APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 13

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Me alegra estar aquí, en Mi Argentina.

Vengo aquí, como un Espejo de Paz, para que las almas ingresen en Mi Océano de Paz, para que puedan ingresar en Mi Universo de Amor, que los fortalecerá en este momento y los animará a seguir adelante, a pesar de todo lo que suceda.

Hijos Míos, Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre que escucha las súplicas de Sus hijos, la Madre de Dios que acoge a los corazones heridos, que recibe el clamor de todos Sus hijos.

Yo estoy aquí, hijos Míos, para animarlos y para darles coraje, para que se animen a atravesar estos tiempos desconocidos, dentro y fuera de ustedes.

Vengo aquí a disolver todo el temor y la duda por medio del Amor de Mi Hijo, Jesucristo. Él Me envía como la Señora de Argentina y la Madre de todos los corazones argentinos, para recordarles que Él retornará a esta nación, que Su promesa se cumplirá y que nada lo impedirá, porque es la Voluntad de Dios por encima de todas las cosas.

Por eso, tengan fe y no se debiliten. Invoquen la acción del Espíritu Santo para que puedan recibir Sus dones en este momento, en el que la Argentina necesita ser guiada y acompañada por la Jerarquía.

En nombre de todas las Santas Divinidades del universo, Yo estoy aquí como el Soplo del Espíritu Santo que los abraza y los envuelve, como la llama de Amor que los cura y que los sana, que los impulsa a vivir el nuevo tiempo, lejos del sufrimiento y de la tristeza.

Vengo aquí como la Madre de la Gracia Infinita, a reparar el espíritu y el alma de esta nación. Por eso, he pedido que se encontraran Conmigo, y agradezco el espíritu de colaboración y el entusiasmo de todos, más allá de lo que cada uno de Mis hijos está viviendo en este momento.

Coloquen sus oídos sobre Mi Pecho y sientan el pulsar de Mi Corazón. Dejen que Mis Manos acaricien sus rostros. Dejen que Mis Brazos los abracen fuertemente para que sientan el abrazo de Dios, ese abrazo que es incansable y eterno, esa Sagrada Mano de Luz que se extiende para que todos se puedan tomar fuerte y seguir caminando con esperanza hasta poder encontrar dentro de ustedes el universo de la paz.

Yo amo con predilección a la Argentina y no Me cansaré de decirlo, una y otra vez, porque para su Madre Celeste esto es una oración.

Amo a la Argentina por el Propósito Espiritual que tiene en el final de los tiempos, por todo lo que debe concretar espiritualmente como nación; porque aquí está previsto que se cumpla la Voluntad de Dios, aunque los acontecimientos en la superficie digan otras cosas.

Pero, a través de esta prueba de fe que cada uno de Mis hijos argentinos está atravesando, Dios les concede la oportunidad de fortalecer a sus Cristos Internos y atravesar este momento de una forma como nunca antes atravesaron.

Por eso, vengo aquí como la Madre del Alivio, como la Madre del Consuelo, como la Madre que escucha la voz de cada uno de Sus hijos de Argentina.

Llegará un tiempo, el tiempo del porvenir, en el que todo se transformará y se redimirá. Ustedes ya conocen esta promesa que los Sagrados Corazones de Jesús, María y San José les han pronunciado a través de los tiempos.

Crean en esto, tengan fe y serán parte de esto algún día, y también sus familias y seres queridos, así como lo será todo este país que le debe reflejar al mundo una lección de amor, de fe y de persistencia, en la que los corazones que aman y viven por Cristo no se dejan derrotar, no se dejan estremecer a pesar de todo lo que les suceda, porque el Amor de Cristo está en los corazones que aman al Señor, y la fe los renueva y les disuelve las flaquezas, las incertidumbres y también las dudas.

Porque esta es la gran noche oscura del planeta. Así como ustedes, como nación y como pueblo, están atravesando esta noche oscura, muchas naciones también viven su noche oscura, muchos pueblos y razas atraviesan esta noche oscura; pero, para ustedes y para sus hermanos, la Luz invencible e inexplicable de Cristo siempre brillará en el fondo del abismo.

Y levantando sus rostros hacia lo Alto, lo verán, porque Él pisará con Sus Pies esta tierra, y así como lo hizo con Sus compañeros, los llamará por su nombre y lo reconocerán; y algunas almas tendrán la Gracia de verlo, cara a cara, y de una forma sorpresiva.

¿Qué le dirán a Mi Hijo cuando lo encuentren?

Preparen ese momento en lo más íntimo de sus corazones, porque eso es lo más importante en este momento para sus vidas: poder estar cara a cara ante el Señor para unirse a Él, para que sean Uno con Él, así como Él es Uno con el Padre y así el Padre será Uno con ustedes; porque Mi Amado Hijo vino al mundo por esta causa, para que todos aprendieran a ser Uno con el Padre que está en los Cielos.

Rezo para que Argentina pueda expresar su sagrada tarea espiritual a través de las almas que despiertan y que despertarán, a través de los corazones que se animan a unirse a esta Fraternidad Universal, en la que todos pueden vivir en este tiempo una síntesis interior de todos los caminos, escuelas y experiencias que vivieron en esta vida.

Porque al final, Mis hijos, todas las escuelas, experiencias y caminos llegarán a un solo lugar, todos los caminos desembocarán en un mismo lugar, que es el Amor de Dios, Su Corazón pulsante y eterno que vibra en Amor por las almas que lo buscan y que impulsa a los corazones que se animan a superar a Mi Hijo en el Amor.

Porque eso es lo que espera Cristo, Nuestro Señor, que cada día que pasa y a través de cada experiencia que viven en este tiempo crucial, el centro de sus vidas y de su espiritualidad sea vivir ese Crístico Amor de Dios por intermedio de Su Amadísimo Hijo, Jesucristo.

Caminaré, junto con ustedes, en peregrinación hasta las Sierras de Córdoba para que, a través del Centro Mariano del Espíritu Santo, la Argentina como alma y como pueblo tenga la Gracia de recibir una vez más los Siete Dones de Dios, para que las almas que están aquí sean reparadas y curadas, para que todos ustedes puedan sentir la unción de Mi Amadísimo Hijo que los vendrá a bendecir al igual que el Casto Corazón de San José. Así, los Tres Sagrados Corazones bendecirán a la Argentina.

La Madre de la Gracia, hoy aquí presente entre Sus hijos y por Sus hijos, extiende Sus Brazos y abre Sus Manos para derramar la Luz de la Gracia de Dios sobre Sus Criaturas, sobre las almas que necesitan en este momento del consuelo y de la paz, para llevarla consigo en sus espíritus, para irradiarla a sus familias y seres queridos, para compartirla con cada hermano y hermana de la Argentina.

Crean, Mis amados hijos, en el poder que les puede dar el renacimiento de Cristo en cada corazón.

Ustedes ya son testigos del Sagrado Sacramento de Su Cuerpo y de Su Sangre, son parte de Su Gran Cuerpo Místico en el mundo que refleja como espejo Su Gracia y Su Amor por las almas.

Que puedan sentir, en esta tarde, el júbilo de sus almas, así como la Madre de Dios y Señora de Luján siente el gozo de estar con Sus hijos amados.

Que se cumpla el advenimiento de la esperanza.

Que las almas renazcan en Cristo, para que se alcance la paz.

Bendeciré en este momento, Mis queridos hijos, todos los objetos sagrados que tengan consigo, para que ellos sigan siendo una señal de conversión y de redención, de fortalecimiento de la fe y de la esperanza en las almas de Argentina.

El Rosario es el arma contra toda adversidad y oscuridad. Quien se afirma en él, nunca perecerá.

Yo vine a enseñarle al mundo a orar el Santo Rosario, para que sus almas, sus familias y seres queridos formaran parte de los Misterios de Dios, expresados en cada uno de los Misterios del Santo Rosario; y para que, a través del espíritu de la oración del Rosario, aprendieran a vencer todo mal y toda adversidad, aprendieran a resolver las causas imposibles, porque quien reza el Rosario con el corazón, reza Conmigo en los Cielos.

Yo bendigo estos objetos sagrados, pero sobre todo bendigo a sus corazones.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Gracias, Mis hijos, por estar Conmigo. Recuerden que Yo estoy a su lado, en el silencio de Mi oración.

Les agradezco y los amo.



Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

¡En este encuentro, Te honramos, Señor!

Y, ahora, vamos a prepararnos para la Comunión Espiritual y vamos a ofrecer esta Comunión por la reconsagración de Argentina al Sagrado Corazón de Jesús, respondiendo al pedido de nuestra Santísima Madre.

Mientras nos preparamos, vamos a cantar la “Canción para Cristo”, preparando nuestro mundo interior, nuestra consciencia, para participar de este Sacramento de la Santa Eucaristía y del Sacramento del Bautismo que llega como una Gracia renovadora para todos nosotros.  

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE CZESTOCHOWA, POLONIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 13

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Gracias a la oportunidad que Me ha dado Dios, vengo a elevar hacia el Reino de los Cielos a toda Europa del Este, para que esté más cerca del Corazón de Dios, para que puertas inciertas se sigan cerrando y los corazones heridos se puedan curar, especialmente aquellos que se vieron forzados a abandonar sus hogares, a abandonar sus pueblos y todas sus pertenencias.

A través de la Presencia de Nuestros Sagrados Corazones, del Corazón de Mi Amado Hijo y de Mi Inmaculado Corazón, venimos a fortalecer el canal de la Divina e Insondable Misericordia que brota como un manantial inagotable de Gracias y de expiación para toda la humanidad y el planeta.

Hoy quisiera, hijos Míos, que no solo honraran a la Madre y Reina de Polonia, sino que también contemplaran junto a Mí, a través del Amor de Mi Corazón, el divino canal de la Misericordia que aún sigue abierto para el mundo entero, que debe ser recordado todos los días en sus oraciones y en sus actos de caridad y de servicio. Un canal de Misericordia que no puede ser olvidado ni tampoco apartado de sus vidas, porque este es el gran momento de la humanidad en el que todos necesitan esa Misericordia, no solo para atravesar estos tiempos desafiadores, sino también para vivir lo que Mi Hijo necesita de ustedes. 

Recuerden que son Sus apóstoles, los apóstoles del fin de los tiempos, los apóstoles que aprenden a persistir y a seguir adelante a pesar de las batallas espirituales e internas o aun a pesar de las guerras externas. Nunca vencerán al enemigo enfrentándolo, sino ustedes lo conseguirán vencer a través del Amor de Mi Hijo.

Yo necesito, hijos Míos, que comprendan que este canal de la Divina e Insondable Misericordia de Cristo, abierto una vez aquí, en Polonia, a través de las revelaciones a Santa Faustina, es un canal que debe ser conocido por todos. Es un canal semejante a una fuente, al que ustedes se pueden aproximar, lavar y purificar, para que no solo sus pecados sean disueltos o aquellas situaciones internas que no consiguen superar o resolver puedan ser resueltas por el manantial inagotable de la Compasión de Mi Hijo, sino también que ustedes, como portadores de actos de caridad y de Misericordia, enseñen a través de sus ejemplos el Amor que ha perdido el mundo entero, que lo ha llevado al castigo, a la impunidad y a la injusticia.

Este canal de la Divina Misericordia, que no solo es divino, sino que también es cósmico, debe estar muy presente en sus consciencias; y eso lo conseguirán a través de la oración del corazón y de la poderosa herramienta a la Divina Misericordia.

A las tres de la tarde, Mi Hijo sigue abriendo Sus Entrañas más profundas y desconocidas al mundo. A través de Sus Entrañas que los llevan al Océano de Su Misericordia Infinita, Él, de Brazos abiertos y Manos extendidas, invita a todos Sus compañeros e hijos a ingresar a ese Océano de Luz. Esta actitud no es teórica ni tampoco es una actitud mental, es un movimiento profundamente espiritual y científico, cuando tan solo el alma se une a la Divina Misericordia, todos los días a las tres de la tarde. 

Mientras este canal de la Misericordia esté abierto, no desaprovechen las oportunidades de la Gracia y de la expiación que necesitan ustedes y sus hermanos del planeta, así como también los Reinos de la Naturaleza.

Ustedes saben que todos necesitan a esa Misericordia, no solo para poder persistir, sino también para poder sobrevivir en estos tiempos difíciles. Porque en verdad les digo, Mis amados hijos, que no habrá otro refugio que el Corazón de Mi Hijo para que sean protegidos por Su Misericordia y Su Compasión.

De esa forma, cuando se unen conscientemente al canal de la Divina Misericordia abierto en Polonia, no solo sentirán y verán actuar a la Misericordia de Dios en ustedes, sino que por donde ustedes vayan y sirvan, verán las obras de la Misericordia de Dios, obras que son necesarias en estos tiempos para generar una expiación más amplia y profunda en todo el género humano.

Por eso, es importante que nunca se cansen de postularse como apóstoles de la Misericordia de Mi Hijo, porque Él no solo necesita de obras buenas, obras que generen fraternidad y unidad entre todos, sino Mi Hijo también necesita de espejos de Misericordia en la superficie de la Tierra.

Como Madre y Reina de Polonia, estoy aquí, cerca de ustedes, en este día, para poder rezar por esta aspiración mayor de Mi Hijo. Y hoy, recibo sus oraciones y también sus cantos, para que este canal de la Divina Misericordia en Polonia pueda seguir sustituyendo a la Justicia, para que este canal nunca se cierre, aunque la humanidad viva su peor momento de tribulación.

Porque ese bendito canal de la Misericordia de Cristo, expresado a través del Santuario de la Misericordia en Cracovia, es un canal sostenido por los Ángeles, y los Ángeles de la Guarda de todos Mis hijos pueden llegar a ese canal para nutrir sus esencias de nuevos códigos, para colocar en sus almas nuevos atributos que, a través del fin de estos tiempos, construirán internamente la Nueva Humanidad. Y todos, juntos con Mi Hijo, sostendrán el gran momento de Su Retorno al mundo, para que ese Retorno de Cristo se pueda dar a través del canal de la Misericordia y no del canal de la Justicia.

Porque como Él se los dijo, hace pocos días, Mi Hijo no es un Juez. Él es el Abogado entre las almas y Dios, Él es el Maestro del Amor y de la Misericordia que quiere llevar a los corazones hacia la verdad, hacia la recuperación de la pureza y de la inocencia que perdió el mundo. Por eso, este momento que están atravesando, este momento crucial del planeta, es importante y único.

Por eso, deben seguir difundiendo este canal de la Divina Misericordia, porque muchas más almas lo necesitarán, y ustedes lo verán con sus propios ojos y lo sentirán con sus propios corazones.

Que sus vidas sigan siendo portadoras de la Misericordia de Dios para que la Luz, que viene del Universo, no se borre del planeta, no desaparezca de la faz de la Tierra por falta de corazones misericordiosos.

La Misericordia, en cada uno de ustedes, comienza en lo que es pequeño, en las actitudes diarias, en el compartir grupal; así, podrán encontrar la Misericordia y se darán cuenta, por ustedes mismos, cuán importante es que sean misericordiosos, inclusive en aquellos momentos que parecerían menos importantes para ustedes.

Que la Misericordia de Mi Hijo sea un gesto de Amor para todos, así el mundo se aproximará a la cura espiritual que necesita y las puertas del mal serán cerradas completamente, las almas dejarán los vicios y las malas costumbres, y no estarán aliados al pecado, sino curados y renovados en Cristo por la acción de Sus Rayos Misericordiosos que, a través de Polonia y en especial de Cracovia, brotan incansablemente de Su Corazón para llevarlos a todos hacia la paz.

No quisiera que perdieran este momento, porque no podría afirmar que exista otro momento como este, en el que sus almas y espíritus estén ante el Océano de la Misericordia de Dios, ante la Fuente de Su Amor y Unidad que les da sabiduría y entendimiento para atravesar con mansedumbre todas las pruebas, porque la purificación del planeta continuará y su propia purificación también continuará. Aquí no debe existir una lucha ni tampoco una resistencia entre ustedes y las pruebas, entre ustedes y los desiertos, entre ustedes y las batallas.

Actúen misericordiosamente y tendrán Misericordia de sus propias miserias, que por Gracia y Obra del Espíritu Santo se transformarán y en sus consciencias tendrán muy presente que lo más importante es cumplir el Propósito, porque todo lo demás se transformará y se curará. 

Esto es posible por el canal de la Misericordia, y como Madre de Dios, y Madre de Mi Hijo, protejo y guardo esta importante intención de Cristo para que las almas, a través de la Misericordia, vivan en la unidad y en la verdad, algo que hoy el mundo no enseña ni vive, sino que el mundo aleja a las consciencias de Dios, creando sus propios dioses e ídolos.

Por eso, Mis amados hijos, les pido que, por la Misericordia del Redentor, vivan en el amor para que siempre vivan en la verdad y en la justicia. El mundo está muy violento y vengativo, esto alimenta los conflictos y las guerras, esto provoca a los desplazados y golpea a los inocentes. Esta situación estimula el aborto y genera en las almas un vicio que es imborrable, que es el vicio de la ilusión y de la oscuridad.

Por eso, sean misericordiosos y ayuden en la obra de la Misericordia de Mi Hijo, transmutando junto con el Redentor todo lo que vive este planeta sin sentirse héroes, sino guerreros de la oración, seres conscientes que sostienen el Estandarte de Cristo para que no desaparezca la paz.

Hoy, desde el Santuario de la Madre de Polonia y Reina de las Naciones y de los Ángeles, a través de Mi bendición maternal les otorgo la Paz, para que la Paz esté presente en la superficie del planeta y en especial en Europa Oriental; por lo que deberán seguir orando para que, en esta región del planeta, algún día las almas vivan la redención.

Les agradezco por escucharme y por entrar, una vez más, en Mi Corazón.

Les agradezco, en nombre de Mi Hijo, por toda esta misión cumplida y concretada, desde La Salette, pasando por Lourdes, Garabandal, Navarra y Polonia, y por todo lo que vendrá en los próximos tiempos.

¡Les agradezco por la donación de corazón!

Que Mi Hijo siempre los guíe hacia Su Reino de Paz, porque el Señor del Universo nunca se olvida de Sus servidores.

Siéntanse en Mis Brazos de Madre, bajo el Manto de la Virgen de Czestochowa.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El mundo ha juzgado el mensaje de la Madre de Dios, y aunque no hayan sido todos Mis hijos, esto ha tenido una gran repercusión en Dios.

El mundo no ha comprendido la razón de que Yo esté aquí, en la Tierra, pero aún vengo al mundo por los que Me escuchan.

Abriendo Mi Corazón y extendiendo Mis brazos hacia ustedes, hoy vengo a darles Mi mensaje y esto va más allá de toda credibilidad humana, porque Yo vengo aquí por una única razón, porque los amo y quiero el bien para sus vidas, así como Mi Hijo quiere la Misericordia para sus vidas.

El mundo no puede juzgar la Voluntad de Dios, porque no la conoce. Hoy hago silencio para que puedan reflexionar y no solo escuchar.

En este lugar, quedará la señal visible de que Nosotros hemos estado aquí, de que Nuestros Sagrados Corazones han estado aquí durante mucho tiempo.

Hoy no puedo decirles mucho. Tienen que comprender, hijos Míos, lo que les quiero decir a través de Mi silencio, porque es Dios quien habla a través del Corazón de Su Sierva.

Gran parte del mundo no acepta el Amor de Dios. Muy pocos hijos Míos se animan a sumergirse en el Amor de Dios para ser redimidos y transformados.

Hoy vengo como la Señora de la Paz, porque Mi Paz estará en aquellos que la busquen verdaderamente.

Dios Me ha pedido comunicarles algo importante, algo imprevisto y extraordinario. Primero lo deben saber sus almas, para que después lo puedan comprender sus corazones.

Le he dado al mundo mucho más de lo que necesitaba, para que la mayoría de Mis hijos pudieran sentir y reconocer este momento que viven Conmigo.

El Cáliz del sacrificio que hoy está ante ustedes, en las manos de la Señora de la Paz, fue bebido por muy pocos. Es la Sangre de Mi Hijo que quiere ser Sangre en ustedes para que, a través del sacrificio, Él pueda seguir salvando al mundo.

Estamos a las puertas de la Iglesia Celestial, en la que Dios escucha atentamente este mensaje. Su Consciencia Divina los está observando y contemplando, así como todas Sus huestes de Luz, arcángeles y ángeles, todos están siendo testigos de este momento.

El mensaje extraordinario que vengo a traerles en esta noche, con pesar en Mi Corazón, es que llegaré por última vez al mundo y al encuentro con Mis hijos, el día 8 de agosto, en el que la tarea de los Sagrados Corazones finalizará.

Si el mundo, hasta 8 de agosto, no se arrepintiera y no dejara de perseguir, la humanidad sentirá el movimiento de la Tierra, porque somos Nosotros, los Mensajeros de Dios, que a través de estos encuentros sostenemos al mundo y a la humanidad, para que pueda continuar adelante.

Hoy la dolorosa Madre clama por penitencia al mundo.

Hoy les digo lo mismo que dije en el tercer secreto de Fátima, que aún no se cumplió, porque una parte de ese secreto no ha sido conocido.

El Ángel de la Justicia de Dios dirige Su espada de fuego hacia la Tierra. Pero la Señora de la Paz, la dolorosa Madre, se coloca ante el Ángel para emanarle la Luz de Dios y soportar el castigo que le corresponde a la Tierra.

Mi deseo ardiente, hijos Míos, no es abandonarlos ni tampoco dejarlos, pero algunos no fueron justos Conmigo y así no fueron justos con Dios. Ni la Iglesia ni la humanidad conoce la Voluntad de Dios.

Reordenaré el universo y todas las potencias celestiales para que, en el tiempo que Me queda entre ustedes, Yo pueda atraer hacia Dios a las almas que aún no se arrepintieron ni tampoco se reconciliaron con lo Alto.

Desde ahora hasta el 8 de agosto, aspiro y oro incesantemente para que la humanidad mejore y, así como fue muchas veces, que las puertas de este Centro Mariano puedan volver a estar abiertas para despedir a la Mensajera de Dios, después de estos doce años.

La verdad emergerá y los corazones ya no se confundirán, porque sabrán que la Madre del Cielo siempre estuvo aquí, reuniendo a Sus hijos en Amor y en Misericordia.

Deberán seguir rezando para que, desde el Cielo, su Reina y Madre pueda seguir intercediendo por ustedes, aunque ya no pueda venir aquí.

Mientras estoy aquí con ustedes estoy rezando, porque los quiero y los amo. Quiero la verdad para sus vidas y el fin de la ignorancia en la superficie de la Tierra.

Después del 8 de agosto, será el gran momento para que todos coloquen en práctica todo lo que les he dictado, de ejercer el amor por encima de toda condición para que el Amor de Dios siga triunfando hasta que retorne Mi Hijo y cumpla Su gran promesa.

Recemos de corazón, de alma y de espíritu, para que siempre se cumpla la Suprema Voluntad.
 

Padre Nuestro (se repite tres veces).
 

Hoy llevaré esta oración al Padre, como un eterno agradecimiento de los corazones que se unieron, en estos doce años, a la Madre de Dios, y que más allá de las dificultades y de las pruebas, llevaron adelante con valentía y coraje los pedidos de la Virgen Santísima.

La Señora de la Paz, la dolorosa Madre, les agradece por haber respondido a Mi llamado.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cerramos esta transmisión agradeciendo y reverenciando en este momento.

Nos despedimos escuchando este instrumental.

Gracias a todos.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN COLONIA, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Elijo estas fechas especiales para darles a conocer las cosas más simples de la vida espiritual, porque en lo simple todo lo podrán transformar, en lo simple todo lo podrán concebir.

La vida del espíritu es simplicidad pero también es sabiduría.

Deseo que Mis hijos alcancen ese estado de simplicidad y de sabiduría, no solo en las cosas diarias, sino también en los niveles internos, lugar en donde todo comienza y todo termina; porque allí, en ese nivel interno, es donde se guardará la experiencia de su vida en la Tierra y de su pasaje por este Universo.

Cuando no consiguen en sí mismos concebir esa simplicidad y esa sabiduría en la vida del espíritu, es porque no lo están haciendo en la vida material.

La simplicidad de la cual Yo les hablo, no es restricción ni severas medidas.

La simplicidad siempre los llevará a amar al semejante tal cual es, y a no juzgarlo por su forma o apariencia.

Mis hijos del mundo frecuentemente olvidan estas reglas básicas de la vida, porque viviendo estas reglas podrán estar en Dios y Dios estar en ustedes.

En este día especial, en donde celebramos, junto a la Madre Celeste, el aniversario de uno de Mis instrumentos en la Tierra, quiero que puedan ver, hijos Míos, por intermedio de esto, que el llamado de la Madre de Dios para con todos Sus hijos, siempre ha sido y siempre será simple.

En ese camino que Yo los invito a vivir podrán también encontrar la humildad que necesitan para dejar de vanagloriar sus vidas, aunque a veces no se den cuenta.

¿Por qué les digo todo esto, hijos Míos?

Porque la Obra de Dios, desde el principio de toda esta Creación, fue concebida en el espíritu de la simplicidad y de la humildad. Desde allí nacieron y surgieron las cosas más bellas de este Universo y para todo este Universo material; el espíritu de cada criatura encontró morada, hasta lo que es más físico.

Pero sepan, hijos Míos, que todo tiene una correspondencia y una comunión entre el Cielo y la Tierra; dentro de ustedes y fuera de ustedes.

Cuando no son simples no pueden ser verdaderos, así como Yo los necesito día a día.

La simplicidad no solo los llevará a la humildad y a la verdad, sino también a lo más importante: a la gratitud.

Cuando no tienen gratitud en sus corazones no pueden comprender el Plan de Dios cuando él cambia, de tiempo en tiempo y de ciclo en ciclo, o de día a día.

Si están en esa gratitud eterna podrán comprender los Misterios del Padre y ya no tendrán más sus ojos vendados sin saber por donde ir o hacia donde caminar, porque en la vida del espíritu todo es claro, todo es transparente y todo es cristalino.

Necesito hijos, que no olviden eso.

Cuando no pueden salir de ciertos obstáculos es porque no han concebido en ustedes el espíritu de la simplicidad, el que los llevará a la humildad y a la gratitud eterna.

Aunque estas palabras que hoy les digo, ya las hayan escuchado muchas veces de Mi propia boca, o de San José y del propio Jesús, Yo los invito, queridos hijos, a poner atención en las reglas básicas de la vida del espíritu, porque de lo contrario estarían saltándose las Leyes Universales.

Con todo esto les digo, hijos Míos, que no aspiro a su perfección, sino a su transparencia, a su cordialidad, generosidad y colaboración.

Este mensaje sirve para todos Mis hijos, porque cada uno, según su tiempo, atraviesa su purificación y también el momento de su gran entrega.

Quiero, hijos Míos, que aprendan a vivir como Nosotros, los Sagrados Corazones vivimos hace tanto tiempo atrás aquí en la Tierra, no ostentando nada, no queriendo nada; buscando siempre aprender por medio de la igualdad, de la solidaridad, y sobre todo, de la hermandad.

La humanidad, a través de los últimos tiempos, ha perdido estos principios. Por eso las almas se vuelven arcaicas y rígidas y no consiguen dar sus pasos cuando más necesitan dar esos pasos hacia Dios.

Tenemos la autoridad, hijos Míos, como Sagrados Corazones, de poder disolver todos estos obstáculos en las almas.

Pero, hijos, hijos Míos, ya han aprendido a escucharme, a sentirme y a reconocerme. Saben que es verdad lo que les digo. Cada uno de ustedes sabe lo que debe mejorar y perfeccionar como ofrenda perfecta para los Altares de Dios.

Es de algo profundo de lo que les hablo, no de algo superficial. Lo superficial que puede llegar a suceder en sus vidas, es la consecuencia de lo que sucede dentro de ustedes cuando no están en comunión con el espíritu, ni con el Universo.

Sabemos que el conocimiento ennoblece el espíritu, pero eso no es lo que ustedes ahora necesitan, hijos Míos. Necesitan ennoblecer sus espíritus con la transparencia y la colaboración amorosa para con el semejante, para con el Plan Divino y su importante manifestación en este planeta.

Como Señora del Monte Carmelo, Yo los invito, hijos Míos, aunque no lo crean, a vivir el camino de la redención y de su salvación, porque muchos podrían creer que ya están a salvo, y no lo están.

Hijos Míos, sientan el Corazón de la Madre que pide y que ruega a Dios,por el despertar de Sus hijos, hasta en los simples detalles.

Todo eso hará transformar la Tierra y su humanidad; hará triunfar la Palabra de Dios en ustedes, por medio de los ejemplos del bien y de la lealtad.

Los invito, hijos Míos, a ingresar en esa escuela, que hoy, con todo Mi Amor, Yo les estoy ofreciendo.

Necesito que escuchen Mi Voz, no como siempre la escuchan. Necesito que guarden Mis palabras como llaves que podrán abrir las puertas a su transformación consciente y verdadera.

Hijos, hay una parte que les corresponde a ustedes. Todo deberá comenzar primero en ustedes, para que después el Universo pueda obrar e interceder.

Las almas del mundo, en su mayoría, están perdidas; y ustedes lo saben, porque lo han visto por todos los lugares por donde han pasado junto Conmigo, acompañándome en esta trayectoria de poder cumplir el Plan.

Quisiera que en el día de la Señora del Monte Carmelo, pudieran considerar con sinceridad Mis palabras.

Quisiera que Mi Voz pudiera tocar lo profundo, para que se pudieran sembrar los Dones que necesitan para vivir los próximos pasos en esta transición planetaria.

Quisiera, hijos Míos, que cada uno se viera a sí mismo por un momento, no para atormentarse ni amedrentarse; no para juzgarse ni castigarse. Que cada uno pudiera verse a sí mismo, así como lo ve Dios, así como el Padre los contempla en Su Misericordia y Su Paciencia divina.

Aún, hijos amados, hay mucho por hacer. Necesito que comprendan lo que les pido.

Les he dado la Gracia de estar cerca de Mí, porque es lo que necesitan para estar en el camino del espíritu y en la vivencia del Plan, más allá de cualquier experiencia interior con el Universo o con todo lo que es superior y hasta divino.

Primero debemos comenzar en lo que es simple y necesario. No pueden perder las reglas básicas de la lealtad y de la fraternidad ,eso cierra las puertas a la Divina Providencia. El Universo lo tiene todo para ustedes y para la humanidad.

Si cada uno de ustedes supiera, con total consciencia, qué es lo que debo hacer para llegar a estar ante ustedes en cada nuevo encuentro, de verdad considerarían Mis palabras y rezarían de rodillas para expresar su gratitud a Dios.

La Sierva de Dios y la Madre del Universo se ofrece a Sus hijos incondicionalmente, sin nada a cambio.

Quiero, hijos amados, que puedan crecer, así como Yo crecí, siendo María en la Tierra.

Sé que guardan en sus mundos internos experiencias conocidas y desconocidas; traumas espirituales y también internos. Pero todo puede ser disuelto en la Misericordia de Dios y en la acción de Su Divina Gracia.

No quiero, hijos Míos, que dejen Mi camino.

No quiero, hijos Míos, que estén lejos de Mí, sirviéndome en otras obras.

Hijos, Yo los necesito aquí, cerca de Mi Corazón, de una forma verdadera y no aparente.

A veces siento sus corazones fríos. ¿Por qué son así, si todo lo que Yo les doy es por obra de la Gracia?

Yo solo aspiro a que Mis servidores caminen en la lealtad y que nunca, nunca pierdan la hermandad, porque la hermandad los unificará con la Hermandad del Universo y así, las Divinas Consciencias del Cielo se aproximarán.

La Señora del Monte Carmelo les viene a ofrecer la verdadera consagración, para que las próximas puertas hacia el cumplimiento del Plan, en otras partes del mundo, se puedan abrir.

Esperamos pacientemente y en silencio, en oración, por ese momento.

Aún el mundo espera por más Misericordia y por más ayuda.

Yo los invito a seguir acompañándome por este sendero, que los transformará.

Bendigo a esta alma, y en este día especial, a quien se ha ofrecido como instrumento en Mis Manos, para que más instrumentos en este vasto Universo de Dios, se puedan consagrar a su verdadera tarea y a su verdadera misión.

¡Les agradezco por acompañarme en esta trayectoria divina!

Es todo lo que hoy les quiero decir, y he abierto Mi Corazón para que Me escucharan con sinceridad y amor.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE COLONIA, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Alemania necesita reconsagrarse a Mi Inmaculado Corazón, para que pueda recibir más Gracias de las que hoy Yo les traigo. Pero hoy llevaré al Cielo y en Mi Corazón, el soplo de Amor de Mis hijos, que es lo que Me hace volver al mundo, una y otra vez.

Por eso Yo estoy aquí, hijos Míos, para que el soplo del amor de sus corazones llegue no solamente a Alemania, sino también a los lugares que más necesitan del Amor de Dios.

Es este Amor tan profundo y verdadero el que redimirá sus corazones y vidas, que los llevará a comprender los Misterios de Dios, para que algún día aprendan a cumplir Su Voluntad.

Hoy he sentido ese amor de sus corazones, de cada corazón presente, que Me ha confesado su amor por  Mi Corazón Inmaculado.

Deseo, hijos Míos, que siempre recuerden esto, porque es lo que disolverá aún más los errores que Alemania cometió en el pasado. Es este amor el que los llevará a amar aún más al Universo, para que algún día sean partícipes de todo lo que se guarda en la esencia de la vida universal.

Es este amor el que los llevará a amarlo todo de forma incondicional, el que los despertará al servicio por los más necesitados; porque la mayor razón del servicio aquí, en Alemania,  es por los que sufren espiritualmente, a pesar de tenerlo todo y  de nunca faltarles nada.

El sufrimiento espiritual aunque no les parezca, hijos Míos, es más fuerte que el sufrimiento material y humano, porque no hay nada que lo pueda disolver, sino el Amor de Dios, que una y otra vez debe surgir desde sus esencias para que este Amor colme sus vidas y espíritus, y así, colme al planeta, que tanto necesita del Amor de Dios para poder seguir adelante en estos tiempos definitivos.

Hoy, las leyes de la transmutación han actuado de forma diferente, porque primero donaron el amor de sus corazones y se entregaron a una voluntad desconocida e invencible.

Es esta Voluntad Divina e Infinita que está basada en el Amor de Dios, la que Me ha traído aquí, a Alemania, para traer a sus corazones lo renovador y lo nuevo, para que desde sus familias y pueblos aprendan los nuevos valores de la espiritualidad, basados en los atributos que Mi Corazón Inmaculado les ofrece para estos tiempos.

Por medio del camino del servicio y de la oración, hijos Míos, por medio de la comunión con Cristo y de la confesión diaria de sus corazones al Supremo Creador, es en donde encontrarán las llaves para poder transformarlo todo, porque aprenderán a vivir, hijos Míos, la espiritualidad que Dios había pensado desde el principio para Alemania y Europa.

Por eso hoy, hijos Míos, comienza un nuevo ciclo y sus corazones son partícipes de esa Gracia que hoy les traigo; Gracia que los intentará llevar aún más al despertar y a tomar consciencia de todo lo que Dios necesita para este tiempo y su humanidad.

Hijos Míos, la tarea aquí en Alemania recién ha comenzado; la tierra ha sido preparada; el Pastor la ha sembrado y la Madre Naturaleza la ha regado para que broten aquí nuevos principios de hermandad y de luz que ayudarán a disolver el pasado y a curar a los corazones de todo sufrimiento.

Por eso, hijos Míos, primero deben creer en el amor que hay en ustedes y dentro de ustedes. Ábranse a descubrir dentro de ustedes el Universo del Amor de Dios y la oración será el pilar fundamental en sus vidas para poder encontrarlo. Porque con esa comunicación diaria con el Cielo, sus Ángeles de la Guarda los ayudarán a encontrar el camino del amor, para finalmente encontrar el camino de la verdad que tanto necesitan saber y comprender a través de lo que sucede en sus vidas, día a día.

Por eso, hoy no solo Yo les extiendo Mi Mano para que se tomen fuerte, hijos Míos, para que no solo podamos unir el Cielo y la Tierra, el Universo de Dios y las almas, sino que también Yo les ofrezco Mi Corazón maternal para que por medio del fuego de Mi Espíritu, nuevos Dones puedan ingresar en ustedes en este momento y esto se expanda más allá de sus vidas y de su nación. Porque quien viva el llamado de la Madre Celestial, aprenderá a vivir la Voluntad de Dios en estos tiempos difíciles.

Por eso los invito a gestar entre ustedes, hijos de Alemania, esa unidad inquebrantable que ayudará a promover la Paz en los mundos internos y que traerá renovación a sus vidas y a todo su pueblo.

Hoy estoy aquí, ante ustedes, como la Señora del Santísimo Rosario para invitarlos a que por medio de su consagración en este día, la oración grupal sea la tónica para sus vidas; oración que puede curar niveles profundos de las almas de Alemania que aún están sufriendo las consecuencias del pasado y del presente.

Hoy Me ofrezco a ustedes como la Madre de la oración, para que ingresen a Mi escuela eterna, para que junto a los Ángeles del Cielo formen esta nueva escuela de oración, que en niveles tan silenciosos y profundos no solo podrá transformar Alemania, sino también a Europa, que tanto lo necesita.

Con esta respuesta que Me han dado su corazones para vivir la consagración de hoy, y también por aquellos que han venido de otras naciones para consagrarse, deseo, hijos Míos, que puedan percibir el fuego de su fe, que a pesar de ser desconocido, debe siempre llevarlos a concretar la Voluntad de Dios en sus vidas y en las naciones a las cuales pertenecen.

Este es Mi Mensaje para ustedes, hijos Míos. Deseo que sean embajadores de la paz y que promuevan la paz con acciones buenas, con acciones fraternas, con acciones pacíficas, que puedan renovar sus consciencias y a todos los que reciban ese servicio por parte de ustedes.

El mayor servicio espiritual de los grupos de oración de Alemania, será la ayuda, por medio de la oración y de la invocación a la Divina Misericordia de Mi Hijo, para todos aquellos hijos Míos que necesitan recibir una oportunidad en este tiempo final.

Hoy Me iré de aquí, hijos Míos, finalizando y cumpliendo una Misión, la que han vivido junto Conmigo en estos dos últimos meses y en la que todos fueron llevados a colaborar por amor y hermandad, para que Europa recibiera las Gracias que tanto necesitaba

Aún hay mucho trabajo por hacer, hijos Míos. Bélgica y Dinamarca también esperan por Mi ayuda algún día, así como Rusia, que necesita de mucha Misericordia.

Pero si los pilares de los grupos de oración se funden primero en Europa Oriental y Occidental, crearán las condiciones necesarias, hijos Míos, para que la Obra de Amor de los Mensajeros Divinos llegue a aquellos lugares del mundo que también necesitan de Misericordia.

Desde ahora hijos Míos, nos estamos preparando para ese momento, así como también para llevar la paz y el amor que ustedes han recibido, hacia Asia y Oceanía. 

En este momento, ante la Iglesia Celestial de Cristo, que se abre desde el Universo Espiritual, la Madre del Cielo y de la Tierra, la Virgen de Schoenstatt, la Señora del Santísimo Rosario, invita a Sus hijos que hoy se consagrarán, a que se aproximen a este altar bendecido por Cristo para vivir este momento importante de consagración de sus almas a Mi Inmaculado Corazón.

Que a partir de este momento comience a escucharse el himno de su consagración.

Ustedes, hijos Míos, han definido ante Mi Corazón Inmaculado, formar parte de este primer ejército para Alemania, que también unirá a Austria y a Suiza, en esa triangulación divina y especial, por el triunfo de los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y San José, los que a partir de este momento, en nombre de Dios y de Su Divino e Invencible Proyecto, se han ofrecido a esas tres naciones para llevar adelante un momento importante de conversión y de redención de esta parte de la humanidad, formando alegres y jubilosos grupos de oración que puedan llevar en sus corazones el amor que hoy les entregaré, para siempre.

Los hijos que hoy se consagrarán coloquen sus manos en señal de recepción.

Como Virgen de Schoenstatt y Señora del Santísimo Rosario, reciban de Mi Corazón Maternal esta Gracia que tanto han esperado en sus vidas, a fin de que esta Gracia se multiplique y llegue a los corazones que más sufren, por medio de su compromiso en esta vida de consagración al servicio de la oración por la humanidad.

Que el Señor derrame sobre ustedes Sus Dones y que los haga partícipes de Su Misericordia.

Que el Señor siempre les haga sentir Su confianza y plenitud, a fin de que miles de almas en Alemania reciban el impulso de despertar, por medio de su devoción y dedicación a la vida de la oración, a fin de que el Santo Rosario, poderosa arma contra el mal, se infunda en sus corazones y en el mundo, y renueve los tiempos en este planeta.

Pueden colocar sus manos sobre el corazón y agradecer a Dios por este día de consagración al Materno e Inmaculado Corazón de María.

Recuerden que siempre los escucharé; que siempre como Madre y Sierva de Dios escucharé sus oraciones, las que especialmente surgirán en este tiempo desde Alemania, Austria y Suiza.

Hoy los consagro como familia espiritual para que los Tres Sagrados Corazones estén presentes en ustedes y sus naciones.

Los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy llevarán estas rosas que estoy consagrando, como el testimonio de Mi Amor por ustedes, de un Amor eterno e invencible, de un Amor que comprende y acepta, de un Amor que no cuestiona, que no juzga. De un Amor de Mi Corazón que abraza, que cura y que redime, porque es Dios a través de Mi Corazón en sus vidas, para siempre.

Yo les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Que la Paz siempre se encuentre aquí, en Alemania.

Que así sea.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Vengo a este mundo por aquellos que no merecen Mi Gracia.

Que hoy vengan a Mis pies los que están cansados. Que vengan a Mis pies los que ya no soportan sus miserias; los que aún no encuentran el camino de salida para vivir su sagrada transformación.

No puedo tener cerca de Mí a los que no viven la gratitud, la consideración con sus semejantes, ni la unión perfecta con la Obra grandiosa de Dios.

Dios les pide cosas simples, pero también muy insignificantes.

Mientras el mundo agoniza, Yo vengo por aquellos que en verdad viven la desesperación, el terror de estos tiempos, la persecución, el exilio, el hambre, la enfermedad y las catástrofes del mundo.

Hoy vengo, en esta noche, por los Estados Unidos. Vengo por Mis corazones valientes de Norteamérica; por los que han tenido fe en Mi Gracia y por los que perseveraron en la oración del corazón, a pesar de lo que esa nación estaba viviendo en estos tiempos.

Yo deseo, nuevamente, queridos hijos, con su ayuda y su colaboración, retornar a los Estados Unidos, para volver a traer hacia Mi Corazón Inmaculado a todos los que precisan de Mí, a los que siguen Mis pasos y que en estos tiempos viven su purificación desconocida, sin saber cómo salir de sí y a veces sin encontrar el camino de luz, que los pueda llevar a la cura de sus heridas, de sus errores, de todas sus incomprensiones.

Hoy, vengo por las regiones del mundo que viven la agitación planetaria, el desorden mundial y la falta de fraternidad y de caridad entre los seres humanos.

Hoy, hijos Míos, vengo en verdad por los que más necesitan. Ustedes aquí recibieron muchas gracias, más de las que merecerían. Estoy siendo sincera y justa, así como Mi Padre y vuestro Dios lo ha pedido. Tengo que ser verdadera, queridos hijos, honesta con todos ustedes, para que puedan crecer desde el amor de sus corazones, a partir de un acto de valentía y de coraje, de liberar sus resistencias y formas, por todos aquellos hijos en el mundo que no tienen paz, que no encuentran sosiego, que no tienen hogar, ni siquiera tienen país en donde poder posar sus pies.

Los invito, queridos hijos, con la honestidad maternal de Mi Corazón, a que finalmente salgan de sí mismos, me ayudarán mucho a liberar Mi Corazón, y Yo tendré lugar y espacio para poder soportar el verdadero sufrimiento planetario y no sus pequeños e insignificantes sufrimientos.

Los invito, queridos hijos, a que abran los ojos del alma, que miren hacia el horizonte y vean a su alrededor los abismos que vive el planeta y su humanidad. Yo los he invitado a través de los tiempos, para que Me acompañaran en un trabajo planetario y no en un trabajo doméstico, para que sus consciencias se pudieran expandir por medio de esta Obra y alcanzar grandes esferas de la consciencia, con el fin de que puedan comprender, todos los días y un poco más, el sagrado Plan del Creador.  

Hoy, Me acongojan las almas que no pueden dar sus pasos, porque en verdad pueden darlos por medio de este Centro Sagrado y de esta vida grupal y comunitaria. Existen todas las llaves de todas las puertas, para poder trascender la condición humana.

Mi amado Hijo, durante un año consecutivo, les entregó la experiencia de San José. Y este amado Instructor de almas se donó completamente a ustedes, para que lo pudieran imitar en el ejemplo simple y humilde de Su consciencia, y especialmente por intermedio de Sus mensajes, para que sus vidas fueran el testimonio de San José.

¿Dónde están esas enseñanzas? ¿Cómo ellas han repercutido en sus vidas?

No pierdan las llaves del Cielo. No desperdicien los tesoros del Cielo, porque en el Universo nada se desperdicia, todo se transforma hasta que alcance la Luz verdadera, la conversión y la redención.

Ya no vengo a llamar más a los niños de siempre. Ustedes ya son adultos ante Mi Presencia Maternal.

No consuman su tiempo en cosas innecesarias que pueden cristalizar sus espíritus y todas sus consciencias, por el simple hecho de no querer dar el paso.

Así como les agradecemos todo lo que han hecho posible a Nuestros Sagrados Corazones, para esta misión de paz en el mundo, también los debemos corregir, aunque exista mayor resistencia, porque queremos, aspiramos y rogamos a Nuestro Padre Creador que sigan siempre por el mismo camino, sin desviarse de los senderos de Cristo, por cosas tan mezquinas.

El mundo está sufriendo y precisa de ayuda. Las almas están viviendo el caos, las inundaciones, las catástrofes, la falta de esperanza y de fe, como lo han vivido los Estados Unidos.

Yo iré hasta aquellos hijos que aún no Me aceptan, porque no conocen el amor de verdad. Yo iré hacia aquellos hijos que están en los Estados Unidos, esperándome abiertos de corazón y con una esperanza desconocida, que han abierto la puerta para que Yo pudiera retornar, hasta que conquiste a cada corazón pecador y se convierta por el Amor de Mi Hijo, un Amor infinito e invencible.

No quiero que se sientan angustiados ni tampoco que vivan ninguna lamentación. Necesito que crezcan de verdad y no solo interiormente, sino también externamente. Que puedan demostrar a Mi amado Hijo que han comprendido Sus instrucciones y que se esfuerzan todos los días para ser muy semejantes a San José.

Ahora es la prueba que cada uno de ustedes debe cruzar. San José les explicó los detalles, durante un año consecutivo, sobre el simple camino de la transformación interior. Si este Plan de Amor que traen los Sagrados Corazones no da resultado en ustedes, ¿qué será de la humanidad? ¿Quién testimoniará Nuestra Presencia? ¿Quién será partícipe de su propia redención?

Mediten en los mensajes y vívanlos, porque así demostrarán a Dios que Mis palabras no han llegado a ustedes en vano.

Estamos en un tiempo de grandes exigencias, en el que la mayor parte de la oscuridad reina en el planeta y miles de almas son llevadas a la perdición, minuto a minuto, segundo tras segundo.

Mi Hijo, en esta noche, Me ha pedido que sea clara con ustedes, sin ninguna restricción, porque Yo los amo tanto que deseo el bien para sus almas y que este bien se realice hasta en los pequeños detalles.

Nunca más se vanaglorien. Nunca más busquen la autorrealización interior. Vivan el desierto que Dios les presenta, porque así Nuestras manos nunca se separarán de sus manos y serán guiados hacia el final del desierto, hacia el Portal del Corazón de Dios.

Necesitamos que sean lo que pueden ser, pero de verdad; porque eso los hará libres de todas sus limitaciones, de todas sus imperfecciones, de todo lo que se resiste y aún no quiere cambiar.

Ya tienen Mi suficiente Amor para transformar sus vidas en el Sagrado Tabernáculo, donde el Corazón de Mi Hijo será depositado para poder iluminar y transmutar los abismos de la Tierra.

Eso es todo lo que Yo les quiero decir con la sinceridad de Mi Corazón maternal, aspirando a que algún día comprendan mucho más el espíritu de Mis palabras, el sentido de Mi mensaje, la intención de Mi consciencia para con cada uno de ustedes, sin hacer ningún mal.

Llenen Mis ojos de alegría y no más de tristezas. Llenen Mi rostro de luz y no más de desconsuelo, porque ya bastante tengo con el mundo, que Me da las espaldas y no acepta Mi Amor.

Ustedes sí son parte de Mi Amor y los necesito libres de sus propias resistencias, de sus propios miedos, de sus constantes dificultades, para que pronto puedan encontrar a Cristo en su interior y así Él pueda realizar Su Obra, la Obra que tanto espera.

Sigamos rezando a Dios para que puedan estar conscientes de la realidad planetaria y menos de ustedes mismos. Porque mientras están aquí, hijos amados, niños en el mundo entero son explotados, niños tan pequeños son vendidos y mujeres en el mundo abortan lo que Dios les entregó con tanto amor.

¿Quién será responsable de esta deuda planetaria? ¿Quién dará la cara ante el Creador para pedir una oportunidad y una Gracia incalculable?

Aunque no lo parezca, esa es Mi misión, y Yo los necesito transparentes, verdaderos, sinceros los unos para con los otros, libres de mentiras, de ilusiones y de toda soberbia; porque estando libres de todo, Dios verá, con Sus ojos de Misericordia, que Sus más preciados tesoros del Cielo no se perdieron en sus corazones, ni tampoco en sus vidas.

Los invito a reflexionar para comprender con la sabiduría del corazón, en dónde están presentes, en qué Obra están participando; porque en el día del Juicio Final, queridos hijos, ustedes y sus ángeles de la guarda deberán declarar por todo lo que recibieron y qué hicieron de esos más preciados tesoros.

Les traigo la consciencia, para que puedan crecer y madurar pronto. Esta Obra no se puede realizar con consciencias inmaduras, sino con almas verdaderas, verdaderas de corazón, a pesar de sus imperfecciones; porque Yo vengo a buscar en este tiempo el bien que habita en sus consciencias y no sus obstáculos. Si Me lo impiden, por más que sea un pequeño detalle, no podré colocar Mi Cetro de Luz sobre ustedes y Mi Gobierno Celestial, que es parte del Gobierno del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, tendrá restricciones para poder proceder en la humanidad.

¿Ahora comprenden, queridos hijos, la diferencia de estar dentro de Mi Corazón o fuera de Él? Un simple paso desviado podría cambiar los acontecimientos. Observen su caminar y se darán cuenta de cómo están sus actitudes y su responsabilidad ante el Plan del Creador.

Para poder continuar con Mi Obra en esta superficie los necesito decididos. Mi amado Hijo ya no puede aceptar corazones tibios, porque si fuera así, Su Obra nunca se realizaría.

Reflexionen y mediten, antes de que todo suceda. El mundo está en llamas y muchos se están quemando, sin siquiera percibirlo.

Es hora de trabajar por un Plan de Amor que sea posible para todos y especialmente para aquellos que están más lejos de Dios.

Esta es la Ley que hoy les presento: “Ámense los unos a los otros”, así como lo dijo Mi Hijo, para que se pueda cumplir el Plan.

Recuerden que su libertad es respetada en este Universo. Como hoy les dije, la decisión está en sus manos.

Les agradezco.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE ÁVILA, ESPANHA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN E HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Coloca tu mirada en Mi Corazón para que encuentres el Universo de Mi Paz.

En este día Yo soy la Señora del Monte Carmelo, la que cuida de la vida religiosa y también de la evolución de las almas.

Por eso hoy he venido con el Reino de Mi Paz, para que tú te animes a ingresar a él y sentir, en confianza, tu verdadero origen.

Esta es la Casa del Padre, en donde todo se crea y se recrea.

Este es el plano y la dimensión en donde todo existe y nunca nada está separado; porque aquí, en este lugar, surge la Fuente Primordial desde donde todo este Universo que fue creado proviene, desde el momento en que el Padre emitió Su Pensamiento y Su Sentimiento de Amor para que todo existiera, así como también Sus criaturas, tan semejantes a Su Consciencia Divina.

Es de este Cielo Superior desde donde hoy provengo como Madre y Señora del Monte Carmelo, para fortalecer la espiritualidad de las almas.

Hoy Me muestro así, ante sus ojos internos y ante sus corazones, para que puedan ver que existe algo mayor y que para muchos es desconocido.

En este lugar también está Cristo, vuestro Señor, vuestro Maestro y Soberano.

Desde allí Él rige con las Leyes del Padre los Universos y los comanda, para que existan la fraternidad, el amor y la unidad.

En este Cielo no todos pueden entrar, pero existen otros Cielos que están abiertos para recibirlos.

Les muestro este Cielo del cual hoy provengo, porque es hacia donde llevaré a los que Me he aparecido a través de esta Obra, para que junto a Mí, y en el próximo mundo que no será material, Me sigan sirviendo y sigan respondiendo al llamado, que no solo es por la humanidad futura, por la próxima humanidad, por la próxima raza, sino por todo lo que vendrá después, para este Universo y más allá de él.

Cada una de las almas tiene un lugar en el Cielo que debe conquistar con su sacrificio, con su entrega, con su renuncia, y sobre todo, con la oración.

Si no existen estas bases en sus vidas, ¿cómo podrán ingresar hacia esos Cielos, donde su vida espiritual e infinita continuará junto a los ángeles bienaventurados, junto a los Sagrados Corazones, que desde ese lugar claman al Padre por una Gracia mayor para la humanidad?

Aunque para muchos parezca que en esta vida material muchas cosas no tienen sentido, o no tienen importancia de ser vividas o experimentadas como sacrificio y entrega, hoy les digo, queridos hijos, que todo eso tiene mucha importancia para Dios; porque es el testimonio y la forma de que paguen sus deudas del pasado, y que a través de la Divina Misericordia que surge de esa Fuente Primordial, pueden ingresar en el próximo mundo a los Universos que hoy les ofrezco con tanta misericordia, gracia y amor.

Hoy, todo lo que rodea Mi aura celestial es sublime e infinito, es cósmico y superior, porque en ese lugar se vive la igualdad, la justicia, la hermandad y el equilibrio.

Todo está en su lugar para que pueda despertar y evolucionar, así como Dios lo piensa y lo siente. Solo que el mundo y la humanidad está con su mirada hacia otras cosas, y el tiempo de la definición se aproxima, y dependerá de cada uno de Mis hijos que puedan dar ese gran paso hacia su misión espiritual y hacia su camino, que continuará en las estrellas.

Mientras tanto, vengo hacia ustedes a llamarlos, para que Me sigan en confianza y fe, porque de esa forma en los planos internos podré llamar a toda la humanidad, y sobre todo, a la que está más dormida y lejos de Dios, sin conocer el verdadero amor, la verdadera existencia, y el verdadero sentido de estar encarnados en este tiempo, y en este ciclo final.

Todas las pruebas que vivan los fortalecerán.

Todas las dificultades que experimenten los harán crecer, para que puedan encontrar el camino y el sentido de estar respondiendo a algo mayor y sublime.

Desde este lugar de donde hoy provengo, desde uno de los siete Cielos del Creador, vengo a llamarlos para que puedan ampliar la consciencia de su caridad y servicio para con los demás, porque es necesario ayudar a un mundo que sufre y que agoniza, día a día.

Vengo a enseñarles a generar, a través de los buenos ejemplos y no de las resistencias, los méritos necesarios para poder ingresar hacia los Universos que Dios tanto espera en el próximo mundo.

Adquieran prontamente un espíritu de caridad y de servicio para con los demás, y aprendan, en estos tiempos, a cuidar de la Obra de Dios en todos los detalles, porque cada cosa que hagan en este tiempo influenciará mucho en el Plan.

Ayuden a que el destino de este Plan se cumpla como está pensado.

Ayúdense a ustedes mismos para que pueda concretarse el Plan.

En este Universo del cual hoy provengo suceden muchas cosas que son desconocidas para la humanidad consciente.

Aquí se guardan proyectos, ideas y tesoros que emana el Creador directamente de Su Fuente, de forma permanente y continua.

De lo que les hablo son los designios que nacen de Su Corazón Eterno, para que en todas las manifestaciones de Su Creación se puedan cumplir, y las almas finalmente conozcan la esencia del Amor, que en este tiempo deben conquistar con esfuerzo y sacrificio.

Eso, al menos, por tan simple que parezca, hará de esta humanidad una humanidad redimible; generará una posibilidad para que nuevas Leyes del Universo puedan actuar en un mundo infernal e indiferente.

Pero a pesar de todo, queridos hijos, Mi Corazón es incansable, Mi paciencia es infinita y Mi propósito por ustedes es aún mayor, y trabajo por ello.

Quisiera que Mis palabras no pasaran, como han pasado otras palabras u otros mensajes.

Necesito que interioricen Mis mensajes y que puedan comprender, a través de sus corazones, todos los símbolos que Yo les revelo, porque de esa forma estarán conscientemente preparados para poder ver las señales que el Universo mostrará en poco tiempo.

Y a pesar de eso, el planeta no dejará de sufrir.

Necesito que Mis siervos y que los apóstoles de Cristo correspondan a cada necesidad que se presenta en estos tiempos, por más simple que parezca. Si no lo hacen, queridos hijos, no estarán creciendo interiormente sino que se estarán estacionando evolutivamente.

Y ustedes deben seguir creciendo para poder abrazar nuevos principios y nuevos propósitos que Dios les mostrará en los próximos años.

Sus vidas, ya no son sus vidas; sus caminos, ya no son sus caminos; sus decisiones, ya no son sus decisiones.

Aprendan a ser en Cristo, para que Él pueda estar en ustedes, y así, actuar. Y tengan consciencia, discernimiento y sabiduría para no equivocarse, ni errar.

Los invito a ser celadores de un Propósito desconocido.

Los invito a ser columnas de una Obra infinita, que no solo comienza y termina en una aparición, en un mensaje, o en una liberación de una región, de un país, de un pueblo, de un sufrimiento, o de una cultura.

Necesito que con las bases de instrucción que han recibido en los últimos treinta años y en los últimos tiempos, puedan actuar así como Dios lo necesita.

La exigencia será mayor, pero el consuelo será muy grande.

Mi Corazón Inmaculado será la fortaleza de los consecuentes, de los que dicen "sí", sin pensarlo tanto, y de los que responden espontáneamente, sin ninguna resistencia a vivir lo nuevo, lo renovador y lo transformador.

Quisiera que acogieran en sus corazones los Designios de Dios, así como Mi Corazón Inmaculado los acoge en esta hora, como la Sagrada Señora del Monte Carmelo, que vuelve a entregarles el símbolo del escapulario de la paz, para que las almas puedan tener sobre sus cuerpos la unión entre el Cielo y la Tierra, entre Dios y las almas, entre este Universo y el Paraíso.

Vengo así, hijos Míos, a prepararlos para un tiempo en el cual solo podré observarlos.

Vengo para que maduren rápidamente, que puedan sentir y comprender lo que vivirán en el futuro y que tengan como fortaleza para las pruebas que llegarán los misterios del Infinito, del Universo que los aguarda y los aguardará siempre, porque ellos son sustentados por la Fe y la Esperanza del mismo Dios, su Padre Creador.

Vengo a prepararlos para un tiempo en el cual Mi voz ya no resonará sobre el mundo, pero el eco de Mis palabras deberá estar dentro de ustedes.

Todo lo que les dije a lo largo de estos años y de los años que vendrán, debe quedar impreso en sus consciencias y reflejarse en sus vidas como acciones puras y simples, de corazones que están despiertos para cumplir el Plan de Dios.

Hoy los coloco delante de un portal que la humanidad desconoce, porque los corazones están mucho más dispuestos hacia las cosas del mundo, que para los Misterios de Dios.

Por eso vengo hasta aquí, para renovar la fe de la humanidad, para renovar su compromiso con el Plan Superior, para renovar la espiritualidad de este mundo, que está tan degenerado, por los pocos Principios Divinos que aún resuenan en los corazones.

Vengo, hijos, para renovar las religiones, para renovar las almas en una unidad con Dios, con Su Plan; para retirar de los templos y de las iglesias la voluntad humana, para que reine, finalmente, la Voluntad Divina, como debería ser desde el principio.

Vengo para ayudar a retirar del templo de sus corazones su propia voluntad, para que reencuentren el propósito que los hizo llegar a este mundo.

Y es con las cosas simples, hijos Míos, aunque puras y verdaderas, que conseguirán cumplir con lo que les pido y vivir lo que les digo.

Muchos quieren encontrar los Misterios Celestiales solo con el rebusque de la mente, pero se olvidan de la simplicidad del corazón, de construir este camino con los escalones de una oración verdadera, del servicio al prójimo, de la comprensión de las miserias de sus hermanos, para curar, en sí, lo que esperan ver curado en el otro.

Este Reino sublime que hoy tienen delante de sus ojos es solo uno de los muchos Reinos que están disponibles para que el corazón humano ingrese.

Pero ese corazón no puede estar impuro, debe curarse, para expresar aquel pensamiento perfecto que Dios emanó al crear Sus criaturas, Sus hijos, que deberían ser la esperanza para la evolución universal.

Este proyecto es un gran desafío para la Consciencia Divina; tanto como lo es para cada uno de ustedes. Pero acuérdense, hijos, que si la Esperanza de Dios aún está sobre la humanidad, y aún en silencio Sus Ojos continúan colocados sobre el mundo, aún está al alcance de cada uno de ustedes vivir esta pureza de la cual les hablo, y esta verdad que les presento.

Hoy vengo a preparar sus espíritus para una misión más amplia, más profunda, en la cual conduciré la consciencia humana a Universos desconocidos.

Pero para eso, hijos Míos, necesito que comprendan y que vivan, definitivamente, los primeros pasos de su consagración al Plan Divino.

Quiero llevarlos a Universos Superiores, a realidades mayores, para que la humanidad ya no esté ignorante de lo que es real.

Por eso preparo hoy sus corazones, por eso les revelo y les anuncio los símbolos que se manifestarán en el futuro, para disipar la incredulidad de los corazones y que puedan guiar a otros en el momento en que todo acontezca.

Confíen en Mis palabras y esfuércense para despertar la fe, la simplicidad y la humildad en sus espíritus.

Si tan solo oraran conmigo, la misma oración de sus corazones, unidos al Mío, los libertará del pasado que aún los oprime y les impide vivir lo que les hablo.

Hoy, hijos Míos, como Nuestra Señora del Carmelo, Nuestra Señora del Monte Carmelo, Señora y Madre de todos los espíritus consagrados, concedo una Gracia especial a todos Mis hijos religiosos de este mundo, para que puedan liberarse de los atavismos del pasado y que su consagración sea verdadera; para que todas las cofradías, monasterios, conventos, templos, de verdadera unión con Dios, se tornen esas columnas de luz que sustentarán el mundo, y que allí se viva la Verdad y no la mediocridad humana.

De esa forma, hijos, hoy les pido que se unan a Mí, en una oración verdadera, por la consagración de la humanidad; para que los corazones estén listos para que, en un futuro próximo, encuentren a Cristo, cara a Cara, sin culpas y sin miedo, por no haber ehcho lo que Él esperaba de Sus compañeros.

Prepárense y esfuércense, para que su Señor los encuentre cristalinos, perseverantes en su meta y dispuestos a despertar el amor que hace valer cada gota de Su Sangre derramada en la Cruz; que hace valer cada Sacrificio Suyo que se hizo eterno, a lo largo de los siglos, en el Universo y que hace valer Su Retorno a la Tierra para enfrentar el mal con la potencia de Su Amor y rescatar los corazones humanos.

Dejo para ustedes este mensaje como una preparación para lo que vendrá, en poco tiempo.

Todos los símbolos posibles son revelados, para que la humanidad tome consciencia y de el paso.

No sientan frustración por lo que no pueden hacer.

Sientan alegría y júbilo por lo que son llamados a vivir en estos tiempos, sabiendo que el beneficio de su sacrificio y entrega, de su renuncia y de su donación, es para los demás; para los que son desgraciados por no tener la Gracia de Dios, como ustedes así la tienen, y deben cuidar, preciosamente, a cada momento y sin abusar de ella, porque todo esto es parte de un misterio del cual ustedes participan, y que proviene de este Cielo Mayor que hoy les traje para que conocieran, en simplicidad y amor.

Que sus ojos se puedan abrir a lo que deben descubrir de ustedes mismos y seguir transformando, con valentía y sin miedos a enfrentarlo, porque la fuerza de Mi Divino Espíritu siempre los ayudará.

Siempre estoy fuera, frente a la puerta de su mundo interno para poder ingresar; solo les pido que la abran para que Mi Luz y Mi Maternidad todo lo pueda transformar.

Que el Señor escuche nuestras súplicas por una humanidad futura.

Que los Reinos de la Naturaleza puedan ser restaurados.

Que el planeta, como consciencia, alcance su evolución y que los mil años de paz finalmente desciendan, para que las almas vivan en el gozo de encontrar a Cristo, en su interior.

Que nadie pierda la oportunidad de vivir este misterio.

Que los no redimidos se puedan redimir pronto, y que los que ya se redimieron puedan avanzar, sin tener miedo de perder el control, el poder o su propia soberanía.

Que las riendas y las amarras del pasado sean liberadas.

Que los apóstoles que son autoconvocados puedan caminar libres hacia el portal del infinito, en donde los espera, en el otro lado, una nueva etapa, que será preparar el Retorno de Cristo.

Que sus labios nunca se cansen de orar.

Que sus mentes nunca se cansen de elevar.

Que sus sentimientos sean cada vez más puros y que permitan que la Luz Divina pueda ingresar, para que cada partícula, cada átomo y cada célula se transfiguren, en Cristo.

Les agradezco por responder a Mi convocatoria y desde las puertas del Castillo Interior en Ávila, los bendigo y les doy la Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Hoy estoy aquí en representación de Mi amado esposo San José. Y esto significa para Mí y para todo el universo que, finalmente San José, como Consciencia divina y universal, está trabajando en todo el planeta y con toda Su Consciencia en este mismo momento.

Ustedes, a través de estos pasos que han dado, siguiendo Su Santa Instrucción de amor permitieron que San José, Mi amado esposo, en este aniversario no solo acogiera a sus corazones, sino también acogiera al sufrimiento del planeta, que es muy grande, inmenso.

Mediten sobre lo que hoy les digo, porque la Jerarquía espiritual necesita encontrarlos en este punto todos los días.

En nombre de Mi Hijo y de Mi amado esposo San José, unida al amor que brota desde Aurora, consagraré estos elementos, que los ángeles que hoy Me acompañan transubstanciarán por la potestad que les ha dado Cristo.

Por eso les pido que, en este momento, llamen en su interior al Ángel de la Guarda para que él participe de este Sacramento y sus almas nuevamente se vean beneficiadas por esta Gracia.

Todo esto es posible. La Obra de los Mensajeros Divinos es posible, no solamente por su adhesión inmediata, consecuente y firme, sino también por la Gracia de Dios, por obra de Su Santo Espíritu.

Adonai está observándolos. Contemplen Su inmenso Amor e ingresen en Su océano de Gracia, porque allí todo se reparará y las almas serán restauradas por la Presencia de los Sagrados Corazones.

Que en el próximo diecinueve de marzo de dos mil dieciocho, San José, como Padre de la instrucción y de las almas, nuevamente esté libre para poder trabajar con la consciencia humana, a las puertas de esta gran transición.

Si sus almas son misioneras, San José podrá trabajar con muchas más almas, llegar a aquellos rincones de la Tierra en donde no existe la luz ni el amor.

Ustedes, en este día, sean fuente de prodigios, para que San José expanda Su Consciencia en el mundo y la humanidad, y los Reinos de la Naturaleza también se puedan salvar.

Estaré, a través de este acto, muy agradecida por su consideración.

Consagraremos.

Hoy Mi Corazón Inmaculado llamará a dos almas peregrinas que han viajado desde muy lejos para encontrarme aquí, y que han sido trabajadas por esta Obra divina desde hace algunos años.

Vean así, queridos hijos, cuán importante es su responsabilidad delante del Plan, porque muchas almas esperan despertar a estos mismos impulsos divinos que les trae San José.

 

Canción: "Adonai, Espíritu Santo".

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Escuchemos la oración que está haciendo María por nosotros y el mundo.

 

“Santo Padre del Amor, no veas los errores que existen en la Tierra, sino las virtudes que nacen de los corazones simples, de las almas que se abren para reconocer Tu Presencia.

Repara cada rincón, en las consciencias, que haya sido infiltrado por el mal. Te pido, Padre Santo, que Te apiades de aquellos que están Contigo todo el tiempo. No mires sus faltas ni cometidos, sino la grandeza infinita de Tu Amor que se enciende en los corazones que vivifican Tu Espíritu.

Que esta Comunión represente la experiencia de la Pasión de Nuestro Señor en cada ser; de Aquel que Tú has enviado a gestar en Mi vientre, para que pudiera nacer la Misericordia en la humanidad.

Imploro, amado Padre, por la autoridad divina que Me has dado, unida al Sagrado Corazón de Jesús y al venerable Corazón de San José, Mi amado esposo, para que esta Sagrada Unidad instituya Tu Plan en la Tierra y las almas se liberen del pecado, de la arrogancia y del orgullo que los separa de Tu Amor.

Invade, Padre Mío, cada consciencia con Tus Dones y en la Tierra se reflejen los espejos que existen en todas las almas.

Que así sea”.

Les agradezco por responder a Mi llamado y al llamado de San José.

¡Gracias, Adonai, por cuánto nos das!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Y ahora, desde aquí, a los pies del altar de San José, vamos a escuchar Sus sagradas Palabras, en el Mensaje entregado a la Hermana Lucía de Jesús.

Vamos a seguir bebiendo de ese Amor infinito de los Sagrados Corazones.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE JOINVILLE, SANTA CATARINA, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos:

Deseo constituir aquí, en este lugar, un firme grupo de oración que ore por toda la consciencia europea, especialmente por los que fueron inmigrantes a través de los tiempos.

Deseo constituir aquí un precioso oratorio dedicado a Mi Inmaculado Corazón, para que Yo pueda derramar las Gracias, no solo en Brasil, sino también en Europa. 

Asuman, queridos hijos, Mi Faz de Nuestra Señora de Guadalupe como el gran terafín de sus vidas, como el ícono sagrado para sus corazones, por el que, a través de Mi Corazón Inmaculado, ustedes podrán unir todos los continentes y las culturas, los pueblos y las naciones, por medio de Mi Divino Espíritu de Madre. 

También deseo aquí, queridos hijos, que trabajen ampliamente por su conversión; que sus corazones se enciendan a través de la llama de Mi Corazón Inmaculado; porque así, queridos hijos, Yo podré tenerlos a todos en Mi Vientre purísimo, podré gestar nuevas cosas para sus vidas y conquistar sus corazones cumpliendo así el pedido de Dios de manifestar Su Obra, en estos tiempos, en todos los corazones aún no redimidos.

Queridos hijos, abran sus brazos para que la llama de Mi Amor penetre en sus corazones. Sientan el calor maternal de Mi Corazón que solo desea abrazarlos y consolarlos, para que sus pies caminen por el sendero que Yo les ofrezco en estos tiempos, el gran camino de la redención y de la paz, que todos los corazones deben contemplar para estar plenos del gran Corazón del Padre Celestial.

El motivo de Mi Presencia en este lugar, queridos hijos, es que Yo los pueda llevar hacia Mi Hijo Amado, que espera por almas que puedan despertar al camino de la Misericordia que Él les ofrece también en este tiempo. 

Sientan en sus espíritus el gran consuelo celestial que proviene del Corazón del Padre y que hoy se irradia a todo el universo y a todos los corazones abiertos para recibir esta energía espiritual.

Yo deseo también, queridos hijos, que sus vidas se reeduquen en los principios de la Sagrada Familia, de la bondad y de la caridad, para que ustedes, saliendo de sí mismos, perciban cuán grande es la necesidad en estos tiempos; no solo en esta ciudad que hoy Yo visito, sino también en el mundo entero, en donde hay grandes necesidades planetarias, principalmente en las almas que sufren por aquellos que no sirven a Dios y que están dormidos por las ilusiones de esta humanidad. 

Yo vengo a abrir sus ojos, los ojos del corazón y del alma, para que participen Conmigo de esta unidad perfecta con la Santísima Trinidad y así sus espíritus, que hoy poco a poco despiertan ante Mi Presencia, puedan recibir los Dones del Espíritu Santo y comenzar una nueva vida en Cristo, su Señor.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Quisiera revelarles en esta noche los misterios de Mi Inmaculado Corazón, misterios que deben vivir para tornar sagrada la propia vida.

Hoy, vengo a este lugar, hijos Míos, para que la humanidad comprenda que los errores del pasado, muchas veces, permanecen en los corazones a lo largo de los siglos y no reciben la cura y la liberación que necesitan hasta que la Misericordia de Dios no se derrame sobre esos corazones. 

La ignorancia de Mis hijos, los que trajeron el caos y el mal a tantos corazones, a los pueblos originarios, buscando educarlos en una cultura que no comprendían, aún vive, hijos Míos, como un dolor profundo en el corazón de esta Tierra. Y la cura que necesitan como humanidad, aún puede descender sobre el mundo si sus corazones se tornan orantes, serviciales, verdaderos ante Dios.

La consciencia humana, Mis amados, es una sola. Por eso, la devoción que tienen por Mi Inmaculado Corazón, en este lugar, se puede expandir a muchos otros corazones del mundo, siempre que unan sus intenciones a Mis Intenciones Divinas y caminen verdaderamente para la manifestación de Mi Plan en esta Tierra.

El Creador Me envía a este mundo como Su Sierva para perpetuar el ejemplo de la Sagrada Familia, para que jamás se olviden, hijos Míos, de los principios que les entregamos cuando estuvimos en el mundo. 

Mi Sagrado Hijo Jesús les mostró el ejemplo de la entrega y de la donación de sí. Pero, en el silencio de Nuestros Corazones, San José y Mi Corazón también les dieron un ejemplo de vida, de bondad, de fraternidad; ejemplo que deben vivir en estos tiempos para curar la degeneración del corazón humano.

Hijos, mientras están ante Mí, muchos se pierden en la ignorancia, muchos se lanzan a los abismos de oscuridad y de terror que el propio hombre abrió en la consciencia planetaria. 

Necesito, en estos tiempos, que sus mentes y sus corazones se puedan unir a un Propósito superior a la propia vida; porque de esta forma, hijos Míos, le darán un sentido verdadero a su existencia en este mundo.

Si viven para servir a Dios y ser una manifestación viva de Sus Planes, estarán cumpliendo con su parte, estarán viviendo plenamente el Pensamiento Divino para esta humanidad. 

Todo comienza, hijos Míos, en la simple oración del corazón. Después, poco a poco, Yo los guiaré y podrán escucharme dentro de cada uno de ustedes, porque todos los días aspiro a que cada alma de esta Tierra escuche la Voz de Mi Corazón. 

Pero, para que Me escuchen, hijos Míos, necesitan silenciar la propia voz, la propia voluntad, la propia aspiración, para que, de esta forma, vacíos de sí, puedan escuchar la Voz de Dios que se pronuncia a través de Su Sierva.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos:

Es de esa forma, queridos hijos, que Yo los motivo a la consagración del corazón, a la vida orante, al servicio y a la caridad que debe ser vida en sus vidas, porque así agradarán a Mi Hijo Amado que está desconsolado por esta humanidad.

Aun cuando existen muchos errores, Mi Corazón les trae la Gracia y la misericordiosa oportunidad de comenzar de nuevo todos los días, a través de la fe y de la confianza en Dios.

Es a través de Mi Presencia, y para poder estar hoy aquí, entre ustedes, que activé los Divinos Espejos de Mi Consciencia para que las puertas se abrieran hacia este lugar que necesita de redención; para que las almas fueran tocadas por Mi Luz Santísima, así como Mi Luz tocó muchos corazones a través de los tiempos.

Necesito, queridos hijos, que en esta ciudad oren el Rosario a Mi Inmaculado Corazón por la consciencia indígena, para revertir los males que sucedieron a través de los tiempos, para equilibrar las deudas, para traer el Perdón de Dios a esta humanidad; porque esta nación, queridos hijos, siempre fue muy colonizada y eso debe terminar. 

Cada nación debe vivir su profunda paz y eso comenzará en ustedes cuando inicien el camino de la oración del corazón, que hoy les vengo a ofrecer amorosamente. Si oran a Mi Corazón Inmaculado todos los días, cualquier oración que ustedes recen, Yo les prometo, queridos hijos, que todo será curado en poco tiempo y ustedes renacerán al espíritu, se reconciliarán con Dios Padre y reconciliarán así a toda la humanidad. Es de esa forma que, vengo a formar los ejércitos de la oración, porque será necesario, queridos hijos, que estén bien preparados para el fin de los tiempos.

Hoy, quiero decirles, Mis hijos amados, que los tiempos ya no son normales. Despierten al llamado que viene a través de Mi Corazón, porque es la Voz de Dios que se pronuncia a través de Mi Espíritu en esta noche sagrada por cada uno de ustedes y de sus hermanos.

Queridos hijos, abracen con devoción todo lo que Yo les digo, porque es su corazón el que comprenderá todas las cosas que son muy inmateriales.

Queridos hijos, abran sus ojos y vean la Luz que desciende desde el universo, los rayos de Mi Gracia que se aproximan a ustedes buscando un profundo despertar de sus consciencias. 

De esa forma, hijos amados, Yo los invito a salir de la comodidad, a ingresar en el camino del servicio a los semejantes. Allí, encontrarán la piedad en sus vidas, la cura de sus almas y familias, el renacimiento del Espíritu de Dios en sus corazones.

Para dar testimonio de todas estas cosas que hoy les digo, queridos hijos, los invito a consagrarse a Mi Corazón. Por eso, a través de este altar sagrado que Me han ofertado y de todas las imágenes que han colocado a los pies de Mi altar; Yo hoy consagraré a nuevos Hijos de María, que en esta noche se comprometerán Conmigo a orar por la paz hasta el fin de los tiempos.

En esta noche, queridos hijos, que el Corazón Solar los bendiga. Mi Inmaculado Corazón, irradia los rayos del Sol del Universo para que sus espíritus se congreguen en esta bendita misión por la paz en el mundo.

Ahora, como peregrinos que siguen el camino de Cristo, Nuestro Señor, invito a aproximarse a aquellos que hoy se consagrarán y que se coloquen a los pies de este altar, no solo como almas, sino como llamas de Mi Corazón que se reencienden por la acción de Mi Gracia, por el triunfo de la Misericordia de Dios en los corazones autoconvocados para servirme.

En cada nueva consagración los corazones se renuevan y es una oportunidad máxima, para todos, de que todos los corazones que se han consagrado como Hijos de María, puedan reafirmar sus votos Conmigo y vivir, en este tiempo final, Mi gran proyecto por la paz.

Aproxímense, queridos hijos, para sentir el consuelo de Mi Inmaculado Corazón que los bendecirá en esta tarea de orar por esta ciudad, por toda la consciencia europea, para que así se instituya la redención en la humanidad.

Ahora que están aquí, coloquen sus manos sobre el corazón y sientan Mi Corazón Inmaculado que los abraza fuertemente y los une al Amor de Dios.

En esta consagración al Plan Divino del Padre, sientan el abrazo de los ángeles, el canto de los bienaventurados y de todos los seres de buena voluntad que, en esta hora y a través de este encuentro, se unen a Mi Corazón de Luz.

Vean en sus internos cómo se reenciende la esencia profunda de sus seres, la pureza original de Lys en sus vidas.

Repitan Conmigo, queridos hijos:

Mi Dios, 
yo creo en ti,
yo Te adoro, yo Te espero y yo Te amo.
Y Te pido perdón por los que no creen en Ti,
no te adoran, no Te esperan y no Te aman.
Amén.
(tres veces)

 

Todos los Hijos de María son espejos de la oración, reflejos de Mi Presencia en el mundo, chispas divinas del Espíritu de Dios que se reencienden para dar testimonio del Retorno de Cristo a la humanidad.

Contemplen ese misterio en este tiempo y en cada momento de su oración. 

Recuerden todos los días que Mi Hijo está retornando y Yo congrego a Sus rebaños dispersos por el mundo para que vuelvan a despertar al Sagrado Llamado de Dios, a Su Plan evolutivo para este tiempo final. 

Con sus manos sobre sus corazones, Yo hago descender sobre ustedes, queridos hijos, la bendición divina del Padre para que, unidos a Él, siempre recuerden que Su Misericordia es infinita y Su Luz es invencible.

Ahora, oraré por ustedes.

Yo los consagro, queridos hijos, y los renuevo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y que ahora, sus voces, también consagradas a Mi Inmaculado Corazón, canten el himno de su consagración para que los Ángeles del Cielo eleven la oferta hacia el Universo de Dios, en unión con sus Ángeles de la Guarda por los mil años de paz.

Hoy, queridos hijos, recibirán una flor de este altar como testimonio de Mi Amor por ustedes y de Mi devoción por todas las almas del mundo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado! 

Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad. 

Que así sea. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hoy, María, a través de Su Faz de la Reina de la Paz, hizo una tarea entre Europa y América del Sur, liberando algunas cosas de la consciencia del planeta, especialmente lo que sucedió entre la consciencia indígena y los colonizadores. Y ustedes podrán preguntarse ¿cómo es que sucedió eso? 

Nuestra Madre Divina también es omnipresente y Su Amor Maternal abraza muchas cosas. Su trabajo maternal viene sucediendo a través de los tiempos. 

En un momento de la Aparición, María se mostró como Nuestra Señora de Guadalupe para que en nuestra consciencia y, especialmente, en nuestro corazón, quedará guardada esa imagen que, hasta los días de hoy, está vigente; porque Ella decía que, la Señora de Guadalupe, es la que une los pueblos, las culturas y las naciones a través del amor.

Así, este Mensaje queda también para ustedes, para que los que están en esta ciudad, cuando hagan sus trabajos de oración, solos o en grupo, recuerden a Nuestra Señora de Guadalupe; para que así, todos nos podamos curar espiritualmente y ayudemos a nuestra Madre Divina para que su Paz se establezca, no solo en el Brasil, sino también en el mundo.

Queremos agradecer la presencia de todos y a todos los que nos acompañaron a través de la transmisión en vivo.

Y ahora, vamos a agradecer a nuestra Madre Divina por este encuentro.

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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