Mensajes de San José

La grandeza de vivir según las Leyes y el Propósito del Creador, en medio de la ignorancia de la mayoría de los seres humanos, es que ustedes pueden descubrir la verdad sobre sí mismos.

Hijos:

Cuando el corazón se dispone a servir y a obedecer a los designios superiores, aunque no los comprendan ni los conozcan completamente, Leyes mayores impregnan sus vidas y los conducen al despertar del potencial que guardan como criaturas de Dios.

Al aceptar seguir esos designios, deben sumergirse con todo el ser en esta verdadera aventura que para la humanidad es el descubrimiento de sí misma, de su origen y de los misterios del planeta en el que viven.

Cuando son capaces de amar los Planes del Creador más que a los propios planes y más que a sí mismos, verán que otras posibilidades de comprensión les serán entregadas. Podrán despertar el poder de la intuición y el sentir profundo de sus corazones y ya no necesitarán tantas explicaciones para la mente, porque el corazón será el verdadero conocedor de todas las cosas.

Si se sumergen en el infinito de la Consciencia Divina no dudarán de la amplitud de Su Plan y, cuanto más les fuera revelado, más lo buscarán y más abiertos estarán para conocerlo, porque ustedes son parte de esa Creación infinita. Así como el Creador se expresa de tantas formas en el cosmos, también creó en los seres humanos un potencial infinito aún desconocido por todos.

Hijos, todo comienza al decir sí a Dios y al permitir que Sus Leyes invadan sus vidas y los transformen, situándolos en el punto correcto del despertar y de la madurez del espíritu.

Hoy, una vez más les agradezco, porque al responder al llamado de oración por Uruguay y al colocar todo el corazón en la respuesta sincera que emitieron al universo, ustedes abrieron nuevas posibilidades para el despertar y para la evolución humana.

Perciban que en la sencillez y en la sinceridad de sus corazones se guardan las llaves para develar el potencial del verdadero amor.

Guarden en su interior esa experiencia y permitan que su camino evolutivo parta ahora de ese plano hacia nuevos escalones. Sigan elevándose en eterna ascensión.

Aquel que acompaña sus pasos,

San José Castísimo