Lunes, 24 de diciembre de 2012

Mensajes semanales
MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN DE NOCHEBUENA TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

En la víspera del Nacimiento del Niño Rey en vuestros corazones, hoy los llamo a orar por todos Mis hijos que durante estas festividades se distancian de la unión con el Redentor del mundo.

Por eso, que esta Nochebuena sea para ustedes un día de reconciliación y de paz con el Santo Espíritu de Dios. Que vuestras almas se vuelvan a encender por la Llama del Espíritu Santo. Que vuestros pequeños corazones sean colmados por la presencia de Mi Amor Maternal.

Hijos Míos, para estas festividades aún parte de la humanidad está en la vida común y muchos de Mis hijos creerán estar haciendo lo bueno y lo correcto; por eso también hoy, durante esta vigilia especial de oración en Nochebuena, oren por las almas que se perderán, oren para que la consciencia de la humanidad sea digna y merecedora de ser partícipe de este nuevo ciclo, oren para que Mi Hijo Jesús pueda derramar Su Amor Misericordioso sobre los más necesitados de luz.

Como Reina de la Paz, oro para que cada hijo Mío encuentre el camino que necesita, porque aún muchos necesitan de la guía espiritual de Mi Corazón.

Queridos hijos, oren para que toda Mi Obra Mariana en esta parte del mundo, obra que fue interceptada por la astucia y por las grandes asechanzas del enemigo hacia un hijo Mío, pueda ser luz y redención para todos los corazones.

Por este motivo, los invito a seguir caminando, porque Dios necesita de la donación y del servicio abnegado de cada uno de Sus hijos, para que Su Amor se pueda manifestar.

Queridos hijos, cuando las Obras de la Paz y de la Luz se expanden por intermedio de la devoción de todos Mis hijos, estas obras marianas son altamente observadas por el enemigo, que intenta derribar a través de su primer golpe el templo interior que Mi Corazón construyó en cada alma. Por eso, si ustedes claman por Mi Inmaculado auxilio, Mi Corazón Maternal podrá protegerlos y ampararlos, para así aislarlos de cualquier peligro mayor.

Hijos Míos, hoy y para este nuevo ciclo planetario, ustedes están conociendo la realidad que existe entre los poderes celestiales de la Luz y las penumbras del infierno. Es necesario que Mis hijos crezcan y sepan que ahora es el tiempo de la gran redención del mal.

Ya está llegando hacia ustedes la Estrella de la Mañana, Estrella que anuncia los nuevos ciclos universales para la humanidad. Por esto, queridos hijos, sean bienvenidos al ciclo de la Redención y de la Luz, porque el Padre espera que cada criatura, que cada uno de Sus hijos, sean consecuentes con las Gracias que fueron con tanto amor derramadas sobre ellos.

Si vuestros corazones pudieran vivir en la Consciencia del Plan Divino, las almas en el mundo, en especial las almas que Mi Corazón guió desde cerca, estarían absueltas de toda falta y peligro. Cuando uno de Mis hijos es manipulado por el enemigo, Mi Corazón Materno intercede para resguardar en los Cielos la esencia interior, esencia que le pertenece a Dios.

Oren, queridos hijos, por aquellos que hace poco tiempo abandonaron Mi camino hacia Cristo, Mi camino de redención. Oren durante esta Nochebuena, para que el Espíritu Santo esté presente en aquellos que se distanciaron, durante este último mes, de Mi verdadero Amor Maternal de protección. Oren para que todos alcancen la luz de Mi Hijo, en esta hora tan definitiva. Oren para que Mis planes de Paz, se puedan cumplir y resguardar en cada uno de ustedes.

Pequeños corazones:

Que esta Nochebuena sea una noche renovadora, reconciliadora y pacificadora en Cristo, Mi Amado Hijo del Amor. Que ustedes, abriendo profundamente vuestros corazones, puedan ofertar esta Nochebuena de paz crística, por aquellos que se alejaron de la protección de Mi manto.

Como lo hicieron los pastores de Belén, vuestras almas puedan anunciar la venida del Niño Rey para todos; den testimonio de vuestro amor por Cristo.

¡Les agradezco, por estar unidos de alma y de corazón a Mi llamado especial por la redención!

Gracias por responder a Mi llamado. Los ama maternalmente,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad