Viernes, 6 de mayo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Entra en contacto con lo más íntimo y verdadero de tu ser, con tu esencia divina, ese núcleo de luz que habita en tu interior.

La esencia es lo que primero surge en la creación de los hombres.En ella está el principio de la renovación permanente. Si las almas mantienen el vínculo con el Creador, la esencia nunca perece y no se apaga.

La esencia representa la filiación con Dios. En ella se guarda lo que el Padre pensó para ti. Por eso, hijo, no te contentes con la vida en este mundo ni con lo que ella ofrece. No limites tu existencia a la experiencia que vives sobre la Tierra. Si buscas tu esencia, allí encontrarás todo lo que necesitas para descubrir la vida superior y para saber lo que el Creador de todas las cosas espera de ti, con lo que deberás contribuir con el Plan Divino.

La esencia es la puerta al Cosmos; es donde la realidad individual de cada ser se une a la realidad del Infinito y, a partir de esa unión, descubres que la unidad siempre existió y que es un principio inalterable del Creador. La diversidad es solo el vehículo para la manifestación de la grandeza de Dios, en Sus innumerables faces. De la misma forma que un Único Dios se expresa en Tres, Su Creación es infinita y, al mismo tiempo, única. Este misterio, como tantos otros, lo develarás conociendo la propia esencia.

Hijo, te digo esto porque la esencia es la puerta para las Leyes superiores; es la posibilidad que tienes de recibir de lo Alto las fuentes de energía que provienen del Padre Creador y que te colocan en una vivencia que trasciende las leyes comunes de este mundo.

En un tiempo de pruebas totalmente desconocidas para la humanidad, como también para todo el universo, tu ser deberá reconocer y acceder a formas, hasta ahora desconocidas, de mantener su equilibrio y, así, el equilibrio interior de muchos.

El primer paso para experimentar otras leyes es conocer tu esencia y reconocer que eres mucho más que un cuerpo tridimensional con emanaciones mentales y sentimentales.

Vendrán pruebas desconocidas que requerirán de todos herramientas que hasta hoy desconocen, para que puedan superarlas. Trata de profundizar en lo que te digo, ingresando en tu esencia.

Aquel simple acto de orar que te enseñamos en el comienzo de todo, cuando se profundiza y se perfecciona te llevará a descubrir esos misterios.

Comprende ahora, poco a poco, hijo, cómo se construye el Plan Divino, cómo y para qué se forman las almas.

Tu padre, instructor y guía,

San José Castísimo