Queridos hijos:
Que vuestras palabras no juzguen a los demás corazones, que vuestros labios solo oren por la paz y el amor en el mundo entero.
Hijos Míos, que vuestro sentimiento sea una emanación del Amor de Mi Hijo porque a través de Jesús hallarán la fuente de todo el amor y el perdón.
Que vuestras vidas, en el final de este tiempo, solo sean amor y perdón, y que vuestras virtudes sean transmitidas mediante las buenas obras. Ustedes son Mis hijos y todos Mis hijos deben ser portadores de la paz en el corazón e irradiarla a través de la caridad y de la donación.
Caridad y donación es lo que falta entre hermanos del mismo mundo; por eso Mi Materno Corazón viene hacia ustedes para enseñarles que el Verdadero Amor nace como una flor al despuntar el sol.
Queridos hijos, que vuestros brazos y vuestras manos siempre estén abiertos para acoger a los más carentes y a los que más necesitan de Dios.
Pequeños hijos, hoy los invito a imitarme. Hoy los llamo a ser representantes verdaderos de Mi mensaje para el mundo, porque, como Madre, sé que vuestros corazones pueden ser fieles representantes de Mis palabras en el planeta.
Ustedes están bajo Mi Gracia cuando Yo amorosamente los visito mes a mes. Pero el mundo, ¿dónde está ahora?, ¿él vive la Misericordia de Dios?
Queridos hijos, ustedes, como servidores y como almas en oración, son llamados a ser partícipes y difusores de la Divina Misericordia porque, con mucho amor, amor puro y cristalino, vidas y corazones son transformados.
En vuestras manos está el porvenir del mundo y de toda la humanidad. En la oración, el ayuno y la vigilia se encuentra la fortaleza de la vida para cada corazón.
Hijos Míos, estén en Mi Corazón Maternal porque la Señora de la Paz quiere hacerlos humildes ante Dios para que, junto a los ángeles, todas las almas vivan su salvación y conversión y alaben por los siglos de los siglos a Dios.
Oren por los pastores porque en ellos Mi Hijo siempre quiere estar.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Espero que a lo largo de este último año de Mensajes Diarios ustedes hayan aceptado vivir en la Gracia de Dios. Es una misericordiosa revelación que Mis Maternales Palabras hayan acompañado a cada uno de ustedes en todo este tiempo que pasó, durante el cual vuestros corazones han tenido que crecer y madurar ante la realidad del final de este tiempo.
Hijos Míos, por esto hoy los llamo a profundizar en vuestros corazones la gratitud hacia Dios; gratitud porque, a través de Mi Hijo y Su amorosa intercesión, Dios Me permitió venir a vuestro encuentro, diariamente, por medio de los mensajes.
Queridos hijos, ustedes saben que el mundo está sufriendo mucho y que, cada nuevo día, innumerables almas se pierden condenándose al camino del purgatorio.
Por eso, Yo los llamo a vivir la oración del corazón porque vuestra oración será la única esperanza para la salvación de muchos corazones, sobre todo de aquellos hijos que en la ignorancia de sus vidas ofenden a Dios.
Amorosamente les pido que recen bajo la Luz de Dios y que a Él encomienden a todas las almas que sea posible a través del poder de la oración. Aquellos que aún no oran es porque carecen del Amor Materno y necesitan saciar la sed que sus almas sienten hace mucho tiempo.
Queridos hijos, este es un tiempo definitorio, un tiempo de cambios; por eso, los invito a concientizar vuestra tarea de oración para que más Luz desde el Universo de Dios pueda socorrer y salvar almas condenadas.
Hijos Míos, sostengan en vuestras manos la oración del rosario y que cada nueva oración que ustedes realicen sea una oferta y una súplica a la Misericordia de Jesús.
En Mi Hijo está el camino. En Mi Hijo se encuentra vuestra redención y vuestro perdón.
¡Estén despiertos a la oración!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
A todos Mis hijos les doy Mi Paz y hoy los llamo a confiar en Dios porque en el final de estos tiempos vuestra fe debe estar madura y debe ser impregnada por vuestra oración.
Hijos Míos, lleven en vuestros corazones el Amor de Mi Hijo, porque es en el Amor de Mi Hijo que vuestras vidas encontrarán la confianza que todos necesitan delante del misterio de Dios.
Queridos hijos, mientras el tiempo cambia, vuestra oración debe ser pronunciada como un alimento para la vida; por eso, que en vuestras manos surja la oración donada e irradiada desde el corazón. Busquen la Fuente que nutre todas las cosas; que ella sea el agua que quite la sed de vuestros corazones y de los corazones que están solitarios en la vida.
Vuestra comunión con Mi Hijo mediante la oración les revelará el poder que tiene el amor cuando despierta en las almas.
Queridos hijos, vuestros corazones deben ser templos redimidos y consagrados al Dios Vivo, al Dios Todopoderoso que todo lo sabe, que todo lo ama y que todo lo conoce.
Por eso, hijos Míos, que vuestras consciencias, dentro de la confianza de Dios, abracen el Amor del Altísimo para que, junto a los ángeles del Cielo, auxilien a toda la humanidad. Que vuestros corazones no teman por nada; que con valentía caminen hacia el cumplimiento del amado Propósito de Dios.
Queridos hijos, abran vuestros brazos a todos para que el corazón les muestre qué simple es amar con devoción.
Pequeños Míos, el amor de cada uno de ustedes dará vida a lo que parece estar perdido y traerá cura a lo que parece estar dolorido. El Amor de Mi Inmaculado Corazón es la referencia primordial para vuestras vidas. Quien está en Mi Hijo también está en Mi Corazón, está en la Gran Consciencia de Dios.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Como Señora de la Fe, intento que vuestros corazones estén vigilantes cuando llegue el esperado momento del rescate de los corazones y de la salvación de las almas. Vuestro camino de oración les permitirá encontrar su esencia a cada uno de Mis hijos y, en especial, descubrir aquello que sus almas están necesitando.
Hijos Míos, abriendo el Manantial de la Misericordia, los llevo hacia Mi Hijo para conducirlos por los caminos de la paz.
Queridos hijos, como el mundo corre rápido, es necesaria mucha oración para soportar los cambios que surgirán a la vista de todos, cambios que definirán el “sí” o el “no” de todas las almas.
Ustedes son llamados a caminar próximos a Mi Hijo para que puedan ver la necesidad en todos los corazones que aguardan por el Perdón y la Misericordia de Dios.
Queridos hijos, es hora de continuar orando porque eso aliviará el Corazón de Cristo y, así, ustedes estarán cerca de Su Amor Universal. Ahora deben seguir los pasos del Retorno de Cristo para que vuestras moradas estén unidas a Su Sagrado Corazón.
Muchos corazones esperan por los Nuevos Cristos, y Mi orden ecuménica, Orden Gracia Misericordia, forma parte de los soldados de la oración, porque hoy todos son llamados a compartir el camino crístico del final de los tiempos.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Preparando la víspera de Mi llegada al Centro Mariano de Aurora, Mi Corazón Materno les anuncia que, por Gracia y Amor de Jesús, Yo estaré entre ustedes y en oración en el Hogar de la Adoración el 10 de noviembre de 2012.
Este encuentro, queridos hijos, tiene el motivo especial de resguardar y proteger algunos acontecimientos en el mundo. Ustedes, como hijos Míos, son llamados a colaborar Conmigo mediante la oración en un encuentro especial el día 10 de noviembre a las 21.00.
Queridos Míos, por este motivo deberán aguardarme en oración, con cánticos y alegría para que Mi anuncio especial pueda ser pronunciado. Dirigiré Mis palabras, especialmente al corazón de las Comunidades-Luz, fortaleciéndolas para los tiempos que llegarán.
Así, Mi Corazón Materno irradiará Luz a cada uno de los Centros Marianos recientemente consagrados a Mi Inmaculado Corazón.
Ellos son:
- Centro Mariano de Figueira
- Centro Mariano de Aurora
- Centro Mariano del Espíritu Santo.
Queridos hijos, el 10 de noviembre será un día especial porque Mis cuatro primeros videntes, los que vivieron la experiencia de las primeras apariciones en Aurora, Paysandú, Uruguay, relatarán para todos, a las 18 horas, lo que cada uno de ellos vivió durante esas primeras apariciones y lo que de Mis pedidos fue realizado a lo largo de estos últimos cinco años.
Es la primera vez, después de cinco años, que Mi Corazón Materno les anuncia a todos el relato de los videntes que se referirá a la primera aparición en Uruguay y que se realizará desde el corazón del lugar de las apariciones en Aurora.
Ese día anunciaré algo importante para todos respecto del nuevo ciclo de Mi presencia entre vuestros corazones.
¡Les agradezco por contestar a Mi llamado!
Oremos por la paz en el mundo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
En este tiempo se debe tener un corazón puro y, para vivir con un corazón puro, se debe orar con todo el amor puro; y, para orar con todo el amor puro, se debe estar día a día en el Corazón de Mi Hijo.
En el final de estos tiempos, las almas se debilitan por las influencias que reciben de parte del enemigo y de los diferentes estados de la humanidad. Esto genera consecuencias, a veces irreparables, en muchos corazones que, dentro de la vida de ilusión, creen estar en el camino correcto.
Como Madre Protectora, los invito día a día a la oración para que, en este tiempo definitivo, vuestros corazones perciban y sientan qué es lo verdadero, sano y bueno para la vida. Si caen en la normalidad de este tiempo rápido, no se desanimen, más aún, despierten en vuestros labios el poder de la oración. Y cuando sientan que no pueden caminar, llamen por la Luz de Mi Inmaculado Corazón.
Si las almas leyeran Mis mensajes, Mis palabras las fortalecerían y, a través de la oración, ellas podrían caminar en el amor y en la valentía. Las almas que en este tiempo habitan sobre este mundo no son las mismas almas del ayer. Este tiempo de cambios y de transformaciones deberá ser apoyado por vuestra amorosa y fervorosa oración del corazón.
Queridos hijos, de esa manera se ayudarán a ustedes mismos y auxiliarán a muchos corazones que claman por alivio y por perdón. Dios los espera para caminar a Su lado en este final de los tiempos y llegar hasta las profundidades de los abismos para que alas de este mundo se vuelvan a erguir y a reconciliarse con el Altísimo.
Ustedes, Mis queridos hijos, están en el tiempo de la definición del camino espiritual de millones de consciencias. Por eso, la oración será el perfecto amparo en este momento, y Mi Corazón Materno los socorrerá siempre que Me llamen.
Queridos hijos, hoy les doy Mi Perdón y Mi Luz Celestial porque los amo y sé qué es lo mejor para cada uno de ustedes.
Los espero siempre en oración.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Amados hijos:
Nuevamente Mi Misericordia está sobre toda Argentina y en especial sobre Buenos Aires, esta necesitada ciudad del mundo.
Queridos hijos, hoy los llamo al despertar de la consciencia, en el final de estos tiempos, mediante la oración del corazón, porque un nuevo ciclo se aproxima y vuestros corazones deberán estar preparados para recibirlo. Para algunos, este ciclo será una Buena Nueva que cambiará el estado de la consciencia, pero para otros serán cambios profundos que los llevarán a definir el camino a seguir en este tiempo.
Por eso, queridos hijos, ustedes, que viven el día a día en esta ciudad de Buenos Aires, al igual que otras almas en diferentes ciudades del mundo, deben orar con fervor y desde el corazón para que la Gracia de Dios y la Misericordia de Mi Hijo se difundan en los corazones más necesitados de amor y de redención.
Hijos Míos de Argentina, en el día de ayer los invité a peregrinar a Luján de una manera diferente; esta vez para un servicio verdadero y abnegado, porque sepan, que las grandes colonias de almas también deberán ser apoyadas por la oración. Para eso, son necesarios grupos de oración que, consagrados a Mi Espíritu Maternal, persistan y caminen en la fe de Mi Hijo. Cada grupo deberá comenzar a ejercitar la fraternidad porque así, en vuestros núcleos de trabajo y de tarea, hallarán Mi Paz Universal.
Quiero formar, para estos tiempos, soldados despiertos que dejen atrás las comodidades de la vida y, como sinceros discípulos, sean instrumentos en las Manos de Dios en el final de los tiempos.
Ustedes, mediante la oración, tienen la llave para definir la salvación de toda la humanidad. Por eso, hace ya treinta y un años en Medjugorje, Mi Corazón Materno pronuncia y clama por ¡oración!, ¡oración! y ¡oración! Eso es lo que ustedes deberán ingerir como alimento espiritual en este tiempo permitiendo así que Mi Corazón redima los caminos que desvían a millones de almas, los caminos de la modernidad y del confort.
Estoy aquí, queridos hijos, en nombre del Altísimo, para abrir vuestros ojos aspirando, como Madre del Cielo, a que vuestras consciencias maduren y puedan socorrer a la propia humanidad por medio de la oración.
Hijos Míos, ¡alguien debe hacer algo por el mundo! Porque cada día se enciende en llamas por sus propias acciones, y ese alguien son todos Mis fieles soldados, los soldados de Mi Corazón.
Hoy llego al mundo para abrir las Puertas de los Cielos a vuestras vidas, para que la esperanza y la Misericordia sean cultivadas en el mayor número posible de almas.
Queridos hijos, Dios los está escuchando, por eso, continúen orando todos los días. Les estaré universalmente agradecida.
Que este mes de noviembre sea para todos ustedes una preparación para Mi próxima llegada a Buenos Aires en diciembre.
Gracias por responder a Mi llamado por la humanidad.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de nuestra Madre, vamos a orar el “Ave María” en diferentes idiomas, repitiendo la oración dos veces en cada idioma.
Hoy, Nuestra Señora trae la Presencia de la Santísima Trinidad.
En este momento, Ella nos pide que nos coliguemos con ese Principio del Padre y que pensemos en la Santísima Trinidad.
Oración: “Ave María” (en español, portugués, inglés, italiano, francés, alemán y latín).
Queridos hijos:
Con Mis Brazos, espero recogerlos día a día. Les extiendo Mis Brazos de Misericordia y Mi Corazón de Amor en este tiempo.
Hoy, necesito de ustedes para peregrinar, para caminar desde el Corazón. Muchas almas necesitan su oración y su donación.
Yo los invito a servir porque ya estamos en el fin del tiempo.
Quiero que puedan construir los nuevos caminos de la humanidad y si alguien comienza esta tarea, todo podrá cambiar. Por eso, la oración es importante en este tiempo, porque los fortalecerá para realizar este compromiso.
Mi llamado se extiende por cada rincón de este mundo; por eso, sus corazones deben estar atentos para responder a él.
En este día, Mi Hijo Jesús los observa con Amor y Misericordia, pero aún muchas almas se pierden en el camino que ellas eligen, ¿quién podrá auxiliarlas Conmigo? Por eso, los invito a orar sinceramente.
Necesito que ustedes escuchen Mis Palabras y que las guarden en sus corazones, porque así prepararán su morada para lo que llegará.
Es necesario que correspondan a los pedidos de Dios. Por eso, Mi Corazón Inmaculado llega mes a mes para anunciarles lo nuevo y lo bueno, pero también para anunciarles lo que la humanidad no quiere escuchar.
La humanidad no puede convertirse en lo que ya fue en el pasado; debe ser una humanidad renovada a través de la oración y de la Misericordia.
Por eso, hoy Mi corazón cuenta con tan pocos servidores. Llamo servidores a los que están disponibles a vivir la oración del corazón.
Momento a momento y día a día, su vida debe ser una verdadera oración, antes que todas las cosas de su vida. Debe ser lo más importante en este tiempo final, que los pueda colmar y los pueda guiar en este momento, porque así sus corazones estarán unidos a Mi Corazón y compartirán Conmigo la tarea universal.
Antes de que venga Mi Hijo Jesús, hoy vengo a su encuentro. Y esto lo repito cada vez que Me encuentro con ustedes. Por eso, sus corazones deben estar en un estado de vigilia permanente para que, en el fin de estos tiempos, escuchen los Designios de Dios, escuchen los Mandamientos del Padre y, sobre todo, escuchen los pedidos que Él tiene para ustedes.
A través de los Mensajes diarios, Yo les dejo las llaves del Señor, para que sus corazones puedan peregrinar por los caminos correctos y se encuentren dentro de Mi Luz maternal; porque cuando estén en Mis Brazos definitivamente, estarán cerca de Mi Hijo Jesús y Sus Rayos podrán tocar sus corazones.
Sostengan, con el rosario en sus manos, la oración diariamente, porque así podrán ser guiados en cada momento de la vida y sus corazones escucharán los Pasos del Señor, Jesús, que viene al encuentro nuevamente de esta humanidad. En esto deben creer, porque ya está escrito y se cumplirá.
Pero la venida de Mi Hijo no se dará como muchos creen. Hoy, Él les está pidiendo algo importante para preparar Su Retorno: estar en vigilia como estuvieron los apóstoles; pero en este tiempo, sus corazones deberán estar más atentos para poder percibir dónde están y hacia dónde deberán ir.
Por eso, queridos hijos, el servicio equilibra a todos los corazones.
Se puede lanzar hacia la Tierra la fuente de la Misericordia y todos los corazones ser invadidos por la Luz de Jesús y así Mi Corazón Materno estar muy cerca de ustedes. En cada momento que piensen en la oración, Mi Rayo Maternal estará entre ustedes.
Por eso, persisto ante esta humanidad, porque como Madre comprendo y conozco sus necesidades. Sé qué es lo que cada corazón necesita en este tiempo.
Para que se cumplan sus aspiraciones, Yo los invito a orar con el corazón, porque el Espíritu Santo es necesario que esté entre ustedes para que sus corazones puedan sentir la Luz de Dios y, de esa manera, queridos hijos, todos ustedes estén fortalecidos en Mi Corazón.
Necesito en este tiempo, corazones que construyan lo nuevo, imitando los Pasos que Cristo les dejó. Pero, en este tiempo, queridos hijos, los corazones no observan esas enseñanzas, porque perciben con su corazón lo que todos llaman modernidades.
De esa manera, los corazones se distancian de Dios, porque son rodeados de cosas nuevas que creen que despertarán muchas cosas en el espíritu, pero eso genera distanciamientos muy importantes en las consciencias, se crean barreras entre las almas y Dios.
La oración desata todos esos nudos. Por eso, únanse a Mi en la oración, porque los ayudaré a desatar esos grandes nudos que están en la humanidad para que todos los corazones encuentren al Señor, nuevamente.
Hoy, les quiero dejar a ustedes un pedido, a todos los que están presentes aquí, frente a Mi Faz Misericordiosa y Amorosa, que preparen Mi última llegada a este lugar, a esta ciudad, para que en sus corazones puedan florecer todas las promesas que Yo les he dejado a lo largo de los meses y que puedan trabajar junto con Mi Corazón Maternal por la redención de la humanidad, un pedido que Me hace Mi Hijo diariamente.
Yo los acompañaré, en este camino, para concretar Mi Plan de Paz sobre este mundo y en especial en toda la Argentina.
Ustedes son llamados, queridos hijos, a cumplir una parte del Plan de Dios. Sus corazones se han comprometido Conmigo desde los inicios, cuando le dijeron sí al poder de la oración. De esa manera, comenzaron a dialogar con Mi Corazón Maternal y a vivir en la devoción a Mi Corazón, pudiendo así contemplar las bellezas que Dios ha creado para toda esta humanidad; Me refiero, queridos hijos, a toda esta belleza de la naturaleza.
Por eso, les dejo esta tarea para el próximo mes.
Este es el momento de comenzar a confraternizar sus corazones y, así, concretar Mis pedidos.
Comenzaremos aquí, en esta ciudad, reuniendo a los corazones a través de la fortaleza de los grupos de oración y así, el 8 de diciembre, sus corazones Me contemplarán aquí por última vez.
Cuando hablo de aquí, queridos hijos, Yo Me refiero desde Buenos Aires hasta Luján. Esa es la extensión de Mi Manto para Argentina.
Ustedes pueden ser la luz de la oración en este tiempo y sus corazones pueden ser Mis rosas para que Yo las pueda derramar sobre cada provincia de esta nación.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a cantar “Ave, Ave María”.
La Madre está invitando a los hermanos de los grupos de Salta a que traigan las imágenes que vinieron con ellos, porque las va a bendecir por la respuesta que le dieron a Su Corazón.
Canción: “Ave, Ave María”.
Yo Soy la Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús.
Soy la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, la misma de ayer y de hoy.
Hoy, están reconociendo, queridos hijos, el poder que Dios Me ha dado a través de Mi Faz.
Que la Luz del Padre, que la Luz del Hijo y que la Luz del Espíritu Santo bendiga estas imágenes que representan Mi Inmaculado Corazón en la Tierra y el Poder Divino de Dios, de diferentes formas para todos.
Queridos hijos, que la Luz de Mi Hijo los bendiga en esta noche que termina y que los invita a vigilar en la oración.
Les agradezco por responder a Mi llamado, especialmente por todos Mis hijos de Luján.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canción: “Tu Pureza”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Ahora, como hacemos en todas las Apariciones, Fray Elías va a hacer algunos comentarios sobre lo que pudo ver durante el proceso de la oración y durante la Aparición, y algunos pedidos que nuestra Madre hace mientras dialoga con él durante ese tiempo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
En el momento antes de la Aparición, fuimos muy ayudados por los ángeles custodios que trabajaron intensamente fuera de esta área, en este campo; y que ese trabajo, que ellos hicieron a través de la oración, fue irradiándose a toda Buenos Aires.
Especialmente, la tarea que ellos hicieron fue liberar almas que estaban encadenadas. Esas almas se liberaban y se elevaban a través del canal de oración que fue construido.
Los ángeles tenían la tarea de aproximar a esos hermanos que estaban en ese nivel hacia el interior de ese canal para que fueran liberados, y esa tarea se expandió durante el cántico del Ave María.
La tarea que ellos realizaban era por regiones, por diferentes zonas de Buenos Aires. Lo que permitió que ellos realizaran esa tarea fue el ejercicio de la oración hasta que, en un momento, antes de la Aparición, solicitaron para ayudar en esa tarea el cántico del “Ave María”.
Antes de cada Aparición aparecen como relámpagos de luz en el cielo. Eso habla de que la Señora está llegando, que Su Consciencia se está comenzando a expandir dentro de esta coordenada del mundo, en este lugar. Se abre una condición especial, en este caso aquí, y de esa manera comienzan a descender los diferentes estados del universo, de los Cielos, por donde ella viene hacia aquí.
Pero hoy, la Aparición fue especial; nosotros estábamos mirando hacia el cuadro, pero Nuestra Señora apareció del lado de afuera, en la parte superior de este lugar. ¿Será que la Señora no entrará en esta casa?, le preguntamos. ¿Hablaremos a través del vidrio?
Ella nos dijo: “No existen límites en el Cielo, pero esto es lo que el Señor Me ha permitido hacer en este día”.
En ese momento de la Aparición nada de este lugar físico parecía estar presente aquí, solo toda la energía celestial que Ella irradiaba durante la Aparición. Luego comenzó un diálogo profundo, unas indicaciones que Ella nos fue pasando, que nos fue relatando en la primera parte de la Aparición.
Hoy, Ella estaba vestida con una túnica blanca y sostenía fuertemente el rosario en Sus Manos, que ofertaba a esta ciudad de Buenos Aires. También tenía un velo rosado y una mirada, un semblante, muy transparente y natural.
Entonces, nos fue dando algunas indicaciones hasta que comenzó a dirigir Sus Palabras a todos.
Una de las tareas que hoy nos pidió se refiere al servicio que se llevará a cabo en Luján.
Un pedido es para los dos Centros Marianos, el de Brasil y el de Uruguay: que dos representantes de la Orden Gracia Misericordia de cada uno de los Centros Marianos se reunieran con los grupos de Argentina y que, al cabo de siete días, realicen el servicio en Luján, no solo a través de la oración, sino a través de tareas de servicio.
Después, pidió las imágenes para bendecirlas, y le preguntamos cuál era el fin de bendecir esas imágenes. Ella dijo que el grupo de oración, que tenía esas imágenes, había sido muy fiel a Ella a lo largo de todo este tiempo y que quería tener un gesto de maternal para ellos.
Al final de la Aparición, Ella hizo un segundo pedido que compartiremos al final de este trabajo. Ese pedido fue explícitamente para los grupos que trabajan con las Comunidades-Luz.
Madre María Shimani de Montserrat:
Ahora, vamos a cantar para despedirnos y los grupos que trabajan con las Comunidades-Luz se pueden quedar para compartirles la tarea que Nuestra Madre nos pidió. Los hermanos que son portadores de estas imágenes también quédense un ratito para conversar con ustedes.
Nuestra hermana Suely, por favor que también se quede después del cántico.
Vamos a cantar “Madre Divina”.
Queridos hijos:
Como Señora de la Divina Defensa, hoy los llamo a orar por la protección de los Centros Marianos, y en especial por Mi Centro Mariano Nacional de Luján que en estos días ha vivido situaciones límite.
Por eso, hijos Míos, con la bandera de la paz en Mis manos, Yo los invito a peregrinar, por amor, hacia los hogares más necesitados de esa región y, a través del servicio y la donación, suplir lo que Mis hijos de la región de Luján necesiten.
Queridos hijos, Mis Centros Marianos están en vuestras manos, y Dios contempla la honorable Gracia que todos Mis hijos pueden ofrecer y realizar a través del servicio de ayuda y de oración a los más necesitados. Hoy no solo los invito a la oración, también a servir en el final de estos tiempos.
Mi Hijo los llama a ser misericordiosos y ya llegó la hora de entregar todo al Señor por la salvación de las almas.
Hijos de Mi Hijo Jesús, ovejas de Su amoroso rebaño, como Madre Universal y Madre del Perpetuo Socorro los estoy llamando a orar por los Centros de Paz y también a servir, de manera abnegada y verdadera, a Mis hijos que, durante estos días, han sufrido las consecuencias de la inundación en sus hogares y familias, pero sobre todo en el interior del corazón.
Con reverencia, los llamo a tomar consciencia y a colaborar con Mi tarea universal de salvación.
Queridos hijos, Mi Manto Protector de Misericordia y Amor está sobre ustedes. Oro por ustedes perpetuamente. Oro por ustedes pidiendo a Dios por vuestra salvación, pidiendo Su Misericordia. El tiempo corre rápido y la humanidad debe orar más para impedir acontecimientos irreparables.
Por eso, hijos Míos, estoy con ustedes caminando como Madre, paso a paso, a vuestro lado y como Guardiana de la Fe para vuestros corazones.
Queridos hijos, estamos en el tiempo de la purificación de la mente y del corazón, por eso, los invito a orar sinceramente porque así estarán resguardados bajo Mi Luz Maternal.
Queridos hijos, abriendo Mis brazos para socorrer a todas las almas, en especial al Santuario de Luján, les pido, en este día, que peregrinen sirviendo a Dios y donando vuestro amor a los hermanos, fieles devotos de Mi Inmaculado Corazón.
Les pido que vayan en estos días a Luján a llevar el Amor de Mi Hijo Resucitado y también para que vuestras manos donen caridad y humildad a los que han sido afectados por el temporal que se desencadenó sobre esa región.
Queridos hijos, dos tareas tendrán para cumplir ante Dios:
- Servir a los hermanos de Luján y orar con ellos para que los corazones de Mis hijos sean reparados. Les agradeceré por contestar a este importante llamado.
- Encontrarse Conmigo en Mi Aparición mensual que se realizará, este mes, en la ciudad de Buenos Aires, el día 3 a las 19.30, cuando Mi Corazón Maternal preparará vuestros corazones y vuestras manos para que vayan a servir a Luján en nombre de Cristo. Esta tarea de servicio se extenderá hasta que vuestro corazón se los indique.
Queridos hijos, ¿Me ayudarán?
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Señora de la Divina Defensa
Queridos hijos:
Abriendo la Fuente de la Misericordia Universal de Mi Hijo para el mundo, hoy los llamo a unirse al Principio Creador del Amor porque la humanidad necesita despertar e ir al encuentro de este Amor en el corazón.
Ustedes, Mis pequeños, tienen en la oración diaria la llave fundamental para que esa Fuente de Amor, que nace de Dios, pueda ser vertida sobre la humanidad en este ciclo.
Hijos Míos, como Madre del Perdón y de la Paz, hoy les pido que, abriendo vuestros corazones, caminen hacia el encuentro amoroso con Mi Hijo, pues así permitirán que Su Gracia Redentora se haga presente en el corazón de todos los hombres.
Mediante el ejercicio de la oración ustedes participarán, con Jesús, en la salvación de los corazones y, así como fue con los discípulos de Cristo, vuestros corazones orarán, de dos en dos, para hacer brillar la Luz en las esencias.
Queridos hijos, hoy los estoy llamando a caminar en la oración, porque muchos de Mis hijos deben reconocer que sin la oración del corazón no se es nada en este tiempo. Intento, como Madre, día a día, enseñarles a amar el ejercicio de la oración del corazón porque así muchos de vuestros hermanos podrán ver los efectos poderosos de la oración interior.
Hijos Míos, por este motivo son llamados a participar con consciencia del camino de consagración que comenzará con vuestro compromiso interno con la oración y, en consecuencia, resultará una unión perfecta con el Sagrado Corazón de Mi Hijo.
Queridos hijos, ustedes pueden estar en la víspera del nacimiento de un nuevo fruto que, en las Manos del Creador, podrá servir de auxilio y apoyo para los que más necesitan.
Vuestra meta en estos tiempos es la donación interior. Caminen
hacia ese propósito del corazón.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Que hoy despierte en ustedes la alegría de vivir y de estar en Dios, porque así, estarán en comunión interna con el Creador.
Queridos hijos, hoy les pido que, mediante la oración del corazón, comulguen nuevamente de la Presencia de Mi Hijo para que todas las almas se unan a Dios y despierten al llamado de este tiempo.
Hijos Míos, como Madre de las Gracias, hoy les irradio Mi Paz y los aproximo a todos al Gran Corazón de Dios. La meta de hoy, pequeños hijos, es continuar peregrinando a través de la oración, porque el mundo necesita de vuestro amoroso y donado auxilio. La redención de todos los corazones del mundo es primordial en este tiempo, y cada uno de Mis hijos guarda en su corazón el potencial interior para poder cumplir con esta misión orante que Mi Corazón les encomienda día a día.
Queridos hijos, hoy, delante de las Puertas del Cielo, les pido que reverencien al Universo, porque muchos de Mis hijos se olvidan de mirar hacia el Infinito para encontrar la paz. El enemigo distrae a la humanidad con modernidades y eso desconecta a Mis hijos de la oración.
Hoy los invito a amar el ejercicio primordial de la oración para que, al menos, algunos de Mis soldados ayuden en el despertar de la nueva consciencia del espíritu y del corazón que cada hijo debe tener en estos tiempos frente al Altísimo.
Dios agradecerá vuestra postura orante en el final de los tiempos.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado por la paz.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridísimos hijos de Córdoba y de toda Mi amada Argentina:
Como Reina de la Paz, hoy vengo a vuestro encuentro en una Aparición Extraordinaria de Mi Inmaculada Faz.
Que este día sea de gloria, gozo y alegría para todos, para que estemos juntos y unidos al Celestial Júbilo de Dios y, mediante la oración del corazón, podamos decir “sí” a la Salvación y a la Redención de las almas.
Queridos hijos, Dios Padre Me envía a la ciudad de Córdoba para dar Mi Gran Bendición Maternal y, por este motivo, Mi Inmaculado Corazón ha escuchado la voz amorosa de vuestras oraciones y de vuestro llamado.
Cuando las almas dan el “sí” al Plan Divino, los acontecimientos que están escritos en el libro de Dios cambian por la intervención de Mi Inmaculado Corazón y del Sagrado Corazón de Mi Hijo, y esto sucede porque ustedes, como tantas otras almas, viven el poder interior de la oración.
Por eso, queridos hijos, que vuestros corazones continúen orando, creando nuevos grupos de oración que respondan a Mis pedidos y así fortalezcan la fe en cada uno de ustedes.
Como Madre de la Divina Misericordia, hoy los bendigo a todos por este camino de fe y de devoción que vuestros corazones están viviendo en honra y en honor a la Señora de la Inmaculada Paz.
Hijos Míos, a lo largo y ancho del mundo, Mi Mensaje está llegando a todos. Hoy, también les pido que vuestros corazones sean fieles difusores de Mi mensaje y de Mi llamado, porque muchas almas que se han distanciado de Dios deben volver a orar y muchas almas que desconocen el Amor de Dios deben sentir, en lo profundo de sus corazones, al Padre Celestial.
Queridos hijos, para que eso suceda, vuestra oración fiel debe continuar todos los días y, así, abrir el corazón para recibir a los que más necesitan de Dios.
Queridos hijos de Córdoba y de las provincias hermanas: hoy los invito a participar de la nueva vida del espíritu mediante el servicio abnegado al Plan de Dios. Por eso, todos los grupos orantes de Argentina son llamados para colaborar, por amor, en el surgimiento de la Nueva Comunidad Crística de la Hermandad1, extendiendo vuestros brazos y donándose a través de vuestras manos. Por eso son invitados a ser obreros de este Plan de Amor.
En las Sierras de Córdoba, desde Mi Hogar de Oración debe terminar de surgir un punto de Luz. Por eso, todos son llamados a formarse en la escuela de la oración y a responder a los pedidos maternales de Mi Corazón. Todos ustedes son parte del Hogar de Oración, porque el mundo lo necesita para alcanzar la Gracia del Perdón.
¡Buen servicio fraterno a todos Mis hijos de Argentina!
¡Les agradezco por estar este día respondiendo a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
1 Localizada en el Centro Mariano del Espíritu Santo, Capilla del Monte, Córdoba,
Argentina.
Por la Luz que derramó Tu Inmaculado Corazón,
que convirtió a los corazones del mundo,
Divina Señora, ruega por nosotros.
Amén.
(7 veces)
Hoy, como Reina de la Paz, vengo a traerles Mi Amor y Mi bendición a todos.
Queridos hijos, hoy los invito a estar Conmigo dentro de Mi Corazón, en este tiempo tan importante. Y esto podrá suceder a través de sus oraciones diarias.
Hoy, el Señor los invita a multiplicar su ejercicio de oración. Muchas almas están necesitando de ese auxilio y de ese amparo. Sus oraciones ayudarán a que el Plan de Dios se cumpla aquí, en la Tierra.
Queridos hijos, quiero decirles que hoy necesito de todos ustedes. Por eso, también los invito a imitar Mi camino de Peregrina, a través del buen servicio y de la caridad con el prójimo. Con esto ayudarán, queridos hijos, a que el mundo sea aliviado de su propio mal.
Como Señora del Rosario, también los invito a continuar con ese ejercicio. Los ángeles están abriendo los Cielos hacia la Tierra, y Mis ejércitos custodios son enviados para ayudar a la humanidad.
Queridos hijos, Yo solo los invito a donarse un poco más de corazón. Eso será muy importante para el fin de este tiempo; porque ustedes no solo deben crear grupos de oración, sino una gran red de fraternidad a lo largo y ancho del mundo.
Queridos hijos, Yo los invito a caminar junto a Mí en la paz y en la fe.
Hoy, también estoy aquí para pedirles algo importante. Ustedes saben, queridos hijos, que en Mis Centros Marianos de Amor se han manifestado los Campanarios de la Paz, que hacen sonar el llamado de la paz para las almas.
Hoy, también los estoy llamando, hijos Míos, a manifestar un Campanario de la Paz en la nueva Comunidad de Mi Hijo, para que los tres Centros Marianos de Amor ayuden a estas naciones, a las tres naciones a las cuales Yo Me aparezco, mes a mes, llamando a todos Mis hijos para que auxilien a esta humanidad a partir de la consciencia del corazón.
Por eso, ese Campanario de la Paz traerá paz para esta nación. Aunque les parezca, queridos hijos, que está muy lejos de su realidad, ese Campanario de la Paz en la Argentina traerá el bien y la paz para esta nación.
Hoy, vengo a su encuentro a anunciarles que es importante difundir la paz, y eso comenzará a través de la oración, también a través de los buenos actos que transmitan paz.
Es importante, queridos hijos, que ustedes se reúnan en nombre de la luz y de la paz, para ayudar a esta parte de la humanidad que mucho las necesita.
Claro está, queridos hijos, que sus oraciones cuentan. Pero es necesario ejercitar el servicio y la caridad; y eso comenzará, queridos hijos, a partir del hermano que está a su lado, mirándolo con ojos de paz y de amor, para disolver el conflicto que viven muchos corazones.
Así, muchos corazones se distancian de esa verdadera paz, porque en el fin de este tiempo, a partir de todo lo que viven los corazones en esta vida material, también se distancian de la luz y de la paz cuando los corazones generan conflicto.
Por eso, son llamados a pensar en esa paz, porque encontrarán al Señor en sus vidas y sus espíritus se regocijarán en el Corazón de Mi Hijo.
También hoy, los invito a sentir y a pensar en la Misericordia, en todas las horas que puedan en sus vidas. Este es un pedido primordial, queridos hijos, para que ustedes vean que es importante traerle más Luz a este mundo.
Para eso, queridos hijos, Mi Corazón Materno necesita de soldados fieles que puedan conducir a muchos grupos de almas a través de la oración, del servicio, de la paz y del amor; porque de esa forma, queridos hijos, sus corazones estarán unidos a las puertas del Cielo.
Quiero que sepan en este día, queridos hijos, que a través de la Gracia de Dios y del permiso que Él Me ha concedido como Madre Universal de todos, que Mi Corazón Maternal volverá aquí. Para eso, deberán orar mucho durante estos meses, para que Mi Corazón Maternal pueda estar presente a partir del próximo año.
Y vendré aquí a socorrerlos y auxiliarlos durante el tiempo de esta purificación. Por eso, la oración preparará sus corazones.
Lleven sus mentes hacia el centro del corazón y vivan dentro de Su Reino de la Paz; porque de esa manera, queridos hijos, no solo estarán Conmigo, sino también con Mi Hijo.
Por eso, oren, oren y solo oren. Oren por aquellos que se olvidan de orar, y más aún por aquellos que no quieren orar en este tiempo.
Vivan los principios y los atributos de los patriarcas, y aprendan de los grandes padres de la oración a convivir en la paz y en el bien, difundiendo amor y esperanza.
Hoy, estoy aquí, sobre esta ciudad para bendecirla; porque ella es el corazón de la Argentina, que debe pulsar en este tiempo fuertemente a través de renovados grupos de oración, que no solo difundan la paz, sino también la esperanza que muchos necesitan, porque de lo contrario muchos corazones se perderán. Por eso, se necesita de instrumentos de la oración.
Mi Corazón necesita de fieles servidores que puedan difundir, desde el corazón, la pureza que ellos guardan. Porque de esa manera, queridos hijos, su pequeña pureza se unirá a Mi gran Pureza y Yo, a través del Amor Maternal, conviviré con ustedes día a día en sus hogares, en cada oración, para apoyarlos y decirles que sigan adelante porque el mal no los vencerá, sino Mi Corazón Inmaculado triunfará si ustedes tan solo lo permiten.
Por eso, escuchen el llamado que traigo del Cielo. Abran los oídos internos de su corazón, porque la esperanza es posible, queridos hijos. Y si están unidos a Mí, el corazón se curará poco a poco, y la consciencia se abrirá a lo nuevo y no le temerá a nada, porque estará Conmigo en este camino de oración que muchos necesitan vivir en este tiempo.
Cuenten Conmigo, queridos hijos, porque Yo Soy su Madre, su Madre de la Paz.
Ahora, deben colocar sus corazones y su atención en la importancia de la oración. Día a día, deben crecer a través de este ejercicio y no tomarlo como algo muy simple, sino como algo muy sagrado.
Yo les estoy enseñando, queridos hijos, Mensaje diario tras Mensaje diario, a aprender a caminar en la oración y a descubrir los atributos que Mi Inmaculado Corazón una vez vivió cuando estuvo sobre esta Tierra.
Queridos hijos, Yo Soy Madre y parte de esta humanidad; por eso, los conozco profundamente. Sepan que leo y siento sus pensamientos, conozco sus intenciones desde el corazón. Entonces, queridos hijos, ustedes son transparentes ante Mi Corazón. Por eso, Dios Me envía hacia ustedes para enseñarles a caminar por el camino del bien y de esa manera, queridos hijos, su ejemplo de vida, su simplicidad y su humildad puedan atraer a muchos corazones que necesitan también aprender una nueva forma de vida.
Esta humanidad está equivocada, queridos hijos; y silenciosamente Mi Corazón Maternal ha acompañado paso a paso el despertar de esta humanidad, los aprendizajes y las pruebas.
Yo he estado aquí, queridos hijos, siglo tras siglo, irradiando a todos Mis hijos a través de la Fuente del Amor de Dios, para que sepan que el universo es amplio y que en él existe la Gran Presencia de Dios.
Por eso, sus ojos siempre se deben elevar hacia el infinito, para que su aspiración pueda estar por un camino recto que solo los lleve hacia el Señor, como los ángeles del Cielo. El amado Arcángel Gabriel Me lo enseñó en la Anunciación.
Mis Palabras son derramadas a través de la Luz. Por eso, deben guardarlas como un tesoro en el corazón; porque ustedes saben, queridos hijos, que ya son las últimas, las que Yo anuncio en Medjugorje y que ahora anuncio aquí, entre ustedes, para despertar la fe en este tiempo tan definitivo.
Por eso, hoy caminen, queridos hijos, dando pasos con esperanza y aceptando vivir en el Señor, por sobre todas las cosas.
Más allá de sus vidas, sus corazones siempre deben aproximarse al Reino del Señor, porque allí estarán refugiados bajo la Luz de Mi Maternidad y bajo la Luz del Corazón de Mi Hijo. En esto deben creer, queridos hijos, porque permitirá fortalecer su fe y su devoción a Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de Nuestra Señora vamos a orar por las naciones, ejercitando la oración del Ave María en los diferentes idiomas. Y hoy, vamos a incluir también el Ave María en latín.
Ella dijo que mientras oramos, abrirá una puerta desde el Cielo para que la Luz descienda sobre este lugar y se pueda difundir a través de la Paz.
A pedido de Nuestra Señora oraremos dos veces cada Ave María.
Queridos hijos, les agradezco por este simple ejercicio del corazón. Por este motivo, los invito a continuar orando junto a Mí durante todos los días, por amor a todas las naciones del mundo, para que sus representantes puedan guiar los corazones de todas las almas hacia el camino de la eternidad.
Queridos hijos, les agradezco por responder a Mi llamado y por su amor, por haberme recibido este día con tanto amor en el corazón.
Que el Cielo de Dios, Su Universo Infinito, permanezca en sus corazones para siempre.
Bajo Mi bendición maternal y la bendición de Mi Hijo Jesús, Yo les digo, queridos hijos: ¡vayan en paz y adelante!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a intentar hacer una síntesis de lo que Nuestra Madre nos transmitió hoy, los pedidos que nos hizo, para que después Fray Elías nos haga un breve relato de cómo se llevó adelante la Aparición.
Dos cosas importantes que Ella manifestó hoy como pedidos, comenzando por el Mensaje diario, es que el Núcleo de trabajo que existe en Córdoba, que como ustedes saben hay un Núcleo en la ciudad de Capilla del Monte y un Monasterio en las Sierras de Córdoba, esa tarea se convierta en una Comunidad.
Eso significa que va a haber una responsabilidad mayor hacia el Plan de Dios. Y todas las personas y los grupos que, sobre todo, asisten a esa tarea aquí, en el norte de Argentina, también van a tener una responsabilidad mayor.
Como todos saben, las Comunidades-Luz están diseñadas para sustentar el proceso de purificación y para que nosotros, como seres humanos, tengamos una opción de una vida diferente, una vida dedicada al Único y al servicio al Único.
De la misma forma que la Comunidad Figueira y la Comunidad Fraternidad en Casa Redención, ahora la Comunidad de la Hermandad va a ser una meta a alcanzar por todos nosotros.
Como todos saben, también son tres puntos estratégicos dentro de América que nos van a permitir sustentar los movimientos planetarios durante la purificación. Y esto lo vamos a hacer a través de la oración, como se nos ha pedido y se nos ha enseñado.
Como ya sabemos y hemos repetido varias veces, la oración será el instrumento que la humanidad tendrá para sustentarse en los momentos difíciles. Un instrumento que cualquier persona de cualquier religión, de cualquier raza, de cualquier color y de cualquier estado social puede llevar adelante. Por eso, va a ser el instrumento que nos va a sustentar, y cualquiera de nosotros lo puede hacer.
Por lo tanto, a partir de ahora, sobre todo para el Norte Argentino hay un compromiso bien importante que es unirse de corazón y acompañar el desarrollo de la Comunidad.
Otro de los pedidos de Nuestra Madre es que construyamos un campanario, como el que hay en la Comunidad Figueira y en Aurora.
Así que nos vamos a poner a trabajar, porque a través de cada campanada tocada en las horas en las cuales se nos ha indicado, la energía de la Paz desciende sobre ese lugar; y allí donde exista un pacificador orante, esa energía es atraída hacia el lugar donde ese pacificador se encuentra.
Y como todos nosotros nos tenemos que convertir en pacificadores, a través de cada oración vamos a estar atrayendo hacia aquí, unidos al campanario, la energía de la Paz.
Recordemos que en este tiempo todo está permitido. Todo el bien que podamos generar está permitido. Toda la paz, todo el amor, todo lo que podamos brindar está permitido y va a estar multiplicado como nunca antes lo vimos. Así que confiemos en que nosotros como seres de amor podemos multiplicar: el amor, el bien y la paz. Y no nos preocupemos por lo que se multiplica del otro lado, que va a ser mucho también.
Así que nos tenemos que colocar a trabajar con mucho esfuerzo.
Ahora vamos a escuchar al Fray, a ver ¿qué nos puede contar?
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Pensamos que hoy la Aparición iba a ser frente al Altar, pero fue al revés. Nuestra Madre siempre tiene planes maravillosos para nosotros.
Como ustedes escucharon hoy, Ella vino como la Reina de la Paz.
Para comprender mejor, vamos a explicar cómo fue la Aparición.
Descalza, con un rosario entre Sus Manos, con el que oraba constantemente mientras hablaba.
Vestía una túnica rosa, un cinturón azul y un velo blanco que llegaba casi hasta Sus Rodillas y que se movía de un lado hacia otro, pero también ese velo caía un poco hacia adelante a partir del movimiento que Ella realizaba cuando nos hablaba; y alrededor de Ella un aura azul.
Cuando Nuestra Señora apareció sobre este lugar, lo hizo a través de un canal que era celeste, directamente coligado con los Cielos. Y, a través de Ella, se derramaba Luz hacia aquí, y se expandía por toda Córdoba cuando Ella dijo que Córdoba era el corazón de la Argentina.
Ella mostraba cómo Córdoba debía ser un corazón que pulsara fuertemente y que esa Luz fuera enviada como por arterias hacia todas las provincias. Es un ejercicio creativo que Ella nos enseñó para orar, porque Ella dijo que eso ayudaría mucho a la Argentina.
Cuando Ella se refirió al Campanario de la Paz, nos mostró que esos tres campanarios ya estaban manifestados, sobre todo el que va a estar presente en las Sierras de Córdoba; y que los tres, al unísono, irradiaban Luz para toda América del Sur.
Ella nos prometió que, si ese campanario estuviera manifestado antes de fin de año, podría auxiliar a las tres naciones durante el proceso de purificación.
Le preguntamos si eso significaba que, en Argentina, Uruguay o Brasil, nadie viviría la tribulación. Ella nos dijo: “Cada hijo vivirá el estado de purificación que está previsto, pero si hacen lo que Yo les pido, si oran Conmigo, estarán muy protegidos y Mi Corazón los podrá auxiliar a todos”.
Nuevamente, hoy, Ella nos dio una lección sobre ser humildes y ser mediadores a través de la oración. Sobre todo, Ella nos pidió sobre aquellos que vemos diariamente, que desconocemos, o que nos podemos cruzar en nuestra vida, y que también necesitan de esa oración. De esa forma, Ella dijo que vamos a estar ejercitando la fraternidad.
Y cuando Ella nos dijo que volvería a Córdoba, le preguntamos ¿cuándo sería? Ella nos respondió, como todos escucharon, que había que orar mucho.
Le preguntamos: “¿La Señora tiene previsto aparecer en la Casa de Oración que está en las Sierras de Córdoba?”.
Ella dijo, moviendo Su Cabeza: “Sí, está en los Planes de Dios”.
Y acrecentó algo más, que nos llamó mucho la atención: “Todo dependerá de que las comunicaciones en este mundo se mantengan en pie, para que Yo pueda transmitir Mi Mensaje”.
Entonces, comprendimos lo importante que es la tarea que Ella está realizando en este tiempo y que Ella también está llevando Su Mensaje a través de los medios que disponemos en este momento, intentando salvar a todos los más que pueda.
Por eso, sabemos que también allá, en las Sierras de Córdoba, no existe la posibilidad de transmitir una Aparición, hasta este momento.
Por eso, Ella va a esperar que eso se manifieste. Creímos comprender que se trata de una tarea de todos poder hacer posible que las Apariciones sean en esa Casa de Oración que Ella mandó a construir.
También nos hizo un tercer pedido a los grupos que hoy están aquí presentes y a los que no lo están, específicamente todos los hermanos de Argentina.
Sabemos que el próximo sábado tenemos la Aparición en Luján y, en ese momento, Ella nos pidió que algunos representantes de los grupos de oración presentes, realizaran con los hermanos de los grupos de Buenos Aires, en ese día de la Aparición, una peregrinación hacia el Santuario de Luján.
Le preguntamos cuál era el motivo y si tenía un pedido especial. “Lo importante”, Ella dijo, “es que vaya quien pueda, que se una a esa peregrinación; porque la misma tarea que Yo estoy haciendo aquí, también la realizaré en esa Aparición de Luján”.
Así, queda la invitación de parte de Nuestra Señora.
Madre María Shimani de Montserrat:
Así, hay que ponerse a trabajar, a orar y a peregrinar.
Nosotros vamos a estar, como dijo Fray Elías, este próximo sábado en Luján. Como Ella ha venido apareciendo en estos últimos meses y lo seguirá haciendo según nos ha dicho hasta fin de año, tenemos que aprovechar mucho la Presencia de nuestra Madre.
Los invitamos a todos a que nos acompañen y sepan que cada momento, en que la Madre está presente, es un momento inigualable para recibir Sus códigos de Luz; que si asistimos a la Aparición, abiertos de corazón y unidos internamente a Su Presencia, mientras oramos muchas cosas pueden pasar en nuestras vidas, lo que hemos esperado desde que nacimos; porque como les dije anteriormente, en este tiempo todo es posible, y tenemos que tener mucha fe en eso.
Nos vemos en Luján. Muchas gracias a todos por estar con nosotros.
Queridos hijos:
Recordando el milagro de las Bodas de Caná, hoy les pido que, a través de la oración, vuestros corazones sean convertidos como Jesús convirtió el agua en vino. El misterio de este milagro se encuentra en el amor que ustedes pueden tener delante del Padre.
Por eso, hijos, en este día, acompañen a Jesús en la conversión de la humanidad, la cual necesita de Misericordia y de Perdón.
Queridos hijos, que vuestras vidas reflejen la enseñanza de Jesús en espíritu y en esencia. Que vuestros brazos estén abiertos, libres y preparados para recibir a los que más necesitan de Misericordia.
Pequeños hijos, hoy los estoy llamando a vivir este milagro de las Bodas de Caná en vuestros corazones para que vuestras consciencias vivan el gran ejemplo de conversión que Mi Hijo realizó en nombre del Amor de Dios.
Cuando Jesús convirtió el agua en vino estaba instruyéndonos sobre cómo el Amor de Dios convierte lo impuro en Puro, lo irreparable en Reparable, las faltas en Misericordia, la oscuridad en Luz. Por este motivo, queridos hijos, que hoy vuestra oración sea una nueva conversión de Caná, una demostración del amor que cada uno de ustedes guarda por Dios.
Pero ese amor que guardan debe irradiarse en hermandad para todos, porque así, todos estarán uniéndose a la gran red del amor y de la fraternidad.
Vuestra redención comenzará cuando reconozcáis que sois parte de Dios y que Dios es parte de vosotros, porque en este simple ejercicio estaréis colaborando en la elevación espiritual de la humanidad.
Por eso, es importante orar todos los días, aún más en este tiempo de exigentes cambios en cada uno de Mis hijos. Pero si están bajo la Luz del Espíritu Santo, vuestros corazones recibirán nuevamente la Gracia del Perdón.
Estén en Mi Paz y busquen estar en Mi Paz Maternal.
¡Les agradezco!
Gracias por responder en este día a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Cuando sientas soledad, Yo estaré contigo.
Cuando veas que la vida es un naufragio, Yo estaré contigo.
Cuando dudes de tu fe, Yo te fortaleceré.
Cuando sientas que cargas mucho sobre ti, Yo te aliviaré.
Cuando busques a Mi Hijo, Yo te Lo mostraré y te daré de beber de la Fuente de la Misericordia y de la Redención.
Cuando veas que todo está vacío, Yo te llenaré con el Espíritu de Mi Amor.
Cuando nadie pueda socorrerte, Yo te colocaré bajo Mi Manto para que, junto a los ángeles del Cielo, alabes a Dios, la Fuente del Amor y del Perdón.
Cuando sientas alegría, Mi Corazón estará contigo.
Cuando sientas tristeza o desesperación, llámame, porque allí Yo estaré y te pondré en Mis brazos, así como lo hice con Jesús, para irradiarte la Luz de Dios, entonces, ya no sentirás soledad, sentirás el Consuelo Materno de Mi Corazón.
Cuando cultives la oración en tu corazón, allí estará Dios, porque las almas necesitan aún del perdón.
Cuando no encuentres el camino, clama por Mi Corazón, y Yo irradiaré la Luz de Mis ojos para que camines hacia Mi Hijo, el Redentor. Así serás como una oveja que aspira a la guía del Gran Pastor y, junto a los corazones de todo el mundo, suplicará por redención.
Será el momento en que tu corazón se guarde dentro del Sagrado Corazón porque así estarás protegido de todo dolor.
Ahora, en este día, aspira a estar en Dios y en vigilia, en eterna oración por las almas.
Cree en el poder de la Misericordia y eleva tus súplicas como flores hacia los Cielos, porque Yo las recogeré para entregarlas con amor al Creador como una oferta de un alma en redención. Y cuando veas de nuevo el amanecer, recuerda que está naciendo la Luz de Dios para cada ser.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Como Madre del Cielo, hoy los invito para un encuentro interno con Mi Hijo a través de la adoración a Su Sagrada Agua y a Su Divina Sangre. Contemplen estos dos principios de glorificación de Jesús para que vuestros corazones colmen el alma bajo los Dones de Cristo.
También, hoy, hijos Míos, mediten y sientan el don de la transfiguración, porque, en vuestra unión con Cristo, comprenderán la Sabiduría de Dios. Que el Espíritu Santo participe en vuestras vidas y, unidos a la Sagrada Agua y a la Divina Sangre de Jesús, beban de la Fuente de la Salvación y de los prodigios en nombre de la humanidad.
Queridos hijos, hoy los llamo a considerar en vuestra oración a todos los Dones del Señor, el Altísimo, Dones que se manifiestan a través de Su Hijo Predilecto.
En vuestra unión sincera con Jesús ayudarán a equilibrar a muchas almas que deben alcanzar, en este tiempo, la Luz y la conversión a través de la paz. Un alma que está verdaderamente en el camino de la conversión es permeada por el Amor Misericordioso de Mi Hijo. Él es quien en verdad las guía y las conduce hacia las Puertas del Cielo.
Queridos hijos, vivan hoy esta unión con Cristo de corazón a Corazón y de espíritu a Espíritu, porque en ese ejercicio espiritual de unidad concretarán, en vuestros corazones, la amada y honorable Voluntad de Dios en vuestras vidas.
Sean partícipes del tiempo de la Divina Misericordia y, mediante la oración, propaguen el Espíritu de la Paz a todos aquellos que la necesitan.
Hoy, de nuevo formo instrumentos que viven el camino de la salvación y que, unidos a Cristo, deben irradiar el amor interno del corazón. Las almas claman por auxilio aunque muchos corazones están ciegos a ese llamado interior.
Por eso, hoy los llamo a la oración por todos ellos para que vuestros hermanos también sean partícipes del tiempo misericordioso. Sean vigilantes en la oración del corazón.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Como la Estrella del Cielo y del Universo, vuestros pasos son guiados bajo la Luz de Mi Inmaculado Corazón. Así vuestros pies caminan por el sendero hacia el encuentro con Mi Hijo. Este es un sendero que se construye en la pacificación y en la fe del corazón.
Queridos hijos, hoy los llamo a alegrar vuestros corazones y a no temer por nada, porque vuestra Madre Celestial está con ustedes, está a vuestro lado observando el caminar de cada alma, observando la definición de cada corazón ante los Planes de Dios. Porque cada uno de ustedes guarda en el corazón algo que es reverenciado por los ángeles del Cielo. Eso tan preciado que ustedes guardan, se llama: pureza del corazón.
Aunque el mundo olvida, día a día, fortalecer el espíritu mediante la oración y el Amor a Dios Creador, hoy los invito a que busquen dentro de vosotros la pureza inmaculada del corazón. Por amor, Dios les ha entregado a Su Hijo Predilecto, quien lesdejó el camino de la verdad y de la salvación.
Por eso, queridos hijos, hoy reverencien, adoren y glorifiquen la Presencia del Hijo de Dios en vuestras vidas.
En este día de importante reparación del Corazón de Cristo les pido que, por amor, entreguen vuestras vidas a Jesús y que encuentren, en el Amor Misericordioso de Cristo, la puerta para vuestra salvación y redención.
Hijos Míos, nuevos instrumentos de Cristo, nuevos fuegos de Su Misericordioso Amor deben despertar en este tiempo porque las almas, como chispas del Amor de Cristo, ayudarán en la salvación de las esencias mediante el servicio y la consagración.
Hoy, queridos hijos, quiero que recuerden que ustedes son esencias preciosas de Dios y que más allá de vuestra comprensión y de vuestra razón existe la expresión del Amor del Padre en cada una de Sus criaturas. Si al menos las almas recordaran que son esencias creadas por Dios, los pasos en la consciencia podrían estar unidos a Su Voluntad.
Queridos hijos, como Madre de la Redención, dejo hoy a cada uno de vuestros corazones Mi corona de estrellas, para que, guiados por Mi Amor Inmaculado, reconozcan el valor de vuestra fe y de vuestra confianza absoluta en Dios Creador.
Hoy también les digo que por nada teman y caminen, caminen en la oración porque ella será vuestro escudo para los momentos importantes. Uniendo, día a día, vuestros corazones en la fraternidad ustedes podrán llevar grabado en vuestros seres la Eterna Paz Celestial del Señor.
Difundan el poder misericordioso de la oración y que vuestras vidas revelen, a los que están distantes de Dios, las enseñanzas y las transformaciones que Cristo ha hecho en vuestras consciencias.
Sean nuevos pastores de la oración y, mediante el ejercicio orante, sean Conmigo guardianes de todas las almas. Recemos por la presencia de la Misericordia de Dios en el mundo.
¡Les agradezco!
Gracias por contestar a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Señora hoy nos dice que está muy alegre y contenta por la respuesta de haber manifestado este Portal de la Paz.
Gracias, queridos hijos, por honrarme en nombre de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de Nuestra Madre, vamos a orar el Ave María en diferentes idiomas, por todas las almas que deben aproximarse a Dios. La Madre pidió especialmente que hoy incluyéramos los idiomas húngaro y latín.
Para orar el Ave María en portugués, Nuestra Señora pidió que lo hiciera la hermana Gloria, ella comenzará con la oración del Ave María.
Mientras tanto, dice Nuestra Señora que nos aguarda.
Oración: Ave María (dos veces en portugués, dos veces en español, dos veces en inglés, dos veces en italiano).
Ahora, vamos a hacer ahora la oración en francés:
Oración: Ave María (dos veces en francés, dos veces en alemán, dos veces en latín).
Nuestra Señora nos dijo que tenemos que estudiar más los idiomas, porque no sabemos el Ave María en húngaro.
Vuestros corazones cuando oran, dice Nuestra Señora, trabajan sobre la consciencia de las naciones y de los pueblos. Les estoy enseñando a ser mediadores entre el Cielo y la Tierra, una comunicación interna y predilecta con Dios, a través de la oración.
Queridos hijos, hoy vengo aquí a agradecerles y a invitarlos a seguir ese camino de oración que están realizando, pues muchas almas más necesitan de esa salvación. El Cielo está contemplando sus oraciones.
Y hoy les revelo, queridos hijos, que, en nombre de la Gloria de Dios, sus corazones se encuentran aquí, sobre un lugar sagrado e inmaculado, donde Dios Me envió para anunciarles la Buena Nueva, el camino de la redención y de la conversión.
Ese camino comienza con la oración día a día, queridos hijos, por eso su persistencia será importante en el fin de este tiempo. Cuando hoy llamo a todos a la oración del Ave María, los llamo a iniciar ese camino de salvación, que comienza con su coligación con Jesús, Quien también les envía la bendición por estar reparando Su Corazón.
Día a día, acontecen muchas cosas en este mundo, hijos Míos. Sus oraciones deben ser curadoras para todas las almas, deben sanar las heridas que existen en este mundo y que se gestan en el corazón de todos Mis hijos.
Por eso, día a día, no Me cansaré de llamar a Mis hijos a la oración; porque, como Señora del Santo Rosario, les afirmo esa importante herramienta del fin de los tiempos para su consciencia.
Quiero que comiencen a aprender, queridos hijos, a orar como oraron los patriarcas y que imiten el camino de todos aquellos que se han consagrado a Mi Hijo.
¿Cómo comenzará ese camino, queridos hijos? A través de la apertura de su corazón.
En la entrega a Dios no existe ningún misterio, pues es importante que vivan en la humildad y que aprendan a vivir en esa fraternidad que Yo los invito a vivir.
Hoy, consagro este Portal de la Paz en nombre de Mi Hijo, el mismo Portal que una vez Mi Corazón abrió en Fátima, porque debe ser referencia de la Luz en este mundo, de la presencia de Mi Corazón Maternal en sus vidas.
Aún es necesario, queridos hijos, que sus ojos contemplen referencias en este plano que les permitan elevar sus corazones para vivir un perfecto encuentro con Dios. Las huestes de Luz del Padre caminan y circundan a este mundo, ayudando a la salvación de los corazones.
Por eso, queridos hijos, cada pequeña oración que nazca desde sus corazones es muy considerada en el Reino de los Cielos. ¿Y por qué hoy les digo esto tan simple? Porque con facilidad las almas se olvidan de ese compromiso que tienen con el Señor.
También hoy, como Madre de Nazaret, quiero guiarlos como Yo guie a Jesús. Estoy yendo paso a paso, caminando a través de los corazones, encendiendo la Luz de sus esencias, para que Nuestro Amado Señor pueda encontrar morada dentro de ustedes.
Él necesita de refugios simples y austeros, donde exista el fuego de la oración; oración que debe permear el corazón de todos Mis hijos. Porque su Luz interna debe estar encendida para que el Señor pueda dirigirles Sus Palabras, para que Él pueda enseñarles cómo caminar y cómo conducirse en esta vida.
Por eso, la oración es muy importante en este tiempo; porque en ella hallarán la simplicidad y la humildad, humildad que hace falta en esta humanidad. Y al faltar la humildad, queridos hijos, falta la sinceridad en el corazón y sobre todo la reverencia al Creador.
Por eso hoy, queridos hijos, ustedes están siendo invitados, a partir de este Portal de la Paz, a ser más reverentes ante Dios.
Porque de esa manera, hijos Míos, sus corazones serán siempre guiados y contarán con Mi Manto Maternal, para que ustedes se coloquen debajo de él y siempre se sientan guiados, sintiendo la Luz de Mi Corazón y el Amor de Mi Espíritu.
Quiero revelarles, queridos hijos, que Mi Corazón Maternal, en nombre de Dios y bajo Su Voluntad, estará llegando a Córdoba y a Porto Alegre, respondiendo así a Sus pedidos.
Por eso, ustedes son invitados a seguir Mis pasos. Y en este día tan importante para el Señor, de gloria para sus corazones, quiero agradecerles por su respuesta y por su colaboración para que Mi Voz y Mi Mensaje pueda llegar a más corazones, para comprender los misterios que el Señor les coloca en su vida. Y también son invitados a amarlos de corazón, porque así la mente será irradiada por el Espíritu Santo y comprenderá, desde el corazón, todo lo que el Señor coloca en este tiempo.
Les he hablado, queridos hijos, de los cambios; la humanidad cambia rápidamente en este tiempo. No solo Mi Corazón, sino el Corazón de Mi Hijo y de todos los santos están en constante vigilia, observando el movimiento de esta humanidad y las inestabilidades que ella vive en este tiempo.
Queridos hijos, ante todos esos acontecimientos a pedido de Dios, Mi Corazón Maternal está actuando de otra forma en este tiempo, diferente de como Él actuó en otras Apariciones, a lo largo de estos últimos ciclos, acompañando la necesidad de todos Mis hijos, realizando milagros y curas profundas para que los corazones acrediten en la Presencia de Dios.
Pero a ustedes, que viven a partir de hoy el misterio inmaterial de Mi Espíritu, los invito a estar dentro de Mi fe y unidos en oración Conmigo, a encender la Luz de sus almas.
Ustedes deben irradiar esa Luz a las demás almas. Muchos corazones están sufriendo; ¿y saben por qué es, queridos hijos? Por la falta de amor y de auxilio a los corazones heridos.
La humanidad está en la transición de su gran prueba y el Señor Me envía, como la Reina de la Paz, para poder cultivar en los corazones los Mandamientos del Señor y los verdaderos principios de la vida futura, principios que nacerán del corazón, principios que ustedes pueden comprender como atributos, atributos que Mi Inmaculado Corazón ya vivió cuando estuvo en este mundo y que Yo los estoy invitando a vivir en este tiempo para que siempre puedan estar en el Señor.
Queridos hijos, en verdad hoy les digo que, después de tanto tiempo de incursión de Mi Espíritu sobre esta Tierra, Mi Corazón no se ha cansado.
Pero hoy también les revelo, queridos hijos, que, a lo largo de todo este año compartido con ustedes, hijos Míos, han hecho triunfar Mi Corazón en gran parte, porque Mi Corazón llegó a sus corazones y quedaron unidos a Mi Maternidad.
Cuando Yo los invito a caminar como caminó el pequeño Jesús, Yo los invito a vivir en la confianza, a amar al Absoluto y encontrar en el Todo, en el Universo, la verdadera guía para este tiempo.
Por eso no bajen los brazos, queridos hijos, sino alcen sus manos a través de la oración, porque Mi Corazón contemplará sus gestos de amor y Mi Luz estará siempre en ustedes, siempre que la llamen y clamen por ella.
Repitamos las oraciones del Ave María, porque a través de Mi Presencia Maternal aquí, en este día, muchos corazones del mundo están siendo ayudados.
Por eso, los invito a conocer, queridos hijos, el Misterio de la Omnipresencia de Dios. Y esto comienza, queridos hijos, ejercitándolo mediante la oración, cuando unen sus corazones con cada corazón hermano.
De esa forma, muy simple y verdadera, queridos hijos, estarán unidos a Dios, creando la red del amor y de la unidad entre todos los corazones del mundo.
Cuando Yo les pido orar por todos los corazones de este mundo, por la salvación de todas las almas, Mi corazón los invita a unirse a cada corazón hermano, aunque los desconozcan, porque cuando estén unidos a Mí, en la oración, podrán descubrir, queridos hijos, que el Amor está en todos Mis hijos.
Y eso es a lo que ustedes deben aspirar, que el Amor del Padre en este tiempo tan definitivo, esté en esta humanidad.
Oración: Ave María (dos veces en portugués).
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Señora está diciendo que la Misericordia de Dios es tan importante en este tiempo, que verdaderamente debemos creer en ella.
Oración: Ave María (dos veces en español, dos veces en inglés, dos veces en italiano, dos veces en francés, dos veces en alemán, dos veces en latín).
Madre María Shimani de Montserrat:
Nuestra Madre está pidiendo que, por favor, los misioneros que van a Etiopía se acerquen hasta aquí. Ella va a bendecirlos, y en ese grupo va a estar incluida la hermana Gloria y la hermana Ademina.
Vamos a cantar Inmaculado Corazón de María.
Vamos a elevar las velas y a encenderlas.
Queridos hijos, ¡gracias por responder a Mi llamado!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Hoy ha sido una noche muy importante. Recibimos muchas instrucciones de parte de Nuestra Madre; así que será importante que, cuando la Aparición esté publicada en el site, nosotros estudiemos y comprendamos todas las instrucciones que Nuestra Señora nos entregó hoy. Porque eso marcará la diferencia entre estar verdaderamente en Su Corazón, realizando la tarea que tenemos que realizar, o no estar.
Ella nos está instruyendo sobre cómo trabajar junto con Ella no solamente en el rescate de las almas, sino que Ella nos está enseñando a cómo ser mediadores entre el Cielo y la Tierra y ojalá algún día podamos comprender qué es lo que eso significa.
Por ahora, solo nos tenemos que ofertar a seguir la instrucción de Nuestra Señora. Y ahora vamos a escuchar lo que Fray Elías tiene para contarnos.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Verdaderamente, como Ella hoy nos dijo, este es un Portal de la Paz y un Portal hacia el Cielo.
Durante la tarea de oración fuimos siendo partícipes de un movimiento planetario que se fue prolongando cuando nos pidió orar en los dos momentos el Ave María.
Hoy fue preparada la Aparición de Nuestra Señora de una forma especial. Los ángeles fueron preparando el camino de descenso por donde Ella iba a llegar y este Portal actuó como una gran ventana hacia el Cielo. Ellos colocaron, a cada lado del Portal, un camino hacia el infinito que estaba lleno de flores. Había muchas flores que iban siendo colocadas a medida que íbamos orando. Los ángeles los sobrevolaban y pasaban de un lado hacia el otro con mucha rapidez. Era muy interesante porque parecía que ellos estaban corriendo para preparar toda la tarea.
Y a medida que fuimos orando y antes de la Aparición fueron manifestándose diferentes portales sobre este Portal físico, portales que iban cambiando de colores, que iban desde el blanco, pasando por el rosa, el celeste, iban mudando muy lentamente con mucha armonía.
Pero lo que vimos es que ese Portal era más grande que el que tenemos aquí. Y allí fue cuando Nuestra Señora se proyectó y apareció dentro de este Portal. Ella nos dijo que estaba consagrando el Portal en ese momento con Su Consciencia y estaba reactivando el Portal que Ella activó en Fátima. Eran dos principios que Ella nos daba: la fe y la paz.
Y, a través de la Presencia de Nuestra Señora, la Luz comenzaba a emerger no solo del Cielo, sino del interior de la Tierra; y esas dos luces que eran blancas, que se irradiaban del interior de la Tierra y del Cielo, se fusionaban perfectamente en armonía. Era como un ejercicio, un movimiento que Nuestra Señora hacía.
Y esa energía y toda esa luz iban siendo irradiadas no solo hacia aquí, sino en otros puntos del planeta. Iban tocando los puntos del planeta a los cuales se refería el idioma en el cual orábamos. Llegaba a Francia, a Italia, a Brasil y los países que hablan español.
Durante el proceso de la Aparición también Nuestra Señora fue haciendo algunos movimientos importantes, que iban aconteciendo a medida que Ella iba dirigiendo Sus Palabras.
Hoy, Su manifestación, Su Presencia, era más fuerte que ayer. Nosotros comprendíamos que esto sucedía porque Ella estaba muy próxima, a un metro aproximadamente de distancia nuestra.
Además de aparecer como la Reina de la Paz, sostenía fuertemente el rosario en Sus Manos, y cuando la hermana Nadjana repetía la oración que Ella nos enseñó, en estos días, Ella iba pasando las cuentas silenciosamente.
Cuando oramos el Ave María, Ella no oraba para sí misma, sino quedaba en silencio y acogía esa oración. En algunos momentos Su Rostro se iluminaba, Sus ropas quedaban muy resplandecientes. Lo que realmente impresionaba eran la claridad de Sus Ojos, la Mirada profunda, Ojos de color celeste mar; y, cuando Ella dirigía Su Mirada hacia nosotros, generaba algo dentro de cada uno de nosotros.
Y, más allá de Su Mirada, lo que Ella transmitía era a Dios a través de Sus Ojos; parecía como si Dios estuviera hablando a través de Ella. Eso era lo que se sentía a través de esa Presencia maternal, de ese acogimiento a cada uno de nosotros.
Hoy, durante toda la Aparición, estuvo sonriente, alegre y hacía algunos gestos muy maternales cuando Ella nos dirigía Sus Palabras; por ejemplo, no solo pasaba las cuentas entre Sus Manos, sino a veces nos dirigía Sus Palabras con movimientos en Sus Manos.
Y hoy, durante toda la Aparición de forma especial, Ella estuvo acompañada por los ángeles.
Y, durante toda la Aparición, ese Portal al infinito con las flores permaneció abierto. Los ángeles estaban allí silenciosamente, protegiéndola, acompañándola; aunque algunos también hacían otra tarea con algunos de los hermanos que estaban aquí, desplazándose de un lugar a otro fácilmente.
Uno de los pedidos, que hoy hizo Nuestra Señora y que vamos a compartir, es por este Centro Mariano que Ella llama Centro Mariano de Figueira. Nos dijo que este Centro Mariano de Figueira era como Medjugorje; y que, a partir de mañana, debe comenzar con una tarea de oración que Ella nos pasó.
Una oración que Ella nos pidió es el Rosario, y que las 50 cuentas del Rosario fueran oradas cada tres horas. Ella nos pasó algunos horarios que comenzarían a partir de mañana y durante todos los días, hasta que Ella nos indique si esa oración debe continuar por más tiempo.
Ella nos dijo que tenemos que orar en este lugar, colocándonos de frente al Portal en grupos de oración, a las nueve de la mañana, al mediodía, a las 15:00 h y a las 18:00 h, porque fueron los horarios que Ella marcó.
Cuando Ella nos habló sobre la misión a Etiopía, le preguntamos si tenía alguna indicación en particular para los hermanos que viajaban. Ella nos dijo, sonriendo: “Que estarán en Mi Inmaculado Corazón. Yo les pido que oren todos los días, que se unan a Mí, que sirvan con alegría, que lleven la paz y que comulguen todos los días, porque así estarán resguardados”.
Entonces, Ella nos indicó algo más. Sabíamos que en esa misión también iba nuestra hermana Gloria y le preguntamos: ¿Dónde quedará ella? Ella nos dijo: “Que en lo posible quede con las Misioneras de la Caridad”. Le preguntamos: ¿Estará sola? Ella respondió: “No, estará acompañada”.
Ella nos dijo: “Quiero que Mi hija Ademina vaya también a la misión, a llevar esa paz”.
Y al final de la Aparición, cuando Ella se elevaba al Cielo e irradiaba Luz, Ella nos dijo: “Los infiernos hoy se han cerrado porque la Luz descendió a la Tierra”.
Y recordé un detalle más, que cuando los hermanos misioneros pasaron aquí, vivimos una experiencia con Nuestra Señora que fue importante, que fue inusitada. En ese momento sabíamos que Nuestra Señora se estaba elevando. Ella le dio la bendición maternal a través de una cruz luminosa sobre cada uno de los hermanos.
Pero en el momento en el que los hermanos estaban arrodillados y todos estaban cantando, de repente Ella apareció aquí, sobre el suelo y caminaba con mucha grandeza. Tenía el Manto celeste y una Túnica blanca. Su Rostro era, en ese momento, más rosado y claro. Ella traía con mucha decisión algo en Sus Manos, que le iba a entregar a cada uno de los misioneros.
Vimos que Ella colocó un escapulario en cada uno de ellos. En la imagen del escapulario, de un lado tenía al Cristo y del otro lado tenía una manifestación de nuestra Madre que era muy similar a la Reina de la Paz.
Ella fue colocando el escapulario en cada uno, e imponía Su Mano sobre cada uno de ellos. Eso aconteció muy rápido.
De repente, Ella desapareció y comprendimos que ahí ya había terminado. Pero todavía los hermanos estaban arrodillados y una Luz comenzó a emerger alrededor de ellos, y detrás de ellos aparecieron los ángeles de la guarda.
Madre María Shimani de Montserrat:
Solo nos resta agradecer a Dios por permitirnos vivir esta Gracia, por prestarnos a Nuestra Señora durante todo este tiempo y también nos resta colaborar verdaderamente de corazón con esta tarea que Ella está haciendo.
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
La Madre quiere que cantemos la canción: “La Mujer que nos guía”.
Queridos hijos:
Por la conmemoración de Mis apariciones mensuales en los días 25 en Medjugorje, hoy los invito y los reúno en nombre de Jesús para que vuestros corazones contemplen la existencia del Centro Mariano de Figueira.
Al cabo de veinticinco años de instrucción, necesaria para vuestras vidas y amorosa para vuestras almas, hoy les anuncio que la Bienaventurada Madre Universal, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, caminó silenciosamente junto a ustedes por esta senda de enseñanzas y aprendizajes.
Queridísimos hijos, quiero que hoy comprendan en sus corazones que Dios Padre se manifiesta no solo a través de Mi Inmaculada Voz, sino también a través de todos los que de corazón se donan para concretar el Plan Divino en la Tierra.
Por eso, hijos Míos, Dios Padre es el Gran Árbol de la Sabiduría, sus raíces y sus ramas son la expresión del Infinito Universo y sus hojas son la emanación de las almas sobre este amado planeta.
Queridos hijos, para que eso exista en toda la vida creadora, existe en vuestras vidas la presencia de la Madre Universal, de la Reina de la Paz, de la Estrella de la Mañana que anuncia el nuevo tiempo antes de la llegada de Su Hijo.
Queridos hijos, por eso, sus vidas y sus esencias siempre están unidas a la esencia del Corazón de Dios. Como Madre del Mundo, como Señora de los Cielos vengo a su encuentro para revelarles el verdadero misterio de su fe y de vuestras vidas; ese misterio se llama Amor al Todo, Amor al Único, Amor a la Voluntad de Dios.
Por eso hoy, con el Rosario de la Paz en Mis benditas Manos, de nuevo los invito a la oración porque, día a día, muchas almas se pierden y no encuentran el camino hacia la Luz.
A ustedes, Mis queridos hijos, que están despiertos a la vida del espíritu, solo les bastará en este tiempo servir: servir al donarse, servir al amar, servir para reparar el Corazón de Mi Hijo.
Mediante vuestra madurez interior y con la oración como ejercicio primordial, ustedes estarán dando pasos seguros hacia la consagración de vuestros pequeños corazones.
Hijos Míos, en este 25 de octubre, y después de muchos acontecimientos ya sucedidos por la presencia de Mi Inmaculado Corazón, los llamo al despertar de vuestra consciencia para que, bajo la Voluntad de Dios, surjan nuevos y donados servidores marianos de la paz. Estos soldados de la paz tienen el espíritu de amar la oración, de estar en servicio interno por las almas y de encontrar, en la Voluntad de Dios, la aspiración de alcanzar la Eternidad.
Hijos Míos, despierten al llamado y escuchen en vuestros corazones la Voz del Único y Gran Señor.
¡Les agradezco!
Gracias por contestar a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hoy, estoy aquí, queridos hijos, y también estoy en Venezuela con todos Mis hijos de esa nación.
Mis Planes de Paz no han cambiado y se están difundiendo en el corazón de todos Mis hijos.
Como Señora de las Gracias, hoy derramo la Gracia de Dios sobre esa nación y en este momento los invito, queridos hijos, a orar por las naciones del mundo, como todos los meses.
Hoy, también les traigo en Mis Manos, queridos hijos, las Espigas de la Sabiduría: la Sabiduría del Padre, la Sabiduría del Hijo y la Sabiduría del Espíritu Santo. Este es el símbolo de las Espigas de la Sabiduría, algo que ustedes deben considerar importante en el fin de los tiempos.
Hoy, materializo estas tres espigas para su comprensión y para que puedan ver la hermosura de la Creación de Dios.
En las espigas se encuentra la Sabiduría del Señor. Es un símbolo antiguo del cristianismo, algo que deben considerar en este tiempo, para su instrucción interior.
La sabiduría los llevará por buenos caminos y, en consecuencia, tendrán buen discernimiento cuando estén unidos al Padre en la oración.
Oremos por las naciones en este momento. Este es un pedido celestial, es importante, es la Voluntad de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Después del secreto definitivo que Nuestra Señora nos reveló, vamos a orar a pedido de Ella.
Por eso, vamos a orar no solo por Venezuela, sino por todas las naciones del mundo. Y Nuestra Señora pidió que oráramos, especialmente, por los gobernantes para que encuentren la Luz de Cristo.
A pedido de Nuestra Señora, vamos a orar la Madre Universal en diferentes idiomas. Repetiremos la oración dos veces en cada idioma.
Vamos a comenzar a orar en español y va a orar con nosotros, nuestra hermana Kueipeh de Venezuela, a pedido de Nuestra Señora.
Oración: “Madre Universal” (en español, portugués, inglés e italiano).
En esta noche, queridos hijos, les agradezco la presencia de cada uno de ustedes dentro de Mi Corazón.
Bajo la bendición todopoderosa de Dios, hoy, Yo les doy Mi bendición maternal nuevamente.
Vayan en la Paz de Mi Hijo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Madre María Shimani de Montserrat:
En este profundo silencio de reflexión que nos dejó Nuestra Madre, en este silencio interior, vamos a colocar nuestra gratitud en nuestro corazón y vamos a tener presente, en nuestras oraciones, el pedido de Nuestra Madre de orar por los gobernantes.
Ahora, Fray Elías, hará un breve relato de lo acontecido durante la Aparición.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Mientras orábamos, en la tarea de oración se fue profundizando el proceso de la Aparición.
Antes de la Aparición fueron desarrollándose diferentes situaciones, que les vamos a contar ahora.
Por ejemplo, en diferentes niveles se fueron proyectando hacia este lugar físico, en donde nos encontrábamos, diferentes estados de lo que comprendemos como el Cielo, y ese movimiento de energía era guiado por consciencias angélicas.
Mientras el proceso de oración se desarrollaba, también sucedió algo: aparecieron en el cielo Abraham e Isaac, acompañados por otros seres que conocemos como santos; y aquí, sobre la superficie de la Tierra, se desarrollaba otra escena mientras ellos estaban presentes.
Mientras esa situación se desarrollaba, le preguntamos a Abraham qué estaba sucediendo. Él nos dijo que ellos, los profetas, son regidos por la Reina del Universo y, en ese momento, Abraham nos mostró una escena del Juicio Final y nos dijo que era el símbolo de la separación de la paja del trigo. Eso se manifestaba a través de un juicio, como lo conocemos aquí en la Tierra, un juicio en el que una persona es condenada por un juez.
En ese momento, no sabíamos qué estaba sucediendo hasta que esa situación se aclaró. Abraham mostraba en ese juicio que se estaba definiendo el camino de muchas almas, nos dijo que eran almas de esta humanidad y nos explicó que ese juicio sucedía en un nivel interno de la consciencia de todos los seres de la Tierra.
Le preguntamos si esa situación, esa realidad que él mostraba, era concomitante, si coincidía con este tiempo de la Tierra que estamos viviendo. Él nos dijo que sí, que las almas se estaban definiendo por un camino o por otro.
Le preguntamos a Abraham y a Isaac por qué estaban presentes hoy. Ellos nos dijeron que estaban cumpliendo una parte de la profecía que fue escrita hace mucho tiempo.
Después, esa situación desapareció de este lugar, fue como si los profetas se hubieran recogido en el interior de ese cielo.
Luego, llegó el momento de la Aparición y nuestra Madre apareció en lo más alto del cielo. Ella posaba Sus Pies sobre una gran rosa de Luz.
Lo que llamaba la atención es que la rosa estaba invertida hacia abajo, hacia aquí. Y la Luz de esa rosa se derramaba sobre este lugar, mientras Nuestra Señora descendía lentamente hacia aquí.
Hoy, Ella se manifestó como la Señora de las Gracias, porque nos dijo que nuevamente estaba haciendo una tarea con las naciones. Y, cuando Ella apareció, comenzó a dirigir las Palabras lentamente.
Una de las cosas que Ella nos dijo fue que no nos hablaría mucho porque Ella estaba cumpliendo con la Voluntad de Su Padre. Entonces, nos mostró el símbolo de las tres espigas y nos explicó el significado de las tres espigas que traía en Sus Manos, las que donaba, entregaba y ofertaba a nosotros.
Hoy, nuevamente, Ella nos habló de la importancia de que pidamos sabiduría, sobre todo, que pidamos al Padre por sabiduría en nuestra consciencia en el fin de este tiempo. Nos dijo que cuando recibamos esa sabiduría o pidamos esa sabiduría estaremos en caminos correctos.
Durante el silencio prolongado que hubo, Ella nos reveló un secreto que llamó “el secreto definitivo”. Después, Ella se quedó en un profundo silencio, contemplándonos. Nos mostró, a través de ese secreto, varias imágenes, acontecimientos por los que nos pidió que oráramos. Y, sobre todo, nos dijo: “Necesito que hoy oren con sinceridad”; y entonces, nos pidió que oráramos la “Madre Universal”.
Al principio de la Aparición, Ella nos hizo un pedido especial, que definió como una aclaración para nosotros, sobre la Aparición de mañana. Nos dijo que mañana será una Aparición importante y nos prometió que nos dirigiría las Palabras con más precisión.
Ella nos dijo que va a consagrar el Portal de la Paz que está en la Colina de las Apariciones de Figueira. Y para eso, nos dijo que la Aparición será a las 21h. Le preguntamos a Nuestra Señora si ese horario tenía un motivo especial y Ella nos dijo: “Claro que sí, tiene un motivo; las 21h es un horario especial para el planeta, es la hora de la vigilancia, en la que el alma puede estar más vigilante; y también es la hora de la reparación del Corazón de Mi Hijo”. Por esos motivos, Ella va a aparecer en ese horario.
Madre María Shimani de Montserrat:
Bien, mañana vamos a preparar nuestro corazón para estar vigilantes; y así, junto a nuestra Madre, podremos reparar el Corazón de Nuestro Señor.
Ella pidió que hagamos una peregrinación con velas, desde la entrada del camino que conduce a la cima de la Colina de las Apariciones.
Para cerrar, vamos a cantar.
Canción: “Madre Divina”.
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Muchas gracias a todos.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más