Martes, 6 de marzo de 2012

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Busquen el socorro en Mi Hijo y después, con absoluta confianza, lleguen hasta Mi Inmaculado Corazón para que Mis pies les guíen en el camino y Mi Luz irradie claridad a sus corazones.

Queridos hijos, aún muchas almas sufren por carecer de esperanza y de fuerza; estas amadas almas, que son Mis hijos, están dispersas por el mundo en busca de propósitos materiales. Por eso, queridos Míos, hoy los invito, a través del ejercicio imperioso de la oración, a elevar hacia los Cielos a todas las almas que en el día a día se olvidan de Dios.

Queridos hijos, encuentren en Mi Corazón el sendero para llegar a Mi Hijo y, así, en nombre de la humanidad, sus vidas diariamente serán partícipes de la comunión con Mi Hijo Glorificado.

Hijos Míos, Mi Corazón se anuncia entre ustedes para que puedan reconocer que Mi mirada celestial y Mi Corazón están observando la falta de amor que existe entre las almas. Por eso, Yo vengo a recordarles que es importante que no solo vivan del fruto de la oración, sino que sientan la presencia de Mi Hijo en sus hermanos de camino, en las familias y en los más próximos a sus vidas. De esta forma, queridos hijos, estarán comenzando a vivir la fraternidad necesaria con todos los hijos que no la conocen como Sabiduría de Dios.

Mis hijos amados, la vida de la fraternidad entre los corazones podrá revertir las grandes miserias espirituales que viven muchas almas. Por eso, la firmeza del corazón transformado y la perseverancia en la vida de oración les permitirán conocer los grados de amor de todo este Universo Creador.

En vuestros ojos Yo coloco Mi Luz para que vuestras consciencias vean la necesidad de todas las almas. En el camino dejo las huellas de Mis pies para que sigan la senda que Mi Hijo ha marcado hacia el Señor.

Que en sus corazones puedan percibir la venida del Espíritu Santo. Él será un bálsamo de paz para aquellos que confíen en este divino misterio de Dios.

Gracias por responder a Mi llamado.

¡Reconciliación en cada uno de sus corazoncitos!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad