Viernes, 2 de abril de 2021

Sagrada Semana
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SEXTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Póstrense a los pies del Calvario y reconozcan Mi Legado.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

“Omnipotente Padre del Universo y de la Tierra,
máximo Poder entre todos los poderes universales,
sagrada Corriente Ígnea del Universo Cósmico,
Espejo inextinguible del universo, Alianza perpetua y eterna.
¡Oh, sublime Padre del Universo,
Regente Mayor entre todos los regentes,
soberano Señor de las Alturas,
¡Sagrada Emanación entre todas las emanaciones divinas!
¡Oh, sublime Señor,
Fuente purísima y hermosa,
¡Amor poderoso y supremo!
¡Oh, Gracia eterna de Dios,
¡Luz Mayor entre todas las tinieblas!
¡Oh, victorioso Corazón de Dios!
Por los méritos alcanzados por Tu Hijo, Tu Siervo y Servidor,
a los pies de este Calvario espiritual,
reintegra en la consciencia humana del planeta
el victorioso triunfo de Tu Hijo Jesús,
sobre todos los infiernos y entidades malignas.
Que el poderoso Cetro del Arcángel Miguel descienda,
con su Consciencia Divina,
para hacer temblar a los infiernos de este mundo
y para que todo se paralice un momento,
para que el triunfo de Tu Amor, Adonai,
se dé y se cumpla en toda la humanidad.
Amén”.

 

Sigamos concentrados en la Luz de Mi Propósito, en la eterna Fuente de la Luz de Dios, en donde quedó registrado el sagrado Calvario de su Maestro y Señor.

Por eso, hoy les digo a sus personas humanas que no sean una llaga más en Mi Cuerpo, sino que sean aquellos que ungen el Cuerpo herido de Jesús por medio de sus oraciones, de los Sacramentos y, sobre todo, de la fe que los hace formar parte de Mi Cuerpo Místico, aquel Cuerpo eterno del Hijo de Dios integrado por todas las almas del mundo dentro de Mi Iglesia Celestial.

Por eso, acompañen a su Señor en este momento glorioso de la Cruz, en el que los Códigos de vida, de amor, de perdón y de resurrección espiritual descienden sobre el mundo para llegar a las almas más necesitadas de Mi Luz crística.

Ustedes, de una manera profunda, son conscientes y también son partícipes de esta tarea interna de su Maestro y Señor, especialmente con aquellas almas caídas que fueron derrotadas por los ejércitos del mal y que, a través del poder de Mi Amor, hoy vengo a salvarlas, a todas ellas, por los tiempos que vendrán.

Por eso, hoy la oscuridad se detiene en el mundo y las almas más miserables son contempladas a los pies de este Calvario espiritual, así como ustedes hoy también están a los pies de este Calvario espiritual de su Maestro y Señor, un Calvario más profundo y difícil que el que Yo viví por ustedes, aquí en este planeta.

Un Calvario espiritual que Yo los invito a penetrar a través del corazón, del espíritu y de la consciencia que creen en Mi Legado crístico, registrado en cada una de las estrellas de este universo como también de otros mundos.

Dios, a través de Su Hijo, nunca podría haber encarnado en este planeta para una tarea pequeña. Su expresión material tenía que ser humilde, simple y casta por medio de la Sagrada Familia; pero Su poder, Su omnipotencia y Su esplendor deberían ser grandiosos en los planos internos, porque es allí en donde comienzan todas las cosas.

Mientras la aparente derrota del Hijo de Dios era vista por todos en aquel tiempo, los infiernos no podían soportar la Sangre derramada por Mi Cuerpo, gota a gota, tocando el suelo y cada parte del Calvario. Imaginen, por un momento, qué hacían los Ángeles del Señor con cada gota de Sangre y con cada Código de Luz que, por Amor, se derramaba en el mundo.

Tengan ahora sus consciencias en esos hechos y no solo vean el sufrimiento que su Maestro vivió, que fue un sufrimiento indescriptible, sino también vean el triunfo de su Señor a través de uno de los principales aspectos de Dios, la Voluntad.

La Voluntad de Dios es lo que Me permitió llevar la Cruz hasta lo alto del Monte Calvario. Ahora, después de la renovación de sus votos en el Jueves Santo, ¿serían capaces de llevar esa Cruz por Voluntad de Dios y no solo verlo como un simbolismo, sino como la realidad verdadera y profunda de hacer todo lo posible y un poco más para que el mundo deje de sufrir su propia condenación y perdición?

Por eso, Yo los vengo a renovar a través de la Cruz; para que sus vidas, consciencias y, sobre todo, sus células no le tengan miedo al sacrificio, a la renuncia y a la obediencia irrestricta a Nuestro Padre Creador.

Si el mundo de hoy fuera obediente ya no habría pandemia, la desobediencia de los seres humanos es la causa de muchos males.

¿Acaso Dios no habría podido resolver ya esta situación planetaria? ¿Dónde está la cura de la humanidad?

No se olviden de la obediencia, compañeros, primero como códigos de vida para ustedes mismos y segundo como un principio de lealtad con el Señor del Universo; pero la mayoría de los hijos de Dios no tiene responsabilidad por todo lo que hoy sucede.

Muchos fueron llamados a cristificarse a través de estos tiempos. Muchos fueron llamados a entregar su vida, así como el Hijo de Dios la entregó en las Manos de Dios. 

Ustedes no serán crucificados, ustedes vivirán lo que el universo les envíe, pero sus corazones deben estar abiertos para poder percibir cuál es su enseñanza en cada momento, cuál es la prueba que el universo les invita a superar por Mí.

No dejen de contemplar dentro de ustedes ese Calvario espiritual que hoy les ofrezco, y que les ofrezco también a sus hermanos del mundo entero que ya viven el caos de la humanidad.

Pero por medio de Mi Paz y del poder de la Luz de Mis Llagas, que hoy son signos para su ascensión y sublimación, Yo los invito a elevar sus consciencias y a salir de manera inteligente de la mentira y del caos de este tiempo, porque Yo viví cosas semejantes por ustedes y en ningún momento de la Pasión y del Calvario los abandoné.

Que el triunfo de su transformación, que la redención de sus corazones, que la ascensión de sus consciencias sean la nueva victoriosa cruz que cada una de sus vidas ofrecerá a Dios para que se cumpla Su Plan.

Ahora, cierren sus ojos por un momento y en lo alto del Calvario espiritual vean la victoria de Mi Sagrado Corazón, ante el dolor y el sufrimiento que fue vivido por Su Señor.

Contemplen Sus cinco poderosas Llagas, las Llagas de Sus Manos, de Sus Pies y de Su Costado; y cómo María, Mi Madre, cuando Me tuvo en Sus brazos, en la sagrada piedad del Calvario, Ella limpió Mis Llagas con cada uno de Sus besos, haciendo parte de sí todo el dolor que Yo viví.

Besen Mis Llagas y reciban Mi Luz, Mi Luz crística.

En ese aparente escenario de derrota, contemplen el Alma de Jesús, redimiendo y transfigurando a todas las consciencias y a todos los abismos; y ennoblezcan este momento con el honor que Él merece ante el esplendoroso Árbol de la Vida, ante los frutos de la Pasión y la Muerte de Jesús.

Sobre ese Calvario que quedó registrado en la memoria de la humanidad para siempre, vean a Mi Madre teniéndome en Sus brazos cuando Me bajaron de la Cruz y la Cruz se iluminó como un poderoso símbolo sobre todo mal.

Y así, vean a Juan, a María Magdalena, a José de Arimatea, al soldado romano, todos contemplando la sagrada Muerte de Jesús, que fue la muerte absoluta del pecado a través del Amor y de la Misericordia de Dios que volvió a iluminar al mundo y a todas sus criaturas.

Contemplen el mismo misterio que contemplaron Mi Madre y Sus seguidores. Contemplen la entrega de Dios, un misterio desconocido, una entrega ofrecida a través de la Muerte de Su Hijo Jesús.

En este día, los invito a morir para ustedes mismos, para que a partir de ahora sean otras personas, sean Mis llamas flameantes de paz en el mundo, sean Mi propio testimonio de su redención.

 

"Padre,
Eli, Eli, Olam,
Iod He Vaud He, Shekinah,
envía Tu Espíritu, envía Tu Espíritu,
envía Tu Espíritu y cura a la Tierra
por los méritos de Mi dolorosa Pasión.
Eli, Eli, retorna a Tus hijos,
arrebata sus vidas y haz resucitar, con Tu Espíritu,
a toda la vida imperfecta.
Adonai,
envía el soplo de Tu Espíritu,
la consolación de Tu Alma,
así como Tú Me la enviaste en el Huerto Getsemaní;
Te lo pido, Padre,
porque hoy no saben lo que hacen.
Míralos, Señor, con Tus Ojos de Misericordia,
con el Amor de Tu Corazón,
con la Sabiduría de Tu Consciencia
y a través de Mi redentora Cruz
haz nuevas todas las cosas
para que las almas vivan Tu Voluntad
y Tus ángeles levanten las cruces de Tus hijos
para que ya no se sientan atormentados,
perturbados o enloquecidos.
Que Tu Alma, Señor,
ilumine cada espacio de la consciencia.
Por eso, Eli,
ofrezco Mi Sangre espiritual
para que purifique a Tus hijos
y los haga, en este día,
partícipes de la Comunión Espiritual con Mi Cruz,
la Cruz del sacrificio.
Amén.
Amén.
Amén".
 


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Todos los que escuchen en este momento y que tengan consigo una cruz pueden elevarla para que Cristo, Nuestro Señor, la bendiga y haga de nuestra cruz, de nuestro calvario y del calvario de este mundo, una victoria de amor, de luz y de redención para que las almas sean bendecidas por el Espíritu de Dios, sean renovadas y sanadas por la Sangre de Jesús.


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora lleven la cruz hacia el corazón y sientan la fortaleza de Jesús y el Amor misericordioso de Su Corazón por todas las criaturas de la Tierra.


Me quedaré un momento más en silencio para que, a través de una canción llamada “Cristo del Calvario”, en este día de la sagrada Cruz, cada una de las almas sea la cruz de la victoria, de la redención, de la rendición y de la humildad, en honor a Nuestro Padre Celestial.

Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Los escucho.

Contemplemos el Calvario espiritual.