a sus hermanos.
Así comprenderán, queridos hijos, el Misterio de Mi Amor.
Fray Elías:
Vamos a abrir nuestros corazones porque Nuestra Señora va a hacer una emanación e irradiación de paz en este momento para el mundo,
Sientan a Dios en sus corazones como la única esperanza para este tiempo; así permitirán, queridos hijos, que Mi Inmaculado Corazón triunfe en esta parte del mundo.
Ahora, Yo los invito, queridos hijos, para que al final de este mes peregrinen Conmigo por la nación que me ha recibido con los brazos abiertos, despojada de todo, confiando en la presencia de Mi Corazón.
Yo los llamo hijos Míos, para que al fin de este mes me acompañen, con sus corazones unidos a Mí en oración, para ayudar a que la Voluntad de Dios se cumpla a través de la oración y del corazón, nutriendo la vida y el espíritu con la Presencia de Mi Hijo.
Gracias a todos por responder a Mi Llamado.
Con la protección misericordiosa de Mi Hijo; en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Ahora vamos a hacer juntos una oración que Nuestra Señora nos dejó.
La oración dice así:
Inmaculado Corazón de María,
camino de protección y guía
!Gracias por cuanto nos das!
Todos los corazones, como almas, entrarán en el Reino de los Cielos, por lo tanto, no deben temer. Mi Inmaculado Corazón está en sus vidas para que lo puedan vivir y amar.
Mis muy queridos hijos:
Mientras el mundo necesita de salvación, Yo les pido que oren con el corazón para que todas las almas sean partícipes de la presencia de Mi Hijo. Yo los espero día a día en oración, queridos hijos, porque en el día a día muchas almas son presas del enemigo. Mi Inmaculado Corazón se aflige cuando Mis hijos son llevados por los pareceres del mundo.
Cuando Mi voz los llama a la oración constante es por la gran necesidad de Paz y de Luz en tantos otros corazones que no saben vivir en Dios Padre. Por eso, queridos hijos, Yo vengo llena de Gracia para que las almas acepten la presencia de Mi Corazón de Luz sobre el mundo.
Aún, pequeños hijos, queda mucho por hacer. Por este motivo, Yo los invito a vivir en Mi Hijo Glorificado para que todos puedan ser como ríos y caudales infinitos de Su Divina Misericordia.
La Misericordia es la llama para la rápida conversión del corazón; si ustedes estuvieran en la Misericordia, la situación de las almas sería otra y la paz reinaría por un tiempo más.
Para que eso acontezca, hijos Míos, es necesario tener confianza en Dios y hacer brotar la llama de la oración como uno de los más preciosos instrumentos que Dios les entregó.
Queridos hijos, quédense en Mi Paz Maternal; Yo los comprendo y vivo en cada uno de sus corazones. Yo los llamo a vivir siempre en Mi Hijo, porque así sus talentos serán como Mis rosas en el jardín del Amor Maternal.
Gracias por responder a Mi llamado.
Paz en lo profundo de sus corazones,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
El grupo se congregó a las 18.30 horas para caminar en procesión hacia la Casa de la Adoración (Casa de Oración en Casa Redención – Aurora, Uruguay).
Al llegar al lugar se comenzó la sintonía de oración esperando a la Madre Divina.
Un poco después de las 19.40, se hizo un profundo silencio y se escucharon las tres campanadas; la voz de Madre Shimani anunció: “Momento de Aparición, contemplemos con el corazón.” Comenzó la transmisión del mensaje.
Al igual que en las últimas apariciones se hizo la traducción simultánea al portugués.
Fray Elías: La Madre Divina dice:
Aquellos que no escuchan Mi Voz, no se convierten por la falta de amor en sus corazones.
Queridos hijos: no teman, Yo vengo aquí para darles Mi Paz. Pero hoy Mi rostro llora por la gran soberbia del mundo. Desde hace siglos que acompaño a las almas, por eso necesito de todos ustedes afianzados en Mí en la oración, unidos permanentemente a Mí.
Queridos hijos: si primero no se convierten los corazones de ustedes, los demás corazones no se convertirán.
Ya estamos en un ciclo final para este tiempo;necesito que curen Mi Corazón con sus plegarias para que El Padre me permita derramar más Gracias sobre el mundo.
Queridos hijos: Yo necesito de la firmeza de ustedes, de su convicción en Mi Corazón, para que puedan ver la luz en el camino. Porque soy Yo quien los conduciré; es la Gracia que Mi Hijo les está entregando.
Hoy he venido un poco más tarde, porque he estado con un alma en especial, que pronto sabrán quién es.
Queridos hijos, les pido mucha oración por ella, para que Mi manto y Mi luz la envuelvan. Lo mismo haré con cada uno de ustedes cuando se animen al camino de la conversión. Yo los protegeré y seguiré amando desde los Cielos, por que ya es la hora en que el Señor me está llamando. Es necesario
ofrecer la oración con el corazón, para que puedan recibir las señales desde los Cielos.
Queridos hijos: cada uno de sus corazones recibirá una señal, aquella que tanto buscan desde hace tiempo.
Esa señal está en Mi Corazón, en la confianza de ustedes para seguir Mi camino. Yo los llevaré de Mi mano hasta Mi Hijo. Antes de que Él llegue Yo estaré con ustedes, como lo estoy ahora. Por eso sientan Mi Presencia en sus corazones.
Amados hijos: es hora de perdonar, disuelvan todo dolor, porque Yo vengo del Cielo para darles esta Gracia. Muchos verán Mi Presencia cuando estén Conmigo en este Reino. Yo estoy aquí, todavía con ustedes y en este mismo momento, muchas almas en el mundo se pierden.
¿Ahora comprenden, queridos hijos, qué importante es vivir la oración?
Más allá de las palabras o de llamarme con sus corazones, ustedes deben traer los Cielos a la Tierra; esa Gracia es permitida para el final de estos tiempos y así muchos corazones se convertirán de la noche a la mañana, en cada nuevo amanecer.
Saben que Yo he revelado secretos; aún son misterios para muchas almas. Solo necesito de oración, de la firmeza de su conversión para que puedan comprenderlos y descubrirlos con el corazón. Cada misterio y cada secreto es una señal para el mundo, señal de conversión, hora de cambios, momento de transformación, para que todos puedan entrar en el Reino de los Cielos. Porque allí estaré, queridos hijos, para abrir las puertas y recibirlos con amor.Pero si las almas se resisten y sus corazones no viven con firmeza la oración, ¿cómo Yo podré interceder delante de El Padre por
ustedes?
Aún así, Yo lo hago para esta humanidad desde hace tiempo; humanidad que a cada momento vive un nuevo dolor y eso aflige Mi Corazón.
Por eso los invito, queridos hijos, a transformar sus corazones en la absoluta fe hacia Mi Hijo, porque así Yo los podré ayudar y sus vidas, a partir de mañana, serán otras, estarán consagradas a Mi Corazón.
Esto es lo que Yo les quiero decir, pequeños hijos; muchas almas están sordas, no escuchan el clamor de Dios. Mi Voz repercute tan solo en pocos corazones.Ustedes saben, queridos hijos, que la humanidad es muy grande, y más allá de esta realidad, todos necesitan Misericordia para poder vivir en esta hora la redención. Esa es la promesa que Yo les traigo.
Vivan con confianza Mis palabras, difundan Mi mensaje por la Paz. Antes la Paz era necesaria para el mundo entero, ahora la Paz también es necesaria para cada corazón interior. Por eso los busco en oración, para que puedan encontrarme en cada momento, en cada paso que dan como niños. Porque recuerden, queridos hijos, lo que dice Mi Hijo: “Después de este mundo, los más pequeños entrarán primero al Reino, Reino que es para todos”.
Mis manos no se cansan de irradiar Paz, Mis oraciones son profundas por todas las almas. Hoy los invito, queridos hijos, a consagrarse a Mi ejército de oración y también los invito, una vez más, a vigilar Conmigo en oración. Muchas almas en el mundo, el que sufre mucho en varias partes de este globo, necesitan luz;por eso Yo los invito, durante esta noche y hasta el próximo encuentro de mañana, a vivir Conmigo de corazón a corazón, de Madre a hijos y de hijos a una Madre, en oración, oración, solamente oración.
Canten y alegren sus corazones, es necesario para que Mi Paz se establezca. No teman a los cambios, queridos hijos, confíen en la Voluntad del Señor; si ustedes se mantienen Conmigo, unidos a Mi Inmaculado Corazón, Yo los protegeré, Yo los guiaré y Yo los conduciré hacia El Padre. Los podré poner a todos bajo Mi manto y los curaré de aquellos dolores tan profundos, que Yo conozco.
Hoy derramo Mi Luz para los que aún no han recibido auxilio. Ustedes, queridos hijos, viven dentro de Mi Gracia por más que aún no lo crean. Por eso, deben abrir sus corazones para no solo encontrar Mi llamado, sino también Mi Voz interior. Allí me podrán ver y sentir, queridos hijos, porque solo seremos Uno con Dios.
Gracias por responder a Mi llamado.
Recuerden cantar una vez más, no solo para glorificar al Padre, sino para aliviar Mi Corazón que carga el peso del mundo, de muchas almas que sufren hace mucho tiempo. Por eso Yo les traigo Mi Paz; solo la paz los convertirá cuando a todos los encuentre en oración, solo en oración.
Cuando Yo les pido que me canten, es para que Mi Gracia pueda abrirse desde los Cielos y pueda invadir lo profundo de las almas. Por eso Yo les pido,queridos hijos, que mañana en la segunda peregrinación, también canten junto Conmigo, no solo para recibir Mi Corazón de Luz, sino para que vivan diariamente en Mi Hijo.
Eso será una renovación para sus vidas, porque Mi Hijo no solo es el Hermano de todos, sino que es el Gran Pastor para cada corazón.
Alegría y esperanza para el mundo.
Por la intercesión poderosa del Espíritu Santo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Madre Shimani: Ahora vamos a cantar todos “Madre del Sol”.
Todos entonan el cántico.
Madre Shimani: Gracias Madre por cuanto nos das.
Todos repiten.
Hijos Míos:
No teman a las tinieblas porque el triunfo de Mi Inmaculado Corazón resguardará cada una de sus vidas.
Queridos hijos, nunca pierdan el camino de la fe que han construido a través de la oración.
Hoy Yo estoy entre sus corazones para que puedan sentirme como Madre del Amor y de la Paz. Nunca teman por lo que aún no ha sucedido. Sepan que a través de Mi Hijo podrán encontrar la fortaleza para caminar por el mundo. Por eso, deben afianzar la oración en sus corazones para que el manantial que proviene de la Fuente Divina descienda sobre los corazones del mundo.
Amados hijos, la alianza de sus corazones con Cristo les permitirá ver el horizonte de luz que se aproxima. Aguarden día a día la presencia de Mi Hijo y sepan que aún estamos en un tiempo de Gracia. Caminando en la oración, la humanidad alcanzará el triunfo en el Amor de Dios, aunque para eso es necesario que muchos corazones animen sus vidas a través de la oración. Así, todos podrán renovar la vida del corazón en el amor y en el perdón.
Queridos hijos, acepten y vivan el perdón de Mi Hijo. De ese modo recibirán los Rayos de Su Divina Misericordia. Este es el camino que deben transitar juntos, imitando la peregrinación de José y de Mi Corazón hacia Belén.
¿Por qué les digo esto? Porque sus vidas deben nacer como nació Jesús, quien despertó en Misericordia para el mundo. Yo los necesito en la pureza para que puedan sentir a través de Mi Corazón.
Queridos Míos, espero que a través de la oración ustedes estén perdonando todo con el corazón. Así el sufrimiento para el mundo será menor, porque si las almas oran con el corazón podrán ser salvadas.
Queridos hijos, sientan Mi Paz y vivan Mi Paz. Yo los necesito firmes en el corazón.
Gracias por responder a Mi llamado.
¡Misericordia y Paz para la humanidad!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Hoy alcen Sus brazos hacia el Reino Celestial de Mi Corazón para que sus corazones se puedan purificar. El alma que se entrega a la Voluntad del Padre, hijos Míos, es un alma que se dona y confía en el Verdadero Amor de Dios.
Queridos hijos, para que los cambios en la vida se manifiesten en estos tiempos finales, es necesario aceptar con valentía la conversión del corazón. Cuando hayan convertido el corazón sabrán que la fe se posó como una llama viva en sus vidas.
Queridos hijos, mientras una parte del mundo se apaga por no reconocer a Dios, Yo les pido oración continua para que Mi Inmaculado Corazón pueda auxiliar a todos los hijos del mundo. Para una mayor conversión del corazón, es necesario que los cambios de la vida se den a través de la consagración a Mi Inmaculado Corazón.
Por eso, queridos hijos, vivan el poder y la fuerza del corazón a través del amor para que la vida sea, cada día, un Templo Interior para Dios. El camino de la peregrinación en cada uno de ustedes debe llegar a lo profundo del alma; así la victoria del Amor de Mi Hijo tocará cada una de sus almas. Yo los aguardo en oración como caminantes y como corazones que a cada momento aspiran encontrar al Padre.
Queridos hijos, las almas olvidan con facilidad la Presencia del Padre Universal. Por este motivo, Yo estoy entre ustedes para que todos recuerden cuán importante es estar en el Señor. El Señor los guía. El Señor los conoce. El Señor los ama. Por eso, vivan el último tiempo de la Misericordia.
El mundo clama por conversión pero no sabe cómo comenzar a vivir su propia rehabilitación. Yo los invito a contemplar la oración desde el punto más elevado del corazón. Allí Me encontrarán convirtiendo al mundo y a las almas a través de Mi Inmaculado Amor.
Gracias por responder a Mi llamado.
Sabiduría para sus corazones.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
Hoy los invito de nuevo a la adoración de Mi Hijo, tanto en cada una de sus oraciones como en el ejercicio de contemplación a Cristo Misericordioso. Eleven sus ojos hacia el Corazón de Mi Hijo para que sus corazones vivan el anuncio de la Nueva Redención. De esta forma, Mis queridos hijos, a través de este ejercicio estarán, en el silencio, preparando sus corazones para cuando Él retorne. Sus almas, como ovejas en el rebaño del Pastor, deben caminar en confianza a través del estado de oración y de adoración.
Queridos hijos, ustedes no solo estarán elevando un poco más sus corazones a través de la adoración, sino que también podrán elevar el sentimiento y el pensamiento de la humanidad que vive sin Mi Hijo.
En esta Pascua que se acerca, Yo los invito a abrazar a Mi Hijo, y al igual que a las Puertas de Jerusalén, los invito a recibir al Mesías Redentor. Con este misterio pascual en sus vidas, ustedes podrán vivir la presencia sublime de Su Santísimo Corazón porque sin Mi Hijo no podrán ver, en verdad, lo que Dios tiene para cada uno de ustedes.
Amados hijos, es solo a través de Mi Hijo que podrán encaminar sus pies hacia los Cielos para que el alma encuentre un lugar seguro a donde retornar.
Queridos hijos, en esta preparación para la adoración, sus corazones se liberarán del peso que cargan en la vida y, así, ellos brillarán por la Presencia del Redentor. Por eso, queridos hijos, es importante abrirse para vivir los verdaderos misterios de contemplación que Cristo dejó como enseñanza.
Llegó la hora de que todos los corazones se preparen y aprovechen el tiempo para estar en Mi Hijo. Guarden en sus vidas el misterio del Amor que Cristo ahora les trae a través de Su Misericordia para el mundo entero. Vivan en Él y vivan por Él porque pronto comprenderán todo.
Gracias por responder a Mi llamado.
Amor y Luz para los corazones.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Yo soy como el Sol del Universo, que día a día los quiere iluminar y amar para que puedan vivir en Mi Hijo algo único y glorioso. Vivan en el Espíritu de Cristo y, en humildad, reconcilien sus vidas con Su Sagrado Corazón.
Queridos hijos, en la reconciliación diaria de sus corazones con Mi Hijo, ustedes ayudarán a que muchas almas perdidas en la vida del mundo, y almas que no sienten a Dios, puedan todas ellas ser conducidas por la Luz de Mi Inmaculado Corazón.
Hijos pequeños, por la confianza en Cristo podrán renovar la vida y todos los errores cometidos, más aún aquellos que se repiten sin poder ser perdonados; todo esto recibirá la justa causa de la Divina Misericordia. Por eso, siendo sus corazones parte de la humanidad, revertirán situaciones mundiales que todas las almas viven como lo es la falta de fe y la carencia de amor.
Hoy los invito a renovarse delante de Mi Hijo a través de la oración para que todo pueda reconciliarse y perdonarse según los preceptos del Altísimo Dios.
Queridos hijos, en el acto de la reconciliación estarán siendo salvados. Asimismo, muchas almas que aún niegan y no viven al Dios Vivo podrán ser tocadas por la presencia de Mi Amor Maternal. Pero para que eso acontezca, los necesito en oración, afirmando en sus corazones la vida de la Misericordia para que la mayoría de las faltas cometidas por la humanidad sean perdonadas.
Hijos Míos, ya estamos en el camino hacia la reparación del corazón y de la vida. Por eso, Yo los invito a ejercitar la paciencia delante de lo que es inquebrantable y a permanecer en Mi Inmaculado Corazón para que Mi Amor todo lo pueda curar.
Reconozcan que sin Dios Padre nada se puede hacer. Que brote en ustedes la gratitud por estar delante de Su trono.
¡Misericordia para Mis hijos del mundo entero!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Eleven sus miradas hacia Dios para que a través de Mi Inmaculado Corazón puedan encontrar el Propósito Divino. El mundo pide auxilio para la Redención. Por eso, queridos hijos, despierten la llama de la oración en sus corazones. Así construirán el camino para la conversión de todas las almas.
Mis amados hijos, Yo los busco para que vivan constantemente en el Amor de Dios, y es en ese Amor del Padre que sus corazones podrán elevar la consciencia en nombre de la humanidad.
Queridos hijos, Yo los aguardo en oración para que juntos caminemos hacia los Cielos del Señor. Allí descubrirán las llaves de la paz y del amor. Por ello, queridos hijos, Yo Me presento diariamente a ustedes para que crezcan como almas y como un único corazón, el cual puede irradiar un Mayor y Puro Amor necesario para muchas criaturas.
Sus oraciones no solo deben ser un diálogo constante con Dios, sino que ellas deben responder a la emergencia de las almas y del propio mundo que aguarda la hora de Su Misericordia.
Para eso, hijos amados, preparen cada día de oración como un día único de comunión con el Padre Celestial. Vuelvan sus ojos hacia los Cielos para que la Gracia Divina e Insondable sea la solución para muchas almas.
Queridos hijos, busquen estar en Dios y en el Padre Divino, así podrán hallar la Luz para cada momento interior. Lleven en sus corazones la llama de la paz para que a través del amor ella se difunda por el mundo del mismo modo que lo hace la Luz.
Gracias por responder a Mi llamado.
Paz para todos Mis hijos.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Busquen el socorro en Mi Hijo y después, con absoluta confianza, lleguen hasta Mi Inmaculado Corazón para que Mis pies les guíen en el camino y Mi Luz irradie claridad a sus corazones.
Queridos hijos, aún muchas almas sufren por carecer de esperanza y de fuerza; estas amadas almas, que son Mis hijos, están dispersas por el mundo en busca de propósitos materiales. Por eso, queridos Míos, hoy los invito, a través del ejercicio imperioso de la oración, a elevar hacia los Cielos a todas las almas que en el día a día se olvidan de Dios.
Queridos hijos, encuentren en Mi Corazón el sendero para llegar a Mi Hijo y, así, en nombre de la humanidad, sus vidas diariamente serán partícipes de la comunión con Mi Hijo Glorificado.
Hijos Míos, Mi Corazón se anuncia entre ustedes para que puedan reconocer que Mi mirada celestial y Mi Corazón están observando la falta de amor que existe entre las almas. Por eso, Yo vengo a recordarles que es importante que no solo vivan del fruto de la oración, sino que sientan la presencia de Mi Hijo en sus hermanos de camino, en las familias y en los más próximos a sus vidas. De esta forma, queridos hijos, estarán comenzando a vivir la fraternidad necesaria con todos los hijos que no la conocen como Sabiduría de Dios.
Mis hijos amados, la vida de la fraternidad entre los corazones podrá revertir las grandes miserias espirituales que viven muchas almas. Por eso, la firmeza del corazón transformado y la perseverancia en la vida de oración les permitirán conocer los grados de amor de todo este Universo Creador.
En vuestros ojos Yo coloco Mi Luz para que vuestras consciencias vean la necesidad de todas las almas. En el camino dejo las huellas de Mis pies para que sigan la senda que Mi Hijo ha marcado hacia el Señor.
Que en sus corazones puedan percibir la venida del Espíritu Santo. Él será un bálsamo de paz para aquellos que confíen en este divino misterio de Dios.
Gracias por responder a Mi llamado.
¡Reconciliación en cada uno de sus corazoncitos!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
¡Paz, Paz, Paz en la Tierra! ¡Paz!
Mis hijos necesitan de redención, conversión y reconciliación con Dios. El Padre Supremo los llama a la penitencia del corazón. Él los llama a la hora de la reflexión como almas de la humanidad. Quien escucha el llamado se salvará, y la Misericordia abrazará su alma. Pero aún muchos corazones no escuchan cuán importante es la conversión del corazón en estos tiempos. Si Mi Corazón Inmaculado les habla de la conversión es porque aún no han purificado suficientemente el corazón.
Por eso, queridos hijos, Yo los invito a la oración grupal para que la comunión con Mi Hijo se manifieste en sus vidas. Muchas almas deben recuperar la alianza con Cristo, más aún aquellas que se unen a los principios del mundo. Yo llamo a la hora de la reconciliación a todos aquellos corazones perdidos en los vicios del mundo. Ellos no tienen fuerzas en el corazón para salir del camino que están recorriendo. Por eso, Yo los invito a orar por todos ellos para que Dios, en Su Misericordia, los pueda rescatar.
Queridos hijos, el mundo está en un tiempo final de cambios; es una verdad universal que aún muchos corazones no quieren ver. Por eso, llegó el momento de ejercitar todo lo que fue enseñado para que sus corazones, como instrumentos del Padre, sean la emanación de la paz para el mundo.
Queridos hijos, en esta reflexión y llamado a la reconciliación estarán construyendo el puente hacia la fraternidad entre los corazones de todos los hombres.
Yo los guardo dentro de Mi Corazón. Oremos y clamemos por la presencia de Mi Hijo para que Él, al enviar Su Misericordia al mundo, despierte los corazones al llamado.
Gracias por responder a Mi llamado.
Amor: vertiente divina de Luz para los corazones.
Que así sea.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Sonrían desde sus corazones e irradien alegría a sus hermanos. La sana alegría cura las heridas que muchos corazones cargan en sus vidas. El camino de la alegría, que es necesario en estos tiempos, se construye a través de la oración. Las almas deben saciar la sed de Mi Hijo a través de la comunión con Él, la oración y la alegría del corazón.
Por eso, queridos hijos, hoy los llamo a reverenciar a Dios con alegría y en constante oración; así el mundo podrá ser convertido de nuevo bajo la Voluntad del Eterno Padre.
Queridos hijos, la alegría del corazón los llevará a vivir una verdadera humildad, la que a su vez los conducirá a la pureza y a la transparencia de cada una de las intenciones de la vida. Recuerden, hijos Míos, que el mundo debe curarse a través del llamado a la Misericordia, que puede ser generada por la oración, cuando las almas claman por ella. El camino de la alegría traerá para sus vidas esperanza, esperanza que muchos de Mis hijos pierden por falta de fe en el corazón.
Ustedes son Mis columnas de paz a través de cada grupo de oración. Yo los invito a difundir la alegría en la esperanza, en la oración y en la devoción de cada uno de sus corazones a Mi Inmaculado Corazón.
Sean fuertes en Mí y en Mi Hijo. Extiendan los brazos hacia Cristo, pues Él los recibirá en Su Eterno Paraíso de Amor y de Paz. Solo basta, queridos hijos, que llamen a Mi Hijo con el corazón. Él los escuchará y les contestará a través de Su Santa Paz.
Gracias por responder a Mi llamado.
Paz en los corazones y paz para todos los hijos que la buscan.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mis palabras de paz quieren ser como los Cielos en los corazones de todas las almas. Quiero que puedan reconocer la Paz Celestial para que, a través de la oración pura hecha con el corazón, ustedes puedan vivir la paz sobre la Tierra.
Todos Mis hijos ya saben que estamos en un ciclo de mudanzas para el mundo. Por eso, mes a mes y día a día, Yo los preparo.
Mas Yo no veo que sus corazones atiendan Mis palabras diarias, palabras dictadas por el Amor de Mi Inmaculado Corazón y que vienen desde los Cielos, lugar al que, día a día los invito a entrar con confianza y verdad.
Queridos hijos, Dios Padre concedió esta Gracia de estar entre sus corazones y Mi Corazón ha obrado para que sus vidas tuvieran las llaves necesarias para la conversión del corazón.
El mundo está ciego, mas no todos Mis hijos están ciegos o sordos. Yo los escucho desde los Cielos cuando sus corazones colocan la voz de la oración en el estado celestial más alto. Por eso, queridos hijos, Mi Corazón se alegra cuando veo la perseverancia y la esperanza, esencias de paz necesarias en estos tiempos, permeadas por la alegría.
Queridos hijos, abracen con amor Mi Corazón y coloquen en él, día a día, las miserias que hacen sufrir la vida de muchos corazones.
A través del ayuno muchas circunstancias mundiales se resolverán, sobre todo la pérdida de las almas. Cuando sus corazones entran en el camino de la entrega y de la donación se deben curar heridas en el corazón que a través del ejercicio de la oración cicatrizan con rapidez.
Queridos hijos, permanezcan con la llama del corazón encendida y caminen, caminen hasta llegar ante el Corazón de Cristo para adorarlo y amarlo. Él los aguarda en el silencio.
Gracias por responder a Mi llamado.
Luz para los corazones en el mundo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
Que hoy reine la paz en vuestros corazones para que la esperanza se haga vida y alegría en todas las almas. Hoy los invito a descubrir las cinco llaves que los llevarán hasta los Cielos:
- La caridad constante
- El olvido de sí
- La donación espontánea de uno mismo
- La humildad permanente
- El amor compasivo.
Con estas cinco llaves podrán abrir las puertas que los conducirán hacia el Reino Mayor.
Recuerden, queridos hijos, que el crecimiento del amor en el corazón se alcanza en la paciencia y en la humildad. Por eso, queridos Míos, sostengan este estandarte que Yo les estoy entregando, Mi estandarte de la paz para que, así como el corazón, él irradie la quietud absoluta que muchas almas necesitan para poder encontrarse con Dios.
Si las almas se quedaran por un momento en quietud muchos acontecimientos en el mundo no sucederían, y el Universo Creador estaría más cerca de la vida de todos los corazones. Abran las puertas con estas cinco llaves para recorrer el camino de la santidad que todos los corazones pueden vivir.
En Dios se despierta el amor al prójimo. Con Dios estarán caminando por un lugar seguro. Para Dios, las almas existen como Sus preciosas criaturas.
Los invito a ejercitar las cinco llaves que permiten la conversión del corazón.
Gracias por responder a Mi llamado.
Bendición celestial para el mundo,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más