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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cuando la noche más oscura llegue al mundo, será la señal del Retorno de la Luz, porque Yo Soy la Luz del mundo, nací para esto y para esto vivo, infinita y eternamente.
Cuando las penumbras más oscuras dejen en sombra al planeta y parezca que nada tenga sentido, dentro o fuera de los seres, será la señal del Retorno de Mi Luz, será la hora de que Me puedan reconocer y una vez más seguir en todo lo que haré en ese momento.
Mientras tanto, que su fe no se debilite, que su confianza no se perturbe, que su convicción en Mí no se desvanezca; porque Yo los colocaré, si Me lo permiten, en el aprendizaje que necesiten para poder crecer interiormente; para que, a través de ese crecimiento, puedan madurar y ser Mis sólidos y firmes servidores en el final de estos tiempos.
Porque en verdad les digo que no hay otro camino a recorrer, sino el que Yo les ofrezco día a día.
Y aun en esta noche oscura del planeta, en la que millones de almas no saben qué hacer y a dónde ir, en la que no tienen respuesta, en Mí, en Mi Corazón encontrarán esa respuesta; encontrarán esa Paz que es inmutable, que no los hará vacilar ante cualquier situación o experiencia, que no los derrotará, que no les permitirá que se amedrenten y que desconfíen de lo que están viviendo. Porque todo lo que llega a sus caminos es por alguna razón, así como todo lo que llega a la humanidad es por alguna razón, aun sin respuestas ni explicaciones.
Pero, sean valientes ante esta noche oscura que deberán que atravesar, primero en ustedes mismos. No teman descubrir o saber lo que aún deberá ser trascendido y curado, perdonado y reconciliado, porque las almas llegan al mundo sin perfección; porque vienen aquí, a este mundo, a encontrar esa perfección dentro de sí mismas cuando comulgan verdaderamente de la Vida Superior, cuando se dejan guiar y orientar por la Jerarquía.
No hay nada más importante que esto: que el discípulo tenga a su Maestro y que el Maestro tenga a Su discípulo, porque es un constante esfuerzo en el camino de la ascensión y de la transformación.
Pero, sépanlo bien, no se puede vivir un camino de redención con sufrimiento, porque Yo no los quiero ver así, a ustedes ni a sus hermanos. A veces las almas se pierden en esto, se lastiman a sí mismas por no poder ver que en cada momento hay un aprendizaje, pero también hay una síntesis, un momento de reconocer e incluso de perdonar.
Es así que crecerán internamente en los grados de amor y no de autoestima o de poder ilusorio, porque la libertad de cada uno está en vivir la Voluntad de Dios, aun sin comprenderla o entenderla.
Yo vengo aquí, en esta noche, a dar testimonio de que esa Voluntad Superior existe y tiene que cumplirse, aunque la humanidad demore un poco más para poder alcanzarla o comprenderla, para poder aceptarla y vivirla.
Mientras tanto, Mi Corazón paciente está aquí, como lo ha estado siempre, en este camino que cada uno aprende a vivir y a recorrer, en esta senda de desafíos y de aprendizajes diarios.
Pero lo más importante, compañeros, es que puedan recoger los frutos de cada aprendizaje, de cada paso que puedan dar; no hay otra razón de estar aquí sino de que puedan avanzar en la convicción y en la fe que les da el Propósito Divino, en la llama del Amor de Mi Corazón que ilumina sus caminos.
No es tiempo de detenerse ni de cristalizarse, es tiempo de alcanzar esa libertad interior que no es personal, sino que la otorga Dios a las almas que lo sirven y que lo viven plenamente.
Hoy, desde el Valle Sagrado de este Centro de Amor, Yo les hablo y les vuelvo a compartir Mi Fe; aun viendo y contemplando un mundo destruido, no solo en su forma espiritual, sino también humana, en el grado en el que hoy se vive la violencia y la maldad.
Es ahora que los Cristos del Nuevo Tiempo deberán actuar en Mi Nombre para que haya en este tiempo amor en abundancia y no condenación, para que haya misericordia y perdón que les otorgue entendimiento y sabiduría ante el sufrimiento del semejante y del hermano que padece su propia prueba.
Quiero que contemplen este tiempo con ojos de compasión y no de justicia, con un corazón cercano al que sufre y padece, aun a quien no entiende ni comprende a la Jerarquía y también a quien no puede vivir este nuevo ciclo; porque Dios lanza la Luz de Sus semillas en los corazones que las acepten y las quieran hacer fértiles en sí mismos a través de los dones que Él entrega, de las virtudes que Él distribuye, del Amor Eterno que Él comparte como Padre Celestial.
Así lo hizo y lo hace Conmigo todo el tiempo, así como Yo lo hice con Mis apóstoles y lo hago hoy con ustedes, compartiendo el Amor Divino y Cósmico que cura, que sana, que repara y reconcilia el mundo interior, aun en un tiempo difícil y tal vez inexplicable.
Aunque las sombras oscurezcan el planeta, no se desanimen y no pierdan la fe; porque en lo más anónimo y silencioso es donde Yo estoy presente, pero también estoy presente en quien Me busca, en quien Me llama, en quien Me invoca, en quien responde a Mi Llamado.
En este mes de marzo, llegamos al final de un ciclo de la Obra de la Jerarquía Crística, pero no piensen que Me iré y dejaré de acompañarlos, porque Yo estoy aquí preparándolos y preparando a sus hermanos del mundo para Mi Retorno. Es en esto en lo que debemos concentrarnos.
Así como los apóstoles, a pesar del miedo que vivieron durante Mi Pasión Dolorosa y Mi Crucifixión, prepararon la Resurrección de Cristo; hoy, ustedes y sus hermanos deberán preparar el Retorno del Señor, primero en ustedes mismos a través de los votos, de los principios para sus vidas.
Hoy, vengo como una Consciencia que nunca han visto ni experimentaron. Pero el Amor que Yo les imparto sí es el mismo, solo que están conociendo Mis otras Faces, la tarea universal del Redentor.
Acojan en sus corazones este último impulso de conclusión, preparándose así para la próxima Sagrada Semana, porque por más que estén lejos o estén cerca, lo más importante para Mí es que estén Conmigo, más allá de la distancia o de las situaciones.
Recuerden que aún deben rendir sus vidas a Mi Corazón, así como Yo entregué Mi Vida por ustedes en la Cruz.
Que su única aspiración sea cumplir lo que Dios necesita en este tiempo, para que aprendan a renunciar a sus propias aspiraciones; porque si sus propias aspiraciones deben cumplirse algún día, se cumplirán, tengan certeza de esto. Pero Dios siempre nos llama a vivir lo que no aspiramos, a aceptar lo que no queremos, a amar lo que rechazamos. Esto es un Cristo.
Que se cumpla, en esta próxima Maratón de Oración, la aspiración de Dios en sus vidas y que sea una realidad, sin condiciones ni obstáculos, que sea una alegre realidad el cumplir el Plan, el Plan del Señor.
Lo último que les pido es que sean un espejo de esperanza, deben atraer la esperanza al mundo para que pueda llegar la paz en donde más hace falta.
Estoy unido a los valientes y a los portadores de la paz, más allá del tiempo de la purificación.
Que la libertad espiritual les otorgue el entendimiento y la razón de existir en este mundo y en esta encarnación para servir al Único, Nuestro Creador.
Mi bendición a todos, en este ciclo de conclusión y de madurez de Mis discípulos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más