Jueves, 22 de diciembre de 2011

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Escucho a diario las súplicas de sus corazones. Yo vengo desde el Cielo para atender el llamado de todos los corazones que se unen a Mí. La vida de los corazones que se consagran al Altísimo Dios es inspirada, a través de las pruebas de confirmación, en el camino que el alma recorre hasta llegar al trono del Señor. Por eso, Mis pequeños hijos, no teman por cuánto han ofendido a Dios, sino busquen a cada momento cómo poder retornar a Él.

Yo soy la Señora de la Paz y llego a todos los corazones que, abiertos, quieren entrar al Reino del Señor. Si el alma se siente desprotegida por lo que aún deberá vencer de sí misma, le pido que ingrese al estado de oración, para poder así reparar las ofensas que las almas cometen contra los Cielos.

Yo vengo como la Madre Auxiliadora de los corazones para que ellos sientan Mi inmaculada confianza en sí mismos. Entren en Mi Inmaculado Corazón cuando estén agobiados, confusos o distantes de la oración.

Yo vengo a reconciliar sus corazones con la Luz Celestial. Recogidos en el interior de Mi Corazón, les irradiaré Mi Amor Bondadoso para que sus almas encuentren la humildad delante del Señor.

Pequeños Míos, ustedes son parte de la Creación del Señor; fueron hechos a imagen y semejanza. Ahora, Yo los invito a transformar y entregar lo que aún no se ha transformado. Yo les entrego la llama de Mi Amor Misericordioso para que se fortalezcan día a día.

Silencien sus corazones. Permitan que brote desde ellos el Verdadero Amor. Yo los conduciré por los caminos de la paz. Sientan la expansión de Mi Manto de Luz, a pesar de todo. Yo los guío. Yo los acompaño. Yo les mostraré la salida.

Reverencien con sus corazones cuando estén delante del Amadísimo Corazón de Mi Hijo; Él les irradiará el poder del Amor de Dios.

Vayan en paz. Yo los perdono. Yo los amo más que ustedes a sus propias vidas. Yo los contemplo desde el Corazón.

¡Sigan hacia Cristo, caminantes de la Buena Nueva!

Los ampara,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad