APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

De Mi Corazón, emito el Silencio de Dios para el mundo, el Silencio que habla sobre muchas cosas, el Silencio de Dios que les trae muchas reflexiones a Sus hijos.

He aquí el Silencio de Dios que viene a llamar a la humanidad hacia su quietud interior para abandonar los ruidos de este mundo, para escuchar en el silencio del corazón la Palabra de Dios que emite el poder de Su energía superior que todo lo transforma.

He aquí el Silencio de Dios, a través del Hijo Primogénito que hoy llega a este mundo, una vez más, a rescatar a las almas perdidas, a retirar las cadenas de la opresión de muchos compañeros Míos que espiritualmente son prisioneros del mal. Pero, Yo les abro la puerta al Silencio de Dios, porque es allí en donde se liberarán.

El mal no conoce el silencio, porque el silencio los llevará a la unidad interna, y en la unidad interna se fortalecerán para enfrentar la batalla de estos tiempos, para que tengan el coraje suficiente y la valentía suficiente a fin de hacer frente a esta realidad planetaria.

El Silencio de Dios es inmutable. A través del Corazón de Su amadísimo Hijo, Él le trae al mundo un Mensaje de Paz, pero también un Mensaje de reflexión para que la mayoría de Sus criaturas no pierda el sentido del Divino Propósito y perciba que este planeta está agonizando por la humanidad, por todo lo que le hace la humanidad día a día.

El Silencio de Dios, a través de Mi Corazón Misericordioso, viene a anunciarles, por última vez, que se arrepientan de corazón, que hagan penitencia, que ya no transgredan las leyes de la naturaleza porque ningún ser sobre la superficie de este planeta las conoce.

El Silencio de Dios, a través de Mi Corazón Glorificado, viene a decirles que no desafíen las Leyes y tampoco desafíen los tiempos, porque nadie sabe lo que llegará mañana.

A través de Mi Corazón, el Silencio de Dios le habla a cada mundo interno, porque el tiempo más culminante está llegando. La pandemia y la situación climática de este planeta son el preámbulo del fin de los tiempos, la última parte del Armagedón.

La puerta del Apocalipsis ya está muy abierta y, como ustedes no saben lo que es el Apocalipsis, Yo los invito a no desafiar al Apocalipsis, a no degenerar el Apocalipsis con las malas acciones de los hombres y mujeres de la Tierra; porque el sufrimiento, en este mundo, se ha multiplicado a través de los tiempos y aún existen consciencias sobre la superficie de este planeta que disfrutan del sufrimiento del otro.

Yo les pregunto, a través del Silencio de Dios: 

¿Dónde está la sensibilidad y la dignidad humana? No les hablo de nada espiritual, sino de algo profundamente cercano a ustedes.

¿Dónde está la fraternidad humana?

¿Dónde está el amor humano que, a pesar de ser imperfecto, nunca sería capaz de hacer el mal?

Todo lo que hoy enfrenta el mundo, el universo también lo enfrenta con ustedes; el Sol Central de la galaxia, cada vez más, emite rayos poderosos y transformadores en los tres planos de consciencias.

Como no conocen las corrientes poderosas del universo, el Silencio de Dios también les habla y les dice que no desafíen esas corrientes, que no se opongan a esas corrientes, pero infelizmente sé que aún muchos las desafiarán.

Yo vengo, en este momento, como la gran amnistía espiritual para sus vidas, y amplío aún más Mi oferta en este universo y en esta Creación para que no solo los méritos de Mi Pasión los ayuden, sino que los méritos de Mi Ascensión y de Mi Gobierno Espiritual justifiquen, ante el universo y la Ley, todos sus errores. Porque el ser humano no solo es un ser de errores, eso es una ilusión, el ser humano no conoce su universo interior porque lo desmiente completamente. 

El universo interior es algo que Dios les entregó con mucho Amor. Ese universo interior es el Templo de Dios, es Su sagrado Tabernáculo, en donde la Santísima Trinidad puede estar presente en sus vidas. Pero parece que todo lo que les damos no es suficiente, y sé que esto no le corresponde a la mayoría, pero sí le corresponde a toda la humanidad. Por esa razón, a través de los tiempos y de todas las generaciones, hubo grandes santos y consciencias entregadas a Mí, que no solo justificaron sus propios pecados, sino los pecados del mundo.

¿Quién más se ofrecerá a Mi Corazón y al Corazón de Dios para ser víctima del Amor del universo? Esto no es nada poético ni místico. Esto es un paso de la consciencia de quien se arriesga a vivir en Cristo y por Cristo; de quien, a pesar de sus miserias, errores o pecados, se vuelve a levantar todos los días para comenzar de nuevo, como si nada hubiera pasado.

Ese es el Cristo que se consagra a Mí. Esa es la consciencia que se cristifica por Mí, no solo donándose por el otro, sino también viviendo por el otro, sirviendo por el otro, como entregándose por los Reinos de la Naturaleza; porque no solo el ser humano necesita de amor, los Reinos de la Naturaleza también necesitan de amor y de redención.

Con este panorama mundial que hoy se le presenta al Silencio de Dios, Yo los invito a reflexionar sobre todas estas enseñanzas. Del principio al fin, los invito a meditar sobre este Mensaje, porque Mis Palabras se están acabando y el universo se prepara para Mi Retorno, un Retorno desconocido para el hombre de superficie porque solo Dios sabe cómo Yo retornaré y Mi Madre Celestial, que es su Madre desde el momento de la Cruz, es la Guardiana de Mi Retorno a la humanidad. Ella es la celadora de los secretos de Mi Corazón.

Por eso, Mi Madre, que es su Madre, siempre les pide que oren para que Mis secretos, que son Mis Profecías, no se cumplan, sino que se cumplan solamente las grandes promesas de Mi Corazón para cada uno de ustedes, para cada uno de sus hermanos.

Como la luz del sol que hoy los alumbra, así vengo del universo. Así, traigo Mi Gobierno Espiritual, desde el corazón de este universo llamado Andrómeda, morada predilecta de la Divinidad Suprema, para guiar, acompañar y regir a todo Su universo material.

Yo vengo desde Andrómeda, ese es el lugar que Dios Me ha dado después de Mi Ascensión, porque estar a la derecha de Dios sentado en Su Trono, cerca de Su Corazón, es estar cumpliendo Su Voluntad, como Su Hijo la cumplió desde el principio de su Nacimiento en la Tierra.

Por eso, vengo a decirles a todos Mis compañeros y compañeras, a todas las almas que se postulan para ser víctimas de Mi Amor en algún momento de la vida, que sigan adelante, que sean valientes, perseverantes y determinadas, que sus corazones nunca se enfríen, pero tampoco que sus corazones se entibien, que sus corazones sientan el fuego de Mi Amor para poder renovar a esta Tierra herida y ultrajada, para poder curar a esta humanidad enferma y perdida por falta de dirección espiritual.

Pero Yo reaparezco en este tiempo para traerle al mundo el Mensaje de preparación de Mi Retorno; pero también vengo a traerle, a través del Silencio de Dios, el Mensaje de advertencia a la humanidad, porque aún están abiertas las puertas de Mi Misericordia y las almas aún se siguen sumergiendo a través de las puertas de los abismos.

Hijos, no se dejen arrastrar ni empujar por el mal, pero no lo desafíen. Que cada golpe que reciben sea un acto de resignación y de una profunda renuncia por aquellos que aún flagelan Mi Corazón; especialmente por los sacerdotes de la Iglesia Católica que son la vergüenza del mundo entero, porque les he confiado Mis rebaños, los más inocentes y pequeños rebaños que, por los acontecimientos vividos en este tiempo dentro de la Iglesia, les han hecho perder la posibilidad de la cristificación de los más pequeños, a través de los tiempos.

¿Quién hará algo para que esto se revierta? ¿Quién será capaz de superar la indignación y la injusticia para comprender a los pecadores, así como Yo los comprendo y los amo? Deben saber, compañeros, que están en el tiempo de vivir grandes osadías, para que Mi Amor triunfe en este planeta.

Pero Yo no los invito a ser inconscientes ni tampoco a que les falte el discernimiento, porque Mi vara mide cada pecado, pero Mi Corazón y, sobre todo, Mi Misericordia todo lo transforma y lo cura en el corazón que se arrepiente ante Mí. Así, podrán comprender cómo el pecado se disuelve delante del Amor y cómo el Amor lleva a la consciencia a recapacitar y a rehacer su vida a pesar de lo que haya sucedido.

Quisiera hablarles mucho más tiempo, pero sé que sus mundos internos y consciencias necesitan de tiempo para poder comprender Mis Palabras y, sobre todo, poder captar la vibración de Mi Mensaje; porque Yo no vengo para ser un juez, Yo vengo aquí para ser su Salvador y Redentor, porque recuerden que di Mi Vida por ustedes hasta la Cruz, hasta el último momento de Mi expiración.

Cada segundo de Mi Pasión fue ofrecido por ustedes, por la humanidad; por eso, a los fieles devotos de Mi Sagrado Corazón los invito a invocar el poder de Mi Sangre.

Los invito a rezar todas las oraciones que atraigan al mundo la poderosa Sangre de Jesús, para que los códigos crísticos de Mi Consciencia universal ingresen en las células enfermas de la humanidad y todo pueda ser revertido. Coloquen su esperanza y su fe en el poder de Mi Sangre, pero no esperen resultados. 

Ofrezcan de forma resignada cada momento de oración y permitan que Yo coloque los frutos de la oración del corazón donde sea más necesario y para quienes más los necesiten.

Pero como sé que ustedes reconocen la situación planetaria y todas las agresiones que está viviendo el mundo, Yo los invito a renovar la fe y sobre todo su confianza en Mí.

Les pido que no hagan lo mismo que hicieron los apóstoles, que por falta de fe y de confianza Mi enemigo los cercó, el miedo los abrazó y dudaron de Cristo, dejándolo solo y colgado en la Cruz.

Sean como las santas mujeres que trascendieron todas las situaciones y dificultades, sean como las primeras auxiliadoras de Cristo en la Tierra que no dudaron nunca, que no tuvieron miedo de enfrentar cualquier adversidad para poder estar cerca del Señor y curarlo con sus besos de amor; porque fueron sus besos de amor, el amor de las santas mujeres que, al segundo día de haber estado en el sepulcro, cerraron las Llagas del Señor. Este es un misterio que hoy les revelo, el simple pero verdadero misterio del amor que se entrega en fe a los Pies del Señor.

Hoy vuelvo a recibir en Mi Corazón todas las plegarias e intenciones.

Sé que cada uno de ustedes, pero también sus familias, seres queridos, amigos, compañeros y naciones enfrentan el fin de estos tiempos; un tiempo muy desconocido para todos, un tiempo que muchos no saben ni cómo atravesarlo. Pero no teman, porque la victoria de Mi Reino se aproxima y la Nueva Tierra nacerá en los corazones que creyeron en Mí.

A todos los que Me escuchan, que sepan que conozco sus intenciones, sus pedidos y hasta sus ruegos; sean pacientes y perseveren. Mi sacerdocio espiritual los bendice e ilumina sus pasos para que puedan atravesar las tinieblas de estos tiempos con la confianza absoluta de que Yo estoy retornando.

Por eso, necesito vivir en sus corazones, necesito estar presente en muchos corazones más, así como estuve en el corazón de Mis apóstoles y de las santas mujeres.

Hoy les vuelvo a dar el Mandamiento que les di a Mis apóstoles y a las santas mujeres: “Perdónense y reconcíliense, ámense los unos a los otros como Yo los he amado y hoy los amo; porque en el Amor del Todopoderoso todo lo superarán, pero cuando salgan de ese Amor demorarán mucho para poder resolverlo, sean pacientes en el Amor y todo se curara”.

A continuación, les dejaré la mayor experiencia de Mi Amor por ustedes, por medio de la Comunión Espiritual, y recuerden que en el Sacramento del Altar está su redención y su renovación para toda la vida.

El Hijo del Padre ahora se recoge en el Silencio de Dios, para que muchos más puedan entrar en el Silencio del Padre.

Los absuelvo, pero también los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Desde ya prepara tu corazón, hijo, no solo para revivir la Pasión de tu Señor, sino para recibir de Él los últimos y más importantes impulsos que prepararán tu consciencia y tu espíritu para el tiempo que vendrá.

Así como Dios construyó en Jesús la fortaleza que le permitió cargar la Cruz de la redención del mundo, ahora Él envía a Su Hijo para fortalecer y formar a los espíritus que se comprometieron con Él en la renovación de Su Amor y en la revelación de los misterios más profundos de Su Evangelio Universal.

Por eso, sé consciente de dónde estás y para qué fuiste llamado. Deja que tu alma profundice en el misterio de su existencia a través de la oración y de la gratitud, a través del esfuerzo de cada día para estar pronto, para estar delante de Cristo.

Que esta Cuaresma tenga, para ti, un nuevo y definitivo sentido de tener, verdaderamente, el corazón pronto como el de Cristo, para soportar el peso de la cruz de estos tiempos y renovar Su Amor.

Vive los ciclos con atención y con humildad, simple pero vigilante de corazón. Todo en tu vida tiene un sentido espiritual. La evolución humana es una gran y perpetua ceremonia de abrir caminos hacia Dios. Participa de esa ceremonia con tu corazón.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN REDWOOD, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Conoce el ilimitado Amor de Dios a través de la unión con tu Creador y comprenderás la amplitud de Su Creación y la perfección con la que tu Señor colmó de misterios, de detalles, de caminos, las dimensiones que unen Su Consciencia con las consciencias de Sus hijos.

Conoce el ilimitado Amor de Dios por la vida y, al descubrir la grandeza de Su Creación, no te sorprenderás. Infinitas son las formas que las esencias recibieron de Dios para cumplir Su Propósito y recrear la vida.

Pero recréala, hijo, no solo comenzando de cero una nueva Creación. Recrear significa que la espiral evolutiva llegó a un punto más elevado y de allí, más próximo a Dios, comienza un nuevo ciclo. 

Contempla y conoce el ilimitado Amor de Dios y no te asombrarás al descubrir que, más que enviar a Su Hijo a este mundo, el Creador envió a muchos otros de Sus compañeros y también creó otros mundos, otras razas, otras vidas, para que, en la perfecta expresión de cada una de ellas se complementen, se auxilien, crezcan y retornen a Su Corazón con un amor renovado, multiplicado y madurado por las experiencias y superaciones vividas.

Contempla, entonces, y conoce el ilimitado Amor de Dios y sé tú también ilimitado en tu comprensión, en tu apertura, en tu donación y en tu entrega, para que algún día, hijo, más que contemplar y conocer, puedas vivir y ser el ilimitado Amor de Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La existencia humana es un misterio que solo el Creador conoce en profundidad. Ni siquiera los Arcángeles, que pensaron y manifestaron con el Divino el proyecto humano, conocen en plenitud las capacidades de los seres humanos.

Su esencia, creada a partir de una partícula divina única, guarda en sí la unión con el Padre. En esa esencia, el Creador depositó una parte de Su Consciencia, una parte de Su potencial creador y de Su misterio divino.

Siendo así, hijos, querer comprender a los hombres es como querer comprender a Dios, saber plenamente Su Verdad, el Origen del origen; cómo surgieron la vida, la existencia, la Consciencia Divina, y cuál es la razón de Su multiplicación, de la expresión de la vida por Él creada.

Los seres humanos guardan en su interior una Voluntad y una Aspiración de Dios, el motivo por el cual el Creador manifestó la vida en todas las dimensiones. El Amor de Dios habita en los hombres y guarda, así, un potencial que ustedes desconocen y que el propio Hijo Primogénito del Creador está develando dentro de sí mismo.

¿Por qué hoy les digo esto?

Para elevar el propósito de sus vidas y su comprensión acerca de sí mismos, para que sepan que nada saben ni siquiera sobre sí mismos y para que así, hijos, tengan sed de buscar la verdad, de reencontrar el Origen de todas las cosas y, más que eso, de descubrir el tesoro que ustedes guardan dentro de sí mismos. Que conozcan qué son y cuál es el propósito de sus vidas.

Busquen la verdad, en oración. Encuentren la Consciencia Divina en el propio interior.

Tienen Mi bendición para eso.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy, hijo, expresa gratitud a Dios por todos los ciclos vividos, por todas las gracias y misericordias, por todos los dones y dádivas, por cada bendición y por cada prueba que pudiste atravesar.

Hoy, agradece a Dios por Su Presencia, por Sus Palabras, por el despertar que día a día se profundiza en tu corazón, así como en tu consciencia.

Agradece por el Don de la Vida, aun con todas sus dificultades y obstáculos, porque sabes que, a pesar de todo el caos y de toda la ilusión que rodea al mundo, hay un propósito espiritual para todas las cosas y una Voluntad Superior que guía a las almas que se abren a ella.

Agradece por el profundo Amor de Dios y por Su constante Fe y Esperanza. El Creador confía en el triunfo de cada corazón, más allá de sus miserias, porque conoce la esencia perfecta con la que cada uno fue creado.

Agradece porque el Padre siempre está buscando formas para que encuentres el camino de la Redención a través de Su Hijo, de Sus ángeles, de la Madre Celestial o de los santos y bienaventurados que guían a las almas hacia el Corazón de Dios. Siempre hay un guardián cuidándote, acompañando tu camino y orando para que no lo pierdas.

Colma tu corazón con la esencia de la gratitud; porque, hoy y siempre, esta es la puerta hacia el Cielo, la puerta hacia un nuevo ciclo pleno de Dios.

A través de la gratitud, encontrarás la paz y la renovación interior.

A través de la gratitud, aprenderás a amar.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, por un momento, concentra tu atención y contempla interiormente la misteriosa, pero reveladora, Estrella de Belén.

Concentra tu mirada y tu oración en este antiguo astro del Cosmos, el que anunció la llegada de la Encarnación Divina del Hijo Primogénito.

Concentra tu amor ardiente en el significado oculto y en el misterio de la Estrella de Belén, así como en todos los impulsos de luz, de paz y de amor que este astro del Cosmos trajo para la raza humana.

Concentra tu mente y tu corazón en este misterio físico del Universo y en todo lo que él promovió y generó durante los tres días preparatorios a la llegada del Redentor.

Concentra tu devoción en el misterio de la Estrella de Belén y en todo el movimiento que ella trajo para la Tierra en aquel tiempo, a fin de ordenarla y de reposicionarla dentro del Propósito universal.

Concentra tu atención en los rayos de la Estrella de Belén y en todo lo que ella despertó en lo profundo de los niveles internos de los seres humanos, así como en todo lo que ella sigue despertando a través de los tiempos y de las generaciones.

Concentra tu atención y tu amor en la inamovible Estrella de Belén, porque, por más que ella no siga viéndose en el espacio como hace más de dos mil años, el poder de este astro del Cosmos representa la puerta de la revelación para la humanidad.

Que en la Estrella de Belén tú encuentres la guía interna, así como los Reyes de Oriente la encontraron contemplando la Estrella sagrada de Belén.

¡Les agradezco por guardar los Misterios de Dios en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El Corazón de Dios está por encima del caos y más allá de toda dualidad humana y universal.

Tu Padre, hijo, te llama a transformar las leyes de la Tierra que son frutos de la degeneración humana; te llama a transformar lo que para muchos es la condición natural de los hombres. No creas que la condición actual es imposible de transformar. Cree en el misterio del Corazón de Dios que está más allá de todo lo que los hombres conocen y expresan.

Mira al Hijo Primogénito de tu Padre Creador: Él jamás debe ser una excepción para ti. Él es la punta de una lanza de la cual tú formas parte; una lanza que rompe las estructuras del viejo hombre y establece una nueva vida, vida que expresa la verdadera esencia de la creación humana. Cristo es la punta de la lanza y Su Padre y Señor, la mano que la sustenta y dirige para que su meta sea exacta y su camino correcto.

Siente a tu corazón como parte de ese Plan, parte de esa divina lanza en las Manos de Dios, la que deberá ser fuerte y precisa para romper las estructuras de un viejo ser. Ante todo, siente que esa lanza traspasa y atraviesa tu propio corazón, tu alma y tu espíritu y, transformando todo lo que eres, te hace parte de la instauración de lo nuevo.

Persevera, hijo Mío, y no temas.

Deja que todo se quiebre y se transforme dentro de ti. Ofrécele tu corazón a Dios como la primera parte a ser transformada de esta consciencia humana. Que tu redención sea el primer símbolo del triunfo de Dios en este mundo.

No temas, pero sé firme. Deja que Dios envíe esta lanza a su meta y, con un Amor que está más allá de toda comprensión humana, Él transforme este mundo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo, sé que es difícil y doloroso ver que el mundo agoniza por ignorancia, por estar ciego ante la Luz y el Amor de Dios. Piensa en tu Padre Creador con los brazos extendidos a todas las criaturas, con la Fuente de la Misericordia brotando de Su Pecho, por más que Sus hijos no quieran recibir esta dádiva.

Contempla el Hijo Primogénito reviviendo Sus Llagas, una y otra vez, para entregarle a los seres una nueva posibilidad de experimentar y multiplicar el Amor.

Contempla los Ojos de Compasión de tu Señor observando el mundo, esperando que los corazones se abran a Su Gracia, a Su Camino de Amor.

Contempla el Espíritu de Dios soplando como la brisa y tocando los rostros de los seres, esperando que se abran para respirar profundamente este Soplo Divino, para purificarse y consagrarse al Espíritu de Dios.

Ve como todo el Universo tiene Sus ojos puestos sobre la Tierra y allí coloca tu corazón. Que tu atención esté en la Esperanza de Dios y no en la ignorancia de los hombres, porque la Tierra se estremecerá y todos vivirán las consecuencias de la ceguera humana; pero, aquellos que estén con el corazón en el Corazón del Padre no perderán la paz, la fe ni la fortaleza de sus espíritus, ellos serán los precursores de una Nueva Vida, los que establecerán la paz junto a Cristo en Su retorno al mundo.

No olvides Mis palabras y vívelas, porque todo ya comenzó y los corazones aún no están prontos para lo que se precipitará en la Tierra.

Vive en Dios y no permitas que el mundo le cierre las puertas a Su Corazón. Sé un puente entre el Corazón del Padre y el corazón de los hombres, independientemente de lo que suceda sobre la Tierra.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 59ª Maratón de la Divina Misericordia, en la Provincia de Algarve, Portugal, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Aquel que es Mi rival nunca conseguirá separar a Mis rebaños, por más que los agite o los perturbe. La Fe de Mi Corazón vencerá, porque es una Fe verdadera que proviene del Corazón de Mi Padre, se proyecta en Mi Corazón y Yo la proyecto sobre los Míos.

Esa poderosa Fe de Mi Corazón siempre será invencible y esa Fe, Yo los invito a testimoniar en sus vidas, en sus caminos, en su convivencia, en su hermandad.

Es la Fe de Mi Corazón la que triunfará en el mundo, por medio de la llama poderosa de Mi Amor y de todos los que Me aman en el mundo, incondicionalmente.

Yo vengo a transformar su amor en el nombre de Mi Amor Superior, para que puedan vivir algún día el Amor Crístico.

He aquí el Señor de la Divina Misericordia ante ustedes, Aquel que le anunció a Faustina la salvación del mundo, para que contemplase Su Divina Imagen a los Pies de Nuestro Señor.

He aquí los Rayos de la Piedad y la Gracia, que hoy son derramados sobre el mundo para generar expiación en las almas y justificación verdadera ante todos los errores cometidos.

He aquí el Señor de la Divina Misericordia de las Naciones, Aquel que no tiene fronteras, ni divisiones, raza, color o sociedad.

He aquí el Señor de la Vida, que penetra con Su Poder Divino a todas las almas, que proviene de la décima segunda dimensión celestial y desciende a la Tierra, a esta tercera dimensión, para generar el gran despertar.

He aquí el Vencedor de la Muerte, Aquel que resucitó por ustedes, para que ustedes pudieran resucitar en espíritu.

Soy el Señor de la Misericordia y el Señor de la Paz. En donde Yo estoy presente no hay mal que abunde o circunde, porque la victoria de Mi Corazón se realiza en los que se abren para reconocerme en su interior.

He aquí a la Segunda Persona de Dios manifestada ante ustedes, el Hijo Primogénito, el Unigénito, el Redentor, vuestro Salvador.

He aquí Quien sustenta la Espada de la Justicia, para que no sea enterrada en el planeta y los cataclismos devengan.

He aquí el Señor de la Justicia, de la Igualdad, de la cooperación y del entendimiento.

He aquí Aquel que expurga los males del mundo y vence los infiernos con Su Amor, con la Luz poderosa de Su Corazón.

He aquí Aquel que transmuta al mundo, Quien lo transmutó y lo transmutará, Aquel que sublima las leyes y unifica las dimensiones en los corazones que se abren a ese sagrado conocimiento.

He aquí la llama poderosa de Mi Corazón, que se revela a los humildes y se muestra a los simples para concebir en ellos la Gloria de Dios, la Gracia del Padre y la Sabiduría del Espíritu Santo.

He aquí Aquel que rompe las cadenas del mal, que disuelve la inercia humana y despierta la consciencia de los seres humanos hacia la verdadera verdad espiritual que emerge del corazón del Universo para todo este sistema solar.

He aquí Aquel que gobierna después del Padre y está sentado a la derecha del Todopoderoso.

He aquí el humilde Siervo de Dios, que murió, sufrió y padeció por ustedes, para que conocieran la dimensión de Mi Amor Superior.

He aquí Quien abre las puertas del Cielo para que todos puedan entrar a la Casa de Dios. Aunque permanezcan en la Tierra y todavía no estén en el Cielo, pueden ingresar a través de Mi Corazón al Reino de Dios, a Su dimensión sublime.

He aquí el Señor de la Verdad y de la Vida, del Camino y de la Bondad, Quien decide junto a los Arcángeles la continuidad de esta raza y del Universo en el cual ustedes hoy se encuentran.

He aquí el Señor de la Vía Láctea y de todo el Universo local.

He aquí al Señor de las galaxias, Quien contempla con amor hasta la más mínima partícula creada, porque todo es parte de Dios, de Su Corazón, de la bondad de Su Amor y la pureza de Su Espíritu.

He aquí Quien juzgará al ángel caído por medio de la Redención, Quien detendrá los tiempos para que exista un solo tiempo, Quien concederá al mundo los mil años de paz.

He aquí el Cordero resucitado, que liberará a las almas del sufrimiento; que le devolverá al mundo la esperanza a fin de que todos conozcan la felicidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

He aquí el Siervo de la Humildad que renovará la Iglesia cuando retorne a la Tierra por segunda vez y que destituirá a los opresores, para que la buena nueva del Reino de Dios se cumpla en los que han sido fieles e incondicionales a Mi Corazón.

He aquí Quien lleva el Cetro de Dios en Su Mano y la gran Estrella de la Confraternidad que une a todas la criaturas del Universo bajo la misma condición, que es la condición superior del Espíritu de la Fuente de la Creación, desde donde todos provienen, desde donde todos surgieron alguna vez como chispas de esta experiencia universal, que deberá ser recreada por su sacrificio y redención para que triunfen el amor, la verdad y la unidad en los corazones de la Tierra y en todos los que existen en el Universo.

He aquí el Señor de todas las humanidades, Aquel que conoce profundamente el Proyecto de Dios, después de haber encarnado como hombre y como Consciencia Divina en la Tierra.

He aquí el Señor del Amor fraterno, que se donó por ustedes para corregir el Proyecto de Dios, para convertir este Proyecto en una dignidad divina ante los Ojos de nuestro Creador.

He aquí el Señor que los llama a corregir este Proyecto por medio de la transformación de sus vidas, del amor al servicio, de la redención de sus corazones, de su camino de conversión.

He aquí el Amado Pastor que siempre les entregará Sus Dones, Quien les mostrará el camino y les indicará el sendero para fundirse al Creador.

Con todo esto, quiero que conozcan Mis Faces espirituales y el poder de la omnipresencia que el Padre Me ha concedido desde Mi Ascensión, para que Yo pudiera estar presente en todos los lugares y con todas las criaturas, no importando su condición, o su evolución.

Con Mi Misericordia vengo a renovar al mundo y a concederle a las almas las Gracias que necesitan para saber atravesar estos tiempos sin perder el camino hacia Mi Corazón.

Por medio de los Sacramentos vengo a darles la paz y la concepción del bien en sus vidas, para que este bien superior reverbere, no solo en sus vidas, sino también en el mundo, que necesitará despertar a la cooperación y a la fraternidad.

Incienso.

Todo lo que es ofrecido de corazón tiene su premio en el Cielo y más aún, adquiere un poder inmenso cuando es ofrecido con humildad y simplicidad.

Que estos Sacramentos que hoy recibirán renueven sus vidas, a fin de que se establezca en ustedes el Reino de Dios.

Ayer lavaron sus pies, pero hoy lavarán sus cabezas, ungirán sus cuerpos, por el Amor que les concederá el Espíritu Santo.

Cada Sacramento es el símbolo profundo de la reparación de las almas, la oportunidad de disolver el sufrimiento interno y de generar la cura para los espíritus que más lo necesitan.

Hoy la Luz del Espíritu Santo se encenderá en sus consciencias para que sean bendecidos.

Hoy serán ungidos por el Cordero inmolado, para que Su preciosa y divina Sangre santifique sus vidas.

Que como el poder del agua que Me bautizó en el Río Jordán, hoy este poder se imparta y se registre en este elemento que es ofrecido a los Pies de su Creador para que más almas en el mundo testimonien la inmensidad del Universo de Mi Amor por todos los corazones, a fin de que la paz se establezca.

Llegó el momento de revivir el Sacrificio del Cordero.

Todos los que consigan, se arrodillen, para que este sacrificio, que hoy será ofrecido a Dios, pueda seguir siendo fuente de reparación y de misericordia para el mundo.

En cada nuevo sacrificio existe la emanación del Amor de Dios, que puede ser vivenciado y experimentado por los corazones que reciben los Sacramentos.

Sentado a la mesa, junto a Mis apóstoles, tomé el pan, di gracias a Dios por la entrega que iría a vivir por ustedes y en ese profundo sacrificio de amor, Su Espíritu sublime y divino lo bendijo. Y todos los ángeles del Cielo se postraron ante el sacrificio del Cordero y por la Sangre que sería derramada en reparación de los ultrajes, indiferencias y omisiones de todos los hombres de la Tierra, hasta el presente.

De esa forma Yo les dije a Mis apóstoles y hoy les digo a ustedes: coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que es entregado por los hombres para el perdón de los pecados.

Que este sacrificio sea reconocido por el mundo entero y a lo largo de los tiempos.

Acabada la primera parte de la Cena, tomé el Cáliz, este sagrado terafín del Universo, que aún sigue reverberando a lo largo de los tiempos y de las generaciones. El Espíritu de Dios lo bendijo y el Santo Padre, el Todopoderoso Señor del Universo colocó Su Cabeza en el suelo, como señal de reparación de toda la humanidad y de todo el planeta. El Rayo de Su Corazón bendijo el sagrado vino, convirtiéndolo en Mi Sangre preciosa.

Y Yo les dije a los apóstoles y hoy les digo a ustedes: tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, que será derramada por ustedes para el perdón de los pecados y la expiación de todas las consciencias.

Hagan esto en memoria mía.

Padre Nuestro...


Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo

ten piedad de nosotros (x2)

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo

dadnos la paz.


Este es el Cordero de Dios, que se ha sacrificado por ustedes. Dichosos serán los que se sirvan de él, para que nadie más sea inmolado en este mundo y ningún otro ser derrame su sangre por la injusticia del mundo.

Yo siempre les daré Mi Paz para que aprendan a vivir en Mi Paz, sabiendo que la paz abre las puertas a la cura y a la redención de las almas.

Ante su Maestro y Señor sean testigos de esa Paz que proviene del Cielo y desciende a la Tierra para cicatrizar y disolver profundas heridas, grandes heridas espirituales en la humanidad.

Por medio de los Rayos de la Misericordia que hoy brotan de Mi Corazón, les concedo la paz para que aprendan a colocarse debajo de Mí, para que Mis Rayos de Luz y de Amor sigan siendo derramados en sus vidas y en la vida planetaria.

Que la Paz de Dios esté con ustedes y vayan en paz. Por medio de esta Paz Yo disuelvo sus pecados y sus ofensas, así como disuelvo las ofensas del mundo en esta hora tan importante, del recuerdo y de la memoria del Cordero de Dios y de Su Divino Sacrificio.

Yo los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pueden darse el saludo de paz en Mi Nombre.

¡Les agradezco!

MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO PARA LA 55.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE CAMPINAS, SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Segundo Mensaje

Y el Soplo del Espíritu de Dios llegará a la Tierra e iluminará a las almas de este mundo para que alcancen la redención y la paz.

La fuerza de este Espíritu Divino es desconocida. Él vivifica a las almas, colma con Su Luz a los corazones y trae sabiduría a todas las mentes.

El Soplo del Espíritu de Dios llegará al mundo en el momento más culminante de la humanidad, cuando las religiones definan sus caminos y cuando todos los pueblos de la Tierra vivan su gran y última transición.

El Soplo Divino del Espíritu de Dios no abandonará a los que creen en Él, porque el Espíritu de Dios, que llenará a los corazones y a las vidas, expulsará las tinieblas, vencerá a las fuerzas del caos, porque el ímpetu de Su fortaleza es desconocido, más aún cuando está en los corazones que invocan Su Poder y Su Divinidad.

Hoy vengo a anunciar el Soplo Divino del Espíritu de Dios porque algunos corazones ya lo están sintiendo y para vivirlo plenamente deben ingresar en el camino de la humildad, así el Soplo del Espíritu de Dios no se apartará y traerá a sus consciencias mucha sabiduría.

Este Soplo Divino del Espíritu de Dios fue el mismo que estuvo en María, Mi Madre, y en Mis Compañeros, los Apóstoles.

Fue el Soplo Divino del Espíritu de Dios que les permitió evangelizar, convertir a los paganos y traer esperanza a los corazones.

Fue el Soplo Divino del Espíritu de Dios el que construyó en las esencias la cristiandad, a lo largo de todos los tiempos y hasta los días de hoy.

Ustedes, compañeros Míos, han decidido, interiormente, ser colmados por el Soplo Divino del Espíritu de Dios, y eso implica una responsabilidad en sus vidas, que ya no podrán ser más las mismas, ya que sus caminos se enderezarán y una nueva vida llegará, porque el Soplo Divino del Espíritu de Dios les hará asumir responsabilidades dentro de la Obra redentora y espiritual de su Señor y Maestro.

Hoy vengo a darles la bendición, porque llegará el Soplo Divino del Espíritu de Dios, el que manifestará sus talentos, sus virtudes y dones, los que harán de los apóstoles de Cristo verdaderos misioneros de la paz y del servicio.

Es el Soplo Divino del Espíritu de Dios que preparará la llegada de los Nuevos Cristos y el despertar de las esencias crísticas que sabrán ingresar, en este tiempo final, en una profunda comunión con Dios, con el Hijo y el Espíritu Santo.

Sea el Soplo Divino del Espíritu de Dios el motivo de su alegría.

Sea el Soplo Divino del Espíritu de Dios la transformación de sus consciencias y la redención de sus seres.

Porque el Soplo Divino del Espíritu de Dios llegará con fuerza y las tinieblas le temerán, porque Su Luz es poderosa e invencible.

Fue el Soplo Divino del Espíritu de Dios que concibió la Consciencia del Hijo Primogénito en la Divina Fuente de la Creación, y desde allí Yo descendí para llegar a la Tierra, encarnar como un hombre y dar testimonio de la Palabra de Vida, así como lo hago hoy desde Mi estado de Ascensión.

Que el Soplo Divino del Espíritu de Dios los guíe, y no teman, porque cuanto mayor sea la batalla deben saber que más grande será la victoria, la victoria celestial.

Refúgiense, compañeros, en el Sagrado Espíritu de Dios, para que se tornen invisibles ante las fuerzas del caos que someten a millones de consciencias en el mundo.

Sean chispas del Soplo Divino del Espíritu de Dios y la Tierra será repoblada de nuevas gracias y misericordias, aunque la humanidad no las merezca.

Que sea motivo de su alegría estar en comunión con el Soplo Divino del Espíritu de Dios, porque así ayudarán a su Maestro y Señor a unir a las almas, a unir a las consciencias y todas las religiones bajo el Sagrado Espíritu de Dios.

Fue el Soplo Divino del Espíritu de Dios que creó el Universo.

En el Principio de todo, fue el Soplo Divino del Espíritu de Dios que por primera vez emitió el Verbo, y el Verbo emitió la Vibración y, a partir de allí, nació el sonido que dio forma y vida a todas las cosas.

Primero se crearon muchas más Fuentes para que la nueva vida de todas las humanidades fuera acogida por los Padres Creadores, los llamados Arcángeles.

En aquel tiempo, el Soplo Divino del Espíritu de Dios trajo una nueva consciencia, en donde no existía nada, y la Esencia del Divino Hijo y del Espíritu Santo, en la Sagrada Trinidad, concibieron la nueva vida en todo el Universo y en todas las moradas que recibirían a la Nueva Humanidad.

En aquel tiempo, el Soplo Divino del Espíritu de Dios atrajo hacia este Universo Material una Gracia muy especial, que fue el nacimiento y el surgimiento de la Esencia de la Madre del Mundo, de la Madre de Dios y Madre vuestra.

Dios les dio una Madre infinita y grandiosa, pura e inmaculada, que se humilló a sí misma para encarnar en este planeta y concebir en Su sagrado Vientre al Hijo de Dios, el Primogénito, el Unigénito, el Omnipresente.

Que el Soplo Divino del Espíritu de Dios, a partir de esos hechos que quedaron guardados en toda la memoria del Universo, pueda renovar sus consciencias, borrar el pasado y elevar sus espíritus a Su Fuente Inmaterial.

Hoy, Mi Corazón Misericordioso les trae este Don inexplicable para la mente humana, para toda la ciencia, para cualquier ser de este planeta.

Fue este Espíritu Sagrado de Dios que quiso que ustedes existieran, para que, algún día, alcanzaran altos grados de amor por intermedio de la escuela de su Maestro y Señor, en la esencia del Amor-Sabiduría.

La humanidad está perdida, y el Soplo Divino del Espíritu de Dios, en las diferentes Faces del Padre, por intermedio de Sus Nombres Sagrados, llegará nuevamente al mundo para colmar a la mayor cantidad de almas con Su Sagrada Presencia, con Su Infinito Amor, con Su Insondable Misericordia.

El Espíritu de Dios no es venerado ni tampoco reconocido.

Recuperen su filiación con el Padre, y la humanidad se redimirá.

Cuando el Soplo Divino del Espíritu de Dios llegue, muchas cosas ya estarán sucediendo, pero no se amedrenten ni tampoco se desesperen, porque quien crea en el Espíritu de Dios se salvará y tendrá conocimiento de dónde estar y qué hacer.

Quisiera que su oferta orante, en el día de mañana, fuera reforzada; que su oferta interior sea aún más grande, así como lo fue hoy, sabiendo responder a Mi llamado, sabiendo escuchar Mi Corazón y comulgando de Mi Palabra.

Yo estoy aquí porque ustedes quieren que Yo esté aquí, sino no podría estarlo.

Por eso, hoy vengo con el Soplo Divino del Espíritu de Dios para repoblar a la Tierra de nuevos códigos, para que sepan que el mal terminará, que el sufrimiento se disipará y que la cura se alcanzará en los corazones.

Mientras vivan sus pruebas invoquen el Soplo Divino del Espíritu de Dios con la misma sinceridad y amor que hoy han ofrecido a su Maestro y Señor, y que ha permitido ayudar a todo el planeta para que no padezca muchos más errores, ni tampoco muchas más transgresiones a la propia vida que Dios les concibió.

Los invito, compañeros, mediante el Soplo Divino del Espíritu de Dios, a realizar un acto de reconciliación con sus seres y entre sus compañeros de camino, así como con sus familias; para que así el Soplo Divino del Espíritu de Dios, en estos tiempos definitivos, esté presente en sus hogares y en cada momento, en cada nuevo paso.

Busquen el Soplo Divino del Espíritu de Dios por los que no lo buscan y les prometo que en poco tiempo no se conocerán, porque se habrán transformado por su ofrenda sincera a Mi Glorificado Corazón.

Que el Soplo Divino del Espíritu de Dios hoy bendiga a los que serán sacramentados y lavarán sus pies, borrando el pasado, el error y el dolor vivido durante los últimos años de sus vidas.

Que el Soplo Divino del Espíritu de Dios los renueve, porque será ese Sagrado Espíritu el que podrá quedar en sus corazones cuando los Sagrados Corazones se recojan y ya no vengan más, recordarán este día y deberán revivirlo para no perder la fuerza interior para concretar la Obra de Dios sobre este planeta.

Mientras bendigo los elementos del altar, que sea elevado al Universo su acto de reconciliación y ofrenda al Padre Creador para que Él también los bendiga con la fuerza de Su Espíritu Divino, el que los hará invencibles ante las fuerzas del mal.


Padre del Universo,
Sagrado Corazón Creador,
que hiciste emanar la Vida desde Tu Divina Esencia,
que emitiste el Soplo de Tu Espíritu para manifestar la Creación
y dar vida a Tus criaturas,
las que por toda la eternidad alabarían Tu Sagrado Nombre,
santifica estos elementos,
santifica a Tus hijos,
sana las heridas, repara los corazones,
para que sientan la fuerza interior de Tu Espíritu,
y Tu Espíritu sea el motivo de la renovación de sus seres en el camino espiritual.

Que se cumpla Tu Propósito
y que se geste en Tus criaturas una Nueva Humanidad.

Que así sea.
 

Les doy a los más simples todo lo que tengo, porque en ellos se gesta Mi Confianza.

Hace más de dos mil años les dejé un testimonio, una vivencia divina que también proviene del Soplo Divino del Espíritu de Dios, y este se manifestó como uno de Sus más grandes Dones, a través del Sacramento de la Comunión.

Hoy les vuelvo a decir, compañeros, así como les dije a los Míos, dentro de una humilde casa en Jerusalén, en donde su Señor y Maestro se preparaba para Su gran y última entrega.

Tomando el pan entre Mis Manos, le dije al Todopoderoso: “Padre, acepta la oferta de Tu Hijo, por la conversión de los pecadores y la redención de los impíos”.

Él bendijo el pan y en ese momento el Soplo del Espíritu Divino de Dios habló a través de Mi Boca y les dije a los Apóstoles, así como al espíritu de las santas mujeres: “Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados”.

Del mismo modo el Soplo Divino del Espíritu de Dios bendijo el Cáliz y aceptó la ofrenda de Su Unigénito, y en ese momento el Verbo Divino expresó para todos los presentes en aquel tiempo: “Tomen y beban todos de él, porque esta es Mi Sangre, Sangre de la Alianza nueva y eterna, que será derramada por Su Señor y por todos los mártires para el perdón de los pecados y la salvación de los mortales”.

En ese momento, el Soplo Divino del Espíritu de Dios salvó a la humanidad.

Que el Señor bendiga estos elementos bajo la Luz poderosa de la Cruz de Emmanuel, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Los que aún hoy no se confesaron, que lo hagan interiormente, en este momento, ante su Maestro y Señor que viene a darles la absolución de sus pecados, la reparación de sus corazones con la Luz de la Fuente de la Vida Eterna.

Mientras escuchan la melodía, confiésense a Mi Sagrado Corazón y háganlo por todos los pecadores, especialmente por los que no aceptan el Nombre del Señor y crean las guerras en el planeta, la división entre las naciones y la indiferencia entre los corazones.

Hoy Me estoy sirviendo de todas sus oraciones, las que fueron pronunciadas en este día, para que el Soplo Divino del Espíritu de Dios también llegue a los que escuchan detrás de este medio de comunicación.

El Resurgimiento de Cristo está sucediendo, y así como en el Getsemaní pisé con Mis Pies a la mala serpiente, hoy piso con Mis Pies lo que causa el dolor, la indiferencia y el temor en los corazones, y así, se disipará.

Y Me elevo al Cielo escuchando sus canciones, que glorifican aún más Mi Sagrado Corazón para que Él pueda derramar Sus Rayos de Misericordia, de Gracia y de Redención en toda la vida planetaria.

Yo los bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Les agradezco por hoy estar Conmigo en la humildad del corazón, en la simplicidad de la oración y en el amor de sus espíritus.

Reciban Mi Paz como un bálsamo para sus vidas y que esta Paz inmaterial se expanda por donde vayan. Amén.

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DE TODOS LOS TIEMPOS, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Yo estoy cerca Mis hijos para protegerlos y traerles la Paz, porque las batallas de estos tiempos son el anuncio de Mi Reino venidero y el establecimiento del Plan de Dios en este mundo.

Yo Soy la Madre de todos los Tiempos y de todas las eras, porque en el Principio, sus esencias surgieron de Mi Vientre Creador. Los hijos de Dios nacieron de Mí, por la fecundación divina del Espíritu Santo, así como Su Primogénito expresó el Espejo de la Creación Universal cuando en la Tierra fue gestado en Mi Ser.

Yo Soy la Madre de todos los Tiempos, porque los gesté en el principio y los gestaré en el final, para que renazcan en Mí como una nueva humanidad.

A pesar de estar en la vida, ustedes están espiritualmente dentro de Mí, y Yo los protejo para que en el momento correcto puedan renacer. Hago de sus corazones el Espejo de Mi Vientre materno y gesto en ellos al nuevo ser.

Pensarán que renacerán por sí mismos y que el Amor de Cristo emergerá de sus esencias como un milagro divino; pero Soy Yo, hijos Míos, que como Madre de todos los Tiempos, lo estoy gestando en ustedes.

El Vientre Divino se espeja en todas las criaturas y en ellas gesta la nueva vida y el nuevo ser. Todo lo que emerge de nuevo en ustedes, como en toda la Creación, tiene su principio en Mí, porque Yo Soy la Madre de todos los Tiempos.

Sientan en el propio interior el reflejo de la vida que gesto en Mí y espejo a través de ustedes. Reconozcan el misterio de la Unidad de la Madre con Sus hijos y glorifiquen a Dios, por el poder de esa Unidad.

Dejen que Mi Vientre Universal geste en ustedes un nuevo hombre, un nuevo ser, digno de llamarse Hijo, así como Su Primogénito fue llamado en todo el Universo y en toda la Creación.

Así como gesté en Mi Vientre al Hijo del Hombre, hoy gesto al Hijo del Nuevo Hombre, el Niño Nuevo, que deberá expresar la victoria del Creador y la renovación de la evolución para todos los universos, superando las expresiones de Amor y de entrega vividas hasta hoy en este y en todos los mundos.

Sientan que Mi Vientre Creador los renueva y hace perecer toda la materia vieja que se descompone como polvo en la consciencia humana, porque ya no construye el Plan de Dios y Su Voluntad. Den lugar a lo que gesto en ustedes, en sus corazones y en sus consciencias, para que inclusive sus mentes se abran y reconozcan la Nueva Ciencia Universal, que trasciende el entendimiento humano.

Dejen que la irradiación de ese Espejo Creador en sus esencias se expanda por todo su ser y expulse de ustedes lo viejo. Salgan del capullo de la ignorancia y de la ceguera humana, para que la renovación de la Creación les dé alas para llegar a Dios, y que su vuelo inspire a otros para renacer y volar.

Yo Soy la Madre de todos los Tiempos y ustedes son Mis hijos. Yo los amo tanto como al Hijo Primogénito de Dios, porque cada uno de ustedes representa una oportunidad tan grande para la Vida como la que Él representó, como Él fue, es y será siempre.

Den lugar a lo Nuevo que gesto en ustedes, y eso comenzará a abrir el corazón y la consciencia para vivir lo que no comprenden, y decir “sí” a lo que no conocen y nunca vivieron.

Los viejos patrones deben quedar atrás, junto a la vieja humanidad, porque el Creador aspira a que la Nueva Jerusalén descienda pronto sobre el mundo, y para que eso ocurra, Sus hijos también se deben renovar.

El Creador no hará descender sobre la Tierra un nuevo arquetipo de vida, que tiene como base Leyes Divinas y Gracias insondables, si la humanidad no se renueva y renace para volverse digna de habitar en esa Tierra. La Nueva Jerusalén solo se manifestará con toda su pureza, cuando el hombre sea puro y digno de habitar en ella.

El Hijo del Hombre no volverá al mundo para ser crucificado por segunda vez. Sus compañeros deben cargar la cruz de estos tiempos y vivir la transformación en Cristo, antes de que Él retorne, porque Él vendrá a consumar el Plan de Su Padre y a demostrar a los Suyos que pueden ser tan Hijos de Dios como Él lo es.

Él fundará la Nueva Jerusalén con Sus compañeros y dará a gobernar la Tierra a los mansos y puros de corazón, porque los nuevos gobernantes no serán aquellos que saben someter y subyugar, sino los que saben rendirse a Dios, respetar a sus hermanos y humillarse ante ellos, reconociendo al Creador presente en todas Sus criaturas.

Será el Hijo del Nuevo Hombre quien habitará la Tierra Prometida, y todo lo que hoy está viejo y descompuesto se renovará en los Estanques de la Creación como algo nuevo, para que todo se pueda recrear. Yo Soy la Madre de todos los Tiempos y de todas las cosas, y hoy les anuncio la Gracia que les espera al renacer. Contemplen en el propio interior al Espejo de la nueva gestación universal y sean celadores de lo que nace en ustedes.

Así como tomé en los brazos a Mi Hijo, cuando Él expresó la gloria de Dios en la fragilidad de un niño, quiero un día, hijos amados, tomar en los brazos lo que hoy se gesta en vuestro interior y contemplar el triunfo de Dios en la vida humana, teniendo la certeza en Mi Corazón de que toda batalla y todo dolor habrán valido la pena para ver llegar este momento.

Los gesta en Su Vientre Creador,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de todos los Tiempos

MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS​​​​​​​​​​​​

Muchos aún no comprendieron los tiempos que viven; así como cuando Mi Hijo estaba en el mundo, la humanidad tampoco comprendió la Gracia que recibió.

La Sagrada Familia tenía el don especial de obedecer a Dios, porque Lo conocía y porque jamás dudó de que Su Hijo Primogénito estaba entre Ellos.

La fe de Mi Castísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María trascendía cualquier necesidad de manifestaciones físicas y de acontecimientos materiales que confirmaran la importancia de los tiempos que vivíamos.

No esperábamos ver cumplidas las Profecías ni las Escrituras, no esperábamos porque sabíamos que ellas ya se estaban cumpliendo. Pero el tiempo pasó, y como muchos dicen la mente humana se desarrolló.

En aquel tiempo éramos más simples, no teníamos tantos conceptos ni ideas sobre el Plan de Dios y sobre Su Creación. Nuestra fe estaba basada en las Escrituras y en lo que cada uno de nosotros podía sentir y experimentar en Presencia del Divino.

Hoy, hijos, la mente humana es muy concreta, pese a que crean que es más evolucionada que en aquel tiempo.

Esa evolución de la mente los ayudó de muchas formas, sin embargo cerró el corazón de muchos que no consiguen desarrollar la fe porque piensan demasiado; no consiguen creer en la Palabras de Dios o en Sus indicaciones, porque necesitan de algo concreto, como sus mentes, para hacerlo.

Siempre les dijimos que son los simples de mente, de alma y de corazón los que pueden ser instrumentos de Dios, porque el Creador puede pensar con sus mentes, sentir con sus corazones y vivir en sus almas.

Cuando Yo estuve sobre la Tierra como San José, Mi Corazón era simple, por eso no dudaba en responder a los Designios superiores, no dudaba en creer que venían de Dios las señales y las palabras que escuchaba en la oración.

En este momento, hijos, sé que a muchos les cuesta tener esa simplicidad; sin embargo deberán responder a los Designios superiores como Yo respondí; porque de la misma forma que el Plan de Dios tenía como foco principal a la Sagrada Familia, de esa forma, hoy ese foco está sobre la Obra que construimos día a día a través de ustedes.

El destino humano será uno u otro dependiendo de la concreción de este Plan que estamos trazando con sus vidas.

Solo obedecer, en cierto momento no será suficiente, porque muchos obedecen con el cuerpo pero no con la mente ni con el corazón.

Llegará el momento en que sus mentes hablarán tan alto que el adversario los escuchará; y a pesar de seguir con el cuerpo lo que les decimos, si no lo siguen por completo, este Plan no triunfará.

Recuerden que esta Obra no es solo algo material, no están construyendo una institución espiritual física; están manifestando un Arquetipo divino, pensado en el principio de todo, cuando ni aun el Universo conocía la Voluntad de Dios. Y es por eso que esta Obra debe partir del espíritu e impregnar cada espacio de sus consciencias.

Para entregar la vida por amor a Dios, deben estar colmados por ese Amor.

Porque muchos fueron los mártires en esta humanidad y para muchos era fácil moverse por el ímpetu de la vida heroica y llena de desafíos; pero fueron pocos los que hicieron valer sus vidas como un triunfo de Dios y que renunciaron a ella por amor al Padre.

Para renunciar a la propia vida no es necesario morir, porque todos deben experimentar esa experiencia de la renuncia, todos deben vivirla en este tiempo; deben renunciar a sus pareceres y a todo lo que aprendieron hasta hoy, para que sea el Creador el que piense, sienta y viva dentro de ustedes.

De esta forma, hijos, no importará lo que el mundo piense, no importará lo que la boca de los hombres diga, porque la Verdad estará viva dentro de ustedes.

Muchos juzgaron, criticaron y maltrataron a la Sagrada Familia y a Mi Hijo Jesús; no obstante el Plan no dejó de cumplirse, porque la compasión estaba viva en el corazón de cada uno de Nosotros.

Y el amor a Dios nos permitió comprender la ignorancia y la limitación de muchos. Y fue ese mismo amor que los hizo despertar, algunos a tiempo y a otros cuando ya era tarde. Sin embargo, la semilla de ese despertar les valió para otra vida, para que hoy tuvieran la oportunidad de redimirse.

Por eso, en cada prueba que viven, en cada desafío, y cuando más se agudizan los tiempos más verdaderos deben ser, más simples, más vacíos de sí y plenos de Dios.

Sé que muchos creen que vivir en Dios y Dios en ellos, trasciende la propia voluntad o el propio esfuerzo. Y Yo les digo que ese es un ejercicio permanente, porque el Creador puede llegar, derribar sus estructuras mentales, humanas y construir en ustedes Sus instrumentos.

No obstante, deben permitirlo de verdad; deben soltar la voluntad propia y todo aquello que consideran valioso: su forma de pensar, de actuar, sus virtudes y sus miserias.

Muchos dicen que quieren ser instrumentos de Dios y les ofrecen sus miserias, aquello que creen que les impide vivir en el Creador.

Sin embargo, hijos, existen muchas virtudes y muchas destrezas que también impiden que el Creador se aproxime a sus vidas; porque los colman de sí y hacen que se adoren más a sí mismos que a Dios.

Por eso el vacío debe ser absoluto.

Les digo esto porque sé que sus almas aspiran a vivir plenas en este tiempo; aspiran a obedecer y a seguir la Voluntad del Padre sin cuestionarla.

Piensen, hijos, en todo lo que ocurrió en el planeta a través de los méritos generados por la experiencia de la Sagrada Familia. Piensen en la oportunidad eterna que las almas recibieron después de la entrega de Jesús.

Y ahora, piensen y sientan que esos mismos méritos deberán ser generados por sus vidas en este momento, porque todo el Universo se debe valer de los méritos de la experiencia en la Tierra y de la concreción de los Planes de Dios en la humanidad.

Aquellos que los persiguen necesitan de su amor porque viven en este tiempo su última oportunidad. No es la primera vez que intentan seguir a Dios y no lo consiguen.

Así como los que perseguían a Cristo, al recibir Su Perdón pudieron continuar su evolución y están en el mundo en estos tiempos, para vivir definitivamente su redención.

Gracias a Dios y a la poca comprensión humana, ustedes no tienen consciencia de la grandeza de la Obra que estamos construyendo por medio de sus vidas.

Y no les pido que tengan esa consciencia, sino que solo abracen la Voluntad dvina y que renuncien a sí mismos, a sus propios planes y a las propias metas; aunque piensen que esa meta es parte de la Voluntad de Dios, porque seguramente, hijos, ignoran por completo lo que el Creador aspira para ustedes.

Ofrezcan todos los días sus vidas a Dios y respondan a Sus pedidos con el corazón.

Corten los pensamientos cuando aparezca la duda. Manténganse en silencio si les aparece algún recelo o algún miedo.

Oren y no dejen que crezca aquello que los separa de la concreción de los Planes de Dios para ustedes.

Agradezcan al Padre todos los días por haber convocado a sus almas para cumplir un gran milagro en ustedes.

Pídanle la Gracia de ser humildes y simples para que Su Plan triunfe.

Si hacen lo que les digo, todo estará cumplido.

En omnipresencia, consagraré la Comunión para aquellos que Me escuchan, en reparación de todos aquellos que reparten el Cuerpo y la Sangre de Cristo pero que no comulgan en verdad con Él.

Pidan, hijos, que este Cuerpo y esta Sangre no solo transformen sus células, sino también sus consciencias.

Recen Conmigo un Padre Nuestro en arameo, pidiendo a Cristo que todos Sus compañeros, todos los que se dicen que se consideran Sus compañeros, puedan serlo de verdad.


Abbun debashmaia
Netkadesh eshmoj
Teite malkutaj
Nejuei sevianaj aikana
Debashmaia af ba-arja
Jav-lan lajma teesunkanan iagmana
Washpocklan jaubein wajtagein
Aikana daf jenan shoaken oljaiaben
Wela tajlan letnesiuna
Ela patsan men bisha
Metul delaje malkuta
Wajela wateshpurjta
Laj-lam almin
Aamein


Que en esta Comunión también ofrezcan a Dios su intención y su aspiración de ser verdaderos.

Que la esencia de esta Obra no se pierda. Que pueda mantenerse viva a lo largo de los años y que aquellos que vendrán y que despertarán en el final, puedan encontrar en sus ejemplos la Presencia viva de Dios, para que de esta forma construyan el Nuevo Mundo y la Nueva Humanidad.

Les agradezco.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Lánzate a lo imposible, si así te lo pide el Señor. Vence cualquier temor natural o sobrenatural y responde a la Voluntad divina, aun sin comprenderla.

¿Qué parecerá más imposible para un hombre que aceptar que su virgen esposa gesta, en sí, al Hijo de Dios, traído y fecundado por el Espíritu Santo? Y entre tanto, hijo, delante de ese y de tantos otros misterios de Mi vida, jamás negué la Voluntad del Señor.

Fue por esa obediencia irrestricta que el Creador concedió, a Su simple siervo, la Gracia de compartir Su Poder y Su Gloria, aunque Yo estuviera en vida, en un cuerpo, una mente, un alma y un corazón humano.

El Señor siempre Me pidió cosas imposibles, y lo más imposible de todo fue que Me pidió, un día, que fuera tan semejante a Él como lo era Su Hijo, en la humanidad de aquel pequeño Niño que por años cargué en Mis brazos.

Era tan inmensa la grandeza de aquel Niño e infinitas Su Santidad y Majestad, incluso estando en un cuerpo tan pequeño, que asemejarme a tal amor manifestado Me parecía imposible. Pero no Me negué a ese pedido divino y solo Me abrí a amar a Mi Hijo y a Dios como única cosa. Me dejé impregnar por la Presencia divina en Mi vida y abrí cada célula de Mi cuerpo para vivir en sí el despertar al amor y a la semejanza con Dios.

Poco a poco, fui descubriendo que ser semejante al Padre, como lo era Mi Hijo, era amar al Padre tal como Mi Hijo lo amaba y amar a todo tal como el Padre amaba. La esencia del amor era el comienzo, el medio y el fin de todas las cosas, de todos los caminos.

Y observando al pequeño Jesús fue como descubrí que la evolución es eterna, y que la unión con Dios debe ser permanente, constante. Fue así como, aun después de la muerte, seguí contemplando los pasos y el triunfo de Mi Hijo amado y cada vez más Me adentraba en la vivencia del amor y de la semejanza con Dios.

Te digo esto porque el Creador pide cosas imposibles a todos Sus hijos. Incluso, de la misma forma como Me lo pidió, Él también te pedirá que ames como ama Su Hijo Primogénito y que seas semejante a Él, como es Su Hijo amado.

Sabe, hijo, que la esencia de todo se encuentra en perder el miedo de lanzarse al amor.

Aunque te atormenten la duda, el temor, el orgullo y la falta de paz, jamás dejes de cumplir con la Voluntad del Padre. Cuando respondas a Su Llamado, verás que se manifiestan en tu vida Sus Prodigios.

Yo te amo y con Mi ejemplo, te inspiro siempre.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT

Mis amados compañeros de camino:

Hoy llego a este sagrado lugar, Reino del Hijo Primogénito y de la Madre Universal, a traer para todos aquella simplicidad y aquella humildad que aprendí durante el tiempo que estuve aquí, en esta Tierra, como San José, humildad y simplicidad que Me han acompañado desde entonces.

Es esa humildad y esa simplicidad las que Me permitieron vivir la santidad, pero por sobre todas las cosas Me permitieron dejarme guiar por Dios, por Mi Hijo Jesús y por Mi amada esposa María.

Ella, con Su amoroso silencio, guiaba Mis pasos internos; silencio que Yo amé y veneré en ese tiempo como servicio a Dios.

Hoy vengo a decirles que para superar esta purificación que ustedes, Mis amados discípulos, están comenzando a vivir, solo el camino de la humildad, de la simplicidad y del amor al silencio, los llevará a superar todas las pruebas que enfrentarán para dejar atrás al viejo hombre y a la vieja mujer, aquellos que ya no deberán existir para que el odre que Mi Hijo debe llenar con Sus Códigos nuevos de Luz pueda estar preparado y vacío para Él.

Les hablo a todos por igual, pero hoy quiero hacer un especial llamado a aquellos que están confusos. A estos hijos les pido que ese silencio interior sea el que les permita escuchar la voz del corazón y que la humildad les permita aceptar la guía de la Instrucción dejada por Nosotros, los Mensajeros Divinos de Dios.

También hoy les hablo especialmente a aquellos que siempre han estado tan seguros de sí mismos, porque son fuertes y sienten claridad en su interior. Quiero que sepan que todos vivirán el derrumbe de aquellas estructuras que no los dejan dar pasos en dirección a la plena fraternidad y humildad que esta humanidad debe vivir.

Llegará el día en el que la energía de este final de ciclo toque por Ley esas estructuras, y ellas comiencen a temblar. Será en ese momento que la arrogancia y la soberbia, que han cultivado junto a lo que construyeron de ustedes mismos, comenzarán a caer para dar paso a la verdad de vuestras esencias, aquello que el Padre Altísimo diseñó para vuestros destinos.

Abran sus corazones y, así dispuestos, estudien Mis instrucciones, aquellas que les he dado desde que los visito. En ellas se guardan muchas llaves que deben ser las que los ayuden en estos tiempos tan sublimes y tan esperados por vuestras almas.

Sean fuertes y perseverantes y no se dejen amedrentar por el adversario de este Plan de Dios, que siempre querrá utilizar vuestras destrezas en su favor sin que lo puedan percibir.

Colóquense siempre por debajo de los demás, vivan para servir a sus hermanos, sin protagonismos, y así la virtud que hay guardada en vuestras esencias, aquella que el Creador colocó en sus seres, se derramará dentro y fuera de ustedes para conducir este camino de esfuerzo que deben recorrer hacia la santidad.

Yo estaré allí para guiarlos, para ampararlos y para cuidarlos de ustedes mismos. Solo Me deben aceptar como vuestro Compañero de camino.

Hoy bendigo esta casa, cuna de la Nueva Humanidad y a todos ustedes, hijos del Altísimo. Dios esté siempre en sus vidas.

Mi Casto Corazón los guarda.

San José, Obrero humilde de Dios

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos hijos,

Yo soy la Madre de todos los pueblos, de todas las razas, de todas las lenguas, de todos los seres. Toda la Creación de Dios proviene de Mi sagrado vientre materno. En Mí se gestan todas las criaturas; a través de Mí nacen y renacen los seres, los mundos, los universos. En Mi Corazón amparo y guardo mucho más que todas las almas; en Mi Corazón Inmaculado recibo y acojo a todas las criaturas de todos los reinos de este universo bendito y sagrado.

Mis amados, podrán preguntarse por qué tantas veces Me presento a ustedes y en Mis palabras digo quien soy. Digo estas cosas porque Dios Me pidió que la humanidad reconozca, en el final de los tiempos, la Fuente Creadora Femenina, el Materno Corazón de Dios que cuida todo lo que Él creó.

Tantas veces les dije “Yo soy”, porque la humanidad no Me conoce y por no conocerme verdaderamente, no Me busca y no procura Mi auxilio, ante todas las dificultades de la vida.

Mis queridos, Me presento a ustedes como la Madre de Cristo Jesús, porque así es. Mi Hijo es Omnipresente y está en todo. Su Consciencia Sacratísima hoy reina en toda la creación y, así como soy Su Madre, soy la Madre de todo lo que existe.

Les pido que reciban Mis palabras en vuestros corazones, porque solo allí podrán comprender lo que les digo. Aquel que no abra el corazón jamás podrá descubrir los misterios celestiales y aquel que no penetre esos misterios no podrá jamás encontrar la verdadera Fuente Universal que es la Consciencia de Dios Padre.

Mis palabras intentan conducirlos a la verdad, pero la humanidad está muy separada de la realidad superior y pocos se abren para profundizar en algo que no comprenden y que no aceptan, por estar tan distante de lo que viven en este mundo.

Mis amados, Mi presencia los invita a una total transformación de la vida y del corazón. Muchos no Me aceptan porque tienen miedo de perderse en la profundidad de Mis palabras y, hoy les digo, aquel que profundiza en la presencia de los Mensajeros Divinos y busca incansablemente comprender, sentir y vivir Nuestras palabras, no se reconocerá en poco tiempo y puede ser que no se encuentre como hoy es, porque dejará de vivir y de ser una ilusión, para expresar lo que es en esencia y en verdad.

Mis amados, les digo todo esto, porque a lo largo de toda la historia de la humanidad, Dios Me envió a la Tierra para conducir a los hombres, pero ahora, los campanarios celestiales están sonando y anunciando que el tiempo de vivir en la ilusión y en la ignorancia está terminando y Yo, como la Madre de todas las almas y de todos los seres que soy, decidí lanzarme a los abismos del planeta y entregar el Oro de la Verdad para aquellos que siempre se encontraron en la oscuridad de la ignorancia.

Y aunque sepa que muchos podrán cerrarme las puertas de su corazón para siempre, por no creer en lo que les digo o por no querer vivir la transformación para la cual los llamo, jamás desistiré, porque también sé que muchos Me entregarán la vida y harán de esta entrega el motivo de conversión y de despertar de muchas otras almas.

Quiero decirles en este día, Mis queridos, que no mediré esfuerzos para sacarlos del sueño en el que viven, que todo haré para verlos despiertos, conocedores de la Verdad y de la manifestación viva de la Voluntad de Dios.

Que Mis palabras hoy lleguen a lo profundo de vuestros corazones y los impulsen para dar un paso definitivo. Las almas esperan la definición de vuestros corazones para encontrar un ejemplo palpable que seguir.

Yo los amo y los espero atentos, vigilantes e incansables en esta larga trayectoria.

Paz para la humanidad.

Yo los bendigo.

Vuestra madre, María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mi Corazón Invencible prevalece ante el caos de la Tierra, y toda alma que esté unida a Mi Corazón Redentor, también prevalecerá a pesar de los embates del enemigo.

Pocos son los que se ofrecen a Mi Consciencia Universal para ayudarme a liberar las almas y las consciencias que están presas de su propia condición. El Señor de las Alturas envía nuevamente a Su Hijo Primogénito para ayudar a curar el gran dolor de la humanidad. 

Esta vez el Universo vuelve a reunir a los apóstoles para que juntos y como uno solo, lleven en sus corazones la espada de Mi Liberación, la que por amor terminará de cortar el mal del mundo.

Con el rosario en la mano, vivan la oración misericordiosa; que ella sea la luz en las tinieblas y el amparo ante las asechanzas. En cualquier condición y momento, que su verbo reverbere por siempre, para que la luz y el amor puedan vencer, y al fin reine la paz en la humanidad.

Hoy Mi Consciencia Sacerdotal, Universal y Planetaria intercedió por el espíritu frágil de la humanidad y, durante la Hora de Mi Misericordia, los portales de la liberación evacuaron almas en condiciones de ser redimidas y perdonadas. Mi Amor por ustedes, que es infinito, restauró todo lo que estaba dañado, y una vez más Mi Insondable Misericordia tuvo su victoria en la Tierra.

Este gran manantial protegerá y lavará las heridas que están abiertas en sus seres.

Gracias por llamarme a su encuentro orante.

Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por prevalecer en Mi Corazón Misericordioso.

Cristo Jesús

Mensajes mensuales
MENSAJE EXTRAORDINARIO PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, MADRE DEL SAGRADO ÁRBOL DE LA VIDA, TRANSMITIDO EN EL FORTÍN DE SANTA ROSA, CANELONES, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Fray Elías:

Cuando la Virgen María apareció para transmitirnos el Mensaje para la Aparición, en la madrugada del 25 de julio, nuestra Madre se manifestó como siempre, pero esta vez trajo Consigo el símbolo de aparecer al lado de un gran árbol, con una gran copa verde. Era un árbol robusto, fuerte y lleno de frutos maduros. En ese momento, Ella nos dijo que era la Madre del Árbol de la Vida.

 

Queridos hijos:

Yo soy la fértil Semilla que se siembra en los corazones que se abren para escucharme. Cuando la Semilla de Mi Corazón se siembra, nace la nueva flor que da aromas sutiles a Dios; y el fruto crece y madura lentamente, dando así nuevas semillas de amor y de redención.

Yo soy el gran Árbol de la Vida. Yo soy la Madre que gesta a la Nueva Humanidad, porque a través de Mi Corazón ustedes llegarán a Dios y en consecuencia encontrarán en sus caminos la Presencia de Mi Hijo.

Algunas de las semillas que derramó Mi Árbol de la Vida eran para que nacieran otros nuevos frutos, pero estas se secaron. Por eso, Mis raíces se nutren y se alimentan de los frutos que nacieron, para fortalecer la gran copa que dará después nuevos frutos.

Si el Árbol de la Sabiduría no hubiera nacido, no podría haber nacido el Árbol de la Vida. Yo fui antes Semilla sagrada para después poder ser Flor y luego ser Fruto fecundado en el Corazón amoroso de Dios.

Dios después Me envío por el universo para sembrar las nuevas semillas de luz y, en esta trayectoria, Me envió en una gran misión a la Tierra, para que fuera sembrada en Mi interior la Segunda Persona de Dios, el Hijo Primogénito que era y es el gran Fruto de su salvación, porque es a través de Él que se encuentra la salida en este tiempo, solo en Él se encuentra la salida y la dirección para poder cumplir en vida con la Voluntad de Dios.

Ustedes, Mis queridos, son estos nuevos frutos que ya están por madurar en Mi Árbol de la Vida, porque los frutos nunca pueden estar separados de Su Árbol y el Árbol nunca podrá estar en esplendor si le faltan sus frutos.

Hoy los invito a descubrir los frutos de su conversión y de su redención. Aún el tiempo de que surjan las nuevas semillas está esperando despertar y esto será posible si sus frutos están bien maduros, para que den buenas semillas.

En todo este ciclo planetario, el poder de Mi Gracia y de Mi Misericordia está pasando ante sus vidas, para que antes de todo lo puedan percibir.

Dios espera que Sus hijos puedan ser árboles fuertes y maduros, que puedan dar frutos para que los más humildes se puedan servir de este sagrado alimento y así sus almas estén unidas a Mí por medio de la gran semilla del servicio y de la oración. Si esto no existiera, las semillas se secarían pronto.

Por eso, Mis queridos, en este Mensaje quiero hacerles comprender que ustedes están unidos al gran Árbol de la Vida, el Árbol de Dios que guarda la memoria de sus orígenes, un espacio interior al cual deberán retornar después de todo.

Es el gran Árbol de Mi Consciencia, el  que se donó al Padre para dar semillas de luz y sembrarlas en los corazones que se unen en eterna oración. Ahora, el nuevo árbol de los frutos maduros deberá surgir en la próxima humanidad.

Ahora, ustedes son sagradas semillas en las Manos de Dios que, con tanto amor, espera sembrarlas en el nuevo mundo. Por eso, queridos hijos, comprendan que cada acto de amor, servicio y oración es un nuevo fruto para su redención y para la redención de la humanidad.

Sus pasos deberán dirigirse a Dios a través del corazón puro, la pureza hará madurar los frutos correctamente y así en sus seres reposará el Espíritu y la Sabiduría de Dios.

Gracias a todos los hijos que con amor, durante esta madrugada, han vigilado Conmigo en oración por el cumplimiento de Mis Planes de paz y de redención.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado, en fe y devoción!

María, Madre y Reina de la Paz

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE MARÍA, REINA DEL ESPÍRITU SANTO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA 

Hijos Míos:

Cuando Mi Corazón se aproxima a la Tierra, trae en Su interior al Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, porque hoy Yo les digo que la Sierva de Dios es Una con Su Espíritu.

El Santo Espíritu vive y reina en Mi Corazón, y Yo estoy en Él eternamente. De esa forma, cada vez que invoquen a Mi Inmaculado y Santísimo Corazón, sepan que estarán invocando al Espíritu de Dios, santificado por Su eterna Gloria en los Cielos y en la Tierra.

El Espíritu Santo se hizo Uno Conmigo cuando el Hijo de Dios habitó en Mi vientre. Yo fui concebida por el Espíritu de Dios y Él se hizo carne en Mi Hijo a través de Mi Vientre.

Mi Espíritu nació de la Consciencia purísima de Dios con la misión de ser eternamente Santo e Inmaculado. Mi Espíritu fue generado por el Corazón de Dios, porque de Su Corazón nacería el Corazón del Hijo del Hombre, el Hijo Primogénito de Dios.

Es hora de que todos glorifiquen este misterio, porque tantas veces les dije que el Espíritu Santo llegaría a sus vidas, y cuando lo dije, Mi Espíritu ya estaba delante de sus corazones.

El Espíritu Santo es omnipresente y desea hacer Su morada en todos los corazones del mundo. Este Santo Espíritu fue creado para manifestar el Amor de Dios en todas las cosas, y, sobre todo, en todas Sus criaturas santificaría la materia y haría renacer a Dios en el hombre y al hombre en Dios.

Como se manifestó en Mí, el Espíritu Santo deberá manifestarse en todos los hijos de Dios. Aquellos que sean fieles a Dios, como Yo lo fui, abrirán las puertas del corazón y de la consciencia para que el Espíritu Santo pueda anclar.

Ya no será gestado en el vientre de los hombres, pero sí en sus corazones. No nacerá en el hombre nuevo, sino que hará renacer al viejo hombre.

Abran sus corazones a ese sacratísimo misterio, renuévense en lo desconocido, pues este Árbol bendito crecerá en los que hoy se abran a estas semillas que les son entregadas.

Yo soy el Espíritu el Espíritu Santo y Él es en Mí.

Como fuego de transformación para las almas, el Espíritu de Dios sobrevuela el mundo, como Ave Inmaculada y Luminosa, coronada de estrellas y vestida de sol, para perpetuar Su Morada en los corazones que le sepan decir sí.

Yo los bendigo y los guardo en el Corazón de Dios.

Les agradezco por abrirme las puertas del corazón.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad 

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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