MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Superar los errores y persistir, hijos, es una forma de crecer humana y espiritualmente.

Cuántas veces sus personalidades, y aun las resistencias de sus almas, los llevan a caer en abismos profundos y oscuros, de donde solo pueden salir a través de la humildad, de la obediencia y cuando abrazan y acogen el desierto.

Cuando una consciencia comete un gran error en el camino espiritual, tiende a querer desistir de todo, porque le es más fácil sucumbir de una vez en el abismo que erguirse con esfuerzo y valentía, con humillaciones y obediencia, yendo en contra de todo lo que antes la engrandecía.

Pero cuando esa consciencia se arrepiente y abraza el camino de retorno al Corazón de Dios, por más doloroso que parezca ser, y coloca sus pies en las huellas de la humildad, de la rendición y de la obediencia, es entonces, hijos, que esta consciencia conocerá verdaderamente el Amor, el Perdón y la Misericordia de Dios.

Es entonces que crecerá como hombre espiritual y forjará en su interior una fortaleza que no es humana, sino divina.

Es entonces que aprenderá que más vale caer y levantarse mil veces que sucumbir en las facilidades de los abismos del mundo, porque estos abismos solo traen sufrimiento y dolor, angustia y pena, mientras que levantarse de ellos trae un crecimiento forjado a fuego que imprime en el alma la unión con Dios. Y por más que los seres sean siempre probados en su camino, esa alma ya sabrá lo que debe hacer al caer y, en cada caída, crecerá más, humana y espiritualmente.

Aprendan de los errores. No se rindan ante las debilidades humanas, sino afírmense en la humildad y en la obediencia, y así seguirán en ascensión al Corazón de Dios.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

No siempre Dios te hablará al oído y al corazón, porque llegará el momento en el que Su Voz se tornará silencio y vida dentro de ti.

Ya no escucharás del Señor Sus Palabras como las escuchas ahora, y esto señalará el momento de ser uno con el Padre y de que Su Voz no se pronuncie desde afuera hacia dentro de ti, sino desde tu interior hacia el mundo entero.

Cuando el Creador se silencie y solo observe el mundo, será la hora de que las voces de Sus criaturas resuenen. Será el momento de vivir la unidad con Dios, para que del mismo hombre surja la guía para la humanidad.

La última prueba del corazón humano será la soledad absoluta, soledad en la que se encontrará espiritualmente como raza y como consciencia. Será la soledad de la humanidad consigo misma. Y en ese momento, hijo, solo le corresponderá al corazón humano encontrar la salida hacia la vivencia del amor y de la verdad.

Aquellos que construyeron la unidad con el Padre no titubearán ni temerán, porque su pensamiento, su sentimiento y su acción serán uno con el Pensamiento, el Sentimiento y la Acción de Dios. Y los que no conocieron al Creador y jamás lo buscaron vivirán la prueba de confiar en sus hermanos para no perderse.

Los que se consideraban seguros de sí mismos estarán frente a un abismo y desearán volver atrás, sin tener a dónde ir. Los valientes y que confían en Dios, y no en sí mismos, se lanzarán sin temor e ingresarán en los portales que conducen al nuevo tiempo, al tiempo real.

Hijo, entre símbolos y literalidades te hago conocer una parte de la verdad. La única certeza que puedes tener, ante Mis palabras, es que aquel que ahora construye la unidad con el Padre en su espíritu, únicamente se perderá de sí mismo.

Por eso, antes de querer comprender con exactitud lo que te digo, busca la esencia de Mi enseñanza y únete sin demora al Creador para que, cuando sea tu hora de experimentar la soledad, Dios esté contigo, porque Él estará en ti.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros:

Quisiera recordarles que el mundo aún agoniza y padece por las acciones de la humanidad. Sin embargo, no les digo esto para martirizar sus consciencias y hacerlas sufrir un mal que no conocen. Les digo todas estas cosas porque, con todo lo que reciben a diario, deben ser un poco más consecuentes con sus acciones, aspiraciones, pensamientos y sentimientos. 

Muchos se olvidan, frecuentemente, de lo que sucede en el mundo y dejan que la consciencia se pierda en las distracciones del día a día y en los pequeños problemas internos, que se vuelven grandes, dada la enorme atención que colocan en ellos.

Los seres, en su mayoría, no reconocen verdaderamente que estamos en tiempos apocalípticos. Hasta los que se consideran más conscientes necesitarán de un gran impacto en la consciencia para que sepan que, en realidad, llegó el final de los tiempos para la humanidad actual.

Dios espera que aquellos que creen en Sus Mensajeros y que siguen Sus instrucciones estén más vigilantes que nunca y traten, por sobre todas las cosas, de manifestar en sí mismos el Propósito de Dios en el cual confían.

Yo siempre les dije que necesitan ser valientes, pero muchos toman esas palabras con un entusiasmo meramente emocional y creen que serán valientes cuando estuvieren delante del caos que se propaga por el mundo con violencia. Pero lo que vengo a mostrarles es que ese mismo caos habita dentro de las criaturas del mundo en sus debidas proporciones, y que debe ser purificado y elevado por la transformación de la consciencia.

Poco valdrá que Mi Casto Corazón descienda todos los días al mundo y deposite en los seres una parte de los códigos que alcancé como José de Nazaret, si sus corazones no hicieren nada o casi nada para desarrollar esos códigos dentro de sí.

No quiero desalentarlos ni desmerecer sus esfuerzos, pero deben reconocer que su distracción es muy grande y que aún se permiten, muchas veces, vivir los viejos patrones humanos, aun con todo el conocimiento que tienen de la actual situación planetaria.

Hoy Mi Corazón paterno les habla a los que aspiran a vivir la transformación y a los que no se sentirán heridos con lo que digo, pero sí impulsados a la madurez, porque vengo en este tiempo definitivo para entregar lo mejor que hay en Dios para aquellos que seguirán adelante.

No tendrán treinta años más para seguir con un cambio lento y precario, pues lo que construyen dentro de ustedes, hoy, es lo que resultará en los años que llegarán y es lo que dictará los pasos que darán como consciencias en el futuro del planeta.

Yo les aseguro que nada quedará como está y que, con los que acepten seguir adelante, el Plan de Dios se cumplirá.

Yo los amo y les advierto. Yo los guío y los protejo siempre, sobre todo de sí mismos.

Su amado padre e instructor,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÙS

Cuando una consciencia despierta verdaderamente a la vida superior y a la necesidad de manifestar esa vida en el planeta, toda la humanidad recibe una oportunidad de vivir un aprendizaje basándose en un profundo amor.

Cuando la esencia de la compasión toca lo profundo de los seres, los conduce a despertar el amor que Dios espera de Sus criaturas. Por eso, Yo los llamo a encontrar en el prójimo y en los más necesitados, tanto material como espiritualmente, las llaves para que vivan ese despertar. Todas las palabras que entrego al mundo tienen la finalidad de llevar a la humanidad a desmitificar la vida sobre la Tierra y a que salga de los enredos de la superficialidad, para reconocer lo que verdaderamente importa en este tiempo.

Sé cuán antiguos son los atavismos terrestres, que a muchos les cuesta salir de ellos. Sé que viven lapsos de despertar y eones de adormecimiento, pero ahora, los propios acontecimientos del mundo, las palabras de los Mensajeros Divinos y las experiencias que sus hermanos están viviendo en un brusco despertar, en todo el mundo, deben ser suficientes para que puedan colocarse a servir de verdad en pro de los Planes de Dios.

Cuando les hablo de los Planes de Dios, muchos se preguntan de qué se trata. La esencia de los Planes del Creador es muy simple y está al alcance de los que son capaces de vencer las apariencias personales e ingresar en su interior para descubrir lo que verdaderamente son.

Mis amados, urge el tiempo para que los que sAe comprometieron con DiAos en el principio asuman sus puestos en el Ejército Celestial; sin embargo, no solo los que ya Nos escuchan tienen esta misión.Ustedes fueron llamados para ser motores que impulsen el despertar de la humanidad; ustedes fueron llamados para vivir una etapa un poco más difícil: abrir caminos y derribar estructuras internas y externas de la consciencia humana para que, cuando alcancen la meta, otros puedan valerse de sus ejemplos, para dar los propios pasos con más coraje y rapidez.

Existen muchas almas que están en el mundo esperando encontrar en los seres humanos un ejemplo concreto para seguir, pues, aunque tengan un propósito superior y una aspiración verdadera, les falta un ejemplo material de cómo actuar, para que puedan salir de la teoría y comenzar a vivir una experiencia real de vida superior, espiritual y divina.

Los que hoy escuchan Nuestra Voz son llamados a renunciar a su propia existencia y a todos sus planes materiales, para asumir un Plan Superior, en nombre de todos aquellos que seguirán sus pasos.

Recuerden que la consciencia humana es única y muchos dependen de la valentía y persistencia de ustedes para encontrar a Dios.

Yo los amo y los bendigo.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

¿En dónde buscar la esencia de la humildad? En medio de la degradación humana, ¿cómo encontrar la pureza y la simplicidad que Dios espera de Sus criaturas?

Cuando les decimos “sean humildes”, los corazones se preguntan: ¿Cómo?
La humildad nace del amor al prójimo y a Dios; de la reverencia que surge de este amor, porque el corazón que ama reconoce lo sagrado y la esencia divina presente en cada cosa.

Los seres humanos perdieron la referencia de lo sagrado y banalizan la grandeza de la Creación, por la arrogancia y por la ignorancia que impregnaron el corazón de los hombres.

Volver a lo sagrado es como incursionar en un universo que desconocen casi por completo y, al intentar buscarlo y vivirlo, muchos sienten que están fantaseando o viviendo algo que no corresponde a su realidad en este mundo.

Sin embargo hoy les digo, queridos compañeros, que ustedes sienten todo eso por cuán impregnadas están sus células de la oscuridad del mundo y por cuán separada está de Dios esta humanidad, y que, como ya les dije, este camino de transformación es para los valientes de espíritu.

Será necesario vencer al mundo y, sobre todo, vencerse a sí mismos. Pídanle a sus almas y a sus espíritus que les enseñen a vivir en lo sagrado y que los ayuden a encontrar el camino para vivir el atributo de la reverencia.

La humildad solo se encuentra cuando la consciencia es capaz de reconocer la Presencia de Dios en cada ser y, al sentir así, ustedes estarán ofreciendo al prójimo siempre lo mejor. ¿Qué no merecerá Dios presente en él?

Como ejercicio de humildad, intenten encontrar al Creador en todas las cosas y en todo busquen lo mejor: el mejor atributo que expresa un hermano, un Reino de la Naturaleza o cualquier expresión de la Creación.

No intenten buscar en el prójimo las miserias para regocijarse por ser mejores que los demás. Busquen en el prójimo aquel atributo que aún no alcanzaron. Encuentren al Creador en Sus criaturas y ámenlas, como si tuviesen al mismo Dios delante de sus ojos. Sirvan a ese Dios, entréguenle lo mejor y haciendo así, en la esencia de la simplicidad, encontrarán puertas abiertas a la humildad, a la reverencia y al amor. Así, poco a poco, desterrarán del interior al viejo hombre que solo intenta establecer el propio reinado, la conquista de las ventajas y la seguridad de ser mejor que los demás.

Con claves simples para la consciencia humana, quienes venzan el orgullo e intenten seguir lo que les digo florecerán en los jardines de la Creación, como una flor que expresa los Principios de Dios.

Que la paz y la humildad sean esencias vivas en el corazón humano.

San José, siervo incansable de Dios

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto