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A los que transmutan como servicio
A lo largo de los tiempos, queridos hijos, existieron consciencias al servicio del Plan de Dios que, viviendo las enseñanzas de Cristo y Su plena imitación, fueron escogidas por el Universo para sustentar la consciencia planetaria y la humanidad.
Este servicio de transmutación no implica a todas las almas, porque en este tiempo la fuente de la purificación es lo que predomina en la humanidad, como un medio para la liberación del mal.
Pero en este siglo que ha comenzado, con una humanidad indiferente a los planes del Altísimo y a toda Su Obra Creadora, el propio Universo escogió a grupos de almas en el planeta para que ofrecieran silenciosamente este servicio que impide la destrucción espiritual de la humanidad.
Transmutar es un acto de pleno sacrificio y de profunda ofrenda por algo mayor que va más allá de una consciencia, de una nación o de un continente.
La Ley de la Transmutación está siendo aplicada en este momento sobre ciertos grupos de consciencias que ya pasaron por la escuela del discipulado de Cristo.
En el momento de la transmutación, el alma se encuentra con el sufrimiento, con la indignación y con el rechazo que siente el Padre Celestial, cuando Su Amor infinito es negado por las criaturas.
Por eso, nadie pasa por la transmutación sin antes haber vivido una estricta purificación, una vida de oración, de servicio y de entrega a Dios.
Los importantes monasterios del mundo que dedican la vida al servicio de Cristo, se han tornado columnas permanentes de transmutación planetaria y eso se divide entre los cristianos, los budistas, y los hindúes.
Dios deposita Su Voluntad en todas las consciencias que se abren a reconocer la verdadera necesidad de estos tiempos.
El mayor acto de transmutación de Cristo fue haberse dejado clavar en la Cruz, eso no significa que ustedes llegarán a ese estado, solo que la corriente de la transmutación se polariza positivamente cuando existe amor por lo que se está viviendo, así el proyecto de la humanidad es reconfigurado cuando existen almas que viven en este tiempo para transmutar como medio de concretar el proyecto de esta raza.
La transmutación es una escuela de servicio silencioso, abnegado y puro, es el primer escalón que hace ingresar a la consciencia hacia un estado de servicio mayor.
Oremos por todos los que transmutan, porque en estos tiempos eso se volverá un ejercicio grupal para las almas.
La fortaleza de los que transmutan es la fe.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Ora por los que transmutan,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Todo está en su Juicio
Queridos hijos Míos:
A través de Mis planes de paz y de oración con todas las almas del mundo, Yo evito que ingresen en el Juicio.
Pero ya todo está en su Juicio...
Como Vuestra Madre, les revelo nuevos proyectos que deben seguir el orden perfecto del Universo y así todos podrán estar dentro de la Ley.
Pero ya todo está en su Juicio...
Evito que las almas sigan sumergiéndose en la oscuridad de estos tiempos y llamo a todas las ovejas perdidas para que retornen al camino de Cristo.
Pero ya todo está en su Juicio...
Todos los días invito a los corazones a que sigan los pasos de la Madre Celeste, así sus pasos en estos tiempos estarán protegidos por la Luz de Mi Maternidad.
Pero ya todo está en su Juicio...
Los corazones se condenan cada día que pasa y se justifican a través de sus acciones, llevando a toda la humanidad hacia el Juicio Universal.
Pero ya todo está en su Juicio...
No hay consciencia, raza, religión ni nación que esté libre del Juicio Universal; por eso Vuestra Madre Celeste los motiva a desarrollar proyectos de luz que estén unidos a la Voluntad Divina para que así no ingresen en el Juicio.
Queridos hijos, la hora que fue predestinada para ciertos acontecimientos está llegando, Vuestra Madre Santísima junto a Sus ángeles destierran las redes del mal a través de los encuentros de oración.
Pero ya todo está en su Juicio...
Las almas no pueden perder la Gracia de convertir sus vidas a través de la sagrada expiación que proviene del Cielo.
Antes de que todo suceda y las naciones enteras ingresen en su Juicio, recen, recen pidiendo de corazón por las necesidades del planeta, para que al menos los ángeles del Universo acudan al llamado de sus voces.
Ya todo está en su Juicio dentro y fuera de los seres humanos; ha llegado el Juicio de la purificación y, al mismo tiempo, el de la evidencia.
Antes de que el Gran Juicio se establezca en el mundo, preparen sus corazones en la adoración; ya todo está en su Juicio, y los corazones no pueden estar distraídos por las cosas de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Reza ahora y siempre ante el Juicio del fin de los tiempos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La paz esté en este lugar y en todos los corazones de la Tierra y que esa paz se propague por el mundo para que Mi Sagrado Corazón triunfe en todas las almas perdidas.
Sean apóstoles de Mi Palabra, discípulos de Mi legado. Adoren a Mi Sagrado Corazón porque el tiempo se aproxima, el tiempo de la gran tribulación; no pierdan el tiempo en otras cosas.
Mi Corazón está lleno de prodigios para todas las almas y deseo en esta hora definitiva, compañeros, que sus corazones y almas sean consecuentes con Mi Corazón, para que así Yo pueda obrar a través de sus vidas, en los actos simples de amor y de caridad.
La humanidad podrá reconstruirse cuando se haya purificado completamente. No habrá otro camino por donde ir, compañeros, sino el camino de la purificación permanente. Mientras eso sucede en cada uno de ustedes, adoren a Mi Sagrado Corazón, que está vivo en Su Divinidad, pleno de Amor y de Misericordia por el mundo.
Deseo, compañeros, que en este tiempo final que están viviendo todos, sus corazones estén atentos a Mis Palabras, y puedan demostrar en sus vidas, las enseñanzas que Yo les traigo en este tiempo final.
No solo los invito a vivir Mi Evangelio, sino también a practicarlo diariamente. Y esto comenzará desde los Patriarcas, cuando en esta hora tan importante recuerden los Mandamientos, los que no deben alterar con ninguna de sus acciones y sentimientos. Porque es verdad, compañeros, que el Juicio final llegará.
Y esto no debe dar miedo a nadie, porque la Tierra entera será transfigurada. Esa hora se está aproximando cada día más, y sus corazones y mentes no pueden estar distraídos por otras cosas.
Creen en sus familias grupos de oración, momentos de adoración y de comunión Conmigo. Al menos, compañeros, háganlo por toda la humanidad que está muy perdida en otras cosas.
Abran las puertas del Reino de los Cielos a través de sus corazones orantes. Sigan los pasos de Luz que Yo vengo marcando en esta última hora y no sigan otros caminos que no son los Míos.
Cada uno de ustedes, compañeros, tiene el potencial de consagración a Mi Sagrado Corazón.
Un potencial, compañeros, es que sus familias se consagren a Mi Corazón y especialmente por aquellos que aún no oran a Mi Corazón.
Necesito construir en sus vidas un templo verdadero y no un templo de dioses paganos. Porque así, compañeros, Yo transfigurando sus vidas completamente, corregirán sus caminos y abrirán las puertas para que Yo pueda entrar en sus corazones.
Escuchen con atención todo lo que Yo les digo. Guarden las palabras en sus espíritus y en sus esencias, para que ellas puedan florecer y después dar frutos para Mi Padre Amado.
Están siendo todos convocados para el servicio mayor, cada cual en su diferente grado de compromiso.
Es importante que aquí se establezca la hermandad. No solo en esta ciudad, sino también en el mundo entero. Será la hermandad, a través de la divina fraternidad, que los llevará a la paz en los tiempos críticos, sabrán en dónde estar en el momento justo y propicio, y no perderán sus caminos por la interferencia de nadie, ni de nada.
Queridos compañeros, vengo en esta noche y a esta región para poder instituir la Fuente de Mi Divina Misericordia, algo en lo cual las almas aún no ponen su atención por estar ocupadas en otras cosas.
Necesito que ingresen a esa Fuente Mayor para que sus vidas se rediman y sus caminos sean enderezados hacia el horizonte de Dios, el Infinito Mayor que viene a su encuentro.
Sigan los caminos que Yo les invito a recorrer, sean Mis apóstoles del Nuevo Tiempo e imiten Mi ejemplo de fraternidad que Yo tengo para con todos los pecadores.
Mi Insondable Amor es el que se aproxima a ustedes en este momento y especialmente para aquellos que hoy no están aquí y que no han recibido la sagrada oportunidad de conocerme nuevamente. Porque es Mi Faz Glorificada la que se aproxima para que todos la puedan reconocer, cumpliendo la sagrada promesa de Mi retorno al mundo.
Yo los preparo para ese momento, aunque no lo parezca. Y recordarán Mis Palabras, una a una, en los momentos críticos para la humanidad.
Los primeros momentos difíciles ya comenzaron en el mundo y la humanidad enfrenta una guerra cruel, que se da sin detenimiento en Medio Oriente.
Mi Corazón está sobre esa situación y espero que sus voces orantes también correspondan a Mi llamado, y oren por los que están solos y perdidos, especialmente por aquellos que están olvidados por toda la humanidad.
Familias enteras cruzan esa crisis y un exilio sin pausa se lleva adelante. ¿Quién fortalecerá a todas esas criaturas en esta hora?
Por eso ofrezco Mi Sagrado Corazón, para que lo puedan sentir y vivir como el gran ofrecimiento de Dios para sus vidas.
Para conocer Mi Corazón, compañeros, que es una dimensión infinita e inexplicable, primero deben amarlo y contemplarlo. Así las influencias del mal en sus vidas terminarán y podrán dar pasos seguros hacia Mi Corazón, porque una sagrada morada los espera a cada uno de ustedes, para que puedan ingresar en confianza y unidad.
Hoy vengo a establecer para ustedes, compañeros, una eterna comunión con Mi Espíritu y Mi Divinidad. Algo que tal vez hoy no comprenderán, porque es un misterio de Mi Consciencia Divina, que encuentro tras encuentro, se aproxima a la humanidad para establecer los nuevos códigos de vida, tan necesarios para este tiempo de la humanidad.
Si estos códigos hoy no estuvieran en ustedes por medio de Mi Gracia, no podrían estar aquí, hoy, Conmigo, ni tampoco podrían escucharme aquellos que ahora me están viendo.
Por eso, Mi encuentro con ustedes es universal.
Muchas Leyes Divinas se congregan en este momento, para intentar, definitivamente, establecer la paz que ahora no existe en el mundo.
Su primer compromiso, compañeros Míos, es vivir la paz en ustedes, en medio de la tribulación y de la oscuridad que circula por toda la humanidad.
Pero si ustedes aman a Mi Corazón, sabrán adorarlo y entrarán plenamente en Comunión Conmigo. Estarán en la Presencia del Padre Celestial y del Espíritu Santo a través de la Divinidad del Hijo Primogénito.
Y así, compañeros, restablecerán las leyes que están perdidas en el planeta, las leyes principales para la humanidad: la de la humildad, el amor, la caridad, el bien, la luz, la hermandad, la fraternidad y el servicio a los semejantes.
Si ustedes, al menos, vivieran una de ellas, gran parte del Proyecto estaría cumplido en sus corazones y no sería necesario que el mundo sufriera por las consecuencias de sus acciones enfermas y de sus impulsos negativos, que cierran las puertas a Dios.
Hoy les traigo Mi Corazón como ofrenda, porque siempre deben recordarlo.
Quien no pasa a través de Mi Corazón, no puede tener vida eterna.
La Comunión con Dios es primero con el Hijo Divino, para después estar en Comunión con el Padre Celestial; así, los acontecimientos en el mundo no se precipitarán.
El mundo está buscando que eso suceda y la humanidad lo propaga de una forma indiferente, desenfrenando las leyes y no llevando la vida espiritual con seriedad.
Todos los caminos que siguen otros creyentes terminarán en Mi Corazón. Eso será así en el fin de los tiempos, en este fin de tiempo que ustedes están atravesando.
Hoy les traigo revelaciones del Cielo, ante la infinidad de Mi Divina Misericordia, para que algo se mueva en sus corazones. El Padre Celestial espera por cada uno de ustedes, que sientan el amor de sus corazones y el alivio, y no tan grande indiferencia.
Esta ciudad, compañeros, tiene la misión espiritual de servir al Reino Animal, un Reino ultrajado por la humanidad, que alimenta los placeres y la gula en todos los hombres, no respetando las Leyes de la Creación.
Si hoy salieran de aquí con atención, encontrarían el servicio en cada punto de esta ciudad, sobre todo con los animales que están sueltos, que no reciben el cariño de las almas, el amor verdadero de los corazones que debe sanar todas las heridas en este Reino, semejante al suyo.
Si la sangre de los animales no corriera sobre el mundo, no habrían guerras en el planeta y las almas serían llevadas rápidamente a la reconciliación con Dios.
Al menos los invito, compañeros, a orar por la Creación, por todo lo que fue manifestado para esta humanidad por las Manos Creadoras del Padre.
Ustedes saben, compañeros, que todo está siendo destruido y esto hace doler profundamente al Corazón de Dios.
Si ustedes se animan a servir a los Reinos Menores, especialmente aquí al Reino Animal, ¿qué podría hacer Dios con su servicio? Obras maravillosas de redención y de paz para todo un pueblo que no lo merece.
Yo les traigo la consciencia de la Verdad para que la aprendan a vivir. Ya no es tiempo, compañeros, de que estén engañados, porque el tiempo sigue pasando y las almas se pierden en la ignorancia por no descubrir la Verdad.
Acepten Mi Corazón y Mi Corazón los llevará a encontrar el servicio, en perfecta comunión con toda la Fuente Creadora y también harán triunfar Mi Sagrado Corazón en los Reinos de la Naturaleza.
Elevemos al Padre las intenciones más puras para que Él las escuche en Su profundo Corazón.
Y para que eso sea posible, compañeros, ofreceremos a Dios la Comunión: el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que fue el primer cordero mutilado, martirizado y herido por los pecados del mundo, que se entregó a ustedes en el matadero del mundo para salvar a todas las almas a través de Su preciosa Sangre, de Su Sangre redentora y liberadora.
Sé que sus corazones aún no están limpios para recibirme. Por eso, a través de Mi Gracia, que hoy concedo a las almas, pidan perdón a Dios y caminen en la fe, para no equivocarse nuevamente.
En esta oferta que hoy Me hacen, reciban los Códigos de Mi Luz y transfiguren sus vidas con el impulso del servicio y de la oración, para que triunfen los Sagrados Corazones en toda la humanidad.
Padre Nuestro...
Comulguen Conmigo en la esperanza y reciban Mi Misericordia como la última chance para la salvación.
Yo los bendigo a pesar de todas las cosas y de las acciones de la humanidad.
Alegren sus corazones por esta oportunidad y santifiquen sus vidas, respondiendo al Sagrado Llamado de su Rey.
Vayan en paz y sigan en paz, viviendo la paz por el mundo, como un compromiso mayor.
Mientras Me elevo, compañeros, para volver a encontrarlos en una próxima instancia, pronuncien y canten el Pater Noster.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Pater Noster...
Fray Elías:
Hermanos, después de este encuentro con Cristo los invitamos a llevar Sus palabras en el corazón y que en otro momento también las puedan repasar, porque cada vez que se aproxima la Jerarquía Divina a un lugar como este, trae un mensaje especial para cada ciudad. Algo que nos invitan a vivir y a cumplir simplemente, porque Ella recuerda y sabe que nosotros somos hijos de Dios. Por eso los invitamos a que lleven estas palabras en el corazón y a poder practicarlas como Él nos pidió en esta noche.
Querido Mío:
No acongojes tu corazón por lo que aún no has conseguido realizar o trascender.
Quiebra las barreras de la inercia y de la ilusión a través del poderoso fuego de Mi Corazón y espera, en vigilia, porque todo se realizará.
Acompáñame en la meta de tornar tu vida un pequeño templo sagrado mediante la purificación de tus actos, sentimientos y pensamientos. Todo tiene su ciclo, es inútil que te apresures para ver los resultados.
La paciencia es la llave maestra de los perseverantes y de los inocentes. Cuando no puedas abrazar la transformación, escóndete en Mi Inmaculado Corazón y confía, bajo Mi Manto te vuelves invisible.
Camina a Mi lado tomándote fuerte de Mi mano y sintiendo, en cada paso que das, que Yo te enseñaré a superar todos los abismos de la consciencia.
El verdadero discípulo debe conocer su propia condición humana para aprender a amar más allá de las condiciones humanas de los otros.
Deja que el fluir de Mi llamado te haga sentir seguro del camino que recorres, porque el fracaso no existe para Dios, solo existe la falta de amor en los que aún no aman.
Vivir la escuela de la redención es un propósito para todos los autoconvocados. Deseo que tu corazón se purifique hasta ser tan puro como lo es cuando te acercas a Mi materno Corazón.
No dejo de atender a los que necesitan una ayuda especial, todos son hijos predilectos para Mí. Que el camino de la transformación sea el escalón para que algún día tu alma se convierta en Cristo.
¡Adelante! Sigue adelante y sin desánimos, la humanidad al fin se consagrará por el triunfo de Mi Corazón Inmaculado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Reunidos en el santo Cenáculo después de la Resurrección de Vuestro Señor, veamos los preciosos misterios de Redención y de Misericordia que Mi Amado Hijo fue manifestando durante Sus apariciones a los apóstoles y seguidores.
Sientan en el corazón la alegría de estar sirviendo a Dios, así como Mi Hijo la sintió desde el momento de Su encarnación en el mundo.
Acepten con valentía todo lo que el Señor les envía como Gracia de instrucción y aprendizaje interno para los corazones. Vivan verdaderamente el camino que Mi Amado Hijo les ofrece, vivan el camino de la santidad y de la paz en un tiempo crítico y oscuro.
Vuestro Pastor es esa luz infinita y poderosa que iluminará sus pasos; sigan en obediencia Sus designios y así aprenderán a vivir en la Jerarquía.
Esperen el momento de purificación que les tocará vivir, no como una dificultad sino como el esperado momento de dar un paso en la consciencia.
Hijos Míos, imiten el ejemplo que les ha dado Cristo y crean que, en el fin de este ciclo planetario, la entrega de cada apóstol de Él definirá las Gracias para toda la humanidad.
Yo los acompaño en este sagrado desafío como la Madre de la Humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los reúne en el Sagrado Cenáculo del Señor Jesús,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras estoy presente, recapaciten en todo lo que Yo les dije en estos últimos días, y definan sus vidas en Mi Corazón Misericordioso, que se abre como manantial inagotable para las almas sedientas del Amor de Dios.
En este día los preparo para mañana, en Mi última Cena, donde reviviremos el gran misterio de Mi Divinidad y de Mi Agonía, antes de la Pasión.
Mi Corazón se ofreció completamente por cada uno de ustedes, y Él, nada perdió.
Estoy ante ustedes como ante el pueblo de Dios, que se reúne como un solo rebaño para recibirme en esta Semana Santa.
Ya ungí sus pies, bendije sus cuerpos, purifiqué una parte de sus vidas y los acerqué aún más al Corazón de Mi Padre, para que siendo renovados por Mi Espíritu, puedan sobrevivir en esta transición que se aproxima, la cual deben amar aunque no la comprendan ni la conozcan, porque el mundo tiene que purificarse, compañeros, para así poder encarnar una nueva humanidad, y escribir una nueva historia en los libros sagrados del Cielo, a través de este cenáculo que hoy viviremos y de esta bendición que propagaremos para la bienaventuranza de todos.
Eleven nuevamente sus intenciones para que Mi Padre las pueda escuchar, y así, contemplar en Su Misericordia infinita todas las necesidades de Sus hijos en el mundo entero.
Ustedes saben, compañeros, que hay almas que sufren más que ustedes en esta hora planetaria; por eso la obra en la que están todos ustedes debe tener una continuidad, y no vacilar.
Mi Santa Madre les entregó las bases para realizar esas obras, basada en la integración de la fraternidad y en la unidad de los seres de la Tierra que se congregan en Mi Nombre para servirme, y así, servir a Mi Padre que está en los Cielos.
No quieran nada para sí, sino todo para los demás, así encontrarán su libertad en la donación simple de las cosas, y en la expansión absoluta del amor de sus corazones.
¡Ay, amigos Míos! Cómo me gustaría que Me escucharan muchos más, así como Me escuchan ustedes con el corazón abierto, y con la preparación que Yo les imparto para vivir el fin de los tiempos.
No dejen su trabajo espiritual para atrás, nunca lo permitan. Caminen en confianza hacia Mi Corazón y así podrán vivir todos los días la renovación espiritual de sus seres internos.
Ahora Yo les mostraré un ejemplo[1]:
Este es el mayor secreto de Mi Amor por el mundo.
Esta es la revelación perfecta del Amor de Dios para con todas sus criaturas.
Quien la contempla se salva.
Quien la interioriza, encuentra la liberación de su espíritu de todas sus formas.
Quien ama al Santísimo revive Mi Pasión y la abraza como su trabajo interno.
Esto fue, compañeros lo que Yo entregué para los doce y para toda la humanidad.
En el plano material, Yo les muestro Mi Presencia.
Dichosos de aquellos que creen en eso y lo viven permanentemente.
Este es el portal por donde ustedes pueden pasar todos los días y dejar para atrás sus costumbres y hábitos mundanos para elevar sus espíritus, lo que los liberará.
Quien cruza a través de esta Santa Custodia hacia el Reino de Dios, se fortalecerá y nunca se sentirá perdido.
Esta es Mi Expresión de Amor por el mundo y se los repito, para que lo puedan sentir como verdadero y puro.
Aquí esta Dios presente con toda Su Conciencia, pequeño y semejante a ustedes, vivo y resplandeciente, como los corazones humildes.
Este es el símbolo de Mi Patriarcado, este es el emblema para Mis legiones, para los adoradores de Cristo y de Su Santa y Viva Faz.
Este es el alimento para los hambrientos.
Es la luz para los que están en la oscuridad.
Es la solución para las dudas, la claridad para las incertidumbres, la fortaleza para los que están ciegos y no Me pueden ver.
¿Quién querrá adorarme así como los ángeles Me adoran, todo el tiempo?
No Soy algo desconocido para ustedes, por eso encarné en el mundo y les di el mayor testimonio de Dios para toda la humanidad.
El día miércoles, después de haber vivido Mi mayor agonía por amor y de haber soportado todos los pecados que hasta los días de hoy las almas cometerían por ignorancia y perdición, antes de la última cena, Me retiré en el silencio del corazón.
Yo vengo a revelarles, compañeros, esa luz que Yo Soy, para todo el Universo, ese símbolo salvador para las almas que buscan la salida y que no encuentran en su camino ninguna verdad.
Vean al Hijo de Dios resplandeciente en este Misterio, previo a Su Pasión del viernes.
Cuánto amor se reflejó para cada uno de ustedes en aquel tiempo, y aún está vivo a través de los corazones y de todas las generaciones que viven a Cristo en su interior.
Este es el compromiso de todos los adoradores que quieran asumir en sus vidas el equilibrio del planeta y de la humanidad, en este tiempo de caos: Adorar al Santísimo Cuerpo de su Maestro hasta los últimos días de la batalla.
¡Cuánto amor hay para derramar a través de este Santísimo y de este símbolo de paz!
¡Cuántos corazones podrían ser aliviados, si solo Me miraran con simplicidad y devoción!
No vengo a instaurar almas fanáticas, sino espíritus en permanente contemplación y elevación hacia lo alto; espejos de Dios vivos sobre la superficie de la Tierra que retransmitan a través de sus almas los impulsos Divinos de este santo símbolo: ser espejos de la paz, ser luz entre la oscuridad y las tinieblas, ser amantes de Mi Amor Misericordioso y Pacífico.
Asuman en sus vidas este legado, porque hay almas que han venido a este mundo para realizar esta, Mi Voluntad, de adorarme todo el tiempo.
En la mesa de la última cena instituí este Principio de Dios en el mundo y para todas las criaturas.
Mi Corazón se entregó por ustedes, y se ofreció como una gran eucaristía viva de carne, sangre y agua, para que las almas pudieran salvarse bajo la intercesión de su Señor.
Y hoy impongo aquí, compañeros, la bendición de la Santísima Trinidad sobre este arquetipo, este símbolo de paz para el mundo.
Quien camine detrás de él será una chispa para el mundo, resplandeciendo en los abismos.
Quien viva por Cristo encontrará la paz y nunca perecerá, cuando su confianza sea más grande que sus miedos y que todas sus pruebas.
Ahora hijo, muestra al mundo lo que Yo Soy.
Dejen depositado en este símbolo sus aspiraciones; en verdad nunca los abandonaré, porque quien está en Mi nada teme y tendrá vida eterna.
Los bendigo, hijos, con Mi Luz y con Mi Paz.
Coloquen sus rostros sobre Mi Corazón resplandeciente y sientan el amor que los conforta en esta hora de entrega y de renuncia por el mundo.
Ustedes se consagraron a Mí, y Yo Me complazco por eso.
Ustedes dijeron que sí y Yo los acepto, en imperfección e inmadurez, porque no veo sus miserias, compañeros; solo veo todo lo que el mundo puede dar cuando caminan en la trascendencia y se confirma en la fe de servir a Dios hasta el final.
En el nombre del padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Y aun cuando estoy presente, espero que sepan contemplarme en la continuidad de su amor y de su devoción por Mí, porque lo único que deseo, compañeros, es la redención de sus vidas y la pacificación de sus corazones, en ustedes y en sus semejantes.
Elevemos al Padre del Cielo este ofertorio de hoy, que acoge Mi Corazón Misericordioso, y sientan la paz, solo la paz de vivir en Dios.
Quien está en Dios, nada teme
Quien está en Dios, no retrocede,
Quien está en Dios vive del amor de Dios,
Esta es la fuerza de hoy.
En Dios, en Dios, en Dios. Amén. ( x3)
Incienso.
En la oferta del incienso, compañeros se encuentra la purificación del espíritu y del alma, y de cada parte de los cuerpos que se alinean con la luz para elevarse.
Agua,
El agua es el símbolo de la purificación de toda la materia, es la castidad de Dios manifestada a través de este elemento sagrado, es el bautismo para todos los que deben renovarse.
Aceite.
En el aceite se encuentra el remedio para los enfermos de espíritu, la renovación por obra de la Gracia, y los objetos sagrados que dibujan la elevación de las almas por medio de la contemplación y de la adoración, son la conexión perfecta para los seres.
Instituyo el código de Mi Divina Sangre.
A través de MI Cuerpo instituyo la esencia de Mi Alma glorificada.
Segundo día de intenciones bendecidas por Mi espíritu.
Se recita el Padre nuestro en arameo y se leen y responden algunas intenciones.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
A pedido de Cristo y por todas estas intenciones escucharemos “Páter Noster”
[1] Fray Elías pide que traigan el Santísimo.
Queridos hijos:
Que en este día de Mi Inmaculada Concepción, los corazones desesperados de Medio Oriente puedan recibir un rayo de Mi Gracia a través de las obras de caridad y de servicio que Mis misioneros de la paz están llevando adelante.
Queridos hijos, en este día en el que vuestra Madre Celeste reveló al mundo Su Inmaculada Concepción, quisiera pedirle a cada uno de Mis hijos que recuerde su pureza original latente en lo profundo de su espíritu. Es esta sagrada pureza original, que la mayoría de Mis hijos perdió como consecuencia de las guerras y de los exilios hacia regiones lejanas.
Hijos Míos, pero aún en el mundo todos los que oran a Mi Inmaculada Concepción mantienen viva esa pureza que Dios concedió desde el principio a cada uno de ustedes.
Queridos hijos, trabajen todos los días sin demora, para que algún día la entrega y la ofrenda de ustedes sean el testimonio de su pureza original ante Mi Hijo.
Deseo que a través de las misiones humanitarias no solo se recuperen los valores de la dignidad humana, sino también los valores espirituales de la pureza original. Y eso lo conseguirán cuando en sus seres se refleje la presencia espiritual del Padre Celestial por medio del amor, del servicio, de la fraternidad y de la entrega que todos son llamados a vivir en el nombre de Mi Hijo.
Hijos Míos, mientras la misión en Turquía continúa, quisiera que los misioneros de la paz llevaran estampado en sus corazones la llama rosa de Mi Amor, la llama divina de vuestra Madre, la que los conducirá a encontrar la pureza original en sus seres.
Mientras el mundo se está purificando, es necesario que existan almas pacificadoras que irradien la pureza original del Creador a través de los actos fraternos de servicio y de amor al prójimo.
En todo esto existe un gran propósito: recuperar la inocencia que la humanidad perdió por ignorancia y por error. Es así, queridos hijos, que las misiones humanitarias serán un puente directo a la vivencia del amor y del perdón que le falta al mundo entero.
Hoy los bendigo universalmente desde el Santuario de Notre Dame de Lourdes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Mis queridos hijos:
La indiferencia en esta humanidad, reflejada en la falta de servicio de unos con otros, es la causa del abandono de los pobres, de la marginación de los que están presos, del dolor de los sometidos y del aborto de las madres del mundo como una moda en estos tiempos; y todo esto es la causa cruel de las guerras.
Para que el mundo tenga paz en su interior y se la merezca, el esfuerzo, el sacrificio y la renuncia a todo lo que siempre creyó que estaba bien, deberán ser muy grandes ante el Reino de Dios.
El universo sabe que no todos tendrán la consciencia lo suficientemente despierta para percibir que es urgente cambiar dentro de sí. Por eso, queridos hijos, vendrán los tiempos de purificación del planeta, de los Reinos de la Naturaleza y de la humanidad.
El aviso ya fue entregado, y muy pocos en este mundo actual reconocen que es mejor cambiar a tiempo que cambiar en un profundo dolor, camino que la humanidad siempre escogió.
¿Cómo hacer para cambiar a tiempo?
Sirvan, dónense, entréguense, no critiquen, no juzguen, no incomoden, no se mientan ni tampoco mientan a los demás, no transgredan las leyes básicas de la vida, sean generosos, sean pacientes, sean amorosos con los demás, sean pacíficos y ayuden con alegría, siempre y cuando los llamen a servir; así, percibirán que no estarán perdiendo el tiempo con otras cosas y que todo poco a poco se convertirá.
Es por eso, hijos Míos, que el universo promueve el servicio a través de las misiones humanitarias para que todos perciban cuánto se alejaron de servir al prójimo y de estar disponibles todos los días para lo que sea necesario.
Las misiones humanitarias son una forma de recordar el principio fundamental del apostolado de Cristo en estos tiempos. El servicio humanitario cura la indiferencia que los seres tienen por todo lo que los rodea. El servicio humanitario es una forma de equilibrar las faltas graves que hoy comete la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los cura,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Fraternidad, Unidad con Dios, Fe y Esperanza son atributos que siempre deben reinar en el corazón humano.
Partiendo del principio de la Unidad de Dios, que en la diversidad de la manifestación de Su Consciencia jamás dejó de ser Único, vivan ustedes también la unidad entre sí como un único cuerpo perteneciente a la Consciencia Divina.
El Creador se multiplicó y se expandió en diferentes formas de vida, de expresión, de manifestación, para que Su Perfección se hiciera vida y materia, para que el Amor que Él expresa en Su Espíritu Divino pudiera tornarse carne, mente, sentimiento, alma, espíritu, vibración y sonido, para que no hubiera límite en la manifestación de Su Amor.
Dios impregna todo lo que fue creado y a todas las criaturas les da la oportunidad de ser semejantes a Él. Conscientes de los Principios del Creador, ustedes deben imitarlo. Que el amor se multiplique en sus corazones, que se exprese de diferentes formas, con palabras, oraciones, silencio, acciones, con comunión interna, espiritual o física, a la hora de recibir la Eucaristía.
Como grupo, exprésense como la Consciencia de Dios: muchas formas de vida, muchas formas de servir, infinitas posibilidades de amar, pero todo eso sin perder nunca la unidad.
Aunque las criaturas existentes sean tan diferentes unas de las otras, eso no hace desaparecer de ninguna de ellas la esencia que las une en la semejanza divina con el Padre Creador.
Les digo todas estas cosas porque es hora de la unidad, de la reconciliación, de la fraternidad como puentes para el amor.
Las diferentes misiones que hoy se están llevando adelante indican el camino que cada uno debe recorrer en su día a día: superar las diferencias entre razas, culturas, idiomas, naciones, religiones, para vivir, como humanidad, la Unidad con Dios.
Sean conscientes de que llegará la hora de unir sus consciencias en un único propósito: ofrecer a la Tierra paz y reconciliación.
El sufrimiento del corazón humano hace que se venzan las barreras para amar, y la necesidad de encontrar la paz los une.
Tanto en Medio Oriente como en Chaco, comprenderán lo que la purificación material, mental y física, causa en la consciencia humana. Deben estar delante de estas situaciones tan extremas no solo para auxiliar, sino también para aprender. Entonces, con ese aprendizaje en la consciencia, deberán preguntarse si realmente es necesario que pasen por semejantes purificaciones para que aprendan a vivir el amor, para que busquen la unidad con el prójimo, para que trasciendan las diferencias y caminen rumbo a la concreción de los Planes de Dios como una única raza.
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El dolor los hace buscar el amor, aunque la posibilidad de amar existe dentro de sus corazones, latente como una condición natural del ser humano. Solo es necesario que salgan de sí mismos y se entreguen a la búsqueda de ese Amor Crístico, verdadero; amor que une los universos, amor que destraba la evolución, amor que los asemeja a los ángeles y les permite retornar a Dios.
Delante de las situaciones de Medio Oriente y de Chaco, reflexionen profundamente y hagan sus elecciones: esperar los tiempos de caos o aprender a amar desde ya, rindiéndose a la Gracia de la Unidad con Dios.
Su padre y compañero de siempre,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Que en estos tiempos de caos y de guerra en el mundo, sus corazones puedan vivir en el Espíritu de Mi Paz, así Yo tendré donde depositar Mis divinos dones, aquellos que reorganizarán a toda la Tierra.
Que para estos tiempos difíciles que todos están enfrentando, su esmero de elevarse al Cielo y de quedarse allí sea permanente, para que de esa forma Mi Hijo encuentre refugios internos seguros donde poder obrar y estar presente en esta era de intensa transición.
Queridos hijos, que sus ojos estén mirando a los Míos, para que a través de la mirada celestial de Vuestra Madre sientan la paz y la serenidad para seguir adelante hasta que se cumpla el Proyecto del Creador en esta raza.
Queridos hijos, que en el tiempo de su purificación, la oración junto a la unión interna con Cristo sean la llave maestra, con las que se podrá establecer un nuevo principio de hermandad y de luz para el mundo.
Hijos Míos, al abrir sus ojos para mirarme, reciban de Mi Espíritu, el gozo y la santa plenitud de servir a Dios a pesar de los tiempos cruciales.
Animados a vivir una sagrada transformación, queridos hijos, les dejo el impulso divino para que día a día persistan a través de la fe, y sus almas finalmente alcancen a realizar la tarea que en este tiempo vinieron a cumplir.
Hoy estoy con los más necesitados de apoyo espiritual, estoy con todos Mis hijos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Paz y Luz para todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Si la piedad no existiera, el mundo ya estaría perdido, no solo por la acumulación de sus pecados, sino también por las artimañas realizadas por Mi adversario. Pero él sabe que Yo puedo pisar su cabeza con Mis pies y teme que eso pueda suceder.
La Compasión de Dios supera toda falta o maldad. Es en la escuela de la compasión que los necesito presentes para que aprendan a amar a sus semejantes más allá de sus errores. Eso ayudará a que ellos curen las heridas espirituales del pasado.
Hoy, vengo a mostrarles que nuevamente la Divina Piedad los salva, los rescata y los redime. En estos tiempos, Mi adversario activa sus planes contra sus enemigos, contra todos los promovedores de la paz. Por eso, deberán estar preparados en oración y en vigilia. Esto es parte del Armagedón, de su primera fase que es desconocida por la humanidad, ya que nunca lo ha enfrentado.
Todo saldrá a la luz, las cosas más profundas y escondidas se purificarán; para lo que deberán prepararse, sin ansiedad ni miedo, con paciencia y armonía, a pesar de las propias adversidades o de los abismos.
Una verdadera madre nunca abandona a Sus hijos, los acompaña de cerca con ojos de sabiduría y discernimiento.
Hijos Míos, dentro de ustedes, aspiren a que toda purificación pase pronto, para que finalmente pueda nacer el ser espiritual.
Mientras, continúen en oración, no teman por nada. En verdad, conocerán lo que nunca conocieron de ustedes mismos y verán lo que nunca vieron de sí mismos.
Dios permite todo esto para que, de una vez y para siempre, ingresen en Su Reino Celestial, en pureza y amor.
Nunca les faltará ayuda, aquí estamos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los vigila, en amor y compasión,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Los tiempos venideros serán tiempos de purificación, aunque también de forma extraordinaria serán tiempos de Gracia. Espero que cada uno de ustedes, después de haber conocido la obra de Mi Corazón Inmaculado, se anime a confiar plenamente en ese misterio que nace de Mi Espíritu de Madre.
La Gracia de Dios será la fortaleza, la Gracia Divina será la que ayudará a esta humanidad para que dé los pasos tan esperados por Mi Hijo.
La Gracia de Dios proviene de la Misericordia Divina y será la Gracia plena la que vencerá a todos los pecados capitales en los que hoy vive la humanidad de forma libertina y que no tienen fundamento, son creaciones que estimulan la perdición de las almas en el camino del Propósito.
Hijos Míos, entréguense a tiempo a la Gracia de Dios, para que también la fuerza indomable de la pureza original haga crecer en sus vidas los verdaderos principios de la evolución de la humanidad.
No dejen de defender su unión interna con Cristo, porque Mi adversario la intentará destruir, pero si llaman por la Gracia de Vuestra Madre Celeste podrán estar protegidos por el invisible manto de luz de la Madre del Mundo.
Queridos hijos, a través de los mensajes siempre les entrego un poco de Mi Gracia, la que los conforta y los sostiene para seguir adelante.
No se amedrenten, el Reino de Dios viene en auxilio de quien lo implora. No están solos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva a la Fuente de la Gracia de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy vengo a tenderte Mi mano de Madre para ayudarte, pues eres Mi hijo, eres Mi propósito de redención. Por eso en este día abro la puerta hacia el manantial de Mi Gracia, que es la esencia que concede el perdón a las almas que lo buscan.
He venido para tenderte Mi mano para que te sientas seguro por donde caminas, así te apartaré del abismo que es generado por los pecados de la humanidad y de donde muchos aún no consiguen salir. Quien ora de corazón y lo pide estará a salvo, Mi Corazón es un don de expiación para todos los corazones de la Tierra.
Anímate a tomarte de Mi mano de Madre, vengo para alentarte, para llevarte por el sendero seguro de la redención. Si vienes Conmigo te purificarás y estarás limpio para presentarte ante el Señor. Sigue Mis pasos en confianza, hoy te tiendo Mi mano para que la tomes fuerte; nada perderás, solo dejarás atrás el pasado que te acongoja.
Si tomas consciencia de lo que haces, asumes caminar Conmigo por el sendero de la purificación. Acepto tu ofrecimiento de entregar la vida. Acepto tu aspiración a servir al Plan de Mi Hijo.
El mundo cruza el ciclo de una dura batalla, atraviesa todos los abismos para purificarse del mal ocasionado durante siglos. Por eso vengo para tenderte Mi mano de Madre porque así encontrarás el camino para tu liberación interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los cura espiritualmente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sé que las fuerzas que emergen de su interior en purificación y transformación a veces son tan fuertes que ciegan sus ojos al amor y al perdón.
Sé que después de eones de existencia alimentando orgullos y vanidades, poder y posesiones, es muy difícil para la consciencia en evolución decir sí a un aprendizaje de humildad, cuando él se precipita en sus vidas.
Muchos son los que dicen querer ser humildes como el Señor en Su pesebre de Belén, pero, delante de las pruebas que Dios envía, reaccionan y no solo no las aceptan con humildad, sino que también se ofenden profundamente y buscan una forma de atacar a aquellos que sirvieron de instrumentos, de manera inconsciente, para que Dios los probase, como hasta entonces pedían.
Comprendan, queridos compañeros en Cristo, que el Señor no puede permitir que todo se les entregue sin colocar en sus vidas las pruebas que consolidan el propósito crístico en su interior.
Después de recibir tantos impulsos del Cielo, cuando ustedes fueren menospreciados, humillados, calumniados o maltratados, según la comprensión de cada uno, simplemente reciban la oportunidad como dádiva celestial y, sin miedo, dejen que las estructuras del orgullo caigan por tierra, frente a sus pies.
Sé que muchos perciben que no pasaron las pruebas que Dios les envió y que las resistentes estructuras del orgullo fueron mayores que su aspiración a la humildad, pero no importa, porque no les pedimos perfección, sino persistencia.
Ahora, levántense del abismo de la ignorancia y reconozcan su propio aprendizaje; colóquense delante del Padre disponibles para nuevas enseñanzas y prosigan.
Quiero que comprendan algo de una vez y para siempre: la humanidad necesita de sus ejemplos de humildad, códigos que se extinguen de la consciencia humana porque las reacciones y las contestaciones ya son muy conocidas por todos.
Cuando alguien los coloque delante de una situación de humillación, acéptenla con humildad, porque, independientemente de quién tenga la razón y de si esa situación es justa o injusta, el Señor espera que Sus soldados bajen la cabeza y venzan la batalla, derribando el orgullo y viviendo la humildad.
Acuérdense de lo que hoy les dije y estén atentos a las situaciones de la vida, porque si dicen sí al camino crístico, no pueden esperar otra cosa sino imitar a Aquel que fue humillado, rechazado y puesto en una cruz, para que aprendan a perdonar a la humanidad y para abrir el caudal de Su infinita Misericordia para el mundo.
Yo los bendigo y los espero dispuestos a recomenzar sin miedo de equivocarse, porque solo con la experiencia del error y reconociendo las propias fallas es que podrán ayudar y advertir a otros.
Yo los amo y los acompaño siempre, día a día, paso a paso.
San José Castísimo
Queridos hijos:
El advenimiento de Cristo está próximo, por eso conscientemente preparen vuestro mundo interior para poder recibirlo.
En este mes especial de Su Natividad sagrada, Mi Hijo, el que estará por nacer espiritualmente en ustedes, traerá un impulso interior para los que sepan reconocer la importancia de vivir ese momento bendito.
No habrá en este momento nada que los pueda separar de Su Corazón Santo. Todas las veces que para ustedes fue difícil y costoso mantener esa sagrada unión con Cristo, durante esta Natividad eso se volverá posible.
Es por eso, Mis hijos, que hoy los llamo para que despierten del letargo en donde el enemigo a veces los ha colocado, para que no puedan participar de la vida divina. Necesito, Mis valientes, que inviten con vuestro entusiasmo a todos los que se olvidan de Cristo y principalmente a las almas que lo sustituyen por el placer y el conformismo.
La vida pagana debe desaparecer de la consciencia humana, por eso en estas fechas de navidad las Jerarquías Angélicas y Arcangélicas, trabajarán para que las almas cada vez más despierten al camino de la perfección y al tiempo de su purificación.
Queridos hijos, todo el universo celestial se prepara para retirar las vendas de vuestros ojos y para que vean que la vida superior siempre los aguarda, mismo cuando estén purificándose ustedes mismos.
En este día que quede grabado en vuestras consciencias el momento de vivir una oportunidad divina que es concedida por el propio Cristo, Mi amado Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los espera para estar alrededor del sagrado pesebre de luz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Paz es un don divino en el corazón de aquellos que confiaron sus vidas al Padre Altísimo.
La Paz en la vida espiritual proviene de la renuncia a todos los reAsultados de sus obras. Por más que el corazón se esfuerce para trascender sus propios límites, en pro del cumplimiento de la Voluntad de Dios, él no se apega a los resultados ni en sí, ni en los demás ni en ninguna cosa.
En estos tiempos, para no desgastar el corazón ni el ánimo de seguir adelante, deben mantenerse en paz y cruzar los días de conflicto interno y de purificación con cierta confianza en el porvenir, y no tan involucrados con la transición que ustedes o los otros viven.
Dios les dio la oportunidad de purificarse bajo el don de Su santa Paz, al amparo de Sus Centros Marianos y en una época en la cual el caos aún está comenzando su ciclo de expansión.
Dichosos los que se valen de las dádivas entregadas por Dios, porque Él espera que, en un tiempo próximo, no estén recorriendo más los caminos básicos de la propia transformación, sino que ayuden a los que tendrán que soportar el brusco despertar que vivirán y los cambios internos y externos que sucederáncon violencia, por decirlo de algún modo, en todo el planeta.
Sean más simples, no Me cansaré de decirlo, porque cuando descubran el don de la simplicidad, no enredarán más sus propias consciencias en las cosas cotidianas de la vida y no perderán energía espiritual con conflictos que serán, de ahora en adelante, el diario vivir de la consciencia humana y que, inclusive, crecerán en intensidad.
Todo depende de aquel que pasa por la purificación y de los que están a su alrededor. Si aprenden a vivir todo con naturalidad y sin espanto, podrán ayudar para que el proceso de cada uno sea menos doloroso.
No les digo que sean indiferentes delante de las pruebas que ustedes o sus hermanos viven, sino que traten de ofrecer el bálsamo de la simplicidad y de la paz en esas situaciones, reconociendo con madurez lo que debe ser transformado y disponiéndose a la limpieza del propio lodo interior.
Sé que existirán reacciones internas y externas que ustedes no podrán controlar y solo tendrán claridad sobre ellas cuando, en un momento de mayor lucidez, reflexionen sobre lo que les sucede. No piensen que no hay solución para lo que viven, sino, poco a poco, intenten no envolverse tanto con los propios procesos.
Sean más directos e, inclusive, más fríos consigo mismos. Perciban un error e intenten transformarlo. Al reconocer que cayeron y solo lo advirtieron cuando estaban en el suelo, levántense y continúen caminando, pues más adelante podrán abrir los ojos a otros para que eviten tantas caídas.
Sirvan y sacrifíquense con paz y valentía, porque el servicio abnegado los ayudará a descubrir la verdad de la magnitud del Plan de Dios y que, en el mundo e incluso a su alrededor, existen mayores necesidades que las suyas y mayores problemas que los de su purificación.
Amen los tiempos en que viven, con la certeza de que el triunfo de Dios en sus vidas se gestará a partir de esas transformaciones que, a veces, son incómodas, pero que siempre valdrán la pena.
En la simplicidad de Mis palabras les dejo Mi paz, para que reciban de Mi Espíritu Divino todo lo que necesitan para consagrar la materia.
Todo sea en pro de la manifestación de la Voluntad de Dios.
San José Castísimo, pacificador y simplificador de los corazones humanos
Queridos hijos:
En este mes de diciembre que comienza, sus corazones solo deberán buscar restablecer esa unión interna y espiritual con Cristo, a través del advenimiento del sagrado Nacimiento de Jesús.
Será importante que en los días de diciembre, antes del 24, cuando se celebra la víspera del Nacimiento bendito de Mi Hijo Jesús, sus consciencias estén colocadas en la real necesidad de atraer hacia el mundo el Espíritu de la Paz que ya no existe.
En verdad esta Navidad que se aproxima será diferente para todo el mundo, porque la humanidad está enfrentando un ciclo de altas resistencias al cambio, cambio tan esperado por todo el universo.
Diciembre será un mes en el que todo se potenciará, desde adentro hacia afuera, y eso no podrá ser evitado; pero si sus corazones, a través de la oración, van preparando ese camino de purificación y de trascendencia, harán el proceso de cambios un poco más liviano.
Si las almas colocaran su atención en el misterio del Nacimiento de Cristo, en verdad se abrirían muchas puertas hacia el camino que todos están necesitando realizar y llevar adelante.
Cuando digo, hijos Míos, que esta Navidad será diferente es porque en verdad es urgente que la consciencia de la humanidad se adhiera a vivir una profunda transformación que refleje el equilibrio tan necesario para el planeta y toda la raza.
A partir del 8 de diciembre, día dedicado a su Madre Santísima, la intervención divina estará descendiendo sobre el planeta y se derramarán impulsos en aquellos corazones que estén en oración y sintonía con el Universo Celestial.
Una forma de amnistía se concederá como Gracia a aquellas almas que en verdad hagan un mea culpa, un acto de arrepentimiento y de perdón.
Su Madre Celeste tendrá una misión especial en ese día. Por eso, desde ahora, con amor y consciencia preparen el camino para que Cristo pueda retornar a ustedes el 24 de diciembre, así el planeta tendrá un tiempo más de paz y de sosiego.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En preparación y oración, los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando del propio interior comience a emerger todo aquello que por eones estuvo oculto en la consciencia humana como códigos que degradan el Proyecto de Dios, muchos podrán desestabilizarse interna, emocional y psíquicamente, dependiendo del vínculo de cada consciencia con esas informaciones y de la forma como ella fue equilibrando, a lo largo de su existencia, los códigos negativos con experiencias positivas.
Cuando llegue ese momento, queridos, solo les restará abrir el corazón y confiar en aquellos, más equilibrados, que ustedes tendrán al lado para auxiliarlos. Deberán aferrarse fuertemente a la humildad para pedir ayuda y dejarse guiar. Deberán también aferrarse a la fraternidad, en caso de que tengan que ayudar a otros.
El desarrollo del amor será una oportunidad entregada por Dios en cada instante de sus vidas, sobre todo en los momentos de la transición interior de cada ser y de la transición del planeta en su totalidad.
Deben acordarse de lo que les digo, porque muchos confían en que estarán en pleno equilibrio y que siempre serán los que ayudarán a otros y no los que serán ayudados. Pero no será así, porque el noventa y nueve por ciento de los seres humanos desconoce las raíces de todo lo que viven en la Tierra e ignoran que vinieron al mundo para equilibrar los códigos de sus consciencias, las que necesitaban de tal grado de amor para ser convertidas y que solo en la Tierra lo alcanzarían, en este pequeño planeta, donde se gestó el gran Proyecto de Dios que tuvo su triunfo en Cristo.
Sin contar con esa realidad y plenamente envuelta por la ignorancia y por la ilusión, a la mayoría le cabrá abrirse a la humildad; pero esto no será fácil en una raza que, por siglos, fue el resultado de muchos códigos de orgullo, vanidad y egoísmo, que llegaron para ser convertidos por el Amor de Cristo, por la vida crística.
Sin embargo, queridos compañeros, todos tendrán una oportunidad nadie quedará sin ser contemplado en esta escuela de amor. A cada uno le cabrá abrirse para la elección de la vida superior, de la fraternidad, de la unidad, y permitirse ser guiado por Dios, confiando en el amor, más que en sí mismo.
Cuando les digo “confiar en el amor”, es también confiar en la unidad entre hermanos congregados por un mismo propósito y saber que, si ustedes están unidos de corazón, siempre se sostendrán en el camino correcto. No obstante, si no creen en el amor ni en la unidad y quieren seguir sus caminos con base en su propia voluntad, negarán el Plan de Dios, que tiene como pilar el Amor y la Unidad entre todos los seres, sin importar las diferencias ni los errores cometidos a lo largo de la existencia, porque el amor cura todas las cosas y, en el espíritu de la unidad, el amor de uno suplirá y equilibrará el error de otro. Esa es la Ley de Dios.
Yo los amo y, por eso, vengo al mundo, así como vienen los Sagrados Corazones de Jesús y de María para que, en unidad con los seres humanos, Nuestro infinito Amor por todos equilibre los errores del pasado y les conceda una oportunidad de recomenzar en una raza redimida.
San José Castísimo
Queridos hijos:
Hoy vengo nuevamente para enseñarles algo fundamental de la lección del Amor, que se llama Divina Piedad.
Sin Piedad los corazones no consiguen dar los pasos hacia Mi Hijo y menos aún consiguen ver todos sus caminos internos abiertos para concretar la Voluntad Sagrada de Dios.
Por eso, hijos Míos, que sus corazones se animen todo el tiempo a ser piadosos con ustedes mismos y con los demás, porque después de haber visto a Mi Hijo sufrir y morir en la Cruz por ustedes, la Piedad de Dios fue y es el bálsamo que neutraliza todos los graves errores.
Que en este tiempo, de crisis espiritual y mundial, sus ojos vean los acontecimientos de la vida y de la purificación con Piedad y no con furia. Hijos Míos, eso evitará que se instale en el mundo un sentimiento de odio, opuesto al amor y a la unidad.
A todos los que oran a Mi Corazón, les pido que recuerden el sagrado atributo de la Piedad, pues en el momento más necesario de sus vidas y consciencias podrán recurrir a ella, que será el don que todo transformará a tiempo.
La Piedad será la llave maestra para las causas imposibles o irreversibles en las consciencias, porque siempre les traerá paciencia, entusiasmo y sobre todo motivación para servir a Dios, por encima de todas las consecuencias.
Que el espíritu divino de la Piedad siempre colme sus corazones.
Recuerden, hijos Míos, que el Señor no solo es Amor, Él es profunda Piedad para con Sus más pequeñas criaturas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une a la Piedad infinita de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Yo soy la Rosa de la Paz.
Soy la Flor espiritual que se abre ante sus corazones para que Mis hijos encuentren la belleza de la Creación. Soy la esencia de la Vida. Soy la que gesta en Su vientre purísimo los nuevos principios de la humanidad. Por eso les pido que se abran a Mi Rosa universal para que conozcan la belleza interior que Dios dejó guardada en cada corazón humano. Es la esencia del Amor lo que los llevará a vivir la Voluntad de Dios.
Yo soy la Rosa de la Paz para que Mis hijos sean testigos de que en verdad existe un camino sagrado para recorrer, y todos son invitados a descubrirlo mediante la oración.
Existe una forma de que se purifiquen todos los días sin sufrimiento ni frustración. Por eso, les muestro en este día la Rosa de la Paz, para que aprendan a expresar la misma belleza de Mi Corazón.
Encuentren aliento en todo lo que les digo, deseamos profundamente que los nuevos soldados de Cristo enciendan los atributos en sus corazones; para que el planeta, espiritualmente enfermo, sea colmado por el don del Amor de Dios a través de Sus hijos.
Solo busquen reflejar la bondad de sus espíritus, así podrán estar delante de las puertas de la redención sin miedo alguno.
Confíen en Mi humilde mano que amorosamente les tiendo para que vean que es posible unirse a Mi Corazón maternal y caminar juntos en la fe de que algún día todo será diferente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los reúne, en la esencia de Mi Paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más