Mensajes de Cristo Jesús

Escucha Mi Voz en tu corazón. Yo sé bien de tus miedos más profundos, de tus temores más arraigados, de tus heridas aún abiertas y de tus resistencias más profundas, de todo lo que emerge en ti al mirar en el horizonte lo que Yo quiero que tu alma se torne.

Aun así, hija Mía, necesito que tu corazón vaya más allá de sí mismo, que tu consciencia, tu mente, tu espíritu y todo lo que eres puedan ir más allá de sí mismo, para que camines con pasos firmes hacia Mi Propósito para ti.

Yo te creé desde el principio para ser Mi instrumento; sellé tu espíritu en el momento de tu creación para que tu consciencia fuera un lápiz en Mis Manos.

Tengo un Propósito para ti, así como para cada alma de este mundo. Pero la diferencia, hija, es que tú debes ser plenamente consciente de este Propósito, y el cumplimiento de Mi Voluntad para tu vida abrirá caminos para que otras almas lleguen a Mi Corazón. Esa es la diferencia entre ser un instrumento de Mi Espíritu y ser un alma amada que debe retornar a Mí, siguiendo las señales que Yo le indico a lo largo de la evolución.

No confundas humildad con negligencia. Quiero que tu alma sea para siempre humilde y profundice día a día en ese atributo, venciéndose a sí misma en las pequeñas cosas. Pero eso no significa descuidar el Propósito que Yo tengo para ti y para las almas a través de ti.

Haz de la obediencia a Mi Corazón tu primer y primordial paso en la humildad y en la ruptura de las amarras del miedo y de la condición humana. Aún necesito estar entre los seres, aún necesito guiar a las ovejas a través del eco de Mi Voz. No es tiempo de detenerse. Al contrario, es tiempo de orar y de sustentar a las almas. Es tiempo de tomarse de las manos con tus hermanos y fortalecerse unos a otros.

¿Tú Me dirás sí?

Yo te protegeré. Yo guardaré tu corazón en el profundo abismo de Mi Amor y de Mi Misericordia.

Yo te daré la gracia y la sabiduría, la fortaleza y la fe. Solo sé obediente; todo lo demás lo haré Yo en ti.

Tu Maestro y Señor,

Cristo Jesús

Hermana Lucía de Jesús: Más tarde, ese mismo día 14, en un momento de reflexión y oración, yo estaba sintiendo mucho miedo y, de repente, Cristo apareció aquí, en la casita del retiro, y me dijo:

Vence el miedo con el testimonio de la Verdad, con la vivencia de cada enseñanza. Ese será tu remedio y el bálsamo de la cura de tu corazón.

Si quieres saber cómo proseguir cada día, Yo te doy la llave: viviendo la Verdad y la Ley, siendo fiel a lo que ya comprendes y sabes, y dando testimonio de esto a través de la vida.

El temor surge de la inconsistencia, de la mediocridad y de la fe excesiva en sí mismo. No es en ti en donde debe estar tu fe, hija, sino solo en Mí.

Vive conforme Yo te enseñé y te sigo enseñando, y tu corazón sentirá la paz más allá de las circunstancias del mundo. Permanece en Mi Presencia.

Tu Maestro y Señor,

Cristo Jesús

Estoy unido a tu corazón. No desatiendas Mi Voz, ni detengas tu corazón ante Mis impulsos, para que Yo pueda guiarte sin hora y sin lugar.

Yo estoy contigo. Que tú estés en Mí.