Viernes, 17 de marzo de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE ENTRE LAS CIUDADES DE PORTO ALEGRE, BRASIL, Y PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo, renuncia a toda voluntad propia y encontrarás la Voluntad Superior.

Renuncia a todo miedo de perderte y piérdete de ti en el vasto Universo de Dios.

Encuentra, en la Gracia de ser nada, al Todo que es la Consciencia Divina.

Encuentra, en la Gracia de ser simple, la grandeza del Universo Celestial.

Todo lo que para tu corazón es grande, en verdad, no se compara con la grandeza de Dios.

Todo lo que para ti es poco, para el Creador suple a todas las cosas, pues es en el corazón vacío donde se construye Su Fortaleza, es en el interior de los puros en donde se construye Su Morada.

Busca, hijo, todos los días, renovar los conceptos de tu vida. Pierde el miedo a la humillación y a la humildad, con la certeza de que siendo simple y siendo nada, te tornarás un instrumento de Dios.

Pierde el miedo a ser pequeño, desconocido; porque es siendo pequeño que encontrarás, en lo profundo de tu interior, al Universo Celestial. Es en la menor de las células en donde la Creación se recrea y tú encuentras, en lo profundo de tu ser, al vasto Cosmos.

Disuelve de tu consciencia los conceptos humanos, aquellos que engrandecen lo que en verdad es pobre y que no reconocen el valor de ser nada. Deja, hijo, que el Creador te demuestre, en este tiempo, que es en el vacío y a través del vacío que seguirás Sus Pasos.

No tengas miedo de cruzar la puerta de la humillación. No tengas miedo al fracaso aparente ante los ojos humanos. Únete a la Cruz de Aquel que fue un fracasado para los hombres y victorioso para Dios.

Entrega las heridas de tu corazón a las heridas de Aquel que fue herido por los pecados de los hombres y que asumió, en cada Llaga de Su Cuerpo, el dolor del Padre causado por Sus hijos.

Ve cómo eres pequeño, cómo en verdad no eres nada y asume esa nada que eres, para que el Todo de Dios te colme.

Renuévate en la cruz, renuévate en la humildad, renuévate encontrando el sentido de tu vida al imitar los pasos de Cristo; pasos de sacrificio, humillación, servicio; pasos de renuncia, de amor y de unidad.

Yo te acompañaré y te guiaré, día a día, hasta que te tornes un instrumento de Dios.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo