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Mensaje dedicado a Mis pequeños hijos, predilectos servidores de la Divina Madre.
Queridos hijos:
Cada uno de vuestros esfuerzos es recibido en el Cielo y entregado al Padre como gran tarea de oración y servicio a Su Plan de Paz.
Sepan, queridos hijos, que esta tarea debe ser imantada por la oración y el amor a Mi Inmaculado Corazón.
Hoy les digo que es muy importante la confesión diaria con Mi Hijo, para que sus corazones estén siempre limpios de aflicciones y para que no de se dejen tomar por el cansancio.
Renueven sus corazones en Mi Fuente Inmaculada de Paz. En cada aspiración les traigo ese código de Paz, para que sean depositados en sus consciencias y fortalezcan cada día sus espíritus, aunque a veces no me perciban.
Así como ustedes se esfuerzan por cumplir Mis pedidos, también sus Ángeles, enviados por Mí, los sustentan día a día. No se olviden jamás queridos de la importancia de contar, día a día, con esta presencia angélica que les envié para sustentar a cada uno de Mis servidores.
Aquí estoy hoy con ustedes, para darles una Gracia especial. Los invito a que tengan presentes Mis mensajes semanales, siempre que sea posible, para que renueven así los votos a Mi Inmaculado Corazón y al Corazón Redentor de Mi Hijo, Jesús.
Así, semana a semana, podrán estar Conmigo, unidos internamente a Mi Corazón.
Así Me lo pidió el Señor, nuestro Dios, para alimentar a Sus hijos en la Fuente de la Divina Misericordia.
Agradezco inmensamente sus esfuerzos día a día.
Dios los ha reconocido.
Paz para sus corazones.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Y sepan que Dios consagró sus almas a Mi tarea maternal, uniendo así sus corazones eternamente a Mi Inmaculado Corazón, guardando para ustedes un lugar a Mi lado en el Paraíso.
Queridos hijos:
Hoy se cumple, por Voluntad de Dios, un año ininterrumpido de Apariciones diarias y de Mensajes Diarios de Amor.
Por este motivo, queridos hijos, hoy les digo que la Bienaventurada siempre Virgen María anunciará Sus palabras de Amor y de Redención para todos Sus hijos por un tiempo más.
Queridos hijos, en este día, les anuncio que Dios Me ha pedido que, a partir de hoy, les comunique Mis instrucciones los días sábados y los días de apariciones.
Hijos Míos, después de un año continuo de Gracias recibidas, Mi Corazón Maternal les pide que miren hacia dentro de vuestros corazones y que crezcan desde el interior a través de Mi Paz Redentora.
Por eso, queridos hijos, que hoy sea para ustedes un día de síntesis para que guarden en vuestros corazones todo lo que Dios les ha entregado a través de Mi Inmaculado Corazón. A partir de este día, nos encontraremos diariamente mediante la oración del corazón, porque el mundo aguarda recibir la Misericordia de Mi Hijo.
A Mis hijos, los que hace un año atrás Me acompañaron a Medjugorje, les agradezco por haber peregrinado con devoción y amor, porque ese estado de amor, irradiado por vuestros corazones ante Dios en Medjugorje, permitió que Él Me enviara hacia ustedes para guiarlos durante todo un año de grandes cambios.
Queridos hijos, en este día, queda como tarea, para todos los grupos de oración y para todas las almas, orar semana a semana para que así aguarden los días sábado Mi Mensaje Semanal, el cual será transmitido en una aparición a Mis videntes.
Hijos Míos, llegó el momento de crecer y madurar desde el corazón para que los soldados de Mi Hijo estén preparados para el tiempo que llegará para la humanidad.
Queridos hijos, nuevamente los coloco a todos entre Mis brazos para ofrecer a Dios la voz de vuestras oraciones, las que han ayudado en la conversión de la humanidad.
En el próximo año 2013 Yo los visitaré, a través de Mi Maternidad y desde los Cielos, dos veces al mes en los días 13 y 25 de cada mes para que juntos acompañemos el descenso del Espíritu Santo que ayudará a la humanidad.
Pequeños hijos, hoy alegren vuestro día porque durante un año Mi Inmaculado Corazón triunfó por vuestra respuesta a Mi materno llamado. Los coros celestiales junto a vuestros corazones están alabando al Único Dios durante todo este día.
¡Les agradezco por contestar durante todo este año a Mi llamado por la paz!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Se aproxima el día del aniversario de Mis mensajes diarios cuando Dios Me concedió la Gracia de guiarlos y acompañarlos.
Hijos Míos, por eso, a través de todas las instrucciones que Mi Corazón ha entregado, los invito a ejercitar nuevamente la lectura del corazón, o sea, la lectura de todos Mis mensajes desde vuestro corazón. Yo los invito a que vivan Mis mensajes, a que ustedes los practiquen de manera simple y humilde.
Queridos hijos, el inicio de los anuncios de Mis palabras diarias tuvo origen en Medjugorje, cuando Mi Corazón Materno preparó a Mis videntes para que cumplieran la tarea que se ha llevado adelante, en nombre de Dios, a lo largo de este último año de apariciones.
Hoy quiero invitarlos, unidos a Mis treinta y un años en Medjugorje, a caminar en la fe y en la conversión, porque si ustedes día a día transforman vuestros corazones, estarán transformando el abismo de la humanidad.
Queridos hijos, vuestra conversión, vuestra penitencia y vuestro ayuno ayudarán en la salvación de almas que están en faltas irreparables y, sobre todo, permitirán la llegada de la Divina Misericordia.
Cuando Yo los llamo a la conversión, a la penitencia y al ayuno, los estoy llamando a dar un poco más de parte de vuestros seres sin vivir grandes privaciones, pero sí donando desde el corazón todo aquello que se puede transformar y redimir.
Los llamo a la oración porque así vuestros corazones estarán elevándose como un ave se eleva hacia lo alto de una montaña.
Queridos hijos, que vuestros pies suban al monte de la gratitud y de la devoción para que vuestros corazones se unan a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
En Medjugorje, el día 15 de noviembre del 2011, hace ya un año, Mi voz anunciaba el surgimiento de la Obra de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. Hoy es una Obra muy amplia gracias a la respuesta de Mis soldados.
Pero a todos ustedes, queridos hijos, los que Me acompañan mes a mes en Mis apariciones, les pido que auxilien y que colaboren para que esta obra corredentora, que está unida al Maestro Jesús, pueda expandirse aún más al igual que se difundió la obra de Medjugorje hace treinta y un años.
Hijos Míos, quiero decirles que toda la Obra que realiza en América del Sur la Bienaventurada Virgen María, debe ser apoyada con la pequeña colaboración de todos Mis hijos. Les pido una colaboración verdadera desde el corazón, una entrega a Dios desde vuestro ser interno, porque una obra en la Tierra acontece y se manifiesta a través de los obreros que en ella trabajan, y esos obreros necesitan de recursos para realizarla.
Así Dios cuida de Sus obreros y al mismo tiempo de la Obra.
Hijos, está todo unido por un mismo eslabón y vuestra oración ayudará para que Mi obra corredentora pueda proseguir tocando doloridos y sufridos corazones.
Queridos Míos, los invito a que Me acompañen, como Madre Peregrina, para que la Luz pueda llegar a los que niegan el Amor Misericordioso de Mi Hijo.
Obremos mediante la oración para que la Obra de Dios se cumpla en el Sur de América.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
Recen, recen mucho para que en cada momento de vuestro día Dios los escuche y, así, Su magnífico Espíritu de Amor pueda obrar a través de todas las criaturas.
Queridos hijos, recen, recen mucho para que vuestras almas y las almas en todo el mundo reciban el consuelo y la Misericordia que ellas aguardan.
Recen y no se cansen de rezar porque en la oración se encuentra la fortaleza y el diálogo amoroso de vuestros corazones con Dios.
Recen, recen por el tiempo de cambios que llegará para que cada corazón en este mundo escuche con humildad los amorosos pedidos de Mi Inmaculado Corazón.
Recen para abrir las Puertas de los Cielos y para que los ángeles estén presentes con su amor y servicio sobre la Tierra y eso permita cambiar el corazón de muchas consciencias. Cuando alcancen una oración armoniosa y amorosa, ustedes estarán recorriendo el camino hacia la contemplación del Altísimo y vuestros seres serán como chispas de Luz en el universo.
Recen por los que no rezan. Recen por los que no aman. Recen por toda la humanidad porque la oración del corazón los guiará como una madre guía a su pequeño hijo.
Por eso, queridos hijos, Mi Corazón Maternal y Devocional está entre ustedes para enseñarles a andar por el camino de la oración y de la conversión.
A lo largo de estos últimos meses ustedes han conocido la Faz de la Reina de la Paz, de la Madre de Dios, pero aún hijos Míos, deben amar la oración diaria hasta que vuestros corazones reconozcan que la oración de todos los grupos cambiará al mundo.
Cuando en Lourdes hice el llamado a la penitencia, Yo estaba llamando al mundo a la reflexión, al despertar de la consciencia ante las acciones.
En Fátima, llamé al mundo a la oración diaria para que las almas tejieran, mediante el rosario, una nueva red de paz y redención que pudiera auxiliar al mundo.
En Medjugorje los llamé al ayuno y a la oración al igual que en Aurora donde, desde hace ya cinco años, Yo estoy pidiendo a la humanidad un poco más de sacrificio y de esfuerzo para que ella pueda equilibrarse delante de los acontecimientos que están fuera de la Ley de Dios.
En Salta, Argentina, los llamé a curar el corazón mediante la adoración al Corazón Eucarístico de Mi Hijo. Yo los estaba llamando a todos para que consideraran la importancia de la unión diaria con Mi Hijo, el Redentor, a través de la comunión con Su Santo Cuerpo y Su Sagrada Sangre.
Hoy, queridos hijos, los llamo al despertar del nuevo tiempo en ustedes, a la preparación de vuestros corazones a través de la oración, de la adoración, de la confesión, del ayuno y de la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
Hijos Míos, después de tantos llamados y advertencias a la humanidad, hoy los llamo para que vivan vuestra conversión y vuestra redención mediante la oración y la paz.
Queridísimos hijos, ustedes son parte del hermoso Proyecto de Dios, ustedes pueden ser una expresión de Mi Paz y de la Divina Paz de Mi Hijo.
Niños de Mi Padre, ahora, reconociendo el poder de Mis Pedidos Maternales, nuevamente los llamo a la oración del corazón porque la oración socorrerá al mundo entero.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Que vuestros labios nunca se cansen de pronunciar alabanzas y bienaventuranzas al Corazón de Dios porque así, ustedes, en nombre de la humanidad, estarán alabando a toda la Creación.
Hijos Míos, que en este día vuestros corazones se regocijen porque Mi Hijo está presente en vuestras vidas, y Él, en esta hora, necesita de todo vuestro Verdadero Amor.
Pequeños Míos, lleven, en este día, Mi estandarte de la Paz en vuestras manos para que la llama poderosa de vuestros corazones irradie fe y devoción a aquellos hijos que la han perdido.
En tiempos de conversión, Yo los necesito firmes y valientes para que los que aún no creen en Mi llamado puedan retornar a los brazos de Dios a través de Mi Corazón. La hora de la salvación definitiva es para todos, y ustedes, como Mis amados hijos, cuentan con Mi Ayuda Maternal.
Queridos hijos, sepan que, después de haber caminado tanto junto a Mí a lo largo de todo este tiempo, existe una única y preciosa oportunidad para que todas las almas encuentren a Dios en esta última hora. Así como llevé a Jesús hacia el Templo de Dios en Mis brazos, hoy los presento a todos para que Mi Padre derrame Su Misericordia y Su Piedad sobre ustedes. Cada paso que dan en esta vida significa muchos pasos para otras tantas almas que deben unirse al Dios Creador.
Queridos hijos, por eso, eleven incansablemente sus oraciones hacia lo Alto y que vuestros corazones abiertos sean receptores de Mi Amor Inmaculado.
Pequeños Míos, con Mis ojos de Misericordia los contemplo porque, desde la Eternidad, en el Reino de los Cielos, Mi tarea es por amor, tarea de llevarlos al encuentro con Mi Hijo.
Les agradezco nuevamente en este día por estar caminando a Mi lado. Mi Corazón ya camina a vuestro lado desde hace mucho tiempo.
Ahora, Mi Luz llegó a vuestros corazones para despertarlos a la realidad celestial.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de nuestra Madre, vamos a orar el Ave María en diferentes idiomas, al mismo tiempo, respondiendo al llamado por una intención especial que Ella tiene.
Estamos esperando el momento en el que nuestra Madre nos indique comenzar.
Oración: Ave María (en varios idiomas, simultáneamente).
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Vengo al mundo a redimir corazones y a liberar almas.
Queridos hijos, les agradezco por estar nuevamente respondiendo a Mi llamado en esta hora.
La tarea de ayer trajo repercusiones hoy. Los Cielos, los ángeles y los arcángeles están actuando por la humanidad y, en consecuencia, también Mi Inmaculado Corazón y el Corazón de Mi Hijo.
Cuando ayer, Yo les pedí que construyeran esta corona de rosas, no fue solo para demostrarles el poder de Mi Amor, sino para que también a través de Mi belleza, Yo pueda intervenir por las almas y llegar también a los corazones que están más cerrados hacia el Señor; por eso, es muy importante el poder de sus oraciones que nacen del corazón.
Queridos hijos, estamos en el tiempo final y las escrituras que Juan escribió ya se están cumpliendo. Depende de esta humanidad que todo pueda mudar, y como formo parte de esta amada humanidad, queridos hijos, Dios Me envía entre ustedes para ayudarlos y guiarlos.
En nombre del Altísimo, hijos Míos, quiero decirles que Yo Soy la Madre de todos. Mi venida especial a este país como a otras naciones tiene un motivo espiritual y celestial, y quiero que esto quede claro para todos Mis hijos, que Yo Soy la Madre de la Divina Fraternidad.
Mis cuentas de oración vienen a unir las religiones en el fin de este tiempo, porque todos los pueblos se deben congregar a través de la oración. Por eso, Mi Faz está en todos los países y continentes. No es tan importante cómo Me llamen o cómo Me nombren, lo importante es que se abran para que Yo pueda estar en sus corazones; porque como Pastora de Mi Hijo, Yo vengo a preparar el rebaño del Redentor.
A través de Mi Aparición mensual, queridos hijos de toda la Obra de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, vengo a unir lo que está separado, principalmente por la indiferencia entre los corazones.
Es claro, queridos hijos, que su oración ayuda mucho en este tiempo y también las oraciones de todos los grupos que son devotos de Mi Inmaculado Corazón.
La aspiración de todos Mis hijos debe ser llegar al Cielo y, en ese sentido, queridos hijos, Yo los acompañaré. Por eso, no teman por lo que digan o por lo que proclamen.
Hoy, vengo a recordarles, queridos hijos, una enseñanza que Mi Hijo les transmitió: oren por los enemigos y por aquellos que se opongan a Mi Obra Maternal.
Los Cielos están observando a todos los corazones y nadie puede ocultar las mentiras en su corazón. Dios está mirando este ciclo que Yo estoy viviendo con cada uno de ustedes.
Yo los invito nuevamente a la pacificación para que sus corazones puedan reflejar la pureza y de esa manera, queridos hijos, no se pierda el amor en sus corazones.
No permitan que nada los perturbe en este tiempo, mas fortalezcan sus grupos de oración. La noche oscura está llegando, queridos hijos, y esto ya no es más una profecía. Sus ojos deben estar abiertos a lo que está sucediendo en la humanidad y deben orar mucho para que todo pueda cesar.
Todo puede estar en la perfecta Armonía de Dios. El mundo debe ser un mundo rescatado y, en consecuencia, todos Mis hijos de esta humanidad.
Hoy, vengo a transmitirles Mi única Verdad, la Verdad que Me transmite el Corazón de Dios.
Como Madre, ustedes saben que Yo los amo, pero que también quiero que caminen en rectitud hacia el Señor.
Es necesario, queridos hijos, hacer brotar el amor del corazón para que nada perturbe a Mis hijos, sino que estén unidos a Dios Creador, en esta hora tan definitiva.
Hoy, estoy con dos grandes hermanos que acompañaron a la humanidad: Juan Pablo II y Juan XXIII. Esta es la confirmación de que Yo Soy la Madre de todos, la Madre de la Nueva Iglesia de Cristo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Señora está pidiendo que quien pueda se arrodille, porque vamos a hacer una oración por las comunidades del mundo, para que los Planes de Cristo, dice Nuestra Señora, se puedan cumplir en todos los corazones del mundo.
Nuestra Señora dice: “Rezad con verdad, rezad con amor”.
Vamos a orar el Ave María, como hicimos al principio.
Nuestra Señora dice que concentremos nuestro corazón en la Luz de Su Materno Corazón.
Nuestra Señora está diciendo también que el Universo nos está observando en este momento, el Universo de Dios.
Oración: Ave María (en varios idiomas, simultáneamente).
Nuestra Señora dice que nos unamos en oración a todos los hermanos que están unidos en este momento a la Aparición y que elevemos esa oración al Universo, al Corazón de Dios. Nuestra Señora dice que nos liberemos de nuestros miedos.
Oración: Ave María.
Queridos hijos, que la Gracia de Dios los bendiga y los guarde.
Gracias por responder a Mi llamado.
Hermosas son las flores que Me han concedido.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Por lo general, no comentamos lo que vemos, porque es una tarea que le corresponde a Fray Elías; pero hoy sucedieron algunas cosas que siento importante que podamos comentarlas.
Hoy, la Madre nos pidió un ejercicio que nunca nos había solicitado, que eleváramos nuestra voz en diferentes idiomas a la vez. Y si bien para nuestras mentes pudiera parecer algo confuso, desde el punto de vista espiritual sucedieron muchas cosas.
Y cuando nosotros obedecemos sin comprender a nuestra Madre Divina o a Nuestro Señor y nos podemos concentrar exactamente en su pedido, más allá de las formas, suceden algunas cosas desde el Cielo a la Tierra que serían insospechadas para nuestra consciencia.
Mientras nosotros, como representantes de la humanidad, hicimos esa oración que, a través de cada idioma representaba a cada nación, a cada grupo de la humanidad; orando de rodillas y con fervor al Cielo, las huestes de Nuestro Señor, las huestes de Luz, los ángeles, los arcángeles, pudieron realizar grandes intervenciones a nivel planetario, intervenciones de Luz; porque, espiritualmente, era un símbolo de que toda la humanidad estaba de rodillas, orando al Señor.
Y cuando Nuestra Madre dijo que confirmaba que era la Madre de todos y que quería unir a las religiones, a los credos y a las oraciones en este tiempo final; nosotros también representábamos eso, porque somos un grupo profundamente cristiano y ecuménico.
Por eso, hoy se abrió una gran puerta desde los Cielos para que esta humanidad sea muy asistida; y hoy, más que nunca, pudimos ver el poder de nuestra Madre Divina, el poder de Su Amor Redentor.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Casi todo ya fue dicho por Madre Shimani. Gracias a Dios, el Padre les muestra, a todos, las cosas por igual.
Hoy, en la oración preparatoria, estuvieron muy presentes los hermanos de las cárceles. Y parecía que algunos grupos de hermanos que están en las cárceles estaban orando con nosotros, y no entendíamos por qué eso venía con tanta insistencia en esta oración.
Después esto pasó y llegó el momento de la Aparición. Vimos que la Madre, como decía Madre Shimani, estaba haciendo una tarea en diferentes puntos del planeta, antes de llegar a Uruguay. Por eso, todos pudieron ver y sentir que Ella demoró un poco en llegar, pero finalmente llegó.
Hoy, Ella vino como Reina de la Paz; y como ustedes escucharon, vino acompañada con Juan Pablo II y Juan XXIII. Juan Pablo II llevaba sus vestiduras de papa y una cruz papal, muy contundentes; y Juan XXIII estaba vestido de papa, pero de color violeta.
Ellos estaban allí presentes, en el momento de la Aparición. Y como todos escucharon, Ella dijo que venía con ellos para confirmar que nuestra Madre era la Madre de todos, que no solamente es la Madre de la Iglesia, sino también la Madre de la humanidad.
Ellos acompañaron a nuestra Madre, durante todo el trabajo de oración y de la Aparición. Y a medida que nosotros íbamos orando, como también dijo Madre Shimani, algunas imágenes fueron mostradas por la Madre Divina.
Es la primera vez que nosotros vimos a Nuestra Señora batallar contra el infierno de este mundo, y también la acompañaban Juan Pablo II y Juan XXIII en esa batalla.
Vimos también, durante el trabajo del Ave María en diferentes idiomas, una tarea de liberación importante que aconteció en alguna parte del planeta, y se daba a través de la comunicación que establecimos entre la oración y el universo. Y ante todas esas imágenes, que eran horrorosas, nuestra Madre nos protegía para que no influenciaran ni se irradiaran hacia este lugar; pero, de todas formas, la tarea fue aconteciendo paso a paso.
Y hoy, sentimos, en la Aparición de la Madre Divina, Su energía de Primer Rayo. Vimos y sentimos, a través de Sus Palabras, la Voluntad y el Poder de Dios. Sentíamos, en ese momento de la Aparición, que Ella quería que todo conflicto e indiferencia se terminaran de una vez por todas. Ella decía que gran parte de la humanidad es indiferente entre sí y que la oración del Ave María permitiría que algunos acontecimientos neutralizaran lo que pudiera suceder en poco tiempo. Y hoy, la Madre, de alguna forma, nos invitaba a tomar consciencia de lo que sucede en el mundo.
Cuando orábamos el Ave María, nos mostraba algunas situaciones bien difíciles, en diferentes partes del planeta, que se daban entre hermanos y también entre culturas o diferentes razas. Ella nos mostraba la indiferencia que existía entre esos hermanos y el dolor que le causa a Dios ver esa realidad.
Y cuando nos trajo este ejercicio del Ave María en diferentes idiomas fue para que Ella pudiera intervenir ante el Universo, intervenir sinceramente por las religiones.
Y, al principio de la Aparición, recordé que Ella nos hizo dos pedidos. Nos recordó la tarea que va a realizar en Porto Alegre, y le preguntamos si esa tarea tenía un motivo especial, por qué debía realizarse en Porto Alegre. Ella nos dijo que, en el sur de Brasil, estaría realizando una tarea de redimir corazones.
Y luego, nos dejó claramente las siguientes Palabras: “Una hija Mía, que está aquí, con sus palabras Me abrió una puerta para que Yo pueda intervenir por otra ciudad de Brasil”. Ella nos habló de Camboriú, y nos dijo que nos esperaba en Camboriú, el 2 de diciembre, ciudad que mucho lo necesita.
Y nos dijo también: “Estaré en otro lugar”, refiriéndose a la imagen de las cárceles. Ella nos dijo: “Mis hijos de Melo también Me han llamado, Yo quiero aparecer en la cárcel”, y le preguntamos cómo íbamos a hacer si no teníamos permiso.
Le preguntamos: “¿Qué podemos decir?”. “Di lo siguiente”, dijo Ella: “Que la Madre de Dios, la Bienaventurada Virgen María, estará interviniendo por todos esos hijos; porque ellos, que son Mis hijos, sufren mucho”. Y Ella allí nos invitó a estar en Melo el 15 de diciembre. Ella nos dijo que el 15 de diciembre, en el Universo, con un júbilo especial, se celebra la Fiesta del Inmaculado Corazón y que ese Inmaculado Corazón será recibido en la cárcel de Melo.
Madre María Shimani de Montserrat:
Creo que nadie se puede imaginar lo que puede significar para esos hermanos que nosotros los visitemos desde hace algún tiempo, que hayan aprendido a orar y a tener una esperanza, que nos esperen como nunca nadie esperó nuestra llegada.
Entonces, creo que todos vamos a estar ahí, y ese movimiento que está haciendo nuestra Madre no lo hace solamente sobre la cárcel de Melo, sino sobre todas las prisiones, que necesitan un impulso determinante de la Luz para poder vencer definitivamente ciertos males.
Por eso, los invitamos a que estén más que nunca con nosotros ese día en espíritu; que nos acompañen, porque esa sí va a ser una gran tarea planetaria.
Vamos a cantar “Inmaculado Corazón de María” para cerrar.
Queridos hijos:
Con los Rayos de la Misericordia de Dios sobre el mundo, Yo los invito a sentir en ustedes el Amor de Dios. Porque la humanidad, en el final de este tiempo, debe curarse y redimirse para que se cumpla el Plan Divino sobre la Tierra.
Hoy necesito que ustedes tengan una total confianza en Dios, confianza absoluta porque Él los conoce bien, los conoce desde vuestro nacimiento y conoce también los pasos que dieron en vuestras vidas. El Señor los está invitando a vivir en la Redención, un principio fundamental para el fin de estos tiempos.
Queridos hijos, hoy estoy aquí entre ustedes para demostrarles el Amor de Dios y también para decirles que muchas almas necesitan en este tiempo de vuestra devoción y de vuestro fervor.
Queridos Míos, hoy los estoy llamando a tomar consciencia del tiempo que llegará. Sepan, que Mi Hijo necesita de apóstoles y discípulos fuertes en la oración. Quiero que comprendan cuán importante es la salvación de las almas; sepan que ustedes, junto a Mi Hijo, tienen esta tarea en este mundo, en esta humanidad.
Pequeños hijos de Mi Padre, que en este día vuestros corazones estén en lo Alto, y que prevalezca Jesús en vuestras esencias para que encuentren la fe que los fortalezca y les permita dar los pasos seguros hacia el Señor.
Para eso, Hijos Míos, ustedes tienen la llave de la oración, y esa oración del corazón debe expandirse por el mundo así como el amor de vuestros corazones.
Como Reina de la Paz, los invito a ingresar en Mi Reino todos los días porque es necesario que las almas se conviertan, que alcancen la eternidad, y en ustedes existe un potencial precioso de reconversión a través de vuestro amor a Dios.
Queridos hijos, estoy derramando Mi Luz sobre el mundo nuevamente.
Les pido que peregrinen Conmigo orando desde el corazón durante todas las horas de este día, porque no solo Me estarán acompañando en Mi Tarea Maternal, sino que también vuestros corazones estarán unidos a Dios abriendo las Puertas del Cielo a la Tierra a través de vuestra amorosa respuesta a Mis pedidos.
Queridos hijos, que en ustedes se encienda el Fuego del Espíritu Santo para que, unidos al Redentor, alaben a Dios eternamente mientras vuestros corazones están sobre la Tierra.
Queridos Míos, les agradezco, en este día, por estar contestando a este importante llamado a la Redención de la humanidad.
¡Les agradezco!
Mi Espíritu estará en vuestros corazones siempre que lo permitan.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hoy, como Nuestra Señora de Garabandal los invito a la oración, a la conversión, a la penitencia y al ayuno, para que sus corazones estén transformados ante Dios.
Queridos hijos, el motivo de Mi visita este día tiene un fin principal para Dios y para este mundo; por eso, quiero que sus corazones estén abiertos para escucharme porque mañana recibirán una Gracia especial en nombre de la humanidad.
Es necesario que sus corazones escuchen profundamente; por eso, díganles a sus conciencias que entren dentro de su corazón para que ellas puedan escuchar Mis Palabras Celestiales.
Hoy, vengo como su Señora de Garabandal porque Soy Corredentora, después de Cristo, Madre que quiere convertir los corazones hacia la Luz del Señor.
En esta visita especial, queridos hijos, quiero anunciarles que Mi Corazón Maternal estará entre ustedes y entre sus hermanos mañana, 11 de noviembre.
Por eso, por amor a Dios Yo les pido que Me acompañen en una tarea universal que estaré realizando mañana, en la cual sus corazones podrán sintonizar desde la oración, si mañana ustedes solo Me esperan, Yo estaré entre ustedes cada tres horas.
Por eso, eleven sus corazones a través del Santo Rosario para que cada tres horas las puertas del Cielo se puedan abrir.
Mi primer llamado a este mundo será a las 6h, y estaré en este lugar con ustedes.
Mi segundo llamado será a las 9h, en el que Mi Corazón Maternal irradiará conversión.
Mi tercer llamado será a las 12h, en el que la Luz de Mis Gracias será derramada.
El cuarto llamado será a las 15h, en el que la Misericordia de Mi Hijo estará aquí presente.
El quinto llamado será a las 18h, en el que la Luz de Mi Corazón también será derramada.
El sexto llamado será a las 21h, en el que las almas serán retiradas del purgatorio y del infierno.
Si todos Mis hijos se unen a Mí en la oración, el séptimo y último llamado será a las 24h, en el que sus corazones se recogerán bajo Mi Manto y, como rosas, Yo los colocaré en Mis Brazos para ofertarlos como un don a Dios.
Entonces, queridos hijos, ¿ustedes comprenden qué sucederá mañana?
Este llamado que Mi Corazón pronuncia tiene un mérito especial, especialmente para aquellos que han leído Mis Palabras durante todo este último año y han seguido Mis pasos diariamente a través de los Mensajes.
Mañana, como Madre Universal, Yo confirmaré con qué corazones puedo disponer.
Este es un permiso que Dios Me ha dado, es una última Gracia que estoy derramando, al igual que lo estoy haciendo en Medjugorge desde hace mucho tiempo. Por eso, cada hijo ante Mi Presencia, en Mi Aparición mensual, debe convertir su corazón día a día, como se convierten las aves cuando vuelan para Dios, se entregan al Señor en confianza, plenamente.
Por eso, queridos hijos, Yo quiero que ustedes vuelen alto en el fin de este tiempo y su poderoso instrumento es la oración.
¡Les agradezco por contestar a Mi llamado!
En el nombre del Padre, del Hijo y de Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Como hacemos en todas las Apariciones, vamos a hacer un breve relato de lo sucedido y a tratar de repetir los pedidos que nuestra Madre nos hizo para mañana.
Una reflexión antes de continuar: necesitamos abrir nuestra conciencia para comprender la urgencia de esta situación planetaria, por la que nuestra Madre tenga que venir durante todo un día cada tres horas. Eso significa que va a necesitar de toda nuestra devoción para que como representantes de la humanidad podamos acompañarla en esa tarea.
Ella está intentando saber, al igual que Dios, con quién verdaderamente puede contar. Así que vamos a escuchar el relato de Fray Elías y después vamos a precisar algunas cosas.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hoy, la Madre nos enseñó sobre el poder de la oración, que existe desde la Tierra en dirección al Cielo, y sobre esa comunicación perfecta entre Dios y Sus Hijos.
Hoy, la Madre verdaderamente nos sorprendió cuando apareció como Nuestra Señora de Garabandal, porque Ella manifestaba una imagen muy poderosa, muy contundente. Cuando Ella apareció, llevaba la imagen de un escapulario, colgado de un Brazo.
Con el otro Brazo, Ella sostenía a un niño. Tuvimos la oportunidad de tener la Presencia de Nuestra Señora de Garabandal por una segunda vez, y le preguntamos por qué hoy Ella se manifestaba así.
Porque es la Presencia que Ella tiene para poder convertir definitivamente a las almas y Ella transmite esa conversión a través del escapulario.
El otro símbolo que Ella utiliza también, nos dijo, era Su Manto Celeste y sabemos que cuando Ella apareció, como Nuestra Señora de Garabandal, estaba con su Cabello al descubierto, que Ella decía era el símbolo de Su Virginidad.
Hoy, vino acompañada por la presencia del Arcángel Miguel y, esa presencia, era más poderosa que Ella. Él se colocó al lado de Ella como un guardián como un gran ángel custodio. Y, mientras Nuestra Señora nos hablaba, Él resplandecía en Luz y observaba con una mirada muy serena a cada uno de nosotros. Cuando Él nos observaba, parecía que nosotros éramos transparentes ante Él. Parecía que todo, lo que estaba fuera y dentro nuestro, estaba en evidencia ante ese arcángel y comprendíamos, en ese momento, que Él hacia una lectura de lo que estaba viendo y, así, Nuestra Señora nos pidió que nos encontráramos mañana cada tres horas.
Ella dijo que estaría haciendo un importante trabajo planetario y que por eso va a transcurrir de tres en tres horas. Ella dijo que, en las horas intermedias, o sea entre esos horarios, nosotros tenemos que tener un tiempo de descanso. Porque Ella dijo que va a ser una tarea muy intensa, y Ella estará realizando esa tarea que para nosotros se trata de algo imprevisto y Ella, al recibir ese permiso, lo va a realizar junto con nosotros.
Y le preguntamos si aparte de esa tarea que va a acontecer mañana, tendremos Aparición el 12 y el 13 y Ella contestó que sí, porque mañana será una tarea y una coyuntura especial para el planeta.
En nuestra tarea de oración, Ella nos pidió que, sobre todo, oráramos por Medio Oriente, específicamente Ella se dirigió a la nación del Líbano que debíamos colocarla en nuestra oración.
Y le preguntamos cómo acontecería esa tarea cada tres horas. Ustedes, decía Nuestra Señora, deben colocarse a orar el Rosario, que en un momento Yo apareceré y daré pequeños Mensajes. Ella nos pedía que tengamos mucha atención para poder acompañar el recorrido de esa tarea que Ella va a realizar.
Y para ayudarnos nos dijo durante la Aparición lo que acontecería cada tres horas y en verdad Nosotros nos vimos ante un gran misterio y ahí, como Ella percibió ese sentimiento, dijo lo siguiente:
“No importa si no comprenden, ustedes oren, que sus corazones comprenderán. Ella decía que todo iba a estar muy guiado”.
Le preguntamos también si esa tarea tenía que ser transmitida como está siendo transmitida esta tarea en este momento y Ella dijo que sugería lo siguiente:
“Que Mis hijos de Divina Madre dejen todo como está para que la tarea pueda acontecer”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Aunque mañana no podamos comprender el alcance de lo que Nuestra Madre nos pide, la vamos a acompañar y vamos a intentar hacer lo mejor. Por eso, están todos invitados; si no pueden o no sienten participar de todas las Apariciones que por lo menos nos acompañen en algunas.
Toda Casa Redención y todo el Monasterio van a estar aquí desde las 6h, como Ella pidió, hasta la medianoche, y los que estamos acá y los que nos escuchan y nos ven están todos invitados a acompañarnos.
Muchas gracias a todos, nos vemos durante todo el día de mañana.
Vamos a cantar “Ave Luminosa” para cerrar.
Desde el Corazón del Universo vengo hoy a vuestro encuentro. En el nombre de Jesús, Mi Alma Maternal viene a curar y restaurar corazones.
Queridos hijos:
Hoy los invito nuevamente a que ingresen dentro de Mi Inmaculado Corazón para que vuestras moradas, a pesar de todo, puedan encontrar, ver y sentir la Presencia Omnipotente de Dios. Si ustedes tan solo ingresaran a Mi Inmaculado y Materno Corazón, vuestras pequeñas vidas estarían saciando la gran sed que Mi Hijo tiene por todas las almas.
Hijos Míos, que hoy vuestros corazones sean manantiales que emanen amor y devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Queridos hijos, que vuestras esencias sean como aguas inagotables que, convertidas en ríos de Misericordia, sacien la sed de amor y de paz de todas las almas del mundo mediante el servicio.
Como Madre del Universo y de la Tierra, hoy llego para manifestarles Mi Amor en un tiempo de fuertes cambios en la consciencia y en la vida de todos Mis hijos.
Pequeños hijos, ante las faltas graves que comete la humanidad día a día, hoy los invito a considerar vuestra vida de oración un ejercicio que repare el Reino de los Cielos. Por eso, que vuestras vidas nunca olviden encontrar al niño interior porque así Mi Hijo derramará sobre ustedes los Dones y las Gracias de Redención y de Misericordia.
Si el mundo solo orara un poco más, la Luz del Altísimo sería otro manantial que calmaría la sed de todos Sus hijos. Pero mientras existan corazones cerrados a Mi Llamado Maternal, a Mis hijos solo les bastará crecer como crece una semilla desde el interior de la tierra. Pero a esa semilla no le podrá faltar el Agua de Vida, el manantial inagotable que hace emerger los verdaderos corazones en las criaturas.
Venerables hijos Míos, estoy aquí para enseñarles a caminar bajo el Amor de Dios y para que vuestros ojos no pierdan de vista la Misericordia en el horizonte.
Queridos hijos, hoy los invito a amar la Creación como Dios la ha manifestado para todos, y eso comenzará a través de vuestro amor a la magnificencia de los Reinos del Señor.
Orando con fervor por este mundo, Yo los llamo para que, durante este día, permanezcan en Mi Reino Maternal de Amor porque ustedes lo necesitan y también la humanidad. Por eso hoy, inundemos de amor a los corazones vacíos y sin Dios.
¡Están a tiempo de cambiar desde el corazón! Para eso ¡Yo estoy con ustedes!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Que vuestras palabras no juzguen a los demás corazones, que vuestros labios solo oren por la paz y el amor en el mundo entero.
Hijos Míos, que vuestro sentimiento sea una emanación del Amor de Mi Hijo porque a través de Jesús hallarán la fuente de todo el amor y el perdón.
Que vuestras vidas, en el final de este tiempo, solo sean amor y perdón, y que vuestras virtudes sean transmitidas mediante las buenas obras. Ustedes son Mis hijos y todos Mis hijos deben ser portadores de la paz en el corazón e irradiarla a través de la caridad y de la donación.
Caridad y donación es lo que falta entre hermanos del mismo mundo; por eso Mi Materno Corazón viene hacia ustedes para enseñarles que el Verdadero Amor nace como una flor al despuntar el sol.
Queridos hijos, que vuestros brazos y vuestras manos siempre estén abiertos para acoger a los más carentes y a los que más necesitan de Dios.
Pequeños hijos, hoy los invito a imitarme. Hoy los llamo a ser representantes verdaderos de Mi mensaje para el mundo, porque, como Madre, sé que vuestros corazones pueden ser fieles representantes de Mis palabras en el planeta.
Ustedes están bajo Mi Gracia cuando Yo amorosamente los visito mes a mes. Pero el mundo, ¿dónde está ahora?, ¿él vive la Misericordia de Dios?
Queridos hijos, ustedes, como servidores y como almas en oración, son llamados a ser partícipes y difusores de la Divina Misericordia porque, con mucho amor, amor puro y cristalino, vidas y corazones son transformados.
En vuestras manos está el porvenir del mundo y de toda la humanidad. En la oración, el ayuno y la vigilia se encuentra la fortaleza de la vida para cada corazón.
Hijos Míos, estén en Mi Corazón Maternal porque la Señora de la Paz quiere hacerlos humildes ante Dios para que, junto a los ángeles, todas las almas vivan su salvación y conversión y alaben por los siglos de los siglos a Dios.
Oren por los pastores porque en ellos Mi Hijo siempre quiere estar.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Espero que a lo largo de este último año de Mensajes Diarios ustedes hayan aceptado vivir en la Gracia de Dios. Es una misericordiosa revelación que Mis Maternales Palabras hayan acompañado a cada uno de ustedes en todo este tiempo que pasó, durante el cual vuestros corazones han tenido que crecer y madurar ante la realidad del final de este tiempo.
Hijos Míos, por esto hoy los llamo a profundizar en vuestros corazones la gratitud hacia Dios; gratitud porque, a través de Mi Hijo y Su amorosa intercesión, Dios Me permitió venir a vuestro encuentro, diariamente, por medio de los mensajes.
Queridos hijos, ustedes saben que el mundo está sufriendo mucho y que, cada nuevo día, innumerables almas se pierden condenándose al camino del purgatorio.
Por eso, Yo los llamo a vivir la oración del corazón porque vuestra oración será la única esperanza para la salvación de muchos corazones, sobre todo de aquellos hijos que en la ignorancia de sus vidas ofenden a Dios.
Amorosamente les pido que recen bajo la Luz de Dios y que a Él encomienden a todas las almas que sea posible a través del poder de la oración. Aquellos que aún no oran es porque carecen del Amor Materno y necesitan saciar la sed que sus almas sienten hace mucho tiempo.
Queridos hijos, este es un tiempo definitorio, un tiempo de cambios; por eso, los invito a concientizar vuestra tarea de oración para que más Luz desde el Universo de Dios pueda socorrer y salvar almas condenadas.
Hijos Míos, sostengan en vuestras manos la oración del rosario y que cada nueva oración que ustedes realicen sea una oferta y una súplica a la Misericordia de Jesús.
En Mi Hijo está el camino. En Mi Hijo se encuentra vuestra redención y vuestro perdón.
¡Estén despiertos a la oración!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
A todos Mis hijos les doy Mi Paz y hoy los llamo a confiar en Dios porque en el final de estos tiempos vuestra fe debe estar madura y debe ser impregnada por vuestra oración.
Hijos Míos, lleven en vuestros corazones el Amor de Mi Hijo, porque es en el Amor de Mi Hijo que vuestras vidas encontrarán la confianza que todos necesitan delante del misterio de Dios.
Queridos hijos, mientras el tiempo cambia, vuestra oración debe ser pronunciada como un alimento para la vida; por eso, que en vuestras manos surja la oración donada e irradiada desde el corazón. Busquen la Fuente que nutre todas las cosas; que ella sea el agua que quite la sed de vuestros corazones y de los corazones que están solitarios en la vida.
Vuestra comunión con Mi Hijo mediante la oración les revelará el poder que tiene el amor cuando despierta en las almas.
Queridos hijos, vuestros corazones deben ser templos redimidos y consagrados al Dios Vivo, al Dios Todopoderoso que todo lo sabe, que todo lo ama y que todo lo conoce.
Por eso, hijos Míos, que vuestras consciencias, dentro de la confianza de Dios, abracen el Amor del Altísimo para que, junto a los ángeles del Cielo, auxilien a toda la humanidad. Que vuestros corazones no teman por nada; que con valentía caminen hacia el cumplimiento del amado Propósito de Dios.
Queridos hijos, abran vuestros brazos a todos para que el corazón les muestre qué simple es amar con devoción.
Pequeños Míos, el amor de cada uno de ustedes dará vida a lo que parece estar perdido y traerá cura a lo que parece estar dolorido. El Amor de Mi Inmaculado Corazón es la referencia primordial para vuestras vidas. Quien está en Mi Hijo también está en Mi Corazón, está en la Gran Consciencia de Dios.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Como Señora de la Fe, intento que vuestros corazones estén vigilantes cuando llegue el esperado momento del rescate de los corazones y de la salvación de las almas. Vuestro camino de oración les permitirá encontrar su esencia a cada uno de Mis hijos y, en especial, descubrir aquello que sus almas están necesitando.
Hijos Míos, abriendo el Manantial de la Misericordia, los llevo hacia Mi Hijo para conducirlos por los caminos de la paz.
Queridos hijos, como el mundo corre rápido, es necesaria mucha oración para soportar los cambios que surgirán a la vista de todos, cambios que definirán el “sí” o el “no” de todas las almas.
Ustedes son llamados a caminar próximos a Mi Hijo para que puedan ver la necesidad en todos los corazones que aguardan por el Perdón y la Misericordia de Dios.
Queridos hijos, es hora de continuar orando porque eso aliviará el Corazón de Cristo y, así, ustedes estarán cerca de Su Amor Universal. Ahora deben seguir los pasos del Retorno de Cristo para que vuestras moradas estén unidas a Su Sagrado Corazón.
Muchos corazones esperan por los Nuevos Cristos, y Mi orden ecuménica, Orden Gracia Misericordia, forma parte de los soldados de la oración, porque hoy todos son llamados a compartir el camino crístico del final de los tiempos.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Preparando la víspera de Mi llegada al Centro Mariano de Aurora, Mi Corazón Materno les anuncia que, por Gracia y Amor de Jesús, Yo estaré entre ustedes y en oración en el Hogar de la Adoración el 10 de noviembre de 2012.
Este encuentro, queridos hijos, tiene el motivo especial de resguardar y proteger algunos acontecimientos en el mundo. Ustedes, como hijos Míos, son llamados a colaborar Conmigo mediante la oración en un encuentro especial el día 10 de noviembre a las 21.00.
Queridos Míos, por este motivo deberán aguardarme en oración, con cánticos y alegría para que Mi anuncio especial pueda ser pronunciado. Dirigiré Mis palabras, especialmente al corazón de las Comunidades-Luz, fortaleciéndolas para los tiempos que llegarán.
Así, Mi Corazón Materno irradiará Luz a cada uno de los Centros Marianos recientemente consagrados a Mi Inmaculado Corazón.
Ellos son:
- Centro Mariano de Figueira
- Centro Mariano de Aurora
- Centro Mariano del Espíritu Santo.
Queridos hijos, el 10 de noviembre será un día especial porque Mis cuatro primeros videntes, los que vivieron la experiencia de las primeras apariciones en Aurora, Paysandú, Uruguay, relatarán para todos, a las 18 horas, lo que cada uno de ellos vivió durante esas primeras apariciones y lo que de Mis pedidos fue realizado a lo largo de estos últimos cinco años.
Es la primera vez, después de cinco años, que Mi Corazón Materno les anuncia a todos el relato de los videntes que se referirá a la primera aparición en Uruguay y que se realizará desde el corazón del lugar de las apariciones en Aurora.
Ese día anunciaré algo importante para todos respecto del nuevo ciclo de Mi presencia entre vuestros corazones.
¡Les agradezco por contestar a Mi llamado!
Oremos por la paz en el mundo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
En este tiempo se debe tener un corazón puro y, para vivir con un corazón puro, se debe orar con todo el amor puro; y, para orar con todo el amor puro, se debe estar día a día en el Corazón de Mi Hijo.
En el final de estos tiempos, las almas se debilitan por las influencias que reciben de parte del enemigo y de los diferentes estados de la humanidad. Esto genera consecuencias, a veces irreparables, en muchos corazones que, dentro de la vida de ilusión, creen estar en el camino correcto.
Como Madre Protectora, los invito día a día a la oración para que, en este tiempo definitivo, vuestros corazones perciban y sientan qué es lo verdadero, sano y bueno para la vida. Si caen en la normalidad de este tiempo rápido, no se desanimen, más aún, despierten en vuestros labios el poder de la oración. Y cuando sientan que no pueden caminar, llamen por la Luz de Mi Inmaculado Corazón.
Si las almas leyeran Mis mensajes, Mis palabras las fortalecerían y, a través de la oración, ellas podrían caminar en el amor y en la valentía. Las almas que en este tiempo habitan sobre este mundo no son las mismas almas del ayer. Este tiempo de cambios y de transformaciones deberá ser apoyado por vuestra amorosa y fervorosa oración del corazón.
Queridos hijos, de esa manera se ayudarán a ustedes mismos y auxiliarán a muchos corazones que claman por alivio y por perdón. Dios los espera para caminar a Su lado en este final de los tiempos y llegar hasta las profundidades de los abismos para que alas de este mundo se vuelvan a erguir y a reconciliarse con el Altísimo.
Ustedes, Mis queridos hijos, están en el tiempo de la definición del camino espiritual de millones de consciencias. Por eso, la oración será el perfecto amparo en este momento, y Mi Corazón Materno los socorrerá siempre que Me llamen.
Queridos hijos, hoy les doy Mi Perdón y Mi Luz Celestial porque los amo y sé qué es lo mejor para cada uno de ustedes.
Los espero siempre en oración.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Amados hijos:
Nuevamente Mi Misericordia está sobre toda Argentina y en especial sobre Buenos Aires, esta necesitada ciudad del mundo.
Queridos hijos, hoy los llamo al despertar de la consciencia, en el final de estos tiempos, mediante la oración del corazón, porque un nuevo ciclo se aproxima y vuestros corazones deberán estar preparados para recibirlo. Para algunos, este ciclo será una Buena Nueva que cambiará el estado de la consciencia, pero para otros serán cambios profundos que los llevarán a definir el camino a seguir en este tiempo.
Por eso, queridos hijos, ustedes, que viven el día a día en esta ciudad de Buenos Aires, al igual que otras almas en diferentes ciudades del mundo, deben orar con fervor y desde el corazón para que la Gracia de Dios y la Misericordia de Mi Hijo se difundan en los corazones más necesitados de amor y de redención.
Hijos Míos de Argentina, en el día de ayer los invité a peregrinar a Luján de una manera diferente; esta vez para un servicio verdadero y abnegado, porque sepan, que las grandes colonias de almas también deberán ser apoyadas por la oración. Para eso, son necesarios grupos de oración que, consagrados a Mi Espíritu Maternal, persistan y caminen en la fe de Mi Hijo. Cada grupo deberá comenzar a ejercitar la fraternidad porque así, en vuestros núcleos de trabajo y de tarea, hallarán Mi Paz Universal.
Quiero formar, para estos tiempos, soldados despiertos que dejen atrás las comodidades de la vida y, como sinceros discípulos, sean instrumentos en las Manos de Dios en el final de los tiempos.
Ustedes, mediante la oración, tienen la llave para definir la salvación de toda la humanidad. Por eso, hace ya treinta y un años en Medjugorje, Mi Corazón Materno pronuncia y clama por ¡oración!, ¡oración! y ¡oración! Eso es lo que ustedes deberán ingerir como alimento espiritual en este tiempo permitiendo así que Mi Corazón redima los caminos que desvían a millones de almas, los caminos de la modernidad y del confort.
Estoy aquí, queridos hijos, en nombre del Altísimo, para abrir vuestros ojos aspirando, como Madre del Cielo, a que vuestras consciencias maduren y puedan socorrer a la propia humanidad por medio de la oración.
Hijos Míos, ¡alguien debe hacer algo por el mundo! Porque cada día se enciende en llamas por sus propias acciones, y ese alguien son todos Mis fieles soldados, los soldados de Mi Corazón.
Hoy llego al mundo para abrir las Puertas de los Cielos a vuestras vidas, para que la esperanza y la Misericordia sean cultivadas en el mayor número posible de almas.
Queridos hijos, Dios los está escuchando, por eso, continúen orando todos los días. Les estaré universalmente agradecida.
Que este mes de noviembre sea para todos ustedes una preparación para Mi próxima llegada a Buenos Aires en diciembre.
Gracias por responder a Mi llamado por la humanidad.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de nuestra Madre, vamos a orar el “Ave María” en diferentes idiomas, repitiendo la oración dos veces en cada idioma.
Hoy, Nuestra Señora trae la Presencia de la Santísima Trinidad.
En este momento, Ella nos pide que nos coliguemos con ese Principio del Padre y que pensemos en la Santísima Trinidad.
Oración: “Ave María” (en español, portugués, inglés, italiano, francés, alemán y latín).
Queridos hijos:
Con Mis Brazos, espero recogerlos día a día. Les extiendo Mis Brazos de Misericordia y Mi Corazón de Amor en este tiempo.
Hoy, necesito de ustedes para peregrinar, para caminar desde el Corazón. Muchas almas necesitan su oración y su donación.
Yo los invito a servir porque ya estamos en el fin del tiempo.
Quiero que puedan construir los nuevos caminos de la humanidad y si alguien comienza esta tarea, todo podrá cambiar. Por eso, la oración es importante en este tiempo, porque los fortalecerá para realizar este compromiso.
Mi llamado se extiende por cada rincón de este mundo; por eso, sus corazones deben estar atentos para responder a él.
En este día, Mi Hijo Jesús los observa con Amor y Misericordia, pero aún muchas almas se pierden en el camino que ellas eligen, ¿quién podrá auxiliarlas Conmigo? Por eso, los invito a orar sinceramente.
Necesito que ustedes escuchen Mis Palabras y que las guarden en sus corazones, porque así prepararán su morada para lo que llegará.
Es necesario que correspondan a los pedidos de Dios. Por eso, Mi Corazón Inmaculado llega mes a mes para anunciarles lo nuevo y lo bueno, pero también para anunciarles lo que la humanidad no quiere escuchar.
La humanidad no puede convertirse en lo que ya fue en el pasado; debe ser una humanidad renovada a través de la oración y de la Misericordia.
Por eso, hoy Mi corazón cuenta con tan pocos servidores. Llamo servidores a los que están disponibles a vivir la oración del corazón.
Momento a momento y día a día, su vida debe ser una verdadera oración, antes que todas las cosas de su vida. Debe ser lo más importante en este tiempo final, que los pueda colmar y los pueda guiar en este momento, porque así sus corazones estarán unidos a Mi Corazón y compartirán Conmigo la tarea universal.
Antes de que venga Mi Hijo Jesús, hoy vengo a su encuentro. Y esto lo repito cada vez que Me encuentro con ustedes. Por eso, sus corazones deben estar en un estado de vigilia permanente para que, en el fin de estos tiempos, escuchen los Designios de Dios, escuchen los Mandamientos del Padre y, sobre todo, escuchen los pedidos que Él tiene para ustedes.
A través de los Mensajes diarios, Yo les dejo las llaves del Señor, para que sus corazones puedan peregrinar por los caminos correctos y se encuentren dentro de Mi Luz maternal; porque cuando estén en Mis Brazos definitivamente, estarán cerca de Mi Hijo Jesús y Sus Rayos podrán tocar sus corazones.
Sostengan, con el rosario en sus manos, la oración diariamente, porque así podrán ser guiados en cada momento de la vida y sus corazones escucharán los Pasos del Señor, Jesús, que viene al encuentro nuevamente de esta humanidad. En esto deben creer, porque ya está escrito y se cumplirá.
Pero la venida de Mi Hijo no se dará como muchos creen. Hoy, Él les está pidiendo algo importante para preparar Su Retorno: estar en vigilia como estuvieron los apóstoles; pero en este tiempo, sus corazones deberán estar más atentos para poder percibir dónde están y hacia dónde deberán ir.
Por eso, queridos hijos, el servicio equilibra a todos los corazones.
Se puede lanzar hacia la Tierra la fuente de la Misericordia y todos los corazones ser invadidos por la Luz de Jesús y así Mi Corazón Materno estar muy cerca de ustedes. En cada momento que piensen en la oración, Mi Rayo Maternal estará entre ustedes.
Por eso, persisto ante esta humanidad, porque como Madre comprendo y conozco sus necesidades. Sé qué es lo que cada corazón necesita en este tiempo.
Para que se cumplan sus aspiraciones, Yo los invito a orar con el corazón, porque el Espíritu Santo es necesario que esté entre ustedes para que sus corazones puedan sentir la Luz de Dios y, de esa manera, queridos hijos, todos ustedes estén fortalecidos en Mi Corazón.
Necesito en este tiempo, corazones que construyan lo nuevo, imitando los Pasos que Cristo les dejó. Pero, en este tiempo, queridos hijos, los corazones no observan esas enseñanzas, porque perciben con su corazón lo que todos llaman modernidades.
De esa manera, los corazones se distancian de Dios, porque son rodeados de cosas nuevas que creen que despertarán muchas cosas en el espíritu, pero eso genera distanciamientos muy importantes en las consciencias, se crean barreras entre las almas y Dios.
La oración desata todos esos nudos. Por eso, únanse a Mi en la oración, porque los ayudaré a desatar esos grandes nudos que están en la humanidad para que todos los corazones encuentren al Señor, nuevamente.
Hoy, les quiero dejar a ustedes un pedido, a todos los que están presentes aquí, frente a Mi Faz Misericordiosa y Amorosa, que preparen Mi última llegada a este lugar, a esta ciudad, para que en sus corazones puedan florecer todas las promesas que Yo les he dejado a lo largo de los meses y que puedan trabajar junto con Mi Corazón Maternal por la redención de la humanidad, un pedido que Me hace Mi Hijo diariamente.
Yo los acompañaré, en este camino, para concretar Mi Plan de Paz sobre este mundo y en especial en toda la Argentina.
Ustedes son llamados, queridos hijos, a cumplir una parte del Plan de Dios. Sus corazones se han comprometido Conmigo desde los inicios, cuando le dijeron sí al poder de la oración. De esa manera, comenzaron a dialogar con Mi Corazón Maternal y a vivir en la devoción a Mi Corazón, pudiendo así contemplar las bellezas que Dios ha creado para toda esta humanidad; Me refiero, queridos hijos, a toda esta belleza de la naturaleza.
Por eso, les dejo esta tarea para el próximo mes.
Este es el momento de comenzar a confraternizar sus corazones y, así, concretar Mis pedidos.
Comenzaremos aquí, en esta ciudad, reuniendo a los corazones a través de la fortaleza de los grupos de oración y así, el 8 de diciembre, sus corazones Me contemplarán aquí por última vez.
Cuando hablo de aquí, queridos hijos, Yo Me refiero desde Buenos Aires hasta Luján. Esa es la extensión de Mi Manto para Argentina.
Ustedes pueden ser la luz de la oración en este tiempo y sus corazones pueden ser Mis rosas para que Yo las pueda derramar sobre cada provincia de esta nación.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a cantar “Ave, Ave María”.
La Madre está invitando a los hermanos de los grupos de Salta a que traigan las imágenes que vinieron con ellos, porque las va a bendecir por la respuesta que le dieron a Su Corazón.
Canción: “Ave, Ave María”.
Yo Soy la Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús.
Soy la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, la misma de ayer y de hoy.
Hoy, están reconociendo, queridos hijos, el poder que Dios Me ha dado a través de Mi Faz.
Que la Luz del Padre, que la Luz del Hijo y que la Luz del Espíritu Santo bendiga estas imágenes que representan Mi Inmaculado Corazón en la Tierra y el Poder Divino de Dios, de diferentes formas para todos.
Queridos hijos, que la Luz de Mi Hijo los bendiga en esta noche que termina y que los invita a vigilar en la oración.
Les agradezco por responder a Mi llamado, especialmente por todos Mis hijos de Luján.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canción: “Tu Pureza”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Ahora, como hacemos en todas las Apariciones, Fray Elías va a hacer algunos comentarios sobre lo que pudo ver durante el proceso de la oración y durante la Aparición, y algunos pedidos que nuestra Madre hace mientras dialoga con él durante ese tiempo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
En el momento antes de la Aparición, fuimos muy ayudados por los ángeles custodios que trabajaron intensamente fuera de esta área, en este campo; y que ese trabajo, que ellos hicieron a través de la oración, fue irradiándose a toda Buenos Aires.
Especialmente, la tarea que ellos hicieron fue liberar almas que estaban encadenadas. Esas almas se liberaban y se elevaban a través del canal de oración que fue construido.
Los ángeles tenían la tarea de aproximar a esos hermanos que estaban en ese nivel hacia el interior de ese canal para que fueran liberados, y esa tarea se expandió durante el cántico del Ave María.
La tarea que ellos realizaban era por regiones, por diferentes zonas de Buenos Aires. Lo que permitió que ellos realizaran esa tarea fue el ejercicio de la oración hasta que, en un momento, antes de la Aparición, solicitaron para ayudar en esa tarea el cántico del “Ave María”.
Antes de cada Aparición aparecen como relámpagos de luz en el cielo. Eso habla de que la Señora está llegando, que Su Consciencia se está comenzando a expandir dentro de esta coordenada del mundo, en este lugar. Se abre una condición especial, en este caso aquí, y de esa manera comienzan a descender los diferentes estados del universo, de los Cielos, por donde ella viene hacia aquí.
Pero hoy, la Aparición fue especial; nosotros estábamos mirando hacia el cuadro, pero Nuestra Señora apareció del lado de afuera, en la parte superior de este lugar. ¿Será que la Señora no entrará en esta casa?, le preguntamos. ¿Hablaremos a través del vidrio?
Ella nos dijo: “No existen límites en el Cielo, pero esto es lo que el Señor Me ha permitido hacer en este día”.
En ese momento de la Aparición nada de este lugar físico parecía estar presente aquí, solo toda la energía celestial que Ella irradiaba durante la Aparición. Luego comenzó un diálogo profundo, unas indicaciones que Ella nos fue pasando, que nos fue relatando en la primera parte de la Aparición.
Hoy, Ella estaba vestida con una túnica blanca y sostenía fuertemente el rosario en Sus Manos, que ofertaba a esta ciudad de Buenos Aires. También tenía un velo rosado y una mirada, un semblante, muy transparente y natural.
Entonces, nos fue dando algunas indicaciones hasta que comenzó a dirigir Sus Palabras a todos.
Una de las tareas que hoy nos pidió se refiere al servicio que se llevará a cabo en Luján.
Un pedido es para los dos Centros Marianos, el de Brasil y el de Uruguay: que dos representantes de la Orden Gracia Misericordia de cada uno de los Centros Marianos se reunieran con los grupos de Argentina y que, al cabo de siete días, realicen el servicio en Luján, no solo a través de la oración, sino a través de tareas de servicio.
Después, pidió las imágenes para bendecirlas, y le preguntamos cuál era el fin de bendecir esas imágenes. Ella dijo que el grupo de oración, que tenía esas imágenes, había sido muy fiel a Ella a lo largo de todo este tiempo y que quería tener un gesto de maternal para ellos.
Al final de la Aparición, Ella hizo un segundo pedido que compartiremos al final de este trabajo. Ese pedido fue explícitamente para los grupos que trabajan con las Comunidades-Luz.
Madre María Shimani de Montserrat:
Ahora, vamos a cantar para despedirnos y los grupos que trabajan con las Comunidades-Luz se pueden quedar para compartirles la tarea que Nuestra Madre nos pidió. Los hermanos que son portadores de estas imágenes también quédense un ratito para conversar con ustedes.
Nuestra hermana Suely, por favor que también se quede después del cántico.
Vamos a cantar “Madre Divina”.
Queridos hijos:
Como Señora de la Divina Defensa, hoy los llamo a orar por la protección de los Centros Marianos, y en especial por Mi Centro Mariano Nacional de Luján que en estos días ha vivido situaciones límite.
Por eso, hijos Míos, con la bandera de la paz en Mis manos, Yo los invito a peregrinar, por amor, hacia los hogares más necesitados de esa región y, a través del servicio y la donación, suplir lo que Mis hijos de la región de Luján necesiten.
Queridos hijos, Mis Centros Marianos están en vuestras manos, y Dios contempla la honorable Gracia que todos Mis hijos pueden ofrecer y realizar a través del servicio de ayuda y de oración a los más necesitados. Hoy no solo los invito a la oración, también a servir en el final de estos tiempos.
Mi Hijo los llama a ser misericordiosos y ya llegó la hora de entregar todo al Señor por la salvación de las almas.
Hijos de Mi Hijo Jesús, ovejas de Su amoroso rebaño, como Madre Universal y Madre del Perpetuo Socorro los estoy llamando a orar por los Centros de Paz y también a servir, de manera abnegada y verdadera, a Mis hijos que, durante estos días, han sufrido las consecuencias de la inundación en sus hogares y familias, pero sobre todo en el interior del corazón.
Con reverencia, los llamo a tomar consciencia y a colaborar con Mi tarea universal de salvación.
Queridos hijos, Mi Manto Protector de Misericordia y Amor está sobre ustedes. Oro por ustedes perpetuamente. Oro por ustedes pidiendo a Dios por vuestra salvación, pidiendo Su Misericordia. El tiempo corre rápido y la humanidad debe orar más para impedir acontecimientos irreparables.
Por eso, hijos Míos, estoy con ustedes caminando como Madre, paso a paso, a vuestro lado y como Guardiana de la Fe para vuestros corazones.
Queridos hijos, estamos en el tiempo de la purificación de la mente y del corazón, por eso, los invito a orar sinceramente porque así estarán resguardados bajo Mi Luz Maternal.
Queridos hijos, abriendo Mis brazos para socorrer a todas las almas, en especial al Santuario de Luján, les pido, en este día, que peregrinen sirviendo a Dios y donando vuestro amor a los hermanos, fieles devotos de Mi Inmaculado Corazón.
Les pido que vayan en estos días a Luján a llevar el Amor de Mi Hijo Resucitado y también para que vuestras manos donen caridad y humildad a los que han sido afectados por el temporal que se desencadenó sobre esa región.
Queridos hijos, dos tareas tendrán para cumplir ante Dios:
- Servir a los hermanos de Luján y orar con ellos para que los corazones de Mis hijos sean reparados. Les agradeceré por contestar a este importante llamado.
- Encontrarse Conmigo en Mi Aparición mensual que se realizará, este mes, en la ciudad de Buenos Aires, el día 3 a las 19.30, cuando Mi Corazón Maternal preparará vuestros corazones y vuestras manos para que vayan a servir a Luján en nombre de Cristo. Esta tarea de servicio se extenderá hasta que vuestro corazón se los indique.
Queridos hijos, ¿Me ayudarán?
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Señora de la Divina Defensa
Queridos hijos:
Abriendo la Fuente de la Misericordia Universal de Mi Hijo para el mundo, hoy los llamo a unirse al Principio Creador del Amor porque la humanidad necesita despertar e ir al encuentro de este Amor en el corazón.
Ustedes, Mis pequeños, tienen en la oración diaria la llave fundamental para que esa Fuente de Amor, que nace de Dios, pueda ser vertida sobre la humanidad en este ciclo.
Hijos Míos, como Madre del Perdón y de la Paz, hoy les pido que, abriendo vuestros corazones, caminen hacia el encuentro amoroso con Mi Hijo, pues así permitirán que Su Gracia Redentora se haga presente en el corazón de todos los hombres.
Mediante el ejercicio de la oración ustedes participarán, con Jesús, en la salvación de los corazones y, así como fue con los discípulos de Cristo, vuestros corazones orarán, de dos en dos, para hacer brillar la Luz en las esencias.
Queridos hijos, hoy los estoy llamando a caminar en la oración, porque muchos de Mis hijos deben reconocer que sin la oración del corazón no se es nada en este tiempo. Intento, como Madre, día a día, enseñarles a amar el ejercicio de la oración del corazón porque así muchos de vuestros hermanos podrán ver los efectos poderosos de la oración interior.
Hijos Míos, por este motivo son llamados a participar con consciencia del camino de consagración que comenzará con vuestro compromiso interno con la oración y, en consecuencia, resultará una unión perfecta con el Sagrado Corazón de Mi Hijo.
Queridos hijos, ustedes pueden estar en la víspera del nacimiento de un nuevo fruto que, en las Manos del Creador, podrá servir de auxilio y apoyo para los que más necesitan.
Vuestra meta en estos tiempos es la donación interior. Caminen
hacia ese propósito del corazón.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Que hoy despierte en ustedes la alegría de vivir y de estar en Dios, porque así, estarán en comunión interna con el Creador.
Queridos hijos, hoy les pido que, mediante la oración del corazón, comulguen nuevamente de la Presencia de Mi Hijo para que todas las almas se unan a Dios y despierten al llamado de este tiempo.
Hijos Míos, como Madre de las Gracias, hoy les irradio Mi Paz y los aproximo a todos al Gran Corazón de Dios. La meta de hoy, pequeños hijos, es continuar peregrinando a través de la oración, porque el mundo necesita de vuestro amoroso y donado auxilio. La redención de todos los corazones del mundo es primordial en este tiempo, y cada uno de Mis hijos guarda en su corazón el potencial interior para poder cumplir con esta misión orante que Mi Corazón les encomienda día a día.
Queridos hijos, hoy, delante de las Puertas del Cielo, les pido que reverencien al Universo, porque muchos de Mis hijos se olvidan de mirar hacia el Infinito para encontrar la paz. El enemigo distrae a la humanidad con modernidades y eso desconecta a Mis hijos de la oración.
Hoy los invito a amar el ejercicio primordial de la oración para que, al menos, algunos de Mis soldados ayuden en el despertar de la nueva consciencia del espíritu y del corazón que cada hijo debe tener en estos tiempos frente al Altísimo.
Dios agradecerá vuestra postura orante en el final de los tiempos.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado por la paz.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más