Viernes, 3 de febrero de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Aún estamos en tiempos de Misericordia. Aún estamos en tiempos de definición.

La purificación planetaria, que comienza a expandirse, es una señal enviada por el Universo para que los hijos de Dios abran los ojos y escuchen Su Llamado, mientras todavía hay tiempo.

Que los tibios de corazón renuncien a sus comodidades y debilidades para hacer de la oración, del servicio y de la entrega absoluta, el sentido de su existencia.

Aún hay tiempo, hijos, para que aquellos que cierran sus ojos para no ver la verdad y que no quieren crecer, como estos tiempos exigen a toda la humanidad, puedan definirse y decir “sí” a los Planes de Dios.

La purificación del planeta les muestra que ya no son aprendices y que no están estudiando para una prueba que algún día llegará. La prueba ya está frente a ustedes y las agujas del reloj de este mundo están contando los últimos segundos del tiempo de la Tierra.

No se confundan, confírmense en la propia entrega y definición. Confírmense como soldados de la paz y del perdón. No esperen la respuesta de otros para poder crecer. No esperen que sobre sus casas y en sus vidas se precipite el caos de mundo, porque la humanidad es una sola y todo lo que viven sus hermanos, en los cuatro puntos del planeta, es responsabilidad de todos.

¡Por eso tomen sus orandios, sus rosarios y las cuentas de todas las religiones! Que todo corazón verdadero se una a Dios, así como lo conoce, porque le corresponderá al Padre unir a sus hijos en Su Sacratísimo Corazón.

Hijos, ya no hay silencio que pueda ocultar el clamor de las almas y de los Reinos de la Naturaleza. Sean conscientes de que algo mayor y más importante que sus vidas y sus problemas está ocurriendo hoy en el mundo. Clamen por la paz, actúen por la paz, difundan y vivan la paz.

Clamen por los Reinos, amen a los Reinos, sirvan y rescaten en todos los niveles al espíritu de la Naturaleza, porque la Vida proviene de los Reinos, verdaderos servidores incansables y eternos del Creador y de Sus Leyes.

Siembren la paz y actúen por la paz. Difundan la Divina Misericordia a través de sus vidas.

Por el despertar de las almas para este tiempo de transición,

Su Padre y Compañero,

San José Castísimo